viernes, 14 de noviembre de 2008

LUNA NUEVA (1940), de Howard Hawks


Realmente, yo no debería escribir sobre esta película. Es como tirar piedras contra el propio tejado. De todas las historias que giran en torno al mundo de la prensa, probablemente esta sea la sátira más feroz y demoledora. Y qué diablos…es una película condenadamente buena. Sus armas para que los periodistas queden retratados como aves de rapiña en busca del sensacionalismo en letras de imprenta son los extraordinarios diálogos vertiginosos, la acción continua provocada por unos personajes ávidos de carroña, las trampas sin descanso que hay que sortear con la máquina de escribir marcando el ritmo de las rotativas y el desbroce de la ética que transita sin vergüenza entre lo amoral y lo canallesco. Y lo mejor de todo…La sonrisa y la carcajada no se descuelgan de la boca. Afilamos los colmillos con la tinta de periódico resbalando por la comisura de los labios y los ojos se nos encienden al olfato de humor de mala idea, con un Cary Grant en estado de titular en negrita, soberbiamente replicado por Rosalind Russell, que despliega las alas de buitre en pos de una noticia, de una malicia y de recuperar, en la misma jugada, a la mujer que ama. Tampoco podemos olvidar en el papel del guapo que tiene menos cerebro que una pelota de tenis al galán Ralph Bellamy, aquí riéndose asumidamente de sí mismo y del que Cary Grant, en un maravilloso ejercicio de improvisación, llega a decir: “Es muy guapo…Se parece a ese chico…ese chico de las películas…¿cómo se llama?...aaaa…Ralph Bellamy…”
En esta película, de ritmo galopante, no podemos olvidar al genio tras la cámara. Howard Hawks dirigió la historia con pulso acelerado agarrando al espectador por el cuello y meneándolo nerviosamente. No en vano era un maestro en el arte de lo que se dio en llamar “screwball comedy”, comedias locas de latido frenético que atropellaban al menos avezado y obligaban a correr con desazón a quien quería acompasar su pensamiento con películas como “La fiera de mi niña” o “Bola de fuego”. En cualquier caso, es difícil encontrar una mala película en toda la filmografía de Hawks y “Luna nueva” es una de las mejores. Así que, después de cenar, pónganse a verla y sacúdanse la modorra. El maestro exige ojos brillantes, cerebros despiertos, agudos y prestos en la salida y hay que poner al perezoso pensamiento al límite de velocidad. Pónganse el cinturón de seguridad, las curvas a 24 fotogramas por segundo en esta película son de aúpa…Que se lo digan a Archie Leach, que en un viraje de vértigo, se convirtió en Cary Grant…si hasta lo dice en la película


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando de jovencita veía las pelis de Hawks, recuerdo que siempre pensaba que el guionista tenía que ser un genio para escribir tantas palabras seguidas. Son películas, como tu dices, de ritmo galopante. NO te puedes permitir ni un despiste , porque a la que te das cuenta ya te has perdido alguna frase. Esta peli es de las que me recuerdan a noches delante de la tv con mi madre viendo aquellos ciclos tan buenos. Recuerdo que Rosalind Rusell no me gustaba mucho. La encontraba algo hombruna. POr supuesto con los años cambié de opinión y me pareció una gran actriz con mucha sorna y con mucha bis cómica. Bellamy tampoco me gustaba mucho como galán. Pienso que este actor ganó con los años y tenía más actractivo cuando empezó a hacer papeles de señor ya mayor. La ética profesional de los periodistas queda en entredicho m uchas veces, tanto en esta peli como en la vida real. De todas formas soy de la opinión de que la profesiónalidad de cada uno va unida a la calidad humana de la propia persona. Nunca entendí eso del "todo vale" con tal de conseguir algo, sea una noticia en este caso o sea cualquier otra cosa.
Gema

César Bardés dijo...

