jueves, 4 de marzo de 2010

THE LOVELY BONES (2009), de Peter Jackson


La muerte nunca significa desaparición sino ausencia. En la mente enferma de un asesino, hay un adiós a la inocencia, una conciencia del cariño derramado en los hijos, una ruptura por no saber olvidar, muchos signos de culpabilidad presentida, algún que otro arrebato de locura, la sospecha nunca confirmada y la seguridad de que ese gran juez que es el destino se encargará de arrojar la basura sobrante al pozo negro de la venganza fracturada en varios pedazos de negación.
Pero, en medio de este montón de buenas intenciones, lo que tenemos entre manos es una película que yerra profundamente a la hora de abordar lo que cuenta. La sutilidad nunca ha sido una de las virtudes de su director, Peter Jackson, pero aquí su visión quiere ser tan fantasiosa, tan llena de imaginación que casi llega al ridículo recordando vagamente aquella pesadez llena de estética vacía y colorida y de mensajes pretendidamente emocionantes que fue Más allá de los sueños, de Vincent Ward, con Robin Williams intentando dar sentido a su indeseada muerte.
El caso es que se podría haber jugado el partido sólo en el campo de la realidad con las extrañas intervenciones del otro lado para avisar de presencias, para inquietar espíritus, para conjurar maldiciones cocidas al pavor, pero Jackson no resiste la tentación de intentar impresionar con su simbolismo en objetos que aparecen sin ton ni son, como si la muerte fuera un sueño que hay que descifrar. Y lo hace con el propósito de querer creer que al cielo sólo se llega cuando estamos preparados, con la ingenuidad latente de pensar que eso va a quedar grabado en la mente de un público que necesita algo más de sentido en la vida para poder afrontar el permanente estado incoherente de la ausencia.
Además de todo ello, hay otra pata coja, y nunca mejor dicho, como es la limitadísima interpretación de Mark Whalberg como padre de la víctima. Sobre todo si, casi como ejercicio de sadismo, se le rodea de actrices siempre seguras, eternas en su sitio y capaces de un dramatismo excepcional como son Rachel Weisz y Susan Sarandon y, al otro lado de la calle, con Stanley Tucci poniendo mirada vidriosa a la fingida impasibilidad. Así que, entre unas cosas y otras, y después del éxito (y me van a permitir la libertad de que les diga que tampoco es que su gran obra El señor de los anillos me dejara clavado, por mucha espectacularidad que me nublase los ojos) que ha venido atesorando por un sector del público que considera que Peter Jackson es un prodigio, estamos ante una película que pretende ser original pero que ya está muy vista. Que no inquieta. Que no emociona. Que no hace reaccionar. Que no cala. Que llega al manierismo por la vía de lo mistico y que más bien forma parte de la herejía que supone el no tomar el camino adecuado. Podría haber jugado con el terror, con lo desconocido, con la ignorancia del que asiste a un crimen que es la obertura de unos tiempos que conducen irremediablemente al desquicie. No, es mejor descubrirlo todo y demostrar el poder de una imaginación que bordea con torpeza en lo mediocre.
Así que después de pasar en la sala algo más de dos horas, uno sale con la sensación de ausencia de una película que muere por ser evidente, que, tal vez, merezca otra oportunidad en el cielo de las historias fallidas con cierto estrépito. Aunque puede que, en algún lugar haya una rosa que muestre en todo su esplendor aquellos tiernos días de juventud rancia y de miradas de un futuro que abre todos sus pétalos y que ya no forman parte de nosotros porque no nos dimos cuenta de que la oscuridad estaba ahí mismo, enfrente de nuestras casas de niñez e ilusión.

