Quitarse de encima las telarañas de la edad es un sacrificio que, muy a menudo, nos devuelve una dignidad que creíamos perdida en los ojos quemados por el horror y la soledad. En esta ocasión, Clint Eastwood, impresionante y sabio, nos regala un auténtico gozo para el alma que tan bien sabe pintar, un sobrecogimiento para la vejez que tanto nos espera y un estremecimiento para las lágrimas que luchamos para no derramar.
Y es que los hombres, cuando tienen un pie en el estribo a punto de partir hacia el ocaso definitivo de la muerte suelen mirar a su alrededor para ver qué es lo que han hecho. Walt Kowalski tiene plena conciencia de que sus hijos no le quieren, de que su mujer murió dejándolo en compañía de una perra y de unas cuantas cervezas y de que el pasado se le presenta, justiciero y rencoroso, durante todos los días de su vida. En su barrio, se siente extraño y muestra un cierto desprecio hacia todos por la sencilla razón de que nunca ha sentido el calor del cariño acariciando sus arrugas. La inmigración y las reacciones que suscita están implícitas en esta película de un alcance mucho mayor que el de una escopeta de mira telescópica y el sufrimiento de quien mata vuelve a ser, como en Sin perdón, motivación y destino de un hombre que está aterrorizado con la posibilidad de morir durmiendo.
Puede que, en un instante ajado de nuestras vidas, nos demos cuenta de que sólo hay un par de cosas que realmente nos importan. Puede que una de ellas sea un montón de chatarra lustrosa que guardamos en el garaje. Puede que otra sea el cariño que un puñado de extraños vierten como un agradecimiento que sea algo desconocido para nosotros. E incluso puede que otra sea descubrir que hay alguien que sabe y conoce los entresijos de un perdón que nunca hemos disfrutado. Y quizá seremos conscientes de que el mejor castigo es dejar que la misma vida sea la encargada de impartir justicia. De hacer que muera quien ya vivió, de dejar que se pierda quien no supo vivir y de dar una oportunidad a quien pide a gritos disfrutar de la vida.
En cualquier caso, en los rincones del alma de un viejo, hay todavía mucho amor que repartir en silencios elocuentes. Hay la capacidad de intentar un último esfuerzo de superación. Hay ironía para hacer que el declive sea más llevadero en ese desidioso torbellino de la edad que ronda la muerte. Hay todavía unas cuantas cervezas más que apurar mientras irse puede ser un último cigarrillo liado con las hebras del placer.
En esta película, hay escenas de John Ford salidas de las entrañas de un hombre que sabe mostrar, con su última obra, cuál es el auténtico mutis de los héroes, la verdadera salida de los hombres que supieron hacer cine, el atardecer teñido de sangre de una vida que ha merecido la pena aunque puede que no haya conseguido ser novia de la felicidad. Aquí, Clint Eastwood, nos maneja con esa maestría insuperable en la que sugiere y no muestra, en la que muestra y no mata, en la que revisita al director que más y mejor ha sabido ser su maestro como el tuerto genial (y, no, por mucho que digan, Eastwood aprendió la técnica pero bebe más bien poco de Don Siegel y de Sergio Leone. Él y su cine poseen el genuino sabor de Ford) y nos deja con la sensación de haber visto una gran película, de haber asistido al último cabalgar del jinete pálido, de oír el último giro del tambor del revólver de Will Munny en Sin perdón o de, incluso, encajar el último uppercut de la chica que valía un millón de dólares. Él, con su dirección y su interpretación, hacen que el gesto de los dedos parezca una pistola humeante en busca de una historia que sólo él sabe contar. Es el final. Es la última canción. Es la última bala disparada con la tranquilidad del mejor. Es fantástica.
Y es que los hombres, cuando tienen un pie en el estribo a punto de partir hacia el ocaso definitivo de la muerte suelen mirar a su alrededor para ver qué es lo que han hecho. Walt Kowalski tiene plena conciencia de que sus hijos no le quieren, de que su mujer murió dejándolo en compañía de una perra y de unas cuantas cervezas y de que el pasado se le presenta, justiciero y rencoroso, durante todos los días de su vida. En su barrio, se siente extraño y muestra un cierto desprecio hacia todos por la sencilla razón de que nunca ha sentido el calor del cariño acariciando sus arrugas. La inmigración y las reacciones que suscita están implícitas en esta película de un alcance mucho mayor que el de una escopeta de mira telescópica y el sufrimiento de quien mata vuelve a ser, como en Sin perdón, motivación y destino de un hombre que está aterrorizado con la posibilidad de morir durmiendo.
