Supongamos por un instante que nos miramos a un espejo y lo que nos devuelve el reflejo es una descripción exacta de todas las maldades que habitan en nuestro interior. El horror se apoderaría de nosotros con absoluta certeza, asustados de lo que habríamos visto, incrédulos ante tal corrupción, atónitos ante tal podredumbre de alma. Volveríamos, con toda seguridad, los ojos para no volver a ver al asesino que vive dentro de todos nosotros, como diría Jim Thompson, y ser presa de la facilidad con que ponemos en marcha manipulaciones, ambiciones y crueldades. Sería, posiblemente, la peor de nuestras pesadillas vista con sólo un cristal de por medio.
Por otro lado, sigamos suponiendo que somos unos seres abyectos, sedientos de sangre, sin remordimiento, ni conciencia y nos asomamos de nuevo a ese espejo. Esta vez lo que se nos devuelve es un retrato de esa inocencia que también respira en todos nosotros, de una bondad a la que hemos convertido inconscientemente en enemiga a batir. Pero, en esta ocasión, no querríamos volver la vista para no vernos más. Nuestra propia maldad nos empujaría a destrozar el cristal en el que nos estamos viendo.
Y es que, a veces, la justicia es tan ciega que beneficia al culpable y castiga al inocente. Cuando dos personas son igualmente sospechosas de haber participado en un asesinato, lo justo es poner en libertad a las dos y cerrar el caso. Sólo hay una delatora posible. Sólo hay una traidora en el entramado de las conductas. Se llama mente.
Robert Siodmak, uno de esos grandísimos directores que hicieron una extraordinaria serie de películas negras en los años 40, es quien firma este melodrama psicológico-criminal que pone los pelos de punta si recordamos las múltiples aristas que conforman cualquier personalidad que nos rodea. Puede que, un día, una mañana de sol y cielo azul nos parezca hermosa y al borde de la promesa. Puede que otro, esa misma mañana de sol y cielo azul se nos antoje como un feo augurio de la silla eléctrica. Ejemplo tosco para diferenciar todo lo bueno y todo lo malo que hay en nosotros pero, sin duda, hay algo de verdad en ello.
Y para hacer que todo sea más real, más cercano a ese filo cortante al que no nos queremos acercar, hay un actor investigando el enredo, tan seguro y brillante que no deja resquicios a la duda como Thomas Mitchell y una actriz que, aquí, se desdobla y se duplica, se dispara en los registros y se hace creíble en todos ellos como Olivia de Havilland haciendo que el estudio de las personalidades sea algo tan fascinante que nos dan ganas de conocer personalmente a sus personajes y sentir directamente sus acciones y sus reacciones, más que nada para comprobar si nuestra percepción de la gente es acertada o, como suele, es errónea. El caso es que es mejor no apartar la vista del espejo. Vale más aguantar la imagen que devuelve. Sea cual sea. Puede que la mirada sea la respuesta a todas las preguntas y podamos por fin saber qué es lo que se esconde tras nuestra fachada de bondad…o de perversidad. Pregunten al de al lado y táchese lo que no proceda.
Quiero invitar a todos los que visitáis esta página a que oigáis la tertulia de la que gustosamente formé parte en el programa "Conversacines" de Radiópolis Sevilla que podéis disfrutar en la web de www.conversacines.blogspot.com a propósito de la película "Doctor Zhivago". Para mí ha sido un placer y un privilegio compartir micrófono con todos los que allí estaban. Todo mi afecto para ellos y gracias.
10 comentarios:
¿Qué?
¿Cuándo has ido tú a Sevilla?
¿Cómo te encontró este programa?
¿De dónde viene tu relación directa con el fútbol?
Bueno, a Sevilla no he tenido que ir porque ha bastado el teléfono para participar en la tertulia (con la dificultad que eso conlleva). El caso es que estuve allí entre ellos y fue una maravillosa delicia. Este programa me ha encontrado gracias a este blog, del cual se han hecho lectores habituales, de lo cual estoy profundamente agradecido, y ha habido siempre una rara y cariñosa conexión entre ellos y yo que, de momento, ha dado lugar a esta tertulia que merece mucho la pena.
Mi relación directa con el fútbol es algo absolutamente casual que me sirvió mucho en determinada época de mi vida hasta que mis padres, tan pragmáticos ellos, me dieron a elegir entre seguir haciendo el tonto dándole patadas a un balón que parecía tener incluso algún futuro o estudiar la carrera. Evidentemente, elegí la segunda opción aunque muchas veces me pregunto si no hice mal y si tendría que haber elegido la primera. Tal vez hubiera merecido la pena. En todo caso, no viene al asunto y ya te lo explicaré sin necesidad de ponerlo todo aquí porque me van a acusar de mentiroso y de molón.
Bueno, pues España en la Final... y tú diciendo que si era 4ª se diera con un canto en los dientes...¡hombre de poca fe!, ¡bien sabía yo que sí!, hasta predije el España-Holanda antes de que Holanda jugara la semi...
Pero me temo que lo mío, más que conocimientos futboleros, sea brujería.
¿En qué equipo jugabas?
Luego escucho la tertulia, a ver si encuentro los auriculares que alguien debió de llevarse de mi mesa, y hasta hoy..... Y qué fuerte, César, estás de un imparable.... Hay gente que, haga lo que haga, lo hace bien; y ése es tu caso.
