viernes, 21 de junio de 2019

¡QUE VIENE VALDEZ! (1971), de Edwin Sherin



No es muy conveniente humillar a la persona equivocada, por muy pequeña que nos parezca. Es muy posible que ignoremos su pasado, lo que ha hecho, lo que ha vivido y sus destrezas. Y más aún cuando es un hombre de principios que sabe que la peor violencia es la moral. Así que cuando Valdez carga con su cruz a través de los campos áridos de Nuevo Méjico, Frank Tanner ha comenzado a socavar su propia autoridad. Y lo hace con el individuo al que considera menos de todo su territorio. Prepárese, Tanner. Que viene Valdez.
Y es que Valdez se conformaba con pasar una vejez tranquila, como un comisario honorario de una reserva india. Lejos estaban las revoluciones, los combates y aquellos días de la guerra contra Santa Ana. Olvidado estaba ese fusil que ya debía tener hasta telarañas en la boca del cañón. Sus ropas, ya pasadas y casi ridículas, yacían en el fondo de un baúl que el propio Valdez esperaba no tener que abrir nunca más. Y, sin embargo, siempre hay alguien que, por el mero hecho de tener dinero, se cree más poderoso que los demás, más capaz que cualquier otro, con mayor autoridad que todas las almas que pueblan su territorio. Y no es así y Valdez lo sabe. Sólo tiene más dinero, nada más. E incluso ese dinero está ganado con engaños, con aprovechamientos moralmente ilícitos, con explotación, con rabia, sin dar oportunidades a nadie. Y por ahí, es por donde atacará Valdez. Sabe que cualquier hombre honrado no puede ser tan honrado. Se dedicará a destruir su imagen, a demostrar a ciencia cierta que Frank Tanner, el poderoso terrateniente, es un ser humano despreciable que tendrá que pagar su arrogancia y su despotismo con la mayor soledad. ¿Hay alguna bala que pueda conseguir eso?
Por supuesto, por el camino habrá víctimas. Valdez lo sabe y jamás podrá estar orgulloso de eso. Con su vista de águila, su rifle y su puntería, once hombres de Tanner acabarán arrollados por la fuerza de las armas manejadas por ese mestizo que cabalga en solitario por las encrespadas rocas de la sierra. La vida, al fin y al cabo, también es un bien preciado y es necesario inspirar temor para que alguien te haga caso. Ya sea un sicario, un pistolero, un trabajador o…sí, una mujer. Cuando llegue la hora de la verdad, todos se negarán a matar a Valdez porque, sencillamente, Tanner no se ha ganado el derecho de matarlo. Si quiere hacerlo, que lo haga él. Y ese desafío quedará ahí, grabado en la inmensidad, con las montañas como testigos y la perplejidad ridícula como arma principal. Valdez vencerá. Él viene. Y si lo hace, lo hace para ganar.
Con un guión escrito por Elmore Leonard y una interpretación comedida y cansada de Burt Lancaster, ¡Que viene Valdez! es una pequeña gran película que se aleja de las espectacularidades y establece una guerra psicológica sin cuartel para restituir la honestidad a una tierra que, poco a poco, se está corrompiendo. Rodada en la Sierra de Gredos, su paisaje es un protagonista más para este soldado que nunca quiso volver a combatir y que, sin embargo, no duda en dar una lección a todos los que quieren apretar el gatillo contra alguien tan…ínfimo. Cuidado, Valdez puede venir de nuevo.

2 comentarios:

Alí Reyes dijo...

La sola lectura de esta entrada es hinóptica ¿Cómo será la película?...¡Tengo que verla!

César Bardés dijo...

Bueno, gracias por un comentario tan, tan elogioso en apenas una línea. Si el artículo es lo suficientemente atractivo como para hacer que te entren ganas de verla, entonces ha cumplido su objetivo y nada me puede poner más contento. Gracias.