jueves, 23 de enero de 2014

EL LOBO DE WALL STREET (2013), de Martin Scorsese

Martin Scorsese sabe perfectamente dónde hurgar para que las heridas sangren. Basta con remover un poco en los entresijos del sueño americano para darse cuenta de la fachada falsa, de la impostura esperpéntica que significa que unos cuantos paletos sin demasiada inteligencia cojan el dinero de los demás a manos llenas y se dediquen al exceso sin miramientos. Porque eso es precisamente de lo que habla esta película, de unos tipos que sabían juntar ceros hasta convertirlos en cifras impensables pero también de unos cuantos descerebrados que, como no sabían qué hacer con el dinero, se dedicaron a llamar la atención con sus absurdos manejos que delataban que, al fin y al cabo, también les faltaban unas cuantas neuronas.

Lo más triste de todo es comprobar cómo hay mucha gente que se ríe de forma muy gamberra al ver las evoluciones de estos ladrones de teléfono agresivo sin darse cuenta de que Scorsese no está haciendo una comedia, sino una crítica feroz a todo el sistema que se ha venido abajo por muchas causas pero que, una de ellas y no la más pequeña precisamente, es el abuso al que ha sido continuamente sometido. Y aún duele más cuando, entre risa y risa, uno se da cuenta de que ese abuso ha sido para nada, para que unos seres obtusos, sin más verdad que los billetes, vayan hacia el exceso más inútil, más decadente, más despreciable sin tener otros objetivos en la vida.
Y es que no hay nada como vender. La regla es bien sencilla: si quieres vender algo, haz que sea necesario. Si lo consigues, el dinero entrará a espuertas y además harás creer que el incauto de turno ha comprado algo útil, algo que realmente le reporta beneficios. Para ello, hay que tener insistencia, habilidad para soltar unas cuantas palabras estratégicas y mucho encanto. Y es que si a usted se le planta un asesor financiero experto en Bolsa con el rostro de Leonardo di Caprio...el próximo incauto será usted. Y lo será porque el trabajo del actor en esta película es fantástico, versátil, tocando registros de todo tipo, excesivo cuando la historia lo pide, sorpresivamente expresivo con todo su cuerpo, haciendo de la actuación todo un arte que le confirma como uno de los grandes actores de estos tiempos. Él domina toda la historia y le vende la acción, la obligación y la devoción. Puede apostar por ello.
Por otro lado, Scorsese desfragmenta la historia, la desmenuza, hace insertos, utiliza una banda sonora que podría calificarse como toda una antología de la música de los años noventa, dirige con acierto a sus estrellas invitadas como Matthew McConaughey, impresionante como el hombre que dirige sus primeras lecciones al protagonista, o como el director Rob Reiner que realiza un papel lleno de matices condensados para perfilar un personaje con poca cancha y mucha miga.
Por supuesto, habría que nombrar a Jonah Hill, que confirma la estupidez congénita de todos las malditas aves de rapiña que conforman la plantilla de Excesos S.A., o a Thelma Schoonmaker que vuelve a dar una lección con el montaje, sello de calidad imprescindible en cualquiera de las películas de Martín Scorsese. Pero es que, con ese ritmo, con esa marcha incesante de narración (especialmente en la muy brillante primera hora) hay algo dentro de cada espectador que se remueve queriendo ser uno de estos tipos que se dan la gran vida, que hacen el amor con las mujeres más guapas que uno pueda imaginar, que se compran los objetos más deseados, que se colocan con los trajes a rayas y con las rayas de cocaína y que tiran el dinero a la papelera porque están cansados de los lanzamientos de enanos. Y algún colmillo de envidia sale fantasmagórico entre el público. Porque luego, pagar todo ese exceso, es algo perfectamente asumible para los que han sido pobres desde siempre ¿verdad? Todo pobre lleva a un corrupto dentro...¿o es que se puede preferir ser pobre? 

11 comentarios:

dexterzgz dijo...

