jueves, 10 de febrero de 2011

127 HORAS (2010), de Danny Boyle

En una piel de tierra, surcada de cañones y grietas, con dientes de piedra y lluvia de grava, un hombre queda atrapado por una roca que se muestra inamovible, signo de presa hacia una invasión que se antoja noche en las fauces de una boca que se abre en el paisaje. Dureza controlada que suplica la herida. Tiento de bocado que no se mastica, sólo se macera con vacíos de soledad y de frustración. Esperanza presentida que lleva a la decisión de perder para, luego, ganar.
Y así, el grito de piedra que sale de las mismas entrañas de la hondonada, es escuchado por un cuervo que pasa puntualmente todas las mañanas a la misma hora. La mente divaga y se desespera y se caen en los errores que no se vieron y en los momentos que la situación se empeña en no hacer vivir. El individualismo llevado al extremo como una glorificación y un signo de identidad propia en un hombre que estaba solo incluso cuando se hallaba rodeado de gente.
Todo esto sería muy bonito si detrás de las cámaras hubiera un director que no se llamara Danny Boyle. Es inevitable volver la vista al pasado más reciente y encontrar referencias y puntos en común con Enterrado, de Rodrigo Cortés y lo que en aquella era virtud al dejar toda la acción en el interior de una caja, aquí se vuelve defecto al acudir a recursos tan facilones como el recuerdo, la alucinación, el pensamiento absurdo e, incluso, la acuñación de una soledad ganada a pulso. Por si ello fuera poco, el público, también aprisionado, no empatiza con un protagonista que es un ser bastante descentrado, con una imagen de sí mismo ciertamente infantil y con serios problemas de sociabilidad para acentuar aún más su valor como individuo, tema evidente en la filmografía de Boyle que, además, hace gala de una extraordinaria habilidad: no importa el plano que sea, siempre elige el menos adecuado.
Pocas virtudes se pueden achacar a una película en la que, por supuesto, los marginales de turno que empiezan a ser mayoría, se han precipitado en considerar maravillosa porque, precisamente, la valentía del protagonista es consecuencia de su propio defecto. En cualquier caso, cabe destacar la actuación de James Franco, algún que otro acierto de guión como la secuencia de la entrevista que se hace a sí mismo y hay que colgar de lo alto de un barranco al director porque utiliza un truco tan poco elegante y desfasado como poner una música estridente y machacona para subrayar unas escenas que necesitan de algo más de tensión y una pizca menos de autocomplacencia.
Como suele ser habitual en su cine, Danny Boyle vuelve a exhibir crueldad en una situación que no lo necesita porque, al fin y al cabo, está todo suficientemente descrito como para que el espectador se dé cuenta de la gravedad del asunto. Su ritmo llega a ser cansino e intermitente, haciendo de una historia digna de ser contada, un evangelio sobre la distinción humana que todos nosotros llevamos consigo y con una despreciable insinuación encaminada a decir que, precisamente por ser parte de la masa colorida y manipulable, nadie, en la misma situación, sería capaz de llevar a cabo una acción semejante. Cine para los que se creen diferentes. Y no todos son diferentes. Tenemos muchos rasgos en común. Entre otras cosas, no nos gusta dar explicaciones de adónde vamos cuando queremos huir y comernos el día.
Y aún hay otro defecto más y es la profusión de planos imposibles que van desde el interior de una botella para enseñar la lengua sedienta del interfecto hasta las burbujas chispeantes del refresco de orina que tiene a bien tomarse cuando se le acaba el agua. Todos ello hace que la película, efectivamente, dure 127 horas, deseando que llegue el momento de levantarse de la butaca y compartir unos ratos de placer y confidencias con alguien que no nos haga sentir tan solos.

14 comentarios:

dexter dijo...

