jueves, 5 de febrero de 2015

NIGHTCRAWLER (2014), de Dan Gilroy

Las ciudades son agujeros negros donde impera el crimen, el asesinato, la muerte y la sangre. Un accidente terrible de cristales rotos y huesos desmenuzados. Un ajuste de cuentas entre dos desgraciados que sacaron a relucir sus pistolas. Un tiroteo brutal. Un cuello roto que vende más que cualquier buena noticia. La gente se abalanza sobre el morbo como carroña deseosa de devorar un buen banquete de podredumbre y la sociedad muestra, con las audiencias como medida de moral, que está mortalmente enferma.
En medio de tanta inmundicia, hay unos animales que olisquean el asfalto y se dedican a grabar los detalles más macabros de cualquier huella de violencia. La rapidez y el presentimiento se convierten en las armas primarias y una cámara y un foco son las que asestan el golpe fatal. El periodismo sensacionalista es un auténtico cáncer que alimenta las mentes sedientas de sangre consumida por los ojos y ya es una parte importante de un problema que corroe a todo aquel que se sienta delante de un televisor. Y entonces es cuando ese problema aumenta hasta límites insoportables porque la libertad de información se convierte en pura pornografía truculenta.
Uno de esos animales que no reparan en detalles morales y éticos puede que sea alguien que no siente la más mínima empatía hacia nadie. Puede grabar a un hombre con el cráneo destrozado sin pestañear o incluso puede preparar la escena si llega antes que la policía. Es uno de esos que pertenece a una generación que lo ha aprendido todo de la red, que cree que todos los conocimientos están contenidos en ella y que, por tanto, todo es verdad. Porcentajes, estímulos, estrategias y comprensiones. Él carece de todo eso porque, sencillamente, no ha nacido con ello. Cree que el amor se puede negociar. Cree que explotar a otros es lo más natural, que piensen e inventen algo para salir del hoyo como él lo ha hecho. El asfalto llama todas las noches y él se va a encargar de retransmitir el espectáculo. Ese tipo de periodismo puede llegar a ser cómplice de los mismos crímenes que se encarga de hacer llegar a todos los hogares. Las audiencias mandan. Las influencias hacen subir. Ser famoso es una ventaja y nadie merece serlo más que él.
Notable película, realizada con talento y ritmo, con sentido crítico y valentía por parte de Dan Gilroy, hermano pequeño de Tony Gilroy, director de, entre otras,Michael Clayton, y que cuenta con la colaboración de Jake Gyllenhaal dando a la perfección el perfil de un monstruo que deambula por las calles de Los Ángeles en busca siempre de más vísceras. Una máquina sin sentimientos que recita como un papagayo lo que aprende de internet y que no duda en utilizar cuantos medios estén a su alcance para alcanzar sus objetivos, incluido el de una cámara que siempre mira hacia arriba, intentando llegar a la cima de una ciudad corrompida que solo se para delante de una pantalla para participar de la muerte, con los ojos fuera de órbita y los colmillos asomando.
Y es que el asfalto es el colchón perfecto para derramar unos cuantos litros de sangre mezclada con la falta total de escrúpulos que nos invade. Es la certeza de que solo somos muñecos de unos cuantos desalmados que nos regalan nuestros quince minutos de fama…cuando ya estamos muertos. 


8 comentarios:

dexterzgz dijo...

Me temo que hoy nos toca discrepar. Esperaba mucho de esta peli pero la verdad es que me ha convencido más bien poco. Y comienzo negando la mayor porque no me creo nada o casi nada del personaje de Gylenhall, al que por cierto casi ni nos presentan. Tampoco me creo nada o casi nada al personaje de la Russo. Alto, no estoy diciendo que no me crea que puedan existir tipos como estos dos, pero en concreto el retrato tan esquemático que se hace de estos dos no lo trago.

Y es que el sensacionalismo periodístico es un tema muy sobado y sobreexplotado en el cine. A estas alturas yo al menos exijo un poquito más. Ya no me vale apelar al paradigma de "El gran carnaval" que ha llovido mucho desde entonces. Ya lo hablamos hace poco a propósito de "Perdida", el ataque al amarillismo de los medios es tan simplista y tan subrayado que termina por no hacerse creíble. Algo así me ha pasado con "Nightcrawler".

