jueves, 23 de mayo de 2013

EL GRAN GATSBY (2013), de Baz Luhrmann

El amor es esa excusa escondida que se resiste a salir a la luz para no desvelar la debilidad, es ese motor que pone en movimiento todas las motivaciones y se encarga de poner esperanza en todos los sueños, es el exceso que la misma vida regala para poner el acento en la memoria y volver al último beso, a la última pasión y a la última oportunidad. El amor es el pasado que se resiste a volver y que, sin embargo, quiere ser repetido una y otra vez y, también, es la contracorriente que se empeña en alejarnos de una luz que se antoja más lejana y más invisible, como oculta en la niebla, como difusa en la visión.
Y así la vida se llena de excesos, enormes fiestas para demostrar que la atracción está en el disfrute que se halla extraviado, maravillosas mentiras que idealizan una vida que nunca existió, sonrisas amplias que delatan la opulencia de la desgracia. La burla del destino es, de nuevo, el enemigo y solo la verdad podrá abrirse paso entre las burbujas del champagne, la música histérica y los vestidos brillantes y efímeros.
Tal y como es la historia, así es como dirige Baz Luhrmann, con algunas ideas interesantes en el plano visual pero tendente siempre al mismo exceso que intenta retratar. Sustituye sin vergüenza alguna a los años del jazz por los momentos del rap, adultera a Gershwin para poner melodía de fondo a unos fuegos artificiales que mueren detrás del rostro de Leonardo di Caprio, coloca a los personajes en un plano grotesco, como marionetas de la fortuna, cuando debería haber realismo y algunas dosis de inteligencia. El lujo no es suficiente para desvelar la intriga de un personaje fascinante que nace de la pluma de Francis Scott Fitzgerald y, desde luego, Tobey Maguire se encuentra muy lejos de ser el trasunto del gran escritor.
Y uno de los errores más fundamentales consiste en acertar con la elección de Carey Mulligan para dar vida a la atormentada Daisy Buchanan y no querer ahondar en sus motivaciones ni en sus lágrimas y es presentada como una niña caprichosa que cambia de opinión a los dictados de su marido, el también excesivo Joel Edgerton. No se puede explicar a Gatsby, el hombre conquistador y misterioso que exige cuentas al pasado para vivir el gran amor que tiene pendiente, sin explicar también el objeto de sus deseos,
la mujer que ocupa todos sus pensamientos, el horizonte que perfila sus amaneceres a pesar de la evidente oscuridad que le rodea. Sin embargo, Luhrmann, autor también del guión, se empeña en explicar al marido, un personaje que, siendo fundamental, ocupa siempre un segundo plano. El resultado es una película superficial, muy desequilibrada, con largas secuencias combinadas con un montaje nervioso que no deja disfrutar del instante del lujo que resulta uno de los principales atractivos de una historia que debe y tiene que caminar entre el dinero. Ser trepidante no quiere decir que haya que ser necesariamente rápido y conducir un coche de primera extra no puede ser una exhibición de efectos visuales mientras se está dando una de las claves del argumento que gira en torno a la mentira, igual que ésta película.
Así pues prepárense para apurar sus copas mientras el charleston huye despavorido a los sones de mucha música moderna, mientras el vestuario comete el tremendo error de poner pantalones de pitillo en una época en la que las pinzas y la pernera ancha era lo habitual. Modernidades que pasan por ser tan innecesarias como signos evidentes de querer subrayar el exceso. Y la historia no debe estar nunca al servicio de esas obsesiones estéticas sino a la inversa. No es una lección demasiado difícil aunque, quizá, sea algo complicado de asimilar entre tanto ruido, tanto corte, tanta marioneta y un montón de razones para salir decepcionado tras la enésima versión de esta historia que se queda en nada.

18 comentarios:

Carpet dijo...

Ya dije en otro sitio, esta peli son fuegos artificiales al mediodia. Un despliegue de pirotecnia que no logra fascinar porque no se utiliza en el momento adecuado.

Casualemente a la vuelta de ver la peli de Lhurman enganché en la tele la reposición de la versión de Clayton y pude comparar con mucha facilidad. A Clayton le acusaron de frio, pero en su película hay muchísima más pasión que en la de Buzz, a veces se confunde frialdad con comedimiento y por eso Lhurman se ha dejado llevar por el exceso.

Y el exceso no sólo es visual que reflejar el lujo y el dispendio puede ser fácil sin necesidad de que las imagenes nos oculten a los personajes. En el primer encuentro de Maguire con la prima Daisy, su marido y la amiga hay tanto empeño en que nos quedemos epatados con la belleza de la imagen que se nos hurta la conversación dejandola como un fondo de voces batiburrillo como el que se puede escuchar en el transporte publico si coinciden un grupo de vocingleros adolescentes.

