jueves, 10 de octubre de 2019

JOKER (2019), de Todd Phillips



Cuando se ha vivido probando el odio con los labios es muy difícil adaptarse a una sociedad que destaca por su incomprensión. Los tiempos ahogan al débil, lo marginan, lo desprecian y lo aplastan y, a menudo, se es demasiado pequeño como para rebelarse. Tal vez se debería mirar un poco hacia fuera y un poco menos hacia adentro, renunciando, aunque sólo sea durante un par de minutos al día, al egoísmo que tanto caracteriza a la gente. Nadie se da cuenta de que estamos fabricando una buena cantera de villanos sin alma.
Y da igual que esa ira vengativa se dirija hacia los ricos porque, simplemente, es la otra cara de la misma moneda, corriendo, además, el peligro de hacer que justos paguen por pecadores. No resulta difícil caer en la tentación de creer que el mundo conspira contra uno mismo y que es la hora de reírse de verdad, por mucho que la risa sea considerada una enfermedad. Arthur Fleck, el payaso de la risa patética, crece hacia la crueldad y nadie va a poder pararle.
Aún resulta más sangrante si la vida está jalonada de mentiras y medias verdades, porque llegará un momento en que no se sabrá si se está soñando o viviendo la realidad. Sólo es cuestión de prestar unos pocos minutos de atención hacia quien no ha sentido el calor del aplauso, o del cariño momentáneo de un público voraz y veleidoso. La maldad toma cuerpo y va a ser dentro de esa cultura de devolución del sentir, de inmediatez estúpida que exige reacciones desmedidas y definitivas para acallar al rival. Así es cómo se obtiene atención. Total y absoluta. Incluso puede que el asunto acabe en vítores.
Joaquin Phoenix realiza un esfuerzo titánico en su impresionante interpretación. Ríe trágicamente, cuenta chistes con tristeza, establece contacto con todos a través de su viaje hacia la psicopatía hasta llegar a comprenderlo sintiendo algo parecido a la simpatía. Sin duda, es uno de los trabajos del año y merece todas las nominaciones al Oscar porque juega con su rostro y su mirada, con su cuerpo y su gesto, con su infantil inmersión en el mundo del estrellato esporádico, con su sueño ingenuo y tierno. El exceso, aquí, se vuelve recurso y Phoenix es un torbellino que apenas se puede contener. Por el otro lado, no es una película redonda. Vemos cómo Robert de Niro se revuelve incómodo en su papel y algunas cosas están explicadas con alfileres. Sin embargo, la película se centra, se mueve y vive alrededor de Joaquin Phoenix y el resto, sin dudarlo por un segundo, es fácilmente perdonable.
La carcajada del villano, que se hace y nace y no al revés, resuena en los tímpanos con insistencia porque se puede intuir que hay lágrimas entorpeciendo sus escalones. El patetismo y la deformidad interior causan cierto rechazo aunque es evidente que gustará a esos incondicionales que se creen diferentes. El sentimiento de venganza se apila ladrillo a ladrillo en la debilidad del payaso. Y la explosión de violencia y de hábil elipsis asegura que esta película, en el fondo, no va de orígenes de supervillanos a la espera de la madurez del superhéroe, sino de drama de marginación y soledad culminado con la sangre que siempre pide la multitud. En el fondo, el Joker da a la gente lo que, en realidad, desea y por eso es un malvado que cae simpático a los apóstoles del asalto al convencionalismo. No se cae en la cuenta de que eso no trae nada bueno y de que, con toda probabilidad, se acabará persiguiendo por los pasillos al tipo que cuenta un chiste y no admite la frustración del silencio. 

10 comentarios:

dexterzgz dijo...

Vaya, para una vez que coincidimos en que Phoenix está descomunal, discrepamos en el resto. A mí me parece un películón que si no es redondo se queda bastante cerca. Es por otra parte una película a prueba de todos los prejuicios del mundo por las circunstancias que la rodean (Phoenix incluido) y sales del cine con un subidón increíble porque al final de la proyección descubres que te han dado muchísimo más de lo que esperabas.

