Pues sí, los zombies están de moda, qué le vamos a hacer. Series, libros, películas y hasta llaveros, que los he visto yo. Todo para enseñarnos un muestrario de seres no-muertos que se dedican a hacer ruidos muy raros (serán todo lo muertos que quieran pero deben de acabar con la garganta fenecida) y a morder todo lo que pillan por delante. Así que, después de nazis, narcotraficantes y noches de muertos vivientes… ¿por qué no hacer una película en la que la Humanidad se halla en guerra con los tipos estos de piel morada, mirada atravesada y dientes amarillentos? Si además de todo eso, ponemos a Brad Pitt en la piel de un señor que no se sabe muy bien a qué se ha dedicado pero se las apaña divinamente…pues ya tenemos la película.
Ojo, que hay metáfora en todo el asunto. Lo de comernos los unos a los otros ya lo estamos viviendo solo que la carne es de papel adornado con muchos ceros. Nos importa un bledo, seamos sinceros, que con un despido un señor se quede en la calle con ciento cincuenta obligaciones y responsabilidad encima…pues ya está, ya le hemos convertido en un zombie que hará cualquier cosa con tal de salir adelante. Uno más entre la multitud de muertos andantes que saltan a la yugular de lo primero que pasa para ser tan cruel como lo han sido con él. Lo que pasa es que incluso las metáforas tienen que estar bien trenzadas y aquí no se tiene ni idea de dónde han salido (como los zombies que ahora nos acosan y que salvarán su tren de vida antes que la vida de los demás), el héroe es un señor que se ha retirado pero que se dedicaba a algo muy importante en países dentro de zonas calientes, los zombies, como siempre, son tontos de solemnidad (pues chicos, para estar así, no-muertos y pateándose los unos a los otros…prefiero morirme) y la solución al embrollo no es que sea delirante, es que al guionista se le ocurrió mientras estaba en pleno viaje astral debido a alguna sustancia psicotrópica de nivel bastante alto.
A ver, a ver, sí, tiene usted toda la razón. Todo está armado con un aroma a serie B que huele a muerto (perdón por el chiste fácil). No cuesta ningún trabajo imaginarse esto mismo rodado a finales de los años cincuenta por algún director como William Castle o Roger Corman en blanco y negro y con las mismas premisas y los mismos trucos. Hombre, lo de que Israel fue capaz de preverlo es para nota, eso ni a estos dos lumbreras se les hubiera ocurrido, pero se quita a Brad Pitt y se pone a un Vincent Price o a un Boris Karloff y hubiese sido una cosita calcada a la de aquellos gloriosos años de la producción en dos semanitas con un presupuesto de risa desaforada. Y con la metáfora-crítica-moraleja incluida. Y así pues es cómo se hace una película taquillera que acaba con los espectadores abducidos y yendo en tropel para ver cómo un muerto viviente de esos hace unos ruiditos con los dientes que parecen las castañuelas de Lucero Tena con el tembleque puesto. Me quedo muerto, de verdad.
4 comentarios:
Jajajaja....Aysss, que chispa. Me muero (es chite) de risa. Lo que te decía otra guerra con olor a comedia.
Y fijate que a mi me parece que si no le das muchas vueltas a algunas cosas ( bueno ninguna vuelta) a mi me lo hizo pasar bien, pero claro yo no so referente porque a mi las pelis de zombis me molan en general siempre.
Pero en serio, hay más de un momento notable (vuelvo a decir, si no le das vueltas al guion) el inicio está muy currado y tensiona de la misma forma que teóricamente a los portagonistas. El muro de Jerusalem (en general todo la parte de Israel es bastante estúpida) y el asalto de la horda zombi es bastante espectacular. Y lo de ir a mil por hora y jugarse el final en un ritmo bajo y claustrofóbico también tiene su gracia.
Esas pueden ser algunas de las cosas buenas como el buen ritmo y la dosis de tensión bien controlada. A partir de ahí vienen los defectos que son tantos como zombis mueren (o remueren en la película).
Efectivamente el personaje de Pitt no sólo está inexplicado (en realidad todos) sino que sorprende tanta capacidad para...¿para que?...salvo fijarse mucho (en innecesaria camara lenta para que veamos lo que él ve) sorprende que con sus credenciales todos se pongan a sus pies, aun a riesgo de su propia vida y antes que huir e intentar salvarse formen una guardia pretoriana donque quiera que vaya para que consiga completar su misión.
No hay ningún personaje que importe en toda al película salvo Pitt y de manera secundaria su familia, lo que consigue que te importe un bledo que los zombis alcancen a quien sea salvo que le toquen un pelo al guapo de Brad.
