martes, 11 de septiembre de 2012

PROMETHEUS (2012), de Ridley Scott

Suele ser regla universal que cuando se parte en busca del origen de una especie se encuentra también el principio del exterminio de esa misma especie. Y no podía ser de otra forma cuando el universo tiene tantos infiernos como paraísos, tantas virtudes como defectos, tantas hostilidades como bienvenidas. Quizá la raza humana sea el Prometeo de una raza superior y Dios sea una respuesta sin pregunta.
Lo cierto es que no faltarán los que se sientan desilusionados con esta película, prometida como una precuela de la fantástica Alien, el octavo pasajero pero que, en realidad, es una precuela de una precuela de una precuela. Más que nada porque es una trilogía y, claro, el final de esta película no coincide en nada con el inicio de la inquietante aventura de la nave Nostromo y de la valiente Suboficial Ripley. Por otro lado, no serán pocos los que digan que esto es el sumun de las historias de ciencia-ficción y que parecía difícil que Ridley Scott se superara a sí mismo con una historia que bebe de cientos de historias clásicas, desde 2001: Una odisea en el espacio hasta su propia obra Blade Runner. Y es que, si miramos con las pupilas ligeramente infectadas y con un leve ardor de estómago, después de ver Prometheus no entra ni frío ni calor y eso que en la pantalla hay de los dos.
Primero habría que hablar del reparto, en donde sobresale, con mucho, Michael Fassbender, espléndido en su inexpresividad elocuente, envarado en su andar e impersonal en su gesto. Él supera con creces a todo el resto del reparto, empezando por Charlize Theron, empeñada en una frialdad suprema que resulta casi intragable porque esta mujer despierta de todo menos frialdad y terminando por Noomi Rapace que parece muy centrada en algunos pasajes y tremendamente despistada en otros. Mención especial merece el capitán encarnado por Idris Elba, que intenta desesperada y desacertadamente encajar sus exagerados gestos dentro de un personaje que está trazado con el tren de aterrizaje de la nave que pilota. Tanto es así que el resto de personajes se contagia de tal dejadez y hay reacciones incomprensibles, que no vienen a cuento, diálogos de patio de jardín de infancia y cosas que, de repente, pasan y tonto el que las ve que no se ha dado cuenta antes.
Es de agradecer que se haya contado de nuevo con H.R. Giger para la dirección artística porque ahí precisamente radicaba una de las mayores virtudes de la película original y Ridley Scott huye todo lo que puede de los espacios cerrados para construir una historia más abierta y más misteriosa en su desarrollo pero, desgraciadamente, mucho menos intrigante y con algunos fallos de bulto en su concepción.
Hay una vieja máxima en el cine que dice algo así que “cuanto más se sugiere y menos se dice, mejor es la historia”. Cuando, hace muchos años, asistíamos aterrorizados a la debacle de la tripulación de la Nostromo, podíamos intuir lo que había ocurrido antes del comienzo de esa historia porque estaba tan bien dirigida y tan bien construida que sobraban las explicaciones. Ahora parece ser que nos lo tienen que explicar para que nos quede bien claro que el ser humano lucha contra sí mismo, que él mismo es el agente principal de su propio exterminio, que si nosotros fuimos la obra máxima también somos la basura mayúscula. Y esto parece muy largo. Como si no valiera con nuestra imaginación, con nuestra valía de pensadores, tan vasta y tan maravillosa como malvada y cicatera. Ridley Scott fue uno de los múltiples principios del cine de ciencia-ficción y, poco a poco, se va convirtiendo en su propio verdugo. Y aún hay quien, cual empresa ambiciosa y sin escrúpulos, le aplaude en sus intentos. La imaginación es el embrión de toda creación. Y estamos matándola cuidadosamente, dejando mensajes por todos lados. Como si eso nos importara.                     

4 comentarios:

Carpet dijo...

Puedo decir que mi desilusión no vino de esperar ver la precuela de "Alien", sino de ver como el director de una película tan mítica se ha empeñado en demostrar que ya no tiene nada que ver con aquel que nos presentó al octavo pasajero.

Corre la leyenda de que el autor de "Los duelistas", "Alien" o "Blade Runner" no era Ridley Scott sino otro tipo que murió y él firmaba en su nombre, y lo cierto es que Scott parece empeñado en darle pábulo, porque salvo alguna excepción como "Thelma y Louise" no ha vuelto a hacer una película de la altura de las señaladas ni de lejos, por mucho que algunos hablen de "Gladiator".

Y en "Prometheus" la decepción es grande, porque efectivamente si no fuera por la dirección artística y las posibilidades que la tecnología otorgan para presentarnos imágenes más impresionantes, la película no pasaría de un film de serie Z.

Y digo Z porque su cadena de errores de guion es tan aplastante que resulta risible y ridícula, demasiado incluso para Ed Wood.

