viernes, 2 de enero de 2009

AUSTRALIA (2008), de Baz Luhrmann


El maestro Miguel Marías decía de Baz Luhrmann “este director se proclama (y puede que se lo crea) capaz de revolucionar algo muerto y que sus juveniles “fans” puedan pensar que renueva o rejuvenece un cadáver a fuerza de descarados anacronismos (supuestamente mordaces, provocativos o iconoclastas) y de la aplicación de las técnicas más convencionales del video-clip y otras formas de maquillaje, cine de batidora en estado puro, certificando y ratificando el seguidismo cultural tan de moda en los tiempos que corren”
Y yo no soy nadie para contradecir a un maestro. Bien es verdad que estas palabras las decía a propósito del despropósito que era Moulin Rouge pero es que Luhrmann no duda en meter en un mismo saco El mago de Oz y Lo que el viento se llevó, ambas de Victor Fleming; Por un puñado de dólares, de Sergio Leone; Jezabel, de William Wyler, con vestido rojo incluido; La reina de África, de John Huston; La última ola, de Peter Weir; Pearl Harbor, de Michael Bay e, incluso, Cowboy, de Delmer Daves para narrar algo que es un western…no. Ah, es una película bélica…no. Ah, es una historia de amor…no. Ah, es una madre coraje…no. Ah, es una de esas romanticonas…no. Ah, es una odisea…no. Es un video-clip de dos horas y tres cuartos de duración que bajo la apariencia de espectacularidad y de un esteticismo manierista cercano a la imitación, no hace más que esconder las carencias de un guión más plano que la delantera de mi primera novia. Eso sí, vamos a coger a Hugh Jackman (que intenta por todos los medios parecerse al Clint Eastwood de su mejor época) y a Lady Bótox…digo, Nicole Kidman y así nos aseguramos la taquilla bien llena. Al fin y al cabo, si la película estuviera protagonizada por Fernández y García… ¿quién iría a ver esto?...
Lo peor de todo es que Luhrmann quiere disfrazar toda la épica del rato largo que dura el temita como una denuncia de lo que el hombre blanco hizo con los niños mestizos arrebatándolos de los brazos de sus madres para educarlos bajo los sempiternos preceptos de Dios, Patria y Rey y lo que le sale es de todo, menos eso salvo una puntita de respeto hacia las costumbres aborígenes de un país que está allí, donde da la vuelta el aire y donde, precisamente por eso, hay que mostrar algo más de distancia hacia la identidad de los pueblos.
La película, sin embargo, tiene sus virtudes. Últimamente, las bandas sonoras de David Hirschfelder están siendo de una calidad extraordinaria y la fotografía de Mandy Walker llega hasta fronteras de pura nitidez paisajística con elementos de grandeza siempre que salvemos la notable digitalización que se imprime con la gratuidad propia de Luhrmann, un recurso que le encanta, y que convierte todo el cartón-piedra en una neblina que no se cree ni el más cegato de los murciélagos.
Jackman, por otro lado, se come con su presencia, que no con su interpretación (y no olvidemos que Eastwood como actor es más una presencia que una actuación) a Lady Bótox…digo, Nicole Kidman porque sencillamente esta chica ya ha cometido tantas locuras estéticas que reír parece que le duele y llorar se asemeja mucho a una sonrisa si no fuera por las gotas de glicerina que ponen en sus ojos azules. Ella consigue, no sin esfuerzo, que lo que veamos en pantalla sean los movimientos compactos y algo guiñolescos de una muñequita de porcelana que ni siquiera ha sabido componer su personaje con experiencia (qué lejos queda la Kidman de Las horas) pues al principio se nos aparece como una dama aristocrática de altivez algo ñoña y, de repente, cuando toma la rápida decisión de convertirse en la Madre Empuje, se le pasa en un pis pas. A mí también me gustaría cambiar de carácter con tanta rapidez, teniendo en cuenta que aún le quedan dos horas de película.
En resumen, Australia no es nada. Es algo que entretendrá a los poco exigentes sin caer en que lo que nos está contando, se nos ha contado ya mil veces. Deberían haber estado presentes cuando estalla la murmuración en el cine en el instante en que Jackman aparece afeitadito y con smoking, símbolo perfecto de lo que es esta película. Mucha presencia y nada en su interior. Atenderé sus reclamaciones aquí en este rincón, cuando ustedes quieran.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya has visto que el Año Nuevo sigue sin traerme la tan deseada paciencia, esa palabra que no existe en mi diccionario. A lo que vamos. Tengo, o tenía , yo muchas ganas de ver esta peli. Por tener tengo hasta una lista de gente que quiere verla y ya me ha pedido ir a verla conmigo. A medida que iba leyendo tu crítica iba, a ver como lo digo.... mira no se otra manera mejor de decirlo, iba maldiciéndote( había escrito otra cosa pero la he borrado). Te leía y me ibas tirando por tierra todas mis espectativas. Te prometo que he soltado tacos y todo, deben haberte pitado los oidos. Pero claro, cuando he llegado a la descripción que hacías de la Kidman sobre su manera de rie o llorar, he soltado una carcajada. En fin, iré a verla de todas formas. Así que cuando lo haga, ya pondré mi opinión. Pero va a ser una lata,( aquí también había puesto otra palabra), porque sé que mientras la vea iré recordando lo que tu has opinado sobre ella ya ya no va a ser lo mismo.
Gema