En cuanto a lo del reparto...Lo de Maguire es sorprendente, creo que en ningún momento es capaz de dar con el tono que se requiere, la sonrisa de simplón, los ojos como platos, la eterna cara del descoloque...Di Caprio que es mucho más actor también creo que yerra en el tono y la elegancia de Redford se torna en impostra incomoda en el caso de Leonardo, mucho más preocupado de parecer enfafado que encantador. Por supuesto Joel Edgerton está a años luz de Bruce Dern en cualquiera de las facetas, más próxcimo a la caricatura que a la definición.

Y queda ya sólo la Mulligan mucho más atractiva que la Farrow (para mi gusto) pero que como bien dices se la presenta como una niña chica, no ya falta de personalidad sino casi como una retrasada mental en algunos momentos...

En fin, al final la sensación de aburrimiento se apdera de uno y termina por pasar de la historia e intentar disfrutar (aunque tambien cansa) de algunas de las lujosas imagenes que un presupuesto desorbitado consigue.

Vamos, por proponer algo más interesante yo iba a promover un transversal (lo mismo repetido) de obras literarias clásicas cuya adapatación cinematográfica ha sido un fracaso o casi.

Luego vuelvo.

Abrazos elegantes

Anónimo dijo...

Hablabas el otro día de que "La vida de Pi" era una película inútil (gracias por el piropo). Apunta esta otra a la lista, por fa.

Vamos a ver, no me las voy a dar aquí ni de fino ni de culto ni de experto en Scott Fitzgerald. Leí la novela de jovencito, vi la peli de Clayton y he visto "Suave es la noche" como todo quisqui. Y mientras este tipo de literatura norteamericana de entreguerras se esfuerza en subrayar el tono decadente, Lurhman se empeña en todo lo contrario. No me quiero ni pensar lo que pensarán los jovencitos que se acerquen a la obra de Scott Fitzgerald alentados por esta versión. Casi diría que en este caso y por fortuna, creo que serán pocos.

Es un desastre de película. Donde debería haber lujo hay vulgaridad, donde debería sonar Gerswin suena Beyoncé o Amy Winheouse ( y mira que me gusta Amy pero a quién se le ocurre). Nada está donde debería estar. Quizá lo único que está donde tiene que estar son los actores. Leo y Carey hacen lo que pueden los pobres, los únicos momentos en los que la película sube un poco es cuando disfrutamos de su intimidad. A Baz no le queda otra que ceder en esos momentos de su habituales parafernalias. Qué menos.

Yo no disfruté del poderio visual de la película. También me parecen fuera de lugar esos subrayados marca de la casa Lhurman, esos zooms vertiginosos y mareantes, ese sobreimpresionado de los textos manuscritos de las cartas (¿dónde habré visto yo eso?), esos decorados infames (lo del escenario cuasi apocalíptico del taller mecánico con el cartel de las gafitas es pa nota). Baz, querido, lo menos que puedes hacer a la hora de acercarte a una obra de estas características es mostrar un poquito de respeto.

Abrazos desde el otro lado de la bahía

César Bardés dijo...

