tag:blogger.com,1999:blog-86277926587762031662024-03-18T02:30:00.372-07:00Los ojos del loboCésar Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.comBlogger2633125tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-85232112011705363522024-03-15T04:23:00.000-07:002024-03-15T04:23:20.808-07:00ADIÓS, PEQUEÑA, ADIÓS (2007), de Ben Affleck<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRvgwqDuVhK2MN9yXOxuaEoWEstzoLbDJxiDElctWq_n0e0m1RFJiM0kJtBT5cZi0or4oE8gNns8z09htgITfkRa3Ao-iRpWH8eNJAc4ZPtvtSo0wG_oYdMIkER8hsM7g-QnyGiye5NNaNlhPdUFPfiPV8ip76PoXNLDuB6cR-pFwIbHwcq19cse43gQQ1/s272/Peque%C3%B1a.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="272" data-original-width="185" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRvgwqDuVhK2MN9yXOxuaEoWEstzoLbDJxiDElctWq_n0e0m1RFJiM0kJtBT5cZi0or4oE8gNns8z09htgITfkRa3Ao-iRpWH8eNJAc4ZPtvtSo0wG_oYdMIkER8hsM7g-QnyGiye5NNaNlhPdUFPfiPV8ip76PoXNLDuB6cR-pFwIbHwcq19cse43gQQ1/w272-h400/Peque%C3%B1a.jpg" width="272" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Nadie puede imaginar
cuál es el dolor de una madre al comprobar que su pequeña ha sido secuestrada.
Y, tal vez, éste sea un caso demasiado grande para que lo lleven una pareja de
detectives pequeña como Patrick Kenzie y Angie Gennaro. Ellos dos se entienden
bien, tienen una complicidad especial, un respaldo continuo, una especie de
continuación ideal a los pensamientos del otro. Aceptan el caso porque se
conmueven ante la perspectiva de que esa niña esté siendo torturada o haya sido
asesinada. Tendrán que moverse entre los testimonios de mucha gente poco
recomendable en los bajos fondos de Boston. La policía se aviene a colaborar
con ellos porque, al fin y al cabo, son un par de fisgones bastante listos y
tienen los contactos adecuados como para que puedan tirar del hilo con una
información de aquí y otra de allá. Sin embargo, no todo es como lo imaginaban.
La madre de la niña no es, precisamente, un prodigio de responsabilidad y se ha
juntado con una serie de ladrones de tres al cuarto que comienzan a mover droga
y a estafar a proveedores y vendedores. Los propios detectives desatan la
liebre y entonces ocurre lo impensable. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y es ahí donde Pat y
Angie comienzan a enfrentarse a un dilema moral que es muy difícil de
solucionar. No siempre lo correcto es lo legal. Más aún cuando dentro de lo
correcto se halla la moral. Y hay que decidir. Quizá Pat esté equivocado y
quiera llevar las consecuencias legales hasta sus últimas consecuencias a pesar
de que es un hombre que se equivoca muy pocas veces. Sólo una y no es la mejor
decisión de su vida. Angie, desde su segundo plano de mujer, tiene más razón y
está en lo cierto. No quiere participar en la decisión de Pat y eso no es bueno
para ellos. Boston se erige, fría e impasible, con sus casas de madera al borde
del río, y no ayuda en una decisión de la que Pat se va a arrepentir el resto
de su vida aunque trate de minimizar los daños prometiéndose a sí mismo que,
todos los días, sean un poco más fáciles para quien ha sufrido su error. Pat no
puede despedirse de la pequeña. El resto del mundo lo hará sin pensar en nada
más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Impresionante película
basada en una novela de Dennis Lehane, que Ben Affleck dirige con precisión,
con un pulso muy tenso y bien medido y que otorga a su hermano Casey uno de los
mejores papeles de su carrera (incluso superior a la película que significó su
Oscar al mejor actor, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Manchester frente
al mar</i>). Al lado de él, excelente Michelle Monaghan y, alrededor de ellos,
una pléyade de intérpretes eficaces, sólidos y creíbles como Amy Madigan, Ed
Harris, John Ashton, Amy Ryan y dos monstruos sagrados como Ed Harris y Morgan
Freeman. El resultado es una película dura, que no suaviza nada en su contexto,
pero que coloca al espectador en el mismo dilema moral de los protagonistas y es
difícil realizar una elección que lleva a la infelicidad a pesar de que es,
indudablemente, lo correcto. ¿Es lo correcto?</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-79487273825737261462024-03-14T02:07:00.000-07:002024-03-14T02:07:38.789-07:00LA EXTORSIÓN (2023), de Martino Zaidelis<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5ySEJeZw2CIZthI-cS2QMh7DmlA-p9K26IfwyTXNUKrY0g_OQyf_Gsv9u8dn-Rf8S2JoMA9d1Qon1dQ12o9CyRKIzS_jMxFvdg2jYkXouOBFeCSSHrMGW2qG5wpQLo93bQ9EWuXKS9k-b2WoH9iDxXl1o2guOaG1TUb3IRSjqlxoiidl4EJTs6jyHVYkS/s1024/Extorsi%C3%B3n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="718" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5ySEJeZw2CIZthI-cS2QMh7DmlA-p9K26IfwyTXNUKrY0g_OQyf_Gsv9u8dn-Rf8S2JoMA9d1Qon1dQ12o9CyRKIzS_jMxFvdg2jYkXouOBFeCSSHrMGW2qG5wpQLo93bQ9EWuXKS9k-b2WoH9iDxXl1o2guOaG1TUb3IRSjqlxoiidl4EJTs6jyHVYkS/w280-h400/Extorsi%C3%B3n.jpg" width="280" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sólo
hay dos razones posibles para que las cloacas del Estado se muevan, sientan y
trabajen. Una es la natural tendencia hacia el fascismo de cualquier aparato
que opera bajo el brazo protector de la seguridad nacional. La otra, como no
podía ser de otra forma, es la corrupción. Dinero fresco y sin procedencia,
propietario ni destino. Y no es nueva la idea de utilizar a miembros de
compañías aéreas, privilegiados que pasan los controles con cierta facilidad,
para trasladar el dinero de aquí a allá sin preguntas y, a menudo, sin saber
demasiado bien qué es lo que llevan en esas valijas en negro.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">He aquí el caso de un
comandante. Es veterano, capaz de llevar un avión de pasajeros con los ojos
cerrados. Es aparentemente feliz con su pareja y es legendariamente respetado
por sus compañeros. Sin embargo, se le puede apretar porque tuvo un lío con
alguien y, además, ha conseguido pasar los controles médicos periódicos a pesar
de que comienza a tener algún defecto físico que, de saberse, le bajaría de los
aviones automáticamente. Es el correo ideal. Nadie sospechará de él. No ha
cometido nunca un error. Sólo quiere retirarse en vuelo. Tampoco es tanto. Hará
lo que sea para que no le sea retirada la licencia. Denle valijas. Las pasará sin
problemas. Destino: Madrid.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así, las cloacas se
cobran una nueva presa. Tiene una debilidad y eso lo hace vulnerable. Será uno
más en la red de correos con galones que algún espabilado de los servicios
secretos ha puesto en marcha para vaciar las arcas destinadas a eso tan ambiguo
y tan misterioso como los fondos reservados. Ya se sabe. Son esos fondos que no
son susceptibles de facturas incómodas que justifiquen a dónde han ido a parar
todos los ceros que faltan. De todas formas, la extorsión tiene sus inconvenientes.
Si se ajustan demasiado los pernos, puede que salten por algún lado. Tiene que
ser la presión justa, en el momento adecuado, con el individuo más indicado.
Listos, no, por favor. Esos pueden complicar la vida a cualquiera si se ven con
el agua al cuello.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No está nada mal la
película que ha dirigido Martino Zaidelis con producción de Juan José
Campanella. La trama está muy bien urdida, con momentos de tensión
tremendamente agobiantes y una resolución de cierta altura. Por supuesto,
Guillermo Francella absorbe todo el apartado interpretativo y la música de
Pablo Borghi es excelente, con una variedad de temas que resulta sorprendente
siendo todos ellos muy efectivos. Quizá no esté demasiado bien explicada alguna
relación entre personajes, pero eso se perdona pronto ante una película que
ofrece suspense, alguna que otra sorpresa, angustia, diálogos de ingenio y una
contención narrativa notable. Llega un instante en el que poco importa lo que
lleven esas valijas en negro porque los personajes dominan todo el drama, que
llega a ser tan cercano como posible. Abróchense los cinturones. La intriga
saldrá en unos minutos. Se prohíbe fumar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y es que no es fácil
renunciar a la vida fácil porque unos tipos, equívocos y engañosos, asegurando
que vas a estar vigilado y protegido, tengan un par de fotos y unos informes
comprometedores. Lo suyo es conservar lo que se tiene porque el lujo ya no está
en la tierra, sino en el cielo. En estar hoy en Miami, mañana en Londres,
pasado en Nueva York y al otro en Roma, sin dar explicaciones a nadie, en
hoteles de categoría y probando las noches de todos los rincones del mundo. Las
nubes pasan con lentitud y puede que estén conspirando para convertirse en una
tormenta. Sólo los tipos con decisión e inteligencia pasarán la aduana. Nada
que declarar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-84915980473830718532024-03-13T02:55:00.000-07:002024-03-13T02:55:03.228-07:00GUERRA ENTRE HOMBRES Y MUJERES (1972), de Melville Shavelson<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHem8paj9RQfDbupPgGxlDn__iX4w1Nv-QPHE1YaeGiur3YvtnkcUS9e6Zz652LgVGMlsMLdpuZqsg9b04JScj2VCNwOj0HSxJUYFnGNN2oemmCE8u345MxoFHNooNhyCDYokBvYLzWWl7t5mie6iEd_2HK1lbKYOZdZOY6tWVPgOz-w8sQzdyHw96Wzra/s857/Guerra.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="857" data-original-width="581" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHem8paj9RQfDbupPgGxlDn__iX4w1Nv-QPHE1YaeGiur3YvtnkcUS9e6Zz652LgVGMlsMLdpuZqsg9b04JScj2VCNwOj0HSxJUYFnGNN2oemmCE8u345MxoFHNooNhyCDYokBvYLzWWl7t5mie6iEd_2HK1lbKYOZdZOY6tWVPgOz-w8sQzdyHw96Wzra/w271-h400/Guerra.jpg" width="271" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Peter Wilson: </span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y éste es el autor de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Bésame, mátame, cómprame, ámame”</b>, creo
que ése es el título. O posiblemente sea <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Cómprame,
tómame, córtame, quémame”</b>, no lo sé, pero en cualquier caso ya se hacen a
una idea. Es una novela romántica.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Howard Mann</span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">: Es Harold Marcus, el autor de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Apuñálame, revuélveme, atúrdeme, quiéreme”<o:p></o:p></b></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Peter Wilson: </span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ya sabía yo que era algo así.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y es que Peter Wilson
es un tipo algo descreído. Para empezar no cree en el amor ni siquiera aunque
lo tenga y lo reconozca delante de sus propios ojos. Es un encuentro fortuito,
una nada que se convierte en algo al instante y, aún así, no, no, el
emparejamiento no es más que la debilidad de las mentes más retorcidas. No
puede caer en una trampa tan burda e irse con esa mujer que, para más inri,
tiene tres hijos. De ninguna manera. Ella por su lado y yo por el mío, aunque
sea el mismo camino. Tendré que volver a mis dibujos que, al fin y al cabo, son
los que me dan de comer y me hacen tener todo lo que poseo. Ella que se vaya
con sus frustraciones sus ataques histéricos y sus tonterías de mujer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El caso es que Theresa
Kozlenko, tampoco es que sea muy diferente a Peter. Ya probó eso del amor en
una ocasión y acabó en divorcio, y no es muy divertido pasar por ello más de
una vez. Mejor no caer en la trampa de iniciar una relación, por muy atractivo
que sea ese señor Wilson con el que he chocado con el coche delante de la
consulta del oftalmólogo. No es amor a primera vista, es sólo una simple
dilatación de pupila. Aunque tengan en común que él vende libros y ella los
vende también. O sea, él los hace con sus dibujos, y ella los vende detrás del
mostrador y conoce bastante bien la misoginia que destila el tal Peter Wilson.
Esto no tiene ningún futuro, señores. ¿O sí?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Jack Lemmon se junta
con la siempre divertida y desenfadada Barbara Harris bajo la dirección de
Melville Shavelson y sale este conflicto bélico entre hombres y mujeres que
nunca tiene un ganador hasta que no se inician unas conversaciones de
acercamiento. Sí, de ese tipo de acercamiento, porque no negarán que es
bastante difícil llegar a un acuerdo con un señor que odia a las mujeres, a los
perros, a los niños y va como un loco por la vida. Claro que tampoco es fácil
coincidir con esa señora Kozlenko, que no cabe duda de que posee un cierto
atractivo, pero está un poco trastornada, es bastante despistada y ese peinado
merece unas cuantas tijeras impías. Y si mezclamos dentro de la inevitable
historia que va a surgir en unos cuantos fotogramas de animación, lo mismo sale
una película algo original. Lo que suele ser entre una guerra entre hombres y
mujeres, donde ambas partes ponen la imaginación al servicio de sus fobias
construidas en privado y que han tardado mucho tiempo en salir. Aquí está la
oportunidad de sacarlas como si fueran armamento pesado que, si lo pensamos con
un poco de frialdad, se queda en mero juguete ante algo tan poderoso como los
sentimientos. ¿Y qué son los sentimientos? Para eso es mejor leerse el libro de
Howard Marcus…</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-50626179016347413892024-03-12T02:51:00.000-07:002024-03-12T02:51:22.125-07:00UN PASO ADELANTE (1991), de Lewis Gilbert<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnEphdaezras7kwPssWv38EYUJUXRaJJzGFCNc10beUNKlkOwiifNxkCj6Ncwa_4hFWsjCYeS7Vu_9W1mmb3AKPLTyYmduVO0rUFY9j_cfcZUjhVjt3eASBM6YEwW2QQ9rET55-RrCV7u28iUjew-KauVyVu7al0hzvIZ_HJNboFf0QHOe-Dfz52xt8moK/s475/Paso.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="475" data-original-width="279" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnEphdaezras7kwPssWv38EYUJUXRaJJzGFCNc10beUNKlkOwiifNxkCj6Ncwa_4hFWsjCYeS7Vu_9W1mmb3AKPLTyYmduVO0rUFY9j_cfcZUjhVjt3eASBM6YEwW2QQ9rET55-RrCV7u28iUjew-KauVyVu7al0hzvIZ_HJNboFf0QHOe-Dfz52xt8moK/w235-h400/Paso.jpg" width="235" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mavis Turner estuvo una
vez ahí arriba. Realizó una audición para Bob Fosse y participó en los coros de
tres o cuatro musicales de Broadway. No pasó nunca de ahí, pero se tuvo que
bajar porque tomó unas cuantas decisiones erróneas. Quiso empezar de cero y,
tal vez, lo mejor era poner un estudio en un barrio cualquiera, con una vieja
amiga al piano, y dar clase de claqué a unas chicas que ya no cumplen los
cincuenta. Sorpresivamente, también hay un hombre, un tipo algo perdido y
despistado que le pone mucha voluntad. Ahí, sobre esas tablas y ante ese
espejo, Mavis se da cuenta de la humanidad que se desprende de los mediocres,
de los que no llegan a ninguna parte, de los que utilizan el baile como terapia
mientras que para ella llegó a ser una forma de vida. A lo mejor pueden hacer
una actuación como cuerpo de baile en algún teatrillo. Quizá no estén en la
mejor forma física posible, pero trabajan mucho y quieren sudar el maillot.
