Un disparo en la nada. Un disparo perdido. Un disparo herido. Un disparo…y luego…Popeye Doyle lucha con todas sus fuerzas contra esos intermediarios del tres al cuarto que se dedican a meter la droga por las calles, a ensuciar aún más una ciudad fría y sucia, a recoger el dinero de la basura. Y no duda en emplear todos los medios que cree necesarios. Un bar con olor a tabaco, lleno de tipos que llevan una papelina, un cigarrillo, una bolsita, una jeringuilla, un bote. Correr por las calles es, en el fondo, una lucha por la supervivencia de lo poco, poquísimo, que queda de limpio en el entorno. El jardín está lleno de suciedades. Los trenes pasan con un estruendo que te recuerdan que está prohibido soñar. Demasiadas esperas. Demasiados olores en ese coche que acumula polvo. Demasiado matarse para que no haya reconocimiento.
Al otro lado de la calle, en un restaurante de lujo, caliente y bien alimentado, está ese jefe del negocio que Doyle ha encontrado por casualidad. Es un francés presumido, almibarado y diabólicamente listo. El metro es el escenario perfecto para asistir a un duelo de astucias. Las puertas se abren y se cierran. El movimiento inesperado es la vía de escape. La rabia sale. La burla entra. La decepción se queda en el andén.
Más tarde, cuando el negocio está cerrado, vuelve la burla porque Popeye Doyle será muchas cosas, pero no se rinde. Ha atravesado toda la ciudad al volante de un coche que seguía a un asesino encerrado en un vagón del suburbano. Ha destrozado cubos de basura, eventuales vehículos que pasaban por allí, ha desahogado su rabia con el pie en el acelerador. Así que no va a dejar escapar ahora al pez gordo. Y la trampa se ha preparado minuciosamente. El barro de una ciudad sin piedad no deja de aparecer. Todo es de un realismo que huele a gris y a podrido. La conexión francesa merece llevarse lo suyo. Nadie se burla de Popeye Doyle y de su compañero Russo.
William Friedkin dirigió esta película con uno de los montajes más impresionantes que ha dado el cine. Basta con hacer la prueba de cuántos planos hacen falta para asistir a la trepidante y genial persecución del coche detrás del vagón. Y poniendo furia en todos y cada uno de ellos está el maravilloso rostro de Gene Hackman, actor de carácter que era capaz de afrontar cualquier papel, de llevar adelante cualquier ficción y de llenar a los espectadores con una presencia única y relevante. A su lado, el fallecido Roy Scheider, que ya comenzaba a dar muestras de una calidad que, de forma sorpresiva, se estancó en los ochenta. Y, por supuesto, enfrente, nuestro Fernando Rey, suavidad vistiendo ropas caras, insultante en su lujo, temible en su negocio. Todos ellos pusieron mucha carne en el asador de esta conexión que descubrió que el mundo de las drogas tenía tercos combatientes que pasaban frío y que se armaban de tesón para poder llegar a las culpabilidades que dejan a muchos tirados por la calle, sin más esperanzas que una muerte rápida y poco convulsa. Por eso, Popeye Doyle estaba ahí, dispuesto a disparar, dispuesto a llevarse por delante a quien hiciera falta, dispuesto a ser un guerrero de la jungla de cemento a punto de ser devorado por los caimanes del lago blanco. Corre, Popeye, corre. No dejes de hacerlo.
6 comentarios:
La primera palabra que me viene a la mente al pensar en esta peli es adrenalina. Trepidante, frenética, genial. Y Gene Hackman, no hay palabras para describir a uno de los más grandes actores de todos los tiempos.
Y nuestro Fernando Rey. Que Friedkin pidió al actor ese que salía en "El discreto encanto de la burguesía" de Buñuel, refiriendose a Michael Piccoli. Y le trajeron al español. Y cuando lo vio bajar del avión en el aeropuerto dijo, bueno pues ya que me habéis traido a éste me lo quedo. Algo así fue ¿no? Si es que desde luego esto del cine tiene cada cosa más cachonda.
Abrazos adrenalíticos
Sin duda, es trepidante, frenética y genial. Esa persecución con el coche es el sueño de cualquier montador (de películas) y en cuanto a Hackman...es increíble cómo construye un personaje que, en manos de cualquier otro, habría sido el típico policía perro de presa, violento y sin muchos escrúpulos. Pero lo dota de carne, de rabia, con la certeza de que él es una barrera contra los tipos que quieren traficar con drogas e inundar de cadáveres la ciudad.
No fue exactamente así según un testimonio que recuerdo de Fernando Rey que, con motivo de su fallecimiento, pusieron en Televisión Española. La película que vio Friedkin fue viendo "Viridiana", en concreto. Y el actor que quería Friedkin era Rabal, lo que pasa es que provocó la confusión en su interlocutor (alguien encargado de producción que no recuerdo su nombre) porque, al principio, alabó lo bien que hacía de muerto (¿?) Fernando Rey y cuando acabó la proyección dijo: "Quiero a este actor" refiriéndose a Rabal, pero el otro lo confundió con Rey por el comentario que había hecho antes, así que le trajeron a Rey y Friedkin quedó encantado de su trabajo. Entre otras cosas porque Rey le supo dar ese aire de elegancia despreciable sin caer en lo grotesco. Yo creo que el personaje hubiera cambiado mucho si se hubiese hecho cargo Rabal.
