La torpeza puede ser un estorbo que te condena al ostracismo y el miedo a perder no es más que una excusa para la inmovilidad. Entonces, de repente, dos frases oportunas, una sonrisa acogedora, una conexión inesperada convierten un ritmo mal llevado en el corazón en un romance compuesto sobre las líneas precisas de un pentagrama de esperanza y comodidad, requisitos para un futuro que se antoja corto e intenso.
En esta película que, sin grandes pretensiones, se deja ver con agrado, podemos asistir cómo un actor de la categoria de Dustin Hoffman nos enseña que con su mirada se habla mucho más que con las palabras. Con ella, con Emma Thompson, se nos permite intuir la irresistible belleza de una madurez atenazada por la vergüenza que no deja de ser el enemigo a batir. Juntos, les acompañamos por unos paseos donde expulsan la frustración que atenaza sus vidas. Con Hoffman, nos emocionamos. Con Thompson, sentimos. Con Hoffman, nos reímos. Con Thompson, nos recreamos. Con Hoffman, participamos. Con Thompson, nos protegemos...Y así, en una coda para el otoño del amor inesperado, entornamos levemente los ojos, dejando escapar algunos resquicios de esa ternura de la que casi nunca solemos echar mano.
El guión y la dirección están a cargo de Joel Hopkins en su segunda película y deja que la cámara sea tan sólo un espectador, un transeúnte que asiste con desenfado a unas pocas conversaciones pilladas al vuelo de un atardecer. Al final, el transeúnte seguirá por su camino, con las manos en los bolsillos y el ruido de las pisadas marcando la clave de sol que domina un lugar donde sólo había una capa de niebla.
La musica es la carabina de sus encuentros, y así un piano se deja arrancar unas notas porque son la meta de lo que él siempre quiso hacer, un libro es el escudo para unas miradas que ella nunca quiere notar y la desesperación de la soledad es lo primero que estos personajes perdidos en una gran ciudad tienen en común. Al principio, incluso el humor es tenso porque sólo piensan que la felicidad es un coto vedado para ellos. Más tarde, la confianza mutua será el impulso para el acercamiento y una mañana de agua y piedra, un beso será la cerradura de una relación que hará que ninguno llegue a tarde a la complicidad que tanto echaron de menos.
Al fondo, Londres, ciudad de colores fríos, bañada por las aguas del Támesis, intentando imitar la Viena de Antes del amanecer pero dejando que los protagonistas se enamoren en un feliz crepúsculo de bromas, anécdotas, invitaciones y sensibilidades. Y la urbe se inunda de tráfico de sentimientos, de aceras pisadas diciendo verdades a un extraño, de finales de calle asfaltadas con una decepción que huye ante la proximidad de un mero atisbo de magia esparcida con aires de desencanto.
Nunca es tarde para enamorarse no deja de ser un tratado sobre últimas oportunidades presentadas en dos vidas que confluyen arrastradas por un destino que nunca les ha querido. Y una suave sonrisa se esboza cuando vemos a dos actores que son capaces de darnos mucho con un gesto, con sus ojos, con unos ademanes, con sus estilos tan opuestos y, sin embargo, tan encajados. Algo que quizá nunca podrá regalarnos el tiempo, empeñado en encerrarnos como una flor en un libro, como una música nunca interpretada, como un sentimiento que parecía ya olvidado en las arrugas de la amarga experiencia.
En esta película que, sin grandes pretensiones, se deja ver con agrado, podemos asistir cómo un actor de la categoria de Dustin Hoffman nos enseña que con su mirada se habla mucho más que con las palabras. Con ella, con Emma Thompson, se nos permite intuir la irresistible belleza de una madurez atenazada por la vergüenza que no deja de ser el enemigo a batir. Juntos, les acompañamos por unos paseos donde expulsan la frustración que atenaza sus vidas. Con Hoffman, nos emocionamos. Con Thompson, sentimos. Con Hoffman, nos reímos. Con Thompson, nos recreamos. Con Hoffman, participamos. Con Thompson, nos protegemos...Y así, en una coda para el otoño del amor inesperado, entornamos levemente los ojos, dejando escapar algunos resquicios de esa ternura de la que casi nunca solemos echar mano.
