martes, 26 de abril de 2011

EL GENERAL DELLA ROVERE (1959), de Roberto Rossellini

Las calles parecen un laberinto de desconchados con infinitas tonalidades de grises. Entre las esquinas, una sombra negra se desliza entre la desesperación y la derrota. Es un hombre que no ha dudado en timar a quien le ha querido, en engañar a quien ha confiado en él, en traficar con joyas, con pieles, con sentimientos…con vidas humanas. Y aún hay algo dentro de él que le incita a la honestidad, a creer con firmeza que no todo es despreciable, que algo hay de positivo en lo malas que llegan a ser sus pisadas solitarias. No le importa hacerse pasar por fascista, por partisano, por noble o por militar. Para él sólo hay un verbo que conjugar y es sobrevivir.
Por tanta razón acostada en su moral, tiene que haber un lugar para el heroísmo. Más que nada porque hay vidas que saben, que tienen la íntima certeza, de que valen más muertas que vivas. Es hora de convertir al falso zafiro en joya de sinceridad. No importa que se base en mentiras, no importa que todo sea una farsa del sentimiento. Lo que importa es la esperanza que se proporciona con la muerte. Así se deja de fingir y ya de paso se lavan tantos pecados, tantas miserias y se deja de patear las calles en busca de un poco de suerte que parece tan esquiva a quien malvive mendigando a cambio de un pequeño fraude. Las mesas de juego llorarán pero a nadie le importa mantener el tapete impoluto porque es tiempo de dar esa sangre que tanto se ha ahorrado con tal de dejar de respirar entre el aire pesado y gris del invasor.
Por el camino de la redención, habrá mujeres que quieran ayudar al errabundo y distinguido desertor de la vida. Una querrá darle todo el dinero que tiene por algo que sintió, otra querrá darle mucho dinero tan sólo por destapar su charada de enésimas bandas y aún otra le enseñará que el cariño, el auténtico, está reservado para aquellos que actúan con la honradez del que lucha y no esconde las jugadas y para ellos siempre hay una espera, una palabra justa, una fotografía que, aunque lejana, sólo se puede mirar con la vista nublada por las lágrimas.
La delación suele ser tan baja que hace perder el alma al hombre que la practica. Es preferible la herida en la carne que la llaga en el corazón. Sacar el valor de una mentira puede ser tan válido como la arenga sincera de un héroe entre rejas. Al fondo, el error del que no sabe calibrar lo grande que puede ser un farsante porque cree que los seres humanos tienen un precio aunque no tiene ni idea de que esa etiqueta puede consistir en una bala que construya el mito y derribe la arcilla viscosa del perdedor.
Roberto Rossellini erigió un cerco a la realidad con ayuda de la elegancia de Vittorio de Sica. Ambos fueron generales que rozaban lo más íntimo de la valentía y de la resistencia frente a la guerra que siempre se cobra héroes entre las víctimas. No importa que sean en ciudades abiertas, en avances tardíos o en cárceles de propaganda. El significado de todo es la vida fotografiada para que todos podamos ver. Y juzgar.

8 comentarios:

dexter dijo...

Curiosamente, la otra tarde volvieron a ponerla en una tele local (menos mal porque ya se me estaba poniendo una cara de centurión romano que no veas.) Y volví a verla, y me volví a sobrecoger con ese final cargado de emoción y dignidad.

Fenomenal "rentrée", Bardés. Te han sentando bien las torrijas y las monas.

César Bardés dijo...

Yo no puedo dejar de llorar cada vez que la veo, entre otras cosas porque me hace pensar que en alguien tan mediocre como yo, puede haber un héroe.
Gracias por el elogio. Sienta bien después de unas cortas vacaciones. De monas ni una, pero de torrijas...las abuelas me tienen saturado con las de leche y las de miel. Tengo una cara torrija...

Carpet dijo...

Si que es fenomenal, ¡Vive Dios! (no sé si este grito es correcto tras estas pascuas) la vuelta del lobo.
Esta película que no recuerdo haber visto parece imperdonable, así que me anoto y procedo a la busqueda.
Ahora bien y por aquello de desengrasar podríamos lanzar un transversal de andar por casa sobre la redención, tema base de esta peli (a lo que parece) y es tema importante en alguna otra.

Hay una especie de redención en Bogart y en Reims, curados de cinismo y entregados al bien superior en "Casablanca". Puede tomarse como tal, la vuelta de Pike y compañia a buscar a su amigo Angel, “Todos soñamos con volver a ser niños, incluso los peores; tal vez los peores más que nadie”, el "Grupo Salvaje" de Peckimpah se redime con honor, aunque no son capaces de recuperar la inocencia porque solo saben matar.
También puede haber una redención en "Gran Torino" (casi una redención filmografica del propio Clint) con el sacrificio desinteresado para conseguir un mundo mejor.
La hay o lo parece en "Expiación" y también en "El caballero oscuro". Sin duda, Di Caprio se redime en "Diamantes de sangre" de codicioso y egoista al heroismo solidario.
Hay una redención conjunta en la desestructurada familia de "Pequeña Miss Sunshine" donde todos encuentran el verdadero porqué del grupo y lo infame del individualismo.
Hay redención, motivo principal de la peli, en "7 almas" con Will Smith en su gran papel dramático.
también se redime de alguna forma, Leo DiCaprio (otra vez él) en "Atrapame si puedes" colaborando con Hanks tras estar toda su vida en el otro lado.

Y también son notables las redenciones ebn las comedias, con aquello del ¿que pasaria si...? que tanto nos ayuda a comprender lo que estamos haciendo mal y nos redime para que pongamos remedio, asi tendríamos "Como Dios", "Family man" y un largo etcetera.