Pues tienes toda la razón como siempre. Yo no sabía cómo sentirme al final de la película. Scorsese nos vende una comedia, que es una sátira y es un acierto venderla bajo este envoltorio porque otro hubiese sido tremendamente equivocado. Y nos lo pasamos muy bien y nos reímos, pero nos reímos de las cosas que normalmente nos indignan cuando las vemos en los telediarios o en los periódicos. Los brokers juegan con nosotros y Marty, el viejo zorro, nos la ha vuelto a jugar.

Resume muy bien ese estado de ánimo esa casi última escena de Kyle Chadler- qué gran actor- en el metro y que a su vez remite a la espléndida escena anterior en el yate (si no spoileo reviento, la imagen de Leo con las langostas te golpea y duele que diría Haneke).

Es un trabajo el de Scorsese al que se le pueden poner pocos peros. La película dura 3 horas y no se te hace larga, porque el cejas y la Schoomacker tienen un sentido del ritmo que no lo tiene nadie en el cine actual (echo de menos a Thelma en las nominaciones). He leído por ahí que es una película excesiva, pero por fuerza tiene que serlo. Que te deja al borde de la extenuación con tantos datos, datos y datos, esa voz en off tan característica de Scorsese para subrayar las elipsis. Yo ese defecto lo acusé más en "Casino" que me resultó más agotadora.

Y por último me descubro ante Leo. Me quito el sombrero y lo que haga falta. Es un trabajo monumental emocional y físico. Muy bien lo tiene que haber hecho Matthew, muy bueno su cameo por cierto, para ser tan favoritísimo en los Oscars.

Abrazos escritos a bolígrafo

César Bardés dijo...

A mí es que me pareció algo muy curioso y ciertamente penoso. La película me estaba gustando, que no se me entienda mal. Estaba disfrutando con ella. Pero salvo en la escena del club de campo (comedia pura) no me reí en ningún momento porque creo que Scorsese pretende decirnos que esa gente no es tan inteligente, no es tan increíblemente inalcanzable que, más bien, al contrario, solo han encontrado una fórmula de la que, por otra parte, todos nos aprovecharíamos de haberla alcanzado. Su inteligencia es bastante cortita porque se dedican a llamar la atención allí por donde pasan y, sin embargo, no había más que comentarios de tipo admirativo al estilo de: "¡Qué cabrón! ¡Cómo vive!" "Hay que jorobarse, qué suerte..."...¿De verdad esos son los sentimientos que levanta esta película? Pues que pena, lo digo de verdad.
Estoy totalmente de acuerdo en tu valoración de Kyle Chandler, me parece un actor excepcional (brillantísimo en la secuencia del yate y muy, muy expresivo en la secuencia del metro).
Es muy curioso que digan que es una película excesiva...A ver, el tema no está en eso, si no en comprobar si Marty da con el punto exacto del exceso. "Casino" también era excesiva aunque justificada y, sin embargo, "Gangs of New York" siempre me ha parecido que era excesivamente excesiva. De hecho, el exceso es una marca de fábrica de Scorsese. Hay pocas películas suyas que no sean tendentes al exceso. Creo que en "Shutter Island", por ejemplo, estaba muy, muy contenido y eso se agradece en una película en la que el mismo ambiente es ya excesivo. En esta ocasión, el exceso no molesta. Todo lo contrario, es la trampa para que los incautos piquen y se rían.
Leo, sin duda, está de arrodillarse y decirle que soy su rendido admirador. Qué gran sustitutivo a de Niro ha encontrado Marty (y yo sigo encontrando que di Caprio, de forma muy inteligente y muy sutil, copia algunos gestos de Bobby).
Abrazos sin contrato.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, yo aun no la he visto, como ya os comenté. A ver si este finde, habemus papa.

No obstante y aprovechando lo de los excesos de martin, es cierto lo que comentas, sobre todo en los últimos tiempos. No tomaría yo como demasiado excesiva "Taxi driver", por ejemplo, aunuqe tal vez lo fuera en su época, pero vista ahora (la pillé hace poco en Canal Hollywood) es bastante más seca y poco adornada visualmente para lo que estamos aprediendo a acostumbrarnos. Tampoco me lo parece "Jo, que noche" o incluso "El color del dinero".

