jueves, 14 de abril de 2016

JULIETA (2016), de Pedro Almodóvar

En ocasiones, el dolor es esa doblez de la personalidad que ha sido sistemáticamente silenciado por la supervivencia. En algún rincón de nuestra alma, ha ido haciéndose un sitio, tan normal y rutinario, que se ha instalado como un elemento más del día a día y ha pasado a ser la regla antes que la excepción. Parece como adormecido, respira con suavidad, se mueve de vez en cuando pero no causa daño, no parece un enemigo. Sin embargo, un día, un encuentro, una casualidad, un saludo efímero en la calle es capaz de despertarlo hasta hacerlo insoportable. Y es entonces cuando se echa la vista atrás llegando el momento de volver a las raíces de su presencia.
Y así la vida pasa de nuevo por delante de la vista. Con esas burlas ingratas del destino que nunca se ha mostrado demasiado amable y, cuando lo ha hecho, siempre se ha apresurado a compensar lo bueno con algún cargo de conciencia. Es como si la soledad fuera la narradora de la historia, agazapada sobre un escritorio sobre el que cae un rayo de sol de esperanza tibia. Todo ha ido dirigido a ella. Todo se ha hecho mil pedazos para que la vida se quedase en un estado permanente de reconstrucción inacabada. Todo se ha quebrado en cristal porque la felicidad, esa gran fugitiva, corre siempre en dirección contraria.
Quizá el problema resida en estar en el momento oportuno en el sitio equivocado. La tormenta dibuja el enfado del mar con trazos blancos mientras el corazón se retira, herido y también desbocado, hacia la orilla para convertirse en un mero espectador que espera su recompensa. Y lo que se espera, nunca llega. Y lo que llega, siempre es insuficiente. La nada está a la vuelta de la esquina. Basta con doblar la calle de los años y dejar que la vejez sea la excusa. Todos desaparecen. La muerte se presenta como un invitado sonriente, deseoso de poner a prueba la perseverancia del aguante. Y el derrumbe aparece con las grietas de las arrugas y la mirada buscando respuestas. La verdad está. Y el cariño parece tan indiferente…

Pedro Almodóvar ha dirigido su mejor película en los últimos años, con un estilo austero en la narración y fascinante en lo visual. Cuenta con la colaboración de unos intérpretes que se integran en la naturalidad de la vida y del entorno y, también, con una banda sonora de belleza oblicua con la firma de Alberto Iglesias. Esta vez sí ha conseguido que nos asomemos a las razones de un dolor que está tan pegado como la piel mancillada por un tatuaje. Y sufrimos y nos perdemos en los vericuetos de lo razonable intentando encontrar una causa ante tanto desconcierto y tanto absurdo en una vida que debería recrearse en los paisajes de la belleza física y moral. Más allá de eso, nos hundimos en la desesperanza del abandono porque siempre hay un culpable como el egoísmo. Algún fleco no demasiado creíble salta de un fotograma a otro pero se perdona porque asistimos al ajuste de cuentas de un destino que debería ser encarcelado por delinquir en contra de la ternura que todos deseamos. Y lo hace premeditadamente, repetidamente, implacablemente. Algo que siempre es atractivo. Más que nada porque nunca estaremos demasiado seguros de que nuestra compañía sea suficiente como para cerrar unas cicatrices que son pecados contra la tranquilidad del alma.

15 comentarios:

dexterzgz dijo...

A mí me ha gustado la película, pero mucho más tu post. Enhorabuena por tus palabras.

Estoy de acuerdo con que es la mejor peli de Pedro en mucho tiempo, aunque tal vez no sea decir mucho viendo los últimos trabajos de su filmografía. Me pasa una cosa curiosa, por un lado lo considero un trabajo sobrio, contenido, sin esa tendencia al desequilibrio que descompensa muchas de sus películas y que tanto me irrita (eso de colar una frivolidad en medio de un dramón intenso). Aquí no hay nada de eso. Y sin embargo, al mismo tiempo, creo que es lo mínimo que se le puede pedir a un autor como él. Puede parecer una contradicción, pero creo que no lo es.

Ahora lo que tengo muchas ganas es de leer los 3 relatos de Alice Munro en los que se basa la peli (por ver en qué ha consistido la filigrana del Almodóvar guionista). Destacaría a un soberbio Alberto Iglesias que sabe crear el clima adecuado en cada escena con registros muy diferentes a los que nos tiene acostumbrados, a Emma y a Rossy, cada una en lo suyo, por encima de Adriana e Inma, cada una en lo suyo también. Y la planificación y la puesta en escena (me encantó el plano de la tortilla doblada friéndose en la sartén, ya ves tú qué tontá).