Yo también he revisado la película de Clayton, mucho más cercana al espíritu de Fitzgerald. Lo más reprochable en esa película, de hecho, es un cierto acartonamiento que se halla un pelín aumentado por la desastrosa elección de Mia Farrow como protagonista porque, ni de lejos, puedes soñar a un Robert Redford enamorado perdidamente de ella. Es más, si me apuras te diré que Farrow, con la mejor de sus voluntades, acierta más con el tono de Daisy que requiere la historia pero su elección para ese papel es muy mala.
El exceso de Luhrmann no deja de ser un poco "snob". Quiere epatar al público y dejarlos alucinados. Me chirría mucho, no mucho, muchísimo que en la fiesta se baile el hip-hop y sustituya al jazz (que también suena pero de casualidad y de pasada) de los años veinte cuando es parte fundamental para reflejar el ambiente en una historia que, precisamente, es el paradigma más evidente de los locos años veinte, años de jazz por antonomasia. ¿Que me quiere establecer un paralelismo? Igualito, hijo, igualito.
Sigo diciendo que Maguire es un error aunque he leído multitud de artículos diciendo que está muy bien. Pero es que, claro, la falta de información suele ser muy traicionera. El personaje de Nick Carraway es un trasunto de Scott Fitzgerald y éste era un hombre sereno, maduro, con aplomo...el equilibrio preciso que le falta a Gatsby y que desempeña no solo el papel de narrador, sino también el de contrapunto. Así mismo, es un error eliminar la historia de amor que vive Nick con Jordan Baker poniéndola de una niña caprichosa, con algo más de cerebro que Daisy.
Di Caprio me parece una elección algo más acertada, muy elegante en algunos pasajes pero es cierto que el tono (probablemente inducido por el director) de enfadado no cuadra nada con la naturaleza del personaje. Di Caprio, al menos, tiene pasajes en los que sí acierta (creo que su aparición es francamente buena y llega a conquistar al mismo espectador). Lo del Edgerton, absolutamente equivocado y, como bien dices, a años-luz de Bruce Dern, mucho más actor y mucho más sabio.
De acuerdo estamos con Mulligan, una actriz que sí da el físico de Daisy pero que está presentada de forma francamente torpe y desarrollada aún peor.
Es muy curioso el caso de esta adaptación literaria. Toma pasajes literarios (por cierto, bellísimos) del original de Fitzgerald (por cierto, también, ¿en algún momento queda explicada la razón por la cual Nick está en un psiquiátrico? Se supone que está obsesionado con Gatsby pero...lo deja traslucir la historia tanto?) y, sin embargo, Luhrmann se empeña en poner tanto énfasis en la puesta en escena que esos pasajes quedan absolutamente ensombrecidos por ese exceso que le caracteriza y que hace que la película pierda tonalidades narrativas que, al fin y al cabo, es lo que verdaderamente interesa del relato original.
En cuanto a adaptaciones fallidas...uf...si lo dejamos reducido a grandes novelas podríamos citar, por ejemplo, además de las tres versiones de Gatsby (la de Alan Ladd se centra en su condición de contrabandista, de tipo malo que se enamora perdidamente y, por tanto, tiene algo bueno. Hay una cuarta, muda, pero que está desaparecida a pesar de que algunos insisten en que es buena o mala o regular), quizá podríamos recordar la adaptación de "La letra escarlata", según novela de Hawthorne que hizo Roland Joffe con Demi Moore y Gary Oldman; la terrible "La máquina del tiempo" con Guy Pierce (por cierto, cada vez más inaguantable) basada en el relato de H.G. Wells que protagonizó un buen montón de años antes Rod Taylor; o, incluso, la "Alicia en el país de las maravillas" de Tim Burton que no le llega a la versión animada de Disney ni a la suela de los zapatos.
Abrazos literarios.

César Bardés dijo...

Pues también tengo que estar de acuerdo contigo, Dex. "La vida de Pi" es otra adaptación literaria que no tuvo un buen reflejo en el cine por mucho que me digan supuestos expertos que es la releche en verso.
Si hay algún loco de la vida que se acerque a la obra de Scott Fitzgerald (no sé si lo recordarás pero la prosa de este tío era impresionante) se llevarán una decepción porque se darán cuenta de que no hay hip-hop, ni Amy, ni Beyoncé. Yo voy a añadir un fallo que se me ha olvidado en el comentario anterior. Los imposibles trajes masculinos. En la escena del hotel es muy evidente. La responsable de vestuario (a la sazón, creo, pareja de Luhrmann) se empeña en embutirlos en unos trajes que, no sé si es que necesito una graduación visual, les están estrechos del copón. No caben en esos trajes y hasta creo adivinar en algún momento algún gesto de los actores que están hasta las narices de llevar esas ropas. Sobre todo, di Caprio y el traje rosa...
Es cierto, y también está muy bien dicho, que "donde debería haber lujo, hay vulgaridad" y eso desvirtúa en sí mismo la historia. Gatsby es un tío de clase, de elegancia supina, que sí, que da fiestas multitudinarias pero no vulgares.
Estos son los peligros de esta generación de cineastas que se creen maravillosos, tipo Kubrick, y quieren reinventar fórmulas ya conocidas. Ahí tenemos a Luhrmann, como también a Joe Wright y su infame "Ana Karenina" (por cierto, otra adaptación literaria que no funciona en sus manos).
Ea. Y ahora, a bailar un hip-hop como si fuera Gershwin, que es lo que mola.
(Por cierto, para los picajosos...que sí, que sé que la "Rapsodia en Blue" es anacrónica en la película, que se supone que la acción es en 1922 y la rapsodia se estrenó en el 24...)
Abrazos rigurosos.

Anónimo dijo...

Al hilo de lo que decis sobre adaptaciones fallidas me gustaría comentaros otra cosa. El otro día estuve viendo "On the road" de Walter Salles. Bueno, no he leído la novela de Kerouac y no sé si debería flagelarme por ello. Lo cierto es que he leído que la película es fallida, que es muy inferior al original literario, y que ya de por sí la adaptación de esta novela dicen que fundacional era un suicidio anunciado. No obstante, siendo un profano de este texto, a mí la película me ofreció datos interesantes y sobre todo ¡¡¡ ganas de hincarle el diente a Kerouac ¡¡¡ Algo que aquí no ocurre ni de lejos.

Yo es que eso está por encima del conflicto tradicional y tópico de qué es mejor, la peli o la novela. Si viendo una película me entran ganas de acercarme a la novela, siendo coherentes no debería decir que esa película es fallida.

