martes, 24 de enero de 2017

ED WOOD (1994), de Tim Burton

Un jersey de angora tira mucho, desde luego. Su suave tacto lleva a uno a pensar que el sexo no es más que un accidente y que vestirse de mujer es solo una perversión que tiene sus placeres. Es algo así como conocer a Bela Lugosi y convertirse en su niñera. Lo importante es que con jersey de angora y con Bela Lugosi hay que dirigir películas. Como sea. Aunque no haya dinero ni para montar una maqueta. Y eso se arregla revolcándose con un pulpo de látex que no se puede mover, luego se colocan unos insertos y eso, más que oficio, es una genialidad. El público quiere gritar de terror y no hay nada mejor que hacer una película de presupuesto ínfimo con algún zombie por allá, un platillo volante o dos por aquí, un par de policías aterrorizados…Síganme, va a ser una noche llena de pánico. Y procuren no tropezar con los decorados porque eso hará que las paredes se muevan. Hemoglobina de la falsa para que haya horror a raudales, caras desencajadas y… ¡corten! Una obra maestra ha nacido. Solo que no todo el mundo podrá apreciarla.
Tanto es así que solo Orson Welles y Ed Wood hacían tantas cosas en una sola película. Encontrarse con el primero no es solo un privilegio, es la constatación de que basta con tocar todos los campos que Welles manejaba en el cine como para creer en la igualdad de talentos y genialidades. Esos payasos de Hollywood quieren que la próxima película de Welles sea con Charlton Heston de protagonista haciendo de mejicano….no tienen ni idea. Hay que tirar con lo que te dan y acoplarte a las condiciones. Ed Wood tiene solo una cámara, un equipo de cuatro personas, no hay banda sonora, no hay guión previo, no hay más  que Bela Lugosi y una legión de marginales del espectáculo que han puesto sus huellas en la lucha libre, en la televisión de tercera y en la nada. Solo hay que tirar con lo que te dan, acoplarse a las condiciones y ya tienes la misma obra maestra que hubiera dado a luz Orson Welles. Fácil como aprovechar la luz del día sin permiso de rodaje en las calles.

Y así, poco a poco, el universo alucinógeno se va confundiendo con la realidad y se llega a creer fielmente que hay un estreno por todo lo alto, que ese título tan espectacular como Plan 9 del espacio exterior será la obra por la que Wood será conocido en las generaciones venideras, que decir el nombre de Wood será sinónimo de talento…y la vida regala muy poco, por no decir nada. A pesar de las simpatías que, de forma evidente, siente Tim Burton hacia un ser marginal y algo marciano, no habrá nada que recuerde a un tipo del entusiasmo e inocencia de Ed Wood. Solo el nombramiento, como todos los nombramientos, bastante discutible, de peor director de la historia del cine. Sus películas se buscan y se ven como un ejercicio de risa grotesca, como una humillación al hombre que hizo esos títulos con tan pocos medios que no le quedaban más que unos dólares para su estima. Es hora de cerrar la lápida y dejar que la cámara flote en busca del escalofrío. Aunque quizá el mayor de todos es tener valor para aguantar una de sus películas de principio a fin. Así es como ha perdurado su nombre.

2 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Para mi es la mejor película de Burton y eso que a mi no me gusta demasiado su cine. Hay otras dos que también me parecen notables: "Big Fish" y "Sleepy Hollow", pero en general me cuenta entrar en su universo gótico y su deriva actual se me atraganta cada vez más.

En esta, sin embargo, a pesar de las constantes de su cine : personajes con problemas de socialización, solitarios o incomprendidos; el mundo oscuro; luces que no iluminan apenas...
Esta película da un plus más, porque como dices se ve que Burton trata con especial cariño a su personaje, le mima (Johnny Depp también está notable aquí) y consigue que por momentos participemos de su entusiasmo, deseemos que le salga bien algo aunque sepamos que no tiene ningún talento y que es un chapuzas integral, su cine sería malo aunque hubiese tenido un buen presupuesto...cosa que comprensiblemente nunca logró.

Abrazos de plastico

César Bardés dijo...

Estoy de acuerdo en que es la mejor película de Tim Burton, muy por encima de las otras que citas. A mí también me cuesta entrar en su universo gótico y en esa admiración rendida por el que es diferente. Y hay algo en lo que creo que das con la clave para esta película. Estamos deseando que algo le salga bien aunque tenemos la plena certeza de que no tiene ningún talento, de que solo el entusiasmo es lo que le salva y de que, haga lo que haga, no pasará nunca de lo que es directamente malo. Ed Wood no es una víctima de Hollywood, sino que lo fue de sí mismo y de su creencia de que ese entusiasmo era suficiente como para que el talento brotara por las buenas. Un largo camino que, evidentemente, no llevaba a ninguna parte.
Abrazos volantes.