viernes, 27 de mayo de 2016

CORTINA RASGADA (1966), de Alfred Hitchcock

El frío azota porque las calderas están averiadas y no hay nada como la compañía de quien amas para que el calor sea una realidad. El vacío se abre más allá del océano de las sábanas, con sus olas de embozo y la espuma de los besos. Sin embargo, los viajes acaban allí donde las ilusiones se rompen porque una traición no es fácil de asimilar. Y más aún porque, detrás de todo, está el fracaso como motor impulsor. ¿Se pueden cambiar los sentimientos hacia alguien porque traicione a su país? No si el auténtico amor es la incógnita de la fórmula. Tal vez se quieren pasar todas las penalidades, sean cuales sean, a pesar de que se sabe que la relación estará condenada de antemano. Sin embargo, hay algo, un instinto…un instinto de mujer que dice que detrás de esa traición hay alguna verdad escondida, algún síntoma inequívoco de que todo es una farsa, de que la duda estará ahí pero no puede ser tan auténtica.
Y es que el telón de acero tiene esas cosas. Es imposible de rasgar por alguien que deserta voluntariamente desde el infierno capitalista al paraíso comunista. Nadie va en esa dirección. El tráfico va al contrario. Y si alguien lo hace, es porque cree en lo que hace. Tan cierto como que pi=3,14159.
Arrebatar la vida a un hombre no es tan fácil como se puede llegar a creer. Es posible que haya que forcejear hasta la exasperación, que haya que matarle varias veces para que no quede ningún hálito de vida, que haya que enfrentarse con sus fríos ojos de tiburón condenado para que todo movimiento salga despedido de su cuerpo. La muerte siempre se hace de rogar y no suele aparece de repente para ahogar los sufrimientos. El telón de acero es el escenario perfecto para ahogar, para remachar, para clavar y para asesinar porque es tan grueso que nadie puede ver a través de sus cortinajes por mucho que haya alguien que intente rasgarlo como sea.

Quizá esta sea la última gran película de Alfred Hitchcock, la que tiene ese sello tan personal de que todo es falso y, no obstante, tan tenso. Todo lo que hizo después fue un error o, simplemente, una consecuencia de los tiempos que se apresuraban en enterrar a los maestros que más nos habían enseñado a ver cine. Tuvo muchos problemas en el rodaje con Paul Newman, un actor que jamás aceptó que algunos directores solo quisieran que pusiera su maravillosa cara sin nada detrás, y aún así Hitchcock sabía muy bien lo que quería porque el personaje de ese científico que aparentemente deserta para hacerse con una fórmula secreta es encantador, práctico, arrojado, secreto, enamorado, despegado, entregado, torpe, violento, inteligente, gris, sufridor, contenido, divertido, aventurero, perfecto, íntimo, eficiente, tramposo e inútil. Y todo ello en la misma película. No está mal para un actor al que Hitchcock solo le pedía que pusiera la cara. Por lo demás, siempre hay que prepararse para ver esta película. No se puede dejar de tener la impresión de que la cortina que esconde un raimiento en realidad es una tela de araña que destaca por su agobio. Y si no, viajen en autobús.

8 comentarios:

dexterzgz dijo...

Es una película estupenda pero no estoy de acuerdo en que sea la última gran película del tito Alfredo. Luego hará "Frenesí" que para mí es un título muy a reivindicar.

Bien es cierto que quizá el Hitch setentero es muy distinto al Hitch de su época dorada, el que hace bueno el apelativo de mago (lo de "del suspense" es una coletilla que se puede añadir después). Ese que no importa las veces que veas una película suya que siempre aprendes cosas, ese que con sus artificios y falsedades consigue siempre atraparte a sus historias. No sé si será por los problemas que tuvo con el dire o con que la química con la Andrews no termina de cuajar del todo, es un título que suele olvidarse al repasar los títulos punteros de la filmografía de Paul. Escenas inolvidables como la de la cabaña o la huida en los contenedores.

Abrazos con pala

CARPET_WALLY dijo...

Me sorprende lo que cuentas de Newman porque efectivamente es en esta película mucho más que una cara, de hecho hay veces que podría haber sido Grant, aunque aquí Paul le da un aire más campechano y menos elegante o una elegancia más del pueblo si se me permite la "impresión". Y sobre todo porque recuerda un poco al Newman de "El premio" de Robson, aunque con Hiitchcock no sea nada frívolo, pero si tito Alfred ya le vio allí se daría cuenta de que era el actor perfecto para el papel. No tanto Julie Andrews que sin estar mal queda lejos de las heroinas del mago.

