jueves, 15 de octubre de 2009

ÁGORA (2009), de Alejandro Amenábar


Hipatia de Alejandría tuvo que enfrentarse a muerte con el dilema de la razón frente a la fe y no deja de ser cierto que la luz de Dios a algunos guía pero a otros, les ciega. Así nos damos cuenta, incrédulos, de que la trayectoria de la Historia es cíclica y de que, cada cierto tiempo, se repite. Y una y otra vez volveremos a la erótica del poder como epicentro del dogma, al desmantelamiento de la razón, a la carencia de valores, a la huida del conocimiento para que todo sea tomado por la fuerza bajo la excusa manipulada de la lógica.
Y una vez completado el círculo, o la elipse, el hombre entrará en declive porque se verá abocado a ser masa, a ser multitud y la Historia se empeña en decirnos una y otra vez que la multitud es manipulable. Sólo la búsqueda de porqués, de cuándos, de cómos, de dóndes es la señal inequívoca de que su espíritu no permanece esclavizado. La ausencia del conocimiento es la base de todo fanatismo y hoy, diecisiete siglos después, volvemos a intentar salvar unos pocos papiros de inteligencia y descubrimiento ante el avance imparable del fanatismo religioso, de la locura capitalista, de la concentración de poder, del mundo siendo centro del universo porque somos incapaces de ver que el sol unos días es más grande y otros, más pequeño.
El raciocinio del ser humano es la única arma que nos queda contra los apóstoles de la ignorancia. Hoy, ser un erudito es motivo más que suficiente como para ser señalado con el dedo y relegado a la marginación popular. Preferimos que la humildad sea una excusa y no un sentimiento; sentimos que donde está el dinero y la comodidad es el lugar donde se halla todo lo que puede hacernos felices; intuimos que lo mejor es no leer, no ampliar miras, no saber... porque ya hemos asesinado esas cosas en aras de un malentendido progreso que no duda en mutilar medios para la investigación y en arrastrar la cultura por los zarzales de la indiferencia. No creemos que haya héroes porque nunca los hemos visto y lo que no se ve, no puede existir. Se llame Dios o sabiduría. Se llame alma o avance. Se llame aprendizaje o pensamiento.
Alejandro Amenábar nos coloca en un lugar de privilegio contándonos una parte de la Historia convenientemente modificada pero también escribiendo para todos nosotros el pergamino del aviso de otro declive, de otro ocaso que dejamos ir, sin resolver los eternos enigmas que nos asolan por la desidia de nuestra falta de interés. En su película hay mucho inventado y eso es algo que no importa lo más mínimo cuando la sutilidad de su invención hiere el cerebro para introducir la cuña de la denuncia y de la vergüenza. Es decirnos, una vez más, que siempre habrá alguien dispuesto a quemar libros para asfixiar la formación de las ideas; que siempre existirá el fanatismo sea del signo que sea porque es el arma más fácil para lograr la dominación; que siempre habrá una molesta élite que acabará lapidada por el pecado mortal de partir en busca de la verdad. Y así, el Imperio Romano volverá a perder autoridad y otros ocuparán su lugar para que nadie se atreva a gritar que quiere tener la capacidad de pensar. De pensar.
Y por ese ciclo misterioso del error repetido, podemos llegar al convencimiento de que la Historia no es circular, sino elíptica; e, instalados en la utopía, conseguiremos alejarnos del dogma de fe (y el fanatismo de la fe puede ser religioso pero también la adoración del materialismo) y hacer que la razón sea el movimiento que impulse los tiempos. Así, quizás, alguna vez podamos llegar a creer que no somos el centro de todo. Como llegó a creer en el cenit de la elipse Hipatia de Alejandría...tal vez, porque ella no pertenecía a la Tierra...sino al lugar donde brillan las estrellas...

50 comentarios:

dexter dijo...
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dexter dijo...

Quizá vaya a verla esta noche y mañana te cuento si eso. He oído de todo sobre esta película desde gentes que habla maravillas hasta agoreros- nunca mejor dicho- que te cuentan lo peor. Yo hago como Ulises ante las sirenas, me tapo los oídos y paso de estos últimos comentarios. Pero creo que esta última postura responde a algo que por desgracia sucede mucho en este bendito país. Y es que después del carrerón que lleva y lo del Oscar, a Alejandrito ya muchos le tienen ganas. Y qué mejor que una superproducción cómo esta para entrar a degüello directamente.

Lo dicho, mañana te cuento.

César Bardés dijo...

Sí que es verdad que hay una cierta animadversión contra Alejandro Amenábar. Incluso he llegado a leer que "es un autor sin ninguna personalidad en su obra" y a mí me parece un hombre que no tiene ningún miedo a adentrarse en el cine de género y, a la vez, hacer una apuesta arriesgada, con una enorme coherencia en todas sus películas. Creo que la defensa de la razón está en todas ellas y la polémica de esta película viene por lo ofendidos que se sienten algunos. Bobadas. Tonterías. Hasta he visto cómo se manipulan datos históricos para desacreditar la película que, no por ello, es ajustada la Historia. Creo que Amenábar ha escogido una ficción histórica, la ha recreado y ha hecho lo que quería hacer. Da igual esa pretendida polémica que si paganos, que si cristianos, que si judíos. La vocación de la película es universal y, si somos lo suficientemente inteligentes, veremos que podemos cambiar los nombres por musulmanes, anabaptistas o espiritistas, creo que la denominación da exactamente igual y que Amenábar sólo dirige su historia contra la sinrazón y el fanatismo. El que no lo entienda así, evidentemente, va a ver la película que él quiere ver. Y aprovecho para salir en defensa del estilo que elige Amenábar que es deliberadamente frío en esta ocasión. Al fin y al cabo, Stanley Kubrick tenía ese estilo como santo y seña y el tío sabía hacer películas, digan lo que digan los "metropiniones" de turno.
Espero que disfrutes, Dex. Nos vemos en el ágora.

dexter dijo...

Precisamente pienso ir a ver la película esta noche con mi cuñado que es profesor de latines y griegos y todo un experto en estas cosas y además este verano se ha estado documentado sobre Hipatia ex profeso. Y ya me ha prevenido de que Hipatia es una de las figuras que preconiza la irrupción del helenismo rechazando todos los conceptos platónicos vigentes hasta entonces. Y entre esos conceptos está el amor, Hypatia huía del amor platónico como gato escaldado. Y en estas Alejandro nos inventa una historia de amor que encajaría más bien poco en este contexto. Pero ¿qué es eso comparado con la idea de un complot para asesinar a Hitler y a Goebels en un cine del centro de París?

