jueves, 6 de noviembre de 2014

SERENA (2013), de Susanne Bier

Bajo las brumas del bosque al amanecer siempre yacen las más bajas pasiones que desgastan el alma humana. El amor es demasiado valioso como para dejarlo escapar y, muy a menudo, hay que conservarlo a través de los medios más despreciables. No importan los traumas por los que se pase, no importan las vidas ajenas. Lo que es verdaderamente importante es que la persona a la que se ama permanezca al lado. Para todo. Ante todo. Con todo.

Bajo esas brumas frescas y hermosas, crecen las envidias y las pasiones malsanas. Quizá los sueños estén ahí, al alcance de la mano, después de muchos años de sufrimiento y nadie merece que se esfumen. Hay demasiados obstáculos humanos por el camino. El socio que traiciona, el trauma que aparece, la chica que cometió un error, el niño que llora...Solo está el sombrío e inesperado hombre de bosque, que tiene una deuda pendiente que debe pagar con la propia vida. Y eso hace que la situación, en medio de la tala de sentimientos, sea aún más peligrosa.
Y es que bajo esas brumas de innegable belleza se hallan las estafas más ingenuas, las ambiciones más reprochables, el ataque continuo a una Naturaleza incapaz de rebelarse. Tal vez haya aún tiempo para una última aventura, un combate singular con resultado de muerte pero eso es un ínfimo consuelo que está reservado a los que, un día, supieron ser románticos. La mujer que domó las águilas es incapaz de mantener su entorno en orden y es entonces cuando la locura se hace sitio, la mirada se extravía, la confusión se acrecienta, el amor se pervierte. No todo vale para conservar lo que se ama. Siempre hay algo que tiene un precio más alto.
No cuesta imaginarse esta misma historia protagonizada en los años cuarenta por una mujer de tronío y atractivo como Bette Davis y un actor de carácter y empuje como James Cagney. Desgraciadamente, los tiempos han cambiado y en su lugar tenemos a una mujer que no puede pasar por una belleza sin igual, con clase y garra como Jennifer Lawrence, que solo resulta creíble cuando los tornillos se le aflojan, y a un actor más bien blando aunque algo más acertado como Bradley Cooper. El drama que la directora Susanne Bier pone en juego tiene aromas clásicos y hay una buena fotografía de por medio y muchos planos sin demasiado sentido como la continua repetición de los dos protagonistas durmiendo en su cama hasta que uno empieza a bostezar con ellos. En todo caso, la historia se va deshilachando por momentos porque Bier necesita de actores con más personalidad, más intensos y, sobre todo, más creíbles y eso solo lo consigue cuando Rhys Ifans está en escena como el cazador taciturno que mira y observa y espera el momento adecuado para saltar sobre la presa que persigue, tal vez porque haya algo más que gratitud en su servicio.

Con demasiada frecuencia, una mujer pretendidamente ideal nos puede poner un velo delante de los ojos y nubla nuestra razón con decisiones fuertes, irrebatibles y admirables. El problema es que seguirán siendo igual de fuertes, irrebatibles y admirables aún cuando el desquiciamiento domine su vida y ahí es donde entra el fantasma del abismo que ya existía antes y que nadie se preocupó en notar. La felicidad, sí, muchas veces llega con toda su intención y nos invade entre besos, caricias y sexo pero ella también se va en busca de alguien a quien poder torturar mejor. Porque la felicidad es adictiva y eso hace que nuestros actos sean pozos sin fondo en un ambiente de ambigüedades inseguras. Ni siquiera mirando a sus ojos se podrá adivinar la verdad porque, precisamente, ahí es donde está la bruma, terriblemente bella, que tapa el bosque hasta allí donde nuestra visión ya no puede llegar. Y entonces es cuando nos convertimos en un tronco que, paciente, espera el hacha que nos derribe.

13 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Pufff, estuve a punto de ir a verla el sábado. Unos amigos propusieron "Dracula" y quise huir de tan gran estupidez (no lo hice y aun me arrepiento), no me cuadró por horas y por lo que había leido tampoco me pareció lo suficientemente estimulante. Finalmente como he dicho terminé viendo la tonteria vampirica-medieval (una de las peores películas que he visto en los últimos años) y lo mismo tampoco estuve tan desacertado.