Te parecerá un poco friki pero la vi el día del estreno y la volví a ver ayer acompañando a unos amigos. Creo que la cinta tiene un montón de capas y de matices y en cierto modo resulta inabarcable. No sé si como dicen algunos es un título destinado a marcar una época porque eso solo el tiempo lo puede decir, desde luego sí está muy clara la conexión con "Taxi driver" y con otras de esa época como "Network" o "El rey de la comedia" mismamente. Me gusta la delicadeza en la puesta en escena y la pasión cinéfila que lleva dentro.

Con respecto al contenido, dices que muchas cosas están explicadas con alfileres y yo creo que en este caso eso es una virtud más que un defecto. A fin de cuentas, se trata de que el espectador viva el mismo proceso de confusión entre realidad y delirio que vive el protagonista, y en este sentido creo que dejar determinados cabos sueltos funciona. De hecho, la película flojea un poco en esos momentos de innecesarios subrayados que lo dan todo mascadito como en los flashbacks de la madre y de la vecina negra (es que no quiero spoilear demasiado porque quienes todavía no han visto la película no lo merecen).

Abrazos encerrado en la nevera

carpet_wally@gmail.com dijo...

Unas cuestiones que voy a plantear sin haberla visto por los comentarios de dos personas que si lo han hecho (mi hijo y una compañera):

- La risa : Lo que es una virtud termina siendo agotadora, termina por aburrirte incluso.
- El personaje : (aquí no me han querido explicar mucho por no hacerme spoiler) pero ambos han comentado que hacía el final hay un cambio en el personaje casi sin transición, como si todo lo que hasta entonces era evolución se precipitará por una cascada y acabara repentinamente en otra cosa (esta forma de explicarlo es mía a tenor de lo que me han comentado)
- Phoenix : Muy bueno, muy bien...pero tan excesivo que, como la risa, agota.
- La poca importancia de los secundarios. Están unos pero bien podían haber sido otros. Son casi mero paisaje

Y su resumen (el de los dos) : La película está bien, pero hay demasiado Joker en "Joker"

También he de decir que a ambos les gustan mucho las pelis de superheroes y aquí dicen que hay menos acción de la esperable.

Abrazos esperando tener criterio propio

César Bardés dijo...

Bueno, toca defenderse. Vamos a ver.
Lo primero de todo es la interpretación de de Niro. Mira que soy defensor suyo y demás. En esta ocasión, me parece que está incomodísimo, desplazado y absolutamente rígido. No da con el tono y no podemos decir que sea un papel episódico porque no lo es.
Por otro lado, las cosas explicadas con alfileres. Para empezar el tema de la paliza. No expliques al jefe que te han roto el cartel en la cabeza, no (claro, eso serviría para joder la siguiente escena como manifestación de rabia) y no me vale la excusa de que, claro, el tipo está para que le aten (además, seamos sinceros, ¿de verdad, de verdad un cartel rotulado sobre un cartón vale tanto?). Bien que razona cuando conviene (de hecho, es lo que realmente da más miedo, cuando se pone a razonar). El tipo sale corriendo cuando roba el expediente de su madre. Se supone que le persiguen. No, qué va, se pone ahí a leer la cosa. No puede leerlo en un callejón bajo la lluvia. Lo hace en las escaleras que le puede pillar cualquiera (recordemos que robar un expediente que contiene nada más y nada menos que el historial médico-psiquiátrico de alguien es bastante grave, ya, ya, es cine, pero la película es más bien de corte realista). Se carga al compañero. Y el enano se va. Se supone que la policía aparece por allí a raíz de que ha denunciado (si no, no se explica esa aparición repentina). Por otro lado, la película se sostiene sola y exclusivamente por Phoenix y por su exhibición de recursos. Aparte de que abre un interrogante de difícil solución. ¿Va a enfrentarse al Batman adulto? Uf, qué difícil me parece.
¿Que es una buena película? Lo es, no hay discusión. ¿Que Phoenix es un más que seguro ganador del Oscar? Sin duda. ¿Que tiene secuencias absolutamente brillantes? Ya lo creo. Empezando por el final. Ahora, también tiene fallos que podríamos considerar menores. No me creo mucho el exceso que hay en todo (lo de cargarse al presentador...qué quieres que te diga...antes me cargaría a la psicóloga).
Y no olvidemos que el Joker tiene una gran capacidad de convicción. Aquí, simplemente, se le aclama por las buenas, sin apenas transición.
Abrazos sonrientes.