Todos quieren dar un paso adelante. Y Mavis no está segura de darlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un, dos, un, dos, un,
dos, tres…vamos, paso adelante, paso atrás, vuelta, punta, tacón, punta, tacón,
sombrero y vuelta…Una y otra vez. Mavis puede creer que no hay ya más salida
que ese estudio en medio de ninguna parte, en la ciudad de Nueva York, donde un
día creyó que podía alcanzar las estrellas en forma de luces de neón, con su
nombre en los carteles y la música en sus piernas. Todo fue un sueño que apenas
la acarició y ahora cree que todo se queda ahí, en esa madera vieja, en ese
piano que toca una amiga que la quiere de verdad, pero que también está con el
ticket de vuelta, en ese espejo que sólo devuelve cuerpos que ya están muy
castigados por la vida y los desengaños. Eso no es lo que quiso y, sin embargo,
es todo lo que tiene. Ella descubrirá que hasta los más pequeños principios,
tienen grandes beneficios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El último papel
protagonista de Liza Minnelli en una película fue aquí, en un título que pasó
totalmente desapercibido en su día y que está basado en una obra de teatro que
obtuvo un gran éxito y que en España interpretaron Ana Marzoa, Gemma Cuervo y
una insuperable Mari Carmen Prendes. El cambio en la cabecera de la producción
de la Paramount Pictures en el año 1991 perjudicó la promoción de la película y
fue un sonoro fracaso en Estados Unidos aunque consiguió un éxito moderado en
el Reino Unido, atraído por la presencia en el reparto de Minnelli, Shelley
Winters y Julie Walters. El resultado es una película estupenda, entretenida,
con unos cuantos números musicales de cierta categoría asumiendo que es un
musical eminentemente de cámara, de producción pequeña y largos sentimientos.
Algo que, quizá, no está hoy mismo muy de moda, pero se pasa un gran rato y se
aprecia el increíble sentido del espectáculo de una actriz que maravilló
durante unos cuantos años a pesar de todas sus dificultades personales. Ella
sólo dio pasos atrás cuando lo tenía todo para ser una dama de leyenda.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-29530257407893472392024-03-08T00:28:00.000-08:002024-03-08T00:28:16.831-08:00EL ÓSCAR ATÓMICO<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmQYcGDZh02_GaKp6D0Tu8TWKBYcFcnh_Di2BjmuoskD-dkHrOJreTBy_tzTqzTfX6I4GbXLwIDZx87UYr1xwiO_EjncQIbHxDYEoIHNk6QhyphenhypheneOSWRLzhFyt5dckYlOl2ZbTz02ZUsDfWm_KX26wiD5TkOxP5gJ4QUDZZ81AlAcp3WzO1kIS0WpHAd3wvv/s440/Oscars.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="440" data-original-width="297" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmQYcGDZh02_GaKp6D0Tu8TWKBYcFcnh_Di2BjmuoskD-dkHrOJreTBy_tzTqzTfX6I4GbXLwIDZx87UYr1xwiO_EjncQIbHxDYEoIHNk6QhyphenhypheneOSWRLzhFyt5dckYlOl2ZbTz02ZUsDfWm_KX26wiD5TkOxP5gJ4QUDZZ81AlAcp3WzO1kIS0WpHAd3wvv/w270-h400/Oscars.jpg" width="270" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Después de bajar el
nivel hasta límites insospechados con la lluvia de premios del año pasado para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todo a la vez en todas partes</i>, los
Premios de la Academia necesitan una explosión atómica para revitalizar el poco
prestigio que les quedaba. Tras decisiones persistentes que resultan del todo
equivocadas como el establecimiento del voto preferencial, que hace que pueda
ganar cualquier mediocridad, hasta la eliminación de la entrega de los Oscars
especiales de la gala, la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood se ha
convertido en un contubernio de supuestos modernos que no hacen más que
torpedear las cosas que siempre han funcionado en aras de un rejuvenecimiento
que resulta chabacano, indiferente y prescindible. Sin embargo, no deja de ser el
día de San Cine así que, a pesar de todo, los cinéfilos de pro y de hecho
deberíamos celebrar un año más de películas como signo de que, en contra de
inútiles y nuevas y alienantes tecnologías, nuestro cine siga vivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Vamos con los premios y
el de mejor película está bastante definido para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oppenheimer</i>, de Christopher Nolan. No cabe duda de que, quizá, sea
la cinta más interesante del año, la mejor realizada, la que recupera el sabor
del cine bien hecho y con sentido, aunque sí que se le pueden atisbar un par de
defectos. Aún así es la mejor del año y de justicia sería que se llevase el
premio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXHXyqCsxdXgwHC_kVt3x9QHxOSX-6SiTS7oUR2oqgO18iDcmQiK81K5sr4EG9_WQ4Ckcl2_LX1ZxNaToPAmK7W5WmSdYo8N-eqMcc2ZSkZ1cYJmBZPMNfOFuH6V7gzsoHAIg_EnwjOmcAZ_d3mB-PxMtONt3EuNcU4R0q93_qcrwOu4jkZsA5n9VtpzAd/s225/Oppenheimer.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXHXyqCsxdXgwHC_kVt3x9QHxOSX-6SiTS7oUR2oqgO18iDcmQiK81K5sr4EG9_WQ4Ckcl2_LX1ZxNaToPAmK7W5WmSdYo8N-eqMcc2ZSkZ1cYJmBZPMNfOFuH6V7gzsoHAIg_EnwjOmcAZ_d3mB-PxMtONt3EuNcU4R0q93_qcrwOu4jkZsA5n9VtpzAd/w400-h400/Oppenheimer.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para mejor actor, las
apuestas se decantan por Cillian Murphy por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oppenheimer</i>.
No obstante, el premio, sin ningún lugar a dudas cinéfilas, debería ser para
Paul Giamatti, un actor con alguna que otra nominación anterior, de esos que
dan textura a cualquier película en la que interviene, un todo terreno capaz de
exhibir la mayor crueldad o la más conmovedora de las ternuras. Giamatti lo
merece, por mucho que le premio a Murphy no moleste del todo a pesar de ser un
actor que tendría que mostrar algo más.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXfxkqEDtxBOvdnx7x3erzpebbZNIkcCYYST-O_63V_bcQyL0IwI9XR4F3Q4TLZR10p1i2tTnj_kTPz0eS_YyKpLFeb1LT-8_S7NxZE1Vk7afh_auv4Ow6SIvQRG-ryO5qWWwJRGgN92ZZAI8q5N2pNf9albVsvyaLJo7Zx-9AXTKut_PoVx_XmJn_Ab78/s1200/Giamatti.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1199" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXfxkqEDtxBOvdnx7x3erzpebbZNIkcCYYST-O_63V_bcQyL0IwI9XR4F3Q4TLZR10p1i2tTnj_kTPz0eS_YyKpLFeb1LT-8_S7NxZE1Vk7afh_auv4Ow6SIvQRG-ryO5qWWwJRGgN92ZZAI8q5N2pNf9albVsvyaLJo7Zx-9AXTKut_PoVx_XmJn_Ab78/w400-h400/Giamatti.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para mejor actriz, hay
una encarnizada lucha entre la ya premiada Emma Stone por esa cosa llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pobres criaturas</i> y Lily Gladstone por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los asesinos de la luna</i>. Stone lo merece
más que Gladstone, si nos ponemos serios, por muy extraterrestre que sea la
película que protagoniza, pero sospecho que la Academia se inclinará por la
segunda por aquello de la cuota de raza y demás historias. Les quedaría un
palmarés muy redondo para ellos. Por cierto, quien lo merece realmente porque
hace una interpretación de arrodillarse ante ella es Carey Mulligan por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maestro</i>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzkFwU3gFhdW6TPUm3m0BNzKh1BGrx_CfdJ0d67wDRpLzowI3ITic2Srv30gTE8x_tXY2LtQBRLO8GtyuiKSgllhBXzrTsYAJXj_ecpUuWKFEPw1n_7jI3nqgNlQ3Cs3JriLlaOaNnccz6fYx2NXUS_r2j-U4l-_PtJ3v0zN1Sc58dRDy-FLYHYniz5moM/s1200/Gladstone.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1200" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzkFwU3gFhdW6TPUm3m0BNzKh1BGrx_CfdJ0d67wDRpLzowI3ITic2Srv30gTE8x_tXY2LtQBRLO8GtyuiKSgllhBXzrTsYAJXj_ecpUuWKFEPw1n_7jI3nqgNlQ3Cs3JriLlaOaNnccz6fYx2NXUS_r2j-U4l-_PtJ3v0zN1Sc58dRDy-FLYHYniz5moM/w400-h300/Gladstone.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para el mejor actor
secundario, parece claro que Robert Downey Jr. no tendrá rival por su papel
antipático y equívoco de científico que se opone por medios, digamos,
discutibles al protagonista de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oppenheimer</i>.
También es un actor que ha estado nominado en anteriores ocasiones y que ha
arrastrado fama de difícil y caprichoso y complicado de carácter y puede que
sea una ocasión perfecta para que Hollywood le otorgue el perdón después de
hacerles ganar muchísimo dinero con su acertada encarnación de Tony Stark en la
serie de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Iron Man </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los vengadores</i>. Hay que cuidar a los
amigos, aunque antes hayan estado proscritos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLvuqobQ0E55HO6OPYR-fGOCHkF3PEjXlpf56bRbcj-8T5WGQgzzm8Jkft05v9EqEXMPHZLCf9CqzJNTrQgDwbVB0mDR66BgYeGRunlI9Biw7uJXZRcSXNvg1q2mgI5Rvxkhmho5WDAWym0WQjb1hinEbVgW8KDddLqIhbMj5apcU0yZeY02e_Rh9Fk1h2/s277/Downey.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="182" data-original-width="277" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLvuqobQ0E55HO6OPYR-fGOCHkF3PEjXlpf56bRbcj-8T5WGQgzzm8Jkft05v9EqEXMPHZLCf9CqzJNTrQgDwbVB0mDR66BgYeGRunlI9Biw7uJXZRcSXNvg1q2mgI5Rvxkhmho5WDAWym0WQjb1hinEbVgW8KDddLqIhbMj5apcU0yZeY02e_Rh9Fk1h2/w400-h263/Downey.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para la mejor actriz
secundaria, tampoco parece que el premio a Da´vine Joy Randolph tenga ninguna
discusión. Hace un gran trabajo, es una actriz afroamericana y ya se sabe que
alguien tiene que ganar y lo merece. Por una vez, se juntan todos los
intereses, así que sería una auténtica sorpresa que ganara otra candidata.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTj_JS3-LYRem4IJau_8VCpW9l59hBiU1UKu3W0N47D-IzE-xtaf6P2PFs-4JFLxpg7aZmioOALeweLL5w65TzQ1YGetJ7XNUoblx0_8B39ycKmdU5EnxuztEiK3TiNWn1hK1y8FxKqfFd0F6rg1ycqul0e-S1oVo0dCC8LgotX4Vr4NSY2dvf2nvQMfh1/s275/Randolph.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTj_JS3-LYRem4IJau_8VCpW9l59hBiU1UKu3W0N47D-IzE-xtaf6P2PFs-4JFLxpg7aZmioOALeweLL5w65TzQ1YGetJ7XNUoblx0_8B39ycKmdU5EnxuztEiK3TiNWn1hK1y8FxKqfFd0F6rg1ycqul0e-S1oVo0dCC8LgotX4Vr4NSY2dvf2nvQMfh1/w400-h266/Randolph.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para la mejor
dirección, es hora de dar el premio a Christopher Nolan por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oppenheimer</i> porque se podrá estar o no
de acuerdo con su estilo a la hora de hacer cine…pero hace cine. Lo hace con
sentido, con ambición y con muchísima profesionalidad. De los realizadores de
los últimos años, lleva todas las papeletas para ser el más interesante por
encima de supuestos genios como Paul Thomas Anderson, Joe Wright o Yorgos
Lanthimos. Sería muy merecido. Y me temo, para eterna rabia de los que le
odian, que no será el último.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxTGNxG9JxIWqttZr7plX9sBYHvA8X-jCU_I2BsWv-MK8FZuRmMXdqKM0Uj1k8x8QT3Z3Bg5pNGB0J6BTa10Z53xV8xkrr6cEXReAa5XlEiCdFee1Jucu68YXLHC9aXD8Q1m496gCNNgiymfnCLQA0dL-tRVT86u90ikPD3G_PXP9QbYDVCOeJCuJ6Ksq5/s1500/Nolan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1500" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxTGNxG9JxIWqttZr7plX9sBYHvA8X-jCU_I2BsWv-MK8FZuRmMXdqKM0Uj1k8x8QT3Z3Bg5pNGB0J6BTa10Z53xV8xkrr6cEXReAa5XlEiCdFee1Jucu68YXLHC9aXD8Q1m496gCNNgiymfnCLQA0dL-tRVT86u90ikPD3G_PXP9QbYDVCOeJCuJ6Ksq5/w400-h266/Nolan.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La película
internacional, ese divertido eufemismo para no decir la palabra “extranjero” y
marcar diferencias dentro del cine, tiene un claro favorito con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La zona de interés</i>, de Jonathan Grazer.
Se da la paradoja de que es una película de producción británica, pero
participa en la categoría de película “internacional” porque el lenguaje que se
utiliza es el alemán. Vale, es una buena película. Está muy bien, aunque no sea
la cinta mejor dirigida del mundo. Debe estar ahí, pero permítanme deslizarme
por el sentimiento patriotero porque la mejor de toda la terna de películas
“internacionales” es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La sociedad de la
nieve,</i> de J. A. Bayona. Y si no fuera español, diría lo mismo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQBD2tCg6EY2rLruNUFiO0x2s98-YHjshvlyUEGIa5FCop4YNESQ6URACmqpQYnKYyOxbYOn86REM9viSmrfYkQTytRo7ScJp7r16MHW-EHu3IP4MQLn__YACH7cVK7ksF8NsGMNuM_aWzbJIn_FSCF8FcKWnOYuaefZPPDNmBNEjp1mndRM9Sqtn0Ee5Q/s750/Zona.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQBD2tCg6EY2rLruNUFiO0x2s98-YHjshvlyUEGIa5FCop4YNESQ6URACmqpQYnKYyOxbYOn86REM9viSmrfYkQTytRo7ScJp7r16MHW-EHu3IP4MQLn__YACH7cVK7ksF8NsGMNuM_aWzbJIn_FSCF8FcKWnOYuaefZPPDNmBNEjp1mndRM9Sqtn0Ee5Q/w266-h400/Zona.jpg" width="266" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Así que acudan a los
refugios nucleares. Esperen el atronador sonido de la explosión de unos premios
devaluados hasta la mayor de las bajezas en vista del cuadro de honor de los
últimos años (¿en serio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todo a la vez en
todas partes</i> tiene el premio a la mejor película…lo mismo que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lawrence de Arabia, El apartamento, Amadeus </i>o
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Memorias de África</i>? ¿En serio?). Todo
puede pasar, incluso que la Academia persista en su política de errores en aras
de ganar un público que no quiere ser fichado porque le falta contexto. ¿Ha
pensado alguien en eso? Vale, vale, ya pongo el punto final. Viva el cine.<o:p></o:p></span></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-7046778033100148932024-03-07T02:01:00.000-08:002024-03-07T02:01:45.139-08:00AMERICAN FICTION (2024), de Cord Jefferson<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtXeTZjS3U4h2IHJscj0iRJDS3bX9X42tDeNynm2a-Y7e5XC81njo3aY5Gdu-B1nr79JxnENoLlkuP33PDeEkOz633JL85pfTkAjKQWsw0U6PEqTwxPa9_BOG5WuLMkWlCP0nr7v824IeGWUAIquCyUXaOWB7bhsu-DRi9lgZXmLonX6GdFjoW4amDOsDx/s210/AF.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="210" data-original-width="210" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtXeTZjS3U4h2IHJscj0iRJDS3bX9X42tDeNynm2a-Y7e5XC81njo3aY5Gdu-B1nr79JxnENoLlkuP33PDeEkOz633JL85pfTkAjKQWsw0U6PEqTwxPa9_BOG5WuLMkWlCP0nr7v824IeGWUAIquCyUXaOWB7bhsu-DRi9lgZXmLonX6GdFjoW4amDOsDx/w400-h400/AF.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La
política de lo incorrecto consiste en no escandalizarse porque el título de una
novela situada en el profundo Sur de los Estados Unidos lleve la palabra
“negro”. También está en escribir un libro para reírse de toda la estupidez
basada en los estereotipos de la gente de color, titularlo procazmente y que el
éxito llame a la puerta con la fuerza de un ariete. O…¿por qué no? Está en
creer que estar en lo alto de la lista de <i>best-sellers</i>
sea una puñetera vergüenza porque se han escrito unas cuantas líneas basándose
en una jerga, sin ninguna cohesión dramática y con unos problemas centrales que
a nadie importan, pero, eso sí, todo el mundo se siente aludido o concernido.<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por otro lado, la
política de lo incorrecto también encierra secretos que no pueden ser
desvelados y que merecen ser fusilados sin compasión. Al fin y al cabo, no es
bueno que, de la noche a la mañana, te ordenen una temporada de vacaciones de
tus cursos de Literatura, vayas a casa a ver a tu familia y a tu hermana le dé
un ataque al corazón que la deje en el sitio. Eso, para qué nos vamos a
engañar, también es la política de lo incorrecto, sobre todo, en esa área en el
que no se pueden controlar los acontecimientos y que se agolpan, por sí solos,
en el ánimo ya bastante maltrecho por el excesivo coqueteo con el fracaso.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así que es el momento
de montar una ficción puramente americana, basada en la obscenidad de cobrar
una cantidad de dinero que roza la pornografía por escribir una auténtica
basura que la ya falsa intelectualidad que puebla todos los estratos de la
sociedad ha calificado de obra maestra porque “dice cosas que nadie ha dicho”,
“pone de manifiesto la opresión blanca ante la desgracia negra” y “coloca a la
raza blanca al borde de la culpabilidad generalizada”. Así estamos. En un mundo
sostenido por falsedades llega un momento en que se encumbra la mayor de todas
las falsedades.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Estamos ante una
excelente película, dirigida por Cord Jefferson y con un intérprete entregado y
perfecto como Jeffrey Wright, que encarna al hombre quemado por sus propios
sueños y que se da cuenta de que, en realidad, no tiene nada porque, mirado de
frente, nunca tendrá nada, por mucho éxito que tenga. O por mucho fracaso que
acumule. Sencillamente, es una persona que está de más y que no disfruta de una
cosa ni de otra. Bastante tiene el pobrecillo con mantenerse cuerdo en una
ciudad de locos de atar. El guión es de una originalidad sorprendente, con
algunas ideas narrativas excelentes aunque la dirección sea muy sobria. No
llega al absurdo, pero es ácida. No es una comedia, pero hace reír. No es una
tragedia, pero resulta triste. Así es esta película. En el fondo, es muy
parecida a nuestras vidas aunque toque realidades radicalmente diferentes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No es de extrañar que
ante tal panorama, la mente opte por el escapismo fácil y decida vivir en un
mundo que no es de estos días. Hasta los concursos literarios son cúmulos de
estupidez supina que deciden premiar lo más vergonzoso. Mientras el misterio
siga, serían capaces de otorgar sus bendiciones a cualquier libro que hable…no
sé…de la dificultad de tomar una decisión a la hora de bajar una escalera.