Puede que, en un instante ajado de nuestras vidas, nos demos cuenta de que sólo hay un par de cosas que realmente nos importan. Puede que una de ellas sea un montón de chatarra lustrosa que guardamos en el garaje. Puede que otra sea el cariño que un puñado de extraños vierten como un agradecimiento que sea algo desconocido para nosotros. E incluso puede que otra sea descubrir que hay alguien que sabe y conoce los entresijos de un perdón que nunca hemos disfrutado. Y quizá seremos conscientes de que el mejor castigo es dejar que la misma vida sea la encargada de impartir justicia. De hacer que muera quien ya vivió, de dejar que se pierda quien no supo vivir y de dar una oportunidad a quien pide a gritos disfrutar de la vida.
En cualquier caso, en los rincones del alma de un viejo, hay todavía mucho amor que repartir en silencios elocuentes. Hay la capacidad de intentar un último esfuerzo de superación. Hay ironía para hacer que el declive sea más llevadero en ese desidioso torbellino de la edad que ronda la muerte. Hay todavía unas cuantas cervezas más que apurar mientras irse puede ser un último cigarrillo liado con las hebras del placer.
En esta película, hay escenas de John Ford salidas de las entrañas de un hombre que sabe mostrar, con su última obra, cuál es el auténtico mutis de los héroes, la verdadera salida de los hombres que supieron hacer cine, el atardecer teñido de sangre de una vida que ha merecido la pena aunque puede que no haya conseguido ser novia de la felicidad. Aquí, Clint Eastwood, nos maneja con esa maestría insuperable en la que sugiere y no muestra, en la que muestra y no mata, en la que revisita al director que más y mejor ha sabido ser su maestro como el tuerto genial (y, no, por mucho que digan, Eastwood aprendió la técnica pero bebe más bien poco de Don Siegel y de Sergio Leone. Él y su cine poseen el genuino sabor de Ford) y nos deja con la sensación de haber visto una gran película, de haber asistido al último cabalgar del jinete pálido, de oír el último giro del tambor del revólver de Will Munny en Sin perdón o de, incluso, encajar el último uppercut de la chica que valía un millón de dólares. Él, con su dirección y su interpretación, hacen que el gesto de los dedos parezca una pistola humeante en busca de una historia que sólo él sabe contar. Es el final. Es la última canción. Es la última bala disparada con la tranquilidad del mejor. Es fantástica.
14 comentarios:
Es usted increible, Mr Devlin. Como en tantas otras ocasiones acaba de descubrirme con sus palabras una película totalmente diferente a la que estuve viendo el otro día. Y no vea en lo que acabo de decir el más mínimo deje de ironía que creo no haber hablado más en serio en toda mi vida. Aguardaba yo el estreno de Gran Torino con una mezcla de ilusión y de cautela que ya sabe que últimamente los términos "obra maestra" y "Clint Eastwood" se suelen combinar con quizá excesiva gratuidad y ligereza, y tal y como usted y yo sabemos a estas alturas ya no hay nada - o casi nada- sagrado. Quizá lo que proceda en este momento es lanzárseme directamente a la yugular o simple y llanamente dejar de leer,; el caso es que a mi la peli me decepcionó un pelin. Para mi Clint Eastwood es un poco como los Rolling Stones - en todos los sentidos-, lleva tantos años despidiéndose de nosotros que al final es como que pierde efectividad. Y es lo que me pasa con Gran Torino, que veo demasiados tópicos y clichés. Como tantas veces me ocurre tras leerle, ahora me queda el cargo de conciencia de si no tendría un mal día cuando vi la peli.
Curiosamente esta semana me he pasado por el cine para ver Cerezos en flor, la última de Dorris Dorrie, una película que también aborda el tema de la vejez. Lógicamente, es otra guerra, cine europeo mucho más intimista y desprovisto de los ecos épicos de Eastwood que menciona. Pero la primera parte de esta pelicula - la segunda es bastante más farragosa y decae en exceso- es sumamente emotiva. Hay películas que parece que no obedecen a ningún guión, que parece que las dicta las propias leyes de la vida. Y la primera parte de Cerezos en flor responde a esto último. Se la recomiendo si es que no la ha visto.
