jueves, 26 de noviembre de 2009

UN LUGAR DONDE QUEDARSE (2009), de Sam Mendes


John Ford siempre decía que detrás de una gran película había que realizar una película pequeña y eso mismo es lo que ha hecho Sam Mendes después de dejarnos con el corazón arrasado y destruir todos los tópicos del sueño americano con Revolutionary road. Ha reunido los pedacitos que nos había desperdigado por el suelo y los ha vuelto a juntar con sumo cuidado, con bases bien sólidas de historia muy modesta pero contada desde la sabiduría y la falta de pretensiones.
Así nos ha dejado algún resquicio para la esperanza, presentándonos a una pareja de Ulises modernos que, ante la proximidad de ser padres, van buscando algún lugar donde echar raíces, donde asentar las convicciones de su vida para ser mejor de lo que son porque, al fin y al cabo, eso es lo que significa ser padres. Por el camino, harán parada en el egoísmo sin contemplaciones, en la falta absoluta de responsabilidad de otros padres que parecen recién salidos del manicomio, en la perplejidad que les produce aún otra pareja que se ha inventado un estilo de vida que parece sacado del manual “haz el amor y no la guerra...pero con los niños delante” (majaderos como éstos das una patada en el suelo y salen cinco) y que además te miran por encima del hombro porque no compartes su bobada y te creen un ignorante, en la decepción de quien todavía no se ha realizado en la vida, en el dolor de una separación que hace que en una cama elástica se juren amor eterno prometiendo cosas que son imposibles pero que son reales, en la impotencia de poderse prolongar por mediación de los hijos naturales recurriendo a la adopción no como un fin, sino como un medio...El gran mérito de todo esto es que Sam Mendes, en lugar de sumergirnos en un dramón de lágrima y media nos mueve en una comedia de sonrisa muy larga y sabe reflejar, con un mirar profundo, todos esos miedos que nos han sacudido a todos los que alguna vez hemos sido padres y hemos estado bajo el poder de la influencia de los demás.
Y el caso es que la búsqueda de un sitio donde echar raíces donde se hace crecer un hogar tiene una respuesta más fácil que todo eso. No hace falta tanto peregrinaje, ni tanto vaivén. No es necesario mirarse en los espejos deformantes de los demás para poder tener un ápice de seguridad de que lo vas a hacer bien, de que te equivocarás como todos pero de que también acertarás y que el premio será un beso inesperado de tu hijo, o unas palabras espontáneas dichas desde la inocencia, o un sencillo dibujo en el que te verás reflejado a través de sus ojos. Somos seres que vivimos desde la comparación cuando, en realidad, somos capaces de crear. Y ser padre es lo más creativo a lo que pueden aspirar un hombre y una mujer.
En realidad, esa isla ansiada, ese lugar ideal, donde corra el aire, luzca el sol, el arpa de hierba no deje de sonar en los árboles, el marco donde nuestro hijo depositará la riqueza incalculable de sus recuerdos es en el rincón de los brazos de la persona a la que hemos amado tanto que hemos decidido tener un hijo con ella. Ahí es donde está el lugar donde quedarse. Ahí es donde crecen las edades para convertirse en años. Ahí es donde un niño podrá reírse con ganas hasta que sea un hombre. Por todas estas estaciones nos lleva el director Sam Mendes y el resultado es una película agradable, bonita, sincera, certera. Y de una película pequeña salimos con sentimientos grandes, alguna que otra carcajada e incluso algún gesto afirmativo como reconociendo en esa situación aquella vez que nos pasó a nosotros algo parecido. El viaje es una vida. Y el destino consiste en darse cuenta de que al lado de quien realmente amas todo es cálido y que ahí mismo, en el hueco entre él y ella, es donde los niños tienen que crecer, y lo harán en el mejor sitio del mundo. Y si no pregunten a sus hijos. Quizá queden sorprendidos si contestan que quieren crecer en cualquier sitio mientras papá y mamá estén juntos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno,esperaba que este jueves hablaras sobre Amelia. Voy a verla esta tarde y quería saber tu opinión. Tengo muchas esperanzas puestas en ella. He leído algo y me atrae la vida de esta mujer valiente y adelantada para su época. Ya veremos. En cualquier caso es muy bonito lo que has escrito sobre esta película de la que no había oído hablar mucho. Vi Revolutionary Road y me impactó bastante, muy dura. Parece ser que esta es mucho más calmada.
Intentaré verla.

Gema

dexter dijo...

Vaya, Low, yo esperaba que el tío Wins iba a hablarnos de Luna nueva, que por cierto supongo que será mucho mejor el original de Howard Hawks, donde va a parar, que a mí lo de ver a Cary Grant y a la Russel de vampiros no me cuadra mucho.
A mí Revolutionary Road me pareció impresionante, Sam Mendes me parece impresionante. Y sí estoy de acuerdo con Ford que los grandes directores se demuestra que lo son gracias a sus películas "pequeñas". Espero que no me defraude.