Lo peor de esta "Serena" es que no me cuadraba (y veo que no me equivocaba) la pareja protagonista para el melodrama que se anunciaba. Hemos hablado otras veces de Yenni y de sus virtudes (incluso de su riesgo a perderse), pero hay papeles para los que aun no está (quizá ni se la espera). Lo mismo pasa con Bradley, tal vez tenga más recorrido que el del chico guapete con talentillo, pero aun los veo muy tiernos a ambos para ponerse en una película que apunta a otra cosa, mencionas a la Davis y a Gagney y claro eso achica a cualquiera, pero es que además la Lawrence es aun muy joven (o lo aparenta) para forzar un papel que se entiende (y hablo solo de oidas, mejor dicho, leidas) más maduro. Cuando contaban argumentos y leía algún comentario pensé en "Gigante", no por la historia en si, sino por esa pareja Taylor y Hudson (más suave que la que tu proponías) capaces de llevar el peso de una historia de forma más adecuada a la que preveía de estos dos.

Lo peor es que Yenni debe tener cuidado, es dificil mantener un adecuado equlibrio si tus papeles bailan entre la heroina juvenil (en años y en alcance medíatico) que supone la Katniss de "Los juegos del hambre" y la esposa ya muy vivida que componia, por ejemplo, en "La gran estafa americana".

Abrazos serenos

César Bardés dijo...

Es que te digo muy sinceramente que si en lugar de Lawrence y Cooper tuviéramos a Davis y Cagney estaríamos, cuando menos, ante una película más que aceptable.
No es una cuestión de edad. Ambos cuadran con la edad pero es una historia que requiere empuje. Él, un maderero ambicioso, que quiere progresar hasta lo confortable, que lucha todos los días ante problemas impensables (serpientes, los intereses del pueblo representados por el sheriff Toby Jones, los trabajadores y, por supuesto, la crisis del 29) y ella, una hija de madereros, con un trauma infantil, llena de empuje y de furia, capaz de solucionar por las bravas cualquier problema. La Yenni no tiene hechuras para este papel ni de lejos. Es que, fíjate, se nota hasta que ella está guardando la compostura en determinados momentos de mujer determinada a la que no se puede vencer y, de repente, como que se le nota que respira, que se relaja, como viendo que a ella le cuesta un triunfo ser así. Vale, si nos ponemos en nuestros días y no acudo a lo facilón del cine clásico pongamos que esta película sería muy diferente si la interpretan Marion Cotillard y Daniel Day Lewis, por ejemplo. Estos dos que hay son blanditos, no están hechos todavía, no pueden con papeles de entidad dramática, no dan el pego. Por supuesto, también tengo en cuenta que Susanne Bier no ha sabido dar ni con el tono, ni con el volumen. Da énfasis a cosas sin mucha enjundia y pasa por alto cosas que pueden dar mucho más juego. Ya digo, lo único salvable es Rhys Ifans (un actor que no me suele encantar) pero que aquí sí que da con el tono taciturno y silencioso que requiere su personaje y que en los años cuarenta podría haber interpretado sin ningún problema algún actor como Robert Ryan sin despeinarse.
Ojo, a la Yenni, en cuanto salga de su rostro juvenil (y dicho sea de paso, bastante pepón) la chica lo va a tener francamente difícil si quiere papeles de carácter.
Es por ello que no me pegan demasiado Hudson y Taylor. No es que estén mal en "Gigante", ni mucho menos. No veo a la Taylor absolutamente desquiciada y con ojos de loca intentando hacer cosas bastante discutibles. En esa época, en los cincuenta, podrías poner sin ningún problema a Mitchum, por ejemplo, con Dorothy Malone. Y te sale un melodrama del copón (rima inglesa).
Te compadezco con lo de "Drácula", hay veces que el cine es un cabrón de cuidado y cuando te ves abocado a ir a estas reinvenciones de mitos del terror como ésta o como la mayor de las tonterías habidas y por haber como "Yo, Frankenstein", te cagas en la madre que parió a los Lumiére.
Abrazos desquiciados.

dexterzgz dijo...

