jueves, 18 de octubre de 2018

FIRST MAN (El primer hombre) (2018), de Damian Chazelle

Puede que Neil Armstrong fuera el hombre oportuno en el momento más adecuado. No en vano iba a ser el primero que pusiera los pies en el polvo de la Luna. Para esa misión se necesitaba un candidato que fuera capaz de controlar las emociones hasta tal punto que pareciera un témpano de frialdad en un océano de sensaciones. Su mutilación emocional sirvió para alcanzar un objetivo mientras su vida se consumía detrás de un velo que él mismo se encargó de construir a conciencia. Tal vez por ello supo dominar al miedo, enfrentarse al fracaso y ver de cerca, muy de cerca, a la misma muerte.
Es muy posible que no fuera el hombre más carismático del mundo porque parecía no sentir, escondido bajo una máscara de impasibilidad que daba una impresión casi decepcionante. Hace muchos años, tantos que casi el recuerdo se confunde con el tiempo, Neil Armstrong fue invitado al programa de José María Íñigo Directísimo y lo que los espectadores españoles pudieron observar fue a un hombre sin gracia, sin pasión, incapaz de contar con un mínimo de entusiasmo su hazaña. Era el antónimo de la épica, monocorde, de respuestas cortas, sin alma.
Lo cierto es que detrás de todo, había un trabajador incansable que se había ocultado detrás de su esfuerzo para no revelar ninguno de sus sentimientos. Eso mismo lo hizo en su hogar, con sus amigos, con los que le conocían bien, como si Armstrong, el primer hombre que dejó huellas en el polvo de la Luna, no tuviera nada que decir ante algo que, al fin y al cabo, sí que fue un pequeño paso para él, pero significó un gran paso para toda la Humanidad.
De aquí se deduce la interpretación impasible de un Ryan Gosling que quiere decir mucho más de lo que se ve, haciendo hervir su interior con una tormenta de reacciones que se ahogan meticulosamente. Su trabajo es de altura, al igual que el del resto del reparto en el que destaca, de nuevo, lo desaprovechado que se encuentra un actor que merece mucho más como Kyle Chandler. La dirección de Damian Chazelle se empeña en colocar al espectador dentro de esa especie de lata de conservas en la que tenían que viajar los astronautas del programa Apolo, con alguna secuencia de enorme mérito y otras, al menos, discutibles. La banda sonora de Justin Hurwitz se puede clasificar entre las mejores del año y la sensación final que deja la película es la de que hemos visto las inquietudes del jefe de la misión que nos llevó a tocar el cielo con las manos, con su mutilación emocional a cuestas, con los fracasos de la carrera espacial y con la valentía de un puñado de voluntarios que querían abrir nuevas fronteras para la Humanidad. Y aún así, parece como si faltara algo, como si muchos esperasen al héroe del que tanto han oído hablar y se encontraran con un tipo que quería mantener, a cualquier precio, la sensación de que todo era asumible, de que la muerte, al fin y al cabo, sólo era un instante de pánico para luego sumergirse en el silencio. Algo que, en realidad, era mucho más llevadero que el inmenso dolor que podía sentir en su interior.
De vez en cuando, hay que tomar la iniciativa para expresar el temor, la alegría, el reencuentro, el peligro, el éxito, el fracaso, la heroicidad o el amor. Si no, es posible que el mundo crea que nada tiene importancia. Y eso es un error que ninguno de nosotros nos podemos permitir. Tan grave como no dejar ninguna huella en el polvo de una Historia que anda muy necesitada de épica. Más aún cuando se llega a ser el primer hombre en una hazaña que sólo podía existir en nuestros sueños más optimistas.

8 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

He leído y oído comentarios sobre lo extremadamente aburrida que es la película. Y aun así me apetece verla. Yo si recuerdo aquel "Directísimo" y al astronauta que parecía que no tenía nada que contar, cuando en realidad no sabía como hacerlo.

Supongo que la épica de la hazaña exigía mucha épica para contarla y por eso me parece que lo que ha hecho Chazelle, a tenor de lo que cuentas y lo que dices, tiene mucho mérito. Tiene mérito porque nos cuenta la verdad y a veces la verdad es monocorde, aburrida y parece que sin grandes sentimientos aun cuando lo que suceda es grandioso.

