viernes, 15 de marzo de 2013

UNA HISTORIA DE VIOLENCIA (2005), de David Cronenberg

Ésta no es una historia de violencia que se basa en disparos a bocajarro, en pieles arrancadas a tiras o en sangres esparcidas a cubos aunque sí que hay todo eso en la película. La verdadera historia de violencia que quiere narrar la película es aquella en la que el pasado se presenta para arrancarle las piernas al presente. Así, brutalmente, sin previo aviso, sin explicaciones, sin excusas, sin justificaciones y sin defensas. Quizá, en algún sitio, agazapado detrás de una barra de bar, haya un tipo que, en otra vida, se dedicó a matar gente y a dar rienda suelta a la crueldad de los asesinos. Un tipo que no tenía piedad. Un tipo que mataba y, lo que es aún peor, disfrutaba matando. Tal vez, también, ese tipo se cansó de aquello porque se dio cuenta de que no estaba viviendo, de que estaba matando y, también, cada vez que mataba, se mataba a sí mismo. Así que lo dejó todo, se fue al pueblo más perdido que encontró, cambió de identidad y, viniendo de la nada y con un destino mucho más rutinario, intentó encontrar raíces que hicieran de él una persona.
Pero el pasado es terco, es traidor, es retorcido. Quiere cobrarse las víctimas del futuro que no ha vivido. Y, con balas, tremendos disparos, errores y energías reprimidas, se presenta con un bulto en la sobaquera, dispuesto a asesinar el futuro en el que no se convirtió. Y quiere hacerlo sin piedad, sin perdón, sin nada que decir. Simplemente hacerlo. El pasado es el mayor asesino. El pasado mata muchos futuros sin cobrar. Lo hace por puro placer.
Así que ese paraíso oculto, encerrado en la normalidad, comienza a derrumbarse porque el tipo que dejó de ser brutal tiene que volver a serlo. Tiene que volver a extraer lo peor de sí mismo para ir en busca de ese pasado y coserlo a balazos, puñaladas o golpes de bestia. Lo que sea con tal de acabar con él. Tanto es así que, después de hacerlo, tendrá que lavarse en el agua purificadora que deje atrás definitivamente el horrible hedor de la muerte y de la sangre seca. Por mucho que esa sangre sea la misma que él lleva en sus propias venas.
David Cronenberg dirigió esta película con la precisión mortuoria y rutinaria de un sicario sin pensamiento ni mirada.  No quiso finales felices ni principios de esperanza. Quiso relatar, bien a las claras, que el pasado es el mafioso que aniquila los sueños, los deseos y la confianza. El pasado habla de todos nosotros aunque sea a través de bocas enmudecidas. El pasado en sí mismo es una propia historia de violencia que tiene que permanecer en la ignorancia de lo que se han convertido sus primitivos pasos. Y si no, siempre habrá un tipo con una cicatriz bien profunda que te dirá a la cara lo que hiciste mientras estabas inmerso en las tinieblas. Cronenberg lo ilustra entre individuos sin alma. Tal vez los pasados de la gente normal no sean tan temibles pero, curiosamente, también fueron lo suficientemente violentos como para que muchos hayan perdido el alma por el camino sin ser capaces de volverla a encontrar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí sin duda la mejor película de Cronenberg. No me interesa nada su etapa gore, tampoco es que haya visto mucho, pero "Videodrome" creo que se llamaba así era una frikada de mucho cuidado. "Inseparables" que tanto suele ensalzarse tampoco me parece nada del otro jueves, aunque Jeremy Irons está como siempre, magistral. Creo que tengo que revisar "M Butterfly" porque creo que la vi en una época en la que estaba por otros menesteres, y tal vez ahora le sacara más jugo. Por supuesto me gustó "Promesas del Este", aunque podría ponerle bastantes peros. Y de "Un método peligroso" ya hablamos aquí a raiz de su estreno, y ya concluimos en que podía haber dado muchísmimo más de si. La última con el vampiro Pattison como tiburón de las finanzas me da más miedo que para qué.

Pero es "Una historia de violencia" como te digo la que más me gusta. Sobre todo la primera parte con esa presentación del personaje y del entorno, con un Viggo Mortensen que da lo mejor de si cuando se enfrenta a estos personajes ambigüos y duales. Ya comentámos también por aquí que era lo mejor de esa reciente peli argentina llamada "Todos tenemos un plan" (por cierto soy yo o Francisco I es un poco Jason Robards?). En la peli que comentas, Ed Harris y William Hurt están también espectaculares.