No, hombre, no, Bardés, haber hecho como yo que al final me lo acabé tomando a guasa y la peli se me pasó en un pis pas. Llegó un momento en el que incluso me concentré en esperar a que salieran los indios bailando el Jai ho, que al final no salen, pero no me digas tú que no hubiese quedado de lo más propio.
Qué razón tienes cuando dices que esta es una historia digna de ser contada y que hubiese merecido otro director que no fuese Danny Boyle. Que todos sabemos cómo se las gasta este tío, y que aquí no renuncia a su estilo de siempre aunque la historia no lo requiera en absoluto. Montaje videoclipero, lenguaje publicitario (supongo que Gatorade habrá puesto sus buenos duros encima de la mesa) y una música horrrrrrible y machacona (y lo peor nominada al Oscar) que te saca totalmente de la película.
Cosas que me gustaron: la escena de la autoentrevista que comentas, la de la tormenta nocturna y James Franco, que el pobre hace lo que puede. De todas formas yo a este guapo muchacho de sonrisa picarona y mirada somnolienta le he visto mejores trabajos, aunque insisto no sé si es problema de interpretación o de personaje.

César Bardés dijo...

De hecho, Dex, es que es para tomárselo a guasa. Enésima versión de "La cabina" que tenemos este año, como quien dice.
Sigo pensando que lo mejor que ha hecho Danny Boyle en su vida (y por lo que veo, seguramente, que hará), es "Tumba abierta", una película que muy pocos conoces y que me parece muy, muy buena. Lo de la música es de juzgado de guardia. Es más. La primera secuencia, esa que Boyle quiere hacer tan ágil con el tío cogiéndose todas las cosas para escaparse y huir...¿de qué? y no decir nada a nadie y dejándose el móvil y demás, está llena de esa música machacona que, además, se supone, que es la que se pone el fulanito en el coche mientras hace el viaje. Solamente por eso ya fui incapaz de conectar con el personaje. Me lo ha presentado de tal manera que no tengo más remedio que sentirme espectador y alejarme del tipo que se supone va a ser el centro de la película.
La escena de la tormenta está bien hecha, pero en el fondo, es otro recurso facilón para airear la acción lo más posible. Y, desde luego, está mucho mejor en "Mi nombre es Harvey Milk" o en la breve aparición de suboficial en la estupenda "En el valle de Elah", de todas formas, el chico va muy irregular, no creo que estemos ante un tipo que se vaya a salir en el futuro.
Sí que hay problema con el personaje porque, seamos sinceros...¿tiene alguna escena mejor que la de la entrevista? Yo creo, sinceramente, que está nominado sólo por esa escena. Lo demás...vamos, que ponen ahí a Chamonowsky Chavao como protagonista y también vale.
Y tiene seis nominaciones...es increíble.

Carpet dijo...

Venga chicos, vamos a animarnos que parece que la peli no os a sentado muy bien...
¿Hace un transversal sobre situaciones claustrofobicas o sin salida?

Venga, habeís mencionado "Burried" que tendré que ver a solas porque a mi amorcito le da mucha angustia solo de pensarlo. También hay en un libro de visitas una referencia a Uma Thurman y sus nudillos liberadores en "Kill Bill 2", pero habrá más...