César Bardés dijo...

Esa es la pena de leer a los críticos antes de ver la película, que van los tíos que se creen los más listos del mundo y te echan por tierra las expectativas de una película que, en esta ocasión, no sorprende absolutamente nada. De todas formas, no te preocupes, si eres capaz de prescindir de lo que yo digo, tan válido o tan inválido como lo que dice cualquier otro, pasarás un buen rato viendo algo que no tiene nada dentro. Mucha gente está cayendo en esa trampa. Eso sí, lo de la Kidman salta a la vista y es como dar un beso a un globo por la parte del pitorro.

Anónimo dijo...

Mierda de x.. Otra cosa, no me gusta lo que dice, o mejor, cómo lo dice, "tu maestro" Miguel Marías. He tenido que leerlo varias veces. Tampoco he entendido muy bien lo que quieres decir sobre meter en el mismo saco a todas esas películas que nombras. Por cierto, el otro día volví a ver Lo que el viento se llevó. Como diría el padre de Alberto, el tuyo y mi madre( con la que la vi y disfruté), peliculón.
Gema

César Bardés dijo...

Es posible que no te guste la crítica destructiva que de Luhrmann hace Marías pero yo le comprendo muy bien porque este señor no hace más que cine-batidora. También es bastante posible que sea así porque te gustó "Moulin Rouge" aunque a mí me parece uno de los mayores engaños perpetrados por el cine contemporáneo. Y lo de las películas que nombro no es más que una burla en tanto que Luhrmann pone elementos de todas ellas en "Australia" y lo que le sale es un híbrido que, como bien sabe el mundo, puede ser una mula estéril. Para mí Miguel Marías es una de las personas que más sabe de cine de este país (aunque no siempre esté de acuerdo con él, como su admiración por el cine de Godard). Y creo que en lo que dice sobre Luhrmann tiene mucha, mucha razón

Anónimo dijo...

No me gustan las personas que para defender su postura ridiculiza a un público que pueda seguir a un director o a sus películas. Puede que a eso se le llame crítica destructica, como tu dices, pero a mí no me gusta. Aunque si el señor Marías es una de las personas que más sabe de cine de este país, imagino que poco importa mi opinión. Sí, me gustó Moulin Rouge. Nunca la pondría en mi lista de películas favoritas, pero me gusta la magia que la envuelve. Por otro lado puedo asegurarte que no suelo pasar un buen rato viendo películas que no tienen nada dentro.
Gema

César Bardés dijo...

