martes, 11 de noviembre de 2014

DUELO EN LA ALTA SIERRA (1962), de Sam Peckinpah

Si os apetece escuchar lo que hablamos sobre "El Nota", Walter, Donnie y los nihilistas de "El gran Lebowski" podéis hacerlo aquí. Fue todo un éxito de audiencia, por cierto.

Allí, en lo alto, donde solo llegan los héroes, se puede ver mucho mejor el crepúsculo. Es ese lugar donde el silencio no deja reconocer a aquellos que construyeron la frontera a base de honestidad y balas. Quizá haya tiempo para una última aventura pero, seguramente, nadie se dará cuenta de ello. No importa que un viejo muera acribillado casi en los brazos de su mejor amigo. Tal vez las épocas cambian demasiado deprisa y no haya más solución que pasarse al otro lado y robar un poco para compensarlo todo por una sola y maldita vez. Al fin y al cabo, no se ha conseguido nada. Solo unos cuantos agujeros en la piel, unas cuantas balas menos en la cartuchera y algún que otro remanso de paz allí donde nadie, ni siquiera la vida, te podía encontrar.
Aún así, quizá hacer lo correcto sea la postrera oportunidad de dejar una huella en el corazón de dos jóvenes que desean tener esa luz de esperanza al otro lado de la montaña que tanto se negó a los héroes tradicionales. Al amor no hay que dejarlo pasar. Hay que agarrarlo con las dos manos y conservarlo porque, si se le permite ir, entonces solo será un recuerdo alrededor de una fogata, un mero gesto de nostalgia de lo que pudo haber sido y nunca fue. Y siempre habrá un resquemor porque, tal vez, esa hubiera sido la vida que no se deseó. La hora de la frontera ya ha pasado y el progreso está llamando a las puertas. Tanto es así que los hombres honrados ya no tienen sitio. Solo se puede convivir con ladrones.
Joel McCrea y Randolph Scott, héroes cansados que buscan cada uno su última ocasión en una vida que siempre fue ingrata, se erigen como perfectos pistoleros de vista cansada y revólver rápido en un Oeste que se acaba peligrosamente, que solo va a dejar que desalmados sin conciencia tomen sus colinas, sus montañas, su oro y sus mujeres. No importa. La amistad es la primera condición para la honestidad y ahí es donde los verdaderos caballeros llegan a la leyenda. Aunque sea una historia pequeña. Aunque sea un crepúsculo alargado que se va apagando para dejar paso a la negra noche del olvido y de la nada. Tanta sangre para eso. Tanta pólvora quemada. Ya no quedan hombres así.

Sam Peckinpah realizó su primera gran película con una mirada que se alejaba de todo lo que se había hecho hasta ese momento en el terreno del western porque quería rendir homenaje a unos hombres que, a golpe de verdades, construyeron todo un país para que otros vinieran a aprovecharse de él. Y le salió una balada sobre dos tipos que, aunque cansados, no podían envejecer en el abrupto terreno de la ambición y del enriquecimiento fácil. El oro no es solo unas cuantas pepitas que se extraen de la siempre cicatera montaña. Quizá el vil metal se convierta en algo aún más precioso cuando las armas hablan por algo que está bien, intentando abrirse paso en las brumas de un futuro absolutamente cerrado para callar, de una vez por todas, a todos los advenedizos que se creen más y se creen mejores. 

15 comentarios:

Anónimo dijo...

La ví hace relativamente poco tiempo, en un ciclo que me propuse en el que también incluí varios westerns de Boetticher, donde el cabeza de cartel es Randolph Scott. Para mí, los westerns de la fiebre del oro son un subgénero muy particular, donde se dejan claros varios de los aspectos distintivos de la escala de valores "neoamericana" respecto de la vetusta Europa.

Gentes que tenían que proteger sus pertenencias a toda costa, donde la vida humana vale tanto como estés dispuesto a pagar por defenderla, y donde puntualmente la amistad es el nexo que une a una persona con su propio futuro. "Ya que mi amigo está dispuesto a morir por una causa justa , ¡qué demonios! ¡Lucharé a su lado!". No es ni mejor ni peor, sólo consecuencia de un ambiente hostil, un espíritu aventuro sin igual, y la soledad autoimpuesta de un centauro que vaga buscando su camino.

