Levantarse y ver la oscuridad del sucio techo, el hacinamiento de la gente en unas viviendas futuristas que deberían ser devoradas por el pasado, la nada de un día que se empeña en repetirse con cansina gravedad. Huir de todo eso y construir un sueño del que no se quiere despertar. Una vida de peligro, de aventuras, de chicas guapas y disparos ratoneros, de muerte segura a la vuelta de la esquina pero de sentido rápido e intuición certera. Es la rellamada total, la última oportunidad.
Bien es cierto que el mundo parece tan mecanizado que ya solo falta prescindir de la propia humanidad. Demasiadas guerras, demasiada sombra que obliga al hombre a convivir con el fantasma de la superpoblación en los últimos reductos habitables. La zona prohibida es pensar. Todo se puede tergiversar. Desde el infiltrado al resistente. Desde el traidor hasta el valiente. Y así vemos que no fuimos aquellos que se dirigen a trabajar en manadas de plataformas futuristas como si fueran ganado cibernético. Pero tampoco podremos ser el hombre que realmente creíamos ser. La identidad es una elección y, casi siempre, suele ser la equivocada.
Al ver esta película es inevitable retrotraerse en el tiempo y recordar aquella Desafío total, de Paul Verhoeven con Arnold Schwarzenegger de protagonista y nos encontramos que la mirada de Len Wiseman, director de esta versión, es más sombría, más oscura, más pesimista, menos misteriosa, menos aseada, menos fantástica y menos fiel. El mundo futuro descrito por Wiseman es más endemoniado, con mutantes ausentes y acciones descritas con una cierta precipitación pero que, en general, funciona con eficacia. Hay escenas trepidantes, resueltas con habilidad y otras hundidas en la más torpe realización. Hay menos humor y un plantel de intérpretes bien limitado del que sobresale una Kate Beckinsale de instintos salvajemente inexplicados a pesar de que el papel no le da para mucho. El resto son modificaciones que cogen de base, más que la novela de Philip K. Dick de la que parte la historia, la propia película de Verhoeven, reinventada y pulida y con un intento de coger por los pelos la estética que presidió Blade Runner, de Ridley Scott, también basada en un relato del mismo escritor.
El rato de diversión está asegurado siempre que no se planteen muchas preguntas. No hay esa ambigüedad latente que yacía por los rincones de la primera versión porque esta vez se apuesta por la acción como reclamo. Todo ocurre en nuestro planeta. Más que nada porque está habitado por extraterrestres (y este no es un comentario relativo a la película) que están dispuestos a destruir las colonias para asegurarse una cómoda supervivencia. El caso es que es difícil esquivar tantas balas, pasar dos o tres veces por el centro de la Tierra , impedir una conspiración, cambiar de bando y comprobar que tu mujer, si pudiera, te mandaría al mismo infierno con tal de salirse con la suya. Es lo que tiene el amor, que se equivoca como el que más.
Es tiempo de evasión cuando la realidad se impone de una forma tan gris como ingrata. Hay que buscar salidas que permitan el respiro y coger fuerzas para afrontar la inútil rutina del día siguiente. Y de pronto, descubres que no, que no eres quien creías ser, que se poseen habilidades que se desconocían, que, con un gesto, eres más temible que todos esos cañones que apuntan directamente a tu cabeza. El mañana es pura incertidumbre porque eso es lo que nos gustaría. Que fuera diferente. Que estuviéramos tan seguros de nosotros que el derribo fuera solo una circunstancia y la voltereta, un simple recurso. El fuego de todos los días puede dejarnos en una situación de delicado equilibrio. Incluso aunque el pasado sea solo un producto de la imaginación y el futuro, una misión que adquiere una notable importancia en todo lo que te rodea y en todo lo que te importa. Ése quizá sea el hombre que realmente eres.
4 comentarios:
Pufff, terrible. Hablabamos el otro día de "Prometheus", obviamente esta es un poco mejor, el guión, aunque algo modificado, ya existía en los 80 y en aquellos tiempos la historia importaba, incluso en los vehiculos de entretenimiento sin excesivas pretensiones.
Leí hace poco sobre esta película en comparación con la original que lo que caracterizaba al cine de los 80 era el sentido lúdico de las películas de acción. No era sólo hacer una película entretenida, tenía que ser una película que divirtiera a los espectadores. podemos recitar muchos títulos de entonces que responden a esa premisa, desde los Indianas, los corazones verdes, Terminators, los regresos al futuro que se comentaban en el Conversacines, los Star wars, Goonies, gremlims o cocoones, etc.
Primaba divertir, ahora no, las películas de puro entretenimiento buscan epatar, ser espectaculares en grado máximo, hacer del filme una continua pirotecnia. No reivindico los tiovivos, pero creo que no es necesario montarse sólo en supermontañas rusas de 14 loopings para pasarselo bien.
Este "Total recall" necesita hacerse tan impresionante que no hay una pelea, lucha o escena de acción que no dure menos de 15 minutos, hasta el punto que la escena culminante de la película se alargaba tanto, con pelas, caidas, luchas, explosiones, que yo ya daba cabezadas incapaz de aguantar más tiempo ese desenlace interminable.
