jueves, 27 de mayo de 2021

SPIRAL: SAW (2021), de Darren Lynn Bousman

 

Los elaboradísimos métodos de tortura que pone en juego el psicópata de turno, en esta ocasión, delatan que el interfecto, en todo caso, tiene mucho tiempo libre. Y el error, como siempre, se halla en ponerlo todo tan evidente cuando se tiene entre manos una trama que, lejos de películas mucho más inquietantes como Seven, de David Fincher, podría exhibir varios puntos de interés. Y no es un tema de falta de trabajo, es de dirección.

Bien es verdad que, con un final delirante a más no poder para que la saga siga reinventándose, también hace falta algo más de inteligencia, pero todo el asunto podría tener un pase porque hay momentos en los que parece que la película podría ser algo más y, sin embargo, se queda en mucho, mucho menos. No hay interpretaciones potentes y la elección de Chris Rock como el protagonista es, cuando menos, discutible. Al final, todo se queda en un desagradable espectáculo gore, de muy dudoso gusto, con alguna que otra precipitación que destapa el agujero a poco que se esté atento y con una recreación bastante despreciable del dolor y del terrible dilema al que se enfrentan las víctimas.

No obstante, si el director, en vez de tratar al espectador de estúpido, deja que toda la investigación de los crímenes se describa sin necesidad de acudir a la tontería de enseñarla con toda su crudeza, la película se habría quedado apañada, con su misterio, con su intriga, con su imaginación corriendo de cuerpo mancillado a destrozo inapelable y con su resolución tensa. Nada de todo esto ocurre. El público se remueve inquieto en las butacas, aparta la vista porque tanta brutalidad llega a ser invisible y se pregunta vagamente quién es el autor de todo esto. Y cuidado con esto porque se adivina a poco que uno esté con la antena desplegada.

Ni siquiera la aparición de Samuel L. Jackson parece lo suficientemente atractiva como para levantar un poco la persecución de este loco criminal. Nada, ni siquiera alguna que otra secuencia de acción sin hemoglobina, está bien realizada. El resultado es una película inapetente, inadecuada, insulsa, algo insultante y ya voy a parar porque son demasiadas palabras que empiezan por i.

Así que es el momento de ser más listos que el asesino y dirigirse a otro cine en el que pongan cualquier otra cosa, porque va a ser más rentable. Aquí había material para hacer algo decente, pero se han encargado de torpedearlo a conciencia y difícilmente se puede hacer peor. Eso sí, que no falte el final abierto para que el asesino o su sucesor siga teniendo montañas de tiempo libre para detener el tráfico del suburbano, o poner una televisión en medio de una vía, o preparar una bañera que sea una piscina de electrocución o, ya de forma increíble, hacer que unos grifos escupan cera ardiendo situándose en un sótano de una comisaría de policía. Impresionante, chaval.

Y todo porque una espiral da a entender una construcción, una forma de progreso, como si este asesino fuera mucho más refinado que todos los anteriores de los mil y un capítulos de Saw. Lástima que a los espectadores les pase lo mismo y ya sean mayorcitos para rechazar, con conocimiento de causa, subproductos de esta naturaleza. No se trata de estar en contra del horror. Se trata de tener talento para presentarlo adecuadamente. 

2 comentarios:

carpet_wally@gmail.com dijo...

Lo más sorprendente de tu artículo sobre esta película, es que exista.


Obviamente la calidad de tus letras sigue en pie, pero eso no es sorprendente. Como no lo es que pongas el film a caer de un burro. A estas alturas, una película con estos mimbres y predecesoras no se puede esperar que haya un mínimo de calidad, por mucho que alguna productora haya puesto mucho dinero. Buscan lo que, eso si sorprende, ha funcionado en el pasado y no van a dar un giro para convertir en algo más lo que siempre fue algo menos.

Por eso la sorpresa está, en que dado el panorama hayas tenido que elegir (quizá por imposición) hablar de una película así.

No me vas a encontrar en una sala viendo este film, tampoco vi los anteriores salvo alguna secuencia de la primera. Es curioso que, efectivamente mencionas "Seven" con acierto, tras la película de Fincher se pusieron de moda los asesinos psicopáticos y la descendencia se puede dividir en los que intentaron lucirse en la busqueda, con algun que otro acierto ("El coleccionista de huesos", "La hora de la araña", "El coleccionista de amantes" o incluso "Fallen") Y los que apostaron por el psicópata y su retorcida pero inteligentísima mente. De estas últimas, la peor es la saga "SAW" casi sin duda, pero lo que me sorprende es la retorcida mente de los guionistas para imaginar las barbaridades que el asesino de turno puede cometer.

Eso ha llegado hasta la televisión en series como "Mentes criminales" con un asesino en serie en cada episodio que desafía lo medianamente comprensible (por eso hay que tener un especializadísimo equipo como la única posibilidad de detenerlos), pero incluso hasta en "CSI" o "Bones" (series mucho más ligeras) se han dado de bruces con asesinos admirables de capacidad intelectual que provoca tanta admiración como rechazo por sus crímenes.

A mi me parece bastante repugnante esa exaltación de la maldad inteligente y sobre todo una mala cosa de nuestra sociedad siglo XXI.

Abrazos superplaneados

César Bardés dijo...

Es una reinvención de la saga y, la verdad, sin gustarme nada todas las bobadas que se proponían en la primera, creía que esta vez se iba a optar por la sugerencia más que la muestra, pero, sinceramente, estaba totalmente equivocado. Tal vez creí eso al ver algún que otro nombre de prestigio en el reparto, pero es que todo llega a ser tan ridículo, espantoso e increíble que no hay por dónde cogerlo.
Sí, ha sido más una imposición que otra cosa, sobre todo, obligado por las circunstancias. En normalidad, jamás hubiera ido a ver algo así.
Sin duda, los guionistas tienen una retorcida mente, estoy de acuerdo, pero, fíjate que eso aún lo perdono, acepto el retorcimiento en el cine hasta cierto punto...pero es que toda la parafernalia que monta el asesino para escenificar sus torturas...joder, eso lleva días, semanas, inspecciones, construcciones, conexiones y cojones y en la película se monta todo en un pis pas (lo de poner un grifo de cera ardiente en los sótanos de la policía ya me descolocó del todo).
Acepto que un asesino sea inteligente, lo admito, puede serlo. También puedo admitir que un policía lo sea y que le haga frente con sus mismas armas. Pero eso, sospecho, no está muy de moda ahora.
Abrazos increíbles.