Me gustó mucho "Duelo en Alta Sierra", y quizá es la menos Peckinpah de Peckinpah, a mi juicio, su western más ortodoxo. Pero sobre la fiebre del oro hay otra película que me encantó: "La leyenda de la ciudad sin nombre". Por su originalidad, su modernidad, su sentido del humor, su ruptura de esquemas, su Lee Marvin grandioso, su guapísima Jean Seberg. Injustamente tratada. Veo que en Rotten Tomatoes le dan un 21% y me pregunto cuán diferente es mi criterio para apreciar pelis del resto del mundo. ¿Vivo en el error, César?

Abrazos dorados

Santi

César Bardés dijo...

Básicamente, en tu visión de estos "golden westerns" o películas sobre la fiebre del oro, estoy bastante de acuerdo contigo. Quizá una de las más representativas de todo ello sea "El árbol del ahorcado", de Delmer Daves (un cineasta habitualmente menospreciado y que a mí me parece excepcional). Tu segundo párrafo es especialmente brillante porque ahí resumes todo lo que quiere decir Peckinpah "ya que mi amigo está dispuesto a morir por una causa justa ¡qué demonios! ¡Lucharé a su lado!". Ahí es donde está lo más Peckinpah de esta película de Peckinpah. El final de una era que se resume en que, quizá, lo único que permanece es la amistad, la de verdad, la que duele cuando se traiciona de uno u otro lado, la que te da la seguridad de que, al fin y al cabo, aunque te has impuesto una autosoledad heroica, nunca has estado del todo solo por muy lejos que estuviera tu amigo.
Entiendo, por otra parte, que digas que es la menos Peckinpah de Peckinpah porque aún no ha encontrado ese estilo que revolucionó el cine moderno con la cámara lenta como expresión máxima del dolor y que acabó por ser su sello distintivo. Sin embargo, por temática, sí que me parece muy Peckinpah. Ese tono crepuscular, esa última aventura, ese morir entre amigos que, quizá, fue lo que deseaba el hombre de la frontera (eso es lo que nos viene a decir Peckinpah) son muy típicos en su filmografía, bien sea de "western" o bien sea de cualquier otro género.
También entiendo que la radiografía que hace "La leyenda de la ciudad sin nombre" te parezca muy representativa de la fiebre del oro a pesar de ser un musical pero te diré algo, es una película que sí, que me hace algo de gracia, pero que tampoco me enloquece pero quizá por otras causas. En realidad, soy bastante poco amante de los musicales que son meramente cantados y que no tiene unas buenas coreografías a las que agarrarse (la mínima coreografía que tiene "La leyenda de la ciudad sin nombre" es desordenada y caótica, no hace que brinque, vamos) pero ya te digo que es solo un sentido del gusto algo deteriorado en un género que me ha dado muchas alegrías.
Yo creo que es muy representativo aquello de que discutes una película que acabas de ver con otra persona y resulta que su percepción de la película es totalmente opuesta a la tuya llegándote a preguntar muchas veces si habéis visto la misma. Creo, sinceramente, que el modo en el que se percibe una historia depende mucho del instante en particular de cada uno de los espectadores. Yo trato de despojarme de ello lo más que puedo aunque, a veces, y lo reconozco sin vergüenza, me es imposible. No se vive en el error por tener un criterio diferente. Se vive en otra dimensión, ni mejor ni peor, simplemente diferente. Tal vez, vuelves a ver "La leyenda de la ciudad sin nombre" dentro de veinte años y quizá no te guste tanto o quizá te guste más (digo "La leyenda de la ciudad sin nombre" como podría decir cualquier otra). Lo tengo más que comprobado.
Abrazos sin heridas.

Anónimo dijo...

No he visto aún "El árbol del ahorcado", pero veo que tiene pintaza. Me la apunto. De Daves vi en su momento "La senda tenebrosa" (que no me gustó) y tengo pendiente "El tren de las 3:10", cuyo remake sí he visto y me gustó bastante.

Yo no vi en "La leyenda de la ciudad sin nombre" una película esencialmente musical, y es quizá la parte menos interesante de la misma. Lo realmente moderno en ella es el planteamiento de la bigamia y el papel decisivo de la mujer, alejado de estereotipos sumimos de otros westerns. La regularización sexual en lugar de la mercantilización no consentida. Bofetada a los cánones de la religiosidad promasculina dominante. Y filmado por un hombre de hijo de aquella época, sin ligazón con corrientes antimacartistas (como Trumbo) o profeministas (como Mazurski). Un avance hacia el pensamiento libre desde dentro del conservadurismo.