Abrazos pacíficos

César Bardés dijo...

Pues estoy bastante de acuerdo en todo lo que dices, Dex. También es mi película favorita de Cronenberg incluido aquel comienzo con "La zona muerta" y ni mucho menos "Crash". No es un director que me apasione ni mucho menos pero aquí hay que reconocer que tuvo un acierto enorme con la elección del reparto. Esa es una de las grandes bazas de la película incluyendo a Maria Bello. Y es verdad, por encima de todos está Ed Harris que da una oscuridad a su personaje que cualquier espectador puede sentir esa dualidad que siente Mortensen de miedo y de incontenibles ganas de cargàrselo.
Abrazos papales (yo no le saqué el aire a Jason Robards todavía aunque es verdad que aún tengo que detenerme a observarlo con calma).

Carpet dijo...

Ayssss....como me gusta el western. Porque esta película, por mucho que se hable de Michael Mann y con razón, es,para mi, el mejor western moderno (no ambientado ni en el lejano oeste ni en la época) de los últimos años, quiza de siempre.

Vigoo es el pistolero retirado que no quiere volver a la violencia (¿Cimarrón?), el pasado le persigue, le acecha le obliga a colgarse el cinturon con la cartuchera. El acoso del ayer, otros pistoleros peligrosos, rápidos, sin escrúpulos...(efectivamente, que grande Harris) recuerdan a "Solo ante el peligro", a "Los malvados de Firecreek".
La solución final, cerrar la puerta, el duelo,...
Y el cabalgar hacía el futuro intentando dejar todo atrás, pero sabiendo que se ha colado para siempre en el futuro...Ese plato que se ofrece en una cena es de una belleza especial.
Para mi también es la mejor peli de Cronenberg y estoy bastante de acuerdo con el repaso que hacéis (tambien con los peros de "Promesas del Este"), pero hay que reconocer que es un director bastante interesante aunque a mi algunas de sus cosas me parezcan intragables.

Abrazos apasionados en la escalera.

César Bardés dijo...

Cierto que es un "western", muy clintoniano si podemos ponerle un adjetivo estilístico. Ahí tenemos también como referencia "Raíces profundas" solo que el niño ha crecido un poco y es un adolescente que cree que su padre siempre tiene razón.
El plato de la cena...me quedé pensando en esa secuencia. La niña le acepta, el chaval se queda un poco a la expectativa, ella no...podrá dejar que viva bajo su techo pero no, su mirada sigue siendo fría. Ya no es el hombre del que se enamoró y con el que ha compartido juegos eróticos divertidos en la cama. No es del todo feliz. Tiene un poso de amargura que, además, es muy convincente.
Cronenberg es interesante cuando no se pone trascendente. Lo de "Un método peligroso" era para ir directamente y hacerle una sesión de psicoanálisis por mucha violencia moral que haya dentro. Ya te digo que no siempre sabe dar con el tono, ni sabe muy bien cómo quiere contar las cosas. Es interesante cuando sabe contener sus neuras y sus derroches mentales. Cuando cruza esa frontera, reconozcámoslo, pasa a ser un poco "friki".
Abrazos con las animadoras.

Carpet dijo...

Si, porque Maria Bello es una buena actriz, (me refiero ahora al plano de la cena comentado) que no no ha terminado de dar el salto a gran figura, tal vez nunca ha tenido un personaje lo suficientemente importante o tal vez no lo merezca, pero a mi me recuerda mucho al perfil que puede dar Naomi Wats, pero con más posibilidades...Porque Naomi como Penn, es tan intensa que cuesta verla en una comedia y a Maria sin embargo no.

De hecho , el otro día vi, una pequeña peli con ella dentro que me pareció bastante pasable y en la que ella brilla especialmente, "Chantaje".

Abrazos fuera del Coyote Ugly.

César Bardés dijo...

Sí es buena actriz, sí, lo que pasa es que su tipo de belleza quizá sea más "standard", menos agresiva que la Watts. Ambas son buenas actrices, lo que pasa es que, mientras el lado turbio de Watts es evidente, el de Bello está ahí pero subyace escondido, a punto de saltar.
No he visto "Chantaje", pero me lo apunto solo para ver a Maria.
Abrazos desde la cafetería.