Yo no creo que lo que diga sea ridiculizar a un público que, cada vez, es más presa del aborregamiento cultural al que nos someten. Si no se exige, no se obtiene. Es un principio básico. Si lo que hace Luhrmann revestido de lujo, eso sí, nos parece la leche en verso eso es "seguidismo cultural", en otras palabras, aborregamiento. Yo, enseguida le vi el truco a este señor, y quizá el aborregado sea yo porque estamos en franca minoría y quiero creer que hay más perros que borregos. Si el señor Marías es uno de los que más saben de cine en nuestro país, poco importa lo que diga yo también. Quizá Luhrmann sea un genio y la gente que lo adora sean admiradores del auténtico arte y te aseguro que yo sí he pasado buenos ratos viendo películas que no llevan nada dentro. Ahí están ejemplos como "El botones", de Jerry Lewis, que lo único que pretende es hacer reír sin hilazón argumental, o una película como "La guerra de las galaxias" no creo que sea el paradigma del "mensaje" cuando, en realidad, se ajusta al viejo cuento de princesa-raptada-rescatada-por-un-príncipe-y-sus-secuaces. La mayor parte de las veces no es lo que cuentas, sino cómo lo cuentas. Es bastante posible que una película que sí tiene pretensiones como "Sed de mal" la coja Baz Luhrmann y la convierta en una película preciosista (y mira que tiene planos del copón bendito) con mucho color y cuente con el folclore mejicano para acompañar la trama de lo que no es más que un crimen. Quizá incluso a Welles le hubiera gustado la idea, aunque dudo mucho que jamás hubiera ejecutado algo así sin querer decir algo más y sin exigir al espectador algo más. Es evidente que lo que pueda decir el más eminente de los ideólogos del cine es sólo una forma catedrática de ilustrarnos a los demás de manera algo pedante. También es evidente que el público no es precisamente un pozo de sabiduría cinéfila. Y es más, te sorprendería saber cuántos hay que hablan de "Lo que el viento se llevó" y ni siquiera han visto más allá de una hora. Cuando la veas, deja un comentario, por favor. Verás que no es tan horrible como algún crítico sabihondo como el que firma afirma.

Anónimo dijo...

Creo que desde el principio no has comprendido lo que yo quería decir. Sería absurdo querer medirme con alguien que en esta materia me da cien vueltas. Llámese Miguel Marías o César Bardés.Si lees mi segundo cometario verás que dije que lo que no me ha gustado de este señor es su manera de decirlo, no lo que dice en sí. En cuanto a lo de las películas que llevan algo dentro o dejan de llevarlo, no me pongas como ejemplo El botones de Jerry Lewis. Creo recoerdar que lleva muchos momentos de verdadera carcajada, como casi todas sus pelis. Si eso no es llevar nada dentro... en fin. Y aquí lo dejo, César. En ningún momento pretendí nada más que dar mi opinión. Me ratifico en todo lo que ya dije antes. No me quieras llevar al huerto porque sé perfectamente con quién estoy hablando. Con alguien que me tiene la batalla ganada dialécticamente hablando. Tu has entendido perfectamente lo que yo quería decir. Mi padre solía decirme que muchas veces es mejor y más dificil saber escuchar que hablar.En este caso, leer. Así que, te sigo leyendo.
Gema

César Bardés dijo...

Bien, ahí queda el comentario como aviso de que no siempre contesto ni hago las cosas bien. Uno es humano y también yerra. En cuanto a batallas dialécticas, tienes razón, soy muy bueno en eso y a veces caigo en ese pecado. Lamento que nuestras opiniones no coincidan en esta ocasión y asumo el tirón de orejas. Gracias, una vez más, por decir dónde está el error

Anónimo dijo...