Abrazos libres

Santi

César Bardés dijo...

A lo mejor no te gusta Daves. Más que nada porque a mí sí me gustó "La senda tenebrosa" y no me gustó nada el "remake" de "El tren de las 3,10", entre otras cosas porque el de Daves lo supera en cosa de dos mil o tres mil cuerpos de distancia.
En cuanto a "La leyenda de la ciudad sin nombre" no niego todo eso que relatas. La verdad, no es una película en la que me haya parado a pensar demasiado. Se me hace larga y tediosa y, quizá, sí que me parezca que todos esos planteamientos que comentas me parezcan bastante superados por el cine. Supongo que al decir "filmada por un hombre de hijo de aquella época" te refieres a Logan, un tipo fundamentalmente de teatro que dirigió diez películas, algunas, he de reconocerlo, muy buenas. No sé si al referirte a Trumbo y a Mazurski lo haces en forma despreciativa porque dices que están ligados a determinadas corrientes. Lo único que sé es que Trumbo tenía mucho talento y Mazurski no tanto como parecía en un principio. Por lo demás, no niego nada de lo que dices, es bastante probable de que estés en lo cierto.
Abrazos errantes.

Anónimo dijo...

No les trato de forma despreciativa ni a Trumbo ni a Mazurski, sólo dejo entrever que, siendo coetáneos a Logan, en Trumbo están presentes todo un compendio de ideas políticas (que tampoco es malo eso) y en Mazurski toda la amalgama de ideas sobre libertades sexuales (que tampoco me parece negativo). Y que Logan, viniendo de una corriente un tanto fordiana, llegue a plantear ciertas cuestiones, cabe destacar su valentía y carencia de prejuicios.

Y que me lo pasé genial viéndola, ¡vaya!

Abrazos legendarios

Santi

PD: ¿No te parece que "La senda tenebrosa" está cogida con pinzas? ¿Que ha envejecido muy mal? ¿Hace cuánto que no la ves?

César Bardés dijo...

No sé, hay algo en lo que dices que falla...¿Acaso Ford no plantea ciertas cuestiones de forma muy valiente? ¿Solo hacía cine intrascendente? De acuerdo con que Logan puede venir de Ford, de hecho colabora con él en el fiasco que tuvieron con "Escala en Hawai" y es reconocible parte del lirismo de Ford en Logan pero no estoy tan de acuerdo en esa frase de que Logan, teniendo en cuenta de que viene de Ford, resulta que plantea cuestiones valientes...Logan era un eficaz traductor de obras teatrales en películas. Supongo que tú quieres verlo como un autor, y me parece muy bien. Yo lo veo como un tío competente y no tanto como un autor.
Lo que sí me parece bien es que te lo pasaras genial viéndola. En eso, me siento incapaz de rebatirte.
En cuanto "La senda tenebrosa" la reviso cada cierto tiempo. Hará un año de la última vez que la vi. A mí me parece una auténtica gozada visual por parte de Daves aparte de un ejercicio de muchos, muchos cojones tener a una estrella como Bogart en la película y dejar pasar la mitad de la misma sin enseñar su cara. Ahora no veo ningún cineasta con ese descaro.
Abrazos vendados.

Anónimo dijo...

Quizá me he explicado mal, as usual. Ford es un director cojonudo, el observador más perfecto del arte costumbrista que encierran la piedras de Monument Valley, y de los valores, virtudes y vicios de los hombres que cabalgaban por allí. Incluso en sus películas más conocidas de otros géneros, como "Las uvas de la ira", "Qué verde era mi valle" o "El hombre tranquilo", la concordancia entre gentes, épocas, historias y desarrollos son ensambladas con suma perfección.

Pero por eso mismo no puedo dejar de valorar que Logan en su momento se atreviese a plantear siquiera una situación que creo que a Ford, bajo mi humilde opinión, ni se le habría pasado por la mente, como es la bigamia femenina, sin caer en el puterío. Para mí eso es un alarde de modernidad. No es una crítica a Ford, es un halago a Logan.