34 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad el Peter Jackson no me gusta mucho. Me divertí bastante con "Braindead", broma tipo gore pero bastante mejor hecha de lo habitual. Me gustó "Criaturas celestiales" de la que recuerdo una incipiente e magnética Winslet y una estructura bastante interesante. Tengo cierta debilidad por "Agárrame esos fantasmas" que me parece una mezcla de ritmo-humor-terror muy ágil y válida. Y luego está...lo otro.
"ESDLA", como mola llamarlo para ahorrar tiempo y espacio, entiendo que es una obra monumental, una casi perfecta adaptación de un original inabarcable, un impresionante manejo de recursos técnicos y artísticos. Y como tal, es una película (las 3, 3 en 1) que merece la pena ser valorada. Sin embargo, a mi como a ti, Wins, no me entusiasma en demasía. Lo que tampoco es demasiado raro puesto que en realidad la historia original tampoco lo hace y jamás logré acabar de leer un libro que todos me recomendaban como la maravilla de las maravillas. Creo que hay escenas de una fuerza impresionante, algunas batallas, la ciudad blanca (cualquiera que sea su nombre), la muerte de Boromir, la lucha en las cuevas de Nosequear ( o como sea ). Pero también creo que hay algunos lastres, el abuso de la cámara lenta, la permanente pesadumbre indecisa de Frodo ( debito del rostro de Elijah Wood), la inacción de algunos pasajes empeño en replicar al dedillo conversaciones irrelevantes, el uso abusivo de imágenes de belleza impagable forzando contraluces impactantes ( las apariciones de Liv Tyler, Gandalf en lo alto de una colina en la 2, etc ). En fin, que creo que es más que una película con todo lo que eso pueda tener de malo.
Y entonces llegamos a lo peor, y es que envanecido por su megatriunfo, repite la fórmula en “King Kong” y quiere convertir un mito del cine en el mito de Jackson y junto con algunos aciertos, nos vuelve a soltar sus impresionantes manejos para estropear un clásico. El final de la cinta de Jackson es para encarcelarlo mucho tiempo (que estoy contra la pena de muerte), el almíbar sabe agrio al lado de ese final interminable de más de 15 minutos en lo alto del Empire State con Naomi y el gran mono haciéndose mohines. Tras algo así, solo quedan dos opciones, mejorar o convertirse en repudiado para siempre, me temo que viendo tu artículo, “The lovely Bones” me va a empujar por el segundo de los caminos.

Un abrazo, Carpet.

César Bardés dijo...

Estoy de acuerdo contigo en valorar que, posiblemente, y atendiendo a criterios puramente cinematográficos, su mejor película sea la que, posiblemente, sea la más desconocida, es decir, "Agárrame esos fantasmas", seguida por "Criaturas celestiales", estoy totalmente de acuerdo en eso.
En cuanto a "El señor de los anillos", vale, pasar un rato (largo) y ya está. Pero a mí no me ha dejado ni el menor poso. No recuerdo ni los nombres ni tanta hazaña ni nada de eso. Eso sí, es tan extraña que, en contra de la opinión de la mayoría, a mí la que me parece la mejor de las tres, con mucho, es "Las dos torres" y la primera me parece directamente un rollo macabeo, mal dirigida y espeluznantemente planificada. La tercera es una de esas cosas inacabables que siguen y siguen y que denotan que no hay ni siquiera un trabajo de adaptación, que han cogido directamente la novela y la han trasladado tal cual a la pantalla con un montón de medios y elevando a la cumbre a este señor que a mí no me parece nada del otro jueves. También, por otra parte, estoy totalmente de acuerdo en tu valoración de King-Kong, con sus tres horas de duración. Y cuando tiene la oportunidad de hacer algo de cine de verdad, como en esta ocasión, le sale un churro retorcido en la que parece que está obsesionado por hacernos descubrir su impecable sentido estético (que no posee) y que, como ya digo en la crítica, llega hasta la ridiculez en lo que no es más qe una especie de trasunto de caperucita y el lobo. Me gustaría mucho que todos aquellos que renegaron del final de "No es país para viejos" tuvieran los mismos cojones para decirme qué les parece este final. Ah, no, que allí estaban los Coen que son unos chicos más o menos aplicados y aquí está Peter Jackson que es el nuevo genio del cine moderno. No te jode.
Abrazos, Carpet. Y gracias, estamos de acuerdo prácticamente al 100 %, no malgastes ni dinero ni tiempo en esta película.

dexter dijo...

