martes, 10 de septiembre de 2013

RED 2 (2013), de Dean Parisot

No siempre una reunión de amigos para hacer una película resulta ser una juerga flamenca de aquí te espero. Esa fórmula a veces sale bien y, muchas otras, sale mal. La primera parte de Red fue un ejemplo de lo primero y esta segunda, sin tirarla del todo por la ventana, es un ejemplo de lo segundo.
Bruce Willis, John Malkovich, Mary Louise Parker, Helen Mirren, Brian Cox, Catherine Zeta Jones y Anthony Hopkins tienen encanto para dar y tomar pero, mirándolo con la suficiente frialdad, si en lugar de estos nombres ponemos otros cualquiera la cosa se caería con el suficiente estrépito para considerar que los que en la primera nos hicieron reír ahora se han caído con todo el equipo. Y el fallo está muy claro. Vamos a gastarnos una millonada en explosiones, acción, la consabida cámara lenta para coger el tono de lo imposible como si fuera la hazaña más fácil del mundo y vamos a olvidarnos de esos flecos argumentales que, al fin y al cabo, a nadie importan. Total, están ellos...¿qué más quiere el público?
Tanto es así que siendo John Malkovich el que tenía el papel más atractivo, zozobrado continuamente por su locura y por unas salidas excepcionalmente agudas y brillantes, aquí resulta alevosamente disminuido, dejando a su personaje solo un par de frase hilarantes que saben a muy poco en medio de la ensalada de tiros que Dean Parisot se ha atrevido a filmar. Otro de los errores es meter a un chino en el tema. Pues sí. Más que nada porque en el momento en que se introduce a un chino en una película de acción, la cosa deriva en las consabidas luchas a lo Jackie Chan, imposibles, coreografiadas a una rapidez mareante y con aún menos chicha de lo que parece, entrando así en un derrape en el que ya se tiene la certeza de que aquí, lo que menos importa, es hacer algo coherente.
Bien es verdad que la trampa está servida para el respetable. Se trata de hacer una historia ágil, que va a toda mecha porque así no hay muchos que se puedan preguntar los porqués y los cómos. Todo lo demás está visto y, eso sí, siempre resulta una gozada ver a un Anthony Hopkins que cambia de registro con una facilidad asombrosa y a una Helen Mirren que da igual la edad que tenga porque siempre tiene la elegancia necesaria que necesita cualquier francotirador con algo de clase.
Así que átense los cinturones los que sean poco exigentes. El lío suele ser adictivo y no dejan de pasar cosas. A los que han visto cuatro o cinco películas, ya les va a costar algo más pasárselo bien. No se confundan, la película da lo que se le pide, solo que se queda un rellano por debajo. Y ése es su mayor pecado porque ha tenido que competir contra un precedente que rozaba el notable con su primera parte. Lo demás es solo lo de siempre con caras de lujo. Lo cual, la verdad, es de agradecer. Sobre todo si no se piensa demasiado en conspiraciones comerciales para que la taquilla sea una perita en dulce.

4 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas y que la excepción es "El padrino" (podría ampliarse tal vez a Star Wars o Indiana o alguna cosa más). Y yo creo que el problema nace de la concepción de la saga como apuesta comercial.
A diferencia de la trilogía de Coppola y de alguna otra en la que se pretende contar algo más o mejor una historia con personajes coumnes (e incluso repitiendo parte del esquema) para dar profundidad al relato, a los personajes o al entorno; la mayoría de las segundas partes buscan repetir la fórmula que tuvo una buena acogida aprovechando los elementos iniciales.
Así, en pocas ocasiones se da importancia al fondo, al guión o a lo que se cuenta, basando erroneamente todo el exito de la primera de los filmes en la forma. En "La red", la primigenia historia de estos eméritos superagentes jubilados, la sorpresa y el acierto venía de la contraposición entre los viejos métodos donde la astucia y el ingenio eran un plus y los nuevos tiempos plagados de despliegues técnicos con los que los jovenes pretendían estar por encima de las antiguallas a base de aparatitos ultrasofisticados.
Era un modelo mil veces visto, la lucha entre la arrogancia del joven engreído y la cínica sabiduria del veterano. Ese rapapolvo que el abuelo le da al jovencito para que aprenda a respetar las canas.
Contado con gracia, riendose de si misma, con personajes bien trazados y un punto de buen ritmo conseguían interesar y dejar un más que buen sabor de boca.
El problema de esta segunda parte, que me abstuve de ver, esperandome que fuera como cuentas, y el de otras segundas o terceras partes, es creer que lo único que se necesita para que vuelva a funcionar es meter a los mismos actores y personajes a hacer algo parecido a lo que hicieron en la primera. Por recordar recuerdo que hubo varias secuelas de "Los 7magníficos" (la primera aun con Yul Bryner y ¡¡Julian mateos!! en el papel de Horst Buchold) que consideraron que el hecho de juntar a 7 pistopleros comandados por un tal Chris bastaba para repetir el éxito. En la época actual la cosa no es mucho mejor, puesto que algunos productores consideran que la película gana muchos enteros si en vez de dedicarse al guión se mete más explosiones y acción en cualquier cosa que se cuente y así se pierden desgraciadamente todas las virtudes iniciales hasta quedar desdibujados los aciertos y exagerar los defectos.