César Bardés dijo...

Bueno, sin desvelarte nada de la película, debo decirte que no, que no hay historia de amor y que los vacíos históricos que puede proponer Amenábar son de otro tipo. De hecho, se muestra claramente su rechazo al amor (Dios mío, no he visto unas calabazas tan grandes en mi vida, ni tan humillantes). Por supuesto, vas asesorado por un experto y lo que yo diga es más de solapa de libro que de estudioso latinista asi que lo dejo ahí para que, con la ayuda de tu experto particular, ilumines un episodio de la historia particularmente oscuro y que no nos ha dejado demasiadas pruebas documentales.

dexter dijo...

Ah, pues ya me dejas más tranquilo. Sí, yo he oido también que Hipatia no era lo que se dice una chica fácil. Me alegro de que Aménabar no le haya dado patadas a la Historia, al menos de manera consciente. No esperaba menos por otra parte.

César Bardés dijo...

Por lo poco que sé, no me considero ningún experto en Historia, sí que ha modificado algunos hechos a su conveniencia e, incluso, hay personajes que nunca existieron. Desde luego, en el tema del amor ha sido absolutamente fiel. De todas formas, como tu bien dices, ¿por qué aceptamos sin problemas que Tarantino se cargue a Hitler y a Goebbels en un cine a resultas de dos conspiraciones paralelas y no podemos aceptar lo que Amenábar nos retrata en "Ágora"? ¿Porque Tarantino es un caricaturista cruel? Venga, hombre. Seamos justos. Ya me dirás.

Anónimo dijo...

Amenabar es un amenazado, es cierto. Por la envidia (deporte nacional) y por levantar sarpullidos en ciertas formas de pensar. Lo mismo nos regala "Ágora" por los crueles fanatismos que apedreaban su "Mar adentro", una película que a mi me parece más que notable y con unas cuantas escenas mágicas de esas que se ven cada vez menos en el cine actual, pongamos por ejemplo, la charla entre Lola Dueñas y Javier Bardem frente al ventanal la noche de la víspera ( es una película repleta de miradas a través de ventanas).
“Los otros” es otra película sorprendente, un salto de calidad del cine español, de todo el cine español, se podía hacer cine internacional, con estrellas internacionales y para todo el mundo. La película está bien contada, espectacularmente ambientada y sobrecoge más que aterroriza. La coincidencia anecdótica con el final de “El sexto sentido” quiso servir a los de siempre para quitarle valor, pero a mi me parece una peli de muchísimo nivel (¿ el portazo a Belén Rueda en “El orfanato” no es una copia de otro mucho más terrorífico que recibe Nicole en “los otros”?).
“Abre los ojos” también es una película estimable pero para mi gusto de un nivel algo inferior, con un guión interesante pero algo insustancial, siempre pienso que Amenabar me quería contar más u otra cosa y me deja algo frío aunque me sorprendió el buen hacer de Noriega, no tanto el de Chete Lera.
Y “Tesis” me captura, los ojos de la Torrent y el personaje bombón de Fele Martinez me atrapan. Tendrá defectos, como la previsibilidad de la resolución del misterio, pero hasta los últimos 20 minutos me parece modélica, mucho más para una opera prima.

En cuanto a “Ágora” lo peor que he leído es que no emociona ( tal vez ese distanciamiento a proposito que comentas, Wins) y que el casting de los personajes secundarios es bastante mejorable...En todo caso apetece.

Abrazos. Carpet.

César Bardés dijo...

Para empezar habría que aclarar a los potenciales espectadores que "Ágora" no es un "peplum" al estilo de "Espartaco" (¿hablamos de los fallos históricos de esta película empezando porque Espartaco no era ningún angelito?) o "Ben-Hur". Es una película que rezuma humanismo por los cuatro costados, les guste o no a los que se ven ideológicamente o religiosamente afectados. Por otro lado, Amenábar me parece un cineasta con una trayectoria impecable. "Mar adentro" es mucho más que un telefilme, como he podido leer, y creo que desarrolla una idea desde una perspectiva joven (que entroncó en su día con la perspectiva más madura de Clint Eastwood en "Million dollar baby"). En cualquier caso, me parece una excelente película cuyo mayor acierto, con mucho, es la introducción del humor en el personaje de Bardem, alejándolo de lo lacrimógeno (que hubiera sido facilón, facilón) y dejando que el humor dé paso a la razón.
"Los otros", sinceramente, me parece su mejor película. Estéticamente situada al lado del "Suspense", de Jack Clayton y poniendo una perspectiva genial en los ojos del espectador que me parece su mayor acierto. El espectador ve los muertos pero no los vivos, luego el espectador está muerto.
"Abre los ojos", creo que no deja de ser un cuento macabro, una huida de la realidad (por cierto, una huida que también realiza Bardem en "Mar adentro" cuando se imagina lanzándose por la ventana), un cómic de "Phantom" que, de acuerdo, pasa por ser la más intrascendente de sus películas (muy, muy perjudicada por la flojísima versión americana de Tom Cruise y por ese inútil que es Cameron Crowe).
"Tesis" me parece una película tremenda para ser de un director novel en España. Absolutamente valiente en su apuesta por el género, descubriendo un aspecto desconocido de lo que se mueve en el submundo, original, con un manejo de la tensión que ha sido marca de la casa Amenábar en sus otras incursiones en el género. Es cierto que flojea también en su final y también es cierto que la gema escondida de esa película es Fele Martínez.
Por otro lado, la deliberada frialdad de "Ágora" no me parece un fallo en absoluto, al contrario, creo que es la mejor forma de contar todo lo que quiere decir Amenábar y sí que tengo que dar la razón a los que estiman que el resto del reparto está muy por debajo de Rachel Weisz, en especial tanto Max Minghella como el impresentable, afectado, falso, fingido y con gestos Charltonhestonianos de Oscar Isaac en el papel de Orestes.
Yo creo que hay mucho jugo por sacar del ágora.

dexter dijo...
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dexter dijo...
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dexter dijo...