Por ejemplo, sin poderse mover aun sabiendo que van a matarla estaba postrada en una cama Barbra Stanwick en "Voces de muerte". Y bueno también algo inmovilizado se encontraba un soldadito echo polvo en "Johnny cogió su fusil".
Angustiosa y terrible era la peripecia de unos niños en "Flores en el ático", una película a la que no aprecié demasiadas virtudes porque estaba más acongojado por la situación que por los recursos cinematográficos.
Otra forma de quedar atrapado sin escapatoria nos la enseñó Tom Hanks en "Naufrago", con lo facil que era haber tirado de chapa. A otro nivel tambien las pasaron canutas muchos días los de "Viven" que a veces es precisamente tener mucho espacio lo que te impide ir a ningún sitio.
En un agujero se quedan ¿encerrados? unos cuantos adolescnetes para no tener que ir a una cutre-excursión y ahí pasan muchas cosas, la mayoria idioteces sin prden ni concierto, era "The hole" , un truño importante.
También sin aparente salida se ecuentran unos cuanto sdesconocidos, no sabemos porqué pero es un sitio con muchas trampas, la mayoria mortales, a mi me pareció muy interesante aunque no se si sobreviviria a una revisión de "Cube".
En español también hay otra cosilla asín en plan juegos de ingenio, "La habitación de Fermat". Y otra habitación cerrada a cal y canto pero en este caso para que no entren es "La habitación del pánico" a menor gloria del amigo Fincher.
Y si no se puede salir de un sitio y empieza a morir gente, tambien tenemos angustia claustrofobica más si hay tormentas o frio, así podemos contar con "Shutter Island", con "Diez Negritos" o con la cada vez más reivindicable "La cosa" de Carpenter.

Bueno ahí os lo dejo, que hay muchas más.

Abrazos.

dexter dijo...

Bueno,al menos a Franco hay que agradecerle el esfuerzo de querer implicar emocionalmente en su desgracia al espectador, cosa que al Boyle este se la pela y pasa olímpicamente del tema. Menos mal que no tiene la nominación a mejor director. Yo creo que lo de este chico francamente es para hacérselo mirar. Yo no me aburrí, ya te digo que incluso me eché unas risas con el de al lao, el gran problema de la peli es que no está contada en el tono que debiera. Y cuando quiere además ponerse trascendente - el rollo en plan filosófico new age de esa piedra ha estado ahí esperandome toda la vida y tal- pues también descontrola un montón y se va totalmente por los cerros de Utah.
Con respecto a la comparación con Burried ,al final superé los yuyus y la vi, pues es inevitable, más que nada por que está muy cercana en el tiempo. Yo después de ver 127horas aprecio más la peli de Cortés que por otra parte tampoco es que sea como para echar cohetes a ver si me entiendes. Boyle cuenta con un hecho real y con un espacio abierto que abre todavía más al recurrir a flashbacks, ensoñaciones... Y con todo esto, pues ni empatiza ni angustia ni nada. Cortes sí que lo logra al menos y con mayores limitaciones, lo cual sin duda es mucho más meritorio.

dexter dijo...

Yo añado al tranversal El angel exterminador que esos tampoco se podían mover, claro que como en esos tiempos no había móviles..

dexter dijo...

Viendo esta peli yo también me acordé de El gran carnaval de tío Billy, obviamente no por su calidad sino por la desgraciada circunstancia que sufre el personaje. La añado al transversal.

César Bardés dijo...

Bueno, estoy completamente de acuerdo con tu análisis, Dex. Lo del rollo filosófico en plan new age me suena más a que estaba incluido en el libro de Aron Ralston y que, en plan genialidad, Boyle y Simon Beaufoy lo incluyeron en la película. Es que tiene toda la pinta de recursito literario para llena páginas y que lo que es libro, realmente, no sea más que un relato corto.
Totalmente de acuerdo también con que "Enterrado", de Rodrigo Cortés, no es nada como para tirar cohetes, pero qué buena se hace cuando se ve esto. Lo que está claro es que Danny Boyle se la carga con una dirección que es para meterle la cámara por las gafas y decirle "¿Lo ves, pedazo de estúpido? No hace falta ser TAN diferente, basta con que seas eficiente, gilipollón".
En cuanto al transversal, pues brillante, como siempre. Afinando un poco hasta podríamos añadir "Pelham 1,2,3" con los rehenes atrapados en el metro y que en ningún momento salen al exterior (versión de 1973, claro), o podríamos añadir "Pánico en el túnel", con Stallone haciendo volar un agujero lleno de coches por los aires y debajo mismito de las aguas del Río Hudson. O, qué duda cabe, "La aventura del Poseidón", donde hay varios que se quedan atrapados entre hierros y aperos propios del trasatlántico que se da la vuelta (versión de Ronald Neame, claro). O "El coloso en llamas", también con muchos atrapados y con esos invitados a la fiesta de inauguración que recurren al viejo truco de la silla con poleas (que también salía, si os acordáis, en la mucho peor "Terremoto", de Mark Robson), o "Alien", con la nave Nostromo esbozando los oscuros límites de una trampa mortal. Incluso en "Límite vertical" creo recordar como de pasada que hay una situación parecida a la que vive el protagonista de ésta aunque no pongo la mano en el fuego debido a la poca "huella" que me dejó la película. Y es que estar atrapado, sin poder salir del cine, da para mucho.