Vaya, y a mí que me apetecía ver a mi Mark con melenita y ahora vas tú y me quitas la ilusión, jooo.
En fin, me consolaré viendo Criaturas celestiales que la tengo pendiente de ver un día de estos. Y como no me convenza, te juro que al Jackson este no le paso una más. Ya me la metió doblada con el puro este de King Kong. De ESDLA puedo opinar al 33% porque nada más salir del cine de ver la primera parte, dije, bueno Frodo, ahí te quedas, que tengas mucha suerte y encuentres el agujero ese que buscas pero conmigo no cuentes para ayudarte. (bueno en realidad dije Adiós, Frodo, hay te quedas, que te den pol c... pero vamos que no he creído oportuno reproducir este obsceno comentario en este santo blog)

César Bardés dijo...

Más o menos lo que yo dije cuando salí de la primera parte. Las otras dos las vi en DVD porque era obligatorio. Más allá de eso, puede usted poner lo que quiera, amigo Dex, este santo blog es santo pero también realista y la gente no se habla conlindezas y además uno se queda muy a gusto después de decir con todas las letras "vete a tomar por culo, Frodo Jodo"

Carpet dijo...

Pues a Frodo no se, pero a Sam Sagaz fijo que no le disgustaba vuestra perspectiva.

Carpet dijo...

Oño, ya he descubierto como no tener que firmar en cada vez, que no se puede ser más torpe.

César Bardés dijo...

Qué gran personaje, Sam Sagaz. Y enhorabuena por tener ya nombre propio en la "blogosfera" (es un término que aborrezco). Carpet Ovetónico.

Carpet dijo...

Jeje, me has recordado a un buen amigo, que comentando hace años un libro de Perez reverte decía eso en admirativo : "Lucas Corso, qué gran personaje".

Y ese no es mal tema, el de las, en general, fallidas adaptaciones de novelas que sobre el papel son puramente cinematograficas, y Arturo Pérez Reverte es un ejemplo clarisimo, tanto por sus historias, a priori, tan adaptables como por el escaso exito al hacerlo.
De hecho yo diría que las mejores adaptaciones son precisamente de aquellas novelas que no anticipan un desarrolo cinematográfico claro, como por ejemplo "El nombre de la rosa".

Abrazos.

César Bardés dijo...