También, en general, las películas de astronautas nos llevan a emociones fuertes ("Marte", "Gravity", "Apolo 13") pero pocas se detienen en el verdadero ser humano (no en el inventado) que vivió, sufrió y temió todas aquellas gestas. No sé como me llegará esta, pero ahí esta "elegidos para la gloria" que me parece una película excelente y que también hablaba de aquellos seres humanos que protagonizaron los primeros hitos. Y allí también se miraba más a la persona que al personaje.

Abrazos dando un paso.

César Bardés dijo...

Yo es que creo que en el colegio me acababan de hablar de la llegada del hombre a la Luna y demás. Y ya en mi tierna edad me había quedado con la cantinela de los tres nombres: Armstrong, Aldrin y Collins. Me habían contado que Collins, en realidad, no pisó la Luna porque se quedó dando vueltas con la nave. Yo no entendía nada pero, claro, la hazaña me pareció legendaria. Cuando me enteré que Íñigo iba a traer a Neil Armstrong me dije: "Jo, esto tiene que ser interesante". Y la decepción que me llevé fue mayúscula. Un hombre soso, sin gracia, sin pasión, con hechuras más de burócrata que de astronauta, sin carisma, seco. Me dije a mí mismo: "¿Cómo puede ser que un tío así fuera el elegido para ir allá arriba?". Luego, con el tiempo, me contaron que Aldrin sí que transmitía y, aunque en la película no sale demasiado bien parado, sí que hay una escena en la que es evidente que Aldrin exhibe mucho, mucho más carisma que Armstrong.
Efectivamente, creo que la película es de altura porque, si bien hay épica en el asunto porque eran conscientes de que aquello era una latita de sardinas con unas condiciones bastante regulares, el héroe es de todo menos épico. La aventura que propone la película es descubrir que, para bien y para mal, Armstrong era el hombre indicado por su sangre fría, su ausencia de emoción para todo y su muy particular estoicismo que llevó también en su vida privada.
Cierto, nos cuenta la verdad. Chazelle huye de hacer lo fácil y construir una epopeya, por eso mucha gente se siente decepcionada (aunque todo está contado, no falta nada), porque, aunque fue un hecho grandioso, fue llevado a cabo por un tío que no sabía transmitir nada.
Es cierto que toca tangencialmente tanto "Apolo 13" (uno de los personajes que sale es Jim Lovell) como "Elegidos para la gloria" (también aparecen John Glenn y Gus Grissom, por ejemplo) y las tres que forman un puzzle perfecto para tener una idea muy aproximada de lo que fue todo aquello. A mí sí me gustó.
Sólo una cosa más. Han arreciado las críticas contra Ryan Gosling por su aparente inexpresividad ignorando que Neil Armstrong era igual. El trabajo de Gosling es espléndido, porque sabemos cómo piensa y por qué actúa como actúa. Sigo diciendo que es uno de los mejores actores de la nueva generación.
Abrazos desde el LEM.

CARPET_WALLY dijo...

He de decir, que nuestro "amigo" Carlos Boyero coincidía el miércoles contigo casi exactamente, incluído en las alabanzas a Gosling, que habitualmente le repele bastante, según confesó.

Lo que si es cierto, es que salvando las distancias, Ryan se ha marcado unos cuantos Antonio de la Torre últimamente, personajes cuya principal característica parece ser la inexpresividad, También hay que valer para hacer eso, y tanto el americano como el español son dos actores que saben y pueden no mover un gesto pero cuando se ponen estupendos son muy grandes. De la Torre en "El reino" o Gosling en "Dos buenos tipos", por ejemplo.

Abrazos despegando

César Bardés dijo...

Me preocupa bastante que me digas que Boyero coincide conmigo. Tendré que hacérmelo mirar.
Tienes parte de razón en lo de inexpresividad de Gosling aunque a mí me gustó mucho lo que hizo en "La La Land" en la que también decían que estaba "sosete". El gran mérito que tiene este tío es que es capaz de transpirar emociones sin mover un músculo. Sabes lo que el personaje piensa con su mirada (aquí en esta película en concreto hay mucha insistencia en eso) y eso no es fácil. Está claro, en cualquier caso, que parece que hay que ser casi histriónico para que la gente diga que estás bien. También podemos decir un papel que no es cómico y en el que, sin embargo, Gosling está estupendo como es el de "Fracture" o el de "El diario de Noa" o, incluso, esa película que ya nadie nombra y que me sigue pareciendo estupenda que es "Los idus de marzo", por poner tres ejemplos cualquiera.
Abrazos en cuenta atrás.