Carpet dijo...

Si, si, en "Limite vertical" es Robin Tunney ( ahora en la serie "El mentalista") quien se cae en una fosa junto con Bill Paxton y alguno más, ahí la van a rescatar Crish O´Donell y grupo de amigos, resultado para intentar salvar a 3 ( y al final sólo lo consiguen con 1) mueren 7. Un prodigio de credibilidad y sentido.

Que bueno el recuerdo de Buñuel y el de Wilder, si señor.

Y tambien mola lo de los cines de catastrofes de los 80, los terremotos y demás problemones eran muy proclives al enterramiento o limitar los movimientos.

También los submarinos tienen su momento claustrofóbico, "Das boot" además de película conversacinera es un buen ejemplo y tambien "K-19, The Widowmaker" es un lugar con poca salida.

Y bajo el mar, cual sirenita se encontraban atrapados también los protas de "Abyss" esperando que les rescatasen y haciendo amigos con unos extraterrestres.

También hay varias pelis de ciencia ficción que las cosas se ponen chungas para abandonar el planeta o la nave donde han ido a parar, "Pitch black" por ejemplo que no está muy mal para salir Vin Diesel.

Pero chicos, a mi si me preguntaís cual es el colmo de los movimientos limitados, peor que enterrado en vida está ser congelado en carbonita, pobre Han Solo, eso si que debe ser duro.

Abrazos.

dexter dijo...

Para situación claustrofóbica la que vivía Bill Murray atrapado en el tiempo.
Me extraña que entre las pelis de catastrofes no hayais citado la madre de todas las catástrofes marinas, Titanic.
No sé si será salirme un poco del tiesto pero para personajes de movimientos limitados aún hay otra de Don Luis; Simón del desierto con el pobre ahí subido en la columna todo el santo día. Tampoco tenía mucha libertad de movimientos Javier Bardem en Mar adentro ni Angelina Jolie en El coleccionista de huesos la pobre. Claro que para movimientos limitados hay que ver como le dejo al final el tío Marty al pobrecico Griffin Dune en Jo, qué noche. ¿Estoy desvariando, verdad?

César Bardés dijo...

No, no, en el fondo tienes mucha razón, Dex. Gracias por la aclaración, Carpet, porque es que lo de "Límite vertical" era de traca de feria. Otra me viene a la memoria, la penosa "World trade center", y algo parecido pasa también en "Un pueblo llamado Dante´s Peak" que se meten con un coche en la mina y se quedan ahí metidos por culpa de una nube lskdjfkalsoclástica, que era como el infierno pero en nube.
También se puede hablar de los pasajeros que no se pueden bajar del tren en "El puente de Casandra" o de los pasajeros que estaban atrapados en el trasatlántico con unas cuantas bombas dentro en "El enigma se llama Juggernaut", con Richard Harris de desactivador de bombas, Omar Sharif de capitán y Anthony Hopkins de poli. Y ahí está también, como no puede ser menos el periodista que se encierra con unos cuantos locos en "Corredor sin retorno" (nefasto título porque desvela el final, al igual que "La semilla del diablo", por cierto, "Repulsión", también entraría porque la chica siente una agorafobia y una todofobia que es apoteósica) y también la psiquiatra que interpreta Sigourney Weaver en "Copycat", incapaz de salir de su apartamento aunque la esté acosando el tipo más malo del mundo. También habría que meter ahí al protagonista de "La ventana indiscreta", impedido para moverse y amenazado de muerte (si es que, no importa el camino que se sigue, al final se suele terminar en Hitchcock). Y no digamos tampoco de los protagonistas de "El tren del infierno", que no pueden bajar del tren en toda una eternidad.
La falta de movimientos ha dado para mucho, desde luego. Incluso el escritor de "Misery" está el pobre un poco con los tobillos rotos...