Abrazos impresos

César Bardés dijo...

Yo es al revés. Sí he leído la novela de Kerouac (aunque ya hace ...años -rellénese con la cantidad que se quiera con tal de ser discreto) y no he visto la película. Creo que es un error intentar la adaptación de algo que es totalmente inadaptable. La novela de Kerouac es un montón de sensaciones agrupadas en unas experiencias que siempre están en segundo plano para destacar, precisamente, ese espíritu rebelde de la generación "beatnik".
Algo sí he de decir sobre ese tópico de qué es mejor, la novela o la película en general. Creo que ya lo he dicho alguna vez pero sigo pensando que es una comparación absurda. En el 99% de los casos, el libro va a ser mejor pero no porque sea mejor sino porque el medio es distinto. No se puede decir que una manzana es peor que un faisán trufado porque no es comparable. No podremos decir nunca (y yo no lo he oído jamás) que un cuadro es peor que una película o viceversa. Son medios que utilizan expresiones diferentes, recursos diferentes e, incluso, objetivos diferentes. La película estará a la altura de la novela cuando conserve el espíritu que emana de ella, aunque no sea necesariamente literal, ni fiel, ni auténtica. Hay múltiples casos sobre ello. En todo caso, bien dices Dex, que si la película te atrae lo suficiente como para querer leer la novela entonces no es tan fallida. Lo ignoro en esta ocasión porque, repito, no he visto la película.
Abrazos adaptados.

Carpet dijo...

Efectivamente Dex, si la peli da ganas de leer el libro es que no es fallida. Si la película te aburre tanto como para que se te quiten las ganas de leer la novela o incluso cualquier cosa del autor, es que ha sido una cagada total.

Si s´ñior, que bien vistos todos esos detalles que comentais como peros a la peli, y qué pocos pros se pueden señalar...Cierto lo de la aparición de Di Caprio, y lo de los momentos entre Daisy y Gastby también aunque son escasisimos...no creo que sumen tres minutos en total, el detalle de la mano de Carey en la de Leo detectada por el marido (no se sabe bien como pues en la escena no tiene visión directa del momento intimo) es estropeada por ese zoom que menciona Dex y que tanto le gusta a Lhurman.

También muy de acuerdo en el error de prescinidir de la cierta relación sentimental de Nick con Jordan, pero la elección de la actriz no da para que haya feeling con Tobey (20 centimetros mas alta por lo menos), ua nos costó creernos el affaire de Charlize con él en "Las normas de la casa de la sidra", de hecho el de Jordan es un personaje anulado.

lo del escenario cercano a Mad Max del taller de Wilson también es un desajuste. El personaje de Wilson es llevado a la subnormalidad cuando en realidad debía ser un hombre con pocas luces obsesionado con un cartel que identifica con la mirada de Dios, Lhurman hace hincapie en el cartel pero nadie sabe porqué. Por no hablar de que anacronismos musicales aparte (que yo creo que eso hubiera podido ser un pecado menor) hay un fallo casi incomprensible, lo de ese hombre armado que entra hasta la cocina( piscina) de una lujosisima mansión sin ningún control. Al menos en la de Clayton, se le ve entrando por la zona de cuadras y esquivando en la medida de lo posible la pequeña vigilancia.

Otros fiascos de adaptaciones pueden ser "El amor en los tiempos del colera", que ya sabemos que Garcia Marquez no es facil, pero ni Bardem pudo levantar eso. También un exito literario (aunque para mi gusto algo incomprensible) se destrozó en la pantalla gracias Annaud "El amante". Stephen King ha tenido algunos exitos que han dado lugar a terribles películas ( casi todas, ¿no?) y de Dan Brown podríamos decir otro tanto...pero como estamos hablando de buena literatura yo creo que uno de los peores fracasos son las multiples adaptaciones que ha tenido "El Quijote" sin que ninguna llegara a ser suficientemente notable.
Otro que tampoco ha tenido demasiada fortuna ha sido Hemmingway, no creo que haya habido ni una sóla película basada en su obra que se pueda considerar notable.
Y...¿podemos decir que "Guerra y paz" es una buena película?...muchas dudas plantearia yo.


Abrazos leidos

César Bardés dijo...