El guión y la dirección están a cargo de Joel Hopkins en su segunda película y deja que la cámara sea tan sólo un espectador, un transeúnte que asiste con desenfado a unas pocas conversaciones pilladas al vuelo de un atardecer. Al final, el transeúnte seguirá por su camino, con las manos en los bolsillos y el ruido de las pisadas marcando la clave de sol que domina un lugar donde sólo había una capa de niebla.
La musica es la carabina de sus encuentros, y así un piano se deja arrancar unas notas porque son la meta de lo que él siempre quiso hacer, un libro es el escudo para unas miradas que ella nunca quiere notar y la desesperación de la soledad es lo primero que estos personajes perdidos en una gran ciudad tienen en común. Al principio, incluso el humor es tenso porque sólo piensan que la felicidad es un coto vedado para ellos. Más tarde, la confianza mutua será el impulso para el acercamiento y una mañana de agua y piedra, un beso será la cerradura de una relación que hará que ninguno llegue a tarde a la complicidad que tanto echaron de menos.
Al fondo, Londres, ciudad de colores fríos, bañada por las aguas del Támesis, intentando imitar la Viena de Antes del amanecer pero dejando que los protagonistas se enamoren en un feliz crepúsculo de bromas, anécdotas, invitaciones y sensibilidades. Y la urbe se inunda de tráfico de sentimientos, de aceras pisadas diciendo verdades a un extraño, de finales de calle asfaltadas con una decepción que huye ante la proximidad de un mero atisbo de magia esparcida con aires de desencanto.
Nunca es tarde para enamorarse no deja de ser un tratado sobre últimas oportunidades presentadas en dos vidas que confluyen arrastradas por un destino que nunca les ha querido. Y una suave sonrisa se esboza cuando vemos a dos actores que son capaces de darnos mucho con un gesto, con sus ojos, con unos ademanes, con sus estilos tan opuestos y, sin embargo, tan encajados. Algo que quizá nunca podrá regalarnos el tiempo, empeñado en encerrarnos como una flor en un libro, como una música nunca interpretada, como un sentimiento que parecía ya olvidado en las arrugas de la amarga experiencia.
26 comentarios:
Vaya qué sorpresa. Estaba convencido de que los mandamases del periódico te habrían enviado esta vez a un viajecito interestelar a bordo de la Enterpise, y me encuentro con que en lugar de eso, han optado por mandarte a dar un paseito a orillas del Tamesis con Enma y Dustin. Yo la verdad pensaba haberlo hecho ayer pero mis obligaciones me lo impidieron, así que espero hacerlo hoy. Supongo que pasear con estos dos bien merecen 6,40 euros de mi sueldo.
La intuición cinéfila del más avezado puede adivinar que, por mucho que hayan avanzado los tiempos y que J.J. Abrams sea considerado el genio de los genios (que para mí, no lo es), la esencia del diario de bitácora fecha estelar 29.128 habrá perdido toda su esencia con otros protagonistas y con super efectos especiales. Pero quizá me equivoque.
De esta película, no esperes nada del otro jueves. Sólo es un puñado de conversaciones que se dejan atrapar al vuelo. Se ve con agrado. No es ni una historia de amor desgarradora, ni tiras cohetes de romanticismo. Es un poco el dejar fluir la misma vida. Ellos dos...bueno, siempre me han gustado mucho y hagan lo que hagan, es difícil que lo hagan mal.
Cómo es posible que con la maravilla de artículo que has escrito, vengas ahora y con un comentario de 15 líneas me lo eches por tierra? En fin, tengo muchas ganas de ver esta peli porque sé que me va a gustar. Cuando leí quienes eran los protagonistas pensé en lo grandes que son algunos actores como Hoffmahn y la Thomson. Dos pedazo de actorazos que no les importa hacer una comedia romántica, imagino que sin muchas pretensiones, pero a la que seguro sabrán darle el toque de distinción que sólo los grandes saben dar. Las personas con más categoría y más grandes suelen ser también las más humildes y sencillas.
En cualquier caso, me ha gustado tanto tu artículo que, seguro que como en otras ocasiones, disfrutaré aún más la película después de haberte leído.