Cualquier día nos encontraremos un intento de realizar una segunda parte de, por ejemplo, "Sin perdón" en la que William Munny aceptará el encargo de matar a un tipo muy malo y partira con un amigo (probablemente negro) experto en explosivos a su misión, allí tendrán que enfrentarse al villano de turno y a su ejercito de pistoleros, una gran ensalada de tiros y pirotecnia variada (aprovechando los conocimientos de su compañero), el amigo de Munny es atrapado a traición y asesinado, por lo que William se enfrentará solo en un imposible duelo con el malo y sus acompañantes, matandolos a todos y voviendo a su casa....No me digais que no es eso exactamente lo que nos contó Eastwood, aunque esta vez haremos que hablen menos y que no se planteen extrañas disyuntivas sobre lo licito, lo angustioso, lo terrible, lo bueno o malo que es matar a un hombre...ese tipo de cosas aburre mucho a la gente.


Abrazos 2

César Bardés dijo...

Efectivamente ya era un modelo mil veces visto, pero ya comentamos en su momento que, tal vez, la mayor de sus virtudes era que no se tomaba demasiado en serio. Aquí yo creo que no se lo han pasado tan bien como en la primera, no comprendo que hayan apagado tanto el personaje-estrella de la otra que era John Malkovich (aunque aquí tiene una frase memorable: "¿Por qué no nos untan las pelotas en miel y nos empalan encima de un hormiguero?")
Meten, eso sí, a Catherine Zeta-Jones, notablemente desmejorada y a Anthony Hopkins que es el que pone la interpretación porque pasa de un registro a otro (y sin repetirse, a buen entendedor pocas palabras bastan) y lo hace con una maestría genial.
Anulan completamente al ruso interpretado por Brian Cox (por cierto, es posible que esta película pase a la historia por ser la única que junta a los dos que han interpretado a Hanníbal Lecter en su edad adulta). El malo chino es una repetición burda y despreciable de ese malo con mucha clase que hacía Karl Urban en la primera. Pero, claro, están ellos, que, con solo aparecer, te dejan boquiabierto. Muy graciosa la Mary-Louise Parker, eso sí, más que en la primera.
Por lo demás, no está mal "Sin perdón 2". No lo descartes en el futuro, cuando el bueno de Clint ya no esté entre nosotros y haya algún oportunista que se quiera aprovechar. Al tiempo.
Abrazos sin secuelas.

dexterzgz dijo...

Bueno, ya dije que la primera parte a mí tampoco me pareció de tirar cohetes así que imagino que estos no me esperarán en la segunda. De todas formas, con esto de las sagas hay que tener paciencia. Fijáos en la de Ocean, la segunda era una mierda (así con todas las letras) y en cambio la tercera tenía su punto.

Con respecto a "Sin perdón 2" solo puedo decir una cosa: NOOOOO, por favor.

Abrazos suplicando

César Bardés dijo...

A ver, la primera no es para tirar cohetes. Simplemente es una película divertida, en la que es una gozada ver a estos actores todos juntos y jugando a espías. Aquí también lo es pero el argumento es notablemente peor y, poco a poco, se van desdibujando los personajes porque en esta ocasión quieren centrarse más en el personaje de la Mary-Louise Parker que, en realidad y a priori, es uno de los más sosos.
No sé si harán tercera parte de esto, no creo que les haya funcionado bien.
Tengo otra idea. ¿Qué tal si se hace la secuela de "Casablanca"? Intentos los ha habido...
Abrazos exponiendo.