jueves, 3 de mayo de 2012

LA MALDICIÓN DE ROOKFORD (2011), de Nick Murphy

Detective de penumbras y falacias, buscadora incansable de verdades decepcionantes, escrutadora del vacío que intenta encontrar respuestas y que desempeña un trabajo que ostenta la terrible contradicción de frustración cada vez que corona un éxito. Ella es la mujer liberada de principios del siglo XX, con estudios y con inteligencia para aplicarlos. Pero no cree porque no ve. No cree porque no recuerda.
Rodeada de tecnología compuesta de cobre e imanes, trata de descubrir la verdad que siga manteniéndola en un permanente estado de frustración y pena. Caprichosa de comportamientos, elevada de espíritu y con un punto de arrogancia, la protagonista de esta historia intenta moverse entre los despreciables estados de la razón y del desengaño. Con ella, a veces, también se van un puñado de sueños y alguna que otra ilusión descreída. Su futuro es silencioso y su convicción es de cristal.
Rebecca Hall, muy desaprovechada en muchas de sus intervenciones cinematográficas, se convierte en el centro y atractivo principal de una película que no juega a ser terror pero que tampoco se mueve en los límites del suspense. Parece como si el director, Nick Murphy, quisiera confinar los rincones de la mirada al reducido espacio de un purgatorio para las buenas historias que destacan por no acudir a recursos demasiado fáciles, ni tampoco a fórmulas reconocidas en ocasiones a millares. Y el resultado es un cuento de horror con algunas anotaciones de inteligencia, puntuales momentos de interés inquietante y, por supuesto, errores de caligrafía que se perdonan con facilidad. Tanto como nuestras propias faltas.
Y es que aunque los fantasmas sean la motivación principal, los ojos tienen que dirigirse a través de esas presencias para llegar al viaje interior que destapa lo que la mente olvidó como mecanismo de defensa. Unos se hieren a sí mismos para recordarse que la vida es una condena muy difícil de cumplir. Otros juegan al equívoco para que la esperanza sea un estado de ánimo. Algunos, los menos, ya se hallan en un irrecuperable camino al infierno salpicado de ingenuas perversiones, violencias reprochables y extravíos de los deberes y responsabilidades propios de una profesión tan imposible como insustituible como es la de maestro. Todos, a poco que podamos echar una ojeada a nuestro alrededor, tenemos nuestros propios fantasmas. Obsesiones que nos rondan cuando la oscuridad se adueña de la visión y la realidad parece confundirse peligrosamente con la sugestión y la penitencia.
Acompañando a la actriz principal, es de apreciar el trabajo de Imelda Staunton, fácil de recursos y versátil en sus sensaciones; y de Dominic West, irremediablemente atractivo en su dureza, apasionadamente culpable en su intimidad. El conjunto está lejos del terror gótico y se concentra en el pánico interior, en lo que ni siquiera nos atrevemos a mirar, en aquello que es inconfesable hasta para nosotros mismos. Quizás esa es la peor clase de terror que se puede describir porque es cotidiano, lo llevamos encima, es crónico y es parte de nuestra piel y de nuestro pensamiento. Solo que está agazapado, escondido y siempre, siempre, muy presente.
Así pues, es hora de mirar hacia adentro, de navegar por mares de tiza gastada en pizarras que muestran los fantasmas de cuentas y oraciones pasadas, de suponer que todo es inútil y, a la vez, de esperar que todo es un deseado punto y seguido. Las maderas crujen porque los pupitres se quejan, los cristales reflejan espectros que están de paso, la soledad es la pieza clave del entramado, los metales giran en busca de las presencias y nosotros, culpables e indefensos, buscamos lo que siempre hemos buscado. La compañía de quien más queremos porque si no, solo encontramos la aburrida eternidad.

2 comentarios:

Carpet dijo...

Bueno, no digo yo que la propuesta no fuera interesante, pero como buen fan de la Marvel, primigenio acercamiento al cómic de un servidor e inventor junto a mis amigos de crio de una especie de P2P ( el emule, pa entendernos). Comprábamos con parte de nuestra paga semanal el nuevo numero de Spiderman, uno; otro el del capitán America; otro el de X-men o los 4 fantasticos; el de Thor o Daredevil o incluso Namor y por supuesto Los vengadores. Luego nos los intercambiábamos y una vez leídos y releídos (que curioso resulta ahora aquello de releer varias veces el mismo tebeo o cuento)íbamos a una tienda de compraventa de tebeos y los vendíamos casi al peso para comprar otros que aun no habíamos leído.

Pues eso que me pensaba que dado que la cartelera tampoco ofrecía grande cosa y tras tu visita al juego de los barquitos de hace casi nada, me emocione pensando que quizá te habías pasado por la sala de los frikis. De hecho no te he oído comentar ninguno de los filmes de la franquicia y apasionamientos aparte creo que hay mas de dos o tres que pueden considerarse notables.

En cuanto esta de "Los vengadores" y si se me permite la intromisión creo que es una de las mejores adaptaciones del espíritu del universo Marvelita. Una bastante interesante pelicula de aventuras, mucho mas si se dominan las claves de los personajes, bien por la lectura de los cómics o por el visionado de las pelis que anteceden a esta. Unas maravillas técnicas puestas al servicio de la historia, un alarde de buen rollo y falta de transcendencia, un guión mas que salvarle, hacen un entretenimiento mas que digno.

Y como colofón, no se si habéis oído hablar de un extraordinario truco plano secuencia que va pasando por cada uno de los superheroes en plena batalla que es espectacular y que ya hace que el precio de la entrada merezca la pena. Bueno, al menos a mi.

Abrazos con rayos gamma.

César Bardés dijo...

Calma, Carpet, te anticipas. Por supuesto que me he pasado por la sala de los frikis. Yo también he sido un fan de la colección Marvel, gracias a mi hermano que atesoraba la nada despreciable cifra de 350 libritos dedicados a Namor, Spiderman, El Hombre de Hierro, Sargento Furia, Estela Plateada, Thor, Dan Defensor, Capitán América, Acciones de Guerra, la Patrulla X, los Cuatro Fantásticos y, por supuesto, los escasísimos que salieron de Los Vengadores. Mañana lo comentamos cumplidamente. Si no he comentado ninguna de la serie ha sido por coincidencia con algún otro estreno y qué quieres que te diga, estoy bastante de acuerdo con todo lo que comentas. Quedará de manifiesto en el artículo de mañana. Sala de frikis free.
Abrazos de verde.