Gema, Santa.
Hombre, no. No he querido echar por tierra nada. Sigo manteniendo todo lo que he escrito en el artículo. Yo lo que quiero decir es que, simplemente, es una película muy fluida, no es una historia de amor en la que los problemas se amontonen. Es una historia de amor contada desde la orilla de la soledad. Está bien hecha, muy bien interpretada...Ya está. Yo sólo quería aclarar que es una película tranquila, que se deja ver, que a algunos parecerá que le falta algo de impulso, pero es que también creo que la película no pretende otra cosa. Es muy realista con las vidas de los personajes. Bueno, es igual, tratar de saltar un vergel es como dibujar un halo sobre los santos.
Mucho cuidado que yo hoy llevo el halo puesto. A ver, tu crees que a esa maravillosa edad de la madurez en que la vida se ve más serenamente se pueden amontonar los problemas?. Bueno vale, sí se pueden amontonar, pero la perspectiva es ditinta. Puedes tener el impulso incontrolado y esas cosas, pero también tienes la serenidad que no se tiene con 20 años. Tú mismo lo has explicado muy bien, " contada desde la orilla de la soledad". Y que ventaja tiene esa soledad?. Pues que hay espacio para la reflexión, para valorar cosas que no se valoran cuando eras más joven.Claro que a la película le faltará impulso, pero toda ella irá acorde con la edad de los protagonistas. EL caso es que aún no la he visto y estoy hablando como si ya la hubiera visto. Pero es que tu artículo la ha dibujado tan bien, que sé que será así como la imagino. Real como la vida misma, pero la vida vista desde la sabiduría y tranquilidad que dan los años. O deberían dar...
Gema
Bueno, no es por llevarte la contraria, Gema, pero he visto bastante coherencia entre el post de Mr Devlin y su comentario posterior. En ambos casos viene a decir que estamos ante una película amable, reposada, que se deja ver y que cuenta con dos grandes interpretaciones.
Bueno, y por abrir el post a todos aquellos que no puedan ver la peli antes de febrero de 2.012, y ya que estamos ante una película eminentemente de actores hablemos de ellos. No sé qué decir en principio de Enma Thompson salvo que me parece una mujer maravillosa. El destino ha querido que casi siempre la veamos metida en dramas de época embutida en miriñaques y canesús varios. Me gusta mucho en Sentido y sensibilidad y en Lo que queda del día. En ambas borda su papel de mujer serena y prudente a la que le cuesta sacar a la luz sus sentimientos. En cuanto a sus películas "modelnas" pues recuerdo que la última que he visto ha sido "Más fuerte que la ficción" en la que precisamente comparte escenas con Dustin Hoffman. En mi opinión se trata de un film fallido -en parte por el poco carisma de Will Ferrell- y de una idea desaprovechada. Kaufman en Olvidate de mi y Weir en El sohw de Truman supieron sacarle mejor partido.
En cuanto a Dustin Hoffman coincido con un amigo en que claramente hay una película que marca -para mal- la trayectoria hasta entonces impecable del actor: Rain Man. Tengo la impresión de que Hoffman se quedó en ese registro y que desde entonces no sabe salir de ahí. Quizá la excepción esté en la excelente La cortina de humo en donde el actor realiza para mi el mejor papel de esta última etapa.
Bien, la has descrito perfectamente. Quizá es que no me he dado a entender demasiado a la primera. Ojo, los protagonistas tienen sus problemas y los afrontan como pueden sabiendo que están en la recta final. Lo que pasa es que, como tu bien dices, los años dan serenidad y la película es muy serena. Los momentos de emoción son escasos porque no están en edad de dejarse arrastrar, aunque sí que hay un par de instantes con nudillo en la garganta, sobre todo cuando comprendes la terrible soledad del personaje de Hoffman. Bien descrito sin haberla visto, Gema. Cuando la veas, espero un comentario por aquí. Estás en vena, beata.