Bajo, no bajo, ahora sí, ahora no, mis motivaciones son, fueron, serán, tal
vez, Dios mediante, espero no caerme, mis miedos, mis traspiés…seguro que luego
llega algún crítico listillo diciendo que es la última gran obra maestra de un
modo de escribir nuevo, o alguna tontería parecida. No les hagan caso. No
tienen ni idea de nada. </span></p><p>
<br /><br /><br /><br /></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-32117229605384134602024-03-06T02:17:00.000-08:002024-03-06T02:17:51.590-08:00DOS CHICAS A LA FUGA (2023), de Ethan Coen<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9nYEN0MGfAF8wLTrm9oSSCIiEkdiOPJhOizJWCz5_5lGuOXTNf19d2jnpxMTomMtRAx6d9jgh-YwY5j53nAJQyui4rA9_uuhBoc_f0iPAo___vjgdcvbFh1NpB1NxiCp4QLgmmq4DyCvGn0uiFajb_h9dhf_biPiI7gOlVklt7y3nlsHnspQbqrdr15_9/s273/Chicas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="273" data-original-width="184" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9nYEN0MGfAF8wLTrm9oSSCIiEkdiOPJhOizJWCz5_5lGuOXTNf19d2jnpxMTomMtRAx6d9jgh-YwY5j53nAJQyui4rA9_uuhBoc_f0iPAo___vjgdcvbFh1NpB1NxiCp4QLgmmq4DyCvGn0uiFajb_h9dhf_biPiI7gOlVklt7y3nlsHnspQbqrdr15_9/w270-h400/Chicas.jpg" width="270" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Después
de ver las primeras obras en solitario de los hermanos Coen, nos damos cuenta
de que en todos los trabajos que hicieron juntos parece ser que Joel ponía la
estética y el arte y Ethan aportaba el absurdo y la perplejidad. El equipo era
prácticamente perfecto y las carencias son evidentes cuando analizamos lo que
están haciendo por separado. A Joel le falta sentido del humor. A Ethan le
puede el caos. En esta ocasión, Ethan nos cuenta la estrambótica historia de
dos chicas que quieren trasladarse a Tallahassee, capital del estado de
Florida, mientras se van encontrando con una serie de personajes que parecen
sacados de un barrio sin razón y de una ciudad sin norte.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ahí tenemos a dos
chicas a las que les encanta ser lesbianas aunque, en un principio, son sólo
amigas. Y cogen el coche que no deben, con un equipaje que no es apropiado (¿o
sí?) y perseguidas por una serie de individuos que parece que quieren poseer
las réplicas engrandecidas de enhiestos órganos sexuales de diversos prohombres
de la enferma sociedad estadounidense. Ya está el asunto formado. Dinero,
chicas, policías con un perro, algún que otro asesino profesional con miedo
escénico y las dos protagonistas pasándoselo bien con ese combate de caracteres
que predispone a una hacia la ninfomanía y a la otra hacia la represión. Un
cóctel muy Coen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, parece que
Ethan se da cuenta de que la historia se le queda corta e introduce una serie
de secuencia oníricas que no tienen más sentido que añadir un toque psicodélico
sin venir a cuento y algo de metraje a esta trama que avanza con rapidez y que
puede acabar en cualquier momento. Por supuesto, algún rostro conocido se
disfruta con la rapidez necesaria como el de Matt Damon o el de Colman Domingo,
el último descubrimiento afroamericano del cine, pero esta aventura de
carretera sin sujeción acaba por ser más intrascendente de lo habitual porque
le falta esa férrea disciplina que sí se notaba en las obras de los dos
hermanos, especialmente en películas tan necesarias como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muerte entre las flores </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barton
Fink.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así que dejémonos de
tonterías y abrámonos a nuevas experiencias. El humor tampoco es que sea
tronchante y la perplejidad que solían causar en el espectador acaba por ser
casi una máscara para tapar las posibles carencias. Es como si a Ethan Coen le
diera por contar uno de sus absurdos viajes con algún que otro alucinógeno de
más y sin tomarse demasiado en serio en ningún momento. Ni siquiera hay uno de
esos famosos cortes que te dejaban con la sonrisa y el talante helado cuando
mejor te lo estabas pasando. No sea que el tono de comedia se olvide en el
interior de una maleta como si fuera…yo qué sé, una colección de consoladores.
Ni con lacito, oigan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Más vale ir recogiendo
lo que se ha podido arramblar teniendo en cuenta que hay una buena cantidad de
personajes enfermos y enfermizos que tratan de hacer negocio con unos productos
bastante absurdos para el gran público. Aunque quizá yo mismo sea una película
de Ethan Coen y destaque por mi corto entendimiento detrás de estas teclas en
las que se dibujan tantas y tantas perversiones reprimidas por mi sentido
común. Ese mismo que falta cuando el día se convierte en asfalto y hay que
perseguir a unas chicas que, realmente, lo único que desean es pasárselo bien,
sin ataduras, sin herir a nadie y sin tener ganas de complicarse la existencia
por unos cuantos aparatos de apariencia masculina y que más bien parecen
billetes de alto valor ordenados pulcramente en una maleta de cáscara metálica.
Ustedes verán.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-11693752334398014552024-03-05T02:32:00.000-08:002024-03-05T02:33:07.353-08:00DUNE, PARTE DOS (2024), de Denis Villeneuve<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM_bPLuSkaUNpEsAU8S5FIBwdSqsed3yfTLYpycnu7ARCsjHW_WvS0SsSpAh_AJyoLANlyM3yIbBHXCk-rkK8joDIyy7O9oO-rhEdtYmqqEMFyMaWSSJBic46cnRoxDZkFseQf8SN1rQYnn4XooewK9mR-_ZrsJPDJC0vAkQ_b4WdeFjziPtlLQWRkEtPz/s1867/Dune%202.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1867" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM_bPLuSkaUNpEsAU8S5FIBwdSqsed3yfTLYpycnu7ARCsjHW_WvS0SsSpAh_AJyoLANlyM3yIbBHXCk-rkK8joDIyy7O9oO-rhEdtYmqqEMFyMaWSSJBic46cnRoxDZkFseQf8SN1rQYnn4XooewK9mR-_ZrsJPDJC0vAkQ_b4WdeFjziPtlLQWRkEtPz/s320/Dune%202.jpg" width="219" /></a></div>Si
en la primera parte de esta historia asistíamos a la complicada conspiración
urdida por elementos cercanos a la dictadura para eliminar a una dinastía de
nobles demasiado liberal, en esta ocasión nos colocamos justo enfrente para
ver, casi incrédulos, cómo la tentación del poder rodea al héroe hasta situarlo
en el mismo borde del cesarismo. Ahí están los peligros del mesianismo
exacerbado. No se suelen ver los defectos del protagonista hasta que ya ha
pasado la hora de las consideraciones.</span></b></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Y es que allí, en la
cumbre de un planeta asolado por la arena, debe ser toda una prueba no sentirse
por encima del pueblo y de cualquiera que se une a los gritos de victoria y
alabanza. La épica suele preceder casi siempre al autoritarismo y es fácil
cambiar el modo de pensar hacia uno en el que todo el mundo va a pensar lo
mismo. Es la misma historia de siempre. Mucho elemento religioso, mucha
venganza, mucho amor dejado atrás y vamos a lo práctico que es mandar y si se
desencadena algún que otro conflicto, mejor que mejor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Más farragosa y menos
fluida es esta parte en comparación con la primera y no es tan redonda
narrativamente. Algunos extremos se han quedado en la sala de montaje, como es
la caída como prisionera de la amiga de la protagonista o también escaramuzas
que deberían haberse visto. Además, en contraposición a la casi impresionante
estética de la primera, parece como si el director Denis Villeneuve quisiera
escudarse en el plano grandilocuente porque tiene poca historia que contar.
Algunos personajes son rematadamente planos, como el de Austin Butler, aunque
la hechura de la película es notable, con ideas visualmente muy interesantes y
está llena de rostros conocidos que hacen pensar que esta, casi sin ninguna
duda, no va a ser la última parte de la lucha por la especia más buscada del
universo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Los personajes deben
asumir roles para los que no están preparados, pero son tan acomodaticios que
da lo mismo. El personaje de Javier Bardem, bastante misterioso en su breve
aparición en la primera parte, se convierte en un fanático de la profecía
aunque es justo reconocer que tiene momentos de contención muy adecuados. La
música de Hans Zimmer sigue siendo una presencia constante que bajo algo de
intensidad en comparación, pero llega a
cansar. Notables secuencias de acción, bien coreografiada la lucha final y
mucho protagonismo de los gusanos gigantes que, al fin y al cabo, fueron los
que dejaron con la boca abierta a medio mundo no hace tanto tiempo. Pongámonos
a las órdenes de Paul Atreides, que se pone bastante intenso hacia el final,
porque Timothée Chalamet sigue esparciendo su carisma, pero insiste en tener un
empaque físico mediocre, moviéndose con cierta torpeza, sin presencia de cuerpo
entero o en la reiterada manía de pillarle planos por la espalda cuando las
intenciones de su personaje son bastante oscuras. Al fin y al cabo, a nadie le
amarga un poco de dictadura, sobre todo si se ejerce.<o:p></o:p></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Dejemos que el veneno
de la vida penetre en nuestro organismo para que podamos descubrir quiénes
somos realmente. Pronto los Atreides darán la bienvenida a un nuevo miembro de
la familia y veremos si esta ha sido una película de transición hacia algo
realmente prometedor o si basta con ponernos unas siluetas a contraluz de un
sol abrasador, unas capas al viento y unas posturas heroicas a lomos de bestias
voluminosas para quedarnos con la boca abierta sin atender a lo que se nos
cuenta. No sé si seremos capaces de apreciar la diferencia.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-48358951981693354082024-03-04T02:03:00.000-08:002024-03-04T02:03:49.300-08:00JUGAR DURO (1985), de Burt Reynolds<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHTRliOCYF0tI5oAS6DeDAEFHOVaaLlTcRAZp2XtjLIfcQ1gz4iTk9LpYgruQGyEvMqfj1aBB5pJrYSBTJ8ziLP8TksUOviVyjB9hrBN9QA3WvB0tRZP2IqYrAfa5ch4aYbYCTKwSNm5Rg7Qj0p1gFRK4mqj23kP6rYK8HmHtfQKZcy4nsjbZ3WiZuCG5l/s1600/Jugar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHTRliOCYF0tI5oAS6DeDAEFHOVaaLlTcRAZp2XtjLIfcQ1gz4iTk9LpYgruQGyEvMqfj1aBB5pJrYSBTJ8ziLP8TksUOviVyjB9hrBN9QA3WvB0tRZP2IqYrAfa5ch4aYbYCTKwSNm5Rg7Qj0p1gFRK4mqj23kP6rYK8HmHtfQKZcy4nsjbZ3WiZuCG5l/w300-h400/Jugar.jpg" width="300" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hay películas que pasan
directamente al baúl del olvido solamente porque están protagonizadas por
antiguas estrellas que no viven sus mejores horas y que son calificadas como de
último recurso para ellas. Ése es el caso de<i>
Jugar duro</i>, que cuenta en su reparto con Burt Reynold, Candice Bergen y
George Segal. Basada en una novela de Elmore Leonard, no es una mala película
en absoluto y, sin embargo, nadie se acuerda de ella y los que se acuerdan
tratan de hundirla con premeditación. Con el propio Burt Reynolds dirigiendo, <i>Jugar duro</i> es una historia que no es tan
amable, ni tiene ese punto socarrón que parece ser uno de los lugares comunes
que visitaron las películas más taquilleras de Reynolds en su época dorada.