Zona Spoiler

No me creo que un tipo que no tiene donde caerse muerto llegue un buen día a un canal de televisión, por muy de tercera que sea, presente un video y en dos patadas se convierta en el rey del mambo (por mucho que justifique que aprende rápido), no me creo que llegue siempre 10 minutos antes que la policía (cómo me acordé de tu querida "El ojo público" por cierto), no me creo que se saque de la manga una empresa audiovisual fantasma y ni siquiera la policía sea capaz de meterle mano por ahí, no me creo la relación entre Jake y la Russo y no me gusta nada el último plano que comparten juntos. El guión sí que tiene agujeros negros y me hago cruces de cómo puede estar nominado al Oscar.

Abrazos negros

César Bardés dijo...

Pues yo sí me creo ambos personajes. Te diré por qué:
El personaje de Gyllenhaal es un sociópata, un tío que es incapaz de relacionarse con normalidad y toda su sabiduría la saca de internet. Todo lo que dice no son más que fórmulas sacadas de los millones de páginas web y además no solo es sociópata, sino que también está al borde de la psicopatía.
Recordemos que estamos hablando de Estados Unidos y allí se puede crear una empresa simplemente entrando en internet. Su única ventana al mundo es un sitio donde se siente seguro. Solo hay que ver que es un tipo al que le importa un bledo que le puedan disparar con tal de seguir cogiendo esa imagen-basura.
El sensacionalismo que tú dices (sin duda, el paradigma es "El gran carnaval" solo que ahí Wilder es más inteligente y nos coloca a un periodista de verdad) es que ya no es tal. Una cosa es ser sensacionalista y otra cosa es vender auténtica basura, como él hace. Y no solo eso, sino que es capaz de fabricarla importándole una higa la vida de los demás (como si caen veinte, le da exactamente igual, un sociópata agudo). Internet no solo ha fabricado toda una generación de analfabetos sino también a toda una generación de fulanitos que rehúsan la relación con el resto del mundo porque se sienten suficientemente relacionados a través de esta maquinita con la que te estoy escribiendo.
El personaje de René Russo, también me lo creo. Una mujer ya cincuentona que ya tiene muy pocas oportunidades de volver a encontrar trabajo y que es capaz de venderse con tal de conseguir mantenerse como ejecutiva de dirección...ya lo creo que existe, y existe así como te lo pintan.
El punto fuerte de la película, en cualquier caso, no es la enorme crítica a los medios de comunicación, que la hay, sino que está en el consumo de esas noticias que se nos vende como el "sumun" del atrevimiento periodístico cuando es algo que solo vende sangre y miseria. ¿Que es libertad de expresión? Sin duda. Pero como decía Barenboim el otro día en Madrid: "El límite de la libertad de expresión es el buen gusto". Y eso es algo que, desgraciadamente y gracias a la televisión, se ha perdido bastante.
Cierto es que yo también me acordé de "El ojo público" (ojo, una película cien veces mejor). Y ¿sabes lo que yo eché de menos? La escena de amor entre Russo y Gyllenhaal, es difícil de imaginar a este tipo que odia a la gente dándole gusto al manubrio con una cincuentona y diciéndole que le haga esto o aquello como llega a sugerirse en la película.
En cuanto a la policía es que yo creo que es utilizada más como excusa que como argumento. En realidad, la policía no tiene nada. Y la ley es tan ancha que se puede mostrar en televisión lo que se muestra con la falacia de "pixelar" las caras.
En realidad, el personaje de Gyllenhaal sabe explotar su propio defecto de sociopatía en su provecho. Y luego, después de vagar intentando encontrar trabajo y ser un auténtico paria, se comporta como el mismo cabrón que le ha negado trabajo. A mí sí me parece una película notable.
Abrazos agujereados.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, yo no he visto la peli, esta tampoco, que ya me estoy acostumbrando a llevar tanto retraso con respecto a vosotros (más en estas fechas oscariles).
No obstante al hilo de las reflexiones éticas que proponéis, me gustaría aprovechar para hablar de mi libro (es metáfora, que lo sepáis, que tampoco saco tiempo para escribir lo que me gustaría).
Yo no estoy de acuerdo es que Internet haya fabricado una generación de analfabetos ni mucho menos, lo que podría admitir es que una legión de ellos haya conseguido sacar la cabeza de su agujero y encontrar un sitio donde ver y ser visto, e incluso, y eso también lo voy a dar por aceptado, ser admirado o reconocido.
Internet es la gran biblioteca infinita que decía Borges, como llegó a insinuar Vargas llosa hijo una vez. El acceso constante a todo tipo de información, buena, mala o regular, falsa o absolutamente veraz, es difícilmente censurable, con todo lo positivo y negativo que tiene eso.
Hay una tendencia a entender que Internet es el origen de todos los males actuales : Contenidos pornográficos, violentos, inadecuados, peligrosos, cuando no una forma de reclutar almas en pena para causas terribles. Y eso está ahí y no se puede negar, pero también existen y en mucha mayor medida una serie de virtudes que parecen oscurecidas por el "mal" que la tecnología facilita. Este blog, por ejemplo, es una muestra de lo que comento y no lo digo halagando por halagar. me refiero a que sin Internet difícilmente hubieses encontrado un cauce para tus letras y aunque lo merecieses (y yo lo creo firmemente) hubieses tenido dificultades para expresar de la forma en que lo haces lo que expresas y probablemente ni Dex ni yo (ni muchos otros) tendríamos la posibilidad de conocerte y disfrutar de lo que escribes.
Pero no sólo es tu caso, el otro día en la radio hablaban de la gran cantidad de poetisas jóvenes y con talento que había en España (chicas de entre 18 y 30 años). Todas tenían su blog donde colgaban sus poemas y habían conseguido "audiencias" muy importantes. La verdad es que leyeron algunos poemas de dos o tres y me parecieron bastante notables.
Se preguntaban porque se daba tanta proliferación de mujeres poetas, algo insólito en nuestra lengua en ningún periodo donde lo más que se había dado es algún caso aislado de mujer con una valía comprable a la de otros poetas de su generación. La respuesta obvia era la situación de la mujer en nuestra sociedad, pero se decía, y yo estoy de acuerdo, que no sólo era eso. Internet ha logrado igualar a todos, cuando lees algo en la red no hay un género que determine si lo que estás leyendo es más valioso o no y por tanto se valoraba solamente el resultado final. y ahí se daban oportunidades a las mujeres que de otra forma quedarían en el camino.