Yo, como Dex, también fui a ver esta película con mucha ilusión. Sabía que sería su última película como actor. Me ha... encantado, emocionado,admirado y así podría seguir diciendo calificativos todos buenos. Me maravilla la gente que consigue llegar al alma y este hombre lo ha hecho. Me ha emocionado además, para nada pienso que sea más de lo mismo. Yo lo encuentro un tema muy novedoso, o al menos la manera de contarlo. Como también me parecieron novedosos los temas tratados en "Mystic River" y en "Million dolar..". Por otra parte no entiendo de cine como para saber apreciar escenas del cine de Ford, sin embargo hay escenas que me recordaron a "los puentes de Madison", como la escena en que Clint va en su camioneta y ve a la chica rodeada por aquellos tipos. La mirada es la misma mirada del Sr Kinkaid de Los puentes. Lo mismo que la escena que está en la bañera en ambas películas.
Nada más que añadir. Tan sólo decir que a este señor le sientan muy bien las camionetas y que tu, como siempre, has sabido contarnos detalles de la película con esa manera tuya tan bonita de narrar y de ver más allá.
Gema
Yo sólo puedo decir que es una película que me parece maravillosa. He leído por ahí que es una obra menor de Eastwood (término que también está últimamente muy usado y está perdiendo un tanto el sentido). Creo que la despedida del Eastwood actor es inmejorable. Él, con su interpretación, llena la pantalla por sí solo (esas miradas suplen muchas líneas de diálogo en otros directores). En mi caso, la decepción no existió. El único tópico que puedo ver en la película es argumental con ese viaje de aprendizaje que el chico inicia al lado del anciano...pero es un aprendizaje que está salpicado con brillantísimos momentos de humor y de originalidad, el viejo no le enseña otra cosa que el otro lado de una vida que el chico no conoce, la posibilidad de ver de lejos la libertad y no encerrarse en un buen montón de calles territorio de los innobles y de los que no tienen nada que decir.
Eastwood, por otra parte, da una auténtica lección de técnica. En ningún momento uno está atento a lo que hace la cámara y eso, según Orson Welles, es el mejor elogio que se le puede hacer a un director.
En cuanto a Doris Dorrie, gracias por la recomendación. La realizadora alemana es como una vieja amiga de días de universidad, pues la descubrí en aquella época mientras triunfaba con dos películas maravillosas como "Hombres, hombres" y "Dinero" y patinaba con la tragicomedia "Paraíso" y se hundía en el mercado americano con esa parodia del masculinismo que se llamó "Lo mío y yo". La tengo en la agenda para volver a verla, seguro que con una sonrisa en la boca. Ahora, también te diré algo, nadie visita los lugares comunes como Clint Eastwood.
En cuanto a su parecido con el cine de Ford, lo tenemos evidente en la llamada telefónica al hijo con los resultados del chequeo médico encima de la cama (qué maravillosa despedida sin decir adiós), o cuánta sabiduría hay en una escena de auténtico viejos camaradas como en la que le enseña al chico cómo entrar en la barbería, me recuerda a esa camaradería irlándesa de Ford capaz de hacer decir a sus actores aquel diálogo memorable de "Fort Apache" cuando descubren el contrabando de licor mientras les dicen que son cajas llenas de Biblias y el Coronel Owen Thursday le pregunta al Sargento:
- Sargento...¿qué hay en las cajas?
- Biblias, señor.
- Entonces escancieme unos versículos.
Gracias por los comentarios de ambos. Sigo creyendo que Eastwood ha entonado un estremecedor canto del cisne como actor y que, estoy seguro, me sorprenderá con la película que ya está haciendo sobre la figura de Nelson Mandela con Morgan Freeman de protagonista.
Encuentro cierta justificación en la calificación de título menor en el hecho de que aquí Clint no nos está sometiendo a juicios de valor ni a debates morales como sí hacía en Mistic River o en Million Dolar Baby. Pero vamos como ya le he comentado alguna vez a mí eso de lo del título menor me parece una chorrada como un piano.
