viernes, 13 de noviembre de 2009

CADENAS ROTAS (1946), de David Lean


La rápida ascensión hacia la cima social es un abismo que se abre en las relaciones de un alma errante. Nadie ha dado la cara para decir que un muchacho ha alcanzado esa posición gracias a una mano invisible y desconocida. Y así el universo de Dickens toma forma y se hace un retrato despiadado de unos cuantos defectos de un mundo que se estaba construyendo a base de desgracias personales. Los capítulos en los que haremos parada serán en lo grotesco como exageración de sombras que habitaban por las calles de un país correcto pero inhumano y también en la provocación que está ahí mismo, donde haya ojos que la quieran ver. Así descubriremos, sorprendidos, que nuestra mirada llega a rincones a los que la lectura nunca se atrevió a llegar. Por una vez, una adaptación cinematográfica es superior al material literario que sirve de inspiración. Detrás de la cámara, un meticuloso David Lean, que ya venía de hacer la que es, probablemente, la única historia de amor que el cine ha venido repitiendo una y otra vez en diferentes formatos y versiones como es Breve encuentro y que se preparaba a conciencia para, en un futuro no muy lejano, abordar la épica de un mundo en permanente guerra con El puente sobre el río Kwai. En cualquier caso, aquí se pone al frente de un reparto de actores con un peso formidable como John Mills o Alec Guinness y nos ofrece una película que pasa por ser inolvidable y que puebla, con aires góticos, nuestro álbum de imágenes de espectadores que han disfrutado del cine en estado inglés.
Y en medio de esas brillantes interpretaciones, nos encontraremos con una película dotada de una atmósfera propia, de una historia absorbente y que no posee más que escalones de un diálogo que se mantiene dentro de su época, de una perfección casi victoriana en su puesta en escena y de una recreación de unos años de miriñaque y chaquetas estrechas y pantalones de pitillo. Aquí, los detalles son protagonistas y la trama es el marco y la fotografía nos hará creer que paseamos por las calles adoquinadas metidos en un coche de caballos, mirando discretamente por la ventana para ver si podemos pillar algo que comentar en nuestra próxima hora del té.
No nos engañemos y mantengamos bien altas las grandes esperanzas. Es un melodrama al más puro estilo decimonónico pero bien es cierto que entre tanta ropa sin arrugas se esconde un sórdido retrato de la naturaleza humana, algo inherente en toda la literatura de Dickens que tan bien sabe trasladar Lean al cine y esa es la auténtica delicia de la película. Detrás de la corrección, siempre existe la corrupción. Detrás de la pobreza, tal vez se halle la garantía de la bondad. Detrás de cada vida, siempre hay una historia que contar. Y aquí tenemos la fascinante historia de un clásico de la literatura que supo convertirse en un romance para nuestra mirada de espectadores.

7 comentarios:

dexter dijo...

Gran película. Y desde luego la mejor versión de Grandes esperanzas y casi te diría que de todo Dickens con esa atmosfera inquietante que impregna Lean en todo momento. Desde luego a años luz de aquella modernez absurda de Cuaron con De Niro y la Paltrow. No sé si ha tenido mucha suerte Dickens en sus adaptaciones a la gran pantalla. Desde luego no sé si se hubiese pensado 2 veces escribir Cuento de navidad de haber sabido que algún día Mr Scrooge tendría el careto de Jim Carrey. Claro que de no haberlo escrito, a lo mejor Frank Capra no habría hecho jamás Qué bello es vivir, una película con la que, todo hay que decirlo, matengo desde siempre una relación de amor/ odio.
Y ya que hablamos de mala suerte, algo habrá que decir del fiasco del hoy apurado Roman Polanski con la translación a la gran pantalla de Oliver Twist. De eso no tenía la culpa ni mucho menos el pobre Ben Kingsley que componía un Fannegan más que digno, claro que intentar hacernos olvidar a Alec Guinnes se antojaba toda una quimera.

César Bardés dijo...

Sin duda, yo también creo que es la mejor traslación de Dickens que se ha hecho nunca y eso que ha sido un escrito revisado y revisionado una y otra vez. Quizá tan sólo podría estar a su altura la "Historia de dos ciudades" que Jack Conway dirigió en los años 30 con un impecable Ronald Colman en el papel principal y, desde luego, la mejor versión de "Oliver Twist" la tenemos en una película que el propio David Lean realizó un par de años después de "Cadenas rotas" con Alec Guinness como Fagin.
En cuanto a "Cuento de Navidad"...tengo un trauma infantil con esa película. Recuerdo que siendo aún un niño mi madre me llevó al cine Mundial, un cine de barrio de Madrid, que en programa doble exhibían "Brigada suicida", una película de guerra de serie B, y "Muchas gracias, Mr. Scrooge", con Albert Finney en medio de un musical bastante inocente. Bueno, pues no sé qué pasó que me dio un miedo terrible con aquellos de los fantasmas de las Navidades pasadas y futuras y demás historias. Estuve varios días con pesadillas.
Habría que estudiar también cómo un escritor que se ocupaba de describir las miserias de una época ha sido un caldo de cultivo ideal para el género musical. Ahí tenemos "Muchas gracias, Mr. Scrooge", de Ronald Neame, y la aún más renombrada "Oliver", de Carol Reed. En cuanto a Polanski con "Oliver Twist", bueno, hay una sensación generalizada, sobre todo desde que el tipo ganó el Oscar con "El pianista", de que es un autor y que tiene una puesta en escena muy personal y blablabla. Yo nunca he considerado a Polanski un autor. Ni siquiera le he tenido en cuenta como un director de trayectoria singular. Su mejor película, para mí y, además, a muchos cuerpos de distancia, es "Chinatown" y ha combinado películas buenas, con películas malas e, incluso, con películas horribles. Personalmente, me gustan "El cuchillo en el agua", "Callejón sin salida", "Repulsión", "Chinatown", "La semilla del diablo", "El quimérico inquilino", que me parece un cuento de horror muy apreciable, "La muerte y la doncella", sin llegar a ser una obra maestra y "El pianista". Me da exactamente igual una película como "Tess", "El baile de los vampiros" me parece terriblemente sobrevalorada porque me parece una tontería solemne, y me horrorizan "La novena puerta", "Lunas de hiel", "Frenético" (ahí sé que no estoy de acuerdo contigo, Dex), "Piratas", "¿Qué?" (uno de los mayores despropósitos que he visto) y me aburre soberanamente su "Macbeth", sobre todo si lo comparo con lo que hizo Orson Welles con cuatro duros unos cuantos años antes. Sí, a Polanski lo conozco bastante bien.
Bueno, y ni que decir tiene que no voy a ver a Carrey y su sobreimpresionado dibujo animado del "Cuento de Navidad".