En cuanto a Di Caprio a mi también me gano a partir de "El aviador", y no sólo con Martin ha dado una gran talla, hay que recordar que en los últimos dos años ha enganchado dos papelones como en "Django" o "El gran Gatsby", lo mejor con mucho de ésta última a pesar de los pesares.

Abrazos reconocidos.

dexterzgz dijo...

Pues yo no es por dármelas de listillo pero Leo ya me llamó la atención desde sus comienzos. Desde “Diario de un rebelde” o “A quién ama Gilbert Grape” por la que estuvo nominado al Oscar por primera vez. O en “Vida de este chico” y “La habitación de Marvin” ambas junto a Bobby precisamente. Después de “Titanic”, yo creo que ahí está algo verde y la Winslet parece mucha Winslet para él, sí que es verdad que hay un cambio a un registro más maduro, yo creo que incluso antes de “El aviador” con “Atrápame si puedes” de tío Steven con un personaje que comparte algunas cosas con este Jordan Belfort. A ver ahora por cierto Marty se decide por fin a hacer esa película que tanto le reclaman con Leo y Bobby juntos otra vez.

Por cierto que también he leído quien ve en el duo DiCaprio- Hill de esta película una replica del binomio De Niro-Pesci de los buenos tiempos del cejas.

Abrazos empastillados

CARPET_WALLY dijo...

Es cierto lo que dices de "Atrapame si puedes", Dex. pero ahí la que me atrapó a mi (mi mirada, digo) fue Amy Adams que ya apuntaba mucho.

Yo he de reconoder, que no, que es cierto lo de Grapé, lo del rebelde y el chico y su vida, pero a mi no me entraba, lo veía como el chaval conflictivo de "Los problemas crecen" y a mi por entonces me caía bien Kirk Cameron (lo que son las cosas, para que luego digan que cualquier tiempo pasado fue mejor). Y luego con "Titanic", ya me pareció algo mejor, pero en pastel...fue mejorando pero ya digo que hasta que no se metió en ese Howard Hughes no me ganó.

Aun no veo a Hill de loco peligroso, algo psicopata, pero al tiempo.

Abrazos prevenidos

César Bardés dijo...

A ver, que ya he vuelto de piscinas y problemas varios.
Yo es que creo que Scorsese, haciendo gala de una gran inteligencia, contiene todo el rato la historia del taxista para acabar con esa explosión de violencia que, a la película, le viene al pelo y que tan bien sugiere la maravillosa banda sonora de Bernard Herrmann. Tampoco me parece que "Jo, qué noche" o "El color del dinero" sean excesivas. Ya digo que "Gangs of New York" sí me lo parece (entre otras cosas por la actuación pasadísima de rosca de Daniel Day Lewis). TAmbién me parece excesiva "El cabo del miedo" (sinceramente, con toda la brutalidad de de Niro -y mira que me gusta- me da mucho más miedo la sutilidad salvaje de Robert Mitchum en la primera versión). Sí que veo exceso en "Malas calles" (todos actuando como si estuvieran locos, más allá de lo normal) y también lo veo en "El rey de la comedia" (sobre todo en esos personajes absolutamente "frikis" que pone en juego).
En cuanto a di Caprio, hay que decir que está sabiendo elegir muy bien sus papeles (cosa no muy corriente últimamente entre los actores), que se está dosificando (cosa fundamental si tienes ganas de volver a verlo) y que, además, papel que le cae, papel que saca adelante más que bien. A mí también ya me empieza a parecer menos niñato en "Atrápame si puedes" y, sobre todo, a partir de "El aviador" porque, sinceramente, no me imaginaba a di Caprio haciendo de Howard Hughes y, sin embargo, lo ves y reconoces los gestos en las películas que han quedado y en las fotografías que hemos visto del multimillonario.
No es menos cierto que "¿A quién ama Gilbert Grape?" es una película que, en su momento, llamó la atención. Entre otras cosas porque él se descolgó con una interpretación muy buena para un niño de su edad. Pero ese talento había que confirmarlo, Dex. Y me gustó mucho también en "La habitación de Marvin", una película que no se tiene en cuenta y que es excelente, sobre todo en lo referente a la interpretación de Diane Keaton.
En cuanto a la similitud di Caprio-Hill, de Niro-Pesci...seamos serios. Hill te puede caer muy bien porque ves al gordito, algo ridículo, que hace burradas y se crece, a pesar de su evidente inferioridad y demás. Pesci está a kilómetros de él desde el mismo momento en que aparece con su baja estatura y su aspecto macizo. Pesci, sin hablar, es como si luchara por contener el peligro que tiene dentro. Y ya no digamos si hace un papel increíblemente tierno como es el de "El ojo público" (por cierto, qué gran sugerencia para "Conversacines").
Amy Adams, ya lo he dicho varias veces, es una actriz que atrae y que promete. Vamos a ver cómo madura aunque está ahí cogiendo experiencia de la buena. Quizá le falta ese papel explosivo que haga que sea ya una estrella por encima de muchas otras de su generación aunque, desde luego, ya despunte.
Yo, desde luego, miraba con recelo a di Caprio (sinceramente, "Vida de este chico" es una película que no me gustó y no me parece nada del otro mundo ni lo que hace él, ni lo que hace Bobby).
Lo de Kirk Cameron era para hacértelo mirar ¿eh, Carpet?
Quizá Hill sea un buen padrino mafioso, gordo y decadente, pero todavía tiene demasiada cara de "primo".
Abrazos en soliloquio.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, aproveché ayer tarde para ver a Leo y su cuadrilla.