Abrazos desde Itaca

César Bardés dijo...

Gracias por el elogio. Como decía un sabio chino "Cualquier bien escaso es valioso. El elogio, por ejemplo" y más en un país de envidiosos y de insidiosos como éste.
Yo lo que veo en Almodóvar, por una vez en bastante tiempo, es sobriedad y coherencia. La película es coherente en todo momento con lo que te está contando y, como tú bien dices, no hay rayadas frívolas o tontamente originales que te saquen de la historia. El retrato de las mujeres es creíble, cercano y enormemente tierno. No son esas locas estúpidas que salen en muchas de sus películas y el argumento está bien cerrado y pensado. No está el Almodóvar que quiere dejar bien alto su condición de cineasta con un toque "friki" (el toque "Waters") y ahí es cuando Almodóvar me gusta. Me gusta Emma (siendo una actriz que muchas veces me carga), Rossy está enorme como esa ama de llaves de "Rebeca" con aires gallegos y Adriana e Inma (especialmente la primera) están muy bien. Visualmente, como siempre por otro lado, Almodóvar tiene un ojo especial. Incluso en sus malas películas sorprende su concepción visual en muchos planos.
Abrazos con cantos de sirena.

dexterzgz dijo...

Acaban de dar la lista de candidatas a la próxima Palma de Oro en Cannes. "Julieta" seleccionada para representar a España.

Abrazos en primicia

César Bardés dijo...

Pues acabo de ver la lista completa (gracias, Dex) y, la verdad, le veo posibilidades. Ojo a Jeff Nichols que es un tío que está demostrando que sabe hacer cine. Con esta salvedad y, por supuesto, con el paréntesis moral al que obliga cualquier festival que puede decantarse por la mayor de las rarezas, "Julieta" tiene alguna que otra posibilidad. Si no la Palma de Oro si que algún otro premio.
Abrazos agradecidos.

dexterzgz dijo...

Bueno, de hecho, yo me estoy frotando las manos esperando la otra de Nichols, "Midnight Special" que estrenan aquí al mes que viene, y que se ha relacionado con "ET" (mucho me parece que es eso a mí, pero bueno). En cualquier caso, ya ha demostrado que se le da muy bien trabajar con niños ("Mud") y con Michael Shannon que no se ha perdido ninguna hasta ahora, y que a mí me parece especialmente brillante en "Take Shelter".

Esperaremos, un festival es muy incierto, no es como los Oscars. Algunos de los grandes rivales gafapastas a priori de Pedro como Munguiu, los Dardenne o Ken Loach, ya tienen una Palma cada uno (dos en el caso de los belgas) así que...

Abrazos desde la Croisette

César Bardés dijo...

No pierdas de vista a Xavier Dolan que ése va a la caza y captura y es muy del gusto rarito. Lo único que puede ir en su contra es que breve no suele ser.
Estoy de acuerdo en que lo mejor de Nichols es "Take shelter", una película extrañísima pero con mucha miga dentro y con muchísimo sentido.
Lo que tú dices, hay que estar a la expectativa porque pueden salir por cualquier sitio.
Abrazos desde el Carlton.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, ayer tuve dia libre y por tanto no pude entrar a comentar, pero lo bueno es que aproveché la tarde para ver la película y así hoy podré entrar con más conocimiento al trapo.

Por delante mi reconocimiento a otro gran momento de este blog, otro de esos retrato verbales que superan con creces a las imagenes filmícas. Yo estoy de acuerdo con Dex, me ha gustado la película pero mucho más tu post.

También coincido con vosotros en que es lo mejor de Almodovar de los últimos años aunque en mi caso haya bastantes peros. Creo que el total está muy por encima de las partes (otra vez mi famosa deconstruccion).
Visualmente es tan hermosa como acostumbra Pedrito, con algunos momentos de una belleza brutal (esa escena de la Suarez escribiendo, vista desde el pasillo con el contraluz al fondo o el pliegue respirando del vestido rojo en la imagen inicial), toda ella marcada por esa magia pictórica del manchego y su cuidado de los detalles, los colores, el vestuario, el paisaje exterior e interior,...
La sensación final de que nos ha llegado la emoción de la tristeza infinita, de la angustia vital, de la pena, de la culpa, del dolor contenido...
Muy bien el reparto femenino, con una enorme Emma que compone uno de los mejores papeles que le recuerdo (contenida, en su justa medida), Rossy también muy bien, efectivamente, como esa Señora Danvers gallega o asturiana o lo que sea (sin acento, eso si) y más que correcta la Ugarte (mejor tras la tragedia que antes de ella). Inma, Pilar Castro (que buena actriz), Nathalie Poza (otra que tal baila) y hasta la Jenner, muy creíbles todas...(otra cosa son sus personajes). Y también bien Grandinetti o Daniel Grao.