Yo tampoco la he visto, pero desde fuera percibo una película totalmente prefabricada valga el chiste fácil, porque tiene el tema de madereros de fondo. La Bier ha demostrado mucha personalidad en las pelis que ha hecho en su país (recuerdo ese "Hermanos" muy superior al remake de Sheridan o la oscarizada "En un mundo mejor" francamente interesaante). Yo creo que en los USA está un poco como un pez debajo del agua, más que nada porque la obligan a hacer cosas muy alejadas de su estilo. Ya pasó con la comedieta aquella con el Brosnam y en esta sospecho que hay algo de eso. Y lo de la Yenni y el Bradley me da más que nada por aprovechar el tirón que han tenido con las pelis de O´Russel que por otra cosa.

Abrazos depresivos

dexterzgz dijo...

pez debajo del agua = pez fuera del agua

Abrazos submarinos

César Bardés dijo...

Pues estoy bastante de acuerdo con tu valoración de la Bier. Buena "Hermanos" y muy buena "En un mundo mejor". Sin embargo, esto, más que prefabricado, tiene toda la pinta de encargo. Es como si la hubieran dicho "chica, si quieres dirigir por aquí, bien pagada y bien producida, vas a tener que hacer un par de cositas de encargo que tenemos ahí en la recámara. No te preocupes, tenemos a la Yenni y al Bradley para la primera, así que no te vas a hundir ni va a significar nada malo". Y ella, chica aplicada, ha dicho que sí. Habrá que estar atentos si en las próximas películas de esta directora hay cositas un poco más personales o va a seguir plegándose a lo que le dan. Aunque bien es verdad que hay un equipo ahí en la película que es el grueso de sus habituales colaboradores daneses. Una vez librada de sus compromisos previos, a ver si es capaz de sacudirse el yugo de la comercialidad en la que tratan de hundirla.
Abrazos troncales.

Anónimo dijo...

Esta no es la primera incursión de la Bier en el cine americano. También rodó "Cosas que perdimos en el fuego", con los entonces pujantes Benicio del Toro y Halle Berry.

Yo sólo he visto de esta señora la que comento y "Después de la boda". Supongo que el cine danés estará muy agradecido a ella por la exposición internacional que ofrece, en oposición a la corriente dogma 95 de los rarunos Von Trier y Vintenberg. Ninguna de las dos pelis me volvió loco, mucho menos "Cosas que...". Debe ser complicado mostrarse al cine americano desde la peculiar frialdad y rudeza de la península escadinava.

Y miedo me da que su carrera pueda tender a la mediocridad sensibloide de su vecino Lasse Hallstrom, al más puro estilo Barry Levinson, que trata al observador como un niño de teta, ávido de todo tipo de detalles que no permitan que se pierda en su película simplona, y sin un atisbo de la mordacidad implícita en el género humano.

Abrazos escandi-navos

Santi

dexterzgz dijo...

Es que una cosa es la frialdad,que en el cine USA también está presente en algunas producciones indies, y el otro extremo es la comercialidad más descarada. Entre ambos puntos hay una amplia gama de grises.

Hombre, Von Trier será raruno un rato pero "Europa" es un peliculón en opinión de este humilde paria. Y dos de las mejores películas que he visto últimamente son danesas, "La caza" y "Un asunto real". Qué grande Mad Mikkelsen.


Abrazos desde La Sirenita

Anónimo dijo...

¡Pero si yo adoro las rarunadas! Quizá "Rompiendo las olas" es la peli de Von Trier que más me gusta, pero hasta me reconozco que tiene su punto "Anticristo", que no le gustó a nadie, ni a él mismo.

A mí Mikkelsen me gusta, pero me lo imagino por las mañanas afeitándose, duchándose, vistiéndose y poniéndose la careta de "hoy voy a poner más cara de agrio estreñido todavía". Si Mads sonríe, muere un gatito.

Abrazos unifaciales

santi

César Bardés dijo...

