miércoles, 20 de noviembre de 2013
ESTUDIO DE TERROR (1965), de James Hill
Entre las brumas de los barrios más húmedos y oscuros de Londres se mueve un asesino que mata a prostitutas por placer. En aquella época, un detective privado llamado Sherlock Holmes, se internaba entre las rutas del crimen para dar solución a todos los problemas a través de ese principio policíaco que enuncia que toda evidencia circunstancial no es más que una conjetura. Así, se emprende una cacería para atrapar a uno de los psicópatas más misteriosos de todos los tiempos como fue Jack el Destripador, revisitado por Holmes cuatro años después en la excelente Asesinato por decreto, de Bob Clark. En esta ocasión, Holmes aparece interpretado por John Neville, un actor que, tal vez, mereció mejor suerte y que siempre será recordado por su encarnación del papel protagonista de Las aventuras del Barón de Munchhausen, de Terry Gilliam. Su interpretación del mítico personaje de Conan Doyle se revela como la de un hombre mucho más inteligente, ligeramente inquieto y con algún que otro toque misógino. Su compañero, John Watson, interpretado por Donald Houston, es un retrato del amigo que admira profundamente a Holmes, que es valiente cuando es necesario, que se muestra permanentemente perplejo por las deducciones de su compañero y que lo pasa realmente mal cuando tiene que fingir en público algunas maneras descorteses. Por detrás de ellos, un plantel de excelentes secundarios como John Fraser, Anthony Quayle, Robert Morley, Frank Finlay, Cecil Parker, Adrienne Corri y una jovencísima Judi Dench que ya da muestras de saber dominar la escena con esas miradas capaces de atravesar la carne con un punzón con más facilidad que el propio asesino.
No deja de ser un acercamiento muy británico a la figura del genial detective y dentro de un presupuesto que se antoja modesto pero resulta una película muy atractiva, que sigue las líneas del suspense más flemático y que acaba por atrapar con una solución creíble y ajustada al misterio con la Historia que rodeó al legendario psicópata. Y es que no hay nada peor que alimentar el odio con el fantasma monstruoso de un pasado que no deja de hacer resonar sus pasos en los adoquines del tenebroso Londres. Las mentes retorcidas suelen pasar algún tiempo en los pasillos del dolor porque convertir la belleza en fealdad es uno de los mayores pecados que la vida ha cometido nunca. Holmes lo sabe y, entre tanta maldad, se refugia en las cosas más sencillas que ha sabido apreciar porque también conoce cuál es el camino de la locura. Basta con unos cuantos desprecios, unos cuantos sueños rotos, una presión social injusta…y ya está. La cabeza gira trescientos sesenta grados para colocar todo al revés, encerrarse en sí misma y hacer que la inteligencia se ponga en fuga para dejar paso a la ignorancia más atrevida. Así es cómo nacen los sospechosos. Así es cómo el mejor premio para alguien tan endiabladamente inteligente es tener algo en qué pensar. Si no solo queda el ostracismo, la nada, el retraso y el aroma perdido de un amor que quedó sepultado en las llamas del rencor.
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6 comentarios:
No he visto yo esta peli, pero efectivamente vi aquella de "Asesinato por decreto" con Plummer y Mason que también juega a que Holmes y Watson busquen a Jack. (como si fueran una guapa motera que se desabrocha el mono y enseña un generoso escote). Recuerdo que él film tenía una simpática retranca y un poco de mala baba que la hacía muy aconsejable.
Estaba tentado a proponer un transversal de detectives fílmicos pero no sé si ya sería repetir, tal vez el de asesinos fuera más original, pero algunos merced a tanta secuela habrán logrado exterminar a media humanidad. ¿Cuantas victimas pueden atesorar Freddy Kruger, Jason y Mike Meyers juntos?. Porque al menos el Fantasma de "Scream" cambia de usuario del disfráz y uno(o dos)era el original y el resto son imitadores, pero en el caso de los tres mencionados reviven una y otra vez a voluntad.
Desde luego hay asesinos especialmente desagradables y crueles cuyos crimenes responden sin duda a alguna desviación psicológica de los responsables de la peli, como en la saga "Saw" o en los "Hostel".
En fin, creo recordar que en asesinos también dimos algún repaso ya. Tanto transversal lleva a que cubramos mucho espectro.
Abrazos repetidos
Hombre, es manifiestamente mejor "Asesinato por decreto" que ésta. Creo que la pareja protagonista Plummer-Mason (Mason, en mi opinión, hace uno de los mejores Watson que se hayan visto) están muy por encima de Neville-Houston pero ésta es una película muy entretenida, con giros que conducen a un culpable de forma evidente, luego a otro y Holmes no se lía por poco. En todo caso, una muestra apreciable del cine de detectives que destaca porque ha caído en un olvido que no es del todo justo.
En cuanto a transversales, es que es difícil ponerse con asesinos sin caer en la idea del psicópata. Yo creo que de detectives no hemos hecho nada, así que me quedo con el lado bueno por esta vez.
De Holmes tenemos a Neville, a Basil Rathbone, cómo no, a Peter Cushing en "El perro de los Baskerville", a Robert Stephens en "La vida privada de Sherlock Holmes", a Nicol Williamson en "Elemental Doctor Freud", y a los chicos de "El secreto de la pirámide" aunque, seguro, hay muchos más.
De Poirot tenemos a Finney, el mejor, a Ustinov e incluso en la serie a David Suchet, que hace un Poirot inclusive un poco diferente.
En cuanto a la señorita Marple no podemos olvidar a la gran Margaret Rutherford pero tampoco a Angela Lansbury que la daba vida en "El espejo roto".
