martes, 9 de junio de 2009

ARIZONA, PRISIÓN FEDERAL (1958), de Delmer Daves

Una vez que se ha visto una de esas obras maestras imperecederas como fue La jungla de asfalto, de John Huston, es difícil imaginarse que esa misma historia se traslade a un ambiente distinto, con condicionantes de época y de pensamiento y con un sentido amplio de lo que debe ser una revisión hecha con otros ojos y un mínimo de calidad. Pues sí, Arizona, prisión federal, de Delmer Daves es una versión en clave de western de La jungla de asfalto y el resultado roza la obra maestra. Y es que Daves es uno de esos cineastas que hay que reivindicar siempre. Vitola de artesano pero con unos recursos visuales impresionantes, Daves conseguía sacar oro en un atraco a mano armada, unos cuantos disparos, una más que aceptable interpretación de un actor tan limitado como Alan Ladd y un duelo de caracteres con un excepcional Ernest Borgnine. La película es muy buena tomando caminos diferentes de los que eligió Huston y, por momentos, uno llega a pensar que la historia es original y que Daves no debe nada a Huston. Categoría para ello le sobraba al casi desconocido director.
Para ello, tanto el guión y la dirección de esta inestimable película se decantan por un western que no se excede en sus tiroteos y que prefiere sumergirse en la indudable personalidad de unos cuantos caracteres que intentan hacer algo digno con sus vidas aunque sus vidas sean indignas. Toda la trama tiene una intensa fuerza que va más allá de lo que estamos viendo. Los personajes son violentos si el destino les empuja a ello. También son prisioneros de la confianza porque la vida aprieta y, en muchas ocasiones, consigue ahogar como una horca que espera en una prisión federal, allí mismo, donde el infierno empieza y al otro lado de ese fino borde por el que caminan los protagonistas.
Y es que el intentar cambiar una vida haciendo parada forzosa en la estación de la venganza es siempre un signo de debilidad, de querer abarcar demasiado con un plan que intenta sacarte de la oscuridad de una mina de desgracia, de forzar un cambio en el camino de unos hombres que no se dan cuenta de las huellas que dejan allí por donde pasan. Y es que el oro, lleva a la avaricia; la avaricia te conduce siempre a la venganza. Al final, siempre habrá una bala con tu nombre escrito en ella y un deseo que no se cumplirá por mucho que hayas tenido pequeñas victorias.
Así que es el momento de tragar polvo mientras se camina a un final explosivo, pensar en las oportunidades perdidas y en las glorias venideras y darse cuenta de que, en muchas ocasiones, ir más allá de lo que el destino te ha reservado puede no merecer la pena. Ser inteligente no es ninguna garantía del éxito. Puede que alguien cave un túnel bajo tus pies para llegar a aprisionarte en alguna parte de tu miserable listeza. Es una estupenda película, se lo dice alguien que también sueña.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

No he visto esta película, pero cuando he leído el nombre del director y el párrafo en el que hablas de la avaricia a la que lleva el oro, he recordado otra película de este mismo director que figura entre mis preferidas. El arbol del ahorcado. Ya sabes que no soy de recordar nombres de directores, el acordarme de éste se lo debo a otro cinéfilo. No sé si eta película que conmentas hoy tendrá algún parecido con la de Cooper. Lo mismo hasta la he visto, pero no la recuerdo. La de Cooper la he visto muchas veces. Creo que es una de las películas en las que más guapo sale, lo mismo que Maria Shell. La música maravillosa. El color. La historia. La interpretación de todos los actores, incluidos los secundarios como Karl Malden y George C.Scott. Perdona que me haya ido a otra película que no es la que comentas, pero he querido aprovechar que las dos son del mismo director. Se habla poco de la de Cooper.

Gema

César Bardés dijo...