Repetiría vuestros comentarios y encontraría poco nuevo que decir, Enorme el ritmo, sobre todo la primera mitad. Grandísimo Leo, es un tour de force llevar toda la película y comprobar sus distintos niveles interpretativos, de superencantado consigo mismo a asustado niño grande cuando se entera de la investigación del FBI y todos y cada uno de los excesos yy defectos en los que se mueve durante toda la peli. El reconocimiento a Kyle Chandler, un actor que salvo en "Super 8" más por lo fallida que era la peli, que por su interpretación logra sacar petroleo de papeles menores, recordemos "Argo" o aquel momento de la pelea con Jessica Chastain en "La noche más oscura". Aquí, efectivamente en la escena del yate, está inmenso.

No estoy tan de acuerdo con lo de Hill, efectivamente hace fantasticamente de subnormal venido a más, pero tampoco era un papel con demasiada historia ni me parece muy complicado.

Espectacular Margot Robbie...y no actua mal. Ya la había visto en "Cuestión de tiempo" y llamaba la atención.

En cuanto a lo de comedia,sátira, crítica y si daba para reirse...
Yo creo que como dice Dex, esta historía había que contarla así, como una comedia aunque que lo que pase no tenga ninguna gracia. A mi me recuerda mucho a la temática Scorsese y su "Uno de los nuestros", por ejemplo. Inicio, primeros pinitos, el ascenso, la cumbre y la caida en picado. Da igual que seas un mafias de los negocios ilegales o de los aparentemente legales, la trayectoria es similar.
En cuanto a la crítica, puede ser que uno de los blancos sea esa panda de consumistas que no sabe tener dinero, ni gastarlo, ni disfrutarlo (aunque se peguen unas pasadas que a muchos les parezcan envidiables). Pero yo creo que la crítica principal está contra una sociedad tan ambiciosa y cuyo el culto al dinero es tan grande que es capaz de encumbrar a cualquier patán si realmente piensa que le sirve para ganar dinero fácil.
Hay que decir, que Jordan es un tipo con talento, es capaz de vender (hasta un bolígrafo) y de sacar petroleo en mentes pequeñas (ese final y el vistazo al auditorio es un gran acierto de Marty, poniendo verdaderamente en su sitio al personaje), un gran estimulador, un manipulador de tontos. Y logra el éxito rodeado de infames personajes de un nivel mental muy cuestionable (se comprende que no apareza ni un sólo broker talentoso en esa oficina, porque en seguida eclipsaría al gran jefe de la movida), es el Rey Louie de los monos. además nos muestra el poder corruptor del dinero, (salvo a pocas personas integras) todos aceptando los desfases sin plantearse ningún dilema moral, ni siquiera su mujer quesólo abandona el barco cuando ve que se hunde a pesar de las barbaridades que sabe de su marido. Muy buena la escena del enfado matrimonial y la casi reconciliación, porque da sentido a la ética (o ausencia de ella) que había en todas las facetas de la vida de Di Caprio. El dinero lo compra todo, nos dice Martin y es cierto. Otra cosa es que algunos pensemos y entonces, muy probablemente, pocas veces conseguiremos tener dinero.