Totalmente de acuerdo con tu comentario. Es cierto aquello de "no todo vale" y te aseguro que hay muchos dentro del círculo de críticos que piensan que sí. Desde la crítica de una película que no se ha visto a seguir a pie juntillas lo que marca determinado señor que, de repente, se levanta y dice: "Pues está muy bien", cuando en realidad es pura basura. No hay que ir mucho más allá. Sabemos a ciencia cierta que en determinadas revistas especializadas sobre cine, se habla bien sobre la película que previamente ha pasado por taquilla y se ha anunciado en sus páginas. En cambio, si no lo has hecho, ya la encontraremos defectos aunque sea una obra maestra. En cuanto al cine de Hawks, también tienes toda la razón. Era un cine preciso, de calidad, absolutamente genial, con títulos inolvidables que tocaban todos los géneros y éste de los diálogos a galope desbocado era una de sus enormes especialidades, aparte de que dejaba un gran margen de improvisación a los actores. Rosalind Russell era una excelente actriz cómica, pero también dramática, no olvidemos ese papel secundario pero tan fuerte, de reprimida sexual, que realiza en "Picnic", o su talento para el musical en "Gipsy" (una película que, en sí, no despierta mis simpatías) y en otra, muy olvidada pero a la que tengo un especial cariño por parte de mi madre, que en España se tituló "Ante todo mujer" pero que fue muy conocida en su época como "Tía Mame", un buen musical de recuerdo en estantería.
Ralph Bellamy siempre hizo un poco el papel del galán panoli. En "La pícara puritana" era el pesado que quería conquistar a Irene Dunne mientras Cary Grant se reía de él a mandíbula batiente, pero es muy cierto que, con la edad, su rostro ganó en carácter e hizo algunos papeles muy interesantes, sin ir más lejos ahí está el ladino patrón que contrata a "Los profesionales", o el seguidor del diablo que colaborá al nacimiento del Anticristo en "La semilla del diablo", o en la mejor época de John Landis cómo era partícipe de una caprichosa apuesta con Don Ameche (otro actor de inolvidable recuerdo) involucrando a Eddie Murphy y a Dan Aykroyd en "Entre pillos anda el juego". Muy valioso y muy acertado tu comentario, Gema, y gracias de nuevo

Anónimo dijo...

Me ha hecho gracia el comentario de Gema de que no le gustaba Rosalind Russel porque le parecía demasiado hombruna. Probablemente sea esa naturaleza hombruna de Rosalind la que la capacita para el personaje que interpreta en Luna nueva. En las comedias de la época que abordan el tema de la guerra de sexos el carácter fuerte casi siempre corresponde a la mujer (recordemos a Kate Hepbur en las comedias con Spencer Tracy) Ella es la que suele llevar habitualmente los pantalones mientras que él aparece como una especie de calzonazos. Y aquí si uno se fija Cary Grant no es más que eso, un calzonados, ante la personalidad y el caracter arrollador de una mujer de armas tomar como es Hildy Johnson
De hecho creo que uno de los no diré fallos sino más bien no aciertos del remake que hizo de esta película Wilder en Primera plana es no haber seguido respetando el sexo de sus protagonistas. Y así Jack Lemmon se presenta deliberadamente como un tipo sensible, delicado e incluso algo amanerado y su futura Susan Sarandon como una santa absoluta capaz de aguantar carros y carretas. Así todo el cinismo recae en el personaje de Matthau. Se echan de menos las puyitas y los recaditos que en la version original se mandan Russel y Grant la verdad. Tío Billy, he blasfemado contra ti, espero que me perdones

César Bardés dijo...

Estoy bastante de acuerdo con tu comentario, Dex, pero quiero dejar bien claro que la versión de Billy Wilder para nada me parece mala. Me parece una estupenda película, que introduce una variación interesante y que, desde luego, hace recaer el peso de la ironía en el terrible personaje que interpreta Walter Matthau mientras que Jack Lemmon es un sibarita que parece algo fuera de lugar trabajando en el periódico que dirige Matthau y más si consideramos que es un auténtico hacha de la noticia. Susan Sarandon, por otra parte, renegó bastante de aquel rodaje porque dice que aunque siempre se la trató con corrección, parecía como si hubiera un círculo cerrado de amigos entre Wilder, Lemmon y Matthau y que no dejaban entrar a nadie más. La fiesta estaba en ellos. También hay que decir que, por ejemplo, en "Primera plana", el doctor Eggelhoffer es bastante más gracioso y tiene mucho más partido que el médico que examina al prisionero en "Luna nueva". Yo diría que Wilder utilizó toda su mala leche contra una profesión que aborrecía (lo demostró ya en "El gran carnaval") y Hawks hizo una comedia que, a pesar de sus velocidades, es más contemplativa y siempre más cercana. Wilder lo destrozaba todo. Hawks lo hacía destrozar. Había una gran diferencia entre ellos. Quizá fuera el tipo de ácido utilizado. Gracias por un comentario muy bueno.

Anónimo dijo...

A mi tampoco me parece una mala peli en absoluto Primera plana. Y lo de introducir a Jack Lemmon me parece una variante interesante. Creo que en la peli de Wilder las puyas y los recaditos hay que buscarlos en la sala de prensa con la presentación de unos tipos absolutamente impresentables capaces de vender a su madre con tal de conseguir una exclusiva o que sus ripios aparezcan en una esquelita al lado de las necrológicas. A ver para cuando un post de El gran carnaval, jeje. De momento seguimos disfrutando con sus maravillosos escritos.

César Bardés dijo...

Eso está hecho, Dex, anoto la sugerencia y la petición. Gracias de nuevo