Me gustaría meter baza en el debate, aunque el lio laboral que llevo probablemente haga inconexos mis argumentos, lo que, por otra parte, es una seña de la casa.
No he visto la peli, obviamente, como casi todas, que llevo un retraso de gran magnitud, tampoco me apetece mucho porque de estas épicas historias-rio melodramáticas tipo "Lo que el viento se llevó" salí escaldado de "Cold Mountain" y para ver más de lo mismo me pongo a Reth Butler y a la O´hara y me quedo tan contento.
Hasta ahí todo correcto, ahora bien, como amante del cine clásico creo que no debemos denostar todo aquello que no se atenga a sus cánones sino más bien al contrario. Miguel Marías es un maestro, en cine y en más cosas, el tal Bardés también, pero como Gema creo que se pueden ver las cosas con otros ojos y careciendo de la maestría tener opiniones tan o más validas que los ilustres.
A mi me gusta “Moulin Rouge” y no me pareció un despropósito, lo sería si la comparásemos con “All That Jazz”, “Cantando bajo la lluvia” o “Un americano en París”, pero Moulin es una película distinta, de una época distinta, para un público distinto, con técnicas distintas y sin intención, al menos yo no lo creo, de renovar géneros o rejuvenecer cadáveres.
A mi, “Moulin Rouge” me parece un buen espectáculo, en el sentido que ofrece diversión, entretenimiento, algún momento brillante y un par, como poco, de imágenes, planos o secuencias de las que se quedan (al menos se me quedan a mi que soy fácilmente impresionable). Me parece un buen musical puesto que cuenta con una banda sonora que se me antoja, como mínimo agradable, algún número musical muy notable y un par de arreglos sumamente interesantes. Así, puedo decir que el potpurrí de canciones de amor en lo alto del elefante, el tango de Roxanne y el “Show must go on” que canta Ziggler son tres de los momentos más atractivos, musicalmente hablando, que he visto en mucho tiempo.
¿Cuales son los peros?, ¿Que estos números están rodados como si fueran un videoclip?, ¿Qué toda la película no es más que un videoclip de 180 minutos? ¿ Que se da mucha importancia a las imágenes y que la historia es demasiado simple?...Es normal la estética de videoclip, viniendo de quien viene y sobre todo realizándose en los tiempos que corren, pero eso no es, o no debe ser un problema, soy capaz de maravillarme contemplando a Gene Kelly bailar con Jerry (o con Tom que nunca supe cual de los dos era el ratón) pero también puedo disfrutar de un “Your song” cantado desde el tejado de una casa elefante con una luna sonriente de plastelina, fuegos artificiales y un tenor haciendo coros. Es posible que haya muchas imágenes pretendidamente modernas en esa visión casi surrealista de Paris cercana a los libros esos desplegables, pero en una película cuyos personajes arquetípicos son puras caricaturas el escenario podía ser un decorado teatral que hubiera dado igual, y en cuanto al contenido de la historia…no dramaticemos, no creo que algunos de los musicales que etiquetamos como obras maestras soportasen mucho una visión menos superficial de su trama.
No tengo a Lhurman como un grande, ni practico el seguidísimo, creo que se puede acertar con una película y no considerarle un maestro, me gustan cosas de Burton o Lynch pero no soy fan de su cine, por tanto y aunque haya legión ( si Marias lo dice, la habrá) de fans juveniles que alaben continuamente al director no creo que eso le descalifique como tampoco lo enaltece.
Una cosa si me preocupa, la voz de los gurús puristas ( y no digo que Wolf sea el caso) que no admiten nada que se alejen de los patrones y que, como los exigentes críticos del flamenco rechazaron a Lole y Manuel porque ensuciaron con el pop el alma del cante, ellos descarten otras formulas por el hecho de que ni Hitch, ni Ford, ni Kurosawa hubieran contado de tal modo.
Me gusta el cine, me gusta el cine clásico, me gustan los experimentos, me gustan las nuevas formas de contar o al menos les doy una oportunidad, los resultados nunca son comparables y desgraciadamente muchas veces cometemos la grosería de intentarlo. “Sin City” me parece una buena película, y disculpen si ofendo, “Moulin Rouge” también., no tengo porque pensar en Philip Marlowe cuando veo la primera, ni en José Ferrer cuando veo la segunda, si lo hago es porque tengo un problema o porque el film no me enganchó.

Un abrazo en cualquier caso a las opiniones y a los opinantes, plantearnos el debate ya merece la pena.

Carpet.

César Bardés dijo...

