jueves, 29 de enero de 2015

INTO THE WOODS (2014), de Rob Marshall

Los deseos son niños que luego crecen y se hacen grandes. Y, tal vez, se cumplan pero habría que dejar abierta la posibilidad de que es posible que hubiera sido mejor que no lo hicieran. Puede que los príncipes no sean tan azules y sean unos seres bastante inútiles, bastante presumidos y, sobre todo, bastante díscolos. A lo mejor Caperucita Roja sea una niñita bastante irritante que no es que se extravíe por el camino, sino que le gusta salirse del sendero.  Diablos, hasta las brujas son guapas si se ponen a deshacer hechizos.
Y es que si hay un antónimo de la palabra “vida” ése es “cuento”. Por regla general, la que friega los suelos no suele irse con el príncipe; puede que la madre que quiso tener hijos no tenga la oportunidad de criarlos y el hecho de encontrarse unas habichuelas mágicas se puede convertir en el detonante de una invasión de una gigante mal encarada que pide cuentas al muchacho que se cargó a su marido. Eso, con toda probabilidad, es lo que pasaría si metiéramos las normas no escritas de la vida dentro de un mundo de fantasía. Es la perversión de las reglas. Las cosas deben ser al revés.
Sí, porque si a la vida no le ponemos fantasía, se queda en una bruja molesta que solo se moverá por venganza. Si no le ponemos fantasía, no tendríamos la ilusión de tener hijos, de crear una nueva vida a partir de la nuestra. Si no le ponemos fantasía no iríamos al cine a distraernos un rato del viento que hace ahí fuera. Si no le pongo fantasía, malamente podría escribir más de dos o tres líneas acerca de cualquier película. Todo debe ser al revés. Incluso las ganas de cantar deben ser ahogadas para dar paso a un cierto estilo recitativo que puede cansar a unos y agradar a otros.
Y así, con ojos de realidad, nos adentramos en un bosque encantado de árboles retorcidos y criaturas de la noche. Las brumas pueblan cada uno de los rincones en los que se mueve la magia de un mundo que no existe. El final no es el final y los niños se dan cuenta de que los cuentos no son como se los han contado. Son crueles, cómicos e, incluso, ridículos pero la fantasía es lo que cuenta porque es el ingrediente que pone luz en la noche, pone orientación en la pérdida de rumbo, pone la mirada de ensueño y el ansia en el ánimo. Apenas nada.

El director Rob Marshall realiza una aceptable película que reúne aciertos y errores a partes iguales. En positivo está siempre Meryl Streep, que canta, actúa y conquista. Junto a ella habría que destacar el maravilloso trabajo de Emily Blunt y la sobriedad que despliega el director, tratando de contar (y nunca mejor dicho) con claridad narrativa el confuso reino de los sueños y de los deseos. En negativo está todo un aire de no creerse demasiado esta fábula algo evidente, ligeramente pesada en algún rato y tan fragmentada que se diluye en su verdad. Más allá de eso hay momentos de humor, música que no se acaba de recordar salvo, tal vez, el Agony que cantan los dos príncipes y la exhibición de Streep con Last midnighty alguna que otra sorpresa pero todo esto no es suficiente para hacer pensar que estamos ante una fantasía que se eleva de la realidad y ante una realidad que huye de la fantasía. Nada es lo que parece y, al mismo tiempo, todo lo es. No hay colorines colorados. No hay felices que comen perdices. Solo la vida, tal cual es, nada más.

9 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Pues no la vi, Lobo. Fijate a que horas llego aquí. Mi hija irá mañana casi seguro, como ya te dije, lo que nos atrae es el musical en si mismo, no tanto la historia aunque pueda parecer que parte de una premisa interesante, temo que como dices resulte algo previsible. Lo que me preocupa es lo que comentas de que no quedan muchas canciones en la memoria y eso del recitado mas que cantado...

En fin, lo peor es que mañana estrenan "Annie" y tampoco es que parezca qe vayamos a descubrir una joya del cine. Hay musicales que funcionan bien en teatro pero francamente mal en pantalla grande. A estas alturas empiezo a considerar que "Los miserables" era una pequeña joya. Lo que tiene la travesia del desierto, no te digo más.

Abrazos con gorgoritos

César Bardés dijo...

Pues la verdad, me ratifico. Solo hay un par de canciones que, quizá, se queden más en la memoria (habida cuenta de que están prácticamente todo el rato cantando salvo un poquito al final) teniendo en cuenta que uno de ellos es de Meryl.
En cuanto a lo de "Annie"...yo la verdad es que no lo entiendo. Mira que John Huston lo hizo mal porque quedó patente que los musicales no eran lo suyo (y aún así no dejaba de tener un cierto encanto el asunto por muy acartonado que pareciera, etc, etc). Bueno, pues lo han hecho aún peor. Y no hay manera de sacar ese musical adelante.
"Los miserables" no estaba mal (recuerda aquellas discusiones que tuvimos, es una de las películas más comentadas de este blog), lo que está es mal dirigida. Cuando un espectáculo te pide que abras el objetivo, tienes que hacerlo y dar espectáculo. Cuando te pide intimismo, cierra el objetivo, encuadra bien y adelante pero no me hagas la trampita que hizo el Hopper que se le vio mucho la intención (sin duda, me ratifico, quiso grabar en directo y eso le condicionaba).
Creo que este año, no va a haber grandes musicales. Tendremos que fijarnos en los "biopics", que son la moda de turno.
Abrazos en do de pecho.

dexterzgz dijo...

