jueves, 18 de diciembre de 2014

ST. VINCENT (2014), de Theodore Melfi

Hay momentos en la vida en los que uno puede estar cansado de dar y de no recibir. Quizá no sea culpa de nadie, quizá solo sea un maldito giro de la propia vida que se empeña en castigar a alguien que ha sido generoso, que ha cuidado de los que le rodean, que ha significado algo cristalino en la existencia de otros. Y en determinado punto ya todo da igual, solo un par de referencias para no perder por completo la razón y al diablo con el resto. Con el carácter, con la tranquilidad, con el nerviosismo, con las buenas maneras, con la moralidad y con el fondo de un vaso de whisky barato para que la salud pegue el aviso definitivo. La vida, señores, no devuelve nada.

¿O sí? Puede que en algún momento de la más pura desidia haya alguna luz que tenga algo de significado. Una última buena obra, una última pequeña ilusión. Eso sí, sin renunciar demasiado a la vida disipada y terriblemente incómoda que se lleva. Las deudas acucian, algunas incluso peligrosas. No hay dinero para tanto gasto porque quien más quieres ya no recuerda quién eres. El pasado es una incógnita y el futuro es una pesadilla. Ya basta. Las razones, tal vez, haya que encontrarlas en el fondo de los ojos de un niño, lleno de ingenuidades e inocencias, repleto de timideces, asaltado de temores. Y a lo mejor, solo a lo mejor, es posible enseñarle un par de cosas antes de que la vida se empeñe no solo en no devolver nada sino en quitarlo todo.
Y por el camino…también aprender un par de cosas. Por ejemplo que nunca se debe despreciar una amistad, que también hay personas que lo están pasando peor, que un gato siempre será un gato y que no hay nada mejor que echarse en una tumbona en el erial que se posee como jardín y cantar desafinadamente una canción que sonaba hace cuarenta años. La vecina gorda, la prostituta de corazón, el compañero del niño que esconde un tremendo complejo de inferioridad…la vejez es pura basura pero, a veces, otorga una mirada superior. Y todo ello sin renunciar pero sin ser. Es la maldición de los que han cumplido más años de los que pueden contar.
Bill Murray resulta maravilloso en el papel de un hombre que ya está de vuelta de todo pero que tiene que recibir un último homenaje de la vida cicatera. Sus contestaciones son majaderías de anciano, sus manías son callejones donde esconder toda la inmensa frustración que arrastra, sus miradas son poéticas y arrolladoras, sus motivos son misterios resueltos y aún así siguen siendo misterios. La película es él, domina todos los registros, se acomoda a todas las circunstancias y lo mejor de todo es que resulta creíble en todas sus reacciones. Alrededor de su interpretación se mueven cómodamente Naomi Watts y Melissa McCarthy y la dirección de Theodore Melfi resulta sobria, ligera, adecuada, dando a todo el conjunto una risa sincera, que se adentra tímidamente por el drama pero que no deja de ser el reflejo de una vida alejada de la existencia porque la confianza hace tiempo que se fue en busca de una satisfacción que murió enterrada en algún lugar de la lógica. 


15 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

No fui a verla, estuve muy tentado, pero "¡diablos!", me dije, "otra vez el viejo desengañado, vividor y solitario que gracias a la incomoda, inicialemnete, presencia del niño se da cuenta de muchas cosas y tiene una especie de redención. Esa ya la he visto...¿200 veces?".

Vale, Bill Murray merece siempre una oportunidad y dicen que va camino del Oscar, pero a mi me parece que Murray lleva ya mucho tiempo haciendo de Bill Murray. Mola, pero no cambia de registro, parece ser como es, relajado, algo cínico, vividor, graciosos hasta sin querer, encantador pero sarcastico...

Y se me quitaron las ganas. También he leido por ahí que la Watts está bien, pero que mucho mejor la Mcarthy.

Y por cierto de esas pelis redentoras de abuelos revenidos hay una que a mi me gusta mucho, "Una vida por delante", que no es nada de comedia y que tiene dentro tanto a Redford como a Freeman y eso también vale un valer.

Abrazos jubilados

César Bardés dijo...