Por supuesto que la opinión de Gema es tan válida como la del Señor Marías, la mía o la de San Pitopato de Borondán. En eso no hay discusión. ¿Que se me puede acusar de purista? Vale, que se me acuse, no tengo problema en asumir ciertas cosas que pueden ser verdad. Hitchcock, al fin y al cabo, era un vanguardista de tomo y lomo en su época; lo mismo que Stanley Kubrick, tan denigrado por aquellos que no ven salida a un jeroglífico; lo mismo que Martin Scorsese, al que por supuesto algunos ya tildan de acabado por hacer una película como "Infiltrados", versión de otra película del cine de Hong-Kong. Si esto del cine, es así. Los gustos son los gustos y nadie puede rechazar que a aquel le gusten las lentejas y a ti las judías del Barco.
Si vamos a un sentido crítico (que, lo siento, no tiene nada que ver con el gusto), el problema de "Moulin Rouge" es exactamente el mismo que tiene "Australia", es decir, que es un batiburrillo de cosas presentadas como vanguardistas cuando no hay nada nuevo bajo el sol. ¿Que se nos presenta París de una manera que se sale del impresionismo pero no deja de ser pictórica? Eso ya lo hicieron en su día Marcel Carné con "Los niños del Paraíso" y, sobre todo, Jean Renoir con "French Can Can". Que está rodado a la manera de un video-clip. Eso, a mi modo de ver, no es más que una forma de falsear los números. Si te atienes a una técnicas de planos cortos, cortados a velocidad de vértigo, es perfectamente posible que Nicole Kidman esté bailando el "kasatchok" y nos parezca que está haciendo un número increíble de elasticidad y plasticidad. El repertorio, aunque anacrónico al cien por cien, no es malo, el problema es, precisamente, que da la impresión de que se cogen canciones de cierta enjundia "pop" para enganchar al público (no olvidemos, la edad media del espectador medio en el cine, hoy por hoy, es de 17 años). Son muy buenas canciones pero como sí soy un purista, prefiero "I love Paris", de Cole Porter antes que "The show must go on". Por supuesto, todo esto es perfectamente discutible, debatible e incluso rebatible. ¿El argumento? Vaya, una historia de amor de un tipo que se enamora de una chica que se tiene que entregar a un malo malísimo...curiosamente el "Can-Can" por todos conocido es "Orfeo en los infiernos" cuyo argumento se basa en "Orfeo y Eurídice" que, por casualidad, es clavadito a lo que se nos cuenta en la película. Yo no pido que el argumento de un musical sea ni profundo, ni original, lo que pido es una cierta sinceridad a la hora de contarme la historia (cuestiones sobre el tema, diríjanse a Bob Fosse). Ahí tenemos sin ir más lejos un musical tan discreto como "Hairspray", que es transgresor, aunque sea segunda versión de una película no-musical, y sin embargo me parece espléndidamente dirigido. El resultado de todo ello bien mezclado se dirige a lo que Marías denomina "cine de batidora" algo con lo que estoy absolutamente de acuerdo. "Moulin Rouge", al fin y al cabo, intenta distraer nuestra atención en un envoltorio de lujo (el mismo truco que "Australia") con tal de que no caigamos en el vacío que nos propone (aún admitiendo que sí, que el tango de "Roxanne" es la mejor escena, con mucho, de toda la película). Yo, cuando veo, "Sin City" no me acuerdo de Philip Marlowe, sino del cómic y de lo bien que estaba así, en viñetas. Cuando veo "Moulin Rouge", no me acuerdo de José Ferrer, una película con la que mantiene bien pocos puntos de contacto, sino que me acuerdo de la madre de Luhrmann y en las casi tres horas que perdí intentando ver algo en una película que todo el mundo me había recomendado lo cual, por otro lado, me hace pensar que el equivocado, por supuesto, soy yo.
Por último, una pequeña anécdota. Un día, cierta señorita me preguntó quién dijo aquello de "Los diamantes son los mejores amigos de una chica" y yo, con mi pedantería y sentimiento de superioridad habitual, contesté que Marilyn Monroe en "Los caballeros las prefieren rubias". La fulanita me dijo que no, que había sido Nicole Kidman en "Moulin Rouge". Sobran las palabras y los adjetivos ante tal ignorancia por mi parte.
Gracias y, por cierto, es absolutamente sincero todo lo que he dicho. Yo tampoco considero que Luhrmann sea un genio, entre otras cosas porque nunca ha llegado a hacer nada parecido a una obra maestra. Creo que Tim Burton sí tiene algo parecido a eso y David Lynch, a mi modo de ver, tiene, al menos, dos, precisamente las menos Lynchyanas de sus películas. Tampoco soy un gran admirador de ellos porque todos son gente que harán 20 películas y tan sólo dos o tres podrán salvarse de la quema por mucho que se intente decir que son los nuevos clásicos. Ea, dicho queda.
Gracias a los dos por exponer vuestro punto de vista. Intentaré ser algo más ligero la próxima vez.

Anónimo dijo...

