jueves, 5 de junio de 2014

AL FILO DEL MAÑANA (2014). de Doug Liman

El reinicio de cualquier sistema tiene como objeto aprender y corregir los errores para llegar un poco más allá en el siguiente intento. En el caso del ser humano, es muy difícil que eso llegue a darse. Más que nada porque el hombre es capaz de tropezar seiscientas veces con la misma piedra, dejarse matar por un extraño remolino alienígena y no salir de una playa que más bien parece una trampa creada por algún organismo capaz de predecir el futuro. Esto no lleva a ninguna parte. Más vale dispararse un tiro en la sien y volver a empezar el artículo.

El reinicio de cualquier sistema tiene como objeto aprender y corregir los errores para llegar un poco más allá en el siguiente intento. No basta con coger una premisa que está más basada en Código fuente, de Duncan Jones que en la mítica Atrapado en el tiempo, de Harold Ramis y rodearla de tecnología algo recargada, de cámara sin trípode a chorro, de acción trepidante que esconde algunos fallos de guión bastante evidentes y de un actor especializado en este tipo de películas de consumo rápido e ideas fijas en la taquilla. Hace falta un poco más de imaginación. Tanto es así que los mejores momentos de la historia se hallan cuando hay unos cuantos chistes alrededor de la repetición del mismo día una y otra vez. Puede que eso sea porque el espectador se siente un poco igual. Veo que usted, querido lector, está bostezando. Ya dejo de escribir y me tiro por la ventana, a ver si puedo sortear las trampas de la crítica más típica.
El reinicio de cualquier sistema tiene como objeto aprender y corregir los errores para llegar un poco más allá en el siguiente intento. Por eso, hay que poner un poco más de luz en las secuencias nocturnas porque, si encima que meneas la cámara como un plátano en la mano de un mono, coges y oscureces la imagen, entonces al espectador ya solo le falta el bastón para saber por dónde va la acción. Torpeza de Doug Liman, que ya demostró con creces que no tenía ni idea de cómo rodar una persecución de coches en El caso Bourne y que aquí confirma que, de donde no hay, no se puede sacar. Claro que Tom Cruise lo hace bien en un papel que, de hecho, podría haber asumido cualquier otro actor (¿o es que no podemos imaginarnos a Nicolas Cage haciendo exactamente lo mismo?) y que Emily Blunt es uno de los rostros femeninos más interesantes del panorama cinematográfico del momento pero no es suficiente. Quizá habría que echar más carne en el asador y preguntarse de vez en cuando el por qué ocurren las cosas y comprobar que hay muchas que se quedan sin respuesta. Yo les voy a hacer una ¿Les gusta el artículo? Vale, vale, ya me he arrojado a los pies de un camión.

El reinicio de cualquier sistema tiene como objeto aprender y corregir los errores para llegar un poco más allá en el siguiente intento. Y esta película trata de hacer eso mismo cogiendo el principio y calcando los primeros compases de ese título tan olvidado como es Comando en el mar de China, de Robert Aldrich, confiando en que ya nadie se acuerda de esta historia sobre ingleses en el Pacífico y un americano que solo consigue ser héroe demasiado tarde. Claro que a él no se le da la oportunidad de repetir mientras que éste, merced a una explicación harto dudosa, engulle los días calcados como si fueran rosquillas vitales de última generación. No hay mucha más profundidad en ninguno de los personajes que aparecen. Una guerra con los extraterrestres (por cierto, en uno de los mapas de la guerra con seres del espacio exterior se nota que España no ha sido invadida, supongo que es porque los extraterrestres ya se han dado cuenta de que por aquí somos un poco alienígenas) que se cuenta rápido y a ritmo de anuncios de veinte segundos para ambientarnos y nada, a salvar el mundo que es cuestión de tiempo. Y yo por mucho que me reinicie y por mucho tiempo que le eche, me sale esta cosa de artículo. No tengo ninguna Emily Blunt que me entrene ni ningún Doug Liman que mueva el teclado como un poseso. El alfa y el omega del cine están vedados a este humilde soldado de letras. Discúlpenme. Es la falta de práctica.  

3 comentarios:

dexterzgz dijo...

Dicen que está mejor de lo que parece en un principio, casi lo mismo que dicen con el otro super estreno de la semana, Maléfica, que también hablan de que ofrece más de lo que te esperas. A mí que no me esperen ni Tom ni Angelina.

¿Por qué me da la impresión de que Tom Cruise siempre hace el mismo papel de un tiempo a esta parte? ¿No está muy mayor para estas cosas? ¿Lo del bucle temporal de la peli no es un guiño a la propia carrera de Tom?

Sí, desde luego, yo ahí veo a Cage, y también a Dammon y a Will Smith y a Whalberg y a Gillenhaal si me apuras. El problema no es que en este papel veas a cualquiera, es que esta película con este mismo patrón la ves veinte veces al año.

Yo esta semana me decanté por "Viva la libertad" que aunque imperfecta es interesante. Y Servilo definitavmente ya está en el Olimpo de los dioses junto a los Mastroianni, los Gassman o los Sordi. Ves, yo a Servilo no lo veo haciendo "Al filo del mañana". Ni a Waltz, ni a Darín...

Abrazos en bucle

CARPET_WALLY dijo...

Es la técnica del videojuego. Empiezas la partida vas pasando pantallas, hasta que llega un obstaculo algo complicado y te quedas sin vida, para volver a intentarlo al reiniciar y enfrentarte de nuevo al problema, buscas como sortearlo y vuelves a caer y empiezas de nuevo en un bucle cual Sisifo hasta que logras solventar conflicto y avanzas hasta el siguiente que originará un nuevo bucle.

Este repetir puede ser terriblemente aburrido o apasionante, el exito del videojuego o la película radica en eso. Gran parte de que no sea aburrido se basa en que la premisa sea interesante o novedosa, otra muy importante es que aprendamos de cada iteración. "Atrapado en el tiempo" es un ejemplo claro de las dos, "Código fuente" lo es sobre todo de la primera...No se cual puede ser el caso de esta peli.

Bien visto, Dex, eso de que es un guiño a la carrera de Tom.

En fin a mi tampoco me hace este Cruise, ni la Jolie ( aunque hay verdaeras inercias que pretenden que vaya a ver su "Maléfica")...Si al menos ya empezase el mundial este finde.


Abrazos-abrazos-ABRAZOS-abrazoS-A...

César Bardés dijo...

Bueno, me parecen harto interesantes las apreciaciones de ambos. Tanto la parábola de la carrera de Cruise por parte de Dex como la semejanza que sacas, Carpet, con el videojuego con sus niveles. En todo caso, no entiendo muy bien que haya críticas que la pongan tan bien. A mí me parece que es una película que en cuanto se te ocurre la fatídica pregunta: "¿Por qué?", la cosa se cae hecha pedazos, pero además de una forma absoluta. Sin duda, Dex, Servillo es un actor muy, muy interesante. Yo lo descubrí en toda su dimensión antes de "La gran belleza" en la reseñada aquí mismo "No mires atrás" en la piel de un inspector de policía que tiene que investigar un oscuro caso de asesinato en un lugar paradisíaco. Ahí ya vi que había un actor a la altura de Gassman, de Mastroianni, de muchos otros gigantes italianos que ya tienen uno más.
En cuanto a "Maléfica", Carpet...ufff...buena suerte. Ahora soy yo el que no te arrienda la ganancia.
Abrazos de tirón.