Es cierto que Arturo Pérez-Reverte en concreto no es que haya tenido demasiada suerte con sus adaptaciones. Sigo defendiendo "Alatriste" (ya sé que tu no) aunque reconozco que la mejor que se ha hecho es "El maestro de esgrima", una película sorprendentemente buena contando con muy pocos medios para hacerla.
En cuanto a "El nombre de la rosa", Umberto Eco repudió la versión cinematográfica, primero porque no estaba de acuerdo con el "casting". Para él, Guillermo de Baskerville era Michael Caine, y Bernardo Gui era Vittorio Gassman. Segundo, Eco decía que la novela tenía tres vertientes: la filosófica, la religiosa y la policiaca y que la película tan sólo se centraba en la tercera (qué listo, como si una vertiente filosófica fuera tan fácil de trasladar al cine). El caso es que a mí me parece una espléndida adaptación y me parece que lo que hay que hacer, sobre todo, es respetar más que la letra, el espíritu de la obra en la que se basa la película. El director también es un artista y tiene el deber de crear y esa visión casi nunca va a coincidir con la del escritor. Billy Wilder (con la colaboración de Raymond Chandler) superó a James Cain en la adaptación de "Perdición" (reconocido por el propio Cain). Nabokov firmó el guión de "Lolita" pero también reconoció la brillantísima idea de comenzar con el asesinato de Clare Quilty que fue idea exclusiva de Stanley Kubrick. Graham Greene reconoce la adaptación de "El tercer hombre" por parte de Carol Redd (y Welles en la sombra) fue brillante y eso que era un hombre muy, muy exigente que ejerció durante más de catorce años la crítica cinematográfica. Thomas Harris alabó tanto la labor de adaptación de Jonathan Demme de "El silencio de los corderos" que decidió escribir "Hannibal" de tal manera que no lo pudiera adaptar nadie tal y como la escribió, y a pesar del trabajo de dos guionistas de prestigio como David Mamet y Steven Zaillian, no hubo suficientes cojones como para hacerlo.
Legendaria es la ruptura de Stephen King con Stanley Kubrick porque no estaba nada de acuerdo con su adaptación de "El resplandor" y le hizo firmar una cláusula de cesión de derechos que obligaba a Kubrick a dejarlos libros diez años después del estreno de la película. La novela tal y como está escrita y como le hubiera gustado a King está en una versión que para televisión hizo Mick Garris y se demuestra por qué Kubrick tenía razón.
Ejemplos los hay miles y además daría para un libro. Mankiewicz mete la pata con "El americano tranquilo" porque los Estados Unidos no reconocían su intervención en Vietnam y le obligan a cambiar el final de la novela de Greene; Charles Laughton intentó durante toda su vida llevar al cine la adaptación del "Galileo" de Bertolt Brecht y no lo consiguió. Sin embargo, en los primeros setenta, Losey lo hace y le sale una obra teatral, sí, pero muy magnética basada en la versión que ya había planificado Laughton.
Son sólo algunos ejemplos pero sí, suele haber algo más de talento cuando la tarea que tienes por delante es bastante inabordable. Interesante tema, rediez.

dexter dijo...

Yo es que nunca he entendido esa mitificación de ESDLA y de Tolkien. He oído decir hasta que se trata del mejor novelista del siglo XX y claro suena a chufla. Quien dijo semejante estupidez seguramente nunca leyó a Steinbeck, Faulkner, Baroja, García Márquez...

Michael Caine, Guillermo de Baskerville, ummm, interesante.

César Bardés dijo...

Bueno, yo lo he tomado cinematográficamente como que ha habido una generación "El señor de los anillos" que se ha dejado deslumbrar por la fantasía. Yo creo que nosotros pertenecemos a la generación "La guerra de las galaxias" que también nos deslumbró. Nosotros no entendemos a los siguientes y los anteriores no nos entendieron a nosotros que porque nuestros padres pensaban que "La guerra de las galaxias" era una solemne tontería (me acuerdo de mi padre diciendo: "¿Cómo es posible que se vean las explosiones de las naves en el espacio si no hay aire? Es imposible"). Para ellos, el no va más era Hitchcock (y con razón) y para mi abuelo la releche era "El hombre invisible" con la voz de Claude Rains (en tiempos de la República no se doblaban las películas). El salto generacional es inevitable que se note.
En cuanto a Michael Caine como Guillermo de Baskerville...yo sí le veo con esa cara impasible y reuniendo datos, ahora bien, Connery tengo que decir lo hizo muy bien.

Scarlett dijo...

Yo no estoy de acuerdo con vosotros. ¿Qué le vamos a hacer?
Vamos, que no es por provocar, ni por mear siempre fuera del tiesto, es que no.
Jackson, le pese a quien le pese, oh! sabios gurús del cine, es un grandísimo contador de historias. Gran-dí-si-mo no sólo por su volumen corporal.
¿Que ha cogido la novela y la ha plasmado tal cual? Pues no exactamente.
¿Que no hay planificación? Pues no. Cuando hubo que resolver, este hombre resuelve.
¿Que, en su día, tuvo cojones para llevar a la pantalla un proyecto que ni regalado para oooootros muchos? Pues sí.
¿Y el resultado?
Yo no soy FAN de ESDLA, ni mucho menos, pero tampoco veo una historia tan abominable como para mandar a tomar por el culo a nadie.
Siguiendo con los desacuerdos, el personaje por excelencia es LEGOLAS, y no porque yo me enamorara del actor (que no lo hice), sino del propio personaje. Y ahí está el actor principal, más malo que el baladre, pero convincente en esta historia.
Ya...es que ahora resulta que Jackson tampoco es un buen director de actores, ¿verdad?
Venga ya......
Que tampoco vemos un aire clásico en King Kong....
Lo dicho: a años luz de vosotros.