César Bardés dijo...

Aclaramos, Carpet.
Sí, es cierto. Lo de la risa acaba por ser agotadora (empezando porque debió de ser agotador para el propio Phoenix). Sin embargo, tiene su explicación.
En cuanto a que el personaje evoluciona sin transición. Pues ahí sí que hay parte de razón. La película avanza con mucho cuidado y, al final, precipita las cosas. Tal vez sea deliberado para transmitir una sensación de caos y de violencia sin control, pero comprendo que haya gente que se pueda sentir un poquito sorprendida de que una película te ha llevado paso a paso y luego se salte diez.
Lo de Phoenix...bueno, me parece simplemente extraterrestre. Es la razón principal para ver la película. Sin él, sería una perfecta mediocridad.
Los secundarios. Bueno, de Niro tiene su importancia (aunque ya he dicho que su trabajo no me gusta nada). Tampoco veo cómodo a Brett Cullen en el papel del padre de Bruce Wayne. Y también veo un cierto oportunismo en la película al plantearla como una lucha de clases (aunque cabe una segunda lectura).
Lo de que hay demasiado Joker en "Joker"...bueno,es más o menos lo que se espera, ¿no? Claro, comprendo por qué lo dicen. En realidad, es un personaje que no tiene un contrincante definido. Es él contra el mundo y así se explica en la película. Lo de la acción es cierto. Es una película que, en cuanto a ritmo y ambiente, se asemeja mucho, mucho a "Taxi Driver" y, por supuesto, ahí se aleja kilómetros y kilómetros del cómic porque es de corte muy realista. De hecho, doy fe de que la sala estaba llena cuando fui a verla y salieron dos o tres personas porque aquello no se parecía nada a lo que esperaban.
Sinceramente...creo que el Oscar para Phoenix es seguro (a la espera de "The Irishman"). Para la película, no lo creo tanto. (Legiones de frikis clamando porque es la mejor película de la última década y demás, ya sabéis que mi postura natural es oponerme a eso).
Abrazos pintarrajeados.

dexterzgz dijo...

No hace falta que te defiendas, hombre, que tampoco te he atacado, jeje. Por partes también.

Comparto contigo lo que dices de Bobby, con lo que ha sido ese hombre. No sé si tendrá algo que ver lo de su rigidez que no se debió llevar ni un poquito bien con Joaquin durante el rodaje o que simplemente son cosas de la edad. En cualquier caso, creo que el personaje y sus intenciones están perfectamente definidas durante la película.

Considero bastante coherente que la película empiece con esa paliza, entiendo yo que lo que pretende mostrar es a Arthur como una víctima de bullyng en el pasado. Creo que la película juega un poco a balancearse entre el hiperrealismo con el que presenta al personaje y las concesiones al cómic. De ahí que haya situaciones que quizá no guarden aparente lógica (me parece también coherente que salve al enano que es el único personaje que está al mismo nivel que él y la escena de la cadena de la puerta me parece cruel y demoledora). De ahí el final "in crescendo" que desemboca en el caos absoluto. Yo pienso que son estas últimas concesiones a la estética del comic las que permiten precisamente ir a la película más allá y resultar más aterrador si cabe su mensaje final.

Abrazos con medicación

César Bardés dijo...