Abrazos y bienvenido, Wolf

César Bardés dijo...

Gracias a ti, Carpet, por recomendarme en el libro de visitas. Quería agradecértelo pero prefiero hacerlo por aquí que es más discreto y más cómodo en el rincón que en el centro de la pista.
En todo caso, en tu brillante transversal sobre redenciones habría que poner al rey de las redenciones en todas sus vertientes, con sus recuperaciones de inocencia o no, pero siempre como final de una catarsis que resulta especialemente reveladora para sus protagonistas y ése no es otro que el amigo Martin Scorsese. Desde el reciente di Caprio en busca de algo que suelte los fantasmas de su mente para hallar la paz y el destino reservados para él en "Shutter island" hasta Jake La Motta y su deambular gastado y desperdiciado hasta encontrarse delante del espejo tal y como es recitando el monólogo de Marlon Brando en "La ley del silencio" en la maravillosa "Toro salvaje". Desde el mafioso que siempre quiso serlo hasta el hombre que encuentra el equilibrio en la mediocridad y en el anonimato de "Uno de los nuestros" hasta ese conductor de ambulancias que tiene que aliviar el dolor de alguien para poder dejar de sufrir por los demás en la injustamente menospreciada "Al límite". O el hombre que lo prueba todo y lo pierde todo en "Casino", o el Rupert Pumpkin que encuentra la fama para poder empezar a hacer reír a los demás en "El rey de la comedia" o el mismo Travis Bickle, trastornado hasta el punto de organizar una matanza para sentirse héroe en medio de toda la basura que cree ver en "Taxi Driver". Lo que pasa es que no son tantas redenciones desinteresadas y parecen más individuales que pensando en los demás, pero son, desde luego, caminos empedrados de redención por los más diversos medios. Al igual que el que, finalmente, redime a Al Pacino-Michael Corleone en "El padrino III" cuando le es arrebatado lo que más quiere para expiar sus muchos pecados.

Carpet dijo...

Cierto que el bueno de Martin es el rey de la redención y la culpa. Lo es en todas las que has mencionado y también en ""Infiltrados", por supuesto en "La edad de la inocencia" y no he visto yo mayor redención que en "La última tentación de Cristo".

Hay otro tipo de redenciones, menos interesantes y bastante repetitivas, en las que el personaje negativo de la peli, el causante de los males, termina convencido de su error y ofrece su sacrificio para que el resto pueda salvarse, es una redención típica de películas de alteraciones del orden de las cosas (llamese catastrofes o animales aseisnos). POor poner un ejemplo "Deep blue Sea".

Y hay otra redención mítica, la de "yosoytupadre" Darth Vader en "El retorno del Jedi".

Abrazos

César Bardés dijo...

Pero cómo se me puede olvidar a mí la reina de las redenciones en la penumbra del acero que recubre la cara de Annakin Skywalker...madre mía, cómo se nota que he descansado demasiado y que tengo las neuronas en estado de arranque. Tienes toda la razón. Habría que hablar también de la redención de C.C. Baxter en "El apartamento" al abandonar toda aspiración de ascenso porque sabe que está dañando las vidas de otras personas, como también la del propio Jack Lemmon en "En bandeja de plata" cuando toma plena conciencia de que lo que está haciendo está mal y debe confesarlo a la cara del hombre que cree que le ha lesionado la espalda. La redención de Willard en "Apocalypse now" al matar a Kurtz se apoya en la renuncia al liderazgo que se le ofrece a cambio de la cordura en algo que no sólo es locura, sino también es pavor. Igual que Max de Winter encuentra la redención después de creer que cometió un crimen execrable cuando, en realidad, es sólo presa del mito encarnado en mujer en "Rebeca". O "Barry Lyndon" redimiéndose de todo el odio que ha sentido en manos del arribismo feroz que ha sido su seña de identidad, con un disparo en el suelo que le condena a ser un tullido para el resto de sus días. O la redención de María Vargas que se deja matar por amor y por no despreciar a un hombre que se siente inferior debido a su mutilación sexual en "La condesa descalza". Pero lo dicho, Cesitar, mucha erudición pero te olvidas del "yosoytupadre" que es la madre de todas las redenciones. Memorión.

Carpet dijo...

Hablando de "Barry Lyndon" y el morir por amor de Maria Vargas, tendríamos que mencionar también el sacrificio redentor de un arrepentido maestro de la seducción y el engaño, el Vizconde de Valmont, para mi mejor Malkovich en "Las amistades peligrosas" que Firth en "Valmont".

Hay redención también en "Al este del Eden" donde por fin James Dean puede convertirse y ser acepatdo, pasar de Cain a Abel.
John Wayne busca la redención de un pasado tortuoso en Innisfree y la encuentra finalmente haciendo lo que prometio no volver a hacer, luchando en "El hombre tranquilo"

Habra más. Abrazos.

César Bardés dijo...

Sin duda, Carpet, Malkovich mejor que Firth y la mirada de Frears más acertada que la de Forman. Grandes películas las que nombras, vive Dios. También hay redención, pero al principio de la película, lo cual despierta las sospechas de un detective de una compañía de seguros en la maravillosa "Forajidos", de Robert Siodmak, y, hablando de Siodmak, también la hay en "Una vida marcada" con Richard Conte intentando escapar de la policía, de la mafia y de Victor Mature. Qué película más buena y más mal interpretada. Hay redención muy presentida por el oficial Christian en la versión de Marlon Brando de "Rebelión a bordo", como también la hay en la excelente "El valle del fugitivo" con Robert Blake y Robert Redford.
Por supuesto que habrá más. La redención es uno de los temas más universales que haya podido dar el cine, sin lugar a dudas.
Abrazos irredentos.