"aquellas discusiones que tuvimos", ejem, di más bien que fue un linchamiento en toda regla, un "todos contra Dexter" por defender al pobre Tob Hooper. Que yo prefiero al Hooper filmando a un centímetro de Hugh Jackman que a este Marshall rodando en la profundidad del bosque y en la altitud de las habichuelas. Soso y acartonado. Los números musicales puff, lo de "Agony" puede ser pero esos dos son tan sosos que no dejan rastro. Siempre nos quedará Meryl. Fíjate que yo cuando llego el falso final miré el reloj y dije, ¡ ahí va ¡ pero si aún queda media hora. Y el otro final aburrido largo e innecesario. Para mí que le quedó mejor "Nine" y mira que le dieron palos al hombre entonces.

Con manos grandes para abrazarte mejor

César Bardés dijo...

Yo también prefiero a Hooper que a Marshall en este plan. Yo no sé eso de que es el sucesor de Bob Fosse, no me imagino un musical más lejano a lo que podía hacer el bueno y juerguista de Bob pero vale.
Cierto todo lo que dices. Un musical que no dice nada, que tiene un poquitín de la estética habitual de Tim Burton (coño, si aparece aunque no sé para qué Johnny Depp). Y es que, dejémonos de tonterías, el fuerte de Marshall es cuando hay números coreografiados. No en vano, "Chicago" tenía varios de esos números resueltos admirablemente (repito, con las 177 indicaciones escritas de Bob Fosse porque fue el propio Fosse el que puso en pie el musical en el escenario) y lo mejor de "Nine", con mucho, era el "Be italian" de Stacey Ferguson.
De todas formas, hay como una especie de predisposición general a descartar a los musicales por el mero hecho de serlo. "Chicago" tuvo mucho éxito pero poca aceptación (y estamos hablando de una película del 2003, creo recordar) y los contadísimos musicales que ha habido desde entonces solo han tenido palos y palos y palos (claro que, en el caso de cosas como "Burlesque", creo que está bien merecido). Quizá sea buena idea volver a la fórmula clásica del musical y dejarse de movimientos de cámara retorcidos (aunque hay que reconocer que "Into the woods" no los tiene), música poco pegadiza (ahí daremos la razón a Carpet, la música podrá ser inadecuada pero "Moulin Rouge" tenía música por todos conocida y,por lo tanto, tenía mucho ganado en ese campo), una cierta tendencia a la puesta en escena contemplativa con planos muy cercano cuando la grandeza del musical está en apreciar todo el montaje (siempre que he ido al teatro a ver un musical he despreciado las butacas de patio y he buscado un sitio alto para darme cuenta del trabajo escenográfico) y acciones paralelas en medio de los números musicales. Es cierto que, en este caso, hay una gran actriz como Meryl que canta extraordinariamente bien (yo creo que de ahí viene la nominación, igual que estoy seguro que a Penélope la nominaron en "Nine" por cantar "A call from the Vatican") pero las canciones...decepcionantes en su mayoría, la puesta en escena no dice nada, a Caperucita es para darle de ostias con la mano abierta y no hay ni un solo baile (cuando oportunidades las hay) que echarse a la boca.
La mediocridad es algo que lastra mucho a los musicales. Y aquí la hay en abundancia. Igual que la había en el "Camelot" de Joshua Logan, por ejemplo.
Con ojos grandes, para leerte mejor.

dexterzgz dijo...

Sí, sí, es lo que eché justo de menos yo, un bailecito, movimiento, algo... Fíjate en el número entre Johny Deep y la pavisosa de Caperucita. Marshall abre el ángulo y dices oño, ahora se podrán a bailar. Pues no. Es una pena porque no solo Marshall tiene bagaje, también la Disney tiene fondo de armario por donde tirar. Y en este sentido, incluso en los primeros 20 minutos de "Frozen" me parece que hay más sentido del musical y de la coreografía que los 124 minutos de esta.

Abrazos frondosos

César Bardés dijo...

Claro, además se supone que si le ofreces a Johnny Depp el papel es porque se va a lucir...pero si canta un cuarto menos la mitad de una canción...joer...mayor desaprovechamiento por mucho que sea reprochable el amigo no puede haber.
Bien visto lo de "Frozen", lo utilizaré en la próxima discusión en la que alguien desee decir que "Into the woods" está genial.
Abrazos arbóreos.

CARPET_WALLY dijo...

Vaya, que pena. Mi hija fue ayer y vino encantada...aunque dijo, no sé si te gustará, la mayoria de la gente salía descontenta. Ella es un público quizá demasiado agradecido.

Si me dijo que el número musical más notable era el de Meryl ( hacía el final) y que le gustó muchisimo Emily Blunt y también bastante Anna Kendick porque canta muy bien. también me dijoq ue Crhis Pine canta muy regular y que Depp sigue haciendo de Jack Sparrow pa tres minutos que sale un par de veces.

En fin, que ahora ya no se que hacer si verla o no.

Abrazos dudando.

dexterzgz dijo...

Guárdatela p´al Plus... o ni eso.

Abrazos aconsejando

César Bardés dijo...

Lo cierto es que Emily Blunt y Meryl son lo mejor de la película, con mucho. Anna Kendrick no canta mal pero que el príncipe vaya tras de ella para el zapato menos encantador de la historia de los cuentos no me lo creo porque la chica no es guapa ni de lejos. Chris Pine, igual que el otro que canta con él "Agony", sí, canta regular (aunque, seamos sinceros, bastante mejor que el Russell Crowe de "Los miserables") y Depp...joer, si es que sabe cantar y lo utilizas para lo que lo utilizas. Un desperdicio.
Estoy con Dex. Ahórrate la pasta si vas a verla al cine.
Abrazos cuentistas o cuenteros.