En parte no estoy de acuerdo con vosotros en señalar el carácter previsible del final de Tesis. A mí es una de las películas que más miedo me ha hecho pasar en la vida, pero miedo de verdad. Quizá ese miedo me atenazó, me enganchó a la butaca y no supe ver nada más. Fui como Angela, adentrándome por ese pasillo largo y oscuro con la incertidumbre de si me quedarían cerillas para iluminar el camino y si podría llegar hasta el final. Es una de las grandes virtudes que yo veo en Amenábar, la de creador de atmósferas. En este sentido, Los otros me parece toda una proeza. Abre los ojos quedó más como un ejercicio de estilo pero igualmente me pareció excelente. A Mar Adentro quizá le pondría más peros, aunque me parece un título bastante coherente dentro de una filmografía en la que creo sinceramente que lo mejor está por llegar.

PD: A mi también me encantan las escenas con diálogos tras una ventana o una cristalera.

dexter dijo...

Por razones totalmente ajenas a mi voluntad ayer noche no pude perderme en el ágora amenabariana, con las ganas que tenía. Pero de este finde no pasa. Te lo juro por la biblioteca de Alejandría. Espérame que voy.

César Bardés dijo...

Tranquilo, Dex, la vida zarandea hasta a las butacas de cine así que esperamos, no sin ansia, tu comentario.

Anónimo dijo...

A ponerse hasta el culo de alcohol le llaman ahora razones ajenas a la voluntad...ayyy, si Hypatia levantara la cabeza.


Abrazos, Carpet.

dexter dijo...

Espero que dondequiera que se encuentre el punto de la elipse desde el que nos observa, Hipatia de Alejandría haya hecho oídos sordos a estas últimas palabras. Lo cierto es que después de verla no sé cómo puede haber personas y críticos y todo eso a las que esta película les ha parecido fría y sin emoción. En un film en el que Hypatia simboliza el equilibrio frente a dos posturas exhaltadas y fanáticas puede haber de todo menos falta de emoción. Aquí Amenábar pone pasión y corazón como en todo lo que hace- también se le acusó de frío en Los otros, y mira. Tampoco llego a comprender muy bien a qué viene ese rasgarse las vestiduras por parte de ciertos sectores contra el film. ¿Hay algo de malo en reconocer que las cosas pudieron empezar más o menos así? ¿Es acaso un ejercicio de soberbia o simplemente de cinismo? Estamos hablando de 25 siglos atrás. Y de todas formas las cosas tampoco han cambiado mucho. Salgo del cine, llego a casa, enciendo la tele y los telediarios abren con lo sucedido el sábado tarde y en efecto, pienso que las cosas tampoco han cambiado tanto. Y ojo, que no me estoy refiriendo a los contenidos, que estoy hablando más bien de las formas.

César Bardés dijo...

Estoy nuevamente de acuerdo contigo, Dex, aunque sí creo que el estilo de Amenábar en esta ocasión roza la frialdad. Lo que pasa es que la frialdad no es sinónimo de carente de emoción (es más, el cineasta más frío que conozco es Stanley Kubrick y no me parece en absoluto un cineasta sin emoción). Evidentemente, hay que ser muy tonto para ser uno de esos que se cree "cristiano" y pretender que los cristianos no hayan hecho nada malo en todos los siglos de su existencia. En la batalla de la razón contra el fanatismo sólo hay una religión posible: el humanismo. E Hipatia de Alejandría se movía en la órbita de esa religión. Es muy ilustrativa esa escena en la que Hipatia dice aquello de "yo debo dudar de mis creencias". Considera una obligación cuestionar continuamente lo que está establecido sea en un sentido religioso, científico o moral. A mí, en cualquier caso, me parece una excelente película, arriesgada, absolutamente vigente, obra de un tipo que tiene las ideas muy claras y que plantea una historia en la que los cristianos salen mal parados pero que, en su sapiencia como realizador, sabe decir que si en lugar de cristianos, judíos y paganos sustituimos esos nombres-creencias por cualquier otra, el resultado es exactamente el mismo: la intolerancia, la crueldad "justificada", la justificación por la imposición y la interpretación a conveniencia de lo que cada uno considera como sagrado.
Me alegro de que te haya gustado. De hecho, este fin de semana, salía yo del correspondiente estreno y me topé con unos que salían de la sala donde proyectaban "Ágora". Uno se sentía tremendamente decepcionado con la expresión: "Pfff...pues vaya película que hemos visto". Y el otro contestó: "Pues a mí me ha gustado muchísimo. Sabía que no venía a ver un tratado de historia, pero me ha dejado impresionado saber que lo que llamamos fanatismo es un pecado contra el hombre".

dexter dijo...

El ejemplo de Kubrick es bastante clarificador, sí. Un estilo y una manera de rodar fría pero unos argumentos apasionantes. ¿Conoces algo que haya despertado más polémica que La naranja mecánica?
Como Kubrick, Amenábar se escuda en una aparente frialdad, quién sabe si para huir de los de siempre y no acabar siendo acusado de maniqueo. Pero es inútil. Vale, que al hombre se le ve venir, pero acaso no se les ve venir a todos. Me cabrea mucho que la obra sea acusada de maniquea cuando no lo es en absoluto y ahí está el personaje de Davos para corroborarlo- qué mono es Max Minguella, pero que inexpresividad, pardiez. Y me sigo preguntando si ese enrocamiento de algunos no es en realidad una faz del fanatismo que denuncia la película, si no han caído en su propia trampa.

dexter dijo...

... o más bien si no han caído en la trampa que les ha tendido Amenábar.

César Bardés dijo...

Precisamente yo creo que la película es de todo, menos maniquea. Parte de la decepción del público llano y plano es culpa de que creen que van a ver una película de aventuras, latigazos, esclavos rebelados, y heroísmos bíblicos y la película huye de todo eso con maestría. Otro sector del público sale ofendidísimo porque se cree vilipendiado por Amenábar y tengo que decir que son tontos. El hecho de que se hable de cristianismo no quiere decir que se hable de catolicismo, que es donde les duele (y eso que la iglesia católica de inocente a través de los siglos, nada de nada) cuando la imaginería que sale en la película es más bien ortodoxa. Por supuesto que caen en la trampa y no sería de extrañar que esa misma trampa la haya puesto Amenábar. En cualquier caso, creo firmemente que la moderación clarifica las visiones y tu, Dex, estás con una visión muy clara del mensaje que pretende dar la película.