Quizá el único reparo que se le puede poner es algo de precipitación en el
planteamiento de la trama amorosa entre los dos protagonistas y la
caracterización algo básica y prototípica de Charles Durning como el villano,
pero en el resto, es modélica en cuanto a que es una historia sin concesiones,
sin renunciar a la acción ni un ápice, pero sin media sonrisa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Salir de la cárcel
siempre es complicado para un tipo que se ha movido con gente demasiado poco
recomendable. Sin embargo, en el fondo de su ética, no es bueno decir que no a
los amigos y, de vez en cuando, hay que hacer algún favor que no sale
exactamente como se había planeado. La huida por un campo de maíz puede ser el
principio de algo nuevo y diferente, pero también hay que desenlazar algo que
se había estado cocinando en el horno de la venganza durante todos los años que se han pasado
entre barrotes. Stick es un tipo que sabe dar palos. También recibirlos, pero
ya es hora de jugar duro para que la suerte se incline, de una vez, de su lado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Florida, al fin y al
cabo, puede ser el escenario perfecto para que se desarrolle todo el sexo y
toda la violencia de ese mundo latente y escondido en el que se mueve Stick. El
malvado es un tipo al que cuesta tomar en serio porque, ya se sabe, entre
playas y palmeras pululan los seres más extraños que se pueden encontrar entre
drogas y balas. Mención especial merece ese sicario, de nombre Moke, que
transmite miedo con sólo aparecer y que se encarga de hacer los trabajos más
delicados. Uno de ellos, por supuesto, es encontrar a Stick, que es el fulano
más listo que ha salido últimamente de la prisión y que trata de jugársela a todo
el mundo. Sólo si juega duro podrá conseguirlo. También pondrá en juego su
cinismo, su encanto y su irresponsabilidad, más que nada porque la ambigüedad
es una pieza de intercambio habitual en las calles. Puede que, al final, nadie
esté preparado para estar con Stick. Es difícil acompañarle porque es un hombre
que nunca dejará de estar en guerra. Consigo mismo y con los demás. Es su
destino. Y quizá ha dejado pasar demasiadas ocasiones en las que no quiso jugar
tan duro. Stick debe hacer su camino de vuelta.</span></p><p>
</p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-18784867910993467352024-03-01T03:27:00.000-08:002024-03-01T03:27:30.274-08:00EL GRAN DICTADOR (1940), de Charles Chaplin<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi02SiXMtovrKmwwihG04Tlr1DLHDmiAskV7OQjmXSv2W7DwJoJ494lVvJf_sEPe5wYe41GwDp5DhBFI4Z-OJy0FABUrYivT-etmkkge7Iawut4wUgiu2h2H7B31cSrnkArlMz4BuI9e2nkZ6sHB_O15g2lIevVvMZs31JLjIn_Q6lsIAuFZ_booq2u2gY5/s1775/Dictador.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1775" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi02SiXMtovrKmwwihG04Tlr1DLHDmiAskV7OQjmXSv2W7DwJoJ494lVvJf_sEPe5wYe41GwDp5DhBFI4Z-OJy0FABUrYivT-etmkkge7Iawut4wUgiu2h2H7B31cSrnkArlMz4BuI9e2nkZ6sHB_O15g2lIevVvMZs31JLjIn_Q6lsIAuFZ_booq2u2gY5/w270-h400/Dictador.jpg" width="270" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Adenoid Hynkel desea
poseer el mundo y jugar con él como si fuese un globo grácil que se mueve a su
voluntad. Extiende sus garras sobre Europa desde su nación Tomania y pone toda
su maquinaria de guerra a disposición de la crueldad que representa. En el
camino, por supuesto, deberá aniquilar al pueblo judío al que odia
profundamente a pesar de que en el noticiero se traducen sus palabras como que
expresa un intenso amor hacia ellos. Hynkel representa la ridiculez del mal,
aunque el mal nunca sea una broma. Es la absoluta certeza de que el cielo
estará siempre encapotado para los más débiles, para los países que se oponen a
la injusticia, para los estúpidos oligarcas que han permitido que un megalómano
gobierne los destinos de una nación que nunca existió.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por otro lado, un
barbero judío, con el mismo aspecto que el dictador, sólo quiere extender sus
garras sobre la felicidad a la que cree que tiene derecho, pero los
gobernantes, esos extraordinarios cínicos que perdieron el alma en algún escalón
de su ascenso al poder, no dejan que pueda poseer algún momento parecido a la
plenitud al lado de una chica sencilla, guapa, humilde y sincera. Ése es el
gran chiste del mundo yéndose por el desagüe. No hay tregua para los nadie y
los alguien son imbéciles desquiciados que cifran toda la erótica del poder en
el miedo, en el silencio del más desfavorecido, en la nada de los nadie. Es muy
fácil aplastar a los mosquitos. No lo es tanto acabar con ese último reducto de
resistencia que es el alma con su compasión, con su solidaridad, con su certeza
de que no estamos en un mundo que nos pertenezca, con su verdad incólume e
imbatible, sea cual sea. El barbero judío, en el fondo, es mucho más sabio que
ese mamarracho de Hynkel, con sus peleas de salón a base de chucrut y
spaghettis con ese otro payaso de Napoloni. No hay demasiadas salidas cuando
gente así se hace con un poder que nadie hubiera imaginado. Sólo queda esa
puerta trasera del interior, esa trinchera inabordable, ese pequeño rincón en
el que depositamos todo lo que realmente nos hace hombres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Charles Chaplin dirigió
esta obra maestra de la comedia y de la denuncia del fascismo con pasión,
deshaciéndose prácticamente del personaje del vagabundo que, en el fondo, nunca
quiso ser otra cosa que eso mismo. Un ser libre, sin ataduras impuestas por
nadie, que repartía risas por un mundo en llamas y hacía pensar un poco con un
leve gesto de atención. Aquí, Chaplin nos hizo reír a carcajadas, consiguió que
tomáramos una figura siniestra de forma ridícula y, además, hizo un alegato por
la libertad que, algunos seres bastante abyectos, trataron de convertir en
mensaje comunista:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Lo
siento, pero no quiero ser emperador. No es lo mío. No quiero gobernar o
conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todo el mundo –si fuera posible-: a
judíos, gentiles, negros, blancos. Todos nosotros queremos ayudarnos
mutuamente. Los seres humanos son así. Queremos vivir para la felicidad y no
para la miseria ajena. No queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este
mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveer a todos.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El
camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos perdido el camino. La
avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo
barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la oca a la miseria y la matanza.
Hemos aumentado la velocidad, pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro
de ella. La maquinaria, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la
indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y
faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que
maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos amabilidad
y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El
avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera naturaleza de estos
adelantos clama por la bondad en el hombre, clama por la fraternidad universal,
por la unidad de todos nosotros. Incluso ahora, mi voz está llegando a millones
de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados,
víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a las personas
inocentes. A aquellos que puedan oírme, les digo “no desesperéis”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La
desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la avaricia, la
amargura de los hombres, que temen el camino del progreso humano. El odio de
los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al
pueblo, volverá al pueblo. Y mientras los hombres mueren, la libertad no
perecerá jamás.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¡Soldados!
¡No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que os esclavizan, que
gobiernan vuestras vidas; decidles lo que hay que hacer, lo que hay que pensar
y lo que hay que sentir! Que os obligan a hacer la instrucción, que os tienen a
media ración, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón.
¡No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos hombres-máquinas con
inteligencia y corazones de máquina! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡Sois hombres!
¡Con el amor de la humanidad en vuestros corazones! ¡No odiéis! ¡Sólo aquellos
que no son amados, odian, los que no son amados y los desnaturalizados!<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¡Soldados!
¡No luchéis por la esclavitud! ¡Luchad por la libertad! En el capítulo
diecisiete de san Lucas está escrito que el reino de Dios se halla dentro del
hombre, ¡no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres!
¡En vosotros! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder, el poder de crear máquinas
¡El poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer que
esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura.
Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos.
Luchemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los hombres la
posibilidad de trabajar, que dará a la juventud un futuro y a los ancianos una
seguridad.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Prometiéndoos
todo esto, las bestias han subido al poder ¡pero mienten! No han cumplido esa
promesa. ¡No la cumplirán! Los dictadores se dan libertad a sí mismos, pero
esclavizan al pueblo. Ahora, unámonos para liberar el mundo, para terminar con
las barreras nacionales, para terminar con la codicia, con el odio y con la
intolerancia. Luchemos por un mundo de la razón, un mundo en el que la ciencia
y el progreso lleven a la felicidad de todos nosotros. ¡Soldados! ¡En nombre de
la democracia, unámonos!<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hannah…
¿puedes oírme? ¡Donde quiera que estés, alza los ojos! ¡Mira, Hannah! ¡Las
nubes están desapareciendo! ¡El sol se está abriendo paso a través de ellas!
¡Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz! ¡Estamos entrando en
un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su
avaricia, su odio y su brutalidad! ¡Mira, Hannah! ¡Han dado alas al alma del
hombre y, por fin, empieza a volar! ¡Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de
la esperanza! ¡Alza los ojos, Hannah! ¡Alza los ojos!”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Alcemos los ojos….<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i></span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-53263890821222640732024-02-29T01:47:00.000-08:002024-02-29T01:47:38.447-08:00SECRETOS DE UN ESCÁNDALO (2023), de Todd Haynes<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYgEH_tEUOydN0SDlg_0se1rpGkMLO2Bsmt1Gv25K9upoxe2WVaJGtxk1HPhaXA7ZBna2CqOpHRiDX2_4tcofQPyNTgZLXcdNGiMAl0Pg_bN9zIY4elG6J1d6joQptufkejsODdep6MJ6AtLveyRB6ahYQm0g82pAr6LI_T0e4BNMIO3Y_1LjUwTGjrjdb/s844/Secretos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="844" data-original-width="620" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYgEH_tEUOydN0SDlg_0se1rpGkMLO2Bsmt1Gv25K9upoxe2WVaJGtxk1HPhaXA7ZBna2CqOpHRiDX2_4tcofQPyNTgZLXcdNGiMAl0Pg_bN9zIY4elG6J1d6joQptufkejsODdep6MJ6AtLveyRB6ahYQm0g82pAr6LI_T0e4BNMIO3Y_1LjUwTGjrjdb/w294-h400/Secretos.jpg" width="294" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Es
bien sabido que el cine del director Todd Haynes se basa fundamentalmente en
describir una serie de situaciones aparentemente normales para ir descubriendo
al espectador paulatinamente la tremenda incomodidad que subyace en los
protagonistas. Así se puede apreciar en películas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lejos del cielo</i> o en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carol</i>
o, incluso, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aguas oscuras</i>, su
película menos sentimental en la que cuenta los efectos insalubres del empleo
del teflón en utensilios de cocina. En esa línea se encuentra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Secretos de un escándalo</i> en la que narra
los esfuerzos de una actriz por estudiar de cerca al personaje que tiene que
interpretar.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ese personaje, por
supuesto, es real y fue protagonista de un escándalo sonado unos cuantos años
atrás al relacionarse íntima y sentimentalmente con un niño de doce años
mientras ella tenía treinta y cinco. Todo empieza en la absoluta normalidad de
una barbacoa en la que la actriz es invitada y el entorno parece
fundamentalmente feliz. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">american way
of life</i> en su máxima expresión. La pareja, ya adultos los dos, parecen
encantados con su relación y la actriz, una famosa intérprete televisiva,
estudia sus modos y maneras para descubrir, naturalmente, que hay algo
enormemente turbio en esa relación que nació de forma antinatural. La basura
debajo del parterre. La dominación recubriendo la botella de cerveza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Persona, </i>de Ingmar Bergman como evidente
inspiración, aunque, desde luego, con menos profundidad, Haynes se fija, sobre
todo, en la actriz y en cómo va descubriendo la naturaleza de esa relación
extraña que se va a reflejar en el cine. Entrevista a otras personas que
estuvieron en la primera fila, visita a lugares esenciales…Y, en algún momento,
se lleva el Método de actuación hasta la exasperación porque ella llega a
excitarse en el local donde, supuestamente, se produjeron los encuentros
sexuales. De esa forma, Haynes contrapone a la actriz, atraída y repelida a
partes iguales, pero que desea fervientemente parecerse a la retratada, y la
mujer, que ejerce una relación de madre con su pareja, más malsana de lo que
pueda parecer, pero que se guarece detrás de una apariencia de normalidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Haynes, como siempre,
cuenta con la colaboración cercana de dos grandísimas actrices. Julianne Moore
hace un trabajo más meritorio del que pueda parecer porque, llegado determinado
momento, al director le interesa más bien poco su personaje y la deja en un
desarrollo incompleto. Lo contrario que Natalie Portman, que da otra muestra
más de su inmensa capacidad interpretativa, pasando de observadora a parte
principal, saltando de un registro a otro y siempre con la incomodidad a
cuestas. El resultado, a pesar de todo ello, es algo lánguido, suavizado con
una fotografía luminosa que hace que toda esta turbiedad de sentimientos no
demasiado aceptables parezca más liofilizada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y es que, a menudo, los
sentimientos caen en el enredo del deseo y se confunden unos con otros. Y el
deseo no tiene por qué ser sexual, aunque el sexo es el elemento esencial de un
chantaje emocional llevado al extremo. El deseo puede ser, sencillamente, la
sensación de poder sobre una situación en la que se manifiesta la superioridad
a cada minuto, dando salida a todas las frustraciones y represiones. Ahí es
donde la figura de la intérprete y de la mujer se confunde, una con otra,
llegando a adquirir rasgos ajenos donde sólo debería haber la profesionalidad y
la humildad natural. Algo muy difícil de hallar en unos tiempos en los que
parece haber una imperiosa necesidad de vivir una vida que, sencillamente, no
nos corresponde.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-57763121939569524232024-02-28T02:18:00.000-08:002024-02-28T02:18:30.235-08:00ARIANE (1957), de Billy Wilder<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuRCKwU8nG08a3NXrXQht_lU92lkPKF6kXnqil8moxF9GnpkLgZNNvVEM8Qkzr9SeI47ku9QQmtzuOa0OnY81TgzM-xYpNuPkCzB8fJAf25xUGwRAth9M2Ua3-O0qYwiAvUn1Htd3X2YAA8s5EThyphenhyphen_KybizIYoG4elnY6OEkOXpWnyx4AQkhBobk_iRQxm/s459/Ariane.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="459" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuRCKwU8nG08a3NXrXQht_lU92lkPKF6kXnqil8moxF9GnpkLgZNNvVEM8Qkzr9SeI47ku9QQmtzuOa0OnY81TgzM-xYpNuPkCzB8fJAf25xUGwRAth9M2Ua3-O0qYwiAvUn1Htd3X2YAA8s5EThyphenhyphen_KybizIYoG4elnY6OEkOXpWnyx4AQkhBobk_iRQxm/w261-h400/Ariane.jpg" width="261" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El amor no tiene edad.
Puede ocurrir así, de repente, sin previo aviso, en la plaza más emblemática de
Paris, esa ciudad sin edad, y en el interior del hotel más lujoso de la pasión.
Puede cazar al típico hombre de negocios que ha dedicado toda su vida a
embaucar a las pobres chicas que quedaban deslumbradas con su clase y con su
distinción y, por supuesto, por los músicos de raíz zíngara que tocan y tocan
cada noche en el salón de su suite. Y mira, por aquellas casualidades de la
vida, resulta que le da por conquistar a una chica que estudia música con su
contrabajo a cuestas (todo el mundo sabe que la música cuesta su contrabajo) y,
además, para más sarcasmo, es la hija de un detective que ha espiado sin ningún
escrúpulo al tranquilo hombre de negocios americano en París. Inaudito. Una
merienda en el campo. Y los músicos por la noche. Una estación de tren. Y los
músicos por la noche. Y una pregunta que flota en el ambiente durante todo el
tiempo. ¿Cómo lo haría Lubitsch?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A eso se aplicó Billy
Wilder al dirigir esta película. Quiso hacer una película de Lubitsch sin que
dejase de ser una película de Billy Wilder. Y le salió una película mucho más
de Lubitsch, claro. Aunque tenga sus defectos, como esa evidente diferencia de
edad entre Gary Cooper y Audrey Hepburn que canta más que los músicos zíngaros
por la noche. No en vano él tenía más del doble de años. Lo curioso es que
Billy Wilder le había ofrecido primero el papel a Cary Grant y rehusó
interpretarlo precisamente por esa razón y, cuatro años después, como se quedó
con las ganas de trabajar con Audrey, aceptó ser su pareja en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Charada</i>. ¿Saben cuál es la diferencia?
