martes, 3 de julio de 2012

EL PADRINO (1972), de Francis Ford Coppola

La librería del campus de la Universidad Rey Juan Carlos OMM Fuenlabrada, ha tenido la amabilidad de adquirir "El ojo privado" para sus fondos. No hay palabras para agradecer tal detalle. También se puede encontrar en Cádiz en la Librería Quorum (al alcance de todos mis lectores habituales del Diario Puente Chico), en Córdoba en la Librería Luque, así como en Málaga nuevamente en las Librerías Proteo y Prometeo. Ayer mismo, tuve el inmenso placer de pasar por la Librería Ocho y Medio de Madrid y hay ejemplares disponibles allí mismo, al igual que en la FNAC de Callao. Gracias a todos por incluir mis modestas letras entre sus títulos.


Quisiera dedicar este artículos a todos los maravillosos amigos de Conversacines, aprovechando la última colaboración de la temporada que realizaré para ellos esta noche con esta increíble película. Gracias por vuestra amistad y por hacerme sentir que, a pesar de la distancia, estoy en casa. Un abrazo a todos.

Michael Corleone está sentado en el jardín. Está solo. Abrumadoramente solo. Tiene el poder pero no la compañía. Ha luchado hasta que ha perdido su alma. Su sueño era mantener a la familia unida. Y lo único que ha conseguido es más poder. Poder absoluto. Poder asesino. Poder maldito. Se ha dejado seducir por la maldad para que él no fuera pasto de la muerte. Y lo es del olvido. Su padre, que le adoraba, que sabía que era el más inteligente, el de más corazón, murió de un infarto mientras jugaba con su nieto. Su madre, murió víctima de la vejez, epidemia a la que todos somos vulnerables. Su hermano Santino murió acribillado cruelmente por las mismas balas que se atrevió a disparar. Su mujer le ha abandonado porque no puede soportar la maldad que impera en él. Ordenó la muerte de su cuñado, Carlo, gran culpable del asesinato de Santino. No pestañeó cuando quiso matar a su hermano Fredo, el débil y enfermizo de la familia, ansioso de poder e incapaz de usarlo. Tom Hagen, su hermano adoptivo, posiblemente el único incapaz de traicionarle, será desterrado erróneamente de su lado. Su hijo Anthony Vito, se alejará de él porque ante tanta destrucción, preferirá dedicarse a crear y su hija...lo que más cerca tiene del corazón, morirá atravesada por una bala dirigida a él y se ahogará en un grito sordo de dolor, un grito de muerte ensordecedor e inaudible, un grito desgarrador de silencio, un grito de asfixia bajo el peso de un poder que le aplasta sin remisión. Es el grito del monstruo en el que se ha convertido. Es el alarido ahogado de la misma esfinge del mal, de la frialdad más aterradora, de la conciencia más torturada.
El hombre que no estaba destinado a ser el jefe de la familia, es siempre el más implacable. Es el que ha dejado a sus ojos sin vida en medio de tanta sangre mientras quería algo tan sencillo como sacar a la familia de todos sus negocios sucios y disfrutar de una situación de legalidad sobreviviendo en el intento. Michael Corleone tiene el poder. Tiene el dinero. Tiene la luz en sus manos para decidir sobre la vida y sobre la muerte...pero, entre ellas, sólo le cabe el fracaso...
No hay justicia poética para quien dejó pudrir su interior en aras del dominio sobre los demás. Sólo hay balas silbando, explosiones en el alma, ráfagas para un corazón muerto que sólo late cuando los cañones exhalan el humo cansado del horror escupido, el seco disparo a una paz que Michael Corleone abandonó el día en que asesinó a quien intentó matar a su adorado padre, Vito Corleone que, en su día, fue criado en la violencia, crecido en la soledad y que mató para ser libre, para vengarse y para no dejar que nadie sembrara lágrimas en la desgracia de su pobreza y en una vida que le condenó a una voz quebrada y a defenderse con la muerte impávida...pues los que morían eran peores que él. Su hijo Michael...Michele...Micheluzzo...pagará por todos....