Bien, Dex, no puedo más que darte la razón. Es absolutamente cierto que desde que Hoffman hizo "Rain man" se quedó en un registro "raro" interpretando personajes con gestos absolutamente autistas pero sin serlo. Debo decir que yo fui a la película con esa reserva, esperando ver a un friki otoñal enamorándose...pero no. Creo que la veteranía es un grado y Hoffman está absolutamente normal, controlando matices, miradas, gestos, aportando el humor necesario a la historia, siendo el blanco del ridículo y el negro de la elegancia. En cuanto a Thompson, creo que perdió mucho el rumbo, en parte porque es una mujer extraordinariamente alta y percherona y es difícil emparejarla con alguien para que sea creíble. En algunos planos de esta película es más que evidente la diferencia de altura entre ellos, lo cual no deja de ser meramente anecdótico pero no hay que olvidar que es difícil encontrar papeles para una mujer cincuentona de físico difícil y que ha estado un poco encasillada (odio esta palabra) en papeles de británica. Estoy de acuerdo en que sus trabajos en "Lo que queda del día", enorme, y en "Sentido y sensibilidad", una obra de guionista más que de director y daría para ello con algo más que un artículo. Debo reconocer que también me pareció fantástica en "Mucho ruido y pocas nueces" y que su dicción británica (para los que quieran ver la versión original) es una pura delicia, con una entonación y una modulación que puede ser la mejor de las actrices en activo. En cualquier caso, espero que ambos disfrutéis viendo cómo el amor se presenta como una tontería y cuando no hay muchas salidas a la frustración.
Maño, yo tampoco es por llevarte la contraria pero sigo diciendo que no veo mucha, coherencia?, no esa no es la palabra, conexión me gusta más, entre su artículo y su comentario. Y ya que nombras películas de la Thomson, a mí hay una que me encanta, la peli y ella. Love Actually. Ya sé que estarás pensando.. " ya está Gema con sus pasteleos". Me da igual, es de esas películas que nunca me canso de ver y la actuación de la Thomson, maravillosa. Tanto como ella. Tiene sus momentos de flema inglesa y sus momentos dramáticos, como cuando descubre que el collar que ha comprado su marido no es para ella. Esa escena en que se va a su habitación a llorar en silencio para que no le vean los suyos, es sencillamente maravillosa.
Gema
Y al capullo del vergel, si no te importa... Década de los cuarenta en una mujer se dice cuarentañera. Década de los 50, cincuentañera.
Gema
Voy a decir un secreto. Yo sólo contesto a los comentarios. El que hace los artículos es un tipo que tengo de "negro" y que se los pago a precio de saldo, por eso no hay mucha conexión entre unos y otros. Los vergeles son sitios tan bonitos...
Obviamente no he visto la película, razón sobrada para callarme pero también para acudir a la transversal. Y podía contar de películas de encuentros fugaces que dan lugar a amores y grandes pasiones y habría muchas y muy buenas (alguna entre los puentes de un condado de EEUU), pero no me voy a inclinar por Dustin Hoffman.
Siempre he pensado que la carrera de Hoffman es paralela a la de Al Pacino, coetáneos y bajitos ambos, enormes actores, mundialmente conocidos y reconocidos...y sin embargo, creo que a Dustin se le debe algo más.
No sólo porque a Hoffman le tengamos que agradecer su paso y paseo por la comedia, desde su espectacular "Totsie" a la casi infame "Los padres de él", algo que no recuerdo en Pacino tan dado a revestir sus actuaciones de tanta intensidad.
Hoffman actúa de forma ligera incluso cuando es cargante, como en su "Hook" o en su "Rain Man". Su paso por la pantalla impresiona, pero uno siempre se cree que a su personaje le pasan las cosas. Pacino por contra es siempre el que las provoca.