Sin duda, es un argumento manido pero el trabajo de Murray lo merece porque éste tipo no es que sea un gruñón, es que es un tipo demasiado desencantado de la vida. Parece que no tiene valores, pero los tiene, y muy acusados. Digamos que es el tema de siempre con algunas variaciones que le hacen interesante. Tanto como ganar un Oscar...bueno, es posible que no, pero yo creo que la nominación sí que la merece. El caso es que la película se pasa en un rato agradable, tiene una cierta emoción, tiene fallos (alguna historia que se queda por ahí colgando sin resolución) y está realizada con sobriedad con Murray como centro y origen de todo.
Efectivamente, la Watts está bien pero la McCarthy la supera. Digamos que es la versión más edulcorada de "Gran Torino".
En cuanto a "Una vida por delante"...mira que me gusta esa película. Tiene momentos realmente buenos y, sin embargo, fue un fracaso total. Parece ser que Redford tiene fundadas esperanzas en ella y luego se llevó una enorme decepción porque nadie quiso ir a verla. Y Freeman está sencillamente majestuoso (ese duelo de miradas con el oso está al alcance de muy pocos). No es comedia, es un drama desde luego, pero también sales del cine con una sensación de sequedad en las manos que da la impresión de que ellas ya lo saben todo...tal vez porque has visto a dos viejos dando un par de lecciones.
Abrazos ajados.

CARPET_WALLY dijo...

Pues si, es cierto que no funcionó, tal vez por que el tema era manido, como comentas, pero la peli tiene mucho más que la relación con la niña y ablabndar el corazoncito del viejo. Y no sólo por el reparto, cierto que lo de Freeman (otro que siempre hace de si mimso) es espectacular en esa peli, muy próximo al de "Million dollar baby" con esa mirada entre comprensiva y de pepito Grillo con su amigo, de esas amistades labradas a base de empatia y que no necesitan excesivas muestras de cariño. Pero además aborda aunque sin profundizar en el tema de la violencia de género y en la angustia que supone para la mujer, la Lopez está muy bien (sin tirar de atractivo físico) pese a sus limitados registros. Y tiene momentos de tensión dramática realmente buenos y algunas escenas en las que con sólo apuntar dos detalles va desarrollando la relación entre los personajes. A mi también me gusta mucho.

Otra peli con abuelo sin ganas de nada y niño que le hace revivir muy notable es "Up". Y habría que recordar también al gran Henry Fonda despidiendose del cine y la vida "En el estanque dorado". Y no muy lejos de ahí podríamos señalar "El abuelo" de Garci con unos magníficos Fernan Gomez y sobre todo Rafael Alonso.

Abrazos eméritos

dexterzgz dijo...

Sí, a mí me parece un poco eso, solo que con Murray soy más condescendiente. Pero cada vez que veo el trailer o el cartel no puedo evitar recordarme de Walter Mathau en "Daniel el travieso" y ya sé que hay muchas distancias que salvar.

¿Un transversal de "abuelos" a la fuerza? Me apunto. Además del ya citado Daniel, cómo no recordar ese abuelo cascarrabias que era Henry Fonda "En el estanque dorado" cuyo nieto le lleva a la reconciliación con su hija, Jane Fonda, valga la redundancia. O "El secreto de los McCann", esa peli a reinvidicar con el chaval que en ocasiones veía muertos al lado de Michael Caine y Robert Duvall, otro en la senda del Oscar, por cierto. Y ya en plan más gafapasta "Kolya", una estupenda peli checa de finales de los noventa

Abrazos con dentadura postiza

César Bardés dijo...

Fijaos la cantidad de títulos que estáis nombrando sobre el mismo tema y la calidad que hay, lo cual quiere decir que el asunto atrae y lo hace con fuerza. No habéis citado ni una sola película despreciable.
Sí es cierto lo que comentas, Carpet, sobre los aspectos adyacentes a "Una vida por delante". Es cierto también que la López no tira de físico para hacer creíble su personaje pero también hay que hacer una salvedad. Con todo el dramatismo que le pone...cómo palidece al lado de Freeman y de Redford en esa película. Es una demostración preclara de que no, de que no son lo mismo, de que la formación es muy diferente y de que vienen de aprendizajes muy distintos.
Por otro lado, abuelos a la fuerza. Hombre, Dex, sin duda hay muchas distancias que salvar, vamos, que lo de "Daniel el travieso" no deja de ser una niñada y "St. Vincent" tiene algo más de profundidad, la suficiente como para que la mire un adulto, la vea y la comprenda con más altura que la de Matthau. Yo creo que solo se parecen en el punto de partida. Me encanta que nombres "Kolya", una película desconocida para el gran pública y que a mí me pareció estupenda en su momento. Si no recuerdo mal, ganó el Oscar a la película extranjera.
Caramba, casi tenemos un abuelo a la fuerza con el rostro de John Lithgow en la última de Nolan, como también lo podemos tener en "El padre es abuelo" en la piel de Spencer Tracy perdiendo al niño porque se queda jugando al fútbol con otros chavales. Recientemente, y ya que nombramos a Duvall, tenemos otra muestra de lo mismo en "Una noche en el viejo México" con el bueno de Robert haciéndose cargo del nieto cuando está en la más absoluta de las ruinas y con Emilio Aragón tras las cámaras. Y recientemente tenemos la versión española del asunto con "Quince años" con Maribel Verdú dejando la reeducación del bala perdida de su hijo a su padre, Tito Valverde.
Abrazos desde el asilo.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno y no deberíamos olvidar a Rooster Cogburn, mucho más en el caso de Jeff Bridges con los Coen que en el de Wayne con Hatthaway, pero en "Valor de ley" hay una reconciliación con el mundo de un viejo huraño y pendenciero gracias a la fastidiosa convivencia con una niña.