Sobre "La senda tenebrosa", lo que comentas de la testiculina por no sacara a Bogart desde el principio me recuerda también a otro film del mismo año, "La dama del lago", con un desarrollo igualmente inverosímil. ¿Ese es el único mérito? A mí no me parece suficiente. Nunca me dirijo con prejuicios a las pelis. En ésta de Daves jamás entré.

¿Ahora no ves un cineasta con ese descaro? ¿De veras? Ahora hay cineastas que transforman al actor en cartoon, lo pintan, lo despelotan, lo desfiguran, usan su voz, lo engordan, lo adelgazan, y lo ponen a hacer el pino puente si hace falta, con el consentimiento del propio actor. ¿En serio no ves más descaro? Vaya...

Abrazos desde el croma

Santi

CARPET_WALLY dijo...

Pues yo estoy de acuerdo y en desacuerdo, en parte, con ambos, Daves me parece un gran cineasta injustamente olvidado ( recordemos que no sólo dirigía sino que escribía muchos de los guiones de sus pelis) y añadiría "Flecha rota" entre sus películas destacables, con James Stewart al que en el otro post Santi negaba la posibilidad de ligarse a la Kelly y he de decir que también los normales somos capaces de ligarnos mujeres que están en otro nivel (no sólo de belleza) muy superior (mi propio ejemplo es claro), tal vez su propia inteligencia les lleve a apreciar otras ventajas que no encuentran en un hombre sólo guapo (o vete tú a saber).
En cuanto a "La leyenda de la ciudad sin nombre" a mí me parece una muy buena película, criticada también injustamente. No sólo porque como musical tiene canciones bellísimas que además de "Wandering star" hay otras como "The wind they call Maria" o "Gold fever" (con la voz del propio Clint) también magníficas. No comparto lo de los musicales no bailados, dejaríamos fuera, por ejemplo a "Los miserables" (incluso en su versión cine) o a "My fair lady". Bien es verdad que los Fosse, Donen, Astaire o Kelly nos han dado números musicales míticos en los que la coreografía es parte fundamental, pero a veces para contar algo es mejor que no brinquemos, que quizá en entre salto y salto perdamos parte de la intención.
Eso pasa con "la leyenda..." una película que si bien es una comedia, es mucho más acertada que otras muchas comedias ambientadas en el western, entre otras cosas porque expone de forma muy realista el nacimiento, auge y decadencia de una ciudad en aquellas épocas y digo realista porque parece claro que entonces la vida se regulaba por las normas que aceptaban todos más o menos de buen grado, sin las rigideces morales que imponían religiones u otra normas sociales de obligado cumplimiento, aquellos eran hombres y mujeres aventureros y bastante libres. De hecho cuando llegan las gentes “normales” aquello se va convirtiendo en algo muy distinto y de alguna forma da provoca la caída de esa isla libertaria que habían conseguido.

En cuanto a Logan, además de esta peli, y del fiasco de "Escala en Hawai” ( a mi no me parece tan mala), tiene dos filmes míticos como pueden ser “Picnic” o “Bus Stop”, que si bien no son redondas no dejan de ser, a mi entender bastante notables y en algún caso hasta muy valientes. Lo que no soy capaz de aceptar cosas de mi pésimo gusto, será) es lo de “Camelot” que esta sí que me pareció bastante terrible.

Abrazos bajo la ciudad

Anónimo dijo...

Muy interesante lo que comentas, Carpet, sobre los musicales no bailados, y sobre "La leyenda...". Totalmente de acuerdo contigo.

Me hace gracia que recuerdes lo de Grace Kelly, porque veo que mi opinión personal al respecto no es compartida por mucha gente, y eso es sintomático. No vamos a volver de nuevo al tema, pero tomo nota de tu apreciación. Para próximas relaciones...

Por último quería añadir un comentario sobre "Duelo en alta sierra", de la que me desvié inicialmente. ¿Está entre vuestro TOP 5 de golden westerns? Para futuros ciclos...

Abrazos tops

Santi

CARPET_WALLY dijo...

¿Top 5? A duras penas he recordado 5 (incluyendo las que hemos comentado "Duelo en alta sierra", "La leyenda..." y "El arbol del ahoracdo"), he recordado una de otro gran director de western , Anthony Mann, llamado "tierras lejanas" tambien con Jimmy Sterwart, también habría que incluir "El jinete pálido" de Eastwood, aunque el hecho de que se desarrolle entre buscadores de oro tampoco es el principal punto de la película, pero sin duda la primera de ese top seria : "El tesoro de Sierra Madre", más que un goden western, un monumental ejercicio de investigación sobre la coidicia humana, un John Huston excepcional.