Tienes razón en casi todo lo que comentas, Carpet pero yo voy a hacer un par de precisiones. Una es que señalas, parece como excusa, la elección de la actriz que hace de Jordan como justificación para eliminar el romance entre Nick y ella. Yo creo que, simplemente, lo que tienes que hacer es elegir a un actor más a la altura de Nick y darle un poco más de empaque al personaje de Jordan.
Totalmente de acuerdo en lo que señalas del personaje de Wilson, interpretado en la versión de Clayton por Scott Wilson, de forma muy acertada (Wilson es uno de los asesinos de "A sangre fría", de Brooks, por ejemplo, y un actor correoso. Sin embargo, aquí, se coge a Jason Clarke que estaba especialmente atinado en "La noche más oscura" y de correoso tiene bien poco). También de acuerdo en algo que pensé mientras la veía y es en la forma en la que Wilson penetra en la mansión Gatsby, absolutamente pasada por alto, como si ello no contara. Pero te voy a decir algo. No creo que el anacronismo musical pueda ser tildado de fallo menor en, precisamente, esta historia. Una de las razones de la ambientación de esta película es el jazz y el ambiente que generó de locura y desenfreno en los años veinte y que está muy bien reflejado en la novela de Fitzgerald. Acepto, y lo acepto sin ambages, que puedas hacer una versión de Gatsby actual y le pongas el rap, el hip-hop o el tecno porque me cuadrarán los motivos por los que los pones. Lo que no puedo aceptar es que me ambientes una historia en los años veinte y me pongas a Beyoncé.
Hace unos cuantos años (creo recordar que fue en el 97), asistí a un seminario en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander que impartían Pilar Miró, Manuel Gutiérrez Aragón y el compositor Pepe Nieto (autor de "El rey pasmado" entre muchas, muchas otras). El tema era el uso de la música clásica en el cine y ponían como ejemplo "2001". La secuencia inicial del amanecer del hombre, la salida del sol, la idea de la evolución se ve subrayada por la elección musical de Kubrick con "Así habló Zaratustra", de Richard Strauss. Kubrick habla de la creación con esa música, pero Pepe Nieto hizo un experimento. Puso la misma secuencia con música de Vivaldi. La sensación ya no era la misma. No era "creación" sino "naturaleza", un hecho "natural".
El ejemplo es extremo (también te digo que me rechinaría igual que Luhrmann hubiera puesto música clásica en lugar de jazz) pero da una idea de la tremendísima importancia en la sensación que llega al espectador con la elección de una música o de otra. ¿Te imaginas una película como "El golpe" con un fondo musical tecno? Será muy moderno, muy innovador, muy todo lo que quieras pero no será acertado y esto es lo que ocurre. Y además creo que es un error de bulto.
En cuanto a las adaptaciones literarias fallidas. Yo sí creo que Hemingway tiene una adaptación buena. Es la adaptación de su relato "Los asesinos" que dio lugar tanto a "Forajidos", de Siodmak, como a "Código del hampa", de Don Siegel. Es verdad que es la única muestra de haber hecho algo potable con Ernesto.
Los rusos, por lo general, no han sido demasiado bien adaptados pero mira, ahora que está reciente el Mamet de "House of games" en "Conversacines". Mamet adaptó para Louis Malle "Vania en la calle 42" haciendo que se entremezclara el pasado con el presente, la realidad con la ficción sin que hubiera cambios de vestuario. Solo con una mesa de madera y un buen montón de actores dando profundidad a su cometido. Y no chirriaba ni un ápice.
Abrazos anacrónicos.

Carpet dijo...

Bien, me explico en lo del pecado venial a proposito de la música. Hay dos tipos de composiciones anacrónicas en el filme, la música que se escucha en las fiestas, bailes y desmadres, que son las que "escuchan y bailan" los personajes en las que no se puede admitir el anacronismo y otras que suenan como fondo musical en ocasiones como por ejemplo en las (muy bonitas, estas si) vistas aereas de las mansiones, en estas últimas que suene Amy, por ejemplo, puede quedar hasta refrescante.

Lo que yo quería decir es que el problema musical es, a mi entender, menor frente a otros temas más graves que destrozan el filme en su conjunto.

En cuanto a lo de Jordan y Nick, estoy de acuerdo que el principal error de casting es Tobey que no da la talla ni como caracter ni como caballero, el momento de tensión en el que dice que acaba de recordar que cumple 28 años es tremendamente fallido, podría haber dicho que cumplia 15 (a este respecto debo decir, que yo vi la versión doblada y la voz que le ponen habitualmente a Maguire es particularmete dañina). ahora bien yo no excuso que hayan puesto a una larguirucia como Jordan para cargarse el supuesto romance, es que yo creo que Lhurman se ha cargado directamente el personaje de la Baker porque no le interesaba (yo he llegado a preguntarme si le interesaba alguno en realidad), ni relación, ni contrapiosición a Daisy, ni capricho, ni nada...es un fantasma que anda por ahí y su participación en la trama es nula, no hay ni siquiera juego de seducción a Nick en la fiesta para que acepte el plan de Gastby de invitar a Daisy a su casa.