Tiene algo esta película, que no suele incluirse en la lista de las mejores de Hitch que a mi me engancha desde el minuto uno. Y es que a mi me parece una de las mas perfectas muestras de su sentido de hacer cine, de manejar la tensión, de no dar descanso a la angustia, del uso del Mcguffin...Da igual que pueda ser una patraña patriótica en tiempos de la Guerra Fria, da lo mismo que sume cúmulos de inverosimilitudes, lo que importa es que nos obliga a acompañar a la pareja y nos hace vivir sus miedos y sus soluciones. A mi particularmente es una de las que más me gustan del tito Alfred.

Lo del autobus es verdaderamente increíble, tantas veces intentado imitar y quedandose en pañales frente al maestro. Y la escena de Gromek uno de los momentos más brutales que yo recuerdo. Hay si que hay veracidad para que luego se quejen los que critican los errores de credibilidad. Matar a alguien no es nada fácil.

Abrazos desde el teatro

CARPET_WALLY dijo...

Hay...Ahí...ay, ay ay...

César Bardés dijo...

Mira, Dex, que casualmente me acaban de decir lo mismo vía twitter, que habría que poner a "Frenesí" entre las mejores obras del maestro. Te voy a contestar lo mismo que le he dicho al seguidor y es que a mí "Frenesí" me parece una buena película pero no me parece una gran película ni de lejos. Me parece más casera, con el atractivo bastante menor de un reparto regularcillo, volviendo a un Londres retratado con cierta poca gracia...ahora bien, sin duda, siempre he dicho que tiene uno de los mejores planos de toda la carrera de Hitch y es el momento en que el asesino se encierra en su casa con la víctima y Hitch hace que cierren la puerta, la cámara retrocede y retrocede, baja por la escalera y sale a la calle donde hay una ciudad en pleno bullicio de mercado, como no dándose cuenta de la gran tragedia que se está produciendo en el primer piso de una casa que está allí mismo.
Es cierto que yo no diría que "Cortina rasgada" es un peliculón pero está muy cerca de conseguirlo. A mí sí me encanta Paul Newman en esta película (parece ser que en la escena del restaurante de Estocolmo Newman casi llega a las manos con Hitch porque hay mucho detrás del personaje y el director no le dejaba mostrarlo. No es de extrañar la actitud de "tú solo pon la cara" porque está muy relacionado con el auténtico sentido de la frase "los actores son como ganado" y es más, Hitch siempre tuvo problemas con los actores del Método porque con Monty Clift tampoco hubo sintonía en "Yo confieso"). Julie Andrews creo que tiene un papel menos agradecido (es legendario también que Hitch comenzó a ser abandonado por los buenos actores. Desestimada Tippi Hedren -que no quiso volver a trabajar con él- lo intentó tímidamente con Grace Kelly otra vez y no hubo manera. Aceptó la opción Andrews debido a que ella acababa de ganar el Oscar y eso tenía tirón comercial, ya sabéis que Hitch no quitaba el ojo de la taquilla nunca) y quizá por eso está en un tono marcadamente gris. Creo que la película maneja el suspense extraordinariamente bien, que lo del autobús es una obra maestra dentro de la película al igual que la muerte de Gromek (quería demostrar lo difícil que es matar a un ser humano). Yo sí tengo presente este título en la filmografía de Newman, me parece que hace un estupendo trabajo y que, incluso me da a mí, que sin decir nada al maestro algo pensaba mientras ponía la cara. Vale, quizá el final, con la huida con los del teatro, las cestas y todo eso no es que sea de lo mejor de Hitch pero cada vez que la veo no puedo dejar de sentir que me lo he pasado muy, muy bien.
Abrazos desde la pizarra.

CARPET_WALLY dijo...

Y tanto que miraba a la taquilla, si algo se puede decir es que Newman no da el pego como científico de alto standing, demasiado guapo, mucho más para traicionar a su país. No obstante lo que yo queria decir con lo de la sorpresa es que yo creo que Paul no sólo pone cara, sino que interpreta y que eso le hace mucho bien a la película.