Anónimo dijo...

Creo que has escrito uno de tus artículos más personales. Lo he leído varias veces. Sólo puedo decir que me quito el sombrero.

Un beso

Gema

César Bardés dijo...

Cúbrase, Milady, que el remitente no lo merece. En todo caso, agradezco el elogio, bien escaso en días de ruido y de furia y me inclino con todo respeto ante un comentario tan breve pero tan certero.

Hipatia XXI dijo...

Vive Dios que ni breve ni certero ha de ser mi comentario.

Bueno, breve sí, que carezco de tiempo.

Esto es, básicamente, un peliculón y, si la envidia fuera tiña, cuánto tiñoso habría en este país de lunes al sol.
Los defectos (de haberlos) me los callo, que ya hablaré yo de defectos cuando vuelva a escribir... y me paguen.

¿Quedo bien si me despido con un beso?

M.I. dijo...

Acabo de leer vuestros comentarios (ayer no me dio tiempo), y coincido con vosotros (¡¡¡extraordinaria novedad!!!). Hasta coincido en lo de la envidia,-evidencia palpable-, y que conste que no os había leído. Tan sólo me gustaría, si se me permite, aportar dos datos.

1.- Amenábar es un apasionado confeso de la obra de Agatha Christie y, con motivo del estreno de la película, ha hablado de ello. Por ese motivo, muchos han visto en esta historia la legendaria fijación de la autora por el antiguo Egipto (que proviene de su matrimonio con el arqueólogo Malowan), y que le llevó, incluso, a ambientar una de sus novelas "La venganza de Nofret" en aquellos lares.
Pero eso no es así.
Amenábar cita, sobre todo, "La casa torcida" y, los que también somos unos estudiosos de esta autora, sabemos que su verdadera fijación fue la de mostrar y demostrar que la esencia de la naturaleza humana (expresión tan famosa en labios de Hércules Poirot) es idéntica en todas las partes del planeta.
Amenábar retoma esta idea para mostrar que esa naturaleza humana también es idéntica a través de los tiempos. Y ése es uno de los objetivos fundamentales de la historia. Por supuesto que es un alegato contra la intolerancia y el fanatismo, pero el mensaje va más allá, demostrando lo poquito que hemos cambiado en 17 siglos.
En este sentido, conozco a mucha gente a quienes les llegó al alma la frase que Hipatia dedica al nuevo obispo, ésa de: "TÚ NO PUEDES DUDAR DE LO QUE CREES, PERO MI OBLIGACIÓN ES DUDAR DE TODO EN LO QUE CREO". Una frase que, de ser pronunciada, habría sido todo un BOOM en el siglo IV; pero que, a mí, no me dice hoy nada. No está reñida la ciencia con la religión, por mucho que la Iglesia Católica se empeñe en predicar.
A mí, y al hilo de lo que comento, lo que me llega al hígado, contra lo que siempre me he sublevado, es contra el mundo de "las advertencias bienintencionadas". "Mira que te tienes que bautizar", "Mira que tú eres gente de bien y, por tanto, cristiana", "Mira que, si no lo haces, no te podemos proteger....."
ANDA, Y QUE LES DEN...
Que yo habría hecho lo mismo que Hipatia: que no, y que no, y que no. AGGGGGGGGGGGG, qué mal que llevo yo eso de los "amigos" que me dicen las cosas "por mi bien".
Y esa sensación de angustia, de soledad, de ver cómo tu supuesta gente se vende.... a mí sí que me llegó al alma.

2.- Sobre la supuesta frialdad.
Yo, por motivos obvios - a mí sí que me llega esta historia-, no veo tal frialdad, al menos en el guión, si es eso lo que se reprocha. No le veo defectos al guión, ni a la medición de tiempos narrativos. Tampoco a la configuración de los personajes.
Lo que sí veo es cierto "sistema mecánico" a la hora de ejecutar en el aspecto técnico. Planos hermosísimos, bien utilizados, ampliamente justificados.... pero muy repetidos. El abuso de todas esas técnicas -que al tío se le dan bien- es lo que termina dando esa sensación de frialdad. Tanta ida y venida del cielo a la Tierra, tanto primer plano desenfocado, tanto mareo y movimiento innecesario de la cámara, tanta filmación a través de muros (claro homenaje a la Cleopatra de Mankiewicz). Un poquito, sí, ¡qué genialidad!. Pero abusa.... y ése es, quizás, la única "pega", que yo le pondría a la peli. Por lo demás, a mí me encantó.....

UNA ANÉCDOTA: Veo el titular de este artículo, que es el siguiente:
AGORA: ¿HISTORIA.... CIRCULAR O ELÍPTICA?
Y yo leo esto:
AGORA: ¿historia circular o elíptica?
Hala, a pensar....
¿historia circular?. Ya, ya sé. Empieza la peli por el final, guión desestructurado, y vuelve a terminar en el final, trazando un círculo.Estructura narrativa bimembre.
¿historia elíptica? Joer, tiene que haber una elipsis de la rehostia, y por eso la gente no sabe lo que ha visto.... Ummm, qué interesante....
SÓLO en la puerta del cine, caigo yo en la cuenta....¡ Ay, leche, si es que la prota, 12 siglos antes que nadie, ya dijo lo de los movimientos elípticos de la Tierra, y el titular de César no es "historia" (de la película), es HISTORIA.

Madre mí, qué torpe soy.....

César Bardés dijo...