Un tipo que debuta a los ¡¡30 años!! en el cine haciendo a un recién licenciado universitario y casi gana un Oscar por la mítica “El graduado”, cargada de símbolos y leyendas, las piernas de Ann Bancroft quitándose las medías, Simon y Garfunkel y Miss Robinson. Dos años más tarde vuelve a estar nominado por ese Cowboy de medianoche que yo creo que ha envejecido muy mal. Un año más tarde “Pequeño Gran Hombre” tragicómica y punto fallida pero a mi me apasiona. Y luego la brutal “Perros de paja” ¿puede alguien imaginar a un tipo más pacifico que Hoffman convertirse en una temible fiera salvaje?. Y “Lenny” forzada y forzosa, película extraña, como si fuera un documental, algunos se sorprenden de algunas nuevas técnicas narrativas y Bob Fosse ya había buceado en muchas de ellas, contando historias como si fueran una coreografía de claque. Y “Todos los hombres del presidente” y “Maratón Man” y tantas….y ahora en el siglo XXI dando lustre con algunos papeles secundarios a películas que ganan con su presencia: El abogado honesto e incorrupto de “El jurado”, una película con un reparto tremendo, con un planteamiento interesante, con un guión con posibles y malograda por una dirección que no supo elevar ni un palmo la importancia del film; el entusiasta productor teatral de “Descubriendo Nunca Jamás”; El talentoso perfumista de “El perfume”; el original Mister Magorium….Tantos papeles impagables.
Hoffman es el actor de una generación, le hemos visto hacer casi de todo y todo bien y a veces mejor. No le ha hecho ascos a los pequeños papeles, a las colaboraciones fugaces, a los doblajes infantiles…no se ha dado importancia, y la tiene.
Saludos, Carpet.
Nota: Terminada de escribir la parrafada me encuentro cun sin fin de vergeles, de halos y de coherencias incoherentes...lo mismo lo que escribí ya no tiene sentido, ¿lo tuvo alguna vez?, pero lo cuelgo por el currillo que me ha llevado , que ya que le saco tiempo a los que me pagan ...
Oye, pues tu negro escribe de la leche. Leí yo una vez un libro escrito por él que hablaba de alguien Amabilis que es una delicia. Lástima que este país funcione como funciona y a veces se publiquen cosas de gente que son amigos de la mujer de tu mejor amigo que a la vez es tu amante. Los vergeles son sitios bonitos, sí pero también pueden ser traicioneros. Por aquello de los abejorros y eso. Y ya podías felicitarme y dejarte de tanta coña, no?.
Gema
Bueno, podríamos que Hoffman, Pacino y de Niro son actores de la misma generación, salidos todos del Actor´s Studio. Está bien vista esa comparación que haces entre Hoffman y Pacino. Tengo que decir que hay una comedia totalmente desconocida de Pacino y que siento una enorme predilección por ella que se llama "Autor, autor". Pero siguiendo con Hoffman que, evidentemente, ha sido uno de los dueños de la década de los setenta con todas esas películas que nombras (y no olvides "Kramer contra Kramer", melodrama de pro y de hecho pero en el que creo que hace un papel fantástico). Muy bien vista esa referencia a "Lenny", un papel dramático impresionante y acojonante, que te deja sumido en el silencio de su autodestrucción. En cuanto a "El jurado", bueno, debo decir que no es una mala película aunque creo que se debió sacar mucho más partido y me resulta francamente corto el enfrentamiento entre Hackman y Hoffman (grandes amigos, compartieron piso de bohemios en sus comienzos y cuando Hoffman fue premiado con el Oscar por "Rain man", lo primero que hizo fue levantarse y buscar en el patio de butacas a Hackman para abrazarle, que en aquella ocasión estaba nominado por "Arde Mississipi"). Hay un papel de él que me gusta mucho, aparte del ya mencionado por Dexter en "La cortina de humo" aunque creo que es una película demoledora también pienso que tiene sus trampas, y es el abogado drogadicto e inútil de "Sleepers". También hay que decir que es un hombre de un físico muy difícil y no es moco de pavo darle un papel protagonista siendo setentón pero no cabe duda de que es un hombre que domina la interpretación cuando quiere y como quiere. Es uno de los grandes actores que hay vivos y que, como de Niro, como Pacino, o como el mismo Nicholson, es capaz de decir con una mirada muchísimo más que cualquier otro. Transversal sobre la transversal. Bien hecho, negro del vergel.
Coña yo? amos, anda. Te felicito por tu mayoría de edad (no sea que luego me digas no sé qué de que a los enanos hay que decirles "personas de estatura reducida"). Le transmitiré tus felicitaciones al "negro". Es un gilipollas pero, de vez en cuando, da en el clavo ardiendo.