Es que Grant hace que no se note. Y Cooper se ve irremediablemente mayor. Por
supuesto, Audrey pone encanto e ingenuidad porque cree que el amor es único, es
esplendoroso, es pura pasión, es como música por la noche y no alberga maldad
alguna en sus pensamientos. Sin embargo, su padre, el inefable Maurice
Chevalier, ha metido demasiadas veces el ojo por la cerradura de la
indiscreción y sabe que el amor, en realidad, es algo díscolo. Se va igual que
viene, dejando tanta decepción en su salida como torbellino en su entrada. Es
voluble, puede manipularse, se compra y se vende y, muy a menudo, es
tremendamente caprichoso. No obstante ella, siempre ella, cabalga a lomos de su
contrabajo para demostrar que no es verdad, que aún hay sentimientos puros y
que el amor es el más puro de los sentimientos. Música de noche en el corazón
cazador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A veces sólo vale
aprender cayendo en los errores. A veces hay que darse cuenta, entregarse y aún
así, guardar la experiencia. A veces el amor triunfa aunque siempre quede, de
alguna manera, la sospecha de que no es así. Eso lo aclarará la propia vía del
tren, con su camino y sus bifurcaciones. Mientras tanto, un hombre seguirá
acumulando evidencias mirando por el ojo de la cerradura, otro tratará de vivir
un amor que, a lo mejor, no tiene demasiado recorrido y una chica encantadora
intentará probar la felicidad porque cree que el amor es tan sólido como una
nota musical mantenida en el aire. Y puede que la música sea ya para todo el
día.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-33748317688131183882024-02-27T01:32:00.000-08:002024-02-27T01:32:37.328-08:00MELODÍA DE SEDUCCIÓN (1989), de Harold Becker<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM4N5a0pCPfy5MmYFumyBSf7abOTZBK4dnKED7c2eylLDOUeWShFNQejNtVzbYbt5efGiJvNZfFWv_KgQpkyy31Qev3wzOXLZ8AvKlguL3gKNDy_EunnID_a0Lqq2BDw-r-djzo6irx7tzJgduN0KkzRMnRgfXWZLu_BHnlKfGgcXaa7Ur69oHPe3I_vBa/s1468/Melod%C3%ADa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1468" data-original-width="1000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM4N5a0pCPfy5MmYFumyBSf7abOTZBK4dnKED7c2eylLDOUeWShFNQejNtVzbYbt5efGiJvNZfFWv_KgQpkyy31Qev3wzOXLZ8AvKlguL3gKNDy_EunnID_a0Lqq2BDw-r-djzo6irx7tzJgduN0KkzRMnRgfXWZLu_BHnlKfGgcXaa7Ur69oHPe3I_vBa/w273-h400/Melod%C3%ADa.jpg" width="273" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De repente, el abismo
tiene forma de mujer. El crimen es terrible y ella puede estar involucrada y,
sin embargo, Frank Keller, veterano detective de la policía, se ve
irremediablemente atraído hacia ella. Es como si navegara en un mar de amor en
el que no se distingue la espuma del agua, en el que no se sabe cuál es la ola
buena y cuál es la que te va a arrastrar hacia las profundidades. Es una fuerza
de la Naturaleza que hace que él esté asomándose al peligro continuo
representado por las curvas inevitables de una mujer que, sólo con la mirada,
parece advertir de la nada que se adivina después. La ambigüedad parece
insinuarse en sus inacabables líneas de piel y sexo. Quizá las largas noches de
soledad han influido en Keller y él quiera caer en el pozo más oscuro que se
dibuja en esa forma que ella tiene de lanzar el cebo. Ella puede ser la asesina
y, si siente que Keller está demasiado sobre la pista, puede repetir. La
pregunta es si al policía le importa mucho lo que haga ella…Helen…sólo Helen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La intensa psicología
del drama policial es un personaje más dentro de esta trama bien dirigida por
Harold Becker y espléndidamente interpretada por Al Pacino, Ellen Barkin y el
fantástico John Goodman como el compañero de Frank Keller, esa especie de
Pepito Grillo de buen humor que le susurra al oído lo que no debe hacer. La
música también es una sospechosa y todo está orientado para que el espectador
no sepa nunca nada más de lo que sabe el propio Frank Keller, así la inquietud
también se instala en el público. Y no sabemos si importa demasiado tampoco
porque Helen…sólo Helen…es como un canto de sirena del que no se puede apartar
la vista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Manhattan esboza sus
líneas en la noche en un desolador panorama de soledad, de alienación y de
asesinato. No es esa parte de ciudad encantadora a la que tanto nos hemos
acostumbrado sino una serie de sombras tenebrosas que profieren una amenaza con
un rugido de motores y de luces. Puede que ese mar de amor que ofrece
Helen…sólo Helen…no sea tan agradable, ni esté demasiado en calma porque en ese
bosque de cemento y penumbra se mueven almas corrompidas sedientas de sangre
melódica. Incluso es posible que Helen…sólo Helen…sea un puente para llegar a
la verdad. Ella, al fin y al cabo, es una dama de la noche, tentadora como el
infierno, vulnerable como el deseo, sospechosa como la muerte. No puede haber
una interlocutora mejor con ese mundo de secretos y crímenes aunque sea
verosímil que no guarde ningún secreto y no haya cometido ningún crimen. Eso
tendrá que desvelarlo el detective inspector Frank Keller, un tipo solitario
que deambulaba por los bordillos de las aceras de Nueva York y que, de
improviso, se encontró con una chica comprando en un supermercado. A partir de
ahí, la electricidad subió intensamente, la complicidad erigió dos caras y el
misterio quedó encerrado justo debajo de la cintura. Para los dos.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-2518901118237468922024-02-26T03:34:00.000-08:002024-02-26T03:34:25.442-08:00ELLA, ÉL Y SUS MILLONES (1944), de Juan de Orduña<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMSIjAi1VSX3_E_FLLFCf_u3VemQkBJhKX4DDvgS7Xyz_tRja9bjWClf0hmr9hw1U_BxAYMtOFhjt89R9k6vEvWbYtzRVEKkQsELUAINLwjC-80OZqKTYPTjo-cuMubnLkR1m1qqcOQN1z7s3ZMTyWUba8QPcBUSMHjC3A6QZHrZx_1IeyHMVrc8YTU_Bc/s918/Millones.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="918" data-original-width="782" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMSIjAi1VSX3_E_FLLFCf_u3VemQkBJhKX4DDvgS7Xyz_tRja9bjWClf0hmr9hw1U_BxAYMtOFhjt89R9k6vEvWbYtzRVEKkQsELUAINLwjC-80OZqKTYPTjo-cuMubnLkR1m1qqcOQN1z7s3ZMTyWUba8QPcBUSMHjC3A6QZHrZx_1IeyHMVrc8YTU_Bc/w341-h400/Millones.jpg" width="341" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Arturo Salazar ya tiene
suficientes ceros en su cuenta corriente y sólo le falta la guinda del pastel.
Se trata de obtener un título nobiliario para que sea considerado un
aristócrata y no un burgués arribista en las reuniones de la alta sociedad.
Para ello, acuerda un matrimonio en el que el amor está totalmente fuera de
lugar con la hija de los Duques de Hinojares, Diana. Se da la circunstancia de
que los Duques, acostumbrados a las fiestas de alto copete y la vida disipada
de la nobleza, tienen menos dinero que uno que se está bañando y Arturo, de
eso, tiene de sobra. Así que los Duques, padres preocupados e interesados en el
bienestar de su hija, se cuidarán de que el matrimonio no se malogre bajo
ningún concepto ya que algunos de los ceros de Arturito tienen que pasar al
ducado a cambio de que a él también le llamen Duque. Cuesta tan poco
satisfacerle…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, Diana es
una chica decidida que ha quedado deslumbrada con el guapo, aunque algo simple,
Arturito. Está completamente determinada a enamorarse de él, aunque en el
acuerdo se deja bien claro que el amor está fuera de lugar. Un tecnicismo sin
importancia, podríamos decir. Así que pondrá en juego todas sus astucias de
mujer para que el soso, lince para los negocios, pero pánfilo para los amores,
de Arturito se fije en ella y se dé cuenta de la suerte que ha tenido de cerrar
un acuerdo con los de Hinojosa. A ver si el matrimonio, además de conveniencia,
también es de pasión. Y los Duques tratarán, sobre todo, de proteger su título.
Y Arturito lo hará con su dinero. Y Diana en medio. Pues estamos arreglados
mientras montamos el árbol de Navidad, hija.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Estamos ante una de las
comedias más divertidas del cine español de todos los tiempos. Una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">screwball comedy </i>en toda regla en la que
destacan, por encima de los protagonistas Rafael Durán y Josita Hernán, esa
pareja de Duques que, en el fondo, son más plebeyos que la piel de la manzana y
que encarnan con gracia y retranca el grandísimo José Isbert y la tronchante
Guadalupe Muñoz Sampedro. Alrededor, una serie de secundarios, cada uno con sus
momentos de lucimiento y chascarrillo, como Luchy Soto, como la alocada hermana
de la novia, Luis Peña, Raúl Cancio, el mimado hermano de la novia y el
inevitable Fernando Freyre de Andrade, que pasea su cara de mayordomo como
nadie en el mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Si asisten a este
negocio, prepárense para reír. Aquí hay humor del bueno, nada grueso, con mucha
clase, con la sombra de Ernst Lubitsch y Howard Hawks planeando sobre la
dirección de Juan de Orduña. El rato es algo más que entretenido y la gracia es
algo más que salerosa. Sin folclores, ni gaitas. Sólo ceros y títulos…ah, sí, y
el amor. Es eso tan prescindible que acaba siendo pisoteado por los intereses
creados. La elegancia también se pasea por delante de la cámara porque, no
crean ustedes, burgueses y arruinados, pero todavía guardan su frac, su
pajarita y sus copitas de champán por aquí y por allá haciendo burbujitas en la
nariz. Se llevarán millones en carcajadas. Cada una vale por mil.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-92148449738973920332024-02-21T00:28:00.000-08:002024-02-21T00:29:45.131-08:00MADAME WEB (2023), de S.J. Clarkson<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtsZO5jXlV_1a6tcc91HFFhFRh6lNZBdjqRVfWVlTGsyT-inOCPbzPccOK0NlIlhEHQq9jHNv3UMOD6S2eah9rw9dhFTyKWgLIYJnB1JjbI0cY_96CkheFDM08znutw9JeayHYnNUQZSEBhUsKTTsMxQpDaPPlo0QK_s3WBUEMqHgvuvpY6OjM4dxQ3eLU/s900/Web.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="720" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtsZO5jXlV_1a6tcc91HFFhFRh6lNZBdjqRVfWVlTGsyT-inOCPbzPccOK0NlIlhEHQq9jHNv3UMOD6S2eah9rw9dhFTyKWgLIYJnB1JjbI0cY_96CkheFDM08znutw9JeayHYnNUQZSEBhUsKTTsMxQpDaPPlo0QK_s3WBUEMqHgvuvpY6OjM4dxQ3eLU/w320-h400/Web.jpg" width="320" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Debido a un viaje inaplazable, no habrá artículos ni jueves ni viernes. En compensación, las dos semanas siguientes serán completas, de lunes a viernes. Perdonad las molestias y no dejéis de ir al cine. Ése es el mejor viaje.</i></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Es
muy curioso que los fanáticos del universo Marvel hayan rechazado esta película
por razones tan peregrinas como que las heroínas protagonistas apenas salgan
con sus trajes de batalla. Eso es tan inteligente como decir que una película
de James Bond no merece la pena porque no hay ni una sola secuencia en la que
el agente secreto salga con su smoking. Tomando distancia y en aras de la
realidad, la película tiene sus fallos y sus aciertos. Quizá no llegue al
aprobado, pero no todo en ella es tan nauseabundo.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entre las virtudes se
puede destacar el carisma impresionante que desprende su protagonista, Dakota
Johnson que podríamos comparar con una Monica Bellucci con la sensualidad
rebajada. La señorita Johnson domina la escena con holgura, tiene aplomo y
seguridad y rebosa estilo como esa conductora de ambulancia y paramédico que comienza
a tener visiones extrañas de un futuro cercano. Por otro lado, la película
contiene secuencias brillantemente resueltas como la del tren, en la que el
personaje principal de Cassandra Webb comienza a ser consciente de su don y
tiene a dominarlo aunque no totalmente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Entre los defectos está
la evidente falta de presupuesto con algunos grafismos cibernéticos bastante
torpes, la espantosa dirección de S.J. Clarkson en la batalla final y el diseño
algo sonrojante del villano que, como bien se conoce, cuanto mejor sea, a mayor
altura brilla la película. También hay algún que otro agujero poco creíble como
es el hecho de pasearse con un taxi robado por Nueva York durante la mitad de
la historia sin que la policía llegue a molestar, ni siquiera una vez, a los
continuos deambulares de esa jefa del grupo de futuras super-heroínas. El
resultado es una película que también guarda otro defecto de mayor calado y es
su larguísimo planteamiento que, prácticamente, ya coincide con su desenlace.
Por otro lado y esto es algo que se debería tomar como virtud, no es sólo un
ejercicio de fuegos artificiales continuos y eso, tal vez, es lo que más
molesta a los seguidores de Marvel porque hay largas secuencias de diálogo y,
claro, lo que se espera es mucha posturita, luchas a granel, efectos visuales,
que los hay, a chorro y un cierto secretismo en la personalidad de las
protagonistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">No es tan mala como
dicen. No es tan buena como merecería. Por lo demás, la película, además del
nítido mensaje de empuje femenino, desliza un pensamiento a favor de los dones
que todos guardamos con celo en algún lugar de nuestro interior y que, en
realidad, define lo que somos y cómo lo somos, lo cual es bastante interesante.
No faltan los personajes que no añaden nada y alguno que otro del que te
gustaría saber algo más, pero esto ya es ponerse en plan criticón y no en plan
crítico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Más vale prevenir que
curar, dice un viejo refrán. Y aquí parece que hay más de un punto de contacto
con aquella otra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Next</i>, de Lee
Tamahori, con una actriz que promete mucho, aunque aún le queda también mucho
que demostrar. Lo mejor es relajarse, disfrutar de las claves adivinatorias,
dejar de lado la faceta mística, pertrecharse contra la vigilancia exhaustiva
que se ha establecido en todos los rincones de cualquier ciudad y tratar de
usar toda la inteligencia para que este mundo sea un lugar un poco más
habitable en unos tiempos de irritación y descontento. Eso lo saben muy bien
los que trabajan en esos hospitales ambulantes sobre cuatro ruedas que toman el
pulso a la urbe como si fueran ángeles de la guarda de una vida que cada día se
vuelve un poco más ingrata. Si no hay nada mejor que hacer y te puedes creer
los rincones del universo Marvel, ésta es una película menor, pero tampoco
parece que pretenda ser otra cosa.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-90961480282266294242024-02-20T02:58:00.000-08:002024-02-20T02:58:01.268-08:00LOS HERMANOS KARAMAZOV (1958), de Richard Brooks<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHYUZ-wxWkNrrlrvzd4ODx_qc7es-CCSMHWYV_zqYcslL6oP0xqdht8GEUCQmHbIXMtPTIV_K9XTbOxWeBysf8dnK2jjnI8f73lSWy3XFeQTKOBE-TNLyttaJobx7YWb-AftRhkkhKNgVQWrkMA5SuSQjMflHdJQxXmQu48pXXTSJR5ypVDtOhmxPNb934/s350/Karamazov.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="229" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHYUZ-wxWkNrrlrvzd4ODx_qc7es-CCSMHWYV_zqYcslL6oP0xqdht8GEUCQmHbIXMtPTIV_K9XTbOxWeBysf8dnK2jjnI8f73lSWy3XFeQTKOBE-TNLyttaJobx7YWb-AftRhkkhKNgVQWrkMA5SuSQjMflHdJQxXmQu48pXXTSJR5ypVDtOhmxPNb934/w261-h400/Karamazov.jpg" width="261" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Dimitri vive al día. No
tiene ningún problema en endeudarse y afrontar con el gesto relajado las
denuncias de cualquier tabernero que exige el pago de sus veleidades. Es
militar y tiene la seguridad de que tiene derecho a una herencia que, en contra
de su voluntad, retiene su padre. Y el problema es que ambos son bastante
iguales. El padre es taimado, terco como una mula y no quiere ceder los
derechos de la madre de Dimitri. Eso le dejaría en la ruina porque su hijo le
desprecia. Dimitri es más hombre que él y lo sabe. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Iván es periodista y es
la voz de la razón cuando, de vez en cuando, regresa de Moscú para ver a sus
hermanos y a su padre. Trata de que no haya demasiadas peleas aunque sabe que
lo de Dimitri y su padre tiene mal arreglo. Quiere a su hermano y le admira
porque, a pesar de la vida ordenada que tiene Iván, Dimitri ostenta una ética
que jamás podrá alcanzar. Dimitri es más hombre que él y lo sabe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Alexei es novicio. Cree
que todo se puede arreglar bajo los designios del amor y trata de mediar lo
mejor posible entre Dimitri y su padre. Tiene una fe ciega en Dios y en sus
hermanos porque sabe que son buenas personas y que en el fondo del corazón de
su padre lo que habita, ante todo, es el miedo y no el resentimiento. También admira
a Dimitri porque, a pesar de sus juergas y de sus excesos, siempre se ha
comportado de una forma que delata el inmenso corazón que tiene dentro. Dimitri
es más hombre que él y lo sabe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Smerdjakov es sólo
medio hermano de los anteriores. Sirve al padre como si fuese un criado porque
es de inteligencia corta y ambición larga. Se deja humillar por él. Y siente
envidia, ante todo, de Dimitri y de Iván porque sabe que son mejores que él.
