miércoles, 22 de febrero de 2017

SILVERADO (1985), de Lawrence Kasdan

A menudo el destino se empeña en juntar varios rifles al mismo tiempo por intereses distintos. Cuidado cuando se decide algo así porque los tipos suelen ser de altura y tienen algo en común y es la simpatía entre ellos. Así tendremos un rescate a un niño, un duelo, una emboscada, una venganza…ajustes necesarios en una época de cañón humeante y furia. Emmett ya pagó por un error detrás de los barrotes de una celda y no merece ser perseguido de nuevo. Paden decidió dejar de cometer tropelías porque se cansó de la injusticia, del desprecio por la vida humana. Jake es la cabeza más loca pero, quizá, la más hábil. En sus manos hay rapidez y burla. En su gesto hay despreocupación, tal vez porque sigue siendo el mismo niño que jugaba con el revólver en el jardín de su casa y saltaba sobre caballos que no paraban. Mal sigue soportando su color con estoicismo pero sabe lo que es un ensayo de libertad al irse a una tierra donde su piel no era lo primero que se veía. Juntos son cuatro jinetes en busca de una razón para seguir adelante con las cuentas del pasado bien saldadas. El lugar de encuentro es un pueblo donde el sheriff no es precisamente el símbolo de justicia. Y las balas irán a hincarse directamente en los caciques que creen que la tierra y las personas son suyas.
Por el camino se encontrarán con una granjera que desea a un hombre bueno que la proteja, a un jugador de ventaja que guarda una navaja en las botas y una mentira en la manga, a una mujer de baja estatura que tiene un sentido moral que no deja de ser admirable, a un sheriff de allende los mares que cada día decide dónde termina su jurisdicción en función de las balas que silban a su alrededor. Una región inhóspita la del pueblo llamado Silverado. Allí pueden matarte solo por hacer algo en contra de lo tácitamente establecido por la autoridad local y por el terrateniente de turno. En cualquier caso, todos caen cuando las balas entran por el estómago. Y va a haber muchas balas silbando en busca de víctimas que lo merecen.

El director Lawrence Kasdan siempre dijo que llegó a tener una segunda parte escrita de esta película pero que el caché que alcanzaron los actores que intervinieron en ésta hacían imposible una nueva reunión. Lo cierto es que Kasdan se fijó en Hawks para crear esta historia donde impera la honestidad en un ambiente de corrupción, donde los hombres de verdad no tienen más remedio que aliarse para acabar con fantasmas que les persiguen y con losas que aplastan a los pacíficos habitantes de Silverado. La justicia, a menudo, se impone gracias a un extraño que llega a un pueblo y decide actuar de la única forma en la que lo harían los hombres de verdad. Entre otros, aquellos que se dan perfecta cuenta de lo que es la libertad y de lo que cuesta conseguirla. Es hora de pistolas, de galopes heroicos, de tiros certeros y caracteres firmes. Todo el que quiera quedarse fuera llegará a un pacto por la vida. Los que estén dentro jugarán un póker de apuestas infinitas con la muerte. Y con una banda sonora que ya casi les conduce a la leyenda.

4 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Que gran película es "Silverado", que gran recuperación del western "autentico", no el crepuscular, ni el realista, ni el sucio...de esos hemos visto buenas películas en los últimos tiempos (incluso obras maestras), pero el de kasdam es un western que apela más al espíritu clásico, al de la aventura a Hawks, como bien nombras, pero también a John Sturges ("El último tren de Gun Hill") o a Henry Hattaway ("Los 4 hijos de Katie Elder") y claro, a Anthony mann o Delmer Daves.

Por ponerle un pero el exceso de dibujo de varios personajes hace que pierda un poco ritmo en algunas ocasiones, probablemente en un western más clásico habría un personaje principal y los secundarios se irían definiendo en función de aquel, aquí Kasdam desarrolla sus historias en paralelo una vez llegados al pueblo y va siguiendo a cada uno (algo menos a Costner que no es tan necesario darle motivaciones pues es más impulsivo) para evaluar sus acciones y sus dudas. Ninguna de estas más clara que la de Kline cuya resistencia a actuar casi incomoda aun a pesar de que sepamos porque no lo hace. eso hace que en algunos momentos la película pierda agilidad.

Pero hay escenas de verdadero nivel, no sólo todo el duelo final cada uno con su ajuste de cuentas particular, sino también con el ataque a los bandidos o esa llegada al pueblo de los 4 jinetes pre apocalipsis.

Gran kasdam, gran peli, grandes actores, gran post.

Abrazos desde el saloon.

César Bardés dijo...