Hipatia, por supuesto que te puedes pedir con un beso, con un abrazo, con saludo efusivo, con un achuchón ecléctico o con lo que quieras.
Por otro lado, M.I., hay cierta razón en todo lo que dices (es brillante esa comparación que haces con "Cleopatra", de acercarse a alguna película de este género, Amenábar se acerca a esta y no a "Ben-Hur" ni a "Espartaco" ni a "El león de Esparta" -esto lo pongo para frikis-). No puedo estar de acuerdo en que me deje frío la frase de que "es mi obligación dudar de todo"...yo no creo que eso entre en contradicción con la religión. Vuelvo a recordar a San Agustín: "La fe no necesita pero acepta ser explicada por la razón". Yo creo que la obligación de un científico es dudar de todo, ir un poco más allá. El ser humano que busca la religión se supone que busca el confort moral, la tranquilidad de una creencia que, cuando le viene bien, no se preocupa de ir más allá porque está cómodo así (y que conste que eso me parece muy respetable). La ciencia, o la cultura, o el conocimiento en general tiene la obligación de plantearse dudas y de buscar respuestas, aunque no las halle. Lo importante, como bien diría Kubrick, es la pregunta, no la respuesta. Creo que ahí reside parte del atractivo en el carácter de Hipatia.
Por otro lado, yo creo que no hay nada de malo en que digan que un cineasta ha hecho una película con estilo frío si consigue su objetivo. Creo que Amenábar quiere distanciarse un poco de la historia que cuenta para no caer en la visión sesgada que puede proporcionar una creencia. Y sigo poniendo el ejemplo de Kubrick. Hizo trece películas y en todas hace gala de una frialdad que, a mí sinceramente, llega a emocionarme (ahí tenemos el final de "Espartaco", o el cabalgar sobre la bomba de "Teléfono rojo", o la enorme fantasía del polvo imparable de "La naranja mecánica" o incluso el enigmático final que nos traslada la visión de que el mal siempre ha existido y siempre existirá en "El resplandor"). Aquí también Amenábar llega a colocarme en una cima de razón para emocionarme con la capacidad del hombre para razonar, para ver que no se puede ir contra unos preceptos que crees sagrados haciendo justamente lo contrario de lo que preconizan. Y vuelvo a decir, llámense cristianos, musulmanes, judíos, paganos, coptos, ortodoxos, protestantes o filibusteros. La frialdad que Amenábar utiliza se puede trasladar, por ejemplo, en la caracterización de los cristianos (siempre vestidos de oscuro, en manada) y de los paganos (ropas limpias, nada andrajosas, inmaculados por fuera y también corrompidos por las creencias por dentro). Creo, en cualquier caso, que es una película brillante, muy atinada y que, por su propia naturaleza, se presta a que sea vista a través del filtro de la moral de cada uno, lo que puede dar lugar a interpretaciones muy equívocas (todo esto admitiendo que no tengo por qué ser yo quien tenga la razón).
En cualquier caso, un nuevo análisis que sí que ensancha visiones, M.I., que, para mí, es lo más importante que puede emanar de cualquier opinión.

M.I. dijo...

Ante todo, gracias por esa magnífica lección de cine. Saber cosas de Kubrick siempre es más interesante si esas cosas vienen de ti.
Por otra parte, coincidimos en la calificación de la película: atinada, maravillosa. Si me permites, la definiría en lenguaje llano, no para frikis (jajajaja), como "una hermosísima historia, muy bien contada".

¿Discrepo en algo?
Sí.
La visión de los cristianos vestidos de oscuro y siempre en masa, más que una deliberda muestra de frialdad por parte del director, es una constatación histórica. Los cristianos destacan por su austeridad al vestir, rompiendo con el glamour del antiguo imperio romano, exótica Alejandría que fuera fundada por griegos.....

Dime una cosa, tú que citas a San Agustín
¿Es cierta esa carta de San Pablo que lee Cirilo?
Mira que la he buscado... y yo no la encuentro.
¿Puede ser que Cirilo se la invente?
Yo creo que sí. Por eso el director te da un primer plano de la lectura, por eso tanto énfasis en que "está escrito". Y no hay nadie que les contradiga. Primero, porque la mayoría de los cristianos no saben leer. Por otra parte, porque los conversos no tienen ni puta idea de lo que es el cristianismo. Vamos, que fácil era refutar esa supuesta carta de San Pablo sobre las mujeres con ejemplos como el de MARTA, amiga crítica de Jesús.

Pd.- Dije que si me podía DESpedir, no que si me podía pedir... Joer, César!!!

M.I. dijo...

Otra cosa que me gusta muchísimo es cómo se explica la rápida propagación del cristianismo. Es ésta una religión de liberación, en la que no hay esclavos ni señores, y sólo se habla de hermanos. Véase el esclavo con ínfulas filosóficas e inquietudes astronómicas que se siente muy ofendido ante el comentario de Hipatia sobre "PASE LO QUE PASE EN LAS CALLES, SOMOS HERMANOS. LAS PELEAS SON SÓLO PARA EL VULGO Y LOS ESCLAVOS".
Luego, te envuelven el caramelo en la historia del enamoramiento, que también, que también, que ese tipo de despecho es muy malo.

Y, en cuanto a que cada uno, desde su propia perspectiva, ve lo que ve.... qué verdad tan verdadera!!!!. Lo que a mí me está dando no sé qué es la explicación que me da uno de mis mejores amigos: "el mundo en guerra, y ella mirando a las estrellas.... qué despropósito de guión". Y esto lo dice un Lcdo en Historia, con un gusto exquisito para el cine.... será que, recientemente, se ha enamorado y eso le está descolocando.
En verdad te digo que nunca he leído ni oído tantas insensateces referidas a una película, y tampoco digo con esto que mi visión sea la correcta.

M.I. dijo...

....Pero sabes que existe una máxima, que es la de ir a "la visión del director". Mi teoría va enfocada a esa entrevista que concede, en la que habla de Agatha en el estreno de esta película.

Y ya, ya lo sé. Tú estás enfrascado en la nueva crítica, y yo dándote aún la brasa con ésta. Pero ¡¡¡me gusta tanto!!! que me pasaría días hablando de ella. Lástima que ya no asista a tertulias cinéfilas, ni a foros, ni a ná.....

César Bardés dijo...