CARPET_WALLY dijo...

Mi hija cuando estudia matemáticas ( materia que se le resiste y de qué manera) acude a Youtube a unos videos que un joven con una capacidad pedagógica extraordinaria (realmente es excepcional) le aclara no pocas dudas de las que le han surgido en su clase (tiene una especie de videoblog y cuelga teoría y práctica de varios cursos de la Eso y de bachillerato, además de resolver problemas aparentemente complejos que algún chaval usuario le propone). Mi mujer o yo podríamos también resolver la mayoría de ellas, pero ni lo haríamos tan bien, ni tenemos tanta disponibilidad.
Es otra utilidad positiva, pero hay miles más, vuelvo al inicio. Los analfabetos, los males sociales estaban ahí, existían antes y tenían su cauce para el desarrollo. Las sectas, incluso las más peregrinas o las más fanáticas, captaban adeptos en cualquier época de la historia. Los asesinos desarrollaban su terrible faena en el Londres de 1800, en los USA del hipismo o en la Francia de entreguerras. El gusto por el morbo o por ver los más terribles y sanguinarios momentos no es causa de una nueva tecnología, recordemos la pasión de los romanos por el Circo, las multitudes contemplando los despedazamientos con los que eran castigados algunos condenados en la Edad Media, las que se congregaban alrededor de las guillotinas de la revolución Francesa o las hogueras de la Inquisición. El disfrute sádico tampoco es cuestión de este enfermo siglo XXI y los ejemplos también serían infinitos.
Todo eso que nos revuelve y que entendemos que debería estar superado a estas alturas de civilización aun estaba ahí cuando el hombre despertó como el Dinosaurio que decía Monterroso, nos es inherente como especie y no hay tecnología que lo detenga como tampoco creo que haya ninguna que la amplíe. Los fanáticos talibanes que disparan a una niña porque quiere ir al colegio, o apedrean hasta la muerte a una joven violada no tienen acceso a Internet, tal vez si algunos lo hubiesen tenido habría muchos menos adeptos.
Las únicas tecnologías que podrían liberar a la humanidad de algunos de esos males o al menos reducirlos en número se resumen en dos : Educación y eliminar la pobreza. A mayor cultura y menos hambre (no sólo de comida), es probable que se tuvieran más posibilidades. Y no tiene porque ser en la misma medida, que en occidente hay menos pobreza y más acceso a la cultura y sin embargo parecemos tan salvajes como en otras zonas menos favorecidas. El problema en nuestro caso quizá sea peor, porque hemos creado una sociedad donde tampoco el cariño es un valor en alza y eso, desgraciadamente tampoco podemos achacárselo a Internet.

