lunes, 8 de febrero de 2010

EL FANTASMA Y LA SEÑORA MUIR (1947), de Joseph L. Mankiewicz


Quizá viendo algunas de las maravillosas muestras de arte que el cine nos ha dejado, uno llegue al convencimiento de que, tal vez más allá de la vida existe el amor. "El fantasma y la señora Muir", de Joe Mankiewicz nos descubre algo indescifrable para nuestras pobres almas de humanos sin huella. Un hombre muerto puede amar y sentirse más vivo que cualquiera de los seres que se perfilan en nuestra realidad. Y renuncia. Y espera. Y vence a la eternidad. Ella, mientras tanto, no dejará de coger frío en una pequeña terraza mirando al mar porque, aunque no le recuerda, lo presiente, y eso también es amor. Presentir que alguien, sin estar contigo, lo está siempre, por encima del tiempo y de la distancia infranqueable que separa la vida de la muerte. Y demostrar que un amor capaz de saltar las vallas de la propia naturaleza es más fuerte y más sincero que el propio amor terrenal. Allí, en las luminosas estancias que la señora Muir escoge para vivir aún sabiendo que dentro hay un ser que no es de este mundo, ella presiente que es posible que en "La Gaviota", encuentre algo que es más grande que la propia vida y que la memoria que persigue la independencia para ya sólo depender del momento en que un capitán de barco agarre su mano con una delicadeza de tranquila espuma del mar. Así el umbral del amor es la ola que les transporta a la misma orilla de sus almas enamoradas.
Y, cuando él se la lleva, los años y el tiempo desaparecen. Ella se va con él tal y como él se enamoró de ella, con los mismos años, con la misma mirada perdida en el horizonte de su búsqueda que por fin descansa en el punto fijo de su amado, la misma sonrisa etérea que parece, por un instante, que entró en la eternidad mucho antes que su vida, y con esa maravillosa contradicción que habita en su cuerpo adorado en la que convergen, como dos afluentes del mismo río, la fragilidad de la mujer enamorada y la fortaleza acerada que sólo las mujeres pueden tener.
Tal vez así sea el paraíso. Poder ir a buscar a quien se ama cuando el amor sea el único reloj que marque las horas del tiempo que nos pertenece, cuando lo que importe sea permanecer en el rincón acotado de los brazos de los que nunca te quisieras zafar, el escritorio de donde salen las palabras que no se pueden decir más que con tus actos por mucho que se intente acariciar con la voz. Por eso, salvo en el conjuro del olvido, un fantasma no dice nunca que ama. Sólo lo demuestra, llegado el momento, yendo a buscar el pergamino donde escribió su obra póstuma que se convirtió en la más profunda escritura de una vida que nunca vivió y lo que es más importante, de la vida de ella.

21 comentarios:

dexter dijo...

Maravillosa película, qué final -uno de los más impresionantes que vi en la vida- qué música, qué historia, qué guapa Gene Tierney que todo. Recuerdo una amiga que babeaba con Ghost como la historia de amor después de la muerte más maravillosa jamás rodada... hasta que gracias a mí conoció esto. Y Ghost pasó a ser la segunda película de amor después de la muerte más maravillosa jamás rodada... a años luz por cierto. Me siento especialmente orgulloso del particular.

César Bardés dijo...

Vamos, vamos. Lo de aquella generación que babeaba con "Ghost" era de juzgado de guardia. Ni tomada como película independiente de ésta, ni como nada. Qué final más largo, qué rollo, qué poca emoción y la que tiene, qué impostada y falsa, como queriendo forzar las tuercas del lacrimal. Nada, nada, definitivamente Demi Moore nunca ha sido nuestra Gene Tierney, Patrick Swayze, que en gloria esté, ni se acercaba a Rex Harrison y Mankiewicz...bueno, el viejo Mank era uno de mis favoritos con esa carrera de solidez única en la que fue incapaz de hacer ni una sola película mala.
Tienes buenas razones para estar orgulloso, descubrir joyas es uno de los mayores placeres que puede experimentar alguien que ama el cine.