Pues ya la he visto y aquí estoy cual mosca cojonera. Sabes qué pasa? Pues que me encantaría tener un sitio, un café tipo El Gijón para poder hacer una tertulia y hablar sobre la peli. Hay cosas que no puedo comentar por respeto a la gente que aún no la ha visto. En muchas cosas estoy de acuerdo contigo, César. En otras no tanto. Lo que más me chirría de toda la peli es la Kidman. El tampoco es que me haya gustado mucho, pero bastante más que ella.. Tu dices que la peli tiene mucha presencia y nada en su interior. No estoy de acuerdo. Me gusta mucho la historia que cuenta. No entiendo de guiones bien escritos o mal escritos. Sólo sé que lo que se cuenta me ha gustado. Me parece una bonita historia. Hay una escena, cuando ella entra al bar, que me parece una imitación a otra escena muy simliar de Memorias de Africa. Nada que ver...Me canta bastante lo de la digitilización. No me gusta. Ahí estoy contigo. Hay escenas que me parecen muy irreales. Muy de postal. Pero en resumen, debo ser poco exigente. A mí me ha entretenido.No entro en tecnicismos, simplemente digo que es bonita. Hay películas muy, muy buenas pero que a mí me parecen feas como "No es país para viejos". Comentaría muchas más cosas sobre la peli, pero como ya dije lo haría en plan tertulia. Escuchando, opinando y aprendiendo. Nunca perteneciendo a ningún "seguidismo cultural". Ya ves tu que ni siquiera he visto la saga de" El Señor de los anillos", ni ninguna de las de Harry Poter.Ese es mi seguidismo cultural.
He de reconocer que he ido a verla con mi hija mayor y esto seguramente también ha ayudado a que la disfrutara doblemente. Esa referencia que se hace al Mago de Oz ha sido un bonito guiño para nosotras ya que es la peli que yo les ponía a mis hijas cuando eran pequeñas cada noche mientras cenaban. Para ellas es su " peli de Dorita".
Fíjate que mientras la veía pensaba en esta misma peli con otros actores. Pongamos Rachel Weisz, o Kate Winslet. Y de prota masculino...no se me ocurre ninguno. Pero seguro que hubiera ganado bastante.
Ah, y no soy de las que han suspirado al ver a Hugh Jakman con smoking.
Resumiendo. Peli entretenida, bonita. Con sus fallos, pero se pasa un rato agradable.
Gema

César Bardés dijo...

Luego lo que dije en mi segundo comentario era cierto. Si prescindes de lo que yo digo, es una película que llega a gustar. Me alegro de que hayas pasado un buen rato y que creas que tiene momentos de altura. Eso es lo que tiene el cine, lo que uno ve puede ser perfectamente distinto a lo que ve otro. Me alegro de que no hayas suspirado cuando Jackman sale con "smoking", aunque no sé si en el cine hubo murmullo, en mi sesión y en mi cine, sí lo hubo y que no practiques ningún tipo de "seguidismo cultural".
Con alegría, gracias.

Anónimo dijo...

Resulta que yo no quiero prescindir de lo que tu digas, por la sencilla razón de que tu me has enseñado mucho de cine. Tu me has enseñado entre otras cosas a amar el cine, ya lo dije una vez. Ya sé que yo ya lo amaba antes de conocerte, pero ahora lo amo de otra manera. Sabiendo saborear cosas que antes no sabía. Y gracias a eso seguramente he sabido ver los fallos que tiene esta película. Eso no quita para que a mí me guste uns peli y a ti no tanto.
Y por favor, no seas más ligero la próxima vez.
Gema

César Bardés dijo...

Gracias por tus palabras. Menos mal que nunca me he creído nada. Ni soy maestro, ni soy especial, ni nada de nada. Soy uno más que da la casualidad que trabaja en un periódico y decide poner un blog para que se hable un poco más de lo que opina, acertado o no. Al fin y al cabo, como decía Oscar Wilde: "Más vale que siempre hablen de uno, aunque sea mal". Gracias por seguir ahí.

Anónimo dijo...

