Si os apetece escuchar lo que hablamos en "La gran evasión" de Radiópolis Sevilla sobre "Volver a empezar", de José Luis Garci, podéis hacerlo pinchando aquí.
Blanco. Todo es blanco.
La luz es blanca y no se apaga nunca. Entre ese mar de luz de Alaska se mueve
un asesino al que hay que agarrar cuanto antes. Atrás quedan sospechas de
corrupción y traiciones de viejos amigos. Alaska es otra cosa. Es uno de esos
sitios en los que nunca pasa nada más allá de una pelea de borrachos o algún
caso de violencia de género. El tiempo parece que no pasa porque la luz parece
que no se va. El sueño se niega a presentarse y está saltándose la condicional.
Ése tipo que ha venido de Los Ángeles para echar una mano está perdiendo los
papeles. Debería dormir algo. Ni siquiera sabe que a las diez de la noche es
pleno día. El cuerpo no responde. Y la mente comenzará a fallar. Algo muy
peligroso cuando el contrincante es un asesino concienzudo y ladino. Una chica
ha muerto y, aunque Alaska sea un lugar en el que nunca pasa nada, hay algunas
personas que no son tan buenas. Mienten por interés, por guardarse las espaldas
aunque su delito no vaya más allá que el propio orgullo. Eso es algo que el
policía de Los Ángeles está perdiendo a marchas forzadas. Igual que el sueño.
Sueño y orgullo. El camino es cuesta abajo.
Al otro lado de la
ciudad, a unos veinte kilómetros, está el maldito asesino. Es uno de esos
individuos que se autojustifica en todo. Él no lo hizo. Él no quiso hacerlo.
Las cosas pasaron y pasaron. Pero ese descuido lingüístico no lo traslada a su
forma de hacer las cosas. Tiene todo pensado al milímetro y va a poner en jaque
a ese policía que ha llegado de Los Ángeles y no puede conciliar el sueño. Para
él las noches no existen. Para el asesino, nunca es de día.
Cuando se habla del
cine de Christopher Nolan se suele olvidar a menudo a esta película de manera
bastante injusta. Su corrección, su gramática pausada y perfecta, sin ninguna
precipitación, llevando al espectador por los cauces de un río a ritmo de la
corriente hacen de ella una película a tener muy en cuenta dentro de su obra.
Es donde se demuestra lo excelente narrador que es Nolan y su precisión
técnica, bien llevada y bien llegada. Además se demuestra lo hábil que es en la
dirección de actores con Al Pacino, Robin Williams y Hillary Swank cumpliendo
con perfección sus cometidos, sin salirse ni una coma, sin un gesto de más, sin
un aspaviento exagerado. La sobriedad está presente en toda la historia y, de
paso, se fija en la mediocridad moral de la gente de la ciudad, en la
despreciable forma de pensar de algunos que se creen superiores, en el miedo a
enfrentarnos con nuestros propios fallos y haciendo cosas impensables para
evitar esos enfrentamientos. Con esta película se puede dormir perfectamente,
pero se pasa ese frío húmedo de las montañas inmensas tratando de descifrar lo
que pasa por las mentes de unos tipos que han llegado al final de su
resistencia. Y los dos lo afrontan de una manera parecida. Sólo el
remordimiento les hará diferentes.
2 comentarios:
Pues a mi, que no terminé de conectar con "Interestelar", ni vi mucho más que un espectáculo visual en "Dunkerke", que "Memento" me pareció muy interesante, pero que resiste regular una nueva visión cuando ya eres conocedor del truco, que "Origen" me parece también un alarde de pirotecnia, pero bastante vacía de contenido y como no conecto con su visión oscura de Batman, puedo decir que es precisamente "Insomnio" la película que más me gusta y me llena de tan alabado director.
Coincido en que está excelentemente interpretada y eso que Pacino ya estaba en ese momento dado al exceso que cada vez muestra más. Aquí, si no comedido, al menos neutraliza en parte su gestualidad para llevarnos a su peripecia, a buscar y a esconder con la misma determinación y esfuerzo. Perfecto también Robin Williams demostrando el gran actor que se esconde atrás la imagen de un cómico impagable y muy eficaz Hillary Swank que ahora parece desaparecida tras haber sido la joven joya de la corona del cine americano.
Abrazos entre la niebla
Aunque no esté muy de acuerdo contigo en tu visión acerca de Christopher Nolan en general, en cuanto a "Insomnio", comparto todo lo que dices.
Es verdad, por otro lado, que esta película es, quizá, la que menos trucos tiene de todas las que ha rodado. Como trucos me refiero a los alardes de desestructuración, o de visualización espectacular, o, incluso, de ambición que sí reconozco en Nolan. Y, por ello, cifra gran parte de su mérito en la dirección de los actores y en el trabajo que éstos hacen. Como bien dices, Pacino hace uno de sus últimos grandes papeles, tremendamente comedido a pesar de ser un papel que se presta al exceso. Lo mismo de Robin Williams que hace un psicópata convincente, odioso, suave y extremo. Y muy bien, desde luego, Hillary Swank que, me temo, lo que ha hecho ante todo ha sido huir de las películas de comercialidad evidente en busca de un prestigio que, desde luego, está tardando mucho en llegar.
Buena aportación.
Abrazos sin dormir.
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