Y no me diréis que "Heidi" no ablandaba el corazoncito del viejo de los Alpes y el de Pedro y el de la Señorita Roteenmeier y el de...

Abrazos de Pichí.

dexterzgz dijo...

No nos olvidemos que también ha habido yayos enrollados. Alan Arkin menudas coreografías le enseñaba a su "pequeñña miss sunshine". El punto de partida de "La princesa prometida" lo ponía Peter Falk contándole un cuento a su nieto Kevin Arnold. Mia Farrow ayudaba a su nieto a encontar a los minimmoys en la trilogía de Besson. Si hasta el abuelo más cascarrabias de todos, Vito Coreone se moría jugando con su nieto en el huerto de casa.

Otra relación entrañable entre viejo cascarrabías - presuntamente- y jovencito era la que había entre Max Von Sydow y el pequeño prota de "Tan fuerte, tan cerca" de Daldry

Abrazos con bastón

CARPET_WALLY dijo...

Jajaja, pobre Fred Savage, siempre será Kevin Arnold. Y casi Peter Falk se queda con Colombo para los restos.

El caso es que a veces los personajes pueden con el actor y no sólo en la tele, que en el cine se dan no pocos casos de algo parecidoo si no que se lo digan a Norman B...digo a Anthony Perkins.

Pues podría ser otro transversal, fijate tu, porque hace poco hablabamos de algo parecido con Val-Nick Rivers-Kilmer o con Cary-Wesley-Elwess y si seguimos hablando de "la princesa prometida" por mucho que Mandy Patinkin haya hecho televisión en "Urgencias", en "mentes criminales" o en "Homeland", nunca dejará de ser Iñigo Montoya, tu mataste a mi padre, preparate a morir.

Abrazos encasillados

César Bardés dijo...

Bueno, si hablamos de Von Sydow también tendríamos que hablar de "Pelle el conquistador" con abuelo llevando al niño por esos mundos de Dios.
Lo de "Heidi" ha estado bien, Carpet. ¡Qué hartura tuve con esos dibujos! ¡Incluso de pequeño!
Tenemos al abuelo que era Jack Lemmon tanto en "Vidas cruzadas" (un abuelo un tanto irresponsable) como en "Papi" haciendo que la vida de Ted Danson fuera poco menos que imposible e insustituible. Incluso tenemos a Louis de Funes sufriendo avatares variados en "El abuelo congelado".
Abrazos con reuma.

Anónimo dijo...

Imperdonable que nadie haya nombrado a don Francisco Martínez Soria y su ¿pentalogía? de abuelo cascarrabias y antiurbanita con otro ilustre, don Pedro Lazaga. Cine de barrio forever. ¿Quién no ha visto todas esas pelis en el sofá un domingo por la tarde tapado con una manta?

Y para abuelo peculiar, me quedo con el Marqués de Leguineche. No hay un personaje en toda la cinematografía española que me haga más gracia: no sólo no hay más Berlanga, sino que tampoco hay más pelis de Berlanga (parafraseando a Wilder).

Abrazos nacionales

Santi

César Bardés dijo...

