viernes, 13 de septiembre de 2019

TIEMPO DE MATAR (1996), de Joel Schumacher



Un hombre se toma la justicia por su mano ante el crimen horrible y execrable que se ha cometido contra su propia hija. Quizá nadie le podría culpar si no fuera por el hecho de que ese hombre es negro. Y eso, en el sur de Estados Unidos, es peor que un asesinato. Todos quieren sacar partido del proceso a un negro que ha matado a dos blancos y, sin querer, ha herido a un policía. El fiscal ve una oportunidad para ascender en sus aspiraciones políticas. El reverendo prueba la miel de un aumento en la recaudación de su iglesia. La Asociación Nacional para la Ayuda a la Gente de Color cree que puede ser un caso relevante que aporte una proyección de alcance nacional. Y todos, de alguna manera, saben que, allí, donde el color de la piel es más importante que la evidencia de los hechos, ese negro no podrá tener un juicio justo.
Sin embargo, hay un joven abogado. Es atractivo, es luchador, no es un idealista, pero sí cree que la justicia hay que respetarla. Y es blanco. Tal vez, esa sea el arma secreta del acusado. Si ven que un blanco les muestra que es un crimen igualmente condenable si la niña hubiera sido blanca, entonces, tal vez, haya una posibilidad.
Las presiones se suceden. Los caballeros blancos con capucha del Ku Klux Klan comienzan a jugar las bazas del miedo, acosando a todos aquellos que se atreven a levantar la voz a favor del reo. Los enfrentamientos se suceden, hay infiltrados por todas partes, la justicia comienza a ponerse en fuga…no, no, la justicia se va a quedar. De eso ya se encargará el abogado que, tal vez, no sea muy brillante, pero es perseverante. Y sabe que tiene razón.
Interferencias, zancadillas, testigos impropios, interrogatorios dolorosos, el perdón, el odio, la incapacidad, la impotencia, el color. Todo ello son elementos que colisionan unos con otros, al igual que una manifestación de blancos contra negros. Es el tiempo de que las cosas comiencen a normalizarse en un país que se precia de democrático y los mejores son siempre aquellos que trabajan duro, sin descanso, buscando en los sitios más precisos y más escondidos para sacar a la luz algo tan simple como es la verdad. Nadie duda de que ese hombre haya asesinado a dos blancos. La cuestión es lo que le motivó a hacerlo. Y es muy posible que el color no tenga nada que ver con la decisión que tomó.
Excelente película de Joel Schumacher tomando como modelo la primera novela publicada de John Grisham y con un reparto muy solvente encabezado por Matthew McConaughey, Sandra Bullock, Kevin Spacey, Oliver Platt, Donald y Kiefer Sutherland, Brenda Fricker, Patrick McGoohan, Samuel L. Jackson, Ashley Judd y Chris Cooper. Todo un lujo para decidir si queremos seguir viviendo en un tiempo de matar, de odio y de ira, de racismo y de incomprensión o si, por el contrario, aceptamos que la ley debe existir y debe actuar sin importar cualquier causa de discriminación. Ustedes deciden.

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