viernes, 22 de noviembre de 2013

MALAVITA (2013), de Luc Besson

La discreción no es una palabra ni un concepto que vaya demasiado emparejada a una buena y tradicional familia de la Mafia neoyorquina. Tienen sus debilidades, pobrecillos. Desean también alcanzar sus cinco minutos de fama honesta, salir con chicos que tienen la normalidad escrita en sus gafas y, al fin y al cabo, valerse por sí mismos dentro de una vida en la que deben permanecer en permanente vigilancia ya que están acogidos al programa de protección de testigos del F.B.I. Pero, claro, estar en esa situación requiere pasar desapercibidos, no llamar la atención, ser unos buenos ciudadanos, respetuosos con sus vecinos y nada, nada, nada problemáticos. Y va a ser que es difícil.
El enfrentamiento entre el deseo de la normalidad y comportarse en un ambiente de violencia que es el único que ha conocido esta familia tradicional mafio-americana es el motivo más importante de esta película. Es un punto de vista divertido e interesante pero tiene un enorme problema. Una vez puestos en contra los opuestos estilos de vida de una gente que no sabe lo que es comportarse de forma normal aunque deseen integrarse en la vida cotidiana de un pequeño pueblo francés de Normandía, no hay nada más. Es un chiste alargado, salpicado con las consabidas dosis de violencia brutal para hacer que el chiste sea negro y perplejo pero nada más. Y es, al fin y al cabo, vivir teniendo en la vecindad a una familia en la que el verbo “matar” se conjuga siempre en presente, es un tanto complicado.
Dentro de la película está Robert de Niro y, sinceramente, no importa cuántas veces hemos visto esa mirada. Sigue dando miedo. Sigue siendo una mirada que no se olvida. También acompaña Michelle Pfeiffer, brillante siendo la chica del gángster, que luego se convirtió en la mujer del gángster para acabar siendo la esposa del huido. Y esos son los mayores activos de la historia. Su atractivo es tan magnético que, sencillamente, la película deja de tener el poco interés que tiene cuando ellos no están. Tommy Lee Jones hace lo que puede para darle una réplica adecuada a de Niro, y lo hace bien. Pero es que no hay historia, es solo un planteamiento que sigue y sigue, que hace gracia los primeros veinte minutos pero que se queda solo en eso, en una prometedora comedia negra que, en manos de un guionista con ideas y de un director con más sentido del humor y menos efectismo, se hubiera convertido en algo digno de recordar.
Así que tengan cuidado con sus nuevos vecinos. No se sabe de dónde pueden venir. No se fíen si, para integrarse en el vecindario, dan una barbacoa en su jardín y les hinchan a coca-cola y bollitos. Quizá tengan un pasado del que huir y que no les gustaría nada descubrir. Si además de todo eso, tienen un dudoso gusto de vestir relajadamente (los chándales son una buena pista), corran y no paren hasta la frontera más próxima. Lo más probable es que haya unos cuantos cadáveres en la propiedad, algún arma que otra que huele a pólvora reciente, un olor a pasta con ajo que tira para atrás y, sin duda, algunos comportamientos extraños en los hijos, como no tomándose demasiado en serio la posibilidad de asumir que la rutina está ahí mismo, al alcance de la mano, que basta con no hacer comentarios, ni ofenderse demasiado por una tocada de narices a destiempo. Eso le pasa a todo el resto de la Humanidad y no se lían a pegar tiros, a arrastrar a gente con los coches, a sumergir cabezas en ácidos corrosivos ni nada de eso. Tal vez, incluso, haya gente normal que se dedique a escribir, a comprar y a ir al colegio. Es la vida y es lo que toca. Ah, y la confirmación de lo que son la tendrán si esos nuevos vecinos se van enseguida. Poco duran en el barrio. Creo que, en el fondo, no pueden vivir con tanto chismorreo a su alrededor. La mala vida ha calado hondo en todos ellos. Incluso en los chicos. Y algo raro tenían ¿verdad? Sobre todo cuando pasaban cosas tan extrañas en las esquinas de un barrio tan pacífico.

4 comentarios:

dexterzgz dijo...

"se queda solo en eso, en una prometedora comedia negra que, en manos de un guionista con ideas y de un director con más sentido del humor y menos efectismo, se hubiera convertido en algo digno de recordar"

¿Los Coen?

Abrazos interrogativos

César Bardés dijo...

Pues sí, los Coen mismamente, le hubiesen dado el aire que hacía falta y la progresión narrativa que le falta a toda la historia. Además cuadra bastante con esa idea de los Coen de contarte una comedia y luego dejarte con la sonrisa helada por una explosión inesperada de violencia. Solo que en manos de Besson, la violencia la ves venir, se convierte en algo muy previsible cuando debería ser algo muy chocante en medio de un pueblecito normal, que tiene una vida normal y que, por sus calles, no hay más que aburrimiento.
Lo que es de extrañar es que Scorsese se meta a financiar esto para Besson. La verdad, no le pega ni un poquito.
Abrazos aclaratorios.

CARPET_WALLY dijo...

Pues por lo que cuentas, veo tristemente que cada vez más veces tenemos películas que, con un buen punto de partida, se quedan en nada por no desarrollarse la idea inicial. Como si las prisas que nos aprietan llevasen a que no se trabajen adecuadamente los guiones y se dilapiden las premisas originales. Con esos mimbres se podía haber conseguido incluso una buena serie de televisión y tal vez si el guión se hubiese llevado a una productora de tele, habríamos tenido algo mejor. Hay que reconocer que ahora mismo hay casi más talento en la pequeña pantalla que en la grande, que juegan a otra liga y que los tiempos son distintos y no peores.

El otro día escuchaba en la radio a proposito de la adaptación de Spielberg de la premiada serie española "Pulseras rojas" que las primeras conversaciones para los derechos USa de la serie comenzaron a principios de año y que ahora estaban en la productora americana estableciendo el planning del proyecto, para comenzar a trabajar los guiones a finales de enero y finalmente estrenar a finales del 14 o principios del 15. Vsiteme despacio que tengo prisa,un buen metodo cuando quieres hacer algo de calidad.

Jejeje, en cuanto al recorrido de la Pfeiffer, no sabía si te referias a la peli o a su carrera. De chica del gangster en "El precio del poder" a mujer del gangster, en este caso viuda , en "Casada con todos", hasta esta esposa del huido....que grande es.

Abrazos admirativos

César Bardés dijo...

Pues sí, es triste pero es así. El formato televisivo está siendo más talentoso sin llegar a ser genial, en mi humilde opinión. De ahí el encumbramiento de gente como J.J. Abrams y demás. Desde luego, este "Malavita" parece hecho con prisas, con un punto de partida que convenció a Scorsese de primeras y que luego se ha desarrollado de aquella manera.
Bien por la Pfeiffer ¿no? Una chica que no ha conseguido tener una madurez muy brillante a pesar de ser una de las grandes estrellas que iluminaron nuestra juventud.
Abrazos agradecidos.