Ea, que ya veis que me parece muy interesante el nivel actoral de Jake y que he ido a lo fundamental, comentar la peli sin irme por los cerros de Ubeda (Jaén).

Abrazos geográficos

César Bardés dijo...

Encendida defensa de internet, vive Dios.
Vayamos por partes. Como todo invento, internet tiene su lado bueno y su lado malo. Es verdad, muchos de los que escribimos y tal ponemos al alcance de cualquier lo que hacemos y, poco o mucho, somos más reconocidos.
Además de todo eso, Internet es un caudal de información que, bien utilizado, resulta absolutamente imprescindible para el progreso académico y personal.
Por supuesto, hay otro lado. Internet (admitámoslo tecnológicamente es una chapuza del quince) es evidente que también está abierto a pederastas, ladrones, pornógrafos, violentos, amantes del "snuff" informativo, etc, etc. Pero no es tanto ahí donde voy a parar.
Internet ha fabricado una generación de analfabetos sociales (ya hablábamos de ésto cuando se estrenó "Her"). A pesar de ser una herramienta de comunicación brutal y de que alimenta el "ego" de muchos, muchos, muchísimos (y solo tienes que hablar con la generación LOGSE para darte cuenta de que "no solo es la generación más preparada sino que también se lo creen") resulta que se ha fabricado toda una generación de gente que es incapaz de comunicarse de una forma "normal" y de ahí no me vas a sacar. Eso conlleva a una serie de carencias de relación, de faltas de empatía, de absolutos pedazos de carne con ojos que no son capaces de ver más allá de lo que está ocurriendo delante de sus narices y no les pides segundas interpretaciones porque no saben.
Todos ellos son muy listos, muy inteligentes, pero no saben cosas que para nosotros han sido el ABC. Y eso es así también porque, cuando han salido socialmente, estoy cansado de ver (mi terraza de ático da a un parque) a grupos enteros de jóvenes que quedan...para mandarse mensajes por el whatsapp, por el insta, por el twitter o por la red social que gusten pero entre ellos no hablan. Resulta que esos mismos jóvenes cuando tienen que afrontar problemas de relación de amistad, de amor o de afecto no tienen ni idea de cómo resolverlos porque o bien se han instalado en la tontería o bien se han marchado por los caminos del "ego" agrandado artificialmente. Lo tengo en la familia, de hecho, y se supone que es un hombre hecho y derecho.
Eso, en el fondo, ha hecho que el número de sociópatas crezcan exponencialmente. Hay una frase que llega a inspirar miedo en la película y es un momento en que Jake Gyllenhaal le dice a su empleado:
"Está bien, tú siempre has dicho que yo me comporto de una manera rara con la gente. Supongamos que no es que me sienta incómodo con la gente...sino que no me gusta".
El personaje de Gyllenhaal renuncia completamente a aprender a base de relación, se relaciona con un ordenador que tiene permanentemente encendido y ahí se aprende las respuestas. Ese tipo de respuestas, además, que tú tienes tan bien aprendidas en los diferentes cursillos a los que has asistido y que te cuelan con palabras como "estrategia", "objetivo", "positivo" o "crecimiento". Y, de hecho, mi hermano también tuvo un problema con esas reuniones. Se le olvidó el alma en algún sitio.
Dices que el cariño no es un valor en alza (cierto, tener cariño es sinónimo de ser débil) y no podemos achacárselo a Internet. No en toda su dimensión, desde luego, pero sí en parte, igual que a la televisión. Otro invento que "per se" no es malo pero se está utilizando para pacer borregos. Y lo peor (que es ahí donde va la película) es que siempre hay borregos dispuestos a pacer en ese prado.
Abrazos sin red.

César Bardés dijo...