Scarlett dijo...

Y, con todos mis respetos, comparar a Baroja con Tolkien...debe de ser igual que querer comparar a Michael Bay con François Triffaut. Yo qué sé, es que no se me ocurre mayor barbaridad.
¡Pues claro que se tiene que mitificar a Tolkien y a ESDLA! Hay un antes y un después de este fenómeno, y tanto el cine como la literatura posteriores han bebido de sus fuentes.

Scarlett dijo...

Joer, 13 años estudiando francés para escribir mal el nombre de tan querido crítico y director. Quise decir: Frrrrangggsuá Trifóoooo.

César Bardés dijo...

Teniendo en cuenta que las simpatías de Jackson siempre se inclinan por Aragorn, no sé yo si tuvo mucho éxito. En cualquier caso, King-Kong, de tener aliento clásico, lo tiene en toda la parte del principio. El final es largo, pesado, aburrido, acaba ya con el mono, joer, que sabemos todos cómo acaba. ¿Que es un gran director de actores? Pues no. Otra cosa es que te gusten los actores que trabajan en sus películas. ¿Que tuvo cojones para llevar a la pantalla un proyecto que ni regalado? Te recuerdo que el gran problema del proyecto era una cuestión de derechos porque su adaptación al cine estaba reservada a Ralph Bakshi, que llegó a hacer una primera parte en los tiempos primitivos de lo que hoy se conoce como "performance capture" pero a mano.
¿Que es un grandísimo contador de historias? Bueno, hizo lo que pudo con un proyecto de la envergadura de "El señor de los anillos", acertó mucho, muchísimo tanto en "Agárrame esos fantasmas" y "Criaturas celestiales". Lo de "Mal gusto" no es más que una broma para niños de víscera. Lo de "King-Kong", seamos sinceros, se puede contar en menos tiempo. Lo de "The lovely bones" merece un rotundo no.
Ah, y por último, no digas eso de sabios gurús del cine, alguien se podría dar por ofendido, más que nada porque ese título está reservado a otros.

César Bardés dijo...

Por supuesto que Tolkien fue un fenómeno literario en su época. Recordemos que fue compañero de vivienda de C.S. Lewis en la Universidad de Oxford y que su novela ha sido un éxito editorial sin precedentes. Otra cosa es que sea una literatura para todos los gustos. Es una literatura para la juventud, que luego crece y se hace adulta y recuerda "El señor de los anillos" como su libro de cabecera durante algunos años. Tolkien con Baroja? y por qué no? Tanto uno como otro han sonado como candidatos al Nobel. Bien es cierto que a Tolkien le pudo el éxito de "El señor de los anillos" y no pudo escribir nada maravilloso después de eso (que no, que "El hobbitt", tampoco, y, por cierto, Jackson ya tiene el guión) y Baroja se distinguió por tener una obra sólida. Lo que es pecado es igualar a Tolkien (sudafricano, profesor de literatura inglesa en Oxford) con MIchael Bay. Eso sí es un pecado.

Scarlett dijo...

Hombreeee!!! claro que se pueden comparar: ¡¡¡LOS DOS SON ESCRITORES!!!.

En la Facultad, a mí me comparaban
a Baroja con Schopenhauer, por ejempo, pero con Tolkien....
No hacer esas comparaciones, que alguna lcda. en Literatura española se puede ofender.

Y lo de los gurús del cine...
Sé por dónde vas, pero hay más gurús que los oficiales. Como aquél que me decía a mí en un foro que "no se puede cuestionar en cine". ¿Que no se puede cuestionar?, ¿y qué hicieron, entonces, los de la Nouvelle Vague?.
En fin.... que no seré yo quien le dé de bofetadas a Peter Jackson, cuando hay un millón y medio de directores mejor considerados y peores que él. Ésa es mi postura.