Ahora que me acuerdo, yo hice una especie de artículo sobre Dustin en la antigua web de cinéfilos- ayss, qué tiempos. Recuerdo que al menos -es para lo poco que valen mis escritos que encima yo no tengo negro ni nada- buceé un poco en la vida y en la carrera de Dustin. Y recuerdo haber descubierto que era la primera opción de Ridley Scott para protagonizar ... ¡¡¡Blade Runner¡¡¡ Desde luego Harrison dio luego mucho mejor la "talla".
No hubiera dejado de ser irónico que Hoffman hubiese protagonizado "Blade Runner" pero, sí, se hubiera cometido un clamoroso error de "casting". También es verdad que yo no lo veía para nada como héroe de acción y, sin embargo, protagonizó "Estallido" que, evidentemente, no es una obra maestra, pero que se deja ver bastante bien, lo cual demuestra la capacidad de adaptación de Hoffman cuando está bien elegido.
Dexter, los mandamases del periódico nunca han elegido los títulos de las películas de estreno. Éstos, igual que la totalidad del artículo, es a criterio y elección del crítico. Faltaría más que me dijeran a mí de qué tengo que hablar....
Yo, ni soy santa.... ni lo apartento. Soy (en otro ámbito de cosas) mujer más de fondo que de formas en las relaciones interpersonales, pero no en las literarias. En literatura, quizás por una capacidad analítica desarrollada en una carrera que nunca ejercí, siempre me importaron las formas, en detrimento, muchas veces, de los fondos. En este sentido, he de decir que tu artículo de hoy es el mejor que he leído en muchos años. Es tan difícil desarrollar una estructura bimembre tan -diría- perfecta.
Empecemos por contar el argumento sin contarlo y llevemos su esencia al plano de los sentimientos. Para algunos (para mí) algo imposible; no para ti que, en crítica de cine, eres pionero.
Sigamos introduciendo al lector en el mundo de los personajes/actores. Eso sí, sin que se dé cuenta.
Vámonos con el director-guionista y expresemos en una línea todo su trabajo en esta película. Pero, ¿eso cómo se hace?. Tomo nota. Tú lo has hecho.
Y dejemos que asome el desenlace sin mostrarlo, volviendo al plano de los sentimientos, completando una estructura bimembre que, como te digo, roza la perfección.
Nada más se le puede pedir a un artículo.... ¿o sí?.
Sí, se le puede pedir un "ramalazo" crítico, pero ése se nos da con un solo apunte: "película sin grandes pretensiones que se ve con agrado". Si no se dice más es porque no hay más. Lo vi claro.
En fin, menos mal que no me asustan los retos, sino que me motivan. En caso contrario, este artículo me hundiría. Y te digo esto porque volvemos a cruzar plumas, sólo que, en esta ocasión, en bandos contrarios: según parece, me voy a la competencia.
Me acaban de comunicar que me incorporo en julio y que publico los miércoles. Precisamente en julio, cuando no hay mala película que llevar al papel, y un día antes que tú (los miércoles, que siempre me parecieron un día perdido en ninguna parte). Precisamente un años después de no haber escrito nada, de estar desconectada de este mundo, de no haber visto película maldita. Como te digo, menos mal que no me asuntan los retos y que pienso (pues sí, el ego es algo inherente a mi persona) que, si me han llamado, si se han fijado en mí, su razón tendrán.
En la comunicación vía e-mail que me hacen ¡¡ohhhh!! no se habla del salario a percibir. De ahí mi condicionante de "me voy a la competencia, según parece". Desde luego, si no me interesa...
Esperemos que sí. Que llegue ese día de cruce de plumas real. En cualquier caso, hay otros proyectos, de otros medios, que podrían reunirnos a partir de septiembre.