Por otro lado, dices que siempre e históricamente a la gente le ha pirrado la sangre. Estoy muy de acuerdo. El debate no es ese (aunque, sinceramente, es algo que tendríamos que haber superado) sino que no es del todo ético que los medios (sea internet, la televisión o cualquier medio de comunicación de masas) lo pongan al alcance de cualquiera. Primero porque lo que consiguen es creer que eso es normal, no hay empatía en lo que está ocurriendo. ¿Tú crees que los romanos sufrían al ver a los cristianos o a cualquier enemigo político del emperador devorado por los leones? Lo jaleaban y bien sabes, por otro lado, que eso también llevó a una crisis social en el imperio que motivó, entre otras cosas, su caída. Los humanos no sufrían con las torturas infligidas. A ellos les parecía de lo más normal igual que a nosotros nos parece estupendo que a un ternero se le mate por corriente eléctrica en un matadero, por mucho que nos pirre mirarlo en un programa-basura. Y es que, en el fondo, todos somos unos resentidos que nos deleitamos con el sufrimiento ajeno pero de ahí a que los medios lo hayan puesto de tal manera que forme parte de nuestra vida cotidiana, hay un trecho. Repito, es libertad de expresión, desde luego pero no es educado, ni ético, ni responsable, ni tampoco es buen gusto por mucho que se haya convertido en el día a día de nuestra sociedad, que también está enferma.
Yo también utilizo internet para mi hijo, desde la plataforma educativa que hace que estemos todos al día en cuanto a sus tareas y sus evoluciones hasta cualquier información que pueda sacar para llevar adelante cualquier trabajo o entender cualquier concepto. Tiene su lado bueno, desde luego, y en ese lado deberíamos educar...¿tú crees que todo el mundo siente y piensa así?
Llámame descreído, si quieres, pero intentamos revalorizar artificialmente los valores que atesora una sociedad que no los tiene, que disfruta con las vísceras ajenas...coño, si el otro día en un programa de televisión preguntaban a la audiencia si querían que mostraran las imágenes del piloto jordano quemado por los angelitos del EI.
Abrazos escépticos.

CARPET_WALLY dijo...

Pues si es una encendidad defensa, si. Y lo peor es que me la creo de verdad.

Es cierto mucho de lo que dices o al menos lo perece. Parece claro que ha cambiado muchas formas de relacionarnos, hablo del conjunto social, que yo también uso el Wasap y el email, aunque en menor medida que otros (no sólo jovenes) y aunque no utilice apenas Facebook o twitter y ni siquiera tenguo cuenta de instagram. Y si, quizá los que más permeables hayan sido a este cambio hayan sido los jovenes, siempre son ellos los mas permeables a cualquier cosa. Y si que nos extraña y nos parece incomprensible su supuesta incomunicación aparente. Pero que nos parezca no entender no significa que no exista o sea peor. Los jovenes y adolescentes siguen teniendo amorios, ligues, enfados, amigos, comparten risas y penas y hacen las mismas tontadas que hicimos nosotros cuando no existían ni los moviles.
Te lo digo por experiencia, mis dos hijos adolescentes no son bichos raros en su entorno, a veces ves su grupo y están como comentas mirando todos su movil, otras veces están riendo o discutiendo o diciendo sandeces como si acabaran de descubrir la piedra filosofal. ¿No eramos nosotros también así?. Había veces que en mi grupo de amigos, nos invadía el aburrimiento, otras que llenabamos el tiempo haciendo nada, otras que preferías no salir porque no tenías ganas de aguantar chorradas. Ahora es igual e incluso si entran en esos tiempos muertos tienen instrumentos para aislarse temporalmente. En general lo que hacen es compartir, el último video chorra, el chiste guarro, la noticia deportiva, la foto del guapo o guapa del momento...No hay más, ni menos.

En cuanto a lo de la televisión y los medios. Estamos en el dilema del huevo y la gallina, yo también creo que no existe la ética en muchos de los programas actuales y que se ondean banderas muy grandes por parte de algunos que sólo saben pisotearlas. Lo de apelar a la libertad de expresión para machacar a alguien y luego no admitir que se les critique porque "ellos" están trabajando y el otro es sólamente material informativo es repugnante. Y si, lo que ahí hay es falta de ética, pero en eso estoy con Dex no deja de ser el amarillismo de los medios, que existe desde hace tanto que no se puede achacar a las nuevas tecnólogias, ni siquiera a la televisión su auge, lo que tiene es más onda expansiva. pero wilder no sólo lo criticó el "El gran carnaval" con mucho acierto, ya se hacía en "Luna nueva" o lo hizo también en "Primera plana", e incluso en "Juan nadie" ya se trata de utilizar a los demás para ordeñar a todos.

