jueves, 14 de octubre de 2010

WALL STREET 2: EL DINERO NUNCA DUERME (2010), de Oliver Stone

La ciudad vive y respira por las venas de sus calles. Pero esos caminos no están  hechos de asfalto y furia sino de fríos números y perversas predicciones. Por allí no pasan coches de cansadas luces encendidas sino tiburones que sólo enseñan en la escuela del canibalismo monetario. La vida ha descendido muchos puntos en el índice Dow Jones demostrando que sólo era una burbuja especulativa que valía menos que el irrisorio interés que dan las entidades financieras.
Oliver Stone vuelve al centro económico más importante del mundo para ser demasiado evidente aunque, durante algunos segundos, nos golpea en los ojos con una maravillosa inventiva visual que, en cuanto a ritmo e intenciones, hacen recordar a aquel extraordinario cineasta que llegó a hacer JFK. Supongo que la vejez hace que los antiguos leones sean nuevos corderitos y Stone, con una simplicidad abrumadora, nos va enseñando, paso a paso, la diferencia de los escualos devoradores de hace veinticinco años con los jóvenes impulsivos universitarios, preparadísimos e inconscientes que patean los parqués de las Bolsas de medio mundo en el presente.
Después de eso, hace un repaso a la crisis financiera y nos descubre que los beneficiados de la crisis son los mismos que juegan con tu dinero, lo invierten, lo mueven, lo prostituyen y te lo devuelven añadiendo unas pocas migajas y quedándose con casi todo. Más tarde, nos echa en cara la inocencia de la gente que prefiere creer en cuentos antes que asumir la verdadera personalidad de marionetas al servicio de unos pocos poderosos, aquellos que realmente manejan el vil metal.
Por último, y ya hartando hasta el límite, nos lanza a la cara un fajo de billetes y dice que ese no es el objetivo de los que tiran de los hilos. Lo excitante es la competitividad frente a otros tantos que sienten, piensan y juegan como ellos. Todo eso mientras el dinero sigue entrando a espuertas, vaciando los bolsillos de los que sostienen todo el entramado con sudor y lágrimas, y tirando tanto de la manta que Stone, ingenuo e irritante, cree que ha llegado el fin del imperio de los dividendos y de la especulación y que se ha puesto en marcha el modesto reino de mantener a la familia unida.
Y es que el error de la ambición consiste en no saber dónde esta el límite. Para algunos, ese límite es, sencillamente, más. Para otros, consiste en intentar reeditar viejos éxitos que nacieron a la sombra de un buen puñado de jovencitos que querían ser Mario Conde aprovechando que ahora hay menos dinero que el que lleva un señor que se está bañando. Para ello, Stone coloca otra vez a Michael Douglas al frente de la codicia y, sin él, la película se muere. Quizá porque, de nuevo, se empeñan en hacer que el tal Shia LaBeouf sea un gran actor cuando tiene menos percha, menos carisma y menos talento que el tipo que le diseñó el vestuario para esta película. O, tal vez, porque hay dos secundarios por debajo de sus posibilidades como Carey Mulligan, que se las arregla para parecer sonriente incluso cuando está triste, y Josh Brolin, tópica reedición del ambicioso al que ni siquiera importan las vidas ajenas. O, definitivamente, porque el final que propone Oliver Stone es de cuento de hadas que no se cree ni el más idealista de los incautos que se propone ver esta película. Eso sí, verán cómo a la salida todo el mundo es un experto en economía que domina con autoridad piezas del vocabulario bursátil especulativo como “vender en descubierto”, “refinanciación de los créditos hipotecarios disponibles” o, incluso, el significado de “apalancamiento de la deuda”, razón principal de todos los problemas del ciudadano medio. Y a los diez minutos ya no recuerdas nada sobre la venganza, el honor, la pútrida condición del financiero y los tratados firmados con el mismo diablo. Total, nos van a seguir tomando el pelo.

5 comentarios:

dexter dijo...

O sea que la película es una tomadura de pelo ¿no? Bueno, no sé, creo que aprovechando el fragor pilarista acabaré viendola este fin de semana. No, porque me apetezca especialmente, tampoco, porque su primera parte me volviese loco. Me parece curiosa la evolución de Mr Stone, un señor que empezó metiendo los dedos en las llagas del Imperio con cierto rigor y clase para acabar codeandose con personajes de la calaña de Hugo o Fidel. Me parece curioso y divertido ver que hace hablandonos del capitalismo salvaje un tipo con semejante trayectoria.
En cuanto a los actores, totalmente de acuerdo en lo que dices de Sia, que todo el mundo está empeñado en hacerle una estrella y tal. El chico la verdad es que no está mal fisicamente (a mi me recuerda a Navarro, el base del Barça) pero el pobre se ve de un sosico. Yo creo que a Michael Douglas empecé a cogerle tirria precsaimente a raíz de Wall Street y de ganar uno de los Oscars más injustos de la Historia (recordemos que enfrente tenía al Mastroianni de Ojos negros y eso son palabras mayores). Por lo que respecta a la Mulligan me da un poco de pena, me enamoró por completo en An Education y creo que esa nena vale mucho.

César Bardés dijo...