Y eso de ello lastra la parte final, que efectivamente no sé a quien se le vino a la mente, porque cualquier momento de tensión que se intentara conseguir falla precisamente porque a estas alturas de la peli sabemos que el gran Pitt está a prueba de cualquier cosa y por tanto no hay forma de que nos angustiemos ante todo lo que puede salir mal y sabemos que no va a salir mal cuando está en la pecera.
Además se echa en falta un poco de risas y de no ser tan serios, que Brad está más que correcto en su actuación, pero no tiene mucho sentido que nos cuelen tanta tonteria sin un brindis al buen humor.
No obstante, vuelvo a decir que a mi me entretuvo mucho y que comparada con "Elysium" los zombis molaron mas.
Abrazos infectos (que pueden salvarte).
¿Sabes lo que pensé cuando se enfrentan en la cabina? Coño, a este tío le tiene que oler el aliento a muerto. Eso es lo más difícil de aguantar si yo fuera Brad Pitt. Creo que has dado con una de las claves del asunto: la falta de humor. Si la película hubiera buscado alguna risa que otra (reconozcamos que su vocación no es, precisamente, la de comedia) probablemente la cosa hubiera derivado en algo mejor.
A destacar cómo es absolutamente inexistente un personaje como el de la soldado israelí a pesar de que tiene cierta importancia. Y lo de hacer estallar una granada en un avión con el fin de esperar a que la presión se lleve a los muertos...en fin.
No es una cuestión de darle muchas vueltas al guión, es que te la intentan colar un poco como una película de terror (bien dicho, con notas espectaculares) y, qué quieres que te diga, para mí el terror es otra cosa, no un tío haciendo ruiditos con los dientes y abriendo la boca cual animal cegatón buscando a su presa.
Lo que ya me parece increíble es que todo el asunto esté dirigido por Marc Foster que dirigió algo tan en las antípodas de esto como "Monster´s ball"...lo que hace el dinero ¿eh? Fabrica zombies hasta detrás de las cámaras.
Abrazos castañeteantes.
Uff, Bardés, no sabes el peso que me quitas de encima, con el complejo que había pillado yo viendo bicicletas verdes y cosas de estas rarunas. La verdad es que me muero por ver algo más convencional, pero también menos freaki, tipo "Mud" o esa otra del gol de Iniesta incluso.
Yo no soy muy fan del género "zombie" que en su día pues sí podía tener su gracia. Hay que ser muy hábil para innovar algo u ofrecer al menos algo estimulante. Para empezar, creo yo, si quieres hacer un homenaje a la serie B no me pongas a Brad Pitt de prota, hombre, que no se note que te has gastado la mitad del presupuesto en contratar un estrellón, que estas cosas tiene que parecer que te han costado cuatro duros. En segundo lugar es esencial como decis el sentido del humor, pero hay que ser hábil en esto y ser sutil y evitar la brocha gorda. Verbigracia, "Zombieland" una peli con la que me reí bastante, cameo de Bill Murray incluido. Lo de la metáfora seria ya esta muy vista. Hace tiempo leí en este blog una teoría muy interesante acerca de porqué últimamente en el cine hay tantas películas que nos dan tanto yuyu. Los zombies, monstruos, muertos vivientes... son los mercados que nos chupan la sangre y nos devoran y nosotros pobres mortales somos sus víctimas.
Pues es una pena, porque como bien dices a Marc Foster le venía siguiendo la pista yo desde hace tiempo y me parecía un tío bastante competente. No solo por la tremenda "Monter´ball", también en la mágica "Descubriendo Nunca Jamás" o la trágica pero hermosa "Cometas en el cielo". Lo que hace un buen puñado de dolares, sí.
Abrazos, achuchones, mordiscos
Pues tienes razón en todo lo apuntado, Dex. La falta de sentido del humor, una estrella de primer orden haciendo olvidar aquellas producciones de serie B de los.cincuenta con tantos William Nobody de protas...lo que pasa es que no sé yo si ese mensaje es efectivo a través de estas metàforas simplotas debido a que su punto de partida, en sí mismo, es simplote. Esto atraerá al público de siempre que aplaudirá a rabiar viendo cómo los zombies realizan toda una escalera de peldaños necróticos para saltar el muro judío pero no llegará a los que realmente tienen que concienciarse del problema. O soy demasiado pesimista? Quizá estoy sobrevalorando a unos y menospreciando a otros pero tal vez sea eso lo que hay a pesar de zombies adolescentes, zombies recuperados, zombies burtonianos y zombies en guerra.
Abrazos zumbados
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