Siempre hemos tenido la sensación de que algo falta en
esta era de tecnología. Tal vez sea una mayor capacidad para seleccionar la
información, o, a lo mejor, un filtro que nos diga cuál de esa información es
verdad y cuál es mentira. Lo cierto es que no se ha dejado de trabajar en ello
e Internet se ha convertido en esa enorme red de datos en la que todos los
problemas tienen una mirada distinta porque nos da información de todo tipo. De
ampliación, de recopilación, de exposición, testimonial....Y llega un momento
en que todo nos vale, todo nos entra por los ojos y se instala en nuestro
interior, todo es un arma para expandir nuestra propia inteligencia.
Quizá el elemento que falta a la tecnología es algo que
al hombre le sobra aunque, cada vez, es más difícil de encontrar. Puede que sea
la conciencia. Es ese chip netamente humano que nos hace saber qué es lo que
está bien y qué es lo que está mal, qué es lo que nos empuja a crecer
intelectualmente y qué es lo que nos condena al conformismo. Pero la conciencia
también es algo con lo que no se puede jugar porque siempre ha sido débil. Y la
conciencia sucumbe ante la ambición de la inteligencia.
Así pues, cogiendo información de
aquí y de allá, esa conciencia humana se integra en una inteligencia artificial
y la primera pregunta es muy sencilla: ¿Qué parte del engendro es más humana y
cuál es más tecnológica? Tal vez la conciencia, poco a poco, se torne fría como
un computador. Puede que la inteligencia, poco a poco, se torne consciente como
un ser humano. Solo entonces se podría calibrar cuánto de malvado hay en cada
uno de nosotros o, mejor aún, hasta qué punto somos capaces de calcular las
consecuencias de nuestros actos aunque nuestra intenciones iniciales sean tan
loables como curar el cáncer, devolver la vista a los ciegos, hallar un alivio
para el Alzheimer...Toda inteligencia quiere crecer. Cuanto mayor sea la
inteligencia, mayor será su proyección...Si la inteligencia abarca todos los
conocimientos posibles y supera la unión de todos los cerebros que han estado
alguna vez en el mundo...puede que no haya respuesta posible.
Difusa y confusa, endeble y
tramposa porque llega un momento en que parece que cualquier cosa es posible
con la excusa del ser humano unido a la tecnología más avanzada que llega a ser
lo más cercano a Dios, la película naufraga porque juega a engañar, a ser una
inteligencia más desarrollada que palidece ante el espectador más despierto. El
final es un truco que pretende ser romántico y aleccionador y no es más que una
gota de agua bajo un techo de cobre, inocua e ingenua y, en todo caso,
intrascendente. Las interpretaciones son justitas y el peso no recae en Johnny
Depp, sino en Rebecca Hall. O algo se ha quedado en la sala de montaje o los personajes
cambian de opinión como quien se come una rosquilla. Hay recursos tan fáciles
que casi dan vergüenza ajena como el consabido militar que no tiene paciencia y
que opta por usar las armas sin pensárselo dos veces. Hay momentos en que se
nos quiere vender que un enorme complejo de investigación y avance tecnológico
se monta con tres grúas y dos camiones cargados de seis paneles cada uno. Todo
ello hace de Transcendence un título
irregular, prescindible, olvidable a los seis nanosegundos de salir de la sala.
Pero eso es algo que otras inteligencias superiores a la mía se encargarán de
desmontar con argumentos no necesariamente mejores. Ante eso, solo cabe
rendirse y disparar cañonazos verbales a mansalva.
Y es que el hombre no debe jugar
nunca a ser Dios porque eso le empequeñece por muy brillante que sea la idea.
Tal vez ese es el castigo más adecuado para quienes se atreven a desafiar el
orden natural de una era que va integrando a los ordenadores como elemento
imprescindible de nuestras pobres vidas.