Smerdjakov sólo tiene que sentarse y esperar su momento. Tendrá que sobrepasar
a todos si quiere tener el aprecio de alguno de ellos porque, hasta ahora, sólo
ha sido un cero a la izquierda. Dimitri es más hombre que él…y no lo sabe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Fyodor Karamazov es el
padre. Es iracundo, bebedor, difuso y miedoso. Teme que le arrebaten lo que
tiene y, en el fondo, también teme morir sin cariño. Cree que Dimitri desea su
posición. Cree que Alexei es un santurrón ingenuo que no tiene arreglo. Cree
que Iván es el más inteligente, pero carente de iniciativa. A Smerdjakov no le
tiene en cuenta. Es un inútil que sólo sirve para poner la mesa, preparar la
cena y hacer las camas. Fyodor está muy equivocado y, de alguna manera, sabe
que es muy tarde para cambiar su actitud. Dimitri es más hombre que él…y tiene
plena certeza de ello.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Katya es una mujer que
sabe lo que quiere y que se sorprendió ante la nobleza de Dimitri en cierta
ocasión. Sólo por eso, está enamorada de él. Sabe que no hay muchos hombres
así, que no se aprovechen de una situación que estaba muy clara. Dimitri tiene
honor aunque sea un hombre con sus debilidades. Sabe que, si puede, será el
hombre de su vida. Él lo merece. Ella también.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Grushenka es esa mujer
que sólo se cruza una vez en la vida de alguien como Dimitri. Él pierde la
cabeza por ella porque su sonrisa es la luz. Ella tiene dinero y cree que se
merece empezar una vida con un hombre de verdad como Dimitri. Sin embargo, algo
viene a enturbiar ese proyecto de felicidad y no sólo es Katya que también
supura su nobleza de mujer. Un asesinato, una confusión, una precipitada sucesión
de acontecimientos. Grushenka no dejará de confiar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Richard Brooks adaptó
con fuerza y muchísimo sentido esta difícil novela de Fiodor Dostoievsky. A
pesar de ser un fracaso, con el tiempo ha cobrado prestigio y hoy se puede ver
como una película que pasa por ser la mejor adaptación nunca realizada de las
obras del insigne autor ruso. Como curiosidad cabría añadir que ésta fue la
película que motivó la ruptura de Marilyn Monroe con la Fox porque la actriz,
deseosa de mostrar sus cualidades dramáticas, luchó por conseguir el papel de
Grushenka, pero la productora se negó en redondo a pesar de que Brooks la
consideró muy válida para el trabajo. Monroe terminó de rodar para ellos <i>Bus Stop</i>, quizá su mejor interpretación
dramática, y se fue a Inglaterra para trabajar al lado de Laurence Olivier en <i>El príncipe y la corista</i> con producción
Warner, para seguir, posteriormente con <i>Con
faldas y a lo loco</i>, de la Mirisch Corporation y distribución de United
Artists.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así que llega a ser
fascinante este universo fabricado en los tiras y aflojas de una familia que se
ama y se detesta a partes iguales, que llega al derramamiento de sangre como
solución equivocada y que también pone un mensaje de esperanza para todos
aquellos que guardan algo de pureza en el fondo de su corazón.<o:p></o:p></span></p><p>
</p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-48057153718803922562024-02-16T04:03:00.000-08:002024-02-16T04:03:58.536-08:00EL COLOR PÚRPURA (2023), de Blitz Bazawule<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizsf2fG2o31ktxZpNMNCkNG11FKMxptK12RUvl8eL_qCI2WOBBDScBwLBjsLx_7adl3u_xWFyhnBLZAnr5yXtjszso67DxIN6si3G8kQX38YWqJrdPjO1FQh4gz9AoGWRJsgxBV8L5mvWSo5KCEBceK2c5bHpUOHxZBB1-P7YNXuAdsK6vG0t9OOP6f7gx/s1200/Color.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="966" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizsf2fG2o31ktxZpNMNCkNG11FKMxptK12RUvl8eL_qCI2WOBBDScBwLBjsLx_7adl3u_xWFyhnBLZAnr5yXtjszso67DxIN6si3G8kQX38YWqJrdPjO1FQh4gz9AoGWRJsgxBV8L5mvWSo5KCEBceK2c5bHpUOHxZBB1-P7YNXuAdsK6vG0t9OOP6f7gx/w323-h400/Color.jpg" width="323" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hace
casi cuarenta años, un chaval que estaba haciendo el servicio militar sacó unas
entradas en el cine Avenida de Madrid para ir a ver la primera versión de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El color púrpura</i> con una chica. Quizá
quiso impresionarla con su buen gusto y su previsión yendo a sacar las entradas
por la mañana para que las butacas elegidas fueran la consabida fila doce,
centro. Hoy, ese mismo chaval ha vuelto a ir al cine a ver la segunda versión,
completamente solo. La chica va desapareciendo lentamente de aquel recuerdo
porque el cine hizo que él fuera consciente de que, más allá de las películas
buenas o malas, nunca le iba a engañar, ni a fallar, ni a reprochar
absolutamente nada.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ahora, ese chavalín se
ha enfrentado con la versión musical de la novela de Alice Walker y se ha
encontrado con que, tal vez, al introducir canciones en la historia todo el
desarrollo narrativo es más precipitado, pero que, no obstante, se presta más
atención a la relación lésbica, en la que se fijaba de soslayo en la primera
versión, y en el hecho racial. Por otro lado, la música es tremendamente
rítmica, con muchísima vocación de quedarse adherida al oído y, por supuesto,
la emoción también está presente aunque expresada de forma totalmente distinta.
Puede que merezca la pena, aunque el muchacho piense que el trabajo de Steven
Spielberg en 1986 fuera superior en bastantes pasajes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y ese mismo chico no ha
podido dejar de emocionarse cuando ha descubierto la aparición especial de
Whoopi Goldberg que, prácticamente, pasa desapercibida. O que se ha conservado
aquella canción que tanto sonó en aquella época y que fue compuesta por Quincy
Jones y Rod Temperton con el título de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Miss
Celie´s blues</i> y tantísimas veces ha tarareado a lo largo de los años. De alguna
manera, ha sido un encuentro con ese imberbe que era entonces para darse cuenta
de que todo pasa, todo muere y que, aunque el cine sigue luchando por seguir,
él no es ni la mitad de la persona de la que soñó ser. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Buenas coreografías,
con una buena dirección de Blitz Bazawule, con un fuerte componente étnico, con
Louis Gossett Jr., aquel sargento implacable de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oficial y caballero</i>, recordándonos que el tiempo no pasa en balde,
con la certeza de que Dios elige caminos muy misteriosos para hacer su voluntad…como
hacer que aquel chaval que fue al cine para conquistar a una chica no
consiguiera ganar su corazón con una película que lo estremecía hasta dejarlo
mendigando en el callejón de cualquier cariño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Quizá Dios esté
tratando de decirte algo y no te estés dando cuenta, zagal. Quizá aquello quedó
suspendido en tu memoria para dejarte impresa una lección en la conciencia.
Quizá esa película tuviera los mimbres necesarios para que estuvieras seguro de
la suerte que has tenido toda la vida. Da lo mismo. Ahora vuelves a ella para
volver a asegurarte de que la vida no fue tan mala, aunque no fue la que más
deseabas. Cantas con esas voces negras que tanta envidia te dan cuando te pones
bajo la ducha y tratas de que los pies no te bailen al ritmo cuando suena la música
que más te agita. Sólo si me muero dejaré de escribirte. Querido Dios.
Bastardas y maltratadores hay en todas partes. Hermana, has estado en mi
pensamiento. La belleza se halla en el interior. Las maldiciones existen. Es
hora de decir que no. Aunque sea de forma definitiva y nada sea igual a lo
anterior. El tiempo y la imagen. Las lágrimas y la esperanza. Colores púrpura
en un cielo que no volverá a repetirse. ¿Te has enterado, chaval?</span></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-75325891564984608172024-02-15T06:16:00.000-08:002024-02-16T03:59:30.151-08:00FERRARI (2023), de Michael Mann<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoMlTkEtEE6xyginqQpC9XY185Uzjp_pD_UbpOxqEHer98nTxi9BN2N-IKmtW75C8BY2ETi7fsnlf-axssnmZIlve-jukq43E5c6ajeo2aeaRkxkwwhGjCNbptAHCD4StTwcXdujiG4p24c3p7tp-3HTS5rib86UFF9q5PEFLmRK1l3Zq89DXTVo37HM9C/s1600/Ferrari.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoMlTkEtEE6xyginqQpC9XY185Uzjp_pD_UbpOxqEHer98nTxi9BN2N-IKmtW75C8BY2ETi7fsnlf-axssnmZIlve-jukq43E5c6ajeo2aeaRkxkwwhGjCNbptAHCD4StTwcXdujiG4p24c3p7tp-3HTS5rib86UFF9q5PEFLmRK1l3Zq89DXTVo37HM9C/w270-h400/Ferrari.jpg" width="270" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Enzo
Ferrari fue un cúmulo de riesgos y no siempre salió indemne de los desafíos que
quiso afrontar. Su vida podría ser una perfecta mezcolanza de éxito, fracaso,
guerras, armisticios, paces, motores y retos. Quizá en ningún momento pueda
decirse que fuera un hombre feliz. Sin embargo, ahí estuvo, tratando de llegar
más lejos en todas sus facetas. Manteniendo dos familias, haciendo que la rama
deportiva de su marca fuera tan conocida que la línea de turismo fuera deseada
por todos. Se situaba a mil millas del triunfo y era capaz de salvar toda esa
distancia con tal de demostrar que su visión era la correcta.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En principio, podría
pensarse que el nombre de un director como Michael Mann es toda una garantía a
la hora de ir a ver esta película. No es así. Mann también ha hecho películas
mediocres y, desgraciadamente, ha vuelto a hacer una. Su biografía de Enzo
Ferrari peca de tener muy poco interés. Tal vez ese es el riesgo que tiene
abordar la vida de un empresario y es que suelen ser muy aburridos. En el
fondo, nada de lo que le pasa a este señor es demasiado importante para el
espectador. No es más que un individuo ambicioso, que quiso dominar todos los
aspectos de su vida, que se comportó como un chulo con las mujeres que estuvieron
a su lado y que sus descubrimientos de ingeniería automovilística tampoco están
descritos con mucho detalle. Adam Driver hace un buen trabajo en la piel del
magnate y hay que reconocer que Penélope Cruz no lo hace nada mal en un
registro muy cercano al de Anna Magnani, pero no hay mucha velocidad en esta
narración, un tanto desvaída, que trata de dejar bien claro que era un hombre
de cinismo bastante evidente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La música de Daniel
Pemberton es uno de los alicientes y Michael Mann rueda con cierta pericia las
secuencias de competición, aunque no sean muchas, pero eso no es suficiente
como para aprobar la película ya que se queda a dos o tres décimas del pase y,
desde luego, ni siquiera sirve como ejemplo. Es como si Mann hubiese querido
sumarse al carro de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El aviador</i>, de
Martin Scorsese y producida por él mismo y le hubiese salido algo parecido a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La casa Gucci</i>, de Ridley Scott. El
resto, con poco de parte de cualquiera, ya se puede intuir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La combinación de dolor
y finanzas, de prensa y cotilleo, de una carrera imposible realizada por
carreteras de circulación normal de media Italia, de unos coches que han
quedado para la leyenda y del abusivo misterio que el propio Ferrari se
encargaba de esparcir tras sus sempiternas gafas de sol, son sólo elementos mostrados
a media fuerza. Ni siquiera las dramáticas secuencias de los accidentes cuentas
con grafismos de cierta grandeza y pasan por ser dibujos animados trágicos. Sus
consecuencias son obviadas y tampoco se cuenta el agobio o la despreocupación
que pudo haber sentido el jefe de la casa del caballo rampante cuando fue acusado de
negligencia en el accidente que costó la vida a nueve personas, cinco de ellas,
niños de corta edad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Se puede prescindir de
todo esto. Puede que la prolongada exhibición de falta de ideas del cine
comience a dar signos de agotamiento en su reiterado recurso hacia las
películas biográficas. A lo mejor, es que ya no quedan vidas interesantes que
contar y Michael Mann, ese mismo que dirigió <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Heat</i>, haya decidido pasarse de frenada y dejar que los cilindros de
su motor se atasquen con una historia inane, sin alma ninguna, sin emoción, un
ingrediente que no debería faltar en ninguna película de estas características,
y, sobre todo, con una alarmante apariencia de falta de ganas.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-11395666546412037162024-02-13T22:56:00.000-08:002024-02-13T22:56:43.369-08:00MUERDE LA BALA (1975), de Richard Brooks<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirllINoBi8s9Qg4X7N_Fh9xbRqCL73RUoh998xofdqxXVCb2fC4p4DJTDkq1kKueEz83PO7dQFm4C4r08YPLQBQLASEXD0iL4hSTWP6w9Y3a6fcVTuc1VoTpsLrMeYHL1Tpt7IRSMEiXHSlr6yKmX1__Hc3VNlP3twkOKmvpYoDEWy01sYFhGezlPK0pj3/s755/Bala.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="755" data-original-width="506" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirllINoBi8s9Qg4X7N_Fh9xbRqCL73RUoh998xofdqxXVCb2fC4p4DJTDkq1kKueEz83PO7dQFm4C4r08YPLQBQLASEXD0iL4hSTWP6w9Y3a6fcVTuc1VoTpsLrMeYHL1Tpt7IRSMEiXHSlr6yKmX1__Hc3VNlP3twkOKmvpYoDEWy01sYFhGezlPK0pj3/w268-h400/Bala.jpg" width="268" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Una carrera
interminable cuando el Oeste está ya dando sus últimas bocanadas. Pronto, las
cabalgaduras darán paso a las extensas líneas de ferrocarril, a las
motocicletas con sidecar y a los coches. Y el Oeste dejará de oler a polvo para
empezar a apestar a gasolina y a carbón. En cualquier caso, se celebra esa
carrera de resistencia para caballos en la que un puñado de hombres arrojados,
cada uno con sus defectos, se lanzan para el premio final. De entre todos
ellos, uno sobresale y ése es Sam Clayton. Es uno de esos hombres que
combatieron en la Colina de San Juan al lado del Presidente Teddy Roosevelt y
que ha pasado muchas noches al raso de esa tierra de horizontes lejanos. Conoce
a los caballos como a sí mismo y odia a todos aquellos que los maltratan y los
desprecian. No le importa dar un par de lecciones sobre eso a quien lo merezca
porque ya ha estado en muchas peleas y en algún que otro tiroteo. Eso lo sabe
bien su antiguo compañero de armas Luke Matthews que corre sólo y
exclusivamente por una apuesta. Sin embargo, entre ellos hay un código no
escrito de lealtad y de amistad que ninguno de los dos será capaz de romper.