Bueno, gracias por ese análisis tan cercano a mis intenciones. Sería de estúpidos empezar a dar vueltas a una cosa que ha hecho uno mismo. Sólo decirte que te deseo la mejor de las suertes en la competencia y que eso, lo siento por ti, hará que mis artículos tengan que estar mucho más trabajados y más pensados y más curtidos lo cual no siempre conseguiré pero no dejaré de empeñarme, más que nada para no dejar las cosas fáciles a la competencia. Que el cruce de plumas sea siempre cordial, no lo olvides, porque no hay que caer en los bajos instintos de tantos críticos que se hacen la vida imposible unos a otros. Mucha suerte, que seguro que la vas a tener. Estoy deseando enterarme de las comparaciones que, inevitablemente, van a surgir y que harán que los dos mejoremos.
Ah, y dejémonos de santas y demás historias, cada uno es lo que quiere ser. Yo soy gilipollas. Luego me contestaré yo a mí mismo diciéndome que no sólo soy gilipollas, sino gilipollas con pedigrí.
El gilipollas con pedigrí.
Y yo no soy santa, pero resulta que hoy es Santa Gemma Galgani. De ahí lo de "Gemma, Santa". Fue sólo un guiño. Y si doy explicaciones es por ti, negro. Sé que eres capaz de cerrar el blog si andamos con gilipolleces. A nadie más me interesa dar explicaciones.
Gema, Santa Santorum.
¿Gilipollas?...¿Además de pedante y veleta?...Pufff y aun así algunos te leemos, pensando que algún día aprenderas a escribir.
Carpet.
NOta: Recuerdo aquel post, Dex..por eso me lancé a tranversalear sobre Dustin, porque no recordaba haber hablado de él lo suficiente en aquel entonces.
Bien dicho, y ni una palabra más o doy un mazazo en la mesa y se levanta la sesión. Y tú, gilipollas con pedigrí, cállate ya y dile al negro que se ponga a escribir como un...negro? Qué tontería. Ni soy negro ni pretendo serlo pero soy la ostia en bote servida en brik.
No sólo pedante, veleta y gilipollas, Carpet, sino también impotente. La tengo más fláccida que un ciempiés al sol. Son las cosas de intentar escribir, uno se obsesiona, se obsesiona...y al final acaba por no funcionar en ningún orden. Rodríguez rima con...? no...no, no rima...
Totalmente de acuerdo: ni una palabra más. No por mi parte.
Lo mismo no lo recuerdas, pero como dijiste que cuando la viera querías un comentario por aquí.. Pues que la vi ayer y si, es una pe´lícula muy tranquila. Mi hija mayor ya la había visto hace unos días y antes de ir yo le pregunté que tal le pareció la peli. Estas fueron sus palabras:" ellos dos geniales, la película bonita, en algún momento lloré y todo pero mamá, estas cosas no ocurren en la vida real". A mí me gustó. Bien es verdad ´que la películas son Hoffman y la Thomson. Esta película protagonizada por otros actores no diría nada. Pero ellos dos la hacen espcial. a Dustin Hoffman no le hace falta hablar en según qué escenas. Su mirada, su gesto dice mucho más que todas laa palabras o frases dichas, o no dichas... Y ella con tanta clase. Esta mujer gana clase con la edad, lo mismo que él. La escena de su discurso en la boda de la hija no tiene precio. Me gustan las películas en las que los protagonistas quedan en un sitio determinado a una hora determinada. Me parece muy romántico. Encima él toca el piano, se puede pedir más? Pues eso, que pasé un buen rato de distracción y muy relajada y eso que teníamos cerca a dos abuelitas, una de ellas sorda, que iban comentado cada escena..
Gema
PD: La madre de la Thomson creo que es su madre de verdad que también hacía de su madre en Mucho ruido y pocas nueces.
Pues siento contradecir a tu hija pero yo creo que esas cosas sí pasan en la vida real. Sin duda que la película es ellos dos. Y te doy la razón en eso de que sus gestos y sus miradas son auténticos diálogos de dos actores sabios y bien encajados porque saben lo que están haciendo.
Y, por cierto, no, la madre de ella no es la auténtica madre de Emma Thompson (de nombre, Phyllida Law). En esta ocasión el papel está interpretado por Eileen Atkins que, por otra parte, es una excelente actriz secundaria y que aquí tiene un papel muy poco desarrollado pero muy bien trazado en apenas unos minutos de aparición.
Me alegro de que te haya gustado. A veces la vida fluye tal cual, de eso estoy convencido.
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