Anónimo dijo...

Zabaltegi dijo...

Vaya, volvemos a jugar en las grandes ligas. "En fantasma y la sra Tierney" es una de mis películas favoritas, una de esas que revisito a menudo, una de esas que,como todo buen amigo, nunca te falla, y como todo buen vino, mejora con cada año que pasa. Trata el tema qué más me interesa,gusta y emociona en el cine y la literatura: el amor más allá de la muerte, lo que Quevedo llamó "polvo enamorado". ¿Qué clase de amor es tan intenso que puede traspasar el umbral de la vida? Sin duda yo no lo he conocido aún, pero no me resisto.
Para mí, esta cinta de Mankiewicz es la segunda que mejor trata dicho tema, la mejor sin duda es Vértigo, de Alfred Hitchock. No olvidemos, que, como la sra Muir, Scotty se enamora también de fantasma, de ese ser que no existe que es Madaleine, porque cuando encuentra a la mujer real, a la de carne y hueso, no le gusta ya tanto e intenta convertirla en el fantasma del que se enamoró.

Para acabar, diré que "Muir" tiene dos momentos que hacen recorrer lágrimas por mis mejillas. El primero es la preciosa despedida del capitán cuando Luci Muir está dormida. Le dice: "Cómo te hubiera gustado el cabo Norte... y los fiordos al sol de medianoche,... Cruzar los arrecifes de Barbados donde el agua azul se vuelve verde... por las Malvinas, donde la galerna del sur hace que el mar se vuelva blanco de espuma. ¡Tantas cosas nos perdimos, Lucía! Adiós querida." Esta despedida es un clarísimo precedente del famoso monólogo de Roy Batty al final de Blade Runner. El segundo momento lo comentó Dexter y es ese mavilloso final, para mí también uno de los más sobrecogedores que he visto. Lucía, ya anciana, se recuesta cansada en su butaca, derrama su vaso de leche y fallece. En ese momento entra la sombra del capitán, que dice: "Ya nunca volverás a sentirte casada. Ven,Lucía". Ella se levanta joven de nuevo y ambos salen de la casa hacia la eternidad. Lucía y el capitán se han convertido en polvo, "más polvo enamorado".

César Bardés dijo...

No jugaremos en ligas muy inferiores cuando sigues entrando. En cualquier caso, por supuesto que es una película que arrebata el corazón y lo deja meciéndose al son de un viento que siempre viene acompañado de la espuma que aparece siempre de blanco, como un fantasma y luego, ya no está. El amor es un sentimiento que no solamente puede llegar a perdurar más allá de la muerte, sino más allá de la vida. Muy bonito tu comentario, que ilustra con perfección la admiración que uno puede llegar a sentir cuando las nubes son besos y el saber, demasiado largo.

dexter dijo...

Te pido mil perdones por haberte hecho recordar Ghost después de haber evocado esta magistral película de Mankiewicz. Nunca entendí el éxito de la cinta esta de la Moore, pero si hasta estuvo nominada al Oscar y todo. Recuerdo que aquel año los grandes taquillazos eran Ghost y Pretty Woman, siempre me quedé con la segunda que sin ser tampoco nada del otro jueves al menos estaba más entretenida. Tampoco entiendo el Oscar a mejor secundaria para Woopi Goldberg que siempre me ha parecido una mujer insoportable, excepto bueno en El color púrpura, que todavía no la conocía nadie y todavía no se las daba de diva.
A mí tampoco me ha decepcionado nunca Mank, y eso que supongo que no habré visto tantas como tú. Es que además repasas su filmografía y le dio a todo el hombre. Si acaso su incursión en el musical con Ellos y ellas me parece lo más flojo. Hace muy poco vi la versión que hizo de El americano tranquilo y se deja ver bastante bien(leí que no quedó satisfecho del rodaje en parte por las condiciones que le impusieron, algo nos podrás contar de eso).Incluso Cleopatra que hizo que los críticos de la época le llamaran de todo menos bonito me parece un peplum bastante válido. Le tengo muchas ganas a Mujeres en Venecia una película que ha estado a mi alcance en más de una ocasión y siempre se me ha escapado. Aunque desde luego si me tuviera que quedar con dos películas del maestro escogería Carta a tres esposas y La huella. Espero que este somero repaso a la filmografía mankiwezciana te haya hecho olvidar un poco ya a la Moore y al Swayze.