No, no es que sea una tomadura de pelo. Simplemente es ingenua. Oliver Stone pega algunos fogonazos visuales en los que te quedas maravillado, eso sin duda. Pero está claro que lo que destila la película, además de evidente para los que tienen más de dos deditos de frente, es más ingenuo que un chupete. Y Michael Douglas, sin lugar a dudas, es lo mejor de la película. Lo que pasa es que se desaprovechan lastimosamente dos secundarios de la categoría de la Mulligan y del Brolin. Joder, tienes a dos ases en la manga y no utilizas ninguno de los dos, en parte porque la historia es de una simpleza revestida de vocabulario técnico que es casi vergonzante. No cabe duda de que Mastroianni merecía el Oscar, lo que pasa es, para mí, el Oscar de Douglas no me molestaba teniendo en cuenta que ni siquiera "Wall Street" era una película que me encantase y, sin embargo, sí que lo hizo "Ojos negros".
En cualquier caso, Dex, perdona (y por extensión a todos los que lean el blog) por la tardanza en contestar y por subir nuevos artículos pero he estado en cama y, la verdad, me mareaba al cuarto de hora de estar delante de la pantalla. Hoy es el primer día que ya siento un poco de frescor en las sienes que es síntoma en mí de que ya estoy saliendo del estado febril.
Un abrazo y mis disculpas.

Carpet dijo...

Pues a mi Shia no me parece tan malo, verde si, pero no malo y creo que puede dar de si...en fin, ya veremos.
Sin embargo a los que si tenemos vistos es a los otros a Stone, que no me parece que haya derivado demasiado, es decir no creo que su evolución haya sido extraña sino más al contrario no ha tenido apenas evolución. Nunca me gustó demasiado `Platoon" jugaba con la baza a favor de la cara de hijoputa que era capaz de poner william Dafoe y el saber hacer de, este si echado a perder, Tom Berenger. "JFK" me pareció una buena película pero algo excesiva ( muy Stone, en definitiva) y el resto salvo momentos aislados y casi todo "U-Turn" es bastante grandilocuente pero con poca chicha debajo o quizá de una denuncia casi infantil. Stone nunca insinua, nunca rasca, nunca abre los ojos del espectador...el tipo insulta, parte la cara y luego te grita que se lo merecían.

En cuanto a Michale Douglas creo que es uno de los actores más injustamente sobrestimados de la historia del cine. Me gustó en "Coma" donde ya compuso esa cara de aprietamandibulas quelasituaciónlorequiere, y a partir de ahí a repetir...creo que tiene dotes para la comedia y "Tras el corazón verde" o "La guerra de los Rose" ( esta última con toda la acidez de la que es incapaz Stone) son una buena muestra, pero en general es un actor que rebaja las películas porque tiene cierto iman para la cámara pero luego agota sin dejarte poso. Par mi donde mejor estuvo fue en "Un día de furia" aunque la película empieza bien y termina siendo muy previsible y en "Los demonios de la noche" tal vez porque sale menos rato y nos alivia de la omnipresencia de Val kilmer.
Del resto nada o casi nada, porque "Traffic" me parece una buena peli pero Douglas es uno más, y "Resplandor en la oscuridad" pero porque la película tiene un plus romántico interesante.

En fin, que no me apetece nada o casi nada esta revisión del mundo de las Subprimes, otra cosa es que Bigas Luna y la Pataki no me atraigan nada(ayer tras ver a la muchacha en "El hormiguero" de Pablo Motos hasta llegué a pensar que era fea, de lo insoportablemente tonta y engreida que me pareció) y que "Amador" o "Pa Negre" me echen más "patrás" que Esperanza Aguirre sonriendo.

Abrazos.

César Bardés dijo...

Es cierto que, quizá, LaBeouf parece peor porque está al lado de Douglas pero es que no llega, no convence, sus reacciones son las de uno más y no es eso lo que yo busco en un tipo que está destinado a ser protagonista de futuras películas.
En cuanto a Michael Douglas, no te falta razón. No estoy muy de acuerdo en tu valoración sobre "Un día de furia", una película que me gusta muchísimo más por lo que no cuenta que por lo que cuenta. Coincido en que está muy bien en "Coma" y también para mí lo está en "El síndrome de China" pero es totalmente cierto que su carrera como actor es ciertamente mediocre. Sin embargo, su escuela es la de un actor, no la de un tontito advenedizo a la que tan acostumbrados estamos hoy en día, caso de LaBeouf.
En cuanto a Stone, sigo pensando que su mejor película es "JFK" y que "Platoon" no es mala y que intenta describir lo que fue para él todo aquello. La trampa está precisamente en la historia del enfrentamiento de los sargentos, que parece totalmente inventada, mientras todo lo demás parece que le ocurrió realmente. No me disgustó "Giro al infierno" aunque se parece peligrosamente a una película de John Dahl que se llama "Red Rock West". Aborrezco soberanamente al Stone de "Asesinos natos" (creo que Tarantino también) y me gusta mucho aquel Stone primerizo que hizo esa película de terror que es "La mano" con Michael Caine. De lo último que ha hecho, es que ni siquiera hay un estilo agresivo como sí demuestra incluso en "Platoon" o en "JFK", por cierto, me gusta muchísimo, aunque sé que casi nadie está de acuerdo conmigo, "Nixon", en la que también tira con onda y rascando más de lo que ha hecho en otras películas. Sin embargo, su estilo se ha quedado en prácticamente una cosa blandita y sin mucha forma, como si tuviera miedo de decir algo y se quedara lo más importante, aparte de que la ingenuidad no era precisamente uno de sus defectos y aquí me parece clamorosa aunque nadie lo haya destacado.
Bien visto, Carpet.

César Bardés dijo...

Se me olvidaba apuntar una nadería. Sí que hay una interpretación de Michael Douglas que me parece particularmente afortunada, como todo el resto de la película. Es "El presidente y Miss Wade", de Rob Reiner. Él está estupendo, Annette Bening está estupenda, Martin Sheen está estupendo, Michael J. Fox está estupendo, incluso Richard Dreyfuss está estupendo para lo poquito que sale. Lo siento, tal vez sea mi corazón romántico el que sea estupendo, jeje.