A ver a mí el planteamiento de Eastwood me parece correcto, pero no deja de ser lo de siempre. No, ya he dejado dicho de antemano que me siento un poco bicho raro. Echo de menos por ejemplo una mayor presencia del cura joven, cuyos diálogos con Eastwood me resultaron de lo mejor de la peli. Creo que la conversión a la que se ve sometido el protagonista, que se nos presenta como el mayor hijoputa y el mayor cínico de la historia para a los 5 minutos pasar a ser un hombre íntegro, me resulta precipitada y artificial, bueno no sé si artificial es la palabra adecuada pero creo que se me entenderá lo que quiero decir. Vale, probablemente lo hace porque siente que de joven ha sido tan hijoputa como los extorsionadores contra los que ahora se coloca, pero sigue sin cuadrarme. No me llega la idea de ese hombre que después de haber tirado por la borda las relaciones con su propia familia se redime tan pronto con una familia totalmente distinta a la suya. Máxime cuando aquella, su familia, queda dibujada con cuatro brochazos gordos y cuatro líneas de guión. Máxime cuando es una falta en la que Clint reincide. Porque presentar a una familia que acude vestida de corto y de playa a visitar a su hija moribunda sólo porque les pilla de camino de Disneyworld (Million Dollar Baby) no es de recibo ni cuela por mucho último clásico vivo del cine que seas.
Es muy curiosa esa visión que tienes. Lo que a ti te parece que son cuatro brochazos a mi me parecen cuatro trazos más que suficientes para saber, sin necesidad de más, lo que ha sido la vida de esa familia. Todo el "backstory" de la película está resumida en dos escenas. Eso, a cualquier otro, le llevaría películas enteras para explicarlos. Por otro lado, a mí sí me cuela lo que dices de la familia en bañador, entre otras cosas porque es una escena explicativa y no descriptiva del por qué del camino vital que ha llevado la chica de la pelicula. No olvidemos por otro lado que sí hay juicios de valor y debates morales (los mismos, más o menos, que nos lleva a hacer en "Sin perdón") y lo que hace que la justicia sea una justicia vital. Por otro lado, la relación con la iglesia es una de las constantes de la obra de Clint y yo no creo que, de buenas a primeras, sea el mejor hombre del mundo. Va a confesarse porque va a cumplir una de las últimas voluntades de la única persona que ha amado. Creo que es la mar de coherente. Es más, es algo que ya explica en otra escena cuando dice que se casó con la mejor mujer del mundo. No ha sabido ser padre, de acuerdo. Pero los hijos tampoco han sabido ser hijos. Pero como todos los padres, creen que la culpa ha sido suya. Es evidente, has visto otra película. Y es una pena.
Se nos presenta como un hijo de puta? Em ningún momento lo catalogaría yo así. Se nos presenta como los extorsionadores a los que se enfrenta?. No sé si extorsionadores es la mejor palabra para definir a esa gentuza, pero en ningún momento tienen ni el más mínimo punto en común con Kowalski. En cuanto a le presencia del cura joven, no sé si resulta breve o no, pero se le da bastante importancia teniendo en cuenta lo poco que le importa el tema religioso al propio Kowalski. Las relaciones con su familia no pienso que se hayan tirado por la borda por culpa de Kowalski si no más bien por las perlas de hijos, nueras y nietos que le han tocado en suerte al pobre.
Ay, es que a mí me ha encantado toda la peli en sí. Sin ningún pero, lo siento.
Gema
Jejeje, la pena es que yo no he visto ni siquiera otra película...¡alto ahi!, ¿Creíais que eso iba a detenerme para opinar?...Bah , sin duda os confundiais de Carpet.
Voy a empezar por el final, voy a dar la razón a Dexter... no sobre Gran Torino...que opinar sin saber es algo que hagoa menudo pero procuro disimular mi ignorancia y esta vez se me iba a notar demasiado.
Creo que Eastwood a veces se abandona con cuatro brochazos para pintar algunos personajes que le sobran pero con los que busca cerrar cabos sueltos.
Creo que así hace con la familia de la chica del millón de dolares...pura caricatura, mezquina y maniquea...y disiento Wolf, esos personajes son pintorescos pero absolutamente irreales. Y sinceramente a mi no me parecen explicativos de la trayectoria vital de Hillary Swank, creo recordar que la chica elige dedicarse a boxear cuando tiene 30 años más o menos, lo que hace que Clint considere que a esa edad no hay ninguna posibilidad...