Lo del teatro y las cestas quizá sea un final algo precipitado, pero cuela en el tono del film. Sobre todo lo del teatro y el fuego, una solución muy Hitch a un problema irresoluble.

En cuanto a "Frenesí", aun dandote la razón en los actores reguleros y el Londres chapucerillo, pienso como Dex en que es un título notable, no sólo por la magnífica escena que relatas, ni por la famosa del camión de patatas (puro Hitch) si no porque vuelve a su obsesión con lo del falso culpable y te mantiene el interés con mucha facilidad...Lo cierto es que aun en películas no redondas como "Topaz" encontramos tantas cosas buenas (esa muerte de Juanita) en Hitch que cualquier película está a un altura que muy pocos son caapces de alcanzar.

Abrazos pintando pi en el suelo



César Bardés dijo...

A ver, si yo no digo que "Frenesí" sea una mala película, ni mucho menos. Lo que yo digo es que no la calificaría de "gran película" como sí lo haría con "Cortina rasgada" (que habitualmente no es considerada tampoco como tal). Es que "Cortina rasgada" no es una obra maestra pero a mí me parece que está al borde de serlo.
Por otro lado, tus consideraciones acertadas, por supuesto. Newman beneficia a la película con su actuación y quizá sea, sobre todo, demasiado joven para ser un eminencia en Física pero Hitch no engaña en cuanto al personaje. Desde el principio tienes la certeza como espectador de que Newman no va a traicionar al país. Lo que no se sabe es por qué hace lo que hace y ahí está uno de los puntos fuertes de la película.
Claro que estoy de acuerdo contigo en una cosa, en Hitch cualquier cosa, cualquier detalle, cualquier mínimo resquicio de su genialidad está a una altura que muy pocos son capaces de alcanzar. Probablemente si una película como "Topaz" en lugar de estar firmada por Alfred Hitchcock, lo estuviera por el propio Mark Robson, la salvaríamos como una película que no está nada mal, etcétera. Es más, te voy a decir algo que hasta puede sonar a sacrilegio. Los primeros compases de "Topaz" me parecen absolutamente geniales (y la introducción del florista negro en el hotel de los cubanos, una pasada). Luego creo que la historia se pierde un poco, y el final chapucero es impropio de Hitch que simplemente no supo cómo resolver el problema. Pero la muerte de Juanita, efectivamente, es alucinante y hay momentos de un suspense tremendo. Nuevamente no pudo contar con el "casting" que quería porque en lugar del soso de Frederick Stafford quiso a Connery, con el que había quedado encantado en "Marnie" pero no le dejaron que 007 se mezclara en otra película de espías porque la gente esperaría lo que no es. Una tontería más de los que manejaban la pasta.
Abrazos con la cabeza en el horno.

dexterzgz dijo...

De hecho, creo que en "Frenesí" también quería a Caine y al final no pudo ser. A mí lo que me parece prodigioso de "Topaz" es que no es una película de espías al uso, de esas que acaban siendo una ensalada de nombres y al final te pierdes. Es una película de Hitchcok, con planos que sólo pueden ser de él, incluso casi te diría que tiene el tono y el color especial de las películas del Hitch glorioso de la década anterior. Escenas magistrales como la de Juanita (que tanto recuerda a esa otra muerte vista desde los cristales de las gafas de "Extraños en un tren") o la escena en la que Noiret se delata ante sus "compañeros". Y decían que era tramposo y que no era verosímil ¿y eso, a quién carajo le importa?.

Abrazos gritando ¡fuego¡

César Bardés dijo...

Sinceramente, creo que "Frenesí" hubiera ganado bastante con Caine porque hubiera sido la mezcla perfecta de ese asesino que atrae pero que a la vez inspira un sentimiento de rechazo, mucho más que el que fue que inspira más rechazo que atracción. Estoy totalmente de acuerdo con el color de "Topaz" y que quiere seguir el tono de otras de sus películas, yo creo que el gran problema de esa película es que no sabían cómo concluirla y que Hitchcock no supo resolverlo, acaba de forma muy, muy chapucera, más propia de un principiante que de un maestro.
Estoy de acuerdo en que no ser verosímil no siempre es determinante, siempre y cuando las reglas del juego que nos imponga el director sean creíbles y entren bien. Eso, Hitch lo sabía hacer como nadie.
Abrazos desde la librería.