En vertiente negra tenemos a unos cuantos Marlowes. Desde Bogart a Mitchum pasando por Robert Montgomery, al muy cortito George Montgomery, Dick Powell, Elliott Gould, el más atípico de todos, James Garner que no me da el tipo del todo y a James Caan que sí me lo daba en "Poodle Springs".
Luego tenemos a Sam Spade que fue interpretado por Bogart y por Ricardo Cortez (???) una elección bastante rara, por cierto. Yo creo que estos son los más famosos.
Abrazos con lupa.
Bueno pues, efectivamente tomemos el lado bueno.
Pues en el repaso también deberíamos incluir a Paul Newman como Lew archer reconvertido en "Harper, investigador privado".
Otro detective clásico sería Mike Hammer que para mi siempre tendrá el rostro de Stacey Keach gracias a la serie de televisión de mi adolescencia, pero también lo interpreto Armand assante en "Yo, el jurado" y leí por ahí que incluso fue interpretado por el propio autor, Michael Spillane, en una peli de los 60.
Incluso si hablamos de detectives literarios tendríamos que incluir a todos aquellos que figuraron de forma más o menos indisimulada en "Un cadaver a los postres", Poirot, Spade, Miss Marple, Charlie Chan al que da vida Peter Sellers. El detective chino tuvo muchísmimas adapatciones al cine, yo le recordaba incluso en dibujos animados y llegó a estar interpretado por Ustinov (especializado en detectives en los 80). Y finalmente David Niven interpreta al trasunto de Nick Charles que en el cine tuvo unas maravillosas adaptaciones en las serie "El hombre delgado" con los rostros de William Powell y Myrna Loy, en especial, esa cosa fantástica llamada "La cena de los acusados".
Abrazos deductivos
Cierto es lo de Mickey Spillane interpretando a Mike Hammer. Es una rareza que yo pillé en una "noche temática" cuando siempre ponían alguna película relacionada con el tema a tratar y se trata de "Cazadores de mujeres", de Roy Rowland, un título con clarísima vocación de serie B y en el que se pone en evidencia que Spillane escribir, vale, pero actuar...
Otro que hizo de Mike Hammer fue Ralph Meeker en "El beso mortal", quizá la mejor caracterización que se haya hecho nunca de Miguelito Martillo porque lo incorpora sin escrúpulos y tan brutal como los enemigos que tiene que batir.
A Paul Newman también habría que atribuírsele "Con el agua al cuello", de la que también hablaremos próximamente, en el papel de Lew Harper, aún con menos nivel que en "Harper, detective privado", no deja de ser una muestra de lo bien que actuaba Paul bajo la piel del detective creado por Ross McDonald.
Cómo se me ha olvidado Nick Charles, tan encantador él. Por cierto, también revisaremos pronto "La cena de los acusados". Hasta seis veces lo interpretó William Powell en una serie inolvidable de largometrajes aunque su caracterización se alejara bastante del Nick Charles ideado por Hammett. Eso sí, hay que reconocer que Myrna Loy era un acompañamiento perfecto para Powell.
Abrazos con Smith and Wesson.
Bueno y por tierar de aquello del cine patrio, el gran Bevilacqua y Chamorro de Lorenzo Silva fueron encarnados por Roberto Enriquez e Ingrid Rubio en la no despreciable "El alquimista impaciente".
Y en mi infancia había un policia de Tomelloso que a mi me parecía una pasada, basado en las nopvelas de Francisco Garcia Pavón, "Plinio" interpretado por Antonio Casal se aprestaba a resolver intrincados casos rurales, acompañado por Don Lotario (Alfonso del Real).
Y habría que hablar de otra pareja de detectives literarios mucho más actual, basada en las novelas de Dennis Lehane, Patrick Kensie y Angela Gennaro resuelven varios casos, en el cine el de "Adios, pequeña adios" de Affleck.
Abrazos de sabueso
Hablando con Lorenzo sobre la adaptación de "El alquimista impaciente" se quejaba que Roberto Enríquez era demasiado guapo para interpretar a su Bevilacqua y, tal vez, tuviera razón.
Tienes razón en lo de Plinio, un gran hallazgo literario español que, más tarde, no tuvo continuidad.
Habría que recordar a Tony Rome, que también fue interpretado por Frank Sinatra en dos ocasiones: "Hampa dorada" y "La mujer de cemento", un detective que se movía por los ambientes veraniegos de Miami con cierto atractivo aunque con algunos elementos que se han quedado un tanto pasado de moda. También habría que recordar a J.J. Gittes, interpretado por Jack Nicholson, tanto en "Chinatown" como en "Two Jakes", una película que no me canso de reivindicar. E incluso a Pepe Carvalho, creación de Manuel Vázquez Montalbán, y que en cine ha sido interpretado por Carlos Ballesteros en "Tatuaje", de Bigas Luna; por Patxi Andion en "Asesinato en el Comité Central", de Vicente Aranda y por Juan Luis Galiardo en "Los mares del sur", de Enrique Esteban. Amén, claro está, de Constantino Romero que le dio vida en una adaptación para televisión que se llamó "Olímpicamente muertos", y las series que protagonizaron Eusebio Poncela (demasiado trascendente) y Juanjo Puigcorbé (demasiado leve).
En cuanto a adaptaciones televisivas habría que decir que Jesús Noguero (psé) y Mariona Ribas (fatal) incorporaron a Bevilacqua y Chamorro en "Un asunto conyugal" y en "La reina sin espejo". Adaptaciones que no fueron a ninguna parte y que aún nos dejan con la sensación de que se tiene que hacer algo bueno de verdad con los personajes de Lorenzo Silva.
Abrazos con licencia.
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