Abrazos desfasados

César Bardés dijo...

Por supuesto que la historia hay que contarla así. Yo no pongo ni un pero a la forma de narrar de Scorsese. Es más, la admiro y tengo que unirme sin condiciones a esa similitud que trazas en cuanto a esta película y "Uno de los nuestros" que sigue, paso a paso, sus mismos esquemas. Sin embargo, el blanco (o al menos no fue esa mi intención) no es la panda de consumistas degenerados. Es la propia gente porque, como bien dices, todo el mundo quiso ser como ellos y además, cuando ahora se nos muestra lo que hicieron con el dinero, nos reímos y decimos "¡Qué cabrones! ¡Qué pasada!".
Si te soy sincero, Carpet, a excepción de la escena del club de campo (cosa que ya he dicho que eso sí me parece cómico) yo no me reí ni un segundo. No me hace gracia pensar que esta gente ha robado el dinero a manos llenos y se lo ha gastado así, de esa manera tan "romana". No me hace gracia ninguna. Me están diciendo que soy "tonto" y que además soy tan "tonto" que me he dejado timar por "tontos" por mucho que di Caprio sea un tipo con talento, un vendedor nato y un olfateador privilegiado del dinero que tiene la misma moral que la gente que le rodea. Y ése es el problema que plantea la película. La absoluta falta de moral que ha dado con que la pobreza aumente, el paro crezca y todo se vaya desmoronando. En muchas de esas risas que yo escuché en un cine lleno a rebosar...había un colmillo de haber querido ser como él. Lo siento, eso no me hace gracia (y me encanta la gracia que tiene la película). De ahí el final de mi artículo, que no solo es un final que me ayuda a poner un punto redondo sino que es una reflexión que me hago yo mismo. El dinero lo compra todo, en efecto. La forma de comprarlo es lo que diferencia a los que son verdaderamente inteligentes de los que no lo son. Yo lo he dicho muchas veces. No me ha tocado nunca la lotería, nunca me tocará pero si algún día tuviera esa suerte...no se iba a enterar ni el tato. Viviría quizá algo más cómodamente, sin duda (y esto lo juro) me encargaría de que llegara a personas necesitadas, pero mi estilo de vida no variaría tanto, ni me dedicaría a snifarme la vida entera. Eso tenlo por seguro. Quizá eso me hace más inteligente que la panda de pervertidos y degenerados que retrata la película (incluido Jordan) pero eso hará que, sin dudarlo ni un momento, sea pobre hasta niveles preocupantes. Nos hemos dejado arrebatar la cartera y lo han hecho personas que solo la quieren para metérsela por el bullas.
Abrazos "tontos"

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, bueno Lobo, no te pongas tan desesperanzado, ni generalices tanto. Tengo por seguro que la mayor parte de esta peli se produce y se entiende entre un público USA, en el que el dinero es un Dios mucho más poderoso que el que cualquier religión propugne.
Es decir, aquí podemos (pueden)admirar la vida padre que se dan los colegas, en la sala que yo estuve, con mucha gente de más edad, tampoco se oyeron muchas risas salvo, efectivamente, en la secuencia del club de campo, hilarante Leo con cierto recuerdo a "La princesa prometida" del propio Reiner.
No creo que se nos pueda acusar a nosotros (a los que estamos sufriendo la crisis) de lo mismo que se les acusa en la peli a los incautos capaces de dejarse embaucar oporuna esperanza de forrarse. Aquí habrá habido muchos Jordan pero en el sentido descontrol y pocos escrúpulos, pero no a costa de los pobrecitos, sino a la de otros Jordans que tenían capacidad y poder de decisión. aunque bien mirado a estos últimos también los encumbramos creyendo que nos ofrecerían una vida mejor y que iban a gestionar nuestra cosa pública con un criterio mucho más prudente y solidario.