Bueno, primero, disculpas por el fallo mecanográfico. De verdad quise poner "despedir" pero como la mente me va mucho más rápida que los dedos pues me salió "pedir". En fin, mis disculpas.
Por otro lado, la austeridad no implica que los cristianos deban ir uniformados, vamos digo yo. Y la carta de San Pablo que buscas creo que es la primera carta del Santo a Timoteo pero puede que esté equivocado.
Por otro lado, no niego que el tal licenciado en Historia tenga un gusto exquisito a la hora de ver cine pero el comentario me parece de un simplista que echa para atrás con fuerza 7. Los grandes avances de la ciencia y del pensamiento no se hacen precisamente en épocas de paz. Ahi ya me remito a Orson Welles que escribió la famosa frase de "El tercer hombre" en la que dice: "En Italia tuvieron quinientos años de guerra, peste y enfermedades y ¿qué nos dieron? El Renacimiento. En Suiza tuvieron quinientos años de paz y prosperidad y ¿cuál fue el resultado? El reloj de cuco". En "Ciudadano Welles", el propio director se ríe porque dice que poco después recibió una carta de "los enanos de la selva negra" diciendo que el reloj de cuco había sido invención de ellos y no de los suizos.
Haces bien en entusiasmarte por una película que va en busca de la verdad interior del hombre y, en el fondo, cree que de verdad aún puede haber hombres (o mujeres) que se preocupen por avanzar y dar un paso adelante en nuestra evolución. Otra cosa es que Hipatia, en su más que evidente renuncia a la sexualidad, sea una experta del copón dando calabazas (las que le da a Orestes son humillantes. A mí una chica que me gusta me dice eso después de que le he tocado la flauta en un anfiteatro -por cierto, la única escena que me sobra- y me tiro a un pozo y después lo ciego).
Interesante el estudio que haces de Agatha Christie y cómo realizas su conexión con esta película. Creo que, por otra parte, Amenábar es capaz de dar un barniz diferente a todo porque, sencillamente, es un tipo que no se arredra ante la posibilidad de hacer cine de género, de cualquier género y ahí puede caber Agatha Christie, Kant o Galileo. Claro que esta es sólo una humilde opinión de un pirata del pensamiento ajeno.

M.I. dijo...

De acuerdo, este tío es un valiente que no teme adentrarse en las películas de género. Y que, dicho sea de paso -par mí- no tenía -hasta la fecha- una película redonda... ni elíptica, jajaja.
Bueno, el caso es que el director no nombra a Kant, ni a Galileo, ni a Descartes (por esa frase que a ti también te gustó de "dudar de todo"), y no dudo yo de que hubiera llevado a cabo cualquier cosa. El director nombra a AGATHA, y la pregunta es:
¿Por qué?
Por llevarnos a un género policíaco, es evidente que no.
Por su pasión (la de Agatha) por el Antiguo Egipto... no, que ella era apasionada pero de las momias.
¿Por qué?
Pues por su fijación con la naturaleza humana idéntica en cualquier parte del planeta. Amenábar va más allá, y dice que sí, pero que también es idéntica en cualquier época de la Historia.
Ná, César, cosas mías. Intentaba buscar una respuesta sin saber que "la cosa" está siempre en las preguntas y no en las respuestas (jajajaja, es broma).

La austeridad de los cristianos (que no, que no iban de uniforme, jajajaja), sí que está en las cartas de San Pablo, y sí que, por lo visto, iban así de andrajosos.
Y mira que pongo la mano en el fuego sobre la carta de San Pablo, y te digo que es como pienso: que no existe, que se la inventa Cirilo, que de ahí el primer plano, que de ahí la proclamación de "está escrito"..... y todo lo que he dicho ya.

Y las calabazas..... ¡¡¡qué gran actriz!!!
-"Toma este pañuelo teñido con la sangre de mi ciclo. Como verás, no hay nada de armónico aquí"....
Jajajaja, pero si es buenísimo. Y aún mejor es cuando le dice que hay otra musa mejor que ella: la música, jajajaja.
Más que una renuncia expresa a la sexualidad, es una manera de conservar su libertad. Su padre se lo dice: "siempre quise preservar tu libertad", y ella le contesta que es libre.
¡Qué guión, madre mía!

César Bardés dijo...

No estoy seguro de que sea la misma carta, pero la transcribo para estar bien seguro:
"Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos puras, sin ira ni discusiones. De la misma manera, que las mujeres se presenten con vestido decoroso, con recato y modestia, no con cabellos rizados, oro, perlas o vestidos costotos sino como corresponde a mjer que hacen profesión de piedad, con obras buenas. La mujer déjese instruir en silencio con toda sumisión. No tolero que la mujer enseñe, ni que se tome autoridad sobre el marido, sino que ha de mantenerse tranquila".
Transcribo de una Biblia, naturalmente, y creo recordar que difiere en bastante de la carta que sale en la película aunque eso puede ser culpa de la traducción, tanto de la peli como de la propia Biblia.
En cuanto a Hipatia, parece ser que sí hizo renuncia expresa a la sexualidad como forma de conservar su libertad, sin duda. Lo que está claro es que no está para nada comprobado que Orestes, que efectivamente llegó a ser prefecto, estuviera enamorado de ella, entre otras cosas porque Hipatia, cuando fue cortada y descuartizada con tejas, tenía una edad que podía oscilar entre los 45 y los 60 años.
Lo de Agatha, bien aclarado y bien traído. Recojo los dedos que los tengo, a veces, muy largos.
Gracias por tus comentarios porque, sin duda, hay un poco más de luz en la oscuridad de nuestras visiones.

M.I. dijo...

Y yo que admiraba a San Pablo.....
Y que te juro que no sé dónde está esa carta.... ¿ande, ande?
No, en serio, que está en juego mi fe cristiana, jajajajaja.

Sobre Orestes e Hipatia, tú has dado la solución: hay partes inventadas.... ¿y qué?

dexter dijo...

Lo de las calabazas después de lo de la flauta -anda maja que no eres tú nadie destripando películas- está documnentado como real, palabra de cuñado romanofilo. No está claro que fuera Orestes el afrentado, pero Hipatia humilló así a uno de sus pretendientes, menuda era la chica.
Y sí que gran actriz, ya que estamos. Y no me refiero a esa memez que le hizo el marido de La fuente de la vida que tuve la desgracia de pillar hace bien poquito en Dvd - si es que hasta Hugh Jackman sale feo que ya es salir. Yo no me canso de admirar su intensa interpretación en El jardinero fiel, una interpretación impresionante y poderosa, a nivel de esta magnífica película, vaya.

César Bardés dijo...

Efectivamente, es inventado...¿y qué? No creo que eso sea precisamente reprochable.
En cuanto a Rachel Weisz, Dex, es una mujer que cada vez admiro más. Es una de esas "rara avis" que se está haciendo más y más actriz a cada paso que da. Ya llamó poderosamente mi atención cuando la vi en "Enemigo a las puertas", de Jean Jacques Annaud, por cierto una película muy poco apreciada que, sin embargo, me parece que tiene valores muy buenos. Uno de ellos el de la interpretación de los protagonistas Jude Law, Rachel Weisz y Ed Harris. El que no me cuadra mucho ahí es Joseph Fiennes. En cualquier caso, la señora Weisz creo que va a ser una de esas actrices que va a envejecer como una auténtica señora y que nos va a dejar un puñadito de interpretaciones para recordar. Una de ellas, desde luego, "El jardinero fiel".