Curiosamente, un par de días despues pillé en televisión la pelicula de Verhoeven y he de reconocer que aunque ha envejecido mal, tenía un ritmo muchísimo más dinámico que el que nos propone la nueva visión. Farrell es mucho mejor actor que Arnold y su físico da más el pego en esta versión, se necesita agilidad, velocidad y precisión y los movimientos de Suache tienen muy poco de eso en realidad. Kate Beckinsale compone un que aunque como dices no se nos cuente apenas nada, pero de su interpretación se desprende lo más interesante de la película, una perseguidora tenaz, brutal y casi invencible. En cuanto a Jessica Biel es más bella que Maria Conchita alonso, según mi pareciación, pero aunque se le haya dado un papel con más acción que en la peli de Verhoeven no deja de ser un buen adorno, la Melina de los 80 tenía incluso más empaque, lo cual es ya mucho decir.
en definitiva, lo que pretendía ser una película de acción trepidante me pareció de lo más aburrida, algo que compartirmos casi todos los que estabamos en la sala, se nos notaba la cara de empacho...
Pregunta: ¿Cuanto dura la, al principio, interesante lucha en los ascensores que se cruzan? Me dejó agotado para el resto del metraje.
Abrazos sin memoria
Por supuesto que la primera era mucho más divertida, destilaba muchísimo sentido del humor y el futuro de Verhoeven, quieras que no, era más aseadito que éste, que parece una basura llena de aceros y cementos. Colin Farrell, sin ser santo de mi devoción, desde luego es más actor que Chuache. Lo de Beckinsale es muy bueno pero...¿por qué ese salvajismo? No hay ni una puñetera explicación acerca de eso. Lo de Jessica Biel no tiene nada, pero nada dentro. Una tía que aparece, que dice, se pelea y se va. Rachel Ticotin era la chica y no la Alonso, que fue la chica de Chuache en "Perseguido".
Dura cerca de diez minutos la escena de los ascensores y, sobre todo, tiene el fallo de que no hay una descripción espacial del asunto. Es como una ruleta del vértigo y punto pelota.
Y lo peor de todo, la pretendida ambigüedad que debe presidir todo el relato no aparece aquí por ningún sitio. Se resuelve con un planito a todas luces insuficiente y ya está. La otra era mucho más evidente en todo eso y había que pensar incluso en una posible solución.
Abrazos sin elegir en qué y con quién quieres soñar.
Cierto, Rachel Ticotin, el pelo moreno y el peinado de los ochenta me confundió.
Y si, en la peli de Verhoeven, Lori (la Stone) es, en realidad, la novia de Ritcher que era en este caso el cazador despiadado y por ello, ambos, el novio cornudo y la novia obligada a aguantar a Arnold tenían ganas de echarle el guante. En esta no se sabe porque la guapa de Kate le tiene tantas ganas a Farrell, aunque parece entenderse una especie de envidia porque antes Collin era el favorito del gobernador, pero demasiada tirria le tenía que incluso desobedecia las ordenes de capturalo vivo y aun más, despues de muerto el malo y resuelta la peli, aparece como la mano de Carrie de la tumba para terminar el trabajito...
En fin, lo que pasa es que está bastante guapa y tan peligrosa que pone...
Y dices que Jessica Biel nada y es cierto, pero en el fondo es una peli de dos, por que Bill Nighty y Bryan Cranston aparecen por ahi como de3 puntillas. ¿y el resto...? pues casi ni eso.
Además es cierto que se resiente al no haber alienigenas, el punto imaginativo hubiera estado más interesante, de hecho el único "monstruo" que aparece es el de la mujer de tres tetas, que tenía sentido en la de Verhoeven donde había mutantes y mutaciones, pero ¿en esta?.
Abrazos atravesando la tierra
Bueno, incluso afinando podríamos decir que se lo quiere cargar porque lo ha tenido que aguantar durante seis semanas en una convivencia que no soportaba y tenía ganas de cargárselo ya, lo cual sería algo de humor muy negro que vendría muy bien a la película. Es cierto que es una peli de dos pero..¿no crees que ahí resulta que está uno de los puntos en los que más flaquea la película? El personaje de la Biel es tremendamente débil, sin más carnaza que el de pasearse de aquí a allá sin mucho más que hacer que participar en las escenas de acción y pasear su palmito bien puesto. Las apariciones de Bill Nighy y de Bryan Cranston parecen más "cameos" que otra cosa. Los mutantes escasean (recordemos el impacto que causó aquel Quatto que era un sosias de Jordi Pujol) y cuando aparece la mujer de las tres domingas, como es muy al principio, parece que te va a anunciar el montón de mutantes que van a salir y no sale ni uno. Es un problema, en general, que afecta al sentido común de la pelicula. Lo que hemos dicho tantas veces. Si estableces unas reglas, luego no te las saltes, por muy delirantes que parezcan el público juega a tu favor.
Abrazos nucleicos.
Publicar un comentario