dexter dijo...

Hombre, mira, si nos ponemos así metemos tambien a Keanu y a la Bullock en Speed. Y anda que no dan juego los cuartos oscuros... y las celdas de castigo de las cárceles (Papillon, La gran evasión, El puente sobre el río Kwai, Feliz navidad Mr Lawrence...) Y mañana, Carpet, átate los machos, tío, que creo que te toca un transversal de boxeo que anda que no hay.

Carpet dijo...

A ver, si pensé en lo de las carceles, concretamente en "El hombre de Alcatraz" pero no me pareció precisamente una situación claustrofóbica sino más bien un escenario donde transcurre la trama.
Del mismo modo rechacé varias películas de zombies como "Amanecer de los muertos" cuyos protas se refugían en un Centro comercial o incluso "La niebla" (no la de John Carpenter) donde se encierran en un supermercado, ya que aunque la libertad de movimientos era muy limitada, no me parecía que fuera lo suficientemente caracteristico.

Mas problemas tenían los protagonistas efectivamente en "La ventana indiscreta" o en "El puente de Cassandra" porque la imposibilidad de escapar le añadía unas mayores dosis de angustia. También "Speed" podría valer, claro y por supuesto "Copycat". En fin, que habéis ampliado el transversal de forma muy certera.

Sólo una aclaración, en "El coleccionista de huesos" no es Angelina la que se encuentra con los movimientos limitados, más bien al contrario, ella eran los pies, las manos, los ojos y los oidos de un superinteligente detective tetrapléjico que postrado en su cama luchaba por encontrar a un terrible psicopata, el de los movimientos limitados era Denzel Washington, que no sé para que véis las películas si luego no os enteráis de na.



Creo recordar que ya hicimos un transversal de boxeo, pero no me importa repetir si es menester. Ya ha dado el lobo algunas pistas sobre "The fighter" y tampoco parece que le haya parecido "Toro salvaje". Pero me congratula que haya comentado que Amy Adams está bien.

Y por cierto, otro que se encuentra en una situación claustrofobica como pocas es un tal "Pinocho" en el estómago de una ballena, y bien mirado también un pequeño pez payaso con una de sus aletaa poco desarrollada, se encontraba algo atrapadillo.

Abrazos.

dexter dijo...

Ostras, qué lapus y que fallo, yo es que ya sabes que por ver a Angelina en la cama..

César Bardés dijo...

Estoy de acuerdo, contigo, Carpet, en que quizá lo de las cárceles no entraría del todo en nuestra particular clasificación, pero, qué diablos, el transversal ha quedado de lo más chulo. Demostración preclara, por otra parte, de que se podría hacer un libro con el tema claustrofóbico de por medio: "El cine encerrado". Dex, que te me pierdes por Angelina y te olvidas de Denzel. La verdad, yo sí caí en el error pero lo atribuí a un mero lapsus de esos que tan a menudo solemos tener. Hoy mismo he ido a comprar una cosa al mercado (estoy hecho un amito de mi casa) y no he cogido pasta. Claro, el carnicero me ha dicho que no importa, que no vuelva adrede para pagar, etc, etc, pero ya he vuelto porque esas cosas me agobian mucho. Si es que se cumplen los cuarenta y se te pasa la garantía...