Abrazos de socio

César Bardés dijo...

Bueno, se plantean muchas cosas y no sé si sabré contestar a todas.
La primera es la supuesta valentía de Logan frente a la temerosidad moral de Ford. Decir, primero, que "La leyenda de la ciudad sin nombre" es una obra de teatro que se estrenó en 1951 en Broadway y que hubo varios intentos para llevarlos al cine. En efecto, el tema de la bigamia fue un gran obstáculo puesto que tropezaban con un elemento que hasta ahora no se ha tenido en cuenta como es el Código Hays que no fue derogado hasta 1966. A partir de ahí sí que se puso en marcha el proyecto y se encargó la dirección a un hombre que era de teatro, especialista en adaptar al cine obras de teatro y que siempre se definió él mismo como teatral como Joshua Logan. Es decir, aunque Ford hubiera querido hacer algo parecido (que admito que no consta en ningún sitio que se lo planteara) no hubiera podido.
El segundo tema es que Ford no era precisamente un reaccionario, como muchos le han querido ver. Sus películas, en muchas ocasiones, están plagadas de cosas que chocaban con la moral imperante, especialmente en lo referente a sus retratos de mujer. No puedo ir más allá que recordar lo "positivo" que se atrevió a retratar a la mítica prostituta Dallas en "La diligencia", un personaje aún más positivo que el propio Ringo de John Wayne y que dejaba en pañales a la mojigata y estirada mujer del oficial de caballería que compartía diligencia con ellos. Sin ir más lejos, en 1966, justo cuando ya no está en vigor el Código Hays, Ford dirige su última película que es "Siete mujeres", uno de los más impresionante retratos feministas que ha hecho el cine y, desde luego, la mayor defensa que se ha hecho del sexo opuesto hasta ese momento. Ford no se quedaba solo en ese retrato de hombres en Monument Valley aunque no por ello deja de ser menos cierto que los hiciera.
Por otro lado, conozco perfectamente "La dama del lago", de Robert Montgomery e interpretada por él mismo. Es que el tema del recurso de Daves no tiene nada que ver con la intención de Montgomery. Mientras en la novela de Philip Marlowe, Montgomery trata de trasladar un recurso literario de narración en primera persona al cine, Daves lo que hace es colocar al espectador en el punto de vista del falso culpable y luego dotarle del rostro de Bogart.
Te pones un poquito escéptico cuando me rebates que no hay directores con tanto descaro ante la supuesta audacia de Daves de hurtar el rostro de Bogart ante la audiencia (además, recordemos que Montgomery lo hace con él mismo que, en ninguno de los casos llegó a tener ni la altura, ni la categoría, ni el estrellato de Bogart). Me ratifico en ello. Yo no conozco muchas películas en las que el actor principal (una mega-estrella) sea el protagonista de una película en la que apenas aparece y en la que, es más, su pareja en la película es su propia esposa con la que ya ha rodado, en ese momento, otras dos películas de enorme éxito.

César Bardés dijo...