Magnífico lo que cuentas del seminario, pero efectivamente es extremo. Además hay determinados fims que llevan la música a cuestas y "cuesta" encontrarles otra que le fuera apropiada. En el caso de "El golpe" que mencionas efectivamente con música tecno sonaria atroz, pero tambien es cierto que no somos capaces de ver a Redford y a Newman vestidos de esa guisa con otro soniquete. Sin embargo, fijate que anacrónica es "Raindrops keep fallin in my head" en el osete aunque sea moderno y sin embargo lo aceptamos en "2 hombres y un destino", es más hasta le damos un plus.

Pero en el fondo estoy de acuerdo contigo, muchos han hablado y cantado alabanzas sobre lo que a mi me parece más horroroso de "Lady Halcón", la música de Allan Parsons en esa aventura medieval.



Y más desaciertos literarios "robinson Crusoe" tampoco ha tenido mucha suerte, Verne tampoco y aunque me duela decirlo Neville era muy complicado hasta para John Huston, yo creo que su "Moby Dick" era manifiestamente mejorable, lo que pasa es que Peck era mucho Peck.


Abrazos adornados

Anónimo dijo...

Digamos que lo de la música es algo con lo que ya contabas de antemano, y por eso es una premisa que aceptas a regañadientes. Más conociendo los antecedentes del muchacho - y no diré nombres porque así habíamos quedado. Aún con todo queda grotesco, hortera y chabacano. Acordáos de que hace bien poquito el amigo Quentin metió hip hop en un western, y no solamente no chiriaba sino que quedaba hasta molón.

En cuanto al tema de las adaptaciones, yo estoy de acuerdo con que son dos lenguajes distintos, ya lo hemos hablado muchas veces. Un guión siempre es un texto, luego queda snob prejuzgar que lo literario está por encima de lo cinematográfico. Y cuando hablamos de esto siempre nos referimos a las grandes novelas, y ahí entra el factor psicológico al ser textos que se han leído de forma masiva y que por tanto son los más susceptibles de generar expectativas. Pero tened en cuenta la cantidad de películas que en realidad son adaptaciones de películas y el número de novelitas mediocres que han dado lugar a obras maestras del celuloide. Pensad al respeto en el amigo Hitch que en su vida adaptó un guión original.

Abrazos impresos

Carpet dijo...

Efectivamente, yo no hablaba de un transversal cuya película fuera peor que el original literario, porque eso efectivamente sería comparar churras con merinas o, como dice Wolf, manzanas con faisanes trufados (que comparación más pedante, vive Dios). Yo hablaba de fracasos valoradas en conjunto, mala adapatación, mala película, poso de disgusto en el espectador cinematográfico...


De la misma forma se podría haber hecho un transversal de lo contrario, de buenas películas provenientes de un original lietario de cierto nivel. Y ahí podríamos ir desde las "Cumbres borrascosas" de Sir Lawrence (habría que poner en cuarentena alguna posterior); el paso a pantalla grande de la novela de Eco "El nombre de la rosa" o en nuestra tierra esa maravilla milagrosa que fueron "Los santos inocentes". Buenas películas en si mismas sin necesidad de comparar lenguajes artísticos diferentes.


Abrazos lujosos

Anónimo dijo...

Bueno, fiascos literarios tenemos unos cuantos en la piel de toro. Por mucho que se empeñen "Alatriste" para mí es un truño de cuidado, es lo que tiene adaptar cinco libros en dos horas y media de peli. También tenemos el caso de Vicente Aranda y su contencioso con Antonio Gala a propósito de "La pasión turca". Lo de "Tirante el blanco" también era de verguüenza ajena. Algo mejor le quedaron "Tiempo de silencio" o "Si te dicen que caí", dos novelas especialmente difíciles de adaptar en las que salió más o menos airoso (con todo lo mejor de Aranda se lo proporcionaron los periódicos y la adaptación de un caso real en esa obra maestra llamada "Amantes").

En cuanto a novelas conocidas que han conocido buenas adaptaciones pues sí hay varias. Mi adorado Steinbeck ha sido uno de los autores que más suerte ha tenido en el cine, y mira que no es un autor precisamente fácil de adaptar. Y no solo me refiero solo a "Las uvas de la ira" en la que supervisó el guión, sino también a "East of Eden" o incluso a "La perla" del Indio Fernández.

Abrazos adaptados

Carpet dijo...

Pues si es dificil adaptar a Steinbeck, no te digo nada Joseph Conrad y ahí tenemos esa obra maestra absoluta que supone "Apocalipse Now". Y es un éxito en todos los sentidos porque se disfruta por si sóla y da ganas de acercarse a la novela que la inspiró (al menos conmigo lo hizo). Y además es un caso claro de que ni el libro ni lapelículas son mejores el uno que el otro, porque son dos cosas totalmente distintas.

Y en nuestra tierra si dices que Steinbeck tuvo buena suerte a Delibes tampoco le fue mal, no solo por Paco el bajo y familia, sino por "El disputado voto del señor cayo" que a mi me parece notable, o incluso "El camino" en versión televisión de Josefina Molina o "El principe destronado" adapatado por Mercero como "La guerra de papá".