A ver, no confundamos. No estar de acuerdo con alguien no significa que se hable mal de ese alguien.
Y sigo pensando que buscar algo dentro de "Moulin Rouge" es tan poco estimulante como denostarlo porque ese tipo de escenario ya salió en "French Can Can".
Mola buscar algo más en las pelis, yo lo hago, pero a veces uno se encuentra con cosas sin buscar, yo encontré algunas en "Moulin...", tu no. Eso es diversidad de gustos, de percepciones o de sentido crítico (no dudo que el mio es mucho menos exigente que el tuyo y seguro que mucho menos educado y experto).
Lo que en verdad quería apuntar es que, y no te incluyo en ello apriori aunque quizas quiieras autoinculparte (lease con humor lo de la culpa), es que se suelen denostar algunas películas por comparación con referentes clásicos y eso, amigo mio, es un ejercicio baldio. Los iconos clásicos tumban cualquier expectativa y por tanto no hay sentido ni proporción en la balanza.
En cuanto a lo que comentas de los diamantes, estarás conmigo que eso no es un problema de la plícula de Lhurman, ni siquiera de la Kidman es un problema de incultura y ya está.
El otro día preguntaban en televisión en que año comenzó la guerra civil española y la chica contesto: "¿la Primera o la Segunda?", podríamos acusar del error a las malditas guerras mundiales que inducen a la confusión pero no se yo si seríamos justos.

Abrazos a ambos...Y perdón por disentir.
Carpet.

César Bardés dijo...

Yo no denosto "Moulin Rouge", denosto al lumbreras que dice que eso es nuevo o vanguardista. Mi sentido crítico puede ser un perfecto patán, al igual que lo puede ser el tuyo o el de el ínclito San Pitopato de Borondán, sólo estamos exponiendo nuestros distintos puntos de vista mientras intentamos encontrar algo de verdad. Y por supuesto que comparar cualquier tipo de cine con los clásicos no me parece un ejercicio baldío. ¿Sabes por qué? Por la sencilla razón de que a los clásicos ya no se les ve. Es posible que tu y yo y unos cuantos más vean clásicos e intenten sacar unas cuantas conclusiones sobre Fritz Lang. Yo he oído con estas orejas que me ha dado Dios cómo una actriz de nuestro cine decía que "Moulin Rouge" era una genialidad y que no comprendía cómo Baz Luhrmann no era considerado un genio. Y, efectivamente, lo de los diamantes es un problema de incultura...tal vez porque no se ven clásicos, simplemente no interesan. Son antiguos, pasados de moda, trasnochados y es más, serás denostado si te atreves a decir un par de cositas de los clásicos (y estoy hablando de la gente en genera), es más, incluso te dirán que eres un pedante. Si eso incluso pasa si a alguien que lo que más ha leído es a Dan Brown le dices algo sobre Bertrand Russell. Sólo hay que visitar unos cuantos blogs por ahí y comprobar la incultura imperante. Los datos erróneos, las críticas cubre-espaldas, el poner a parir algo que no se entiende y el notorio afán por intentar conectar dos títulos por el camino equivocado están a la orden del día.
Y además, yo de hecho y de alguna manera, ya digo en la crítica que "atenderé sus reclamaciones aquí cuando ustedes quieran" porque sé que es una película que (y lo pongo entre comillas porque no hay ningún afán de superioridad manifiesta, ni de insultar a nadie de ninguna manera) es candidata perfecta a "engañar". Siempre estuve de acuerdo con Welles con aquello de "La crítica es la esencia del arte", una frase que pronunció cuando apenas tenía doce años y la misión de un crítico estriba no sólo en decir que algo es bueno y por qué, sino en decir que algo es malo y por qué y, por lo general, acudiendo a puntos de referencia porque, en teoría, es alguien que tiene muchos puntos de referencia.
Por cierto, en este blog esta permitida la disensión con todas las de la ley, lo cual no quita para que yo, tú o el vecino de enfrente que también tiene un critério exponga sus puntos de vista de la manera que mejor le convenga. Así que no hay perdón que valga, en todo caso, darte las gracias por debatir y dar un punto de vista que, aunque está lejos del mío, ayuda a ensanchar mi propia mirada.

Anónimo dijo...