Ejemplos : Un experto geólogo con unos aparatos capaces de mapear cualquier espacio y un experto biólogo se asustan porque ven a un extraterrestre muerto y se vuelven a la nave, pero ¡¡se pierden¡¡ (vaya mierda de mapeado) y luego se encuentran con un bicho que sale de unas aguas fecales y el biólogo le empieza a llamar como si fuera un gatito...Era todo tan absurdo.

Fasbender no es sólo lo mejor, sino que es lo único, porque Theron es superatractiva pero su personaje es tan tópico que sabes todo su desarrollo desde que aparece. Bueno, todo menos su final, porque había formas de que muriese, pero eligieron la más ridícula que si una nave rosquilla te puede caer encima tienes todo el planeta para correr, pero no tiene sentido que corras sólo en la dirección en que rueda la nave. Por otro lado empiezo a pensar que Noomi Rapace no debió hacer más papeles que el de Lisbeth Salander, aun no le encontrado nada fuera de la serie Millenium, pero su personaje pretende ser un clon de Ripley y se queda en “Rip”. Su autocesarea es impactante, pero como toda la película, tan increíble (huye con dolores por toda la nave porque está supercontrolada y llega sin problemas al quirófano autoservicio, a la habitación supersecreta de Guy Pearce, …) que ya te da igual todo. Por cierto el maquillador de Guy Pearce debería hablar con el de Brad Pitt en Benjamín Button, que esa es otra, si necesitas a un actor longevo… ¿tienes que tirar de un de 40 y maquillarlo?, recordemos que no sale de joven ni una sola vez.

En fin, los errores eran tantos que dejó de interesarme la historia, y eso que iba de trascendencia y de identificar a Dios y la creación con un grupo de extraterrestres, que no sólo no nos abandonaron sino que están deseando destruirnos…Supongo que si vieron la película ganas no les faltaron.

Un desastre, dices del capitán y su tripulación, a los pobres no les dan contenido, quedan como roles de acompañamiento y de últimas intentan colarnos una superemotiva escena de sacrificio solidario, pero….si estos tipos nos daban igual, si no nos has dado nada para que empatizaramos con ellos…

Y Fasbender muy bueno si, pero eso de entro en la nave, cojo un poco de liquido negro, extraigo un microbio raro, se lo echo a beber al novio de la chica para que se quede embarazada y así mi jefe será joven…????, yo aun me pregunto cómo se puede explicar todo eso y si a quien se le ocurrió la mongolidad no le pidieron un mínimo de coherencia que explicase como sabía el androide lo que tenía que hacer, porqué y que consecuencias tendría…¿qué tipo de información manejaba para saberlo?

No tengo duda, creo que es una de las peores películas que he visto en los últimos años…Sin exagerar.

Abrazos indignados

César Bardés dijo...

Pues sí, estamos de acuerdo y podríamos seguir añadiendo errores de bulto que han llevado a despedir fulminantemente al guionista. Ojo que empiezo con los spoilers.
Ahí tenemos por ejemplo a la absurda reacción del geólogo que, cuando se da cuenta de que han encontrado unos esqueletos, dicen que eso no es de su competencia y se larga con viento fresco (el listo friki de turno dirá que es solo una excusa por el miedo que tiene). O sea que el hallazgo de fósiles, por ejemplo, en una prospección petrolífera, el geólogo encargado dice: "Ah, no, no es mi campo. Ahí os quedáis. Cuando sigamos con la prospección me llamáis".
Otro error de mucho bulto. Que yo recuerde, el hallazgo de la nave que emite el SOS que provoca el desvío de la "Nostromo" en "Alien" tiene dentro a uno de esos seres que se hallan dentro de la nave que sale en ésta. Una de dos, o el otro comió un montón o estos necesitan un complejo vitamínico porque el extraterrestre que se halló con el esqueleto curvado hacia fuera en la sala de control de la nave que hallan los integrantes de la "Nostromo" era gigantesco y estos son altos, sí, pero...tampoco son enormes.
Lo de la cesárea "self service"...sí es muy impresionante y todo lo que tu quieras, pero es delirante. No puedes saltarte determinadas reglas y, mucho menos, creo que la máquina puede realizar una cirugía abdominal en una mujer y hacerlo como si fuera una cesárea por las buenas.
En todo lo demás que dices, estoy de acuerdo, en lo del maquillador de Guy Pearce (¿y le han pagado a este tío para que haga...eso?) y en el intento de reconvertir el coraje de Noomi Rapace en la nueva Ripley y en el dibujo de la tripulación (por cierto, qué suerte tiene el capitán...así, de buenas a primeras, suelta un par de frasecitas y le toca la lotería).
También estoy de acuerdo en la inutilidad de algunas escenas que, sencillamente, no tienen explicación, con reacciones absolutamente ilógicas y tampoco acabo de entender que al androide que interpretó Ian Holm en "Alien" con un golpe fuerte se volviera tarumba y empezara a escupir leche y a otros se les arranca la cabeza y siguen como si nada (otra regla saltada).
Muy decepcionante y un intento más del señor Ridley de ser el máximo adalid de los tiempos que corren. Nada por dentro, pero vendo más que un extraterrestre en una iglesia.
Abrazos cansados.