Pues sí, Delmer Daves era un estupendo director y además muy poco valorado. Hizo películas extraordinarias como la que hoy comento o la que tu dices "El árbol del ahorcado", pero es que este tipo dirigió cosas como "La ley del talión", con un Richard Widmark enorme como mestizo...y resulta creíble; o como la primera versión de "El tren de las 3,10" que deja en pañales la versión que rodaron recientemente Russell Crowe y Christian Bale (ya quisieran ellos llegar a lo que Daves sacó de Glenn Ford y Van Heflin); o "Destino: Tokyo" que, aunque no dejaba de ser una película de propaganda bélica, era una estupenda película, con Cary Grant en la piel de comandante de un submarino; o "Flecha rota", con James Stewart defendiendo los derechos de los indios por primera vez en el cine; o "Jubal", con Glenn Ford otra vez trasladando "Otelo" al Oeste; o una película también que me enloquece: "La senda tenebrosa", con Bogart y Bacall y que es de una potencia visual increíble para ser del año 47. Era licenciado en leyes por Harvard pero decidió pasarse al cine porque era lo que realmente le apasionaba. Nunca fue considerado un autor y, sin embargo, hizo unas películas ecepcionales con unos toques personales muy sólidos. Era un gran director y está muy poco valorado, por eso se habla poco de "El árbol del ahorcado".

Anónimo dijo...

Bueno, me quedo con las ganas de que comentes algo de El arbol del ahorcado. Lo mismo ya hablaste de ella en el otro blog, lo buscaré. Flecha rota, peli de las que te marcan cuando la ves siendo una cría. No sabía que la había dirigido este señor. Aunque no sé si la confundo con otra en la que salía Spencer Tracy.

Gema

César Bardés dijo...

Haberlo dicho antes, marchando un artículo sobre "El árbol del ahorcado", dame unos días para no publicar demasiado seguidos dos artículos del mismo director pero eso está hecho. La pluma ya se está afilando (y no es un comentario erótico).

César Bardés dijo...

Puede que la confundas con "Lanza rota" que era "El rey Lear" pasado al Oeste. Hombre con hijos, los hijos se pelean por la riqueza del padre y lo matan a disgustos. Por cierto, Tracy era un gran actor pero no tenía ni idea de agarrar un caballo. Y no busques "El árbol del ahorcado" en el otro blog porque no está, ya te digo, dame unos días.

Anónimo dijo...

Si fuera un comentario erótico tendrías que haber puesto "plumín". Menos lobos. Me encantará leer ese comentario sobre El arbol del ahorcado. Gracias.

Gema

Anónimo dijo...

Ves? ya estamos con el tema de las películas con títulos parecidos. "Flecha rota" y "Lanza rota". Sabía yo que me estaba liando. Debería estar prohibido porque es lo que nos falta a la gente desmemoriada como yo. Ahora no sé si la que me marcó de cría fue una u otra. Que de eso ya hace unos cuantos años.

Gema

Anónimo dijo...

Lanza, flecha, pluma afilada...Eroticos que estais,¡¡Vive Dios!!.

Carpet

Anónimo dijo...

Kinkaid.. en tu caso no llega ni a plumín. Has cogido miedo al de la recortá, eh?

dexter dijo...

A mí La senda tenebrosa siempre me pareció un peliculón.
Y con respecto a El tren de las 3.10 pues enlazo con lo del post anterior. Pretender comparar a Glen Ford con Russell Crowe es casi como querer comparar al Barsa con el Bollullos CF - con todos mis respetos para el Bollullos,... y bueno para Crowe también.

César Bardés dijo...

Más vale tener un plumín de calidad que un plumón torpón. En cualquier caso no comparo para nada a Ford con Crowe, comparo a la misma película en sí que, para mi pasmo, he leído por ahí que es fantástica y el mejor western de los últimos años. Toma nísperos. Si te gusta "La senda tenebrosa"...pues nada, otro artículo de "La senda tenebrosa" marchando. Además qué leches. También todo el mundo dice que es la hermana poco agraciada de las películas que hicieron Bogart y Bacall juntos y para mí también es un peliculón. Dadme más días que artículos, por favor.

dexter dijo...

A ver, Mr Wins, no pongas en mi boca palabras que yo no he dicho. Yo te dije que La senda.. me parecía un peliculón, no que escribieses un post sobre ella ¿no será que en el fondo te mueres de ganas por hacerlo?
Y por otro lado, yo no te dije que hubieses comparado a Glen con Russell, los comparé yo directamente a propósito del post anterior y de los actores de ayer y de hoy. Por cierto, que a mi la nueva tampoco me pareció tan mala ( y eso que a Bale no lo trago nada) Ya me dirás cuántos Padresnuestros me tocan.

M.I. dijo...

¿Y qué me dices de Más Allá del Amor? Pura propagana de la ciudad de Roma, en la que volvía a quedar patente el ¿cómo lo llamas tú? savoir faire visual de este director. Argumento, por otra parte, copiadito por Allen para hacer la peli con Pe.

