miércoles, 30 de junio de 2010

EL ARTE DE AMAR (1965), de Norman Jewison

No se dejen engañar por el título. Estamos ante una comedia pura y dura. De esas que hacen que broten risitas histéricas y elaborada a base de golpes buenos y por encima de la cintura (bueno, no siempre). Para empezar, su reparto está bordado con James Garner, Dick Van Dyke, Elke Sommer y Angie Dickinson. Para seguir, detrás de las cámaras hay un veterano que bordea la sabiduría como Norman Jewison. Para terminar, pues eso, los últimos veinte minutos son delirantes, de libro de chistes que convierte a París en el escenario de una broma bien llevada y mejor resuelta. El tiempo no ha sido indulgente con ella y ha caído en un más que injusto olvido, por eso es hora de rescatarla y de ponernos el traje cómodo que mejor se nos ajusta porque el abdomen se hincha cual risa descontrolada por salirse del estómago. No deben perderse esta demostración de humor que llega a ser descacharrante por momentos. Ése es el verdadero arte de amar lo cómico sin ser vulgar, lo brillante sin caer en la tontería, lo agudo siendo muy incisivo.
Quizá lo que intenta contar la película es un asesinato que nunca ocurre, un suicidio de futuras vanidades, un malvado pensamiento que se queda en proyecto, una perversión que permanece azarosamente oculta y que se deshace camino de una guillotina. Tampoco es una obra maestra, pero el cine está lleno de buenas películas que no son obras maestras. Es el entretenimiento disfrazado de una diversión que se mueve entre la luz y la tiniebla. Dicen incluso que la Muerte se rió cuando la vio incluso aunque se veía ridiculizada. No sé si será verdad.
Eso sí, hay encanto, algunas pinceladas gruesas que se convierten en finas ironías, comedia sin medida, medidas de absurdo, absurdos sin cuartel, cuarteles de juerga, juerga en cantidades moderadas y moderados intentos de sofisticación. Entre medias, lo imposible juega una baza muy importante, pero hay que reconocer que es un argumento que sabe saltar las molestas vallas de la lógica y que se adentra en unos propósitos que son la mejor gimnasia para nuestras prominentes barrigas. Después de la película, se recomienda hacer un poco de respiración finlandesa para relajar músculos.
El afán de quedar como artista para una posteridad que sólo valora a los muertos es el afán principal del arte de morir e, incluso, del de amar. Así que es mejor que te quiten de en medio si quieres que tus cuadros valgan algo porque mientras vives, no vendes. Es bien posible que muerto tengas una próspera vida de comerciante pero no sé cómo podrías gastar tu dinero. La genialidad, como en tantos otros casos, tan sólo depende de si aún pisas la tierra o de si habitas bajo ella. Y es que el hombre es así de caprichoso. Que se lo cuenten a Van Gogh. El caso es que somos unos seres excepcionalmente ridículos, destruidos por una vanidad que llega a devorarnos y lo que tenemos que hacer es reírnos, reírnos sin parar, como si escupiéramos pintura en un lienzo y comprobáramos que, detrás de nosotros, sólo hay la mirada teñida de una ambición que merece un buen puñado de chistes jocosos.

2 comentarios:

Carpet dijo...

No conozco la peli, lo que tan poco es muy raro tratandose de un film de ¡¡¡1.065!!!...Dios, Wolf eso si que es bucear en la filmoteca.

Bromas aparte, me apetece a tenor de lo escrito repescar esta peli, voy a ver si la encuentro en alguna de estas ofertas de cine clásico que ahora abundan.
Por cierto el otro día pillé en El Corte Inglés un estuche con 5 pelis de James Stewart y un libro, las pelis :"Anatomia de un asesinato", "Me enamoré de una bruja", "El hombre de Laramie", "Caballero sin espada" y "Dos cabalgan juntos" por el módico precio de....¡¡¡18.95€!!!.
Un chollo vamos. Hay que bucear y buscar, pero ahora se encuentran muchas cosas que merecen la pena...otro problema es encontrar tiempo para ver las pelis. ( Mas ahora con el Mundial y Wimbledon..pero ya acabará, ya.