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo de la Weisz, maravillosa en "El jardinero fiel" (que buena peli), destacable en ese western ambientado en Stalingrado llamado "Enemigo a las puertas" tal y como has mencionado, y además está muy notable al lado de Hackman, Cusak y Hoffman en "El jurado" una película algo desaporvechada pero que a mi me parece importante. De hecho la presencia de Rachel Weisz elevan el nivel de las "momias" de Stephen Sommers, se puede ser buena actriz hasta en peliculitas de acción, y hasta en las pelis malas porque "Reacción en cadena" es un truño en la que no se salva ni Morgan Freeman y sin embargo ella se eleva por encima del estropicio, lo mismo que en "Constantine".
Va a resultar que el problema es rodar con Keanu Reeves, que ha sido capaz de estropear pelis en las que sale Charlize Theron.

Abrazos Carpet.

M.I. dijo...

¿Qué te voy a destripar ni te voy a destripar....? Si tú ya la has visto...majo!

Totalmente de acuerdo en la visión que tienes de la actriz, César, yo pienso lo mismo.
Y sí, hijo mío, sí... ya he encontrado la carta. En la peli se lee la carta tal cual, y se añade eso de "los apóstoles eran 12.... HOMBRES".
Ya ves cómo el mensaje más puro que ha conocido la Humanidad, que es el de Jesús de Nazaret, pronto se desvirtuó. Jesús que viene para dar su sitio a las mujeres, y éstos que ya en el siglo IV nos ningunean. Ná, César, cosas mías....

Por cierto, a mí los Fiennes cada día me cuadran menos en ningún lao.

César Bardés dijo...

Eso es lo que hace grande a los actores. La película puede ser de ínfima calidad pero su presencia, su saber estar ya es suficiente como para fijarnos en toda una personalidad. Creo que Weisz la tiene.
M.I., yo tengo que reconocer que Ralph Fiennes sí me parece un actor muy bueno (hizo un excelente y muy poco valorado trabajo en "The reader"), sin embargo, Joseph...bueno, desde "Shakespeare in love", nada de nada.
Me alegro de que hayas encontrado la carta y que yo haya acertado buscándola. No lo parece, pero yo me he leído la Biblia de pe a pa, es un libro de aventuras maravilloso.

dexter dijo...

Yo la he visto, pero hay gente que lee esto que no lo ha hecho. Que hay que pensar un poquito en los demás también.

M.I. dijo...

Deja tú de hacer comentarios y de cultivar actitudes que pueden llegar a hacer mucho daño, o de llamar la atención en aras a una clara y arquetípica pose demagógica. Se da el caso de no estar, ni siquiera, en un foro público, sino de realizar comentarios en el blog de un compañero; por lo que, honestamente, considero que no eres absolutamente nadie para realizar ese llamamiento.
Para tu conocimiento, existe una regla implícita entre cinéfilos: si no quieres que te destripen una película de estreno que te interesa, no busques información.
Y punto pelota, Dexter.

dexter dijo...

Veo que sigues en forma, chata.
No haré más comentarios, señoría.

M.I. dijo...

Mi comentario núm. 39 empezaba por "Piensa tú un poquito más en la gente... y deja de".
Qué ganas de malmeter y de querer dejar mal a la gente, de verdad.

M.I. dijo...

¿La Biblia es un libro de aventuras maravilloso?
Jajajajajaja
Yo, como buena católica, admito no haberla leído nunca entera. To lo más algún que otro pasaje al que me remitía el cine, como es el caso de hoy.

César Bardés dijo...

Veo que no se os puede dejar a solas ni un momento. Vamos, hermanos, no os peléeis entre vosotros y menos en este santo lugar que pertenece a un tercero al que ni le va ni le viene la pelea. Ni nadie debe destripar, ni nadie debe llamar a la atención, en todo caso eso lo hago yo, que para eso soy pastor de almas. Hale, desearos la paz e id en ídem.
Y sí, por cierto, la Biblia es un libro de aventuras maravilloso. Están pasando cosas continuamente. Hay amor, lujuria, incesto, guerras, leyendas preartúricas...y si nos vamos a lo literario el Evangelio de San Juan es la leche, como también tiene un notable alto el de San Lucas. Por otro lado, el de Mateo...qué vas a esperar de un recaudador de impuestos...¡nombrado Santo! Otra cosa es que la Biblia tenga otros objetivos pero como entretenimiento...es un libro que ya quisiera yo escribir.

Anónimo dijo...

Acabo de ver Agora. A mí me ha encantado, me ha emocionado, y en según qué escenas, he contenido hasta el aliento. NO estoy de acuerdo en que no exista una historia de amor en ella. NO hay mayor amor que el de la renuncia, a pesar de que te hayan humillado delante de la gente. El amor que siente Orestes por Hipatia es inmenso. Tanto como las estrellas. Que Hipatia no sintiera ese mismo amor por él, no significa que en la película no aparezca el amor.
Cuando la peícula ha terminado,es cuando ha venido mi frustración. Escuchaba los comentarios de la gente y no eran muy favorables. Y lo que es peor, la gente que me acompañaba también era de esa misma opinión. El comentario general era.." A Amenabar se le ve el plumero de su agnosticismo". Y ahí me teniais a mí defendiéndole, absolutamente sola. NO había manera de hacerles ver que lo que el director denuncia en la peli es el fanatismo puro y duro. Da lo mismo de qué lado venga. Si lo que nos cuenta es la historia de Hipatia,es normal que ese fanatismo se centre en el cristianismo. Ojalá la gente se hubiera queddo con el mensaje de la tolerancia de Hipatía. De su amistad con Orestes a pesar de pertenecer a religiones diferentes. Pero nada, era yo sola contra el mundo. Así que al final opté por callar.
Chapeau por el señor Amenabar.

César Bardés dijo...

Evidentemente, hay una renuncia en el amor, expresamente por parte de Hipatia. Orestes, sin duda, está y estará muy enamorado de ella, aunque no duda en inclinarse ante Sinesio haciendo que Hipatia salga perdedora.
De todas formas, me quedo con uno de tus mensajes. La gente se tiene que quedar con el mensaje de la tolerancia de Hipatia y creo que ése es el objetivo de Amenábar. No es la intolerancia cristiana (de raíz clarísimamamente ortodoxa) o judía (el lapidamiento dentro de la iglesia) o el paganismo (que son los que empiezan la historia con violencia), no. Es la tolerancia. Eso que se nos escapa tanto que ni siquiera toleramos. Buen comentario.