dexter dijo...

Bueno, olvidé de meter en la buchaca el Oliver de Carol Reed, claro, me temo que a pesar de los Oscars en su momento no ha tenido el reconocimiento que se merecía y que sí en cambio han conservado intacto otros musicales de la época como My fair lady o Sonrisas y lágrimas por ejemplo. Y tienes razón en cuanto a lo de que la pobreza da mucho juego en los musicales. Y ya no pienso solo en Oliver, pienso en Los miserables por ejemplo que mira tú lo que han dado de si.
En cuanto a Polanski pues hombre tampoco te creas que Frenético a mí me mata demasiado, aunque la canción de Grace Jones mola mucho. Desde luego me quedo con todas esas que has dicho con cum laude para Chinatown y El cuchillo en el agua y accesit para La semilla del diablo. Me gustaría otorgar también una mención especial a La muerte y la doncella, una película que considero injustamente arrinconada y que entre otras cosas nos ofrece un duelo interpretativo de nivel entre Ben Kingsley y la maravillosa Sigourney Weaver.

César Bardés dijo...

Precisamente ahí le has dado con "La muerte y la doncella". Muy bien Kingsley y Weaver y muy, muy poco creíble Stuart Craig. Lamentablemente, fui al cine a verla después de enterarme del impresionante reparto que tuvo la obra en Broadway donde Glenn Close hizo el papel de Weaver, Gene Hackman el de Kingsley y Richard Dreyfuss el de Craig. Para mí un reparto muchísimo más acertado por otro lado. Ese es el pero que le pongo. Por lo demás me parece una película bastante bien manejada.

dexter dijo...

Glen Close y Hackman? así ya se puede, hombre.

Anónimo dijo...

Sobre Dickens habéis comentado casi todo, menos el David Copperfield de Cukor, película que a mi me pareció muy estimable, pero de la que guardo terribles recuerdos. En la infancia a un niño impresionable como yo no le debían dejar ver cosas tan crueles, que una cosa es que a Bambi se le muera la madre en dibujos animados o que Cenicienta tenga y una madrastra y unas hermanastras tan malas en dibujos animados, pero poner actores de carne y hueso a escenificar la crueldad del padrastro de David con el pobre Freddy Bartholomew es demasiado para mi sensible corazoncito.

Sobre Polanski estoy de acuerdo básicamente con vuestros gustos, también considero “La semilla del diablo” y “El cuchillo en el agua” lo mejor, y “Chinatown” que juega en otra liga (curiosamente lo que mas me gusta de esta peli es John Huston por encima de Nickolson). También me mola “El quimérico inquilino” película a la que me acerqué por casualidad ya que descubrí que era imposible de acertar en el juego de las películas (el de mímica con los amigos). No me gusta casi nada “La muerte y la doncella”, bueno Kingsley y la música si. Sin embargo, rompo una lanza por “Lunas de hiel” que me parece una buena historia pero con un mal casting, lo peor es quizá Emmanuelle Seigner, que lastra también “Frenético”, una película con buen comienzo pero un desarrollo desastroso, mcguffin incluido. Efectivamente “Piratas” o “La novena puerta” son terribles y aburridísimas y “El pianista” es, para mi, uno de esos misterios irresolubles, no se que le ve la gente a esta peli, ni a Adrien Brody, sobre el tema se han hecho mejores pelis y por supuesto mejor interpretadas.

Por cierto, vi “2012” y puedo decir que sobre el tema se han hecho mejores pelis y por supuesto mejor interpretadas (dos caras de Cusack y poco más). Lo peor es que este tipo de películas basadas en los espectaculares efectos especiales (bastante buenos en esta) tienen su aquel en sala grande y sonido atronador, que esperar a la tele y verla en casa un sábado de media siesta no parece su lugar y sin embargo es lo más que merecen.

Abrazos Carpet.

César Bardés dijo...

Totalmente de acuerdo en el olvido de "David Copperfield" aunque me sigue pareciendo una de las obras maestras de Dickens no suficientemente reflejadas en su paso a la pantalla, ni siquiera por Cukor. De cualquier modo, a mí me pasó algo parecido. También me atravesó con su crueldad y es una película terrible para ser vista por un niño. Dickens, hay que reconocerlo, me ponía los pelos de punta.
En cuanto a Polanski, básicamente de acuerdo. A "Lunas de hiel" es una película a la que le falta carisma. Creo que Kristin Scott Thomas sí es una buena actriz, pero Emmanuelle Seigner y Peter Coyote no me inquietan lo más mínimo.
En cuanto a "2012", no os perdáis el artículo del jueves. Yo sí que he hecho astillas en algún lugar del mundo, tal vez en el teclado de un ordenador.