Blasco Ibañez sin embargo no ha tenido tanta suerte, ni en casa ni fuera, aun recuerdo con horror el "sangre y arena" de Elorrieta con Sharon Stone y para mi gusto la de Mamoulian con Tyrone Power y Rita tampoco es para tirar cohetes.

Abrazos adapatables

César Bardés dijo...

A ver, que entre piscinas, niños, libros, artículos y llamadas telefónicas sorprendentes se me va el tiempo.
Pongamos otro ejemplo para demostrar que el pecado de la música no es solo venial.
Acabo de poneros en el blog "Amadeus". Es evidente, la música que tiene que ir en la película es la de Mozart, no hay problema. La música que suena en las ocasiones de los conciertos y de las óperas es la del gran genio. Pero topamos con un director más "innovador" que Forman, que quiere resaltar la increíble modernidad de un hombre que hacía una música extraordinariamente avanzada en el siglo XVIII y, como música ambiente, es decir, como banda sonora propia de la película pone, por ejemplo, Iron Maiden para decir, así con cara de interesante: "En el fondo, Mozart era el heavy de esos tiempos". Y se queda tan tranquilo. Yo creo que no es tan venial. Vale con música instrumental, inspirada o no en la situación en concreto pero vale con eso. No hace falta que pongas a Amy más que nada porque ya he dicho que será muy innovador...pero no acertado.
Ambos me hacéis trampa poniendo ejemplos de "western" habida cuenta de que no ha habido, digamos, una música propia de esa época. Todo lo que nos ha llegado es esa música, si se quiere, orquestal, con algunos acordes propios. Es evidente. Tampoco había orquestas sinfónicas en el viejo Oeste y, sin embargo, no chirría nada Elmer Bernstein en "Los siete magníficos" o la música decididamente bélica que Jerry Fielding pone en "Grupo salvaje" o esa melodía totalmente adulterada, se diga lo que se diga, incluso con alguna reminiscencia "pop" que Morricone pone en los "spaghetti-western". Tarantino eso lo sabe muy bien y por eso utiliza la banda sonora como la utiliza. Burt Bacharach, desde luego, hace una melodía (y reconozcámoslo, bastante tonta y desenfadada) para "Dos hombres y un destino" y no nos importa porque cuadra con los personajes y con la alegría de vivir que te está contando hasta ese momento. Efectivamente tienes toda la razón a lo que dices sobre la banda sonora de "Lady Halcón", una suerte de modernidad que podría cuadrar si se quitara la percusión. Por cierto, no es de Alan Parsons, es de Andrew Powell que se desmarcó de la banda Project y comenzó a imitar los sonidos de su jefe.
Destacas a Peck en "Moby Dick". Yo creo que hace un buen papel (sin morirse de la muerte) pero, curiosamente, hace como un mes estuve comiendo con unos cuántos del mundo de la farándula y de la comunicación y decían que eso era por Orson, que Peck estaba de pena...

César Bardés dijo...

Dex, es cierto lo que dices sobre la cantidad de novelitas que han sido luego obras maestras del cine. Hablando de Orson, la novela "Si muero antes de despertar", una novela "pulp" de interés literario nulo da lugar a "La dama de Shanghai". E incluso James Cain dijo, sin ningún tipo de disculpa, que "Perdición" como película era mejor que su novela, que a Wilder y a Chandler se les habían ocurrido muchísimas cosas que en la novela no estaban y que...ojo..."la mejoraban".
En el caso contrario podríamos colocar el ejemplo que pone Carpet sobre "El nombre de la rosa", que a mí me parece una adaptación estupenda, desde luego, pero a Umberto Eco le pareció horrible porque decía que en su novela había tres aspectos: "El policiaco, el religioso y el filosófico. La película es horrible porque solo se ocupa del aspecto policiaco".
¿Y las adaptaciones que se han hecho de Chandler? Buenas "El sueño eterno" y buena también "Historia de un detective" y "Adiós, muñeca". Mala "Marlowe, un detective muy privado" que se inspira en "La hermana pequeña". Muchos consideran una burla "Un largo adiós", de Altman cuando a mí me parece que está muy bien aunque bien es cierto que se queda a la mitad de lo que pone el libro. Algo así como el caso contrario de "Alatriste".
Mala la adaptación de "El informe Chapman", de Irving Wallace con el título de "Confidencias de mujer", de Cukor y siguiendo con Wallace...qué buena es "El premio" con su tono desenfadado y que alejada está del tono que destila la novela, también buena. Otro autor de "best-seller" Frederick Forsythe tiene una inmejorable adaptación en "Chacal" de Zinnemann y una deleznable en la versión con Willis y Gere dirigida por Caton-Jones. Buena es la adaptación de "Odessa" con Jon Voight. Me gusta menos "Los perros de la guerra" con Walken pero es pasable aunque no tan desencantada como la novela, sí desangelada.
Abrazos encantados.