Quizá ha sido el último western puramente clásico que ha habido en el cine, ése "auténtico" que tan bien defines y que, para nada, desprecia a otras obras posteriores que han llegado a ser verdaderas obras maestras. Aquí tenemos a Hawks, desde luego, y también a Sturges. No es menos certero lo que comentas sobre el exceso de dibujo de algunos personajes y de la resistencia a actuar del personaje de Kline. Entre otras cosas porque, tal vez, el público se sienta más atraído hacia ese personaje que destila elegancia, que sabe comportarse, que debe ser temible cuando se pone (para muestra tenemos ese duelo que hace en ropa interior). Sin embargo, Kasdan es tan hábil dirigiendo esta película que hace que no notemos demasiado esa pérdida de agilidad porque estamos disfrutando y también porque sabemos que, tarde o temprano, estos cuatro tipos se tendrán que juntar para limpiar las calles de Silverado.
Otra secuencia que me parecería muy destacable es la del rescate del chaval, realizada con una agilidad sorprendente y en la que vemos por primera vez a los cuatro aliados. Y me gusta mucho, porque está trazado con maestría y bastante esquematismo, el personaje de John Cleese como ese sheriff británico que persigue a Glenn, a Kline y a Costner y que son salvados por la certera mirilla de un rifle de color.
Kasdan hizo una estupenda película que, incomprensiblemente, ha sido muy criticada por voces más autorizadas que la mía que han dicho de ella que no es muy realista, que estaba pasada de moda cuando se estrenó, etc, etc. Lo cierto es que en Europa no tuvo demasiada repercusión pero en Estados Unidos fue todo un éxito que dobló su presupuesto con creces.
Abrazos sin jurisdicción.

CARPET_WALLY dijo...

Me sorprende lo que comentas sobre las críticas al realismo de la película, como si desenfundar tan rápido como Mitchum y Wayne en "Eldorado" fuera realista o conducir como Vin Diesel en los "Fast and furious" o luchar como Bourne en cualquiera de la saga.

Ya hemos hablado muchas veces de este tema, del realismo, de la verosimilitud y sobre todo de lo aceptable que pueden ser ambas cosas en el contexto de lo que se nos cuenta. Nadie pide realismo a "Como ser John Malckovich" lo que importa es que aceptemos la premisa argumental y que dentro de ella no nos la jueguen. Mucho se ha hablado del asesoramiento científico que hace que "Interestelar" sea la pelíciula que mejor refleja lo que se conoce del funcionamiento del universo, un primo mio experto astrofísico me lo aseguraba...hasta que le dije medio en broma ¿Y la física dice que si entras en un agujero negro caes en la parte trasera de la estantería de tu casa?....En realidad no importa, lo que se cuenta acepta algo tan "irreal", no nos hace trampas.

De la misma forma se ha hablado tantas veces de la verosimilitud de las películas de Hitch, o de que no teien sentido quejarse de la cantidad de imposibilidades físicas que existen en "Star Wars". ¿porqué hay que pedir realismo a "Silverado"? ¿Que es lo no realista?, ¿La punteria, la velocidad al sacar el arma, que un negro sea tratado como un igual, que Kline quede fascinado por una mujer fea y bajita?

Lo peor que te puedes encontrar es que películas pretendidamente realistas escondan una irregularidad o algo que no entra dentro de lo verosímil o no siéndolo no respeten algún de las normas que se han establecido como válidas. por ejemplo y sin proponer ningún título en concreto, no son pocas las películas que nos presentan a un personaje de lo más normal y corriente, pero que en un momento dado de la película sufre una persecución en automóvil y es capaz de hacer las mayores acrobacias, giros, cruces sin destrozar el coche, ni dejarse los piños en ningún alarde. O dentro de una película tan poco realista como "Guerra Mundial Z" por ejemplo, podemos llegar a aceptar todo porque entra dentro de las normas "irreales" por las que se mueve la película, incluso que el único que se salve de ser mordido por los infectados sea siempre Brad Pitt aunque haya miles de zombies a su alrededor y los que le protejan caigan como moscas, pero lo que no es de recibo es que un avión explote en pleno vuelo, se estrelle y sólo dos personas sobrevivan (Brad y la soldado manca) pero afortunadamente caen a pocos metros del lugar al que se dirigían, un laboratorio en mitad de la campiña inglesa...Sin embargo, nadie acusa de falta de realismo a ese tipo de cosas.

En fin, criticar por criticar.

Abrazos reales.

César Bardés dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas. Probablemente esté más relacionado con el "look" de la película. Recordemos que Eastwood ya está apretando por ahí y está oscureciendo progresivamente el género y de repente nos encontramos con una película luminosa, con héroes que disparan como los ángeles, son rápidos, certeros y justicieros y, claro, eso es posible que no calara demasiado en su época y menos en Europa, tan proclive a las películas realistas ya en aquellos tempranos ochenta. Recuerdo en concreto un comentario de Antonio Giménez Rico que despotricaba contra esta película diciendo que no le gustaba nada y que nadie se creía eso y demás cuando tu contestación podría ser perfectamente el mejor argumentario contra sus afirmaciones.
Volvemos al tema de las reglas. El espectador, más o menos el que sabe lo que va a ver, está dispuesto a aceptar las reglas del juego que establece el director con la historia que va a contar y se trata de no traicionarlas. Sería muy chocante que Kasdan, después de cómo nos ha introducido todo el tema y toda la historia y nos ha presentado cuidadosamente a los cuatro protagonistas, nos pusiera, por ejemplo, un disparo en plena cara a cualquier forajido o al padre de Mal o a quien se nos ocurra. Eso sería una traición a las reglas contando con que ya tiene al público de su parte. Y muchas veces nos olvidamos de eso. Valgan sin ningún problema los ejemplos que has puesto y que, sin embargo, cuelan aunque, por supuesto, las películas te puedan gustar más o menos porque sencillamente están más o menos cerca de tus propias inquietudes.
Como tú bien dices, muchos critican por critican y no son críticos, son criticones.
Abrazos con guardapolvos.