4 comentarios:

Carpet dijo...

hace poco hablaba con mi chica sobre una nueva (y van 200 millones) encuesta sobre las 100 ( ó 200) mejores películas de la historia. Comentaba la cantidad de absurdas injusticias que se dan en esas listas, obviamente marcadas por la generación de los votantes, pelíuclas como "Titanic" o "Avatar" por encima de "Perdición" o "Psicosis"...La vencedora de ese ranking era, efectivamente, "El padrino" y le tuve que confesar que estba de acuerdo (tanto como lo hubiera estado si en vez de la peli de Coppola hubiese sido elegido cualquiera de la veintena que considero en otro nivel).
No obstante, esta película está en el peldaño superior de la escala, es quizá una de las películas más Shakespiriana que conozco. A veces recuerda a "El rey Lear", a "Machbeth", a "Hamlet"...a "Julio Cesar", incluso...Es una tragedia clásica de proporciones épicas.

Las interpretaciones, por otro lado, son memorables, no sólo Brando, Duvall en ese secundario listo y capaz pero prudente, Pacino nunca estuvo mejor, y james Caan era todo fuerza y fanfarroneria, un Sonny, cruz de una cara comedida y silenciosa, pero eficaz.

La dirección de Coppola y sus claroscuros (a lo Caravaggio, imagenes del barroco), los cuadros familiares, las naranjas...

Es absolutamente fantástica.

Da las gracias a Chus de mi parte por poner a Coppola.

Abrazos que no podrás rechazar.

dexter dijo...

Gran post para una película ¿inmensa?, cualquier adjetivo se queda corto. Hay un antes y un después de "El padrino" en la Historia del Cine y eso es algo que se puede decir de muy pocas películas (a mí a voz de pronto que diría aquel se me ocurren "El nacimiento de una nación", "Ciudadano Kane" y "Los Cuatrocientos golpes").
Celebro tu acierto en hablarnos de esta magna obra por su final. Anda que no le cayeron palos a Francis Ford cuando estrenó "El padrino III", que si no estaba a la altura de sus predecesoras, que si no hacía falta. Tus palabras acaban de quitarle la razón a todo aquel que pensara esto último, la trilogía está cerrada y bien cerrada, y la calidad individual de esta tercera entrega es de muchos quilates.

El Padrino, amigos, qué más se puede decir.

Abrazos sin que parezca un accidente,

César Bardés dijo...

Por supuesto, Carpet. Todo es memorable. Me imagino que se tocará toda la saga porque es inevitable y me reafirmo en que "El padrino III" es una película muy buena mientras las otras dos son sublimes. A esos nombres que citas hay que añadir el de Robert de Niro, impresionante y genial en su caracterización del joven Vito Corleone. Más allá de eso, no hay que olvidar al débil y muy convincente John Cazale, o a esa Kay que no acaba de comprender nada de lo que ocurre alrededor de esa familia e interpretada estupendamente por Diane Keaton. La dirección, es simplemente, magistral en las tres películas, la delación de que hay un genio tras las cámaras, capaz de sorprenderte en un argumento, este sí, cogido con hierros irrompibles, con una realización sobria y, al mismo tiempo, con tintes muy europeos y, sobre todo, con esa disposición de luces del director de fotografía Gordon Willis que hizo que los ojos de Marlon Brando en la primera parte fueran cavernas de maldad. Aclarando la fotografía en la segunda parte para sacar a la luz al monstruo en el que se había convertido Michael y con esa tonalidad marrón, vieja y entrañable, de las secuencias de "Little Italy" por donde De Niro pulula de azotea en azotea para cometer su primer crimen.
También hay que resaltar ese aire Shakesperiano que dices, con elementos de todas esas tragedias que citas, enormes y únicas, condensadas en una película que está llena de frases gloriosas, literarias y certeras, muy, muy precisas. Y, por supuesto, no te preocupes que le haré llegar tu agradecimiento a Chus que tanto cariño pone a todos los programas que hace.
Por supuesto que no rechazo los abrazos. No son solo negocios.

César Bardés dijo...

Por supuesto, Dex. Estoy de acuerdo que es una película, que no sólo marca un antes y un después, sino que se ha convertido en una de las más indiscutibles obras maestras que ha dado el cine contemporáneo (si podemos hablar de este término).
Existe una gran dificultad en intentar escribir sobre una película como esta porque es tan enorme, tan completa, que por mucho que escribas no será suficiente. Ni a los ojos del autor, ni a los ojos del lector. Y una vez leído, te arrepientes inmediatamente de no haber hecho mención de esto o de aquello. Por eso me he conformado con unas pocas pinceladas para, más que nada, homenajear esta auténtica maravilla del cine que a los tres nos une un poco más. Y,por supuesto, a todos los que se atreven a entrar por estos parajes.
Y se puede decir muy poco más. Te lo aseguro.
Abrazos con percutor trucado.