Yo no tengo ningún problema con la secuencia de la paliza inicial. Estoy absolutamente de acuerdo con ella. Con lo que no estoy de acuerdo es con la absurda escena con el jefe. Le acusa. Él se defiende con lógica "me dieron una paliza" y el jefe dice que son gente que no gana para carteles (¿no gana para carteles y contratan un payaso para anunciarse por la calle?). No tiene ninguna lógica. Además, que es innecesario. Él puede decir que le han roto el cartel y el jefe, con ganas de echarle, le puede soltar cualquier intransigencia.
Por otro lado, yo creo más bien que lo realmente inquietante (y que produce un auténtico desasosiego en algunos) es que no sabes muy bien qué es real y qué es delirio. De hecho, no sería ninguna tontería pensar que todo es la historia que Arthur cuenta a su psiquiatra (que, por cierto, es sospechosamente parecida a la "asistente social") Además hay otro elemento que resulta curioso. La misma "asistente social" le pregunta si sabe por qué le ingresaron. Creo que hay más de fantasía que de realidad de lo que, en principio, podemos darnos cuenta (esa adoración por el Joker-Dios, por ejemplo, tampoco me parece demasiado real). Eso hace que Joker sea una figura realmente trágica porque no tiene ni idea de lo que es real. Es una teoría, por supuesto, y puedo estar perfectamente equivocado.
Abrazos con los pies manchados.

dexterzgz dijo...

Yo entiendo la escena del jefe que da a entender un poco que llueve sobre mojado y que no es la primera vez que eso sucede. El tío está mosca porque la tontería del cartel le ha hecho quedar mal con su cliente. En cualquier caso yo lo veo un detalle de importancia menor. Lo que no me parece tan menor es cómo acaba la escena, con ese plano de Phoenix que la cámara aguanta unos segundos y en la que muestra una sonrisa y unos ojos que aterrorizan. Me acordé de Nicholson en "El resplandor", no lo entendí como un guiño a otro de los ilustres Jokers del cine, pero quién sabe.

Lo de la adoración del Joker - Dios, bueno, es que yo creo que ahí entramos ya de lleno en territorio cómic. Creo que es muy inteligente que la película se detenga ahí después de habernos llevado hasta ese límite. Y en cualquier caso ¿no nos está diciendo la película, viendo la posterior evolución del Joker, que todas las revoluciones y todos los Mesías, tienen su fecha de caducidad?

Abrazos bailando en las escaleras

César Bardés dijo...

Por supuesto, no es una escena clave y, claro, llueve sobre mojado, pero él renuncia a explicarse, eso es lo que no me acabo de creer. Todo para que tenga sentido la siguiente escena con él dando patadas en el callejón de la basura. Si llueve sobre mojado, basta con que se hubiera defendido para que el jefe, de cualquier modo, le echara la bronca.
Bien, aceptamos que ahí es donde la película, en la escena del Joker-Dios, hace una concesión al cómic. El problema que yo planteo es el siguiente...¿es de verdad o es imaginación? Es que la película te lleva por unos vericuetos que acabas por no saber si todo es un ardid de la cabeza de Arthur y ya está. Tiene elementos de realidad (y, como ya hemos dicho, sigue con las reglas del hiperrealismo en su mayor parte), pero llega un momento en que ya no lo sabes muy bien (¿comienza a sentirse bien cuando mata al compañero? ¿Por qué? Él mismo reconoce que no ha sentido nada cuando mata a los tipos del metro. No niego que los mate. Pongo en duda su reacción y, a la vez, me hace dudar a mí). En todo caso, no cabe duda de que es una buena película, que admite más de una lectura.
Permíteme disentir sobre eso que dices de las revoluciones y los Mesías. En este caso, la película apunta a que el Joker va a estar mucho tiempo en lo más alto, tanto, que al final se enfrentará con su némesis. La pregunta es si Phoenix será el Joker cuando llegue ese momento o, siendo consciente del enorme trabajo que ha hecho aquí, renunciará. Y, además otra historia. ¿Cómo se enfocará el personaje de Batman? ¿Como un explotador que hace justicia? Van a tener que andarse con pies de plomo.
Abrazos haciendo gracias en el autobús.

carpet_wally@gmail.com dijo...

Bueno, pues ya la he visto ( mira que he tardado) y ahora puedo opinar con más conocimiento de causa aunque no con más sabiduría porque de eso ando muy corto.

A mi la película me pareció, por decirlo en términos cientificos, un tostón de tomo y lomo.