6 comentarios:
Pufff....sonaba a tostón insufrible y puede que lo fuera. Ya estamos acostumbrados a que estas épocas estivales, más cuando hay espectaculos deportivos que reclaman más atención, llenen las salas de cine de películas menos que menores (aunque sean propuestas de lo más comercial) pero si el nivel es bajo el resto del año cuando llegamos a estas alturas nos encontramos con tremendas bagatelas de mercadillos de playa.
En fin, es lo que hay...y si al menos nos da para jugar un transversal...¿que tal uno sobre innovación tecnologica?
Es obvio que como adelanto tecnológico poca cosa puede compararse con los replicantes de "Blade Runner", aunque luego te salgan rana y se conviertan en un peligro que hay que perseguir y eliminar (retirar), gracias Deckard.
También Hall 9000 es un adelanto tecnólogico y por tanto muy peligroso, ser consciente de si mismo a veces provoca que el resto nos parezca prescindible, y es que hay maquinas que son muy humanas o al menos eso pasaba en "2001, una odisea en el espacio".
En general, casi siempre que el hombre (en el cine) emprende una investigación con un objetivo de mejora, la cosa se tuerce y se vuelve en su contra o se utiliza de forma completamente equivocada. Pero no siempre se cuenta esto de una forma dramática, a veces se realiza en forma de comedia como en "Cortocircuito", una película que pese a su gran éxito a mi me resultó bastante insoportable. O en "Flubber" que era mucho peor.
Un gran adelanto tecnológico fue la maquina del tiempo, tanto en su versión clásica "El tiempo en sus manos", sus remakes o incluso utilizando un Delorean en "Regreso al futuro".
Y también la ciencia avanzó que es una barbaridad a base de mejorar las maquinas, que se revelan contra los humanos tanto en "Yo, robot", como en los sucesivos "Terminator".
Hay muchisimos más...por si os apetece.
Abrazos inventados
Hay una película que se me quedó grabada cuando la vi por lo delirante de la idea. Se trata de "Engendro mecánico", de Donald Cammell, con Julie Christie. Un robot que se instala en una casa para hacer todas las tareas, digamos, desagradablemente prescindibles del ser humano, y que poco a poco va resultando tener conciencia hasta el punto de que se enamora de la dueña de la casa y llega a hacer el amor con ella...dejándola embarazada. Se me quedó grabada la escena de la violación y de cómo se extendía algo semejante a un pene mecánico...No sé me pareció algo increíblemente abyecto y cinematográficamente bastante reprochable.
A ver inteligencias artificiales que desarrollan conciencia...ahí tenemos al niño de "A.I", de Steven Spielberg (tengo que decir que Spielberg solo aprovechó el trabajo de Kubrick hasta que el niño es abandonado en el bosque, todo lo que viene después son ideas que Kubrick ya había descartado previamente porque no funcionaban o propias del mismo Spielberg). Lo cierto es que el robot, en este caso, ya viene creado con conciencia e inteligencia emocional lo cual no deja de ser perverso desde el principio.
Tenemos a "El coche fantástico", de Michael Knight, serie que amenizó mis tardes militares hace ya tantos años que creo que el que llevaba el uniforme era otro. También tenemos al siguiente modelo de Hal, esta vez con voz de mujer, en "2010", de Peter Hyams. Y, por supuesto, tenemos al imprescindible Jarvis de la serie "Iron Man" sin el cual el super-héroe se las vería y se las desearía para llevar a cabo sus hazañas.
Estoy mecanizado y estoy perdiendo la conciencia...Daisy...Daisy...
Abrazos inconscientes.
Bueno, hay que reconocer que enamorarse de Julie Christie entra dentro de la más pura lógica por mucho que seas frio como el metal.
Pero no todos los inventos son inteligentes artificialmente auqnue provoquen más de un problema. Ahí tenemos los chips que reproducen las vivencias de otra personas y que son como una droga tal y como nos contaban en la más que irregular "Dias extraños" con el alabado el otro día Fiennes.
También la tecnologia provoca bastantes apuros en "Alien, el octavo pasajero", no tanto por Madre, el ordenador central, como por Ash-Ian Holm el androide que les mete a todos en el lio.
