viernes, 20 de mayo de 2011

UNA NOCHE EN CASABLANCA (1946), de Archie Mayo

Nacida como parodia de la alargada sombra de Casablanca, es famosa por su anécdota referida de la intención de la productora Warner Brothers de denunciar el empleo de la palabra “Casablanca” en el título y que fue contestada por Groucho Marx con un agudo sentido del humor diciendo: “Si lo hacen, les demandaré yo por el empleo de la palabra brothers. Muchos años antes que ustedes, ya lo utilizábamos los Marx Brothers”.
Por supuesto, nunca hubo demanda, ni tampoco hubo película porque es una muestra de lo que podría llegar a dar de sí el declive marxista. Bien sea entendido esto como que cualquier cosa que hayan hecho los hermanos en cuestión está a años luz de la parte contratante de la primera parte. Porque sí, señores, la sonrisa no se cae del sombrero en ningún momento, el esfuerzo está ahí y es de agradecer. En realidad, es la última película en la que los tres comparten escena pues en Amor en conserva, Groucho no sale en ningún momento con sus hermanos, y en esa rareza titulada Historia de la humanidad, sus hermanos no salen nunca con Groucho que intenta comprar a un precio, digamos, razonable, la isla de Manhattan a los indios nativos.
Teniendo en cuenta que los fallos de continuidad en la película son más que evidentes, que parece haber un aire de improvisación tan sano como lleno de mala idea y que la película huele a despedida en la mejor línea de Bogart diciendo adiós a Bergman, hay que reconocer que yo nunca he dejado de reírme al verla. Pero no me hagan mucho caso…¿no ven que estoy intentando decirles que les quiero? La luna es azul, los ojos me sonríen y las sonrisas brotan estúpidamente cada vez que cualquiera de estos payasos enormes del surrealismo hacen cualquiera de las suyas. Y es que hacer reír, a pesar de que a muchos sus chistes les parezcan meras patochadas, es muy difícil, sobre todo si debajo de la roca del surrealismo y del falso culto a las corrientes de moda, lo que late es la risa inteligente, crítica, ácida y además un par de huevos duros.
Sí, sí, es evidente, Quien se sienta delante de una pantalla esperando ver un cine con planteamiento, nudo y desenlace se quedan patitiesos al comprobar que esta es una más de esas películas que ellos hacían que constaban de carcajadas, pellizcos a las chicas y alegrías sin ápice de tristeza, aunque la lógica impere dentro de la sinrazón de estar viendo durante tantos minutos este desfile de gags que empieza con ese de Harpo apoyado en una pared cuando en realidad lo que está haciendo es sujetar a un muro. Todo depende del prisma con que se vea.
En cualquier caso, teniendo en cuenta que esta es la última vez que tres tipos nos hicieron reír juntos en risorama… deberíamos entonar unos cuantos hurras por estos chicos. Seguro que Chico nos acompaña al piano, Harpo al harpa (sí, así, con hache, lo digo para los amantes de corregir letras ajenas) y Groucho…en fin, tengan cuidado, señoras…

4 comentarios:

dexter dijo...

Tardes, noches, días enteros, qué más da, hemos pasado tantos buenos ratos con estos tres que lo de menos es la hora en que se produzcan. El caso es que yo recién aterricé esta tarde del Charles De Gaulle porque esta noche dudo que pueda escribir no los versos más tristes, sino unas líneas en el blog de Bardés. Es maravillosa la anécdota de la demanda ante la Warner Bross por utilizar el Bross. Y sí, yo también me parto la caja con estas postrimeras andanzas de estos hermanos irrepetibles. Y si está lejos de la brillantez y la chispa de noches en la opera o del surrealismo genial de las sopas con ganso. Ayss, si tio Billy hubiese rodado esa historia en la ONU con Groucho y familia...

Woody, Paris, los Marx, Casablanca... ummm, me mola este sitio. Más maderaaaaa.

César Bardés dijo...

Y tanto. Y a pesar del porrón de años que tienen sus gags y sus maravillosas frases, yo sigo partiéndome el morro con "El Doctor Steinbeck El doctor Steinbeck" de "Un día en las carreras", o con la locura despiadada marxista que pervive mal que pasen los años en "Sopa de ganso" o, da igual, pasando una noche en Casablanca como en la ópera. Esto es vida, el resto es esperar.
Más maderaaa. Bonito grito de guerra para incluirlo en este blog. A mí me molan mucho todos aquellos que lo visitan, los que dejan comentarios y los que no. No conozco otro blog con tal distinción entre la gente que lo sigue. Por cierto, voy a cambiarme de sitio porque las teclas no paran de golpear mis dedos como queriendo que las meta mano.
Gracias, Dex, sacaré más madera aunque sea de las paredes de los vagones...aunque creo que esa idea ya me la cogieron antes...

dexter dijo...

Desde luego este es el blog más bonito e inspirado que he visto en mi vida, ... lo cual, por no dice mucho en mi favor.

César Bardés dijo...

Bueno, Dex, eso sólo puede significar que no has visto muchos aunque sí unos cuantos. En todo caso, este blog es mucho de lo que es gracias a vosotros, que entráis todos los días para ver cómo un palurdo del barrio de Universidad como yo puede decir sobre una noche en Casablanca o una medianoche en París. Vosotros, y de eso doy fe, sois los mejores comentaristas que he visto en mi vida, porque dais opiniones, las discutís si os parece, las rebatís, las argumentáis y entonces es cuando este blog cobra vida y yo no hago más que aprender. Eso supera a muchos blogs que se limitan a subrayar una y otra vez las mismas cosas, tan manidas ya que amarillean en el mismo momento en que se publican.