EL caso es que yo a Mandy Patinkin lo descubrí mucho antes porque era el estudiante aplicado y levemente homosexual de "Yentl" que se queda poco menos que pasmado cuando descubre que él es ella. Pero qué duda cabe, desde luego hay papeles que se quedan pegados al actor y que les marcan para el resto de su carrera. Especialmente si son de series televisivas. Habría que nombrar, por ejemplo, a toda la "troupe" de "Star Trek" incluido William Shatner que quizá fue el que más hizo de otras cosas.
Bien vista la mirada nacional, Santi. Es cierto, miramos demasiado hacia fuera y no nos damos cuenta de que tenemos transversal más que de sobra con Paco Martínez Soria (yo le ví en teatro y era la leche y no hacía el mismo papel que en cine) y, por supuesto, la saga de los Leguineche, espejo del esperpento nacional en el que no nos cansamos de vernos.
Abrazos diversificadores.

dexterzgz dijo...

Vaya imperdonable haber recordado a Von Sydow y pasar por alto "Pelle el conquistador" una de las pelis que más me han emocionado de todos los tiempos. Como imperdonable hacer un repaso a los abuelos made in Spain y obviar a Pepe Isbert buscando a Chencho nada relaxing por Plaza Mayor. Y además en estas fechas.

Habría que recordar esa maravillosa historia que se nos cuenta en "El viejo y el mar". O al recientemente finado Richard Attemborough llevándose a sus nietos de fiesta a su parque jurásico. Por cierto, hablando de Attemborough y de abuelos, una anécdota, en "Chaplin" Geraldine se convirtió en la única actriz de la historia del cine en interpretar a su abuela.

Abrazos con arrugas

CARPET_WALLY dijo...

Ufff, es que si tiramos de abuelos, así sin niños ni na, si que hacemos un tranversal mas largo que la vida de Matusalem, que por cierto por obra y gracia de Hopkins era el abuelo o el bisabuelo o el tatarabuelo de "Noe" Russell Crowe.

Y si seguimos en el cine hispano, uno puede pensar que tener un abuelo que se pasea en pelotas por la casa es mejor que tener una madre satánica salvo que te hagas jevimetalero y de Carabanchel como Santiago Segura en "El dia de la bestia"

Y otro abuelo con acento latino sería Federico Lippi en aquel "Cronos" de Guillermo del Toro. Y también habría que señalar otra vez a Fernan Gomez como el abuelo de Gabino Diego en esa maravillosa película que es "El viaje a ninguna parte".

Y si hablamos de magía, de engranajes, de amor por el cine, otro abuelo maravilloso era ben Kingsley como Georges Mélies en "La invención de Hugo".

Abrazos pensionistas

Anónimo dijo...

Sin abandonar España, me acerco a la botica para comprar el último modelo de cochecito, que las piernas últimamente no me responden.

Y ahora me pongo las gafas de pasta, cojo un vuelo a Japón, hago doble tirabuzón invertido y hablo por partida doble del "Cuentos de Tokyo" de Ozu y su nada despreciable y muy muy interesante remake de Yamada del año pasado.

Y deprisa me vuelvo a los States que he quedado con Miss Daisy.

Abrazos nonagenarios

Santi

César Bardés dijo...

Os veo muy puestos en temas de tercera edad. A ver, muchachos, que no somos jóvenes pero tampoco somos el Frente de Ancianidades Prematuras, conteneos, deteneos...
Interesantes títulos citáis, desde las incursiones en el género del abuelo favorito del cine español como era José Isbert hasta los "Cuentos de Tokyo", maravillosa historia que nos llega desde los confines de Oriente pasando por la magia de las invenciones y del cine, que es lo que nos da la vida, entre otras muchas cosas.
Yo, por mi parte, añadiría al maravilloso e inolvidable abuelo Lionel Barrymore de "Vive como quieras", de Capra; o al mítico personaje de "El Abuelo" que encarna José Bódalo en la saga de "El Crack"; o, incluso, el reciente abuelo que ha encarnado Robert Duvall en "El juez" llevando a su nieta a comer helados; o el poético abuelo que siempre va con Deborah Kerr de aquí para allá vendiendo rimas y componiendo un poema que nunca acaba en "La noche de la iguana",de Huston; o...ya que estamos con Tennessee Williams, el abuelo Burl Ives de "La gata sobre el tejado de zinc" diciéndole por activa y por pasiva a Paul Newman que le quiere, o en la misma onda, el abuelo que interpreta Orson Welles en "El largo y cálido verano" cogiendo a Faulkner como referente; o el abuelo Michael Caine que se hace cargo de sus nietos aunque no se sabe muy bien si eso es imaginación o es realidad en "Origen", otra vez con Nolan.
Abuelo...¿me compras una entrada de cine?
Abrazos ancestrales.