Por supuesto que ahora se transforman en dibujos, se prestan voces y demás. Sé que Jamie Bell es Tintín y que Kevin Spacey es el saltamontes de "Bichos" pero eso es un valor añadido a una película que no se anuncia con el estrellato de los actores que han colaborado a dar vida a unos personajes con los que, a priori, no guarda ningún parecido. Lo que hace Daves es todo lo contrario. Pone a prueba al espectador a ver si es capaz de aguantar casi 45 minutos sin su protagonista, sin identificación posible con un "alter ego", sin nadie a quien agarrarse salvo el personaje de Lauren Bacall que, no por casualidad, es una chica bastante acomodada, que no pasa dificultades, que se dedica a una profesión liberal y que se dedica en cuerpo y alma a demostrar la inocencia de un tío que apenas conoce. Puedo admitir que, si eres demasiado amigo de la lógica, te parezca demasiado pillado por los pelos el hecho de que ella se encuentre con él, que el taxista se ofrezca desinteresadamente a ayudarle, que además, para redondear la carambola, la Bacall conozco a la Moorehead que ha tenido algo que ver con el caso que llevó al supuesto Bogart a la cárcel. Eso es perfectamente asumible pero la inteligencia de Daves, su sentido visual (hay planos verdaderamente sorprendentes y mucho mejor llevados que cualquiera que hiciera Montgomery) se sobrepone a una historia que no deja de ser una de tantas de cine negro de la época en las que esas casualidades mencionadas eran de lo más corriente (¿o es que aceptamos sin problemas que la Señora Rutledge esté liada con Eddie Mars que, casualmente, es el mismo tipo que hace chantaje al General Sternwood, padre de la mentada Rutledge en "El sueño eterno?).
Bien, volvéis al tema de los musicales más cantados que bailados. Tengo que decir que yo no puedo decir, ni me escucharéis o leeréis expresar que "La leyenda de la ciudad sin nombre" sea una mala película. No lo es. Por otro lado, no disfruto como un enano con ella como espectador. Al igual que no disfruto como un enano con "My fair lady" y no sé si recordarás, Carpet, las discusiones que mantuvimos en este mismo sitio al respecto de "Los miserables" y en el que, en algún momento, yo llegué a decir que "Los miserables" (cuya música me encanta, igual que me encantan las músicas de "La leyenda" o de "My fair lady") me impresionaba en su puesta en escena teatral pero no tanto en su puesta en escena cinematográfica, además un tanto hurtada tramposamente por Hooper. De hecho, una de las canciones más románticas que he escuchado nunca al lado de mi mujer ha sido "I´ve grown accostumed to her face" para que no haya dudas de ningún tipo. "My fair lady" he visto dos versiones (londinense y española) y en ambas me gustó porque la escenografía y el trucaje teatral me transporta y me lleva, al igual que se hizo con aquella mítica "El hombre de la Mancha" o incluso con "El fantasma de la Ópera" (estamos hablando en la versión teatral).
En cuanto a Logan totalmente de acuerdo en destacar tanto a "Picnic" como a "Bus stop" (otras dos adaptaciones teatrales) y que me parece que descubren lo mejor de este director, especialmente la primera, aunque en la segunda esté la mejor interpretación dramática de Marilyn Monroe en un papel, además, bastante desconocido para la gran mayoría.
Ya sabéis que no soy de listas. Me parecen una forma moderna de tortura. Lo que sí es cierto es que de Peckinpah me gusta más "Grupo salvaje" y que "Duelo en la Alta Sierra" es una muy buena película pero que está unos centímetros más abajo, tal vez porque, como bien dijiste al principio, Santi, no está todavía definido el estilo del viejo Sam.
Abrazos agotados.

César Bardés dijo...

Perdón, habláis de "golden westerns" y no de "westerns" a secas y mi respuesta ha quedado tonta.
En cualquier caso quizá "El árbol del ahorcado" y, sobre todo, "El tesoro de Sierra Madre" me parecen películas sobrecogedoras sobre el tema. Está muy bien visto ese "Tierras lejanas", de Anthony Mann y "El jinete pálido", de Eastwood. Es más yo añadiría a la lista otra película de buscadores de oro que me parece maravillosa como es "La quimera del oro". No es un western aunque está muy cerca y, posiblemente, junto con la de Huston sea una de las películas definitivas sobre la fiebre del oro.
Abrazos febriles

Anónimo dijo...

Vaya, César, cuando te pones en plan wikipedio me callas irremediablemente xDD. Disfruto y aprendo una barbaridad con tus explicaciones. No te cortes, por favor.

¿Conocéis una peli que se llama "Cielo amarillo" de William Wellman? Hasta que habéis empezado a poner pelis de este género, yo la habría colocado entre mis favoritas. La fotografía, la evolución de los personajes y las escenas de acción me gustan mucho.

Abrazos con cedazo

Santi

César Bardés dijo...

Yo creo que "Cielo amarillo" es una maravillosa película. Esa fotografía en blanco y negro irremediablemente seca y la interpretación calculadamente ambigua de Gregory Peck rondando a Anne Baxter con la vigilancia de Richard Widmark...tiene muchos quilates. Es cierto, podría estar perfectamente en ese top cinco sin desmerecer a las demás. Es lo que tiene el cine, que tienes múltiples posibilidades de acertar.
Abrazos sin agua.