Se me hace dificil comprender que con una familia de dibujos animados como la que nos presenta, la muchacha acabe de independizarse, ademas,la chica tiene unos valores intrinsecos, esfuerzo, sacrificio, tesón, valor, honestidad, lealtad...que nunca pudieron ser trnsmitidos por los de Disneylandia...por tanto su trayectoria vital debió comenzar cuando salio de su orbita hace mucho ya...esa epoca que se nos niega.
Y es cierto, tambien lo de la relación con la iglesia, presenta en Million Dollar Baby también...aunque en esta pelicula me resulte ambigua e incomprensible. ¿que es aquello que motiva la presncia de Clint en la iglesia dia tras dia?, ¿Que base tiene la relacion del cura con él?, ¿Que secreto se nos oculta?...Nunca lo sabemos y por tanto, el relato para mi pierde coherencia...y las escenas de la iglesia pueden estar...pero podrían no estar, la película nada gana con ellos. Al menos así lo veo yo.
Y también sera una pena. Car.
Car, alucinarías si supieras la cantidad de hijos que hay con enormes valores que no han mamado precisamente de sus padres. En cuanto a las escenas de la iglesia que comentas en Million dolar.. yo creo que la película sí gana con ellas. En cada una de esas escenas veo a un hombre que busca paz, consuelo, alguien que le escuche. Todo eso lo encuentra el personaje de Clint cada vez que acude a la iglesia. Si no recuerdo mal a parte de con el personaje de Morgan Freeman, con el cura es con la única persona que habla abiertamente de su hija. El cura le pregunta si ha recibido cartas nuevas de ella. Suficiente motivo para que un hombre encuentre una razón por la que acudir a la iglesia.
Yo creo que esta vez has estado algo "bocas", dicho con todo el cariño que sabes que te tengo.
Gema
Yo creo que es explicativa del personaje de Hillary Swank, no porque haya decidido a independizarse, puesto que creo que es algo que ha hecho hace ya mucho tiempo, sino al hecho de dedicarse a algo que implique un esfuerzo y una autosuperación personal ante una triste realidad. Esa familia que se dibuja en "Million dolar Baby" es real porque yo ya la he conocido.
En cuanto a lo de la iglesia...yo creo en parte lo que dice Gema, tanto en esa película como en "Gran Torino" Eastwood es consciente de que la iglesia no es capaz de otorgarle más consuelo que el de escuchar. Que no es un lugar de soluciones sino de lamentos o de descripciones. No todo lo que transmiten los padres es heredado por los hijos. Mi hijo dibuja dinosaurios como si fuera Van Gogh, yo dibujo igual que un niño de seis años que son los que él tiene. Te aseguro que no ha habido transmisión en eso. Eso sí que es una visión algo maniquea. ¿De verdad es un secreto los motivos de la ausencia de relación entre el personaje de Clint Eastwood y su hija? Yo creo que más bien nos estamos acostumbrando a las cosas bien cerraditas y bien explicaditas que nos condena el cine de hoy en día.
Lo siento, estoy de acuerdo con Gema: "Gran Torino" es una gran película. Me apuesto diez mil millones de dólares a que dentro de poco habrá una crítica por ahí diciendo que es bastante mediocre. Como que me llamo César.
A ver, yo estoy seguro que "Gran Torino" es una gran película, no se me ocurre dudar de ello ni siquiera desde la ignorancia donde vivo de forma habitual. Sólo el nombre de Clint es garantia para saber que estoy ante una obra que no encontraré facilmente. No creo ni que Dex, dude de eso.
Otra cosa es que, lastima pero asi lo vemos algunos, a veces no lo haga todo perfecto.
Ya dije hace tiempo que a mi "Million Dollar Baby" no me termina de parecer la gran película que dicen todos por que veo algunos fallos en su estructura que no aprecio en otras obras de Eastwood, esto no quiere decir que diga que es mala (que nos vamos a los extremos con mucha facilidad), al contrario me parece muy buena, pero no tanto como se dice. Es una opinión seguramente errada pero así son mis opiniones la mayoria de las veces.