En fin, yo no me sentí aludido, que es a lo que iba, no invertí jamás, no busqué enriquecerme facilmente, no lo hiceron casi ninguno de los que ahora padecen esta crisis, y por si fuera poco voté aquien no tuvo el poder, así que ni en eso puedo considerarme responsable ( otra cosa es que si hubiese salido elegido la cosa hubiera cambiado mucho).

En cuanto a lo de que hacer con la pasta...yo no sé si se enteraría el tato o no de mi supuesta buena suerte, pero creo que si cambiaría mucho mi vida...hay muchas cosas que me gustaría hacer y que ahora no puedo (snifar coca en el ano de una tia espectacular no es una de ellas, por si lo pensabais) y que con dinero me podría permitir: Leer mucho, escribir más, viajar, montar mi propia empresa autosuficiente y generar empleo, descansar, ver cine, editar el libro de algún bloguero,...No sé, cosas.


Abrazos pervertidos

dexterzgz dijo...

Ahondando en lo que dice Carpet, más que equiparar al dinero con un dios lo que se hace, pienso yo, es equiparar el dinero con la droga, una droga letal que te nubla la vista y hace que te olvide de tus principios. Lo que hacen estos fulanos es puro desfase, puro colocón. Y lejos de resultar divertido, salvo en momentos puntuales, se nos presenta como patético (un ejemplo que se me ocurre ahora, la tipa que se rapa la cabeza después de haber ganado ochopotocientos mil dolares).

Y si te ríes, peor para ti, luego te preguntarás y de qué coño me he reido. La diferencia con "Uno de los nuestros" es que allí los gangsters te parecían más ajenos, aquí no, porque las víctimas de sus chanchullos somos nosotros.

Abrazos colocados

César Bardés dijo...

Bueno, ya he regresado del Doctor Szell y ya me he librado de él (ella) hasta el día 10. A ver si aguanto pero, por fin, puedo contestaros en forma y modo.
Entiendo que digas que en una sociedad ultracapitalista como la estadounidense el dinero sea Dios y que eso sea santo y seña de la vida de muchos allende los mares. En el caso de mi proyección, no había mayoría de gente mayor (la sala, por primera vez en una buena temporada, estaba llena) ni había imberbes. Eran gente, aproximadamente de nuestra edad.
En lo que no estoy de acuerdo es que no se nos pueda acusar a nosotros de dejarnos embaucar. Y no hay que ir mucho más allá que el caso Blesa (pecata minuta comparado con lo que hacen estos tíos de Wall Street pero no deja de tener un cierto parecido) que bien que se han aprovechado de unos cuantos pobrecitos. Y si escarbamos, seguro que saldrá algún otro.
Yo tampoco me sentí aludido porque tampoco he invertido jamás. Lo poco que tengo, lo tengo en un sitio seguro (en concreto, bajo el piso de la celda 14 de la cárcel de Alcatraz). La crisis, eso sí, la padecemos todos, pero no olvides que gran parte de la culpa de ella está en los continuos abusos a los que ha sido sometido el sistema en todos sus niveles. Incluido, por supuesto, el financiero. Al fin y al cabo, no es ningún secreto que el español ha vivido endeudado hasta las cejas, al día, con su coche en la puerta y su hipoteca cada mes.
Yo quizá, con dinero, no montaría mi propia empresa. Quizá le diría a alguien que escribiera conmigo un guión, o tal vez, eso sí, viajaría más y escribiría más y me preocuparía menos por lo que escribo. Eso de editar el libro a un bloguero me ha dejado pensativo...
También estoy de acuerdo con Dex en cuanto a la afirmación de que el dinero, para estos tipos, era como conseguir droga, un colocón de fliparse hasta las cejas. Y es cierto, hay muchos momentos en que Marty se empeña y consigue hacer que nos parezca patético, signo de lo que quiere decir.
Y el último párrafo estoy totalmente de acuerdo. Ves "Uno de los nuestros" y lo sientes como algo ajeno. Ves ésta y resulta que es posible que eso mismo te haya pasado rozando por el lado. Y eso, de qué coño se ha reído la gente...¿eso es la gran vida?
Abrazos idealistas.