Chus dijo...

Pues yo disfruté como un niño con la película. ¿Aburrida? Pues para mi no, es un tema que me apasiona y la verdad valoro y agradezco enormemente la manera en la que lo han contado. Creo que es una propuesta muy valorable basada en los interiores de un hito histórico que siempre se ha contado desde la perspectiva de las masas, las audiencias y lo espectacular de la misma. A mi me atrapó la película de principio a fin. Es cierto que algunos momentos pueden recortarse o durar menos.

Muy meritoria la interpretación de Claire Foy, en el rol de una esposa que buscaba tranquilidad y tuvo que lidiar con un matrimonio a prueba de bombas. En una película que retrata con mirada inquietante las vidas de esas mujeres, que también fueron heroínas.

La interpretación de Gosling es la que tiene que ser. He de reconocer que a mi como actor... ni fu ni fa (mas bien fa), pero lleva bien el peso de una película que no creo hecha para alardes interpretativos.

Gran labor de casting en el film. Me encantan estas producciones americanas donde hasta el último actor está impecable.

Abrazos despegados.

César Bardés dijo...

Pues estoy bastante de acuerdo en todo lo que dices, Chus. Es cierto que la interpretación de Claire Foy (a mí es ella la que ni fu ni fa y más bien fa) resulta muy meritoria. En parte porque Chazelle la exige que lo diga todo sin decir nada y, si nos fijamos un poco, es verdad que ella está exigiendo a Neil Armstrong cuáles deben ser sus actitudes sólo con la mirada, salvo en el caso de la conversación con los niños (que él demuestra, una vez más, lo increíblemente torpe que es) haciendo de la interpretación algo realmente meritorio.
No, no me parece una película aburrida. La interpretación de Gosling es la que tiene que ser habida cuenta de cómo era el personaje al que quiere parecerse. Y también estoy de acuerdo en que todo el reparto está impecable, del primero al último (a destacar también ese Lukas Haas, el niño de "Único testigo" en el papel de Mike Collins, el tercero de la tripulación).
Gracias por tu aportación, siempre son valiosas.
Abrazos en ignición.

dexterzgz dijo...

Como vengo calentito de otro lado, te diré que por fin vi ayer a Ryan dando un gran salto para la humanidad. Comparto prácticamente todo lo que veníais diciendo por aquí, comprendo que haya gente que haya podido sentirse decepcionada o cuando menos desconcertadas. Añádase a todo que a Chazelle hace ya tienmpo que muchos le tenían ganas y fueron a ver esto con el cuchillo entre los dientes, tras el pelotazo de "La la land".

Creo que es muy meritorio que Chazelle haya salido de su zona de confort para enfrentarse a un proyecto como este. Tal vez no tenga la pasión de "Whiplash" o "La la land", pasión por el jazz, pasión por el cine, pero creo que aquí Chazelle sustituye la pasión por la sobriedad. Y lo hace bastante bien. Tampoco habrá entendido muy bien la película el que haya ido al cine creyendo que iba a ver un relato épico porque el director huye consciente de ello en todo momento. Está bien apuntado lo de que Armstrong era un sosaina, y creo que Gosling le da todos los matices de manera perfecta. Y por favor, Kyle Chandler, una nominación, un Oscar, un monumento para este hombre ya.

Abrazos acoplados

César Bardés dijo...

Me temo que esto va a ser la tónica de su carrera. Va a hacer buenas películas (al menos, en principio, es a lo que apunta) y los "haters" de turno van a ir a degüello con él. A mí la película me parece valiosa, que huye del tono épico (sin dejar de retratar la hazaña) para centrarse en la orfandad emocional del personaje, un héroe del siglo XX que lo tenía todo, menos carisma como para ser héroe. Gosling hace un trabajo espléndido porque da a entender todo sin palabras (hablando de sugerencias). Lo de Kyle Chandler es que tiene muy poca cancha para lucirse, pero sí es verdad que es un actor que está pidiendo a gritos que le den papeles de importancia y con profundidad para demostrar todo lo que es capaz de hacer.
Abrazos a saltitos.