Interesante la técnica de la performance capture. Gracias a ella, ya no me asustan tus palabras de "Vete desnudando si quieres trabajar con Vicente Aranda". Ya me atrevo a ser actriz ;)

César Bardés dijo...

Quizá se ofenda algún lector licenciado en Literatura inglesa. Tolkien se estudia en las facultades igual que aquí se estudia a Baroja. Otra cosa es que Tolkien sea capaz de hasta inventar un lenguaje nuevo que es objeto de estudios filológicos y otra que Baroja oriente su obra hacia una vertiente filosófica de enorme valor.
Tiene mucha gracia lo que dices de la "performance capture", me parto.

Scarlett dijo...

Y no son comparables, César. No lo son. Su único nexo de unión es, tal vez, que se dedicaron a escribir. Sus obras y sus estilos, no son comparables, que es lo que intento decir. No hablo de ser mejor o peor, y sí de no poderse comparar.

¿Es que no te acuerdas?
Yo te decía que Aranda es un gran director de mujeres. Que a mí me gustaría que me dirigiera.
Tú decías: "pues vete desnudando", y te reías.
Y yo pensé.... ¡leche!, y que se me vean las mollas en pantalla, jajaja.
Con esa técnica, ya no me da a mí apuro enseñar las tetas.

César Bardés dijo...

Evidentemente, sus estilos no tienen nada que ver, en eso estoy terriblemente de acuerdo.
Por eso mismo me parto por lo que dices de la "performance capture", me meo, vamos.

Carpet dijo...

Yo aun estoy buscando quien comparó a Baroja con nadie...la frase de Dex, quizá malinterpretada era que alguien comentó que Tolkien era el mejor novelista del siglo XX y que ante esa afirmación, Dex puso en duda que esa persona hubiera leído a Baroja o a Steinbek o a García Márquez.
No creo que sea ofensivo leer eso para ningun/a licenciado/a y una vez dicho esto, si no se puede comparar eso, no se puede comparar nada. ¿Bajo qué riterios entendemos pertinente una comparción? ¿ Bajos criterios temáticos, históricos, idiomáticos, culturales, políticos?...Bajo mi punto de vista Baroja es enorme.

Scarlett dijo...

Y en mi casa hay un botijo que hace el agua fresca, Carpet.

Sí, sí, ríete, ríete... mala persona, jajajaja.

César Bardés dijo...

Esto es puramente hablar por hablar. Creo que el que estableció más la comparación fui yo, pero vamos, como tu bien dices la comparación se tiene que hacer en base a unos cuantos criterios y aquí no hay ninguno. Vamos de holandeses errantes, sin duda.

dexter dijo...

Yo no comparé en ningún momento a Tolkien con Baroja. Simplemente me atreví a esbozar que si ponemos a Tolkien como el mejor escritor de novelas del siglo XX dónde ponemos a don Pío?
Bueno, y ahora ya puedo opinar de la peli con conocimiento de causa, que este fin de semana no tenía nada mejor que hacer y fui a verla al cine. Encima el día de antes había podido saldar por fin una vieja deuda y vi por primera vaz Criaturas celestiales que sencillamente me deslumbró. Parce mentira que esta película y la que nos ocupa partan de premisas más o menos parecidas y sin embargo sean tan distintas. La fantasía y las ensoñaciones están perfectamente ensambladas en la trama de Criaturas y nó solo desarollan la trama sino que además la complementan de un modo admirable. The lovely bones está mal contada de principio a fin, no sé si será problema de la base literaria o de Peter Jackson que es un inut.. estooo, que no ha sabido combinar bien los mimbres de la cesta. Mark Walberg es un horror y encima sale feo y el personaje de la Sarandon es absurdo. Visualmente la película se disfruta minimamente pero y a mi qué carajo me importa?