Puede que sí lo haga el impulsivo y estúpido jovenzuelo que cree que puede
ganar a sus mayores. O el estirado lord inglés que trata de demostrar que la
monta británica es más efectiva que la de los vaqueros del Oeste. O, por
supuesto, el caballo oficial de la carrera, montado por un jinete de alquiler,
un semental que vale su peso en oro. Al fondo, a la derecha, está esa dama que
está muy lejos de serlo, pero que sabe apañárselas como nadie. Quizá la
carrera, para ella, sea la última oportunidad para dejar de arrastrarse por los
burdeles a orillas de cualquier estación de tren y empezar a pensar en otras
cosas. Ella es guapa, es inteligente y, además, es decidida. De algún modo, hay
una especie de corriente de cariño entre ella y Sam, pero, tal vez, haya
demasiadas galopadas entre medias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Richard Brooks dirigió
con precisión esta película de aventuras en la que también pone de manifiesto su
particular código de conducta, con algunos diálogos realmente ingeniosos como
ese encuentro de Matthews con el leñador:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Buenos
días, vecino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Viene
usted a quedarse?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No,
sólo voy de paso.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Entonces
no es mi vecino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Hace
mucho que está aquí?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Desde
que llegué.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Este
camino… ¿hacia dónde va?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Que
yo sepa…a ninguna parte. Siempre ha estado ahí.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Está
lejos el pueblo?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No
lo sé. No lo he medido.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Según
parece…usted no sabe mucho.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Eh?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Que,
según parece, usted no sabe mucho.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leñador:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Señor…tiene
usted razón. Soy un ignorante, pero no soy yo el que se ha perdido.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Matthews:
</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Que
usted lo pase bien. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Si a eso se le añade un
extraordinario Gene Hackman, un certero James Coburn, una bellísima Candice
Bergen y un plantel de secundarios de primera categoría, la película es buena
por mucho que otros hayan querido decir que es mala. Brooks sacó adelante una
rodaje algo difícil por el ataque al corazón que sufrió Paul Stewart (siendo un
papel bastante importante aparece en las primeras escenas y luego desaparece)
obligándose a contratar a Dabney Coleman como su hijo en la ficción para darle
todas sus líneas y sus motivaciones. Y no se echa de menos. Merece la pena
morder la bala para que el dolor de muelas no sea tan insoportable. Háganme
caso.</span></p><p>
</p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-61010036698445444082024-02-13T03:24:00.000-08:002024-02-13T03:24:25.653-08:00GIGANTE (1956), de George Stevens<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKarU11LGZKhWkecTXLN_cf-Rui5LL_OIXf5LSuek-aPMaMITl-tiAJQpBQK2QH71BRRu5-H5enzLvkGsU-RcRvLXbNNyJvJq_MLfsbHJdMSumWWrPg-LiWXDJ6AY7toRZVBxFUbqWWUUaTIoQJNMZxiT_IfljoABJsi-MferOnwA9RqlHcyq3JtrmJW9P/s755/Gigante.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="755" data-original-width="478" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKarU11LGZKhWkecTXLN_cf-Rui5LL_OIXf5LSuek-aPMaMITl-tiAJQpBQK2QH71BRRu5-H5enzLvkGsU-RcRvLXbNNyJvJq_MLfsbHJdMSumWWrPg-LiWXDJ6AY7toRZVBxFUbqWWUUaTIoQJNMZxiT_IfljoABJsi-MferOnwA9RqlHcyq3JtrmJW9P/w254-h400/Gigante.jpg" width="254" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Construir una vida es
tan largo y complicado como llevar un rancho con cientos de miles de cabezas de
ganado. Es lo que trata de hacer Jordan Benedict al lado de su joven esposa.
Trata de dirigir un páramo infinito en el que sólo hay tierra árida y vacas. Y
va progresando. No sólo en cuanto al dinero, sino también en cuanto a su rígido
pensamiento tejano. Está dejando atrás, gracias a ella, todos los prejuicios
raciales que siempre han asolado su familia. Los chicanos deben ser confinados
en unas cabañas inmundas, sin asistencia médica, sin nada más que lo que el
señor Benedict esté dispuesto a dar. Sin embargo, ella hace que esa mirada
cambie, porque no se puede uno anclar en un mar de esterilidad e insistir en
que los hijos sean lo que uno quiera. Nada sale como se planea, pero eso no
tiene por qué ser necesariamente peor. Siempre habrá competidores, gente que
crea que lo que ha conseguido Jordan Benedict lo puede hacer cualquiera y que
no requiere ningún esfuerzo. Y están muy equivocados. Una de las razones por
las cuales él progresa es porque su pensamiento va avanzando. Y todo culmina en
una pelea en la que él defiende lo justo, aunque caiga derrotado. Es por eso
que Jordan Benedict es un gigante sin talla. Nadie puede compararse con él.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No obstante, siempre
hay advenedizos que creen que pueden convertirse en gigantes sólo porque, en un
momento dado, dan con ese punto de suerte que muchos desean y los bolsillos
comienzan a llenarse sin medida. Jet Rink ha trabajado para Benedict como un
obrero más, ha hecho de chófer, ha realizado alguna que otra chapuza en el
rancho de su amo, ha resuelto un par de problemas con notoria timidez…y se ha
fijado en la señora Benedict. Ella es como la tierra que él hubiera deseado
poseer. Es la mañana que ilumina e inunda de azul el horizonte perdido. Es la
noche, íntima y agradable, que a él le volvería loco tener en el porche de su
humilde morada. Rink tendrá suerte, conseguirá ponerse a la altura de los más
ricos y tendrá todo cuanto desee…excepto el amor. Seguirá solo porque no puede
tener a la mujer ideal, a la que secuestró sus sentimientos desde la primera
vez que la vio. Rink quiso ser un gigante…y se quedó en un ínfimo hombre de
negocios ahogado en su propio vómito de borracho.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">George Stevens dirigió
con pulso de hierro esta novela-río de Edna Ferber que retrata los años y la
evolución de una familia en la que Rock Hudson y Elizabeth Taylor se convierten
en piezas inseparables porque no se entenderían sus vidas sin el otro. James
Dean, muerto antes de terminar el rodaje, incorpora a ese nuevo rico que no
sabe lidiar con sus frustraciones y que pierde siempre aunque se crea y se
comporte como un vencedor. Las pasiones y las derrotas de unos terratenientes
de mentalidad retrógrada se mezclan peligrosamente con las inquietudes de un
clan que trata de evolucionar en todas las direcciones posibles superando
antiguos prejuicios raciales, sociales y políticos. No es fácil cuando todo el
entorno te presiona para que te quedes quieto, con tus vacas, tu dinero, tu
conformismo y tu espléndida mujer. Es tarea reservada para gigantes.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-67046138589353671922024-02-09T03:59:00.000-08:002024-02-09T03:59:51.105-08:00CUENTA CONMIGO (Stand by me) (1986), de Rob Reiner<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqGW6hfhjgnvK7829bj1Ri1bCPqhuQH4adKdTR2oZ9F1aYe0ie9b-umtyLnkOaIXgQkiOJVhpEcktXUTtKAs8lKRUrMl7jwsQjEVUwRnCMAPJDcYaeYI0kA-9-zz2LyUkAsUmNghkmTblMrs3yhdpRGlIdO2cGuaHuXPEP3_RN__aJQFXclqXwVpVWBN4t/s1000/Cuenta.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="750" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqGW6hfhjgnvK7829bj1Ri1bCPqhuQH4adKdTR2oZ9F1aYe0ie9b-umtyLnkOaIXgQkiOJVhpEcktXUTtKAs8lKRUrMl7jwsQjEVUwRnCMAPJDcYaeYI0kA-9-zz2LyUkAsUmNghkmTblMrs3yhdpRGlIdO2cGuaHuXPEP3_RN__aJQFXclqXwVpVWBN4t/w300-h400/Cuenta.jpg" width="300" /></a></div>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Nunca
he tenido amigos como los que tuve con doce años…Dios mío… ¿alguien los tiene?”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y ahí es donde los
recuerdos se tornan un camino, con unas cuantas risas cómplices y una escapada
furtiva sólo para ver el cadáver de un chico arrollado por un tren. Durante
esos días de andar sobre la línea recta de una vía de ferrocarril, cuatro
chicos se embarcan en una aventura sólo para llegar a la conclusión de que han
vivido unos momentos de amistad que serán irrepetibles, por mucho que piensen
que, tal vez, pueda repetirse. En ese peregrinaje se pondrán a prueba sus
cobardías, sus miedos, sus rebeliones, sus lágrimas, sus frustraciones, sus
habilidades… Casi una vida entera en apenas dos días. Y ahí, en ese sendero de
traviesas, es donde comenzarán a tallar la primera piedra para la edad adulta
que les está esperando con una mirada aviesa. A pesar de todo, puede que no
consigan ser unos buenos adultos, pero sí que disfrutaron de algo que sólo
ocurre una vez en la vida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La locomotora acelera
en su camino de hierro y los chicos corren para salvar su vida. El miedo se
comerá toda la adrenalina, pero también pondrá en marcha el mecanismo de los
recursos para salvar situaciones difíciles. Por otro lado, está la pandilla de
niñatos que se creen muy especiales porque van en coche y usan navajas. Puede
que Corny, que acabará siendo el escritor que ponga en un papel las
experiencias de los cuatro chicos, les dé una lección. Y, por la noche, por
supuesto, contará una historia que hará que los cuatro rían y saboreen las
horas alrededor de una hoguera rodeada de peligros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Rob Reiner dirigió con
enorme delicadeza el relato <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El cuerpo</i>,
de Stephen King, acompañando a los cuatro niños que, por alguna razón, ven
atractiva la idea de contemplar un cadáver. En esa infancia contada por el
escritor, ante todo, hay una enorme nostalgia por aquellos amigos que se
perdieron un poco en la noche de los tiempos y un lamento por aquel que fue su
compañero que, en la temible edad adulta, fue acuchillado en una
hamburguesería. El recuerdo, a menudo, es lo único que nos queda porque, sobre
todo, nos dice quiénes fuimos y nos da pistas sobre quiénes somos. Y cada vez
que se deja una letra en un papel, o se fija una línea en un lienzo, o se traza
una línea con el cincel, hay una parte de todo ello que corresponde a aquellos
días de inocencia perdida, de cigarrillos para creernos mayores, de risas y
chanzas, de sueños compartidos y bestiales deseos, de fuegos interiores y
mansedumbres exteriores. La despedida de la infancia en las puertas de una vida
que, inevitablemente, acometerá el papel del desengaño para deshacer todo,
absolutamente todo…menos el recuerdo. Sólo de esa manera se conseguirá que ese
camino interminable por las vías del ferrocarril no acabe nunca porque lo
apasionante no fue el destino, ni mucho menos. Lo apasionante de verdad fue el
viaje.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-1464674405437332652024-02-08T01:47:00.000-08:002024-02-08T01:47:41.833-08:00ARGYLLE (2023), de Matthew Vaughn<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhdZ2hmwk3zflvouHdLrndhSygT9fwE1NSBlXKRZ71St2V-FaChWzNGlh2ol0HHtc8qAivNWLX1r1ATzj5UgJlb_H3Am6KYinOAKj4Lvm2MbO6mjuI-QVh6JT2YTVG3NcoU4ryd4X9FC3g2IS-uyeW18LYLHfSqmrTcfAVpR-dlCkTt2c9fkx0IviV0pUI/s250/Argylle2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="202" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhdZ2hmwk3zflvouHdLrndhSygT9fwE1NSBlXKRZ71St2V-FaChWzNGlh2ol0HHtc8qAivNWLX1r1ATzj5UgJlb_H3Am6KYinOAKj4Lvm2MbO6mjuI-QVh6JT2YTVG3NcoU4ryd4X9FC3g2IS-uyeW18LYLHfSqmrTcfAVpR-dlCkTt2c9fkx0IviV0pUI/w323-h400/Argylle2.jpg" width="323" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En
muchas ocasiones, los escritores cogen elementos del pasado para forjar los
entresijos de sus obras. Así, algunos de sus personajes tienen rasgos de
personas que se han conocido realmente o hay algún que otro truco oportuno que
se ha sabido por boca de alguien que lo ha puesto en práctica. Eso puede ser
algo recurrente si nos encontramos ante alguien que escribe una saga de espías
imposibles muy cercanos a cierto agente doble cero y que carece de pasado. En
su subconsciente aún hierve la existencia de un pretérito que fue algo más que
una juventud ordinaria, con sus adolescencias, universidades e independencias.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Así que ahí estamos,
con una escritora que ha creado un personaje irremediablemente atractivo y
perfecto. Uno de esos espías que nunca han existido y que es capaz de atravesar
paredes, causar el caos más impensable y esquivar las balas más certeras sin un
solo rasguño. Ella cree tener un pasado más o menos vulgar, pero, en algún
lugar de su cerebro, no es así. En la escritura están todas las respuestas de
lo que ha sido. Y, claro, llega un momento en que hiere el papel con verdades
que no interesan. Más que nada porque se pueden descubrir conspiraciones,
asesinatos, venganzas y planes megalomaníacos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y es que el pasado
siempre sale al encuentro. Lo que estaba olvidado comienza a ser recordado
mientras que la aparente realidad se desmorona velozmente. El lavado de
cerebro, la huida hacia adelante y el miedo se han instalado en el interior de
la escritora y comienza a haber signos de que ese agente ideal que es fruto de
su imaginación tenga visos de verdad. Cada letra es un disparo. Cada frase es
una ráfaga. Cada párrafo es una explosión. Nadie sabe cómo acabará todo esto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El director Matthew
Vaughn vuelve al terreno del cine de acción trepidante con un interesante juego
entre ficción y realidad, entre pasado y presente. No es una película redonda
porque, a partir de determinado momento, los giros de guion son tan continuos
que el cansancio de la traición se vuelve corriente y moliente. Hay un par de
buenas secuencias, divertidas, intrascendentes, con un tono paródico que hacen
que se tenga plena conciencia de que la película no se toma en serio en ningún
instante, pero aprueba justo en el apartado del entretenimiento. Es como si
James Bond subiera un par de peldaños en lo imposible y comience un delirio
bastante alucinado. Al menos, no se le puede reprochar la originalidad de la
propuesta a pesar de que visita muchos lugares comunes. Eso sí, el desenfado no
deja de ser uno de los ingredientes principales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De paso, Vaughn también
desliza su mensaje feminista que, en esta ocasión, no es nada forzado. Utiliza
todo tipo de recursos y no deja de ser ciertamente placentero ver a Bryce
Dallas Howard, Henry Cavill, un siempre eficaz Sam Rockwell, Bryan Cranston y
Samuel L. Jackson poniendo cara de estar pasándoselo bien con esta película
intrascendentemente divertida, sin más objetivo que hacer pasar un rato más o
menos agradable y salpicar todo de guiños que acaban por tener una conexión
coherente en la escena post-créditos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Atarse los cinturones
del recuerdo trae como consecuencia la certeza de que el corredor vascular que
se encuentra en la cavidad cardíaca sea algo vital en una historia de espías
que no trata de reinventarse, con gato en la mochila, con padres, madres,
amigos y equívocos y un intento de rellenar los espacios en blanco de la
memoria. No hace falta disertar mucho más. A los quince minutos, nadie se
acordará muy bien del enrevesado metarrelato. Solo acuérdense de que somos lo
que hemos sido. Y, posiblemente, lo seguiremos siendo.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-73417577118914000892024-02-07T02:04:00.000-08:002024-02-07T02:04:20.202-08:00CORAZONES DE HIERRO (1989), de Brian de Palma<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIR9a8EDK-TjHz6vg1hImPDyAOHciDdImrcct8Q2VdLROIY6fBRvhsFkNRZ0nfKBTDOiCvQNzbjR7c1qR7RHk7ZxCLt__aeymBHH0se3yx1di2hn1tUH-bRJuiN4VlBMMTG29jIEmTFdbjB9MMIITVEbfYeJC2Y8lVEaiu3zzdNRsAzsuYG04cJy89MSjR/s361/Corazones.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="361" data-original-width="235" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIR9a8EDK-TjHz6vg1hImPDyAOHciDdImrcct8Q2VdLROIY6fBRvhsFkNRZ0nfKBTDOiCvQNzbjR7c1qR7RHk7ZxCLt__aeymBHH0se3yx1di2hn1tUH-bRJuiN4VlBMMTG29jIEmTFdbjB9MMIITVEbfYeJC2Y8lVEaiu3zzdNRsAzsuYG04cJy89MSjR/w260-h400/Corazones.jpg" width="260" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Allí, en medio de la
selva, perdidos en ninguna parte, las cosas parecen aún más confusas que en la
retaguardia. Hay una especie de ira contenida, guardada, rancia, que se va
almacenando dentro mientras pasan los días en el frente. Tal vez un buen amigo,
al que le quedaba poco para volver a casa, ha tenido mala suerte y vuelve en
una caja. Y eso hace que la furia luche por salir pagándolo con los más
inocentes. Se trata de ir a una aldea, coger a una chica como prisionera y
violarla. Así de claro, sin más. Los salvadores que se supone que van allí a
ayudar a un país, se convierten en torturadores que pierden el alma y la
honestidad para llevar a cabo una venganza con una inocente, sólo para
satisfacer su rabia. Sólo uno de ellos es capaz de mantener la visión fría y el
espíritu tranquilo. Puede que no sea demasiado experto, pero sabe dónde se
necesitan las buenas personas, por mucho que de su arma también salga fuego. Y
lo peor de todo es que, cuando necesita contarlo para que los culpables sean
castigados por tanta brutalidad, por tanto odio vertido sin ningún sentido, los
oficiales al mando se ponen de perfil para que nadie sepa que los americanos se
están comportando como verdaderos bastardos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Años después, en un
pesado viaje en metro, quizá el sueño gaste alguna mala pasada y el trauma
quede ahí porque se fue para nada, se luchó para perder y se regresó con la
decepción y el rechazo. Es difícil mantener la cabeza en su lugar cuando todo a
tu alrededor te empuja a hacer algo que es malvado de principio a fin. Allí, en
la selva, ese chico que se opuso a todo y a todos, se encontró a sí mismo y
supo que tenía razón aunque perdiera parte de ella en la locura de las balas,
de la necesidad y del desquiciamiento de unos tipos que no hubieran merecido ni
pisar el avión que los trasladó al fregado. Mantuvo su ánimo incólume, aunque
estuvo a punto de tirar el casco en varias ocasiones. No podía ser. No podían
ser los malos de la historia. Fueron allí a ayudar. Y, en realidad, fueron allí
a matar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No es una de las
películas más conocidas de Brian de Palma, pero la visión de Vietnam del
director, analizando una historia pequeña dentro del universo bélico, acaba por
dar una impresión de frustración sobre una generación que no supo canalizar su
ímpetu, que se convirtió en asesina desde el mismo momento en que se puso un
arma en sus manos y que, aún así, siempre hubo alguien dispuesto a arriesgarse
para defender la justicia, aunque fuera mínima, en ese lugar donde no había
ley, ni orden, ni límite, ni frontera. Los corazones de hierro siguieron
latiendo por los más débiles, que debería ser la orden prioritaria en cualquier
conflicto. Es cierto que Sean Penn resulta odiosamente sobreactuado, pero, sin
embargo, Michael J. Fox realiza el que, posiblemente, sea el mejor papel
dramático de toda su carrera porque, en el fondo, sabe conectar con la parte
buena, auténtica que hay en todo hombre de bien, a pesar de que su reacción es
tardía, y miedosa, y última. Quizá, en esas situaciones, no hay que llegar al
borde del vaso para hacer algo. Ahí es donde se hallan las personas que
realmente merecen la pena.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-27635636244186242632024-02-06T01:58:00.000-08:002024-02-06T01:58:00.196-08:00LA MUJER SIN ROSTRO (1966), de Delbert Mann<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjMQlkc-uU862KgZTD2W8xAAo07MMKOhicnfmgWNgVNGJgc9GPtH349UlTmMo-KWTWuqsakbdbvbaOy7kiEzwC-0Eklgpztg4X9k43eD7hXUU9X9bhYJiswInqF9sYu-sGY2j8WpXV-q2T76wZbpSGEQcKV3eUUKcHQ1oph-uRdQW-2LDbEo2tHed8_Uz-/s400/Rostro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="262" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjMQlkc-uU862KgZTD2W8xAAo07MMKOhicnfmgWNgVNGJgc9GPtH349UlTmMo-KWTWuqsakbdbvbaOy7kiEzwC-0Eklgpztg4X9k43eD7hXUU9X9bhYJiswInqF9sYu-sGY2j8WpXV-q2T76wZbpSGEQcKV3eUUKcHQ1oph-uRdQW-2LDbEo2tHed8_Uz-/w263-h400/Rostro.jpg" width="263" /></a></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un hombre no sabe quién
es. De repente, se encuentra en medio de Central Park llevando un traje de
cierta categoría con un café en la mano y ni siquiera recuerda cómo ha
conseguido el café. Sólo posee un pedazo de papel con un número de teléfono y
un anillo medio roto. Puede que sea un enfermo evadido de una institución
mental. Una rubia pasa junto a él y, como por arte de magia, un nombre viene a
su memoria: Grace. Empieza una búsqueda imposible porque cree que es posible
que todas las mujeres sean Grace. Quizá alguna de ella sea capaz de abrir las
puertas de la mente y que él mismo sepa quién era esa mujer de la que sólo
recuerda el nombre. Todo se convierte en un largo regreso a la memoria. En un
momento, él se encuentra hablando con una mujer y, al segundo siguiente, cree
que está hablando con ella con tal familiaridad que piensa que es Grace. Grace.