Hay otros inventos maravillosos que no provocan nada por si mismo, sino que son los propios humanos los que hacen una utilización tan terrible de la misma que es peor el remedio que la enfermedad, esto es particularmente notable en "Elysium" cuya maquina de curar utilizada de forma tan selectiva provoca que haya que hacer una revolución para que todos puedan acceder a ella.
Otro gran avance se produice con la reproducción gracias a una muestra de ADN de especies desaparecidas, en este caso no es el invento, sino el resultado de él lo que provoca mucho miedito, eso pasaba en "Jurassic Park".
Y no todos los robot son basicamente malos que si utilizas a un despojo humano y lo conviertes en un Cyborg tienes al mejor poli de la ciudad en "Robocop".
Y otro invento la mar de chulo pero que en malas manos puede ser muy peligroso es el que permite reprogramar la mente humana, creando nuevos recuerdos y una vida distinta a la real, que se lo pregunten a Suache en "Total recall", menuido castigo tener que pasar tu vida con Sharon.
Abrazos programados
Uy, si nos ponemos así no podríamos olvidar aquella "Proyecto Brainstorm" que, a modo de casco, te lo ponías en la cabeza y era capaz de transmitirte sensaciones lo cual lleva inevitablemente a que caiga en manos del guarro de turno y lo programe en modo orgasmo-bucle. Al tipo lo encuentran muerto, claro.
También podríamos acordarnos de las realidades virtuales incipientes que proponían aquella "La celda", con una Jennifer Lopez poniéndose en modo espacio interior, o "Acoso", con Michael Douglas rescatando archivos virtuales dentro de un invento, por entonces, revolucionario y que ya no lo es tanto. También podríamos acordarnos de la máquina para viajar de "Contact" que Jodie Foster disfruta hasta la inmensidad del uno mismo. O, incluso, poniéndonos algo cutres, la capacidad de unos extraterrestres mecánicos de ser unos monstruos de metal convertibles en vehículos de la saga "Transformers" de mi adorado Michael Bay.
Abrazos ordenados.
Claro, es que esa es otra las posibilidades de los viajes virtuales, que así tendríamos desde el mismisimo "Tron" con la posibilidad de enviar a un humano al mundo de los videojuegos, o que los propios humanos vivan en una existencia virtual para que chupe del bote una maquina, a no ser que el elegido Neo nos libere de "Matrix".
Y en cuanto a adelantos que ya no lo son tanto, no podemos olvidar a Tom y su panel multifunción o su guante virtual en "Minority report"
Y el caso es que hay inventos con los que hay que tener mucho cuidado porque como algo salga regular te la pueden liar. por ejemplo, tenemos a Jeff Goblum que intentando teletransportarse como hacían los trekies se convierte en un moscón alrededor de Geena Davies en "La mosca". O Octavio Octavius que jugando con unos brazos mecanicos no cálcula bien y se convierte en el Dr. Octopuss en "Spiderman 2". Y algo parecido podríamos decir de "el hombre invisble" mejor Reaims que Bacon, o el increible invento de Rick Moranis capaz de empequenecer muchas cosas hasta que llega el fatidico momento de decirle a su mujer "Cariño, he encogido a los niños".
Será cosa de tener cuidado con los experimentos, un poco de ley de prevención, por favor.
Abrazos previsores
En cuanto a robots podríamos seguir con Robbie, el robot de la serie y mucho más tarde película "Perdidos en el espacio". También tenemos esa civilización íntegramente formada por robots en la película de dibujos del mismo nombre "Robots", así como al inolvidable (aunque a ti no te gustó) Wall-E con su pareja E.V.A. Por decir, también tenemos la máquina de cesáreas "self-service" que sale en la infumable "Prometheus" así como la nave madre controladora de "Oblivion", mucho más reciente. No sé si, homenajeando a los autómatas primitivos, deberíamos meter también "La invención de Hugo" y si también valdría la Brigitte Helm de "Metrópolis" de Lang pero yo creo que muy bien podrían engrosar esta lista.
Abrazos automáticos.
Publicar un comentario