M.I. dijo...

Si hoy me cayeras bien, comentaría dos frases del artículo que no tienen desperdicio. Como no es el caso, me limitaré a decir....

¿Ves?. Esto sí que no pasa ahora. No hay director que se atreva a revisar una obra maestra; y, si lo hace, ya te digo yo que no le sale otra obra maestra.
Pero actores.....
¿Repito todo?.

César Bardés dijo...

Vale, sí, me muero de ganas por hacerlo pero debo reconocer que la idea me la has dado tu.
¿O sea que hoy no te caigo bien? Pues ya no hago el artículo de los clásicos de la semana, hombre, ahora mismo llamo al periódico.

M.I. dijo...

¿Quéeeeeeeeee?
¿Se va a quedar Albacete sin reseña de clásicos por mi culpa?
¡Joer, no me cargues con ese peso!

Ahora, fuera de coñas:
¿Los indios también le dieron nombre indio a Delmer Daves, como hicieron con Ford y con Raoul Walsh? O esa moda fue a posteriori cuando el Gran Combate del 64.

Y no, no me caes bien hoy ¿qué quieres que te diga?. Yo que me esfuerzo por ser un buen crítico y dar nuevas directrices, y tú que me pisas, y me pisas en la entrada anterior. Así que... no, no me caes bien hoy, pero no tomes represalias, que los albaceteños no te han hecho nada ;).

César Bardés dijo...

No, no. Creo que a John Ford fue al primero que adoptaron con el nombre de "Natani Nez" (Guerrero alto) y fue a finales de los 50. Fue un honor que recibió porque al trasladar la mayoría de sus rodajes al Monument Valley, dio un montón de trabajo a los indios navajos que eran los que vivían allí. Luego en el 62, justo antes del rodaje de "Una trompeta lejana", fue cuando adoptaron a Raoul Walsh con el nombre de "Etsua ya apenta" (El águila del cielo de la mañana) y fue por el mismo motivo. Que yo sepa Delmer Daves nunca fue adoptado por los indios. Ah, pequeño error, no fue graduado en leyes por Harvard, sino por Stanford.
Y sigue defendiendo lo que quieras, yo te doy caña porque es todo lo que harán los demás para probarte y demás historias. Pero eso creo que ya lo sabes.

M.I. dijo...

Desconocía el motivo. Creía que era porque ambos cineastas se habían hecho eco de la problemática de este colectivo, y resulta que era por una cuestión económica... madre mía, que voy a ser romántica-ignorante toda mi vida...

Y lo de dar caña, bueno... menos mal que lo reconoces. El caso es que cada maestrillo tiene su librillo y que es una pena que no te sigas dedicando a la docencia. He de decir, en este sentido, que he aprendido muchísimo de cine a tu lado, no ya porque tú sepas muchísimo de cine (que por supuesto que también) sino porque "con sutil manipulación" me has dejado equivocarme.
Si me hubieras impuesto uno sólo de tus puntos de vista... yo no habría aprendido nada. Sin embargo, me has dejado volar, hipotetizar... para llevarme siempre a donde quieres. Demostración de que la sutil manipulación no es un arma de mujer, sino de los sutiles manipuladores....

César Bardés dijo...

En esto del cine, cada uno tiene que formarse un propio criterio y ser coherente con él. Luego ya viene la literatura (en mi caso, más bien barata) y las fórmulas de expresarlo. Yo creo, en mi modesta opinión, que las personas que leen un artículo de cine quieren ver coherencia, rigor histórico y facilidad de comprensión y algo que muchos críticos son incapaces de formular: Si la película es buena o mala. De todas formas, hay un artículo de Miguel Marías y otro de Julio Diamante sobre lo que debe sr un crítico que para mí son el ABC de todo el que quiera dedicarse a esto.

M.I. dijo...

Ya, ya lo sé. Yo incumplo todos y cada uno de sus puntos.

César Bardés dijo...

Nooooo, ni mucho menos. Sin embargo hay algunos que escriben por ahí que, evidentemente, esos artículos les suena a chino. Y no quiero dar nombres que la liamos. Además no quiero decir que eso sea la Biblia y que haya que seguirlo a pie juntillas pero, sin duda, es una extraordinaria orientación. Yo tampoco cumplo con todo lo que dicen pero quizá dejan un poco de lado el aspecto de la libertad personal. De todas formas, para mí, ha supuesto una ayuda valiosísima.