En el corazón sangrante de China, en mitad de la nada, en aquel rincón que parece olvidado de Dios, se produce el improbable encuentro entre un hombre y una mujer que, desesperados y hundidos, se agarran el uno al otro como si encontraran una tabla de salvación en un mar de rojo y aventura, de gris y deseo, de muerte y valentía. El río es un camino de agua que conduce a donde el destino ha reservado un lugar a una pareja que nunca se hubiera encontrado si el mundo estuviera en paz. Y la aventura no deja de caer sobre sus cabezas, como si ése...ése fuera el verdadero romance.
Soberbiamente dirigida por William Wellman, un hombre que conocía de sobra todos los recursos del cine de acción, se levanta esta peculiar película que nos ofrece por primera y única vez la oportunidad de ver juntos en la escena a dos actores tan sumamente dispares como John Wayne y Lauren Bacall. Uno podría pensar que la idea de juntarles nunca podría llegar a funcionar. Pero la química funciona. El río sigue su curso de aventura a raudales en una película que, con el paso de los años, ha adquirido una cierta condición de desconocida pero que se trata de una verdadera joya del cine trepidante que Wellman sabía dirigir tan sabiamente.
Y además es una de esas películas que saben trasladar el ambiente de la China más turbulenta pero llena de misterios que atraen como si el ambiente fuese un imán para el ánimo. Nos conduce lentamente hacia un viaje que se antoja difícil y tortuoso y que hace que los sufrimientos se dibujen como ríos de piel en las arrugas de los personajes que están sometidos a los vaivenes del destino más caprichoso. Ella, impresionante, tendrá el coraje, tendrá esa amarra necesaria para que él no vacile y tenga una razón para regresar a puerto. No cabe duda de que, de alguna manera, John Wayne puede ser el último hombre al que le gustaría encontrarse una mujer como Lauren Bacall.
Así pues, estamos ante una película excepcional, plena de momentos sin respiro, apenas acaban de salir de un apuro cuando, de repente, aparece un problema mayor, como olas en una tormenta empeñada en acabar con ellos. Wellman tiene pulso. Wayne tiene rostro. Bacall tiene el encanto de esas mujeres que, incluso con una blusa embadurnada en grasa, resultan elegantes. El guión es espléndido. Las horas pasan en un suspiro. El agua va abriendo sus caminos como si el barco fuera olvidando el suave rastro de sangre que va dejando atrás en busca de una oportunidad para quien necesita de la vida y poder demostrar que sabe aprovechar un amor que pasa desapercibido a primera vista. Al fin y al cabo, cuántas veces nos ha pasado eso a todos.
Y además es una de esas películas que saben trasladar el ambiente de la China más turbulenta pero llena de misterios que atraen como si el ambiente fuese un imán para el ánimo. Nos conduce lentamente hacia un viaje que se antoja difícil y tortuoso y que hace que los sufrimientos se dibujen como ríos de piel en las arrugas de los personajes que están sometidos a los vaivenes del destino más caprichoso. Ella, impresionante, tendrá el coraje, tendrá esa amarra necesaria para que él no vacile y tenga una razón para regresar a puerto. No cabe duda de que, de alguna manera, John Wayne puede ser el último hombre al que le gustaría encontrarse una mujer como Lauren Bacall.
Así pues, estamos ante una película excepcional, plena de momentos sin respiro, apenas acaban de salir de un apuro cuando, de repente, aparece un problema mayor, como olas en una tormenta empeñada en acabar con ellos. Wellman tiene pulso. Wayne tiene rostro. Bacall tiene el encanto de esas mujeres que, incluso con una blusa embadurnada en grasa, resultan elegantes. El guión es espléndido. Las horas pasan en un suspiro. El agua va abriendo sus caminos como si el barco fuera olvidando el suave rastro de sangre que va dejando atrás en busca de una oportunidad para quien necesita de la vida y poder demostrar que sabe aprovechar un amor que pasa desapercibido a primera vista. Al fin y al cabo, cuántas veces nos ha pasado eso a todos.
5 comentarios:
Gracias por la reseña. Me ha gustado sobre todo por su tono épico. Se todas formas, si tuviera que recomendar una película de la pareja Wayne-Bacall, me decantaría por "El Último Pistolero", sobre todo en su versión original por lo malo de la traducción, sin desmerecer a "Callejón Sangriento", ya que a pesar de ser fan acérrimo de John Wayne, la defendería algo menos que a tú.
Un saludo.
Gracias a ti por el comentario. Y gracias de nuevo por el enlace que has introducido directamente en tu blog, es un honor y un privilegio. Tengo que decir que, a pesar de ser un defensor de Don Siegel (me encanta "La gran estafa", precedente muy directo de "No es país para viejos", de los Hermanos Coen) no soy un acérrimo defensor de "El último pistolero" aunque es indudable que tiene algunos aciertos crepusculares de gran mérito. Si te apetece y tienes tiempo, hay más reseñas de películas de Wayne y además excelentemente debatidas por auténticos amantes del cine que pasan por aquí con asiduidad.
Gracias de nuevo y un saludo y, como dijeron John Wayne y Kirk Douglas en "Ataque al carro blindado"
- El mío ha caído antes
- Sí, pero el mío era más alto.
Ahí te dejo los enlaces por si, en algún momento, te apetece echarles un vistazo
http://losojosdellobo.blogspot.com/2009/06/hatari-1962-de-howard-hawks-siempre.html
http://losojosdellobo.blogspot.com/2009/06/valor-de-ley-1969-de-henry-hathaway.html
http://losojosdellobo.blogspot.com/2008/11/hombres-intrpidos-1940-de-john-ford-el.html
En mi anterior blog "La imagen en el alma", puedes encontrar referencias a "Centauros del desierto", "El hombre que mató a Liberty Valance" y un monográfico con el título "Duke" realizado con motivo de los cien años del nacimiento de John Wayne Seguro que aún escribiré muchas cosas más sobre alguna de sus películas.
Frase genial la que me recuerdas y que resume el duelo interpretativo de la película.
Muchas gracias por los enlaces. Los he estado mirando un poco por encima, quiero leer con más calma los debates posteriores. Las reseñaré, por supuesto. Y no me des las gracias por informar en mi blog, básicamente lo que hago en él es ir publicando cosas que encuentro, material propio hay muy poco. De no ser por blogs como éste no sé que podría publicar.
Y bueno, has ganado un lector más.
Debo decir que he visitado tu blog y me ha parecido una recopilación completísima, una especie de "tour" por el anecdotario, la vida y el trabajo de John Wayne. Me he quedado francamente impresionado.
Por otro lado, sé bienvenido al mirar del lobo, espero que te encuentres a gusto y que siempre seas el que desenfundes más rápido.
Un saludo y gracias de nuevo.
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