César Bardés dijo...

No te preocupes que estaba más con la sonrisa puesta que con la escopeta cargada. En cuanto a Mank, te puedo decir que en "El americano tranquilo" le hicieron cambiar el guión por la sencilla razón de que el gobierno norteamericano no reconocía la existencia de ninguna intervención por su parte en suelo vietnamita. Mank lo cambió (aunque hay que decir que lo hizo de manera bastante inteligente para que el espectador sacara sus propias conclusiones) y, eso sí, se granjeó la enemistad de Graham Greene que siempre abominó de esa versión aunque Mank estaba atado de pies y manos. Te recomiendo encarecidamente "Mujeres en Venecia", de desafortunado título en español y que en inglés se llama "The honey pot", es decir, "El tarro de miel". En cuanto a su filmografía, no dirigió muchas películas pero destacó un tema central en toda su filmografía que es el arribismo y me encantan todas sus películas. Las que nombras tu por supuesto pero también la maravillosa "Solo en la noche", clarísimo antecedente de "El corazón del ángel" y de mayor calidad, o la comedia de alta alcurnia en la que se desprecia a todo aquel que no haya leído a Ralph Waldo Emerson en "El mundo de George Apley", con un fantástico Ronald Colman, o la maravillosa versión de "El rey Lear" trasladada en clave negra en "Odio entre hermanos", o ese alegato social sobre el racismo y sus consecuencias en la excepcional "Un rayo de luz", con Poitier y Widmark, "Eva al desnudo", no tengo palabras salvo para elevar aún más a los altares a George Sanders y a su Addison De Witt. "Murmullos en la ciudad" una comedia social tremenda con un Cary Grant estupendo, una película muy atípica en la filmografía de Mank pero estupenda. "Operación Cicerón" o el espía por arribismo, genial. "Julio César" me parece una de las más brillantes adaptaciones de Shakespeare de todos los tiempos. Con "Ellos y ellas" no estoy de acuerdo, creo que su trabajo es brillante, sobrio y una lección de cómo se debe dirigir un musical. Algo más desequilibrada pero muy estremecedora me parece "La condesa descalza" con una interpretación de todo el elenco mimada y cuidada hasta la admiración, "De repente, el último verano" me parece una película sobrecogedora y muy, muy bien dirigida a pesar de los evidentes problemas que arrastraba Montgomery Clift. Estoy contigo con "Cleopatra", admiro profundamente uno de los mejores documentales de la historia que realizó al alimón con Sidney Lumet con el título de "King: Montgomery to Memphis" y, por supuesto, "La huella" me parece uno de los más brillantes cierres de cualquier carrera cinematográfica que se precie. Un monstruo para mí, inigualable y único. El hombre que supo trasladar la magia del teatro a la pantalla. No tengo palabras para definirle salvo la misma genialidad en persona. Tiene toda mi admiración y no es uno de esos directores que enseguida vienen a la cabeza cuando se trata de enumerar a los mejores lo cual me parece injusto bajo cualquier punto de vista.

dexter dijo...

Y ahora viene cuando me doy cuenta de lo lerdo, estúpido, ignornante y marisabidillo que soy por hablar de Joseph Leo y no citar Eva al desnudo, una obra maestra que va más allá del homenaje al mundo teatral y a las bambalinas para convertirse en una ácida y descarnada disección del alma humana. Aggggh, una de las pelis de mi vida y me la salto. Padre Wins, perdóneme porque he pecado e impóngame la penitencia, sin duda estar condenado toda la vida a ver películas como Ghost.

dexter dijo...