El problema yo se lo veo a la película es que lo que tu dices de algún fleco no demasiado creíble que salta de fotograma a fotograma a mi me parece una bufanda escocesa (mil flecos a cada lado, mi madre las hacía y yo precisamente me ocupaba de "sacar" flecos y se que eran muchos). Cada una de las historias (incluso la principal) tiene uno o varios cuando no alguna de las subtramas se quedan bailando sin mucho sentido.
Rossy de palma pasa de ser odiosa inicialmente, a estar plenamente integrada con la niña pequeña y luego a ser una tremenda hidep...(que diría Alatriste) sin apenas explicación. El trazo de culpabilidad eterna por algo que no llega aser ni una pequeña bronca (por lo demás muy justificada) tampoco parace tener mucho sentido. El rencor escondido de una hija preadolescente disimulado con una entrega desinteresada tampoco cuadra. Un pretendiente tan respetuoso como Grandinetti que no parece humano. Una historia, la del padre que aparece y desaparece sin mucho sentido y que genera en Julieta una lejania injustificable en realidad,...Incluso la historia de Pilar Castro y Jenner también queda algo colgada...por mucho que intente haber una explicación final de Michele, que debía aclarar cosas y que aun añade más confusión.

Por todo ello, creo que el conjunto sale beneficiado por la mirada desde la distancia, pero que si te acercas al cuadro ves los brochazos más de lo que deberías. Sin embargo, y pese a que su final me molestase en ese momento, creo que es una buena solución para la historia...otro fleco más, pero esta vez con más sentido.

Una película hermosa, muy bien rodada, muy bien interpretada, maravillosa desde el punto de vista visual, muy emotiva (tuve dos momentos casi de lagrimeo) y, eso si que es indiscutible, con un post de los grandes momento Bardés. Pero a la que es mejor no buscar los entresijos...por si acaso.

Abrazos desde el Pontos

César Bardés dijo...

Tienes razón en algunas cosas y en otras, no tanto. Lo de Rossy por ejemplo. Es evidente que está hipercolgada de Grao por eso, en todas sus interactuaciones con el personaje protagonista es una hija de puta, por eso le deja el regalo envenenado a ella. Es verdad que con la niña se porta de maravilla, pero solo con la niña. Con la Ugarte o la Suárez, en ningún momento. Por eso, la semejanza con la Señora Danvers no es tan gratuita.
Lo de la culpabilidad eterna, lo disculpo. Hay cosas que, sin saber por qué, te marcan y te dejan huella cuando no tienen demasiada enjundia. A mí, sinceramente, lo que me chirría es precisamente el personaje de la hija. Ese desinterés, ese querer absoluto a su madre...para luego decirnos que está destrozada psicológicamente y que se mete a una secta (se supone) o a una comunidad de raíces religiosas...eso es lo que no me llena en absoluto. Ya sé que Almodóvar quiere que el "shock" sea lo más impactante posible pero no es nada creíble, entre otras cosas porque no cuadra nada con lo que te ha venido contando hasta el momento. Incluso es poco creíble que el personaje de la Jenner diga que la hija había estado antipática y que no quería verla y demás y en el primer encuentro ni siquiera diga una alusión, aunque sea pequeña al tema.
Lo de Grandinetti, no deja de ser un personaje secundario, un tipo que no quiere forzar las cosas y que, al fin y al cabo, no deja de ser un humanista que trata de comprender. Lo del padre...bueno, aparece y desaparece porque tiene una mujer y un rollito de necesidad, sus necesidades están cubiertas y tampoco se plantea demasiado la vida en pareja. De hecho, yo creo que escribe la carta sin demasiada convicción, habida cuenta de que, de haber estado trabajando Julieta, es muy posible que se hubiera quedado con dos palmos de narices.
En lo que estoy de acuerdo es que es una película que sale beneficiada si la miras desde la distancia. Y aún con sus fallos, me parece mucho más coherente que "La piel que habito" mucho más cine que "Los amantes pasajeros" y mucho más cercana que "Los abrazos rotos", quizá la que más se acercaba al mejor puesto del último Almodóvar.
Abrazos desde los Alpes pirenaicos.