César Bardés dijo...

Tienes razón, también Carpet, en que Delibes ha tenido una particular fortuna en casi todas sus adaptaciones. "Las ratas" de Giménez-Rico podría ser una excepción. Y totalmente de acuerdo en que "Sangre de arena" de Mamoulian con Power y Hayworth era, directamente, mala, amén de tópica.
Muñoz Molina, por ejemplo, tuvo una más que aceptable adaptación con "Plenilunio" pero una horrible y muy decepcionante con "El invierno en Lisboa". Pérez-Reverte, dejando fuera el "Alatriste", no ha tenido mucha suerte y a mí me sigue pareciendo que la mejor adaptación que le han hecho es "El maestro de esgrima", de la cual hablaremos dentro de muy poco.
Günter Grass tuvo una adaptación más que aceptable con "El tambor de hojalata" siendo, además, totalmente diferente a la novela. Bueno el ejemplo que pones de "El corazón de las tinieblas". Conrad suele ser un novelista muy difícil de adaptar. De hecho, ahora me viene a la memoria corregirte Dex. Hitchcock, en su etapa inglesa, adaptó a Conrad con "Sabotaje" con Oskar Homolka. Más tarde hubo una adaptación de Christopher Hampton con Bob Hoskins y Christian Bale, creo recordar, que se llamó "El agente secreto", lo cual lleva a menudo a confusiones con la película homónima de Hitchcock.
"El camino", de hecho, tiene una versión cinematográfica con Ana Mariscal cuyo mérito principal consiste en que la convirtió (aunque no estoy seguro de este dato) en la primera mujer directora del cine español, que la tengo en casa pero pendiente de ver.
A ver si alguien adapta "El ojo privado" y hablamos del gobierno, hombre...
Abrazos tontos.

carpet dijo...

Jejeje, no sé si nos has traido "Amadeus" para reafirmarte o por cuestiones de agenda. Es cierto lo que dices de la música de Iron Maiden (un grupo que yo incluiría en el top ten en ningún caso) y yo también lo pensé en su momento, ahora a años luz de distancia (cuanto tiempo ha pasado ¿no?) ya no me duele tanto.En el fondo un poco a lo Lhurman con Gatsby, Forman jugó a modernizar el siglo XVII y a jugar con un niño prodigio convertido en el gamberrete-bufón de palacio. A mi la película salvo algunas escenas, en particular las finales, no em gustó demasiado. Ahora se la ponen a mis crios en clase de música para acercarle al compositor...no es mal destino.

Otra puntualización, según tengo entendido, efectivamente Alan Parson declinó la oferta de Donner y le pasó el muerto a powell alegando que teníoa mucho lio, pero Powell se metió en el estudio con todos los músicos del Proyect y el propio Parsons ejerció de ingeniero de sonido...así que suena como si hubiera sido él mismo, como un Allan Parsons dirigido por el sustituto.

Y qué cierto lo de Perez Reverte y eso que yo creo que sus novelas están concebidas para ser adapatadas al cine...todas son regulares ("El maestro de esgrima" algo menos cierto) pero ninguna peor que la decepción terrible que fue "La tabla de Flandes", cuyo único atractivo eran los atractivos de una jovencita guapa y casi desconocida llamada Kate Beckinshale.

Abrazos sinfónicos

César Bardés dijo...

Siendo sinceros, te diré que ha sido una cuestión de agenda. Tocaba, eso es todo. Voy, aproximadamente, con dos semanas de adelanto sobre lo que pongo, lo que pasa es que me venía al pelo para reafirmarme. Yo creo, por el contrario, que la película es brillante sin olvidar que no es, para nada, biográfico, sino basada en la estupenda obra teatral de Peter Shaffer que yo tuve el placer de ver en Madrid con Pepe Sacristán como Salieri y con Roger Pera como Amadeus. De todas formas, no, no es mal destino el dan en el colegio de tu hijo, siempre y cuando hagan la salvedad de que esa no es la verdad sino que Shaffer cogió la verdadera rivalidad que sí había entre Salieri y Amadeus y ficcionó sobre ellá.
Estoy de acuerdo con la puntualización que haces sobre Powell y Parsons. La verdad es que suenan muy parecido si no igual.
Totalmente de acuerdo en la adaptación de "La tabla de Flandes", una decepción terrible, sobre todo habida cuenta de que Jim McBride había hecho una de cal y otra de arena porque había conseguido algo muy apreciable con "Querido detective" y algo bastante detestable en "Vivir sin aliento", alguna esperanza había.
Abrazos encontrados.