Joé, aparecer en el Blog de César es todo un lujo para nuestros ojos.
El honor ha sido todo nuestro César, no todos los días se tiene la oportunidad de escuchar a una voz tan autorizada en esto del cine como la tuya.
Solo lamento lo corto que se hace, y no poder tener mas tiempo para dedicarle a un pedazo de película como esta. Se quedaron muchas cosas en el tintero. (Te confieso que hasta estamos pensando en hacer un conversacines Dr Zhivago 2).
Otra confesión, estaba muy nervioso. Por intentar que estuvieses a gusto, y lograr que la distancia telefónica no fuese tal.
Gracias por ser como eres, por aportar tanto a gente como los lectores de este blog y por ser alguien tan llano y accesible.
Un placer ENORME.
Pd: La otra película de mi vida gracias a tu blog era "Remordimiento" de Lubistch. (que no la dije en antena)
No suelo ser hombre de poca fe, todo lo contrario. Deseo que España sea campeona y dí un bote en el sofá cuando Puyol metió ese cabezazo de raza. Teniendo en cuenta que España realizó un gran partido y sin quitar ni uno sólo de sus méritos, a mí lo que me parece es que Joachim Löw y su selección cometieron un suicidio táctico al limitarse a esperar a España cuando somos un equipo que lo suele pasar bastante mal cuando no tiene el balón. Renunciaron a su juego por precaución y salieron muy escaldados. Si Holanda hace lo mismo, cometerá exactamente otro error y perderá. Hay que ir a por la caza y no dejar que ella venga a ti.
En cuanto a lo del equipo ya te lo diré en privado y te cuento toda la historia si quieres. De momento, sólo quédate con que jugué bastante y lo hice aceptablemente porque querían que siguiese. Lo que pasa es que el precio era demasiado alto.
Espero que disfrutes con una tertulia tan agradable, una verdadera gozada.
Hola, Chus:
No es ningún honor, es la verdad. Y yo, por mi parte, te confieso que estuve muy a gusto, que, de verdad, casi no puedo imaginar lo que debe ser charlar con vosotros a micrófono cerrado y con unas cervezas porque no puedo imaginar más comodidad, hiciste (o mejor dicho y no quiero quitar mérito a nadie) hicísteis que me sintiera allí mismo entre vosotros y aunque no ha sido mi primera experiencia en radio (lo que ayudó en mucho a mi natural timidez) pues colaboré con Onda Cero hace ya unos cuantos años para retransmitir dos años seguidos la ceremonia de entrega de los Oscars junto a Fernando Echevarría, Ángela Beato y mi buen amigo Arturo González-Campos y eso ayuda a medir un poco los tiempos porque eso es lo más difícil en una conversación telefónica porque no se sabe muy bien cuándo intervenir al eliminar la presencia física.
En todo caso, la experiencia y el contacto con gente como vosotros ayuda a saber a ciencia cierta que hay que comportarse como uno es y dejarse de falsas posturas, estúpidos divismos y erudiciones con aires de superioridad. ¿Se sabe? Bien. ¿No se sabe? Se dice y no pasa absolutamente nada.
Vosotros sí que aportáis y dais una estupenda visión del cine y traspasáis puro entusiasmo. Espero que la colaboración llegue a ser habitual.
Me alegro de haberte descubierto una joya inapreciable como es "Remordimiento".
Un abrazo de amigo y compañero de cine.
¿Quéeeeee?
¿El chico éste, Chus, a quien yo creía chica, es el conductor de Conversacines de Sevilla?
Esto.....
Sr. Chus, Sr. Chus, yo...en otros tiempos sin hijos, fui un crítico de cine, y de los buenos según piensa César Bardés, hasta tuve una sección propia en un Diario provincial, Sr. Chus.
Pues ya tenemos algo en común Scarlett, ya que yo, erróneamente también te ubicaba tras un cuerpo de mujer... jeje.
Sobre lo que comentas de tu pasado, debe de ser interesantísimo leer alguno de tus trabajos, puesto que en el tiempo que llevo por aquí he podido comprobar que eres una persona con un ojo de lo mas atinado. De hecho, todos los que escribís por aquí aportáis un enorme nutriente a los que somos recién llegados.
Por eso no puedo mas que daros las gracias a todos por lo que se aprende escarbando entre estas líneas.
Un abrazo Scarlett, y espero que este joven conductor (lo soy porque me ha tocado, ejej) pueda contar con tus intervenciones cuando lo desees.
No cabe duda de que Scarlett ha sido una crítico de cine (así es como hay que decirlo realmente) más que aceptable en lo referido al cine contemporáneo. Asume muchos riesgos al decir determinadas cosas y se atreve a plantear soluciones. Por supuesto, hay que decir, que, aunque yo en el periódico prácticamente desde siempre he estado a cargo de la sección de cine clásico, he heredado también los estrenos por su reciente y feliz maternidad, así que primero fue ella, y luego fui yo.
Dicho queda. De todas formas, Scarlett, puedes aportarles algo con los comentarios en su página web porque serán muy bienvenidos, doy fe.
Abrazos a ambos.
Publicar un comentario