Y ahora por partes, afirmo que los valotres de los hijos son transmitidos por gente que le influye enormemente cuando son niños (hablo de valores, no de capacidades, ni siquierea pictoricas, Wolf), en general los valores son transmitidos por la familia y dibujos animados al margen, de una familia con la que se nos presenta en la película sólo puede salir un ser asocial, mezquino y egoista. Si sale otra cosa, como ese conjunto de virtudes intrinsecas que representa la Swank es porque su circulo de influencia no fue su familia sino otra cosa. Mis valores, los de Gema, los de Dex y los de Wolf provienen en gran medida de nuestros padres, nos gustará o no pero es así, tambien parte de nuestras miserias. Puede haber habido alguna otra influencia que haya contribuido a formar para mejor o para peor los rasgos de nuestro caracter.
La familia de Disneylandia puede ser real, pero no es real que tuvieran esa hija.
Dejaré de lado el comentario sobre mi supuesta actitud acomodaticia ante el filme y mi necesidad de que me den las cosas "cerraditas". Yo no conozco los motivos de la falta de relación entre Clint y su hija, no se comenta, ni se da pistas sobre ello en toda la película. Es Eastwood, no yo, el que trata ese tema como un secreto, como un tabú. De hecho, esas conversaciones con el cura abundan en ello, tal vez porque precisamente lo que quiera hacer Eastwood es incidir más en lo que Swank significa de nueva oportunidad que en explicar porqué perdió la primera. No obstante y como forma parte de la película a mi me parece un recurso erroneo.
Lo que si es un tema recurrente en el cine de Eastwood es el problema de la relación padre-hijos. En muchismas de sus películas la relación con los hijos es anormal, fallida o hasta terrible. Genrealmente en sus películas se da una mejor relación paterno-filial con personajes ajenos. En "Un mundo perfecto" el padre del crio es un tirano maltratador mientras que Kevin Costner es casi un padre adorable y perfecto. En "Million Dollar Baby" ni él ni Swank tienen una familia ideal y cubren ambos las ausencias del otro, Clint de padre protector, Swank de hija protegida. En "Los puentes de Madison" el hijo egoista no estaba dispuesto a admitir aquello que hacía feliz a su madre. Sólo en "Mystic River" acierto a encontrar una relación de cariño y camaradería entre padres e hijos ( No he visto "El Intercambio" tampoco) más entre Tim Robbins y su crio que en el de Sean Penn.
En fin, disentir es que algo nos hace sentir, ¿o no?.
Abrazos, Car.
Yo no he dicho en ningún momento que Gran Torino sea una película mala, he dicho simplemente que me decepcionó. Sospecho, querido Wally, que a ti también te gustará y que el dibujo de la familia que se hace aquí te parecerá menos "grotesco" que el que te pareció que se hacía en Million Dolar Baby, entre otras cosas porque es mucho más sutil. Pero aún con todo a mi me resulta insuficiente. Siempre creo que uno de los puntos flojos de la obra de Clint- na, que he visto que me ha salido un defensor y me he venido arriba- son sus retratos de familia. No en el caso de Mistic River, claro, donde la familia parece ser el foco principal de la trama. Pero por poner un pero a esa maravilla que es Los puentes de Madison - que ya ciertamente es ir a mala ostia y ejercer de abogado del diablo a base de bien- si hay algunos personajes que cojean son precisamente los de los hijos.
En ningún momento yo he llegado a decir que todo lo que ha hecho Clint Eastwood es perfecto. Es más, estoy bastante de acuerdo en el comentario de Dexter al respecto de los hijos en "Los puentes de Madison" (le hubiera quedado una película redonda si quita toda la parte de los hijos). Tampoco creo que "El jinete pálido" sea una obra suma y, desde luego, "Deuda de sangre", a pesar de ser una película muy correcta, no es para nada una gran película, como tampoco lo es "El intercambio".
No creo para nada que los retratos familiares de Clint sean casuales o despachados fácilmente cuando es causa de una de sus preocupaciones fundamentales. Conozco a hijos honrados que actúan contra sus padres simplemente porque no han sido queridos, conozco a hijos que han intentando comprar una casa a sus padres y el pago que han recibido ha sido un "vaya, ya me has fastidiado la subvención del piso de protección oficial". Conozco padres de muchas clases y sé que la individualidad existe porque es así. Mi hijo me ha pedido hoy dinero para colaborar en un proyecto que están haciendo en el colegio para construir una escuela en Angola. Me ha dicho con estas palabras:
"Dame diez euros y yo pongo algo de mi hucha".
Por supuesto, no ha puesto nada de su hucha y se lo he dado, pero yo no he hecho nada así en mi vida.