Cuando no la había visto ya escribí que los que me hablaban de ella decían que había mucho Joker en "Joker". Ahora diría que hay mucho Phoenix en "Joker", demasiado. Un trabajo brutal, una composición tremenda, una actuación muy física y muy química, muy espectacular...Ahora bien, ¿tiene tanto mérito?. A ver, que no digo que no sea meritorio una composición así, lo que digo es que me parece más complicado crear un personaje que no sea tan característico, al que podamos comprender a través de miradas, silencios o cambios de tono de una persona "normal". Particularmente creo que Driver, Leo, y por supuesto De Niro en "El irlandés" son más trabajados, más serios, menos llamativos pero más sutiles. Joaquim crea, es cierto, ( y lo hace también con el físico lo que también es muy notable), pero estamos ante un personaje que se hubiese tragado todo lo que hubiese querido Phoenix concebir porque el tono y el fondo de lo que se cuenta lo permitía. Y si algo aprecio es que controla el exceso porque cabía la posibilidad de haberse pasado cuatro pueblos a poco que se hubiese disparado.

Por lo demás, yo vi muy poco nuevo en ese además, la película se me hizo larga, muy reiterativa, ir añadiendo humillaciones y abusos hasta el estallido final. Y sinceramente, entiendo la evolución del personaje (me lo explican tanto y tan exageradamente) pero no la sociedad, que según parece le aclama como un mito de su revolución (salvo que como dice el Lobo se trate sólo de una imaginación de la mente calenturienta del tal Arthur).

Y luego hay otra cosa que tampoco comprendo bien. ¿Por qué explicar así al Joker?, ¿Cual es el objetivo y por qué ese personaje?. No hablo ya de que no haya enfrentamiento bien y mal, como es de costumbre en los comics (mucho más en DC), sino que Joker es un genio del mal, desalmado, deshumanizado, desequilibrado, pero un genio criminal que lograba desestabilizar Gotham y crear muchos problemas a Batman con ingeniosos planes y complicadas estrategias. Aquí el personaje solo conserva el desequilibrio. ¿Por qué partir de un villano tan característico para explicar que la humillación y el abuso se puede volver en contra del establishment?.

No sé, no me convenció ni argumental ni cinematográficamente, a pesar de la potencia de alguna escena y estar bien dirigida y muy bien interpretada por el omnipresente Phoenix.

Para mi un 6

Abrazos fumando (continuamente además ¿era Gotham o España en los 80?)

César Bardés dijo...

Sigo reiterando que creo que todo es imaginación dentro de la mente de Arthur. Hay varios elementos que me llevan a pensar eso. Todo es lo que le cuenta a la psiquiatra del final y es lo que él ha estado imaginando en ese mente permanentemente humillada y la salida va a ser la humillación del resto del mundo. Ese mensaje, hoy en día, cala profundamente porque estamos inmersos en la horrible cultura del zasca y el Joker va a ser el rey de los zascas.
En cuanto a Phoenix. Yo sí creo que hace una gran interpretación. No es fácil, dentro de una película, pasar de un estado a otro con tanta naturalidad como lo hace Phoenix. Todo el mundo se queda con la escena de las escaleras y el bailecito porque es una especie de símbolo de la maldad, de un malo,además, que va a ser tremendamente atractivo. ¿Que hay mucho Joker en "Joker"? Por supuesto, es el peligro de hacer películas monográficas sobre villanos y más, si en este caso, lo que es es cómo se convierte en un villano, en un "rebelde porque el mundo le hizo así". Creo que Phoenix sabe darle muchos matices al personaje y lo hace realmente bien,con un buen montón de recursos. Ahora bien, la pregunta es...¿crees que el personaje tendría la misma fuerza con otro actor de parecida edad? Yo creo que el personaje hubiera sido más elegante, pero no con tanta fuerza si lo hace Leo. Hubiera sido un despropósito si lo hace Tobey. Hubiera sido parecido si Brad hubiese tenido unos añitos menos...pero creo que es demasiado guapo como para que le humillen continuamente. Hubiera sido irremediablemente más soso si lo hace Mark. Hubiera sido simplemente increíble si lo hace Chris. También Robert Downey lo hubiera sacado bien, pero ya es muy mayor para el tema.
Yo creo que el seis está bien. Es una buena película que, sin duda,tiene defectos.
Abrazos de risa desbocada.