Anónimo dijo...

Yo no veo que Orestes se imcline ante Sinesio, de hecho es el único que no se arrodilla ante él. Intenta defender hasta el final a Hipatia. Yo creo que lo intenta todo, hasta convencer a la propia Hipatia. En cuanto a la renuncia hacia el amor, para mí no es Hipatia la que renuncia si no Orestes. Le hace ver a ella que la ama y cuando Hipatia le desprecia y humilla delante de los demás, él renuncia a ese amor. Pero seguirá a su lado, aconsejándola, apoyándola. Y por supuesto, amándola a pesar de no ser correspondido. Hipatia no renuncia. Hipatia sencillamente, no le ama.
Me leí otra vez tu crítica antes de ir al cine. Me sirvió de mucho.

Soy Gema, que en el de ayer se me olvidó ponerlo.

César Bardés dijo...

Yo creo que Orestes, en el momento en que se arrodilla ante Sinesio, comienza a saber que Hipatia tiene perdida la partida de antemano. La renuncia al amor es por parte de Hipatia porque con esa humillación a Orestes (terrible, toda una afrente) no sólo le está dando calabazas a él sino que, expresamente, renuncia a ese sentimiento sea quien sea el otro. Orestes ama, pero no realiza y, por tanto, no hay historia de amor narrativamente hablando. Es más, Orestes es un pusilánime, es débil porque podría dar protección a Hipatia pero el poder religioso se está volviendo contra él en una religión que él ha abrazado ya. La defensa de Orestes no deja de ser un signo de su propia debilidad.

Anónimo dijo...

Bueno, no tenemos la misma visión. No importa. Sería cosa de empezar a cruzar comentarios e imagino que como esta entrada ya tiene unos días pues no quiero robarte tiempo.

Anónimo dijo...

Tarde y a destiempo entro yo también para decir que por fin vi "Ágora" este fin de semana. Mis apreciaciones no difieren mucho de lo que habéis comentado todos aquí, si acaso decir unas cosillas que me vinieron cuando releí este post.

Sobre la supuesta frialdad, yo no la vi. Una cosa es el distanciamiento (falso porque Amenabar toma partido y se nota) de la acción, no habla de buenos ni malos, o habla de casi todos buenos y casi todos malos. Los paganos son capaces de salir a matar cristianos porque subestiman su número, y sin embargo sufren por salvar los saberes de su biblioteca, los cristianos luchan contra la esclavitud y la pobreza de un sistema injusto, buscan el bien de los hombres, sin embargo son salvajes que no dudan en matar hombres si no coinciden con ellos, los judíos no se defienden en Sabath pero son capaces de asesinar otro día de la semana.
Orestes es un cobarde que defiende a su amada hasta que cree que puede caer él. Davo es un cobarde que defiende a su amada sin arriesgar su vida. Hypatia es una diosa ajena a la vida, sufre por el fanatismo, su religión es razonar, es pensar, es aprender, pero no se implica en el amor a las personas, no sólo a los hombres que la aman sino a sus más allegados. Pocas escenas la humanizan y cuando empatiza con su esclavo tras haber descubierto el enigma de la elipse rápidamente recobra su dignidad y le manda a descansar mientras ella reflexiona sobre el logro. La muerte de su padre no aparece, pero hay una escena en la que reclaman su presencia porque sus heridas supuran y ella responde un “lo sé” más cerca de la indiferencia que de la urgencia provocada por los sentimientos. La frialdad no es de Amenabar es de su protagonista.

En cuanto al espectáculo me parece impresionante, no todos saben rodar con dinero pero Amanabar lo ha hecho, efectivamente no es Ben Hur, no sale ni una sola pelea, sólo matanzas, es mucho más Cleopatra como decíais. Las secuencias cenitales son abundantes pero reflejan bien los movimientos de la turba, el avance de los fanáticos, mirar desde arriba lo que hacen aquellos que invocan a Dios o los dioses. Hay escenas de gran belleza, una de ellas cuando el primer plano de Hypatia saliendo del baño y la admiración escondida de Davo (no me pareció mal actor para un personaje algo rudimentario, el esclavo inteligente pero manejable). También los zoom desde el universo hasta las calles de Alejandría me parecieron muy notables por cuanto nos sitúa varias veces como meros espectadores de unas tragedias a las que no somos ajenos, como diciendo, “vivís en un mundo idílico, rodeados de estrellas, en la calma del universo, ahora os voy a enseñar lo que se está cociendo ahí abajo”.

En fin, me parece una gran película, pero no es una peli comercial al uso, ni mucho menos y eso genera rechazo. Obliga al espectador, debe pensar, debe atender, debe comprender. Eso está en retirada y no es fácil que el público en general opte por el esfuerzo.

Otra cosa, coincido con Gema en que hay amor en la película, que los hombres de la peli aman, aman lo que admiran, idolatran, Hypatia está por encima de sus creencias, creen en ella más que en Dios o en si mismos, por eso, cuando llega la hora de la verdad hacen lo que pueden por ella pero no se arriesgan de más, finalmente terminan aplicando lo que ella les enseñaba, aplican la lógica, la razón y no los sentimientos.

Un abrazo y perdón por la extensión.

Carpet

César Bardés dijo...

Estoy bastante de acuerdo con tu comentario, Carpet, de que Amenábar ha sabido rodar, con dinero, una película que se aleja bastante de la comercialidad. Tus análisis son bastante certeros (aunque no puedo estar de acuerdo en lo de Max Minghella, inexpresivo) y creo que el gran problema, efectivamente, de la película es que obliga a pensar. Si no se cavila un poco por sus entresijos se queda en nada y eso es lo que el espectador facilón no sabe apreciar con profundidad y no resiste un análisis de cierta seriedad.
Excelente tu observación de la aplicación de la lógica por parte de los alumnos de Hipatia, muy, muy buena y otorga una nueva vertiente a la película que merecería algunas líneas de más en mi artículo.
Como siempre, gracias por el ensanche de miradas, Carpet.
Abrazo, sólo uno, que te acostumbras.