Puede por otra parte que tengas razón en cuanto a lo de Ellos y ellas. La vi hace tiempo y recuerdo que en unas condiciones bastante pésimas. Sin duda tendré que recuperarla algún dia.

Anónimo dijo...

Para mi tambien "La huella" era la mejor peli de Mank. Le seguían a distancia la de este post, "Carta a tres esposas", "Julio Cesar", "operación Ciceron"( que grande James Mason) y también estaba a cierta distancia "Eva al desnudo" que había visto en esos ciclos de TVE cuando era niño, hace un par de años la compré en unos saldos de pelis clásicos, me la puse y...desde entonces se ha convertido en mi preferida, la pongo un par de veces al año, incluso ya en versión original subtitulada...y gozo y disfruto como un enano, Es putro talento, dialogos mordaces, interpretaciones, miradas que dicen tanto o más que las palabras, lenguas afiladas como cuchillos...Una maravilla. Y si, Sanders hace un papelón, pero es que Sanders era un grande al que le faltó un papel protagonista que pasara a la historia, un secundario infalible, un robaescenas temible y si no, que se lo pregunte a Lawrence Olivier en "Rebeca".

Un abrazo, Carpet.

Anónimo dijo...

Epa y claro, lo olvidaba, "El dia de lso tramposos", de la que esperamos ansiosos ese post porometido, Wins.

Carpet.

César Bardés dijo...

Levántese, hermano Dex, que no ha pecado sino de falta de memoria y en eso Dios es indulgente y jamás impondría un castigo de dimensiones diabólicas.
En cuanto al artículo de "El día de los tramposos", tranquilo, Carpet, se está haciendo. Es más, no la nombré a propósito para no pisarme a mí mismo lo que yo tenga que decir.
En cuanto a Sanders, bueno, famoso es su suicidio en Castelldefels dejando una nota diciendo que "La vida es una mierda", reflejo, tal vez, de la falta de oportunidades que tuvo para lucirse. Aunque muy poca gente sabe que el fue el único y original "El Santo", por ejemplo, y que hizo varias películas como protagonista en la piel de ese personaje. Estaba fantástico, ya en la madurez, en "La carta del Kremlin", de Huston, haciendo el papel de un espía homosexual, utilizado para introducirse en esos ambientes y averiguar todo lo que se pudiera del objeto de la célula comandada por Richard Boone. Me encanta la ingenuidad casi penosa que muestra en "Rebeca", casi en contraposición a su impecable, cínico y abyecto Addison de Witt de "Eva al desnudo". Me encanta también con su cinismo a cuestas pero manteniéndose dentro de los márgenes de la caballerosidad en la fascinante "El retrato de Dorian Gray" y me parece genial, como todo el reparto, como ese colaboracionista de los nazis que cree que está haciendo algo realmente por su país en la maravillosa "Esta tierra es mía", de Jean Renoir. O también como ese nazi de crueldad refinada que persigue hasta la exasperación a Walter Pidgeon en "El hombre atrapado", de Fritz Lang. Está enorme como protagonista en esa joya desconocida del cine negro de Robert Siodmak titulada "Pesadilla" y su aparición en "El fantasma y la señora Muir", aunque breve, es muy certera. También me gusta mucha a las órdenes de Roberto Rossellini en esa historia de amor hecha trizas que es "Te querré siempre", también como protagonista y me gusta mucho su porte noble en "Los contrabandistas de Moonfleet" y su arribismo sin fronteras, deseoso con hacerse con la dirección de un periódico en "Mientras Nueva York duerme". Así a bote pronto, son las que recuerdo. En cualquier caso, si es cierto que no gozó de un prestigio que merecía en su época y que fue un actor muy desaprovechado a pesar de su innegable planta y de su estilo interpretativo, siempre lleno de aristas. Un gran actor, sin duda.