Pero lo dicho, me apetece esta peli que comentas, tengo debilidad por los mohines con flequillo de la Sommer, que si pusieron a tono al guapoi de Newman en "El premio", que no conseguiran conmigo que no soy premio nobel , ni na. Y la Dickinson pues también, que quereis que os diga, ni "Vestida para matar", ni siquiera "Rio bravo", para mi empezó gustandome en una serie de televisión llamada "La mujer policia" y acabo enamorandome por completo en "A quemarropa"...cosas de adolescencia.

Ah si , James Garner me cae siempre muy simpático, incluso cuando hace de malo como en esa peli maravillosa, a mi me lo parece, llamada "Al caer el sol".
De Van Dyke lo que con más cariño recuerdo era su Show televisivo, el resto no me gusta tanto.

Un abrazo.

César Bardés dijo...

Eso es lo que pasa cuando se te juntan veinte cosas y encima hay huelga de Metro en Madrid. En fin, de todas formas, ya sabes que soy un investigador nato.
Es una buena peli (no es una obra maestra), en todo caso, pasas un buen rato porque es de esas comedias que hacen gracia. Norman Jewison es un tipo que suele hacer películas, cuando menos tragables aunque "¡Que vienen los rusos!" me parezca con demasiado humor grueso.
No está mal ese pack de El Corte Inglés. Deben de haber aprendido eso que decían de que las multinacionales del DVD están pensando muy seriamente en no comercializar nada en España porque se compran un 30 % menos que en el resto de los países. ¿Por qué será? No llego a entenderlo...
Elke Sommer estaba muy estrujable en "El premio", sí, como también lo estaba en "El nuevo caso del Inspector Clouseau", una de las mejores de la serie de Peter Sellers. Recordemos, además, que Elke Sommer lució el primer bikini que la censura permitió en el cine español junto a Arturo Fernández en "Bahía de Palma".
Por Angie Dickinson, siento más debilidad. Me pasa como a ti. En "A quemarropa" me subyuga. Pero también lo hace en "La jauría humana" y en "Código del hampa", como una "femme fatale" que lleva a la perdición a John Cassavettes y termina recibiendo lo suyo por culpa de un asesino que no se explica que alguien se deje matar.
En cuanto a James Garner, sí es un tipo simpático, tanto cuanto se parece asombrosamente a uno de mis mejores amigos. Me encantó en "La gran evasión" y me sorprendió muy gratamente en esa película pequeña junto a Sally Field titulada "El romance de Murphy". Me parece excepcionalmente gracioso como el perfecto galán en "Victor o Victoria" (qué gran película) y me parece un Wyatt Earp más que adecuado en la muy apreciable "La hora de las pistolas", de John Sturges (no así en "Asesinato en Beverly Hills", mentira más, mentira menos). Me daba muy bien el pego de piloto de los años sesenta en "Grand Prix", la mejor disección sobre la Fórmula 1 que se haya hecho nunca. Me gusta mucho esa película de guerra suya que es "Infierno bajo las aguas", de Gordon Douglas, al lado de Edmond O´Brien y, desde luego, está perfecto como el novio de Audrey Hepburn en "La calumnia". Y, sí, me encanta en "Al caer el sol", una pelicula que, yo creo que con el paso de los años, terminará convirtiéndose en uno de esos clásicos escondidos que se tardarán en redescubrir.
Con Dick Van Dyke, igual, tuvo su momento, una carrera muy corta en el cine y bastante más prolongada en televisión. En Estados Unidos tiene una gran fama como "showman" por aquello de que es gracioso, canta y baila y algo de verdad debe de haber. En todo caso, tiene una película que me gustó que se llamó "El cómico" donde hace comedia, que es lo suyo, y hace sorprendentemente bien el drama. Las malas lenguas dicen que es uno de los mandamases del Opus (lo cual me genera cierto rechazo) y que hizo "El cómico" totalmente convencido de que lo iban a nominar al Oscar. Cosa que, evidentemente, nunca ocurrió.
Abrazos varios.