Y la difusión de la brutalidad pues como bien dices responde a esa mimsa falta de ética, los hay deseosos de contemplar el horror y los hay que se aprovechan de esos deseos. El problema es el acceso fácil y es cierto, pero vuelvo a repetir que es como decir que los negros son peligrosos porque la mayoria en las carceles americanas son de esa raza. Y ponte el ejemplo en España con inmigrantes de cualquier tipo. Y hasta, fijate que iluso soy, es como decir que todos los políticos son corruptos o inutiles o que buscan su propio provecho. Sinceramente creo que no es así.

Abrazos en la inopia.

César Bardés dijo...

A ver, a ver, que yo digo lo de encendida defensa solo como un comentario puramente adjetivante, no hay juicio de valor, me parece estupendo que lo defiendas y que lo defiendas con vehemencia y además no dudo de que lo creas y ya sabes (o al menos deberías intuir) que yo eso lo respeto al máximo.
Yo no dudo que lo que comentas sobre el entorno de tus hijos sea lo normal. Seguramente lo es y hablas con más voz de experiencia que yo. Tampoco dudo que no sean bichos raros en su ambiente y que se desenvuelvan bien con sus relaciones. El problema no está ahí. El problema es cuando los sacas de su entorno (ya sabes que hay un momento en la vida en el que tienes que relacionarte con otros, tienes que negociar, tienes que tratar otros entornos desconocidos, tienes que tener empatía-creo que esto es la palabra clave- para entender los problemas ajenos en toda su extensión) Y no sé hasta qué punto serán capaces de comprender los avatares ajenos y de buscar un punto de contacto.
Por otro lado, yo no veo positivo que tengan el agarradero de una pantalla donde habita el mundo (y continuamente te está diciendo que te necesita, o eres el mejor, o que te leen muchos, o que tienes un sentido del humor genial, o que todos te quieren con locura) cuando no hay nada que hablar entre ellos. Y yo he visto grupos (soy bastante observador) que se mandan mensajes entre ellos (coño, si lo tenéis delante) cuando se pueden decir las cosas a la cara. ¿Tú crees que eso es positivo? Yo no lo veo así. Tal vez porque cuando haya que decir algo importante, realmente importante, prefieran decirlo con el whatsapp también.
Yo también tengo whatsapp desde no hace mucho y, la verdad, me cansa hasta decir basta en muchas ocasiones y procuro transmitir a mi hijo la verdad sobre el invento. Es útil, está muy bien...hay un estudio en el que de un muestro de cinco mil jóvenes por debajo de los dieciocho años casi el 70 % miran la pantalla del móvil para ver si tienen mensajes...más de mil veces al día...¡mil veces al día! Eso no tiene parangón en nuestros tiempos.
Yo sé que los negros son los más peligrosos porque hay cárceles llenas de negros. Yo sé que hay políticos que son honestos y que curran dieciséis horas al día a pesar de que su labor no llega a la ciudadanía como debiera. Yo sé que el programa más visto de la televisión es "Sálvame" y que el libro más vendido del año 2013 es el de Belén Esteban y que los vídeos más descargados son los violentos. Yo sé que tenemos múltiples medios para estar informados y que muchos de ellos se utilizan para que la sangre sea algo habitual en nuestro día a día y también sé que los jóvenes, por lo general, tienen una falta de empatía alarmante porque creen que haciendo daño no hacen daño a nadie.
Ojo, no estoy diciendo que todos los jóvenes sean así, ni muchísimo menos. Dependerá mucho de las familias y de la educación pero sabes bien que la niñera moderna es la televisión. Mi hijo (12 años) me ha venido contando lo que sus compañeros le comentan que ven en la tele y me quedo absolutamente pasmado. Y yo creo que cada cosa debe ser a su tiempo.
En todo caso, no niego que tengas razón ¿eh? En estas cosas yo creo que defendemos nuestras posturas según lo que vemos y sentimos en nuestras propias casas. Y cada casa es un mundo.
Abrazos caseros y calentitos.