Abrazos a la carrera.
Ah, pues la anecdota de Fernando Rey que yo conocía era la que comentaba Dexter, pero tiene más sentido lo que dice el lobo.
Es cierto lo del ritmo de Friedkin y lo genial que es esta peli, lo malo es que precisamente el restio de su filmografia, "El exorcista" aparte adolece creo que de eso mismo, de ritmo. de hecho no ha vuielto a hacer nada demasiado notable, por no hablar de sus dos ultimos grandes fiascos como "reglas de compromiso" y "La presa" ambas con Tommy Lee Jones, que en principio pueden apuntar a algo y se quedan cortisimas (a mi me lo parece).
Por cierto, creoq ue esta peli puede presumir con "El padrino" de ser casi las únicas cuya segunda parte es también muy buena. "French Connection 2" con la dirección de Frankenheimer está también muy bien.
Abrazos sin espinacas
Yo tengo que decir, en apoyo a tu comentario sobre Friedkin, que ni siquiera "El exorcista" me encanta. Ha sido un hombre al que he seguido con interés porque alguien que hace una película como "French Connection" algo de talento tenía que poseer pero, la verdad, a no lo he encontrado por ninguna parte.
Cierto es que debió de meter la pata bien metida con los excesos que cometió con "Carga maldita", versión de "El salario del miedo", haciendo desplazarse hasta la jungla, por ejemplo, a todo un equipo para rodar...el inserto de un cuentakilómetros y que "A la caza", con Pacino, tenía algún que otro interés. Después he visto todas las películas de su filmografía y, la verdad, muy decepcionante. Películas prometedoras como "Vivir y morir en Los Ángeles", o "Desbocado" o las mismas dos que tú mencionas son buenos ejemplos. Incluso hay un patético intento de apuntarse a la moda de "Instinto básico" con "Jade" que significó el enterramiento definitivo de esa estrella fulgurante y efímera que fue Linda Fiorentino.
En lo que no estoy de acuerdo es en decir que "French Connection 2" está muy bien. Se me hizo muy larga esa parte en la que Doyle está encerrado intentando recuperarse del mono hablando de béisbol y delirando. Ahora bien, la persecución del final con Hackman corriendo desbocado detrás del barco de Rey merece muchísimo la pena. Un modelo de acción.
Abrazos con flato.
Creo que FRENCH CONNECTION fue una pelicula revolucionaria en el sentido que lo fue por ejemplo BULLIT en 1968 con sus persecuciones automovilisticas,Fernando Rey cuenta en un libro dedicado a su vida y filmografia,cuyo autor siento no recordar,que nadie daba un duro por este film mientras se rodaba,al parecer-según FR-se pensó primero en FRANCISCO RABAL-otro actor español genial-Fernando Rey quiso dar al villano un toque de elegancia que superase el clasico traje a rayas y el puro y en este sentido resulta fascinante su interpretación del mafioso fránces,la persecución en el metro deberia estar en las antologias del cine-si no lo esta-Hackman y Scheider estaban en sus mejores momentos y de ello se beneficia esta trepidante pelicula,premiada por la taquilla y por la academia de HOLLYWOOD,tuvo una secuela en 1975 rodada en FRANCIA y con dirección de John frankenheimer que no esta nada mal.Fernando Rey cuenta en el libro anteriormente citado que rodando TAROT junto a sue lyon y Jean seberg,esta le enseño la revista VARYETY-la biblia de Hollywood-donde FRENCH CONNECTION figuraba como número uno de taquilla,recuerdo que los medios de comunicación españoles de la epoca jalearon la interpretación de Fernando Rey con evidente orgullo patriotico,era el tardofranquismo y la verdad es que ESPAÑA no destacaba apenas en nada-quiza los triunfos deportivos del real madrid en fútbol y baloncesto Y LAS proezas de Manolo Santana,sin olvidar al 12+1 Angel Nieto-una pelicula para la posteridad
Pues sí, fue una película revolucionaria al mismo estilo en que, quizás, también lo fue "Bullitt". Inauguró un poco ese "realismo sucio" que luego fue seña de identidad de algunos títulos de los setenta como las películas de Lumet, especialmente "Serpico", "Tarde de perros"...En todo caso, fue un título mítico del cine de acción, con un gran sentido del ritmo, con un personaje maravilloso como es el que interpreta Gene Hackman y con la participación de Fernando Rey que, efectivamente, se comentó muchísimo en su día.
Algunos de los aspectos que comentas ya están expuestos pero, en cualquier caso, siguen siendo interesantes. Cierto es, en todo caso, que es una película que rompió moldes y que significó un éxito y el despegue definitivo en la carrera de Hackman, hasta entonces un secundario eficaz.
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