CARPET_WALLY dijo...

A ver, que el comportamiento de un personaje sea explicable no quiere decir que lo que se nos cuenta se explique bien.

Vale con lo de De Palma, justificado el primer encuentro y el último, pero no vale si nos sale el segundo donde es una más de una familia feliz encantada con la pareja y la pequeña, con besos incluídos a Ugarte sin malas caras. De hecho también queda un poco regular el despido-jubilación y la frialdad de Adriana con Rossy previa al regalito, parece como si algo más hubiera pasado y se quedó en el camino.
Si, lo de la culpabilidad eterna es disculpable valga la "desrebundancia", o podría serlo. Un último mal rollo puede que deje un resquemor interno que te haga sentir fatal mucho tiempo, pero en ningún momento se ve como un desencadenante sino como una fatal casualidad, incluso tal y como se ve en la película el detalle tan "importante" de si salió o no con mal tiempo se ve que no es cierto. Y por eso todo el drama posterior es poco sostenible.
Y lo de la niña, pues eso, que no tiene justificación, hubiera tenido cierto sentido si se hubiera producido el "descubrimiento" años después (un viaje tras la muerte del marido de Rossy por ejemplo) y eso desencadenase su "venganza"...pero ese rencor oculto...buff, no cuela.
Si, Grandinetti es un caballero y un tipo educadisimo...pero demasiado execesivamente comedido. está claro que para Pedro en esta ocasión (y casi siempre) le preocupan mucho más las mujeres y resuelve la angustia del caballero con un vaso de agua y un discreto seguimiento....muy de puntillas para un tipo de verdad enamorado.
Y lo del padre...a mi me parece que era una trama paralela que quería contar y que se quedo en el montaje muy deslabazada. Se supone que hay algo de paralelismo con la propia Julieta. Un enamoramiento esperanzador para un tipo casado con una mujer enferma sin solución, como el propio Xoan con ella. un distanciamiento hija-padre por muchos años sin casi justificacion (digo en este caso moral). Pero además, esas apariciones intermitentes que podrían tener enjundia son deslavazadas y se quedan sin resolver. Tras tantos años y despues de lo que pasa con su hija, ¿Julieta le paga con la misma moneda a su padre?...No sé, no me cuadra, es una historia que no aporta nada.

A ver, lo del shock con la secta y la desaparición tiene sentido, quien nos cuenta la historia es Julieta con una visión muy parcial de lo que pasa, por tanto no prevemos nada (aunque la despedida nos dé alguna pista). No obstante hay un par de cosillas que se nos ocultan y eso no está del todo bien. La Suarez dice que contrató detectives para encontrarla y que lo unico que descubrió fue que no la conocía en absoluto, ¿por que no se nos dice lo que descubrieron?, tal vez eso nos facilitaría entender la "huida" de Jenner a Nueva York que ella confiesa por miedo pero sin explicar más. De hecho, esa aclaración final añade más misterio que soluciones, esa Antia obsesionada, una llamada telefónica desagradable explicando su "retiro", la verdad sobre el encuentro....Todo contado a medias.

Muchos flecos...Demasiados, ya digo. Pero si una película que merece la pena en su conjunto. un 8 incluso.

Abrazos con pastas.

César Bardés dijo...

Me gustaría tenerla más reciente para poder hablarte con más propiedad y estoy seguro de que me equivoco en muchas cosas pero Rossy, creo, en ningún momento habla con la Ugarte con la niña delante. Se muestra muy cariñosa con la niña, desde luego, y al lado del padre está siempre, sin duda. En ningún momento se puede ver que la relación entre la Ugarte y Rossy se ha distendido (aunque, es verdad, el espectador puede ser propenso a ello). De hecho yo creo que se sugiere que es Ugarte la que convence a Grao para que despida a Rossy aunque eso lo añado yo de mi cosecha y es posible que no tenga ningún fundamento.
Estoy muy de acuerdo en lo de Jenner y en lo de la huida a Nueva York y demás. Eso no se explica en ningún momento y no nos deja ver con claridad cuál es el auténtico doblez en la personalidad de Antía. Todo eso, ahí sí, está contado a medias.
Lo del padre no me chirría (bien es verdad que lo recuerdo poco, ir al cine con una bronquitis y tratar de hacer un artículo bueno después tiene su aquél), me parece que es un tío que no ha querido tener demasiadas responsabilidades y que a Julieta le parece que no ha tenido demasiado respeto por su madre. Yo lo tomo más como una contraposición. Al padre no le perdona. A Grao sí mientras ha vivