martes, 2 de junio de 2015

OLDBOY (2003), de Chan-Wook Park

Si queréis escuchar el estupendo debate que sostuvimos en "La gran evasión" sobre "Plácido", de Berlanga, podéis hacerlo aquí.

 Un rumor sobre algo prohibido. Una cautividad sin respuestas. Una lengua que debió quedarse quieta. El poder de la sugestión. El arma de la hipnosis. La muerte siempre temida. El día blanco convertido en noche roja. El agobio de la venganza. La conspiración inacabada. La vida tirada a la basura. El rencor latente. Las horas implacables. La locura controlada. El error que nunca se pagó. La crueldad con premeditación. El pasillo de la muerte. La herida que no cierra. La pasión que no se comprende. La nada. El todo. El vacío. El cariño. La mente que olvida. La ejecución en marcha.
Y así un hombre pierde la vida aunque sigue viviendo. Todo cuanto hizo antes carece de importancia por mucho que haya sido un borracho, un pendenciero, un idiota integral bañado en alcohol. Detrás se quedan demasiadas pasiones sin consumirse. Demasiada ilógica como para ser asumida. Las verdades se obvian porque el daño está listo para saltar encima y devorar lo poco que queda. Ya no cabe más dolor en el cuerpo. Ya no queda nada por lo que luchar salvo un rincón de paz, de sueño, de silencio, de silencio.
Los ojos parecen hablar en un bosque de interrogantes sin sentido. La caza de las razones se convierte, en sí misma, en una razón. Los sentimientos se van ahogando poco a poco en un pozo sin fondo en el que solo espera el horror más negro, más profundo y más vergonzante. Todo planeado como si fuera un designio divino. La reclusión. La libertad. La arrogancia. La violencia. La tortura. La mutilación. Los dientes reventados. El corazón desangrado. El mar de pasiones pretéritas hundido en la verdad de un presente condenado al fracaso. No hay mañana si no hubo un ayer. Y el ayer se fugó con un comentario que nunca se hizo.

Quizá debiéramos prestar mayor importancia a las cosas que decimos porque en cada palabra hay un regalo, un aviso, un veredicto y una ejecución. Las gotas de sangre se desparraman en una orgía vandálica de refinada maldad. Y la satisfacción ni siquiera existe. Es solo un sueño que se evaporó con el tiempo. Vuelan las mentiras y los equívocos y la conspiración sigue ahí, moviendo sus fichas para que el resultado sea el fallo. Un agujero en un cristal no es la salida de la lujuria sino la entrada de la perdición. Y todo muere poco a poco, como cristales hechos añicos, como disparos en la oscuridad, como el gas irrespirable que sirve de excusa al tardío descanso. Los dibujos del papel pintado de la pared son ojos que observan con frialdad escrutadora y el ánimo se desdibuja como un grano o una piedra que se hunden por igual en el agua. El pecado es igual. La cuenta en la piel. La certeza de que es mejor morir que continuar. Y sin embargo se sigue el camino trazado por el verdugo con la esperanza de que la lógica llegue a despejar cualquier duda, con la esperanza de que las piedras, las mismas que se hunden, encajen a la perfección. Pero después de la respuesta, solo hay un invierno completo de nada, de amargura intragable, de intento desesperado por agarrarse a la rama de un olvido que intenta borrar los recuerdos pero jamás podrá hacer desaparecer el dolor infinito de las huellas más vacilantes.

25 comentarios:

dexterzgz dijo...

Enhorabuena, Bardés

(al parecer la entendiste)


Abrazos lerdos

César Bardés dijo...

Una cosa es que la entendiera y otra cosa es que me convenzan determinadas cosas. Por ejemplo...¿se monta la que se monta...por un rumor? Más...¿la hipnosis para justificar todo? Un poco facilón ¿no? No estoy en contra de meter la hipnosis en cualquier argumento (Hitchcock lo hizo con muchísimo sentido) pero de ahí a hacer que ése fuera el pivote sobre el que gira la trama...hay un trecho sustancial. Hay cosas con las que no conecto en absoluto. Esa estética Manga, ese pasillo con los "99 chiflados". He revisado la versión de Spike Lee y, la verdad, aunque es verdad que pulen muchas de esas cosas tampoco acaba de dar una visión redondeada, aunque, por ejemplo, me gusta mucho más el final. El malvado en la versión de Lee es notoriamente peor que aquí, que destaca por su refinamiento cruel. En todo caso, pues ya se sabe, hay legión de fanáticos de este cine coreano a medias de policíaco y desgarrado que, a veces, da un poco en el blanco (solo un poco) y resulta que es elevado hasta los altares porque descubre (o eso creen ver) profundidades misteriosas del ser humano con la excusa de un argumento que, eso sí, es bastante atractivo.
Anda, tonto, que tú también la entendiste. Lo que pasa es que te gusta llamar la atención.
Abrazos convencidos.

dexterzgz dijo...

Bueno, de hecho hay varias de estas entre las 100 mejores películas de la historia en varias listas de esas. Yo creo que la cosa tiene mucho de guasa, frikismo y postureo. No te creas, que me sorprendió "Infernal affairs",aunque me parece mucho más redonda "Infiltrados". Y seamos serios, si no hubiese sido por el cejas, quién hubiese visto aquella peli. Es que a mí, lo que más me interesa de este cine oriental es el aspecto digamos más antropológico y algo se ve en estas películas, pero lo sigo viendo como algo muy secundario. Y francamente, no siempre tiene uno el cuerpo para Won Kar Wai o Kim Ki Duk (en realidad casi nunca). Y no me lo puedo callar, cada día me gusta más el cine de Kore-Heda, el más digno de los herederos de Ozu.

Abrazos con los ojos rasgados.

César Bardés dijo...

Mucho postureo, sí. Una especie de intento de dignificar y dar categoría de fuera de lo común a algo que, en realidad, tampoco es de calidad media-alta. BUena es "Infernal Affairs" como también aquella otra en la que se inspiró "La isla mínima" y que se llamaba "Crónicas de un asesino en serie". Yo reconozco que Corea del Sur tiene una industria estimable del cine y que, de vez en cuando, hay algo que tiene mucha calidad. Su producción debe ser muy alta y aquí basta con que una película sea coreana para que todos nos pongamos a dar palmas sin ir más hacia adentro y desmenuzar un poco que esas mismas películas si se hicieran en Estados Unidos pasarían aquí como productos sin pena ni gloria, una más de ese menú de VIPS del que tanto hemos hablado.
Esos cineastas pretendidamente "serios" que nombras, nunca me han gustado. Lo de Wong-Kar-Wai también es un postureo de narices con un hombre que cuenta más bien poco y que basa todo su atractivo en una estética que casi, casi, casi, podría decirse que es la estética Manga trasladada al plano melodramático. Lo de Kim-Ki-Duk ya es para tener estómago y tampoco es que me encante. Estoy más de acuerdo con Kore-Heda, que me parece que ahí sí hay más talento y más convicción. En cuanto a "Oldboy" en sí misma, también tengo que reconocer que tiene ideas estéticas más que interesantes, muy de cómic pero que funcionan perfectamente en cine.
Has dado con un par de claves para analizar el cine coreano. Ahí quedan. Y muchas gracias, Dex.
Abrazos con mucha furia.

CARPET_WALLY dijo...

Pues yo sólo puedo decir que me pareció directamente infumable y que pasada la primera media hora de interés estético y narrativo se me empezó a hacer muy cuesta arriba el visionado y que 20 minutos después terminé desesperado cambiando de canal y preguntandome porqué se consideraba la película como una genialidad...

Vale, ya estoy mayor, no entiendo de cine y mi gusto es terrible, pero creo que cambié a una de Steve Martin y respiré aliviado.

Abrazos catetos

César Bardés dijo...

No, no, de mayor nada. Si yo lo entiendo perfectamente. No es ninguna tontería lo que dices. Es verdad que, en algún momento, se hace muy cuesta arriba seguir con una serie de cosas que tampoco entiendes muy bien (me pregunto si es insalvable el salto cultural) y que, desde luego y lo afirmo desde ya, una genialidad no es ni de lejos. Creo,sinceramente, que lo que tiene es un punto de arranque argumental atractivo. El desarrollo es mucho más reprochable con un montón de incoherencias y de reacciones imprevistas que tampoco llevan a ninguna parte para darte una supuesta sorpresa final que, por otro lado, yo intuí desde el principio. Curiosamente, Lee se aleja de esa sorpresa final y te la desvela enseguida en su versión, dejando para el final una reacción que sí se entiende y que me parece, cuando menos, honesta con el espectador.
Yo también me estoy volviendo mayor, mi gusto por el cine cada vez es más terrible y me hacen muchísimo más cualquier policíaco americano de los setenta o cualquier muestra de cine "polar" francés por muchas incoherencias dentro que puedan tener.
Abrazos convergentes.

CARPET_WALLY dijo...

Pues eso es...fijate que no es sólo cosa coreana u oriental, que también pillé hace poco en la tele "Only God Forgives" y el hecho de que estuvieran tanto Gosling como la Scott Thomas me parecía muy motivador...y lo mismo, aunque no hubiese tantos desbarres narrativos como en la de Park, llegó un momento que empecé a pensar que era lo que llevaba a un director a intentar contar una historia así...

Volvemos al tema del ritmo, parece que el que cuenta las cosas de manera formalmente coherente y con un cierto tempo "realista" es un mierda que no sabe hacer la o con un canuto. O apabullo en una sucesión de escenas de acción sin ton ni son, alargando peleas innecesaria e incoherentemente (que a algún rival del montón el prota le da una leche y casi le mata, pero cuando se enfrenta al villano le cuatrocientas y el tio se rehace y le propina otras doscientas y ...), o eso o voy a ritmo de caracol y pongo a tres personajes a cenar sin decirse apenas una palabra pero observando con detalle sus ¿gestos? cada vez que cogen el tenedor...Y eso si, eso es una obra de arte porque capto sutilmente la psicologia implicita del personaje y sus motivaciones freudianas...y el que no sea capaz de verlo que vuelva a leer tebeos. La dictadura de los imbéciles. No han visto una película de Hawks, Wilder O Huston, y tal vez crean que Ford es el de los coches, pero dan lecciones de cine.

Abrazos indignadillos

César Bardés dijo...

Aún te entiendo más. Y parece que me lees el pensamiento porque traer a colación "Solo Dios perdona" a raíz de cine coreano es algo que me vino a la cabeza insistentemente mientras revisaba "Old boy" (la vi en el momento de su estreno atraído por un montón de gente alrededor que flipaba en colores con la película pero no la había vuelto a ver). He hablado con varias personas que, en teoría, sí saben de cine sobre "Solo Dios perdona" y puede haber alguno que incline la cabeza disculpando un poco algunas de las cosas que ocurren...pero hay una rara unanimidad en la surrealista escena del local donde se dice a todo el mundo que cierre los ojos para poder torturar a gusto al fulano de turno. Esa escena, creo yo, es la típica que un director o guionista, o ambos de acuerdo, meten en una película para ganarse el aprecio de ese buen montón de "frikis" que creen ver lo que no hay para darle profundidad a una película que no la tiene. Y "Solo Dios perdona" no la tiene.
En cuanto a la indignación, pues sí. Estoy totalmente de acuerdo. Toda esta gente que pone en los altares a los coreanos, a Winding Refn o incluso a mis adorados Joe Wright y Paul Thomas Anderson (aunque poco tengan que ver con esto que nos ocupa) no han visto a ninguno de los directores que citas (y como mucho y con suerte, han visto una). Nada que sea anterior a 1980, nada que haya aportado algo realmente bueno a la historia del cine. Se creen que son los coreanos o los "outsiders" que colocan una serie de planos contemplativos en medio de la brutalidad los que están haciendo un cine que realmente merece la pena y eso es irremediablemente falso. Eso sí, ninguno de ellos se corta a la hora de dar lecciones de cine.
Es más, hoy mismo he visto un comentario de uno de estos que, de repente y sin aviso previo, se ha puesto a ver "El rapto de Bunny Lake"...y le parece una pasada. Tal vez porque también tiene algo de tormento coreano. Este Preminger es un copiota...
Abrazos convergentes (bis).

dexterzgz dijo...

Pues fíjate que yo revisé hace poco Bunny Lake, y mira, el final se ve venir de lejos y la escena del columpio se alarga un poco (pero mola todo el suspense y la atmósfera anterior). Si es que sois unos nostálgicos, coñe. Del Winding no vi la película que comentáis, pero si "Drive", la pera limonera para muchos frikis. A mí me gustó moderadamente, por Ryan Gosling, no por él en sí- bueeeno también- sino por su personaje, una especie de samurái silencioso que parece recién sacado de una película de Melville. Y tampoco hace falta irse a Ford o a Hawks. Si no llega a ser por estas "chinadas" o "japonesadas" a lo mejor Tarantino no hubiese hecho "Kill Bill" y no lo hubiésemos pasado tan bien con las aventuras de Beatrix Kido. No sé si estoy mezclando cosas. Yo es que me resisto a hacerme mayor.

Abrazos con polvo de hadas.

César Bardés dijo...

Yo creo lo mismo que tú, que la atmósfera y el agobio se respira muy bien en "El rapto de Bunny Lake" aparte de que me parece toda una curiosidad ver a Laurence Olivier en el papel de un policía de esos de toda la vida. Es verdad que el final se ve venir y que no puede haber más que un culpable pero yo creo que a Preminger eso le interesaba más bien poco. La película se centra más en esa madre soltera que se va de su país en gran parte para evitar las habladurías y que, cuando tiene problemas, resulta que le es muy difícil demostrar que tiene esa hija. De hecho, en algún momento llegas a dudar de que si lo que has visto es realidad o es una visión de la realidad de Carol Linley.
En cuanto a "Drive", sí está bien visto ese paralelismo con "El silencio de un hombre", de Melville (por cierto, creo que Melville tiene película mejores) y yo creo que tiene algo que atrae enseguida y son los términos en los que se plantea la profesionalidad del personaje de Gosling que resultan fascinantes y, luego, cómo lucha por lo poco que puede llegar a tener a pesar de que, desde luego, no es el tío más dicharachero del pueblo.
En cuanto a lo de "Kill Bill", disiento. No estamos hablando de las japonesadas de "Karate a muerte en Bangkok" y cosas así. Estamos hablando del auge, un tanto exagerado, del cine coreano como si fuese el colmo de la originalidad cuando, en realidad, no lo es tanto. Tarantino hace lo que mejor sabe hacer. Coge un género serie Z y lo convierte en A con "Kill Bill" y no nos olvidemos que Tarantino, además, ahí en medio, en ese episodio que se llama "El hombre de Okinawa" mete a Kurosawa para que se vea que él es algo más que un aplicado copista. Las japonesadas que Tarantino coge era una muestra del peor cine que se hacía en los setenta con un montón de referencias al "kung-fu" y otras artes marciales mezcladas con entornos de violencia más bien muy poco creíbles con esos saltos y esas cabriolas absolutamente descerebradas y aceleradas que, por qué no decirlo, algunos más viejos que nosotros verenaban con delectación.
Abrazos japoneses (no es erótico).

CARPET_WALLY dijo...

A ver, yo no soy un fan de las pelis de Kung-fu de los 70 pero lo cierto es que crecí con el mono borracho, el luchador manco, y la sombra del tigre..y claro con Bruce (no Willis). Y aun cuando de vez en cuando sueltan alguna en la tele, al veo con cierta gana, porque la chinada respondía a la poca exigencia, una forma de entretener que no engañaba a nadie y con una vocación de serie Z que se agradecía en el fondo...Y además se reían de si mismas. Veis como soy mayor (viejo nunca).
Y Tarantino bebió de ahí como yo y lo utiliza como bien decís en su "Kill Bill", tanto como utiliza otros subgeneros en otras pelis.

En cuanto a "El rapto de Bunny Lake" del copión de Premminger, totalmente de acuerdo con ambos, la peli es previsible ahora, pero en su momento, con el ritmo y la temática de entonces, era de las que se avisaba a la gente que no contaran el final a nadie. Y es cierto que se alarga un poco la escena de la casa, el columpio y el ahora te domino, ahora me desboco, pero pensad de nuevo en que momento del tiempo estamos. Y Olivier mola, pero Remick....que mujer más guapa. Y es muy curioso lo politicamente incorrecta que sería hoy día, donde se cuestiona la credibilidad de la madre, por ser madre soltera, con ese vecino acosador, por la jefa de la guardería...

Abrazos morales

César Bardés dijo...

Estoy de acuerdo con la valoración que haces de ese subgénero del kárate y el kung-fu. Yo tampoco entendía nada (no son películas que exijan un entendimiento) y recuerdo que era una de las tendencias progresivas en el cine de verano de Cullera cuando íbamos allí a pasar las vacaciones. Así me vi "El furor del dragón", "Furia oriental" o "Kárate a muerte en Bangkok", más por el hecho pintoresco de acudir al cine de verano que por las películas en sí, pero, mira, al final te entretenías y pasabas una noche muy agradable. Es cierto, su mayor virtud es que se reían de sí mismas, no se tomaban en serio ni uno de los golpes. Es más, aún recuerdo al auditorio riéndose a carcajada limpia pasmado con la velocidad con la que el héroe de turno (por lo general, Bruce), repartía mandobles.
"El rapto de Bunny Lake" fue un fracaso en su momento precisamente por todo eso que apuntas de manera brillante, Carpet. Se cuestionaba la credibilidad, no solamente de una madre (soltera, eso era muy fuerte para la época) y además había ahí una especie de tensión sexual con respecto al hermano que colocaba la trama en una posición al borde de la censura muy incómoda. Además, efectivamente, estaba el vecino (o patrón de la casa) acosador y deliberadamente ambiguo (estupendo Noel Coward) y ese desinterés, se podría decir que casi profesional, por la jefa de la guardería en un establecimiento en el que, además, nadie parecía prestar demasiado atención a los niños (la única que va un poco más allá es la cocinera). Por eso el personaje de Olivier es tan interesante como ese policía que realiza su trabajo de forma rutinaria y que se atiene a los hechos y ve que, efectivamente, todas las pistas conducen a que Bunny Lake no existe pero hay algo en él, un sexto sentido, que le dice que hay algo más,entre otras cosas porque no ve que el personaje de Carol Linley (la madre, no Lee Remick que no aparece)sea una desquiciada o una paranoica ni nada parecido sino que, efectivamente, está dando el pego como madre agobiada por la desaparición de una hija. Un personaje que Olivier compone sin estridencias y con una sabiduría que, personalmente, me gusta mucho.
Abrazos profesionales.

CARPET_WALLY dijo...

Cierto, era carol Linley y no Lee Remick...que mierda de memoria la mia. Hubiese apostado y perdido.

Abrazos desmemoriados

César Bardés dijo...

En algo sí te voy a dar la razón. Lo que hubiera ganado la película si en lugar de Carol Linley hubiese estado Lee Remick. La Linley jamás me gustó, me parece una muñeca pepona sin gracia ni altura. Sin embargo la Remick...uff...una grandísima actriz.
Abrazos coincidentes.

Unknown dijo...

Buenas,

Aunque ya no consumo tanto cine oriental, antes era un sin-parar de cine japonés, surcoreano y demás, sigo viendo algo.

Suelo ver lo que estrena Park Chan-wook. Aún recuerdo cuando en Sitges me quede totalmente “trastornado” a la finalización del pase de ‘Oldboy’, se nos acerco el dire del festival (Ángel Sala) para preguntarnos que nos pareció y no fui ni capaz de articular palabra. Eso sí, la revise al tiempo y perdió parte de su brío al conocer ya la trama (anticipo que en revisiones posteriores puede que me vaya pareciendo cada vez más artificiosa, a saber)*. No he visto el remake ni me interesa (ya sabéis que en Europa se subtitula, en España se dobla y en EEUU directamente se hace un remake je,je!!, aunque “Infilitrados” de Scorsese me gusta mucho). Ya conocía antes de él su “Sympathy for Mr. Vengeance” y su menos buena pero interesante “Joint security area”. Después ya cayeron “Sympathy for Lady Vengeance” y su participación en “Three extremes” que no me convencieron al igual que “Soy un cyborg” y ahí perdí un poco el interés… hasta que vi “Stoker”, que me dejo un estupendo sabor de boca. Posiblemente, y si lo pienso bien, creo que trata de su mejor película.

Para mí, Bong Joon-Ho es un excelente director, y superior al anterior. Me encanta la mayoría de sus filmes. A la genial “Memorias de una asesino en serie”, se le une la excelente “Mother”, “Rompenieves” e incluso, si me coge el día bien, la heterodoxa monster-movie, “The host”.

De Winding Refn, me gusta bastante “Drive” y soy de los que se quedo totalmente anonadado y hechizado con una propuesta como “Sólo Dios perdona”. De él ya conocía su interesante “Fear X” con John Turturro, la trilogía de Pusher o “Valhalla Rising”.

De Kim Kim Duk, a mi me parece soberbia “Hierro 3”, me gustan bastante “La isla” o “Primavera…”pero ya no tanto “Samaritan girl” o “Bad guy”. La verdad es que hace tiempo que le he perdido la pista a este señor.

Recomiendo “I saw the devil” (aunque sea una salvajada) y ya fuera del cine surcoreano os recomendaría “Cyclo” de Tran Anh Hung, es de 1995, pero es un filme original en su planteamiento artistico/visual y bastante interesante sobre la explotación humana y hace que “Slumdog millionaire” parezca el parque Warner a su lado.


(*) Algo parecido ocurrió con el visionado de “Kill Bill vol.1” en Sitges, que me dejo gratamente sorprendido, no sólo yo, la platea era un auténtico manicomio. Con el tiempo, este filme se me ha caído lo suyo, y bastante más cosas de su director, la verdad.

Saludos.

César Bardés dijo...

Comprendo el impacto visual de esta película, no tanto su desarrollo argumental porque hay cosas que, directamente, no me creo. El remake americano no es necesariamente mejor (es muy posible que no lo sea) porque también alterna cosas mucho más creíbles (no hay referencia a la hipnosis, por ejemplo) con errores (Spike Lee nunca me ha parecido un director especialmente hábil salvo en "Plan oculto", posiblemente la menos Spike Lee de las películas de Spike Lee). Reconozco, desde luego, tu sabiduría en cine coreano y, desde luego, has visto muchas más cosas que yo. No estoy de acuerdo con lo que hablas sobre "Solo Dios perdona" y, desde luego, me opongo frontalmente a lo que hablas sobre "Kill Bill" y Tarantino. Es posible que todo ello venga dado por ese desconocimiento que tengo comparado contigo y asumo mis culpas. La estética del cine coreano es, desde luego, para tener en cuenta y demás pero, por lo general, sus argumentos se me caen porque, creo, tienen mucha más credibilidad en la cultura oriental que en la occidental en la que ya no admitimos determinadas cosas. De todas formas, bienvenido sea tu comentario al arrojar luz sobre muchas películas que citas (por ejemplo, "La isla" no la aguanto) y ensanchar miradas, quizá demasiado oblicuas en unos tipos que se agarran con cierta fiereza a las reglas del cine clásico.
Saludos violentos.

Unknown dijo...

Entiendo lo de "Solo Dios perdona", por tu parte, incluso diría que es lo normal (ja,ja!) pero en mi caso, y sin ánimo de convencer naturalmente, no sólo me impactó la estética sino que dentro de esa narrativa "desarbolada/vacua", yo veo cosas acertadamente o no, como en la singular manera de andar/comportarse de los personajes como si de marionetas se tratasen (salvando las distancias, aquí tenemos ciertas concomitancias con ,la para mí excelente, "Dolls" de Kitano, curiosamente el malo de este film me recuerda al propio Beat Takeshi en su papel en su "Hana Bi"), o por ejemplo aquellos pasajes donde el protagonista deambula por esas habitaciones y pasillos inundados por la iluminación roja del cual saco la conclusión de que se trata de su propia psique. Me parece minimalista, brutal, extremadamete sensorial, de gran poderío visual y con una banda sonora subyugante. Cuestión de gustos. ;-)

Y lo de Tarantino, pues sí, menudo palo me he llevado yo mismo ¡je,je!. La última del pistolero no me convenció, eso sí menudo comienzo. Luego revisando "Kill Bill", "Jackie Brown" y hasta la propia "Reservoir dogs" torcí la mueca no pocas veces. Tengo que revisar "Malditos bastardos" y sobre todo su vaca sagrada "Pulp Fiction", miedo me da, ya que la del asesino de chicas del coche nunca me convenció y menos la de las 3 historias del hotel. A ver.

Saludos.

Unknown dijo...

Tocer el gesto o poner muecas, quería decir. ;-)

César Bardés dijo...

Es que quizá el problema de raíz es que a mi Takeshi Kitano tampoco me encanta. "Dolls" me parece netamente inferior a "Hana-Bi" y,desde luego,lo mejor que he visto de él es "Zatoichi",por encima de la generalmente adorada "Battle Royale". Tal vez ése sea el problema.
En todo caso he de reconocer que esa visión del subconsciente que planteas no deja de ser interesante aunque me resisto a creer en un subconsciente tan enfermo y tan sadomasoquista,más que nada porque se busca a alguien con quien identificarse dirante todo el metraje y no hay manera. Y sigo diciendo que la escena del cierre de ojos es una de las cosas más torpemente resueltas de los últimos años. Y más viniendo de un fulano que antes ha dirigido "Drive".
Sigo sin estar de acuerdo con todas las valoraciones que haces de Tarantino aunque ya se ha dicho por edte foro que "Death proof" llega a ser de una autocomplacencia bastante irritante y "Four rooms",si lo tomamos aisladamente,su episodio es el mejor de una película que se queda en bastante nada.

Unknown dijo...

Efectivamente, Zatoichi es estupenda, pero es la menos Kitano de todas posiblemente(Battle Royale no la dirige aunque si como actor), al igual que "Drive" sea la "menos" Winding Refn. ;-)
Saludos.

César Bardés dijo...

Ya,ya sé que fue dirigida por Kenji Fukasaku, un veterano director que se especializó en el cine de catástrofes japonés allá por los setenta. La he citado porque "Battle Royale" fue el trampolín que hizo que Kitano fuera reconocido y deseado por todos los grandes adoradores de este tipo de cine.
En cuanto a esa sutilidad con la que me sueltas que las obras que cito de Kitano y Winding Refn son las menos "autorales" te diré que a lo mejor son las más estilizadas de ellos. Al igual que "Jackie Brown" lo es de Tarantino. Lo cierto es que quizá sean obras que los críticos "pedantemente" llamamos "de madurez" y ahí sí que se pueden ver esquemas narrativos más coherentes y,si se quiere,más universales lo cual hace que esas películas sean más dignas de destacar. Yo creo que forman parte de la evolución de cualquier artista creativo. Luego ya nos podríamos meter con que abandonan esos esquemas y vuelven a sus orígenes intentando la persistencia dentro de un entorno que no deja de tener algunos tintes de "frikismo".
Saludos.

Unknown dijo...

Vaya, Cesar, que lo comentabas por el tema de la fama, no te había pillado :-P.

Totalmente de acuerdo sobre el tema autoral. Por ejemplo, se comenta, aunque no creo que sea verdad, que David Lynch hizo 'Una historia verdadera' para que le dejaran de tocar las narices con que nada mas sabía hacer pelis 'raras'. Me parece un filme espléndido, al igual que 'El hombre elefante', pero a mí el Lynch que más me gusta es el oscuro, el surrealista. Por ejemplo, en el caso de Godard, imagino que me gustaría su filme, como dices, más universal porque por mucho que me ponga con sus pelis sigo sin verle las bondades que otros ensalzan (falta de sintonía, carezco del conocimiento/bagaje necesario, tema de gustos, vete tú a saber). ;-)

Saludos.

César Bardés dijo...

Estoy de acuerdo en valorar esas obras de Lynch por encima de las demás (aunque también aprecio algunas de ellas) sin dejarme llevar por esa razón universal de sus adoradores impenitentes que se podría resumir en "es inexplicable pero es fascinante".
Por otro lado,te contaré un secreto: yo tampoco aguanto a Godard. Solo salvaría "Al final de la escapada" (el guión de Truffaut puede mucho y cuenta màs) o "Banda aparte". Lo demås es uno de esos postureos de los que Godard se sigue beneficiando. Sin embargo,ya sí que con Antonioni no puedo y no tengo defensa posible no siquiera como excepción.
Saludos

Unknown dijo...

En mi caso, ni siquiera esas dos que nombras,Cesar. Te voy a contar yo otro: no puedo con el señor Belmondo.

En cuanto a Antonioni, pues sí, pienso que se trata de alguna forma de una suerte de continuación/evolución de lo que ya hizo tiempo atrás todo un señor cineasta como Roberto Rosellini en "Viaggio en Italia" ("Te querré siempre", menudo título chorra en español) pero malentendido, llevado al paroxismo.

Saludos.

César Bardés dijo...

Belmondo,desde luego,no es de mis actores favoritos pero ese Belmondo descarado de principios de su carrera,aún no maleado por la más descarada comercialidad,el de "Al final de la escapada" o el de "Un tal La Rocca" o,sí,el de "El confidente" de Melville creo que es interesante.
Yo,por otra parte,creo que Antonioni,sencillamente,es un cineasta aburridísimo (suya es la frase "hago cine aburrido para expresar el aburrimiento"),sin gracia,situado en las antípodas de un Rossellini que no paraba de contarte cosas con esa cåmara sujeta a la improvisación. Rossellini es pura comunicación. Antonioni es todo lo contrario.
Saludos