Anónimo dijo...

Una joya.

Esta película es un film que me marcó por muchos motivos.

1º- Las poses en los primeros planos. Que fijan los contrastes de las interpretaciones de Tierney y de Harrison. Ella bellísima y con una fijación en mirar al infinito mientras suelta sus frases de autosuficiencia e independencia (acabar en una casa en una colina junto al mar). El, con ese aire de sabiduría y arrogancia en el trato dignos de un fantasma que sabe que la forma de medir el tiempo que tenemos los mortales es algo pasajero y que merece la pena la espera; pero con momentos de dulcura en su mirada que crean unos excelentes matices interpretativos.

2º- El tratamiento de la muerte: Pero cuando digo tratamiento... me refiero a eso... Al excelente trabajo que tiene el film para introducirnos en la onda del fantasma.

La planificación de la fotografía y la estrategia de luces es simplemente una maravilla. El toque de expresionismo da un halo espectral en algunos momentos maravillosos para el film. Es de las pocas películas en que la luz, condiciona la forma de montar los espacios (eso que deben de buscar los buenos arquitectos). Parece que Mankiewicz y Lang se sentaran frente a frente y dijesen: "Bueno, pues ahora con esta estrategia de filmación y de luces... vamos a diseñar la casa que queremos para la película".

La formalidad del espacio doméstico corresponde fiel y maravillosamente a la estrategia fotográfica del film.

Pero no solo en cuanto a diseño de espacios afecta la maravillosa planificación de esta película. El juego de suspense que se genera en los inicios del metraje del film, con los primeros momentos en la casa de Tierney dictan una sentencia clara: Laugton (la noche del cazador) y Hitchcock tenían en su estantería de la memoria este film.

3º- La escalera. Es una de las películas donde pasan cosas en esos espacios intermedios que forman las escaleras de una casa. Simplemente.. el matiz final de ver pasar a la sirvienta mientras la nueva pareja hectoplásmica baja la escalera...merece todo y mas.

Filmada desde varios puntos de vista (axialmente, desde abajo e incluso con elevación de la cámara para cojer la transición de abajo a arriba). Es una de las escaleras mas interesantes de la historia del cine.

La casa es otro protagonista mas en este maravilloso film.

Saludos y gracias por comentar esta maravilla.

Scarlett dijo...

Pues yo voy a decir una cosa de una película del gran director que nadie ha dicho, porque sólo lo he publicado yo. ¡Hala!.

En carta a 3 esposas (EXCLUSIVA, EXCLUSIVA)
..... Addie Rose ¡¡¡No Existe!!!
(por eso nunca se le ve la cara)
Es sólo la representación del "toque de locura", de la sacudida que necesitan los matrimonios apalancados para volver a enamorarse.

¡Toma teoría de crítico de cine moderno!
¿Será por ello que se avergüenza Carpet de mí?

Pues a mí Ghost me "emocionó". Y, si el cine trata de emocionarse, pues mira qué gran película.
(Véase aquí la ironía de lo que intento explicar siempre).

César Bardés dijo...