Grace. Maldito nombre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Basándose en una
historia de misterio personal de Evan Hunter, el director Delbert Mann articula
una trama en la que la principal intriga reside en la identidad de ese hombre
sin rumbo, sin pasado, que deambula por Central Park como un cadáver viviente
intentando encontrar algo que le recuerde que fue alguien alguna vez. Quizá
Mann se deja arrastrar un poco por la efímera moda de los últimos sesenta y eso
hace que, estéticamente, la película se resienta levemente con recursos como el
de la cámara al hombro y una realización algo caótica, pero todo tiene
suficiente atractivo porque el reparto es extremadamente competente, con James
Garner como protagonista absoluto y acompañado de Jean Simmons, Suzanne
Pleshette, Angela Lansbury y Katharine Ross. Al fondo, la ciudad como un
personaje más, alzando sus dedos índices acusadores hacia el cielo como
intentando hurgar entre las nubes cuál ha sido el destino de este misterioso
señor Buddwing que deambula sin procedencia ni rumbo. La banda sonora
jazzística aumenta esa sensación de confusión que se convierte en un elemento
clave en esta especie de melodrama negro en el que la mujer, siempre
intrigante, se yergue como la ambigüedad misma dentro de las relaciones
humanas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En el fondo, todos
somos un poco James Garner en esta película. Seres perdidos, confusos,
miedosos, que tratan de encontrar un sentido a todo lo que se ha hecho y a todo
lo que queda por hacer. Ese personaje sin nombre, ni profesión, con sólo un
traje y una nota con un número de teléfono se mueve con unas coordenadas
demasiado estrechas como para poder orientarse y contestar las preguntas que a
todos nos cercan. Sobre todo para saber si todo lo que hemos hecho ha merecido
la pena, ignorantes, pobres de nosotros, sin darnos cuenta de que en la mayoría
de las ocasiones la contestación a esa pregunta suele ser que no. Así de
errantes y de erráticos somos. Así de desgraciados. Así de perdidos. Mientras
tanto, sólo esperamos que la belleza inunde de alguna manera nuestra mirada
para olvidar todo lo demás dentro de una vida ingrata y bastante cansada.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8627792658776203166.post-81138691921287621622024-02-02T03:59:00.000-08:002024-02-02T03:59:01.475-08:00NORMAN JEWISON: EL HOMBRE OPORTUNO<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjncm6eeVkavH2bDlGbnqknvQFnZYB5nVRAwY1eX9p8NrU9XJxEbrAPN7mQaJjyJI6LxMxQ0_wXDOPCVPKooRW-NNpq1wdtLAl1DPyOR9mty2nwFUVup_wJssh6Eu2BC4CKUXTakGOyDnlO82oSPVZnhZC46ijByuED5EDy3DpPgj6lifUl3oH6aCqVUc4f/s2708/Jewison.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1523" data-original-width="2708" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjncm6eeVkavH2bDlGbnqknvQFnZYB5nVRAwY1eX9p8NrU9XJxEbrAPN7mQaJjyJI6LxMxQ0_wXDOPCVPKooRW-NNpq1wdtLAl1DPyOR9mty2nwFUVup_wJssh6Eu2BC4CKUXTakGOyDnlO82oSPVZnhZC46ijByuED5EDy3DpPgj6lifUl3oH6aCqVUc4f/w400-h225/Jewison.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aunque se le podría
encuadrar dentro de la llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segunda
generación de la televisión</i> al lado de nombres como Sidney Pollack o Stuart
Rosenberg, lo cierto es que Norman Jewison fue una especie de verso suelto
porque, quizá, le faltara un toque de “autor” a su filmografía. Sin embargo,
eso, que puede verse con cierto menosprecio, no lo es en absoluto porque
Jewison demostró que era un hombre oportuno, capaz de hacerse cargo de
cualquier proyecto con las suficientes garantías como para asegurar que un buen
producto iba a salir de su talento. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Jewison, después de una
notable experiencia en televisión, da el salto a la dirección cinematográfica
en 196<i style="mso-bidi-font-style: normal;">2 </i>con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soltero en apuros</i>, una comedia con Tony Curtis, bastante amable,
sobre un ejecutivo que se va a pasar el día con su hija a Disneylandia y la
chica es, cuando menos, un poco díscola desatando una serie de situaciones
bastante comprometidas. No obstante, sí que se puede apreciar ya en esta primera
película un mimo en la imagen combinado con una dirección correctísima, sin
incurrir en ningún error narrativo y con ganas de ofrecer una película cuidada
y entretenida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con este bagaje, no se
tarda en ver que podría ser un director ideal para dirigir los juguetes cómicos
pensados para Doris Day y se hizo responsable de la primera comedia de
teléfonos blancos sin Rock Hudson en el reparto con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Su pequeña aventura</i>, con James Garner acompañando a la rubia y
hacendada ama de casa que, de repente, salta a la fama por grabar un anuncio
intrascendente. Con el éxito en el bolsillo, nuevamente dirige a Doris Day,
esta vez sí con Rock Hudson, en la que pasa por ser, posiblemente, la mejor
película de la pareja, aunque no la más famosa, como es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No me mandes flores</i>, sobre un hombre que, por error, cree que está
enfermo terminal y busca desesperadamente un novio futuro para su esposa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Vuelve con Garner para
hacer una comedia que tenía su aquél como es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El arte de amar</i> y el propio Jewison comienza a pensar que es hora
de un cambio y dejar de lado la comedia amable. La oportunidad, esa palabra que
siempre le acompañó, le hizo una visita memorable cuando Sam Peckinpah fue
despedido en pleno rodaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El rey del
juego</i>, con Steve McQueen, Ann Margret y un inmenso Edward G. Robinson.
Jewison termina la película con maestría y se puede ver ahí a un director que
es algo más que correcto, que quiere contar sensaciones, sugerencias y
sentimientos más allá de lo que se muestra y consigue una película en la que el
manejo de la tensión y la realidad se dan la mano de forma casi violenta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Jewison cree también
que puede hacer otro tipo de comedia, más loca, más agresiva y pone todo su
empeño en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Que vienen los rusos!</i>, una
farsa desatada sobre la psicosis colectiva que se desató en Estados Unidos
sobre una posible invasión rusa. Predecesora confesa del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1941</i>, de Steven Spielberg, el director se aviene a dirigirla
cobrando tan sólo ciento veinticinco dólares más el 25 por ciento de la
recaudación. Se hizo rico con esta fábula sobre un submarino ruso averiado que
debe desembarcar una avanzadilla frente a la costa de Estados Unidos desatando
la locura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La película obtiene tal
éxito, con nominación incluida a la mejor producción del año, que Jewison es el
elegido para llevar a cabo esa obra maestra del cine social y policiaco de los
años sesenta que es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En el calor de la
noche</i>, una película en la que todo funciona, en la que se suda desde la
butaca y se sufre desde el corazón, haciendo herida en la lucha de los derechos
civiles y en su atractiva premisa de un hombre de color dando un par de
lecciones de investigación social a los habitantes de un pequeño pueblo de
Mississipi. La película fue galardonada con el Oscar a la mejor producción de
1967 en dura pugna con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El graduado,</i>
de Mike Nichols.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Repite con Steve
McQueen en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El caso Thomas Crown,</i> la
historia de un multimillonario que se dedica a robar obras de arte con tal de
añadir algo de emoción a su vida, con una de las secuencias más sensuales
alrededor de un tablero de ajedrez entre el protagonista y Faye Dunaway. Al terminar
esta película, Jewison confesó que no volvería a trabajar con McQueen porque le
parecía el actor más difícil del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Lo prueba con el
musical y saca sobresaliente con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
violinista en el tejado</i>, con la que consigue una nueva nominación y se hace
cargo de la adaptación del polémico musical de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Jesucristo Superstar</i> acudiendo al
desierto de Israel como escenario. Posteriormente, con una producción muy
complicada, pone en marcha <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rollerball</i>,
una fábula distópica sobre un juego en el que los contendientes llegan a
matarse entre ellos alrededor de una especie de velódromo. Maravillosa,
inquietante y peligrosamente actual a pesar de una estética que se ha quedado
trasnochada, ha quedado como una de las películas más certeras dentro de la
ciencia-ficción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Le eligen para llevar a
cabo una película que demostrase las dotes dramáticas de Sylvester Stallone en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">F.I.S.T</i> y ahí obtiene un sonoro fracaso
del que se recupera con cierta dificultad. Se une a Al Pacino en el género
judicial con otra película con nominación como es la extraña <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Justicia para todos</i>, reivindicativa y
pesimista visión sobre el sistema penal estadounidense. Trata de obtener otro
éxito de taquilla con una película que se mueve en los terrenos de la comedia
más blanda y fácil como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amigos muy
íntimos</i>, con Burt Reynolds y Goldie Hawn.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, Jewison
sube su cotización al adaptar dos obras teatrales que consiguen varias
nominaciones y que denotan su gran capacidad para adaptarse a cualquier género.
La primera es la investigación que se desata en torno a la muerte de un
sargento de color en un cuartel del Sur de los Estados Unidos en la excelente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Historia de un soldado,</i> en la que
podemos disfrutar de la primera aparición de Denzel Washington en un papel
importante. La otra es el drama misteriosamente religioso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Agnes de Dios</i>, con un duelo en la cumbre
entre dos grandísimas actrices como Anne Bancroft y Jane Fonda sobre la posible
violación y posterior embarazo de una monja de clausura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aún consigue otro gran
éxito dentro de los terrenos de la comedia romántica con una película que batió
récords de taquilla en todo el mundo como es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hechizo de luna,</i> que significó el Oscar a la mejor interpretación
femenina para Cher y que conquistó el corazón del público como una de las grandes
historias de amor con sonrisa que se han hecho nunca. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A partir de aquí,
Jewison se mete en una cierta deriva con títulos con ningún interés hasta que,
con un monstruoso Denzel Washington, aborda la biografía de un boxeador que fue
encarcelado por un supuesto asesinato en la muy notable <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Huracán Carter</i>, consiguiendo nominación para el actor en una
película llena de fuerza y militancia, de nuevo con los derechos civiles al
fondo y con la injusticia como tema.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Su última película,
bienintencionada, pero irremediablemente carente de fuerza, es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La sentencia,</i> su única colaboración con
Michael Caine, acerca de un verdugo de un campo de concentración nazi,
fervorosamente religioso, que es descubierto en la campiña francesa y comienza
a ser acosado por varias fuerzas que quieren anotarse un tanto político y
policial. Tanto Caine como Jewison quedaron muy satisfechos del resultado
final, pero la historia no acaba de despegar en ningún momento, con algunos
pasajes francamente desconcertantes. Ese año, 2003, Jewison se retira de toda
actividad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hay que fijarse en
todos estos títulos para darse cuenta de la oportunidad de un hombre como
Norman Jewison. Hizo todo con singular maestría, consiguiendo pocas obras
sublimes, es cierto, pero haciendo un buen puñado de muy buenas y recomendables
películas. Era un valor seguro que sólo zozobró un poco en su época final, pero
eso es fácilmente perdonable cuando se trata de hablar de un director que ha
tocado tantos géneros y los ha fijado de manera tan sólida. Cuando el cine no
le necesitó y ya casi todo el mundo le había olvidado, fue oportuno y decidió
que ya estaba bien de pisar este valle de lágrimas.</span></p><p></p>César Bardéshttp://www.blogger.com/profile/03863006749962632866noreply@blogger.com0