El frío que azota en las manos
mientras las sábanas húmedas se congelan en el tendedero es el preludio de una
historia sobre una vida que puede parecer desperdiciada. Dolores ha trabajado
siempre sin descanso, intentando crear algo en una existencia que se empeña,
una y otra vez, en dejarla allí, olvidada, en algún porche carcomido, esperando
el eclipse oportuno. Ella es tan grande que la vida, probablemente, se le haya
quedado pequeña pero tiene que domarla, adecuarla a su gran talla, ajustar los
bordes para que el sufrimiento que supone vivir sea algo que merezca la pena.
Y es que los eclipses tienen su
momento de oscuridad total, telón perfecto para alisar las arrugas que jalonan
todo un trauma que se inicia cada mañana. El agua, impávida y circunspecta, es
testigo de toda la injusticia que parece caer todos los días sobre las espaldas
de Dolores. En su mirada hay tanto amor…que no hay ni rastro de sufrimiento
aunque se haya instalado en su ánimo como algo que no se puede extirpar. En sus
ojos de mujer fuerte se adivinan los de la debilidad y la autocompasión al
poseer la certeza de que nunca fue una gran esposa, que, desde luego, no
consiguió ser la madre que deseaba. Como mucho ha sido una gran compañera, una
mujer que hiciera lo que hiciese, nunca traicionó sus sentimientos. Y eso le
otorga una enorme entereza, una seguridad quebradiza, sí, pero avasalladora. Ya
no hay mujeres como Dolores Claiborne.
Kathy Bates realiza una de las
mejores interpretaciones de su carrera dando vida a esa mujer que parece haber
nacido con un cartel que señala su culpabilidad cuando, en realidad, ha
intentado que la felicidad ajena fuera la suya propia. El destino se empecinó
en dejarla ahí, en un agujero, donde su hija no mira, donde sus convecinos
desconfían, donde la luz parece permanentemente triste para acompañar una
trayectoria desbordada pero, no por ello, menos útil. Para ello, hay detrás un
fantástico relato de Stephen King que coloca al terror mismo en el rostro de
todos aquellos que han convivido con Dolores, ahogados en la ignorancia, ajenos
a la verdad que hay detrás de esos ojos que recuerdan con nostalgia los días
negros y abominan del desprecio que impera en los días blancos. Y el director
Taylor Hackford (injustamente aclamado por películas tan coyunturales y
mediocres como Oficial y caballero o Noches de sol) enfría todo el ambiente
alrededor de las manos agrietadas de Dolores Claiborne porque sabe que ella,
detrás de ese velo de vulnerabilidad, es un roble que no se doblega con el
viento, ni con el asesinato, ni con la falsa culpabilidad, ni con el continuo
desprecio…ni siquiera con el olvido hiriente de su hija que cree ver en ella el
rostro de la maldad abandonada. Incautos…aún no os habéis dado cuenta de que no
es la mala de la película, es la heroína de muchas, muchas vidas…
4 comentarios:
La verdad es que esta película es Kathy Bates, porque la historia de Stephen King era muy buena pero sin ella dificlmente la película sería memorable. De hecho la otra gran adaptación de King (amén de "cuenta conmigo") que es "Misery" también es la Bates la que eleva el nivel de la función, comiendose en ocasiones a un grande como James Caan. Aunque para mi, pese al oscar obtenido por esta última, es mucho más meritorio su trabajo en "Eclipse Total".
De todas formas es una mujer de enorme presencia, de las que se adueñan de la escena aunque aparezcan como secundarias, fijaos en "Titanic" o incluso en su Gertrude stein de "Medianoche en París".
Y sobre "eclipse..." tu post lo dice todo y tan bien dicho que hay poco que añadir, si acaso que yo creo que Jennifer Jason Leigh que stuvo muy de moda en los inicios de los 90, no me gustaba demasiado y que, para mi, la película se le quedaba muy grande.
Abrazos eclipsados
Yo es que creo que igual que hay papeles que puede hacer cualquiera, también hay papeles que piden un tipo determinado de actriz y para este tipo de papeles no hay nadie mejor que Kathy Bates. Es cierto, ella le da tal altura a la película que llega a ser memorable (aunque creo que la historia es excepcional). Y su trabajo en este título es de lección interpretativa a todo el rosario de actrices nuevas que están saliendo ahora.
Es verdad que Jennifer Jason Leigh tenía un estilo como "de nata", muy poco sólido. Curiosamente disfrutó de muchos papeles de lucimiento y luego desapareció de los primeros lugares de los carteles con más pena que gloria. Y ahí es donde radica el punto más flaco de la película y es en que ese papel merecería otra actriz de más peso.
Abrazos concordantes.
Admiro mucho a la Bates desde que la vi en "Misery" donde compone un personaje antológico - creo que es una peli algo infravalorada hoy en día. No hay que olvidar que estaba extraordinaria dándole la réplica a Leo y a la Winslet en "Revolutionay Road". Y que estaba realmente bien como Mrs Hannigan en la "Annie" televisiva de Rob Marshall - sí, lo confieso, la vi.
En cuanto a actrices de nata, pues sí yo veo bastantes casos en los noventa como el de Jason Leigh -me gustó su recreación de Dorothy Parker en la peli de Alan Rudolph. Y aunque tuvo oportunidad en los dos miles de la mano de Sam Mendes, ahí está junto con Madeleine Stowe, Penélope Ann Miller o Rebeca de Mornay, actrices de la época "de nata" que se quedaron en el camino y en el medio de la nada.
Abrazos en el medio de la nada.
La Bates es una actriz que, como bien dice Carpet, engrandece todo lo que hace. "Misery" me parece una película estupenda, muy bien llevada, muy escalofriante porque tiene algo de real. Para mí el Oscar fue merecido. Bien es verdad que hubiera merecido otra nominación, al menos, por esta película de hoy.
En cuanto a Jason Leigh...es que hay algo que la diferencia de las que citas y es que ésta lo tuvo TODO. Papeles de ensueño que hubiera ambicionado cualquier actriz y que se quedaron en nada porque era una chica que sí, que daba una imagen de retorcidilla, pero que todo parecía pasarle por encima de una forma un tanto cansina. Más que nada porque siempre parecía de una flojera evidente. Me gustó en "La Sra. Parker y el círculo vicioso", sin duda, pero claro ahí a lo mejor me dejé llevar por el ambiente y por lo apasionante de las figuras que rodean a Dorothy Parker. Me gustó también en aquella "Mujer blanca soltera busca" porque daba el tipo de psicópata "blanducha". He dicho varias veces que su papel en "Vidas cruzadas", de Altman, me parece de lo más interesante a pesar de su naturaleza. Fue una de las hermanas de la extraña "Herederás la tierra", esa versión en femenino de "El rey Lear", "El gran salto", con los Coen, la nueva versión que se hizo de "La heredera" como "Washington Square" y que desperdició en uno de los mejores papeles femeninos de la historia...Tuvo muchas oportunidades. Esperé a que, a lo mejor, en la vejez, su físico evolucionara hacia algo más interesante pero no ha sido así. Una pena.
Abrazos en medio de la nata.
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