Gracias a ti, Chus, por hacer un comentario tan extraordinariamente interesante sobre el uso de los espacios en esta película que, por otra parte, es una constante en el cine de MAnkiewicz, un hombre que manejaba el espacio teatral en el cine de forma magistral. No cabe duda de que se podría hacer un libro de intenso interés que versara sobre el uso de los espacios arquitectónicos en el cine de Mankiewicz en películas tan absolutamente fascinantes en ese sentido como "La huella", "Mujeres en Venecia", ésta que aquí comentamos, "De repente, el último verano", en la que la dirección artística cobra un sentido fundamental...Y, por ende, de la maestría de Mank a la hora de colocar la cámara justo en el sitio adecuado en el mismo momento en que la historia lo pide, lo cual le hace un cineasta de inusitada precisión (como también lo era Fred Zinnemann), auténticos virtuosos del objetivo. Las casas son protagonistas en varias de las cintas de Mank, como en "Mujeres en Venecia", o "La huella" o "El mundo de George Apley" y su sentido del ritmo era absolutamente privilegiado, lo que le dotaba para abordar cualquier tipo de historia. No cabe duda de que Mankiewicz y Lang se conocieron durante el rodaje de "Furia", Mank producía, Lang dirigía y, de hecho, las relaciones no fueron demasiado cordiales, entre otras cosas, porque eran caracteres fortísimos, famosos por sus discusiones y que no se arredraban ante el empuje de cualquier otro. En cualquier caso, sí que hay muchas cosas que se "robaban" unos a otros, aunque creo que el precursor de todo era Lang, y que Hitchcock vino después, para más tarde aparecer Mankiewicz con un estilo algo más suavizado pero igualmente efectivo, sin olvidar al que, quizá, sea el director más abrumadoramente expresionista del cine americano como Orson Welles.
De todas formas, Chus, una joya de análisis espacial y artístico. Gracias.

César Bardés dijo...

En cuanto a esa teoría de Addie Rose (que tiene la voz de Celeste Holm en la película), sabes que no estoy de acuerdo aunque sin duda sí es una aportación original que hace que llegues a considerar esa posibilidad. Y yo no he leído ningún otro escrito en ese sentido, lo cual quiere decir que es profundamente original.
En cuanto a que "Ghost" te emocionó...seamos serios. Te he dicho que es clave ese elemento, pero no es el único. Si una película sólo te "emociona", no es que la película tenga emoción. Es que te ha gustado. Y el gusto, como dice Julio Diamante, no es un baremo. Hay que diferenciar las cosas muy, pero que muy bien.

Anónimo dijo...

Aclaracacion probablemente innecesaria y tal vez contraproducente : Yo no me avergüenzo de nada que no tenga que ver conmigo y desde luego el motivo de mis vergüenzas y/o mis sentimientos hacia los demás nunca serán las teorías cinematográficas por peregrinas que sean.

Y otra cosa, al hilo del comentario de Chus. Las escaleras. Es cierto lo que comenta, pero además me trae a la memoria la escena de "Eva al denudo", donde los personajes conversan sentados en las escaleras ajenos a la gran fiestón. Es una escena maravillosa y además nos presenta a, una pipiola aun, Marilyn.

Abrazos. Carpet.

Scarlett dijo...

Eso ya lo he dicho yo desde el principio de los tiempos, César: no se puede valorar una película en base a una sola cosa.
Pero si estamos de acuerdo!!!!!
Y lo de Ghost es una coña. Me emocionó (pues claro) porque era una niña cuando la vi. También solía llorar con los episodios de Candy, Candy.

César Bardés dijo...

Bien dicho, Carpet. Una vez más la separación entre emoción y técnica, aunque, por supuesto, expresado de otra manera.
Muy bien vista esa importancia que cobra la casa de "Eva al desnudo", utilizada como espacio teatral de forma más que evidente al situar una conversación y el meollo de una fiesta en una escalera.
Maravillosa la presentación que Sanders hace Marilyn como "graduada en la escuela de interpretación de Copacabana".

César Bardés dijo...

Pues si estamos de acuerdo, viva Mankiewicz y que los apóstoles de la frialdad digan lo que les salga de las teclas. Hale.

Scarlett dijo...

No te confundas: los apóstoles de la frialdad harían muy bien un trabajo sobre Joe Mank.: hay mucho ande copietear....

César Bardés dijo...

Bueno, editado en España no creas que hay tanto. Un reciente libro, eso sí, que por otra parte me sigue sin convencer. Y los apóstoles de la frialdad, querida, son incapaces de hacer un monográfico porque, claro, eso indica que te tienes que ver casi toda la obra de un señor, si no toda y son tan fríos, tan fríos, que hasta eso les aburre.