Buen apunte con la película de Del Toro, Santi, para tenerlo en cuenta.
Yo no creo que la Bier sea tan sensiblera como Hallstrom, la verdad. Tampoco creo que caiga en esa "rutina romántica". De hecho, lo que le sale aquí, de romántico y de bonito tiene bien poco, tan solo una cosita que no puedo desvelar para no hacer "spoiler" pero es una tontería. En todo caso, es verdad que "Mi vida como un perro" de Hallstrom es de lo mejor que ha hecho pero también tiene películas muy, pero que muy válidas como "Las normas de la casa de la sidra" (cuidado, aquí somos firmes defensores de esta película) o, en menor medida, "Chocolat", "Querido intruso" (una comedia bastante divertida) o incluso "Atando cabos". Y reivindico una y otra vez una película estupenda y que no tuvo ningún éxito que fue "Una vida por delante" con Redford y Freeman dando un par de lecciones en eso del arte de estar delante de la cámara.
De la Bier, insisto, lo mejor sigue siendo "En un mundo mejor", una película que me impresionó bastante y que me parece digna de análisis. Creo que hay una reseña por ahí en el blog sobre ella. Cosas de la profesión.
Ahora bien, sí que estoy de acuerdo en que Hallstrom, en algunas de sus películas, se le va la mano, sobre todo últimamente. "La pesca del salmón en Yemen" no me enloqueció, "Casanova" fue un horror y un error mayúsculo; "La gran estafa" tres cuartos de lo mismo y "El hipnotista", incluso, en la que parecía que iba a volver a sus raíces...le salió una película rollo de tomo y lomo enrollado.
En cuanto a Von Trier...nada más de acuerdo con Dex. "Europa" es una peliculón, muy por encima del resto de cosas que ha rodado este "desnortado". En segundo lugar, yo pondría "Dogville" y en tercero ya se puede discutir el orden, aunque sigo diciendo que aquella "Las cinco condiciones" es muy buena película.
Y "La caza" es una de las mejores películas europeas que nos han venido en los últimos años, también de acuerdo con Dex, por mucho estreñido que sea el amigo Mads.
Abrazos gélidos.

Anónimo dijo...

Es verdad, "Dogville" también me gustó mucho, y no la recordé antes. Y "Chocolat" es el típico cuento afrancesado sin gracia y lo que es peor, sin ningún interés. Intrascendente. Otra que tal baile era "A quién ama Gilbert Grape?", que lo único bueno que tenía era la actuación de Leo DiCaprio en uno de sus primeros papeles. Entre Hallstrom y Depp hicieron lo suyo para rematar hasta la expiración el buen hacer del jovencito Leo.

Me apunto la de "Mi vida como un perro". "Las normas..." no la vi en condiciones óptimas, y no guardo buen recuerdo de ella, pero sí admite un revisionado, lo reconozco.

Por último. Si habéis visto "Los idiotas" de Von Trier (peli peculiar donde las haya), os recomiendo el visionado de "Sweet Movie" de Dusan Makavejev, rodada como 20 años antes que la del danés, con mucha más chicha y enjundia. ¿Veis? Rarunadas a tutiplein son las que molan :p

Abrazos dulces

Santi

César Bardés dijo...

"A quién ama Gilbert Grape" no es una película que me encante, es verdad. "Chocolat" no me encanta tampoco, me parece pasable. Al fin y al cabo...¿qué es lo que hace que rechacemos "Chocolat" y aceptemos otro cuento afrancesado y sin gracia como "Como agua para chocolate"?. Bueno, probablemente por la misma razón que a mí me parece aceptable la primera y bastante plomazo e ingenua la segunda.
Makavejev, ese gran hombre. Sí es raro, sí. Sin embargo, te diré algo. Sí he visto "Los idiotas" pero...no me encantó tanto como para repetir experiencia con Makavejev. Estuve a punto en cierta ocasión de meterme a ver en un cine-estudio "Sweet Movie" pero al final me dije que la vida era demasiado corta.
Abrazos sin idioteces.

Anónimo dijo...

Es que a mí me gustó mucho más "Sweet Movie" que "Los idiotas", sin tener ambas películas más parecido que el que haya desnudos y folleteo. Pero si bien la de Von Trier es algo más by the face, la del serbio tiene su gracia porque está aderezada de una pseudo reflexión político social muy sugerente e interesante. Es cierto, no es una obra maestra, pero a mí me gustó, para un 7/10.

"Como agua..." no la he visto, no puedo opinar. Y ahora recuerdo también que "Sweet movie" tiene una escena que, si te gusta el chocolate y el ronroneo, te habría gustado rodar en primera persona.

Abrazos con insulina

Santi

César Bardés dijo...

Vale, me la apunto en concepto de "cosa curiosa que me queda por ver", columna de la izquierda.
¿Chocolate? ¿Primera persona? ¿Yo chocolateo, tú chocolateas, él chocolatea...? Ummm, interesante chocolatina. Será que no he probado el chocolate con churros.
Abrazos cacaolantes.