Carpet dijo...

Si, si, me parece bien lo de fulminar al guionista, auqnue lo mismo ni siquiera él tenía la culpa que en su historia algunas cosas tenían sentido y a la hora de filmarlas se decidió prescindir de lo que las explicaba. Supongo que debiea ser tarea del director darse cuenta de que lo que estaba contando tenía una cierta coherencia, ¿o Scott sólo se dedicó a grabar escenas para que quedaran bonitas? ¿ no se hacen proyecciones previas para ver si lo que has ido haciendo merece la pena?...

Bueno, más spoilers : Nos inventamos esa cesarea engañando a la maquina diciendole que era un apendicitis o algo así. Sacamos el bicho (un calamar, muy lejos de la berenjena que se comió por dentro a Ian Hurt) de forma prematura, le metemos un rociado con vapor ardiente y lo dejamos colgado del gancho de los muñequitos de "toy Story". No obstante, cuando volvemos huyendo del malo, el bebé se nos ha convertido en un pulpo gigante que riete del Kraken de "Piratas del caribe" que atrapa al grandote jinete espacial con facilidad. Menos mal que no el dieron el pecho al chavalín.

Es cierto lo del negrote, un par de borderias bien dichas y polvete con el pibón, que muy fria, muy fria, pero con sus necesidades como todo hija de vecina. ¿Esa escena era necesaria?

No digo nada del resto de superexpertos porque no sé para que estaban, ¿El de seguridad al que no le dejan llevar armas?, la doctora, ¿que fue de ella?, ¿se murió?, ni me acuerdo.

Otra cosa es el tema de las pinturas y simbolos encontrados en diversas civilizaciones antiguas...¿se supone que los Spacecowboys no sólo nos dieron vida sino que fueron viniendo de cuando en cuando para que llegado el momento fueramos a buscarles y nos dieran la vida eterna? Pufff, pues menuda suposición.

En cuanto a lo de los androides descuartizados que continuan como si tal cosa empieza a ser recurrente, Lance henriksen al menos era una generación posterior a Ian Holm y mantenía las funciones de la parte del cuerpo que tenía unida a la cabeza, a ian Holm con mucho esfuerzo lograron arreglarle un par de cables para que soltara información comprometida, pero Fasbender que era un modelo muy anterior nada, no pasa nada, por un momento pensé que el cuerpo se iba a levantar e iba a buscar a ciegas la cabeza, para risas de los presentes cual "Re-animator".

Algunos comentarios he oido sin embargo de que es una obra maestra, que las cosas encajarán cuando veamos el resto de la trilogia, de que Scott es un fenómeno, de que visualmente...

Una mierda (sin insultar), no se puede hacer tan poco con tanto, si me apuras creo que muchos otros hubieran hecho mucho más incluso con menos desde Ken Howard hasta Jan de Bont, pasando por Cameron o Mctiernnan. No sé vale envolver cajas de cartón vacias en papel de regalo de Armani.

Abrazos en plena metamorfosis

César Bardés dijo...

Bueno, bueno, sí, sin duda, el director debería de mirar que todo lo que cuenta tenga una cierta coherencia pero fíjate que muchas veces me he llegado a plantear si Ridley Scott se lee siquiera el guión antes de empezar a rodar porque en todas sus películas aparece lo esperpéntico, lo ridículo, lo inexplicable y lo delirante. Es más. Hace unos años publiqué aquí mismo la reseña de "Red de mentiras" y ahora, visto lo que nos ha ofrecido desde entonces, me parece un peliculón, más que nada porque es "coherente". También llego a dudar de si Scott solo rueda escenas porque quedan bonitas, con esa estética tan brumosa, tan suya, y que ya le importa una higa que eso pegue con el resto del relato.
El tema es que, si nos fijamos un poco, el punto de partida de casi todas las películas de Scott es atractivo, promete mucho y una vez y otra el tío nos coloca algo que es sumamente decepcionante en su poco cuidado, en su dejadez suma dejando demasiados flecos bien a la suposición o bien a la confianza de que se olvide por parte del espectador.
Me parece muy bien que luego todo encaje, es más, la historia, por mala que sea, tiene que tender a ello pero subordinar toda la historia a ello con un montón de cosas que ni van, ni vienen, que no tienen sentido narrativo, ni lógico, lo que lleva, más que a enriquecer la visión del punto de partida (en este caso "Alien") es a despreciarlo, a devaluarlo y a que, inevitablemente y con los años, sea asociada con un montón de basura que ha crecido alrededor.
Abrazos con dos bocas.