César Bardés dijo...

Bueno, ya digo, es una película sin pretensiones. No es una comedia burda, es una comedia realista, donde hay situaciones absurdas que arrancan la carcajada. Es una de esas películas que se dejan ver, como una puesta de sol. Sinceramente, yo también necesitaba algo así, quizá por eso Sam Mendes me ganó inmediatamente. La comparación, Dex, viene a que Ford te rodaba "Centauros del desierto" y, a continuación, se iba a Irlanda y rodaba una cosa pequeñita como "La salida de la luna" y te quedabas así como pasmado de que el director fuera el mismo. Pues aquí pasa algo más o menos igual. Mendes ha abordado una película sin complejos, con facilidad, con dos actores semidesconocidos (aunque John Krasinski lo sea un poco más y lo vaya a ser un poco más) y es una película que te deja con la sensación de que un poquito de seda ha pasado por el corazón. Quizá por eso sea tan valorable.
En cuanto a "Amelia", te diré que no me atrae nada de nada. Quizá tenga que ir a verla de todas formas porque suena como candidata al Oscar pero ni veo a Hillary Swank en el papel ni la historia de Amelia Earhardt me subyuga, por mucho que rompiera fronteras. De todas formas, esto no es más que una impresión sin haberla visto y eso puede ser un error del tamaño de un caballo percherón.
En cuanto a "Luna nueva"...Dex...no creerás que voy a ver ni una de esos vampiros...como no me obliguen que conmigo no cuenten.

dexter dijo...

Ah? qué no era un remake?

Anónimo dijo...

Pues nada, me temo que este año mi película vaya a ser El secreto de sus ojos de la que por cierto, también me quedé con las ganas de que comentaras algo. Últimamente busco cine que me distraiga, 2012 no lo consiguió. Esperaba que sí lo hiciera Amelia, aparte de que voy para ver al señor Gere, para qué negarlo.
Si me lo permites, recomiendo a todo el mundo El secreto de sus ojos. SEncillamente, maravillosa.

Gema

César Bardés dijo...

Sí es un "remake", Dex. Creo que Ralph Bellamy (o el que hace de él) es el que los salva a todos, por eso tengo mis dudas.
En cuanto a "El secreto de sus ojos", no te preocupes, Gema, caerá. Creo que no va a tener rival en la nominación a la mejor película extranjera de este año y va a ser obligatorio verla. En cuanto tenga un hueco, allá que voy.

Anónimo dijo...

Vaya, una peli sobre ser papás...pero encima no en plan "9meses", ni nada de eso.
Creo que los embarazos y las pater/maternidades dan para un transversal, desde la comentada con Hugh Grant y sus guiños, hasta el "Adios, cigüeña, adios" de Manuel Summers, el colmo del escandalo en los tardios tiempos de Franco. Pasando por la poco veraz "Juno" cuyo Oscar al mejon guión es un misterio para mi, la aburrida "Angie" de Geena Davis, la esperpéntica y ridícula "Vuelve el padre de la novia", la lacrimógena "Mi vida" con Michael Keaton en plan gafe, que venga a intentar quedarse embarazdo y cuando lo consigue le diagnostican un cancer terminal, pobre. Pasare por alto esa cosa de Suachenager y (¿Qué hacía allí?) Emma Thompsom y comentaré una pequeñita peli que a mi me agrada bastante, una comedia de humor a veces sutil, portagonizada por Hugh Laurie, "Maybe Baby" donde un guionista en crisis creativa aprovecha el diario del embarazo de su mujer para una serie de televisión.

En cualquier caso, me pillas con este post en un día ( tal vez debiera decir semana) de esos que te sientes especialmente sensible con el tema paternal...y me lelgas al corazoncito con eso de que el mejor sitio del mundo donde crecer...es estar al lado de los papas. Ya me gustaría que mis hijos contestasen eso dentro de unos años, significaría que al menos parte de todo lo que les quiero dar les llegó de alguna forma.

Abrazos.Carpet

César Bardés dijo...

Vaya, "Maybe baby", yo también la he visto y es una comedia francamente divertida y que debieron ver otros dos o tres como mucho. Está bien visto, Carpet. Todas las demás que citas las he visto y las he olvidado tan rápido como las he visto.
En cuanto al tema paternal, eso es lo que creo que Sam Mendes ha intentando transmitir con esta película, pero con la novedad de ponernos una sonrisa, leve, muy acariciada, pero sonrisa al fin y al cabo. Sin caer en tópicos pero sin huir de típicos. Creo que es una película que debería gustar a todos los que somos padres y nos importa un bledo que los protagonistas no sean unas estrellas superconsagradas y la producción sea de una modestia muy asumida. Ser padre también es algo cómico...realísticamente cómico.
Un abrazo, Carpet, comparto contigo ese sentimiento que te acompaña en estos días.