Pedante, mon ami, es quien hace alarde de erudición de manera inoportuna o con afan de engreimiento (algo asíi dice el RAE). Si alguien lo dice de ti es, una vez más, gala de incultura que, como bien dices, abunda.
Lo de engañar ya es otra cosa, calificar ciertas películas como "candidatas a engañar" pues es...cuando menos subjetivo. "Moulin ..." me gustó, ¿Eso quiere decir que me engañó Lhurman vendiendome como el acabose lo que no es más que un vacuo ejercicio de collage de imagenes ya vendidas?. No, porque yo no digo que fuera el acabose, pero si una peli notable y más que aceptable como musical ( estoy tan falto de musicales que cualquier cosa me parace buena, tal vez ).

Otro si digo, que en cuestión de engañar, mas de un crítico de postin, de los que saben de cine casi tanto como Marias, dice que una película que ambos adoramos (al menos yo) como Cinema Paradiso no es más que una tramposa busqueda de la lagrima facil y un engaña-simples a los que Tornatore colocó unos reclamos sentimentales y terminamos rendidos a lo que presumimos como bello.

Creo que críticar no es facil, pero es obvio que hay mucho crítico (no digo Marias, no digo tu) que tiende a lo sencillo poniendo a parir cualquier éxito con el pretexto de que sólo lo no comercial es bueno.

Asi me gusta, que me perdones, y si este fuera un sitio donde se permitiesen las bromas soeces, diría que puestos a esnsanchar miradas preparases el tercer ojo.

Saludos sonrientes. Carpet.

César Bardés dijo...

No quiero decir que Luhrmann te engañase, ni mucho menos. Sigo diciendo que la plabra "engaño" la he puesto con reservas y entre comillas para que no hubiera malas interpretaciones. Yo creo que lo que hizo Luhrmann es un batiburrillo de cosas que resultan ser muy llamativas visualmente (aunque el montaje es literalmente desastroso, mareante y horrible) y que lo demás lo pone el espectador. Y lo pone con gusto. Mis padres fueron a verla y volvieron encantados con esa historia de amor y lujo y, es más, es normal. Lo dice el pedanteRAE. Si acudimos a los términos artísticos (al fin y al cabo, la crítica debería ceñirse a eso) yo no veo el arte, pero comprendo perfectamente que haya personas que les parezca una película notable, sobresaliente y de matrícula. Ahora, evidentemente, si alguien me dice que eso es nuevo, lo rebato, lo he rebatido y lo seguiré rebatiendo. No lo es. No lo será nunca. Un batido de chocolate, por mucho que lo batas, seguirá siendo chocolate y mezclado con leche, además.
Comparto tu adoración por "Cinema Paradiso" y sí, recuerdo que cuando se estrenó hubo una especie de corriente crítica que intentó imponer que aquello no era más que un intento fácil de acudir a la emoción con resortes provincianos. Todo ello se decía porque a Alberto Moravia se le ocurrió declarar que "Cinema Paradiso es un compendio del peor provincianismo italiano". Es evidente que Moravia, ya en el final de su vida, no es que tuviera una visión muy clara de las cosas, ahora, eso sí, era muy dueño de decir lo que le saliera del provincianismo italiano.
Por supuesto que hay mucho crítico que sólo considera que lo que no es comercial es lo bueno. Y siento tener que acudir a los clásicos pero Wilder no le quitaba el ojo a la taquilla cuando hacía sus películas, Kubrick tampoco, Hitchcock tampoco pero, claro, basta con que venga el franchute de Truffaut y enfoque un poquito el tema de la política de autores para que, de repente, todos esos pasen de despreciados a maestros indiscutibles. La crítica es voluble y, lo que es peor, puede manipularse con cierta facilidad. Es evidente que un crítico como Miguel Marías no tiene por qué venderse ni plegarse a intereses comerciales de ninguna clase. Da la casualidad de que a César Bardés tampoco le han establecido ningún tipo de cortapisas a la hora de escribir sus críticas, más que nada porque César Bardés no es nadie y lo que pueda decir tiene tanto valor como un pedazo de mis mocos después de pasar por el túnel de estornudos. Yo sólo digo cómo debería ser la crítica aunque en la mayoría de los casos, los críticos no sean así. Hay mucho mastuerzo (yo entre ellos), mucho gilipollas con complejo de superioridad e incluso hay alguno por todos conocido que se cree que descubre América cada vez que se pone delante de un teclado y dice unas obviedades que son de náusea y vómito.
Estoy haciéndome ya el agujero del tercer ojo. Espero con impaciencia tus disensiones.