César Bardés dijo...

A mí el personaje de Sarandon no me estorba. Una tía loca, alcohólica que no es que colabore mucho al equilibrio familiar. Supongo que se trata de meter un elemento distorsionador dentro de un núcleo familiar que parece que funciona. En lo demás, de acuerdo, aunque a mí visualmente, tampoco es que me deslumbre, me ha parecido que habían cogido trocitos de "Más allá de los sueños" y los han pegado ahí para que haya algo bonito en una historia que da para ser sórdida y terrorífica. Si es que el tío tenía el terror ahí, al alcance, y el enfoque está totalmente equivocado. Pero en fin.
Gracias por tu comentario, Dex.

dexter dijo...

No he visto Mas allá de los sueños y por los comentarios que he oído aquí y allá parece que tengo mucha suerte. Hombre, los efectos de esta tampoco es que sean la repanocha, sobre todo porque creo que no aportan nada a la historia, parece que tienen la única misión de extasiar y que digas halaaa, qué chuli. Con todo a mí me gusto lo de los barquitos. Por otra parte tienes la impresión de que si el hombre hubiese tirado por el camino de lo real prescindiendo de efectos especiales y de elementos sobrenaturales tampoco le hubiese salido mejor la jugada. Hay muchos cabos sueltos en la historia del "más acá" y no digo spoilers para no chafarle el plan a la gente, aunque por lo que llevamos diciendo hasta ahora no sé yo, no sé yo.

César Bardés dijo...

Yo pienso que hubiera obtenido mejor resultado, primero si hubiera prescindido de Wahlberg y hubiera puesto a cualquier otro. Segundo, si la historia la hubiese puesto solamente en el más aca y la presencia de la niña fuera la que hubiese ido dando las pistas para atrapar al asesino. Que la niña hubiera sido una presencia, más que una ensoñación. Algo así como lo que hizo Jack Clayton en "Suspense", no sé si me entiendes. Y ya no digamos más porque Peter Jackson se nos puede cabrear.

dexter dijo...

Jo, es que Whalberg... todavía me hago cruces de su nominación en Infiltrados. Como modelo de Calvin Klein, el mejor, ahora como actor.. ¿Jacsons a mí? Venga, hombre, además con un poco de suerte ni está leyendo esto, seguro que se ha colao en algún sarao de esos de Jolibú y le está dando a los canapés y al tinto, que este tiene pinta de tener buen saque, que te lo digo yo.

Carpet dijo...

Mark Walhberg es un gran actor que no usó maquillaje en "El planeta de los simios" de Tim Burton...Ah, que el no hacía de mono...

César Bardés dijo...

Teniendo en cuenta que la versión de Tim Burton no me gustó...a lo mejor es una tontería de las muchas mías la que voy a decir, pero a mí me parece que en esa película Tim Roth está maravilloso haciendo de mono, con los ojos inyectados en ira. Es lo mejor de la película con mucho. Lo de Wahlberg...joder, pero ¿os habéis fijado en cómo anda el pavo? Pero si yo soy más chulo que él.

Scarlett dijo...

Sr. Dexter:
Hablar de "el mejor" siempre lleva una comparación implícita.
Una comparación que Ud. remata con "quien dijo esa estupidez, seguramente no leyó a Baroja"
Ahí es donde intervengo yo y digo que no son comparables.
A ciegas o como El Holandés Errante iréis vosotros, no te digo...

dexter dijo...

No leyó a Baroja, ni a Steinbeck, ni a García Márquez, ni a Faulkner, ni a Camus, ni a Mann, ni a Carlos Fuentes, ni a Tolstoi, ni a Mafouz ni a... Las comparaciones son odiosas y algunas hasta un acto temerario.

César Bardés dijo...

Eso, lo que tu digas. Hala. Y seguimos, y seguimos, y seguimos...

Scarlett dijo...

Luego... hay COMPARACIÓN.
Y, estamos de acuerdo, absolutamente temeraria.