Si en "Gran Torino" he de poner un pero es que en ningún momento se nos da a entender la relación de él con el hijo mayor pero con el hijo menor...En un momento dado, el hijo le dice: "Hola, papá...Soy Mitch, tu hijo favorito". Y es así. Él ha sido su hijo favorito. Ha habido una cierta conexión entre ellos porque además es a él a quien llama cuando tiene el resultado de los análisis. ¿Qué es lo que les separa? Para mí es muy evidente: la nuera. Y en ningún momento se explica este entramado de relaciones, sólo se da a entender.
En "Million dolar baby", la familia está desestructurada, sobreviven gracias a la caradura, se arrastran y se humillan sin importar nada. Resulta que una de las hijas se da cuenta de que no debe ser así y que aquel ambiente la convertirá en uno de ellos y se va. Para trabajar de camarera o de lo que haga falta. Y sólo se le ocurre dar golpes contra un saco porque eso la desahoga y la hace sudar, y la hace recordar todos los golpes que ha recibido de una familia que, sencillamente, no le ha transmitido el valor del cariño. Mi abuelo no transmitió el valor del cariño a mi madre. Era un hombre violento, falto de ciertos escrúpulos, con síntomas clarísimos de esquizofrenia. Mi abuela hacía siempre lo que él decía por temor a que volase una ostia. Mi madre me ha dado a mí cariño hasta decir basta. ¿El cariño no es un valor?.
Creo que uno de los pivotes en los que gira toda la obra de Clint es la búsqueda de la felicidad. Swank la busca y el entrenador, también. De hecho cuando ella ya no está él regreso al lugar donde degustó esos pedazos de felicidad que su hija también le negó. En "Gran Torino", su personaje intenta irse con un poco de felicidad porque sabe que jamás ha sido feliz siendo como ha sido. En "Mystic River", el personaje de Tim Robbins jamás podrá ser feliz, el de Penn tampoco aunque crea que sí. El de Bacon, sí. Kevin Costner busca la felicidad en Alaska y la encuentra en un prado mientras se desangra porque ya ha llegado.
Sí, disentir también es sentir.
Respetando todos los puntos de vista, permítanme dar el mío sin querer menospreciar ninguno.
Soy del grupo que opina que es una obra que no está a la altura de los grandes Eastwood, pero que por ser uno de sus registros mas divertidos.. merece ser vista.
Creo que los personajes están fatalmente trabajados, no me parecen creibles algunos giros tan radicales de comportamiento.... el guión es previsible y algunas situaciones muy forzadas.
Hay algunos elementos que me sobran (la historia del coche es super secundaria...) y otros a los que creo que no se les saca partido (el tema del veterano de guerra herido mas en la vida que en batalla, las relaciones familiares deterioradas y que en algún momento de la película están demasiado caricaturizadas...)
Sobre la versión doblada... es horripilante (menos Constantino Romero que está como siempre excepcional)
Aun así, hay escenas geniales como la de la barbería donde Eastwood demuestra que cuando quiere... puede y tiene.
Otro elemento que me parece excepcional es la banda sonora,me gusta mucho.
Bendito el cine que nos permite discrepar sobre mismos temas.
Saludos afectuosos.
Yo creo que el olvido del coche como elemento principal es algo deliberado por parte de Eastwood. Es evidente que hay una transposición del "Gran Torino" con respecto al personaje que él mismo representa. Un cochazo, de mecánica perfecta, irrepetible, pero que apenas se usa porque está en una época que no le pertenece.
Por otro lado, me parece que su propio personaje está perfectamente definido, sobre todo en lo que se refiere a su relación con todos los personajes que le rodean. No ha habido relación con el hijo mayor. Con el hijo menor sí la ha habido (no olvidemos que le elige a él para, de alguna manera, despedirse) pero se ha estropeado claramente por culpa de la nuera. Su relación (y la propia de Eastwood) con la iglesia es la de un hombre al que le gustaría creer pero que no cree y, sin embargo, se ve empujado a creer. No olvidemos que es un tema recurrente en su cine, tanto en "El jinete pálido" como en "Million Dollar Baby" aparece el elemento religioso como parte fundamental.
Eso sí, estoy de acuerdo con el doblaje, sobre todo en lo que se refiere a la familia que vive al lado de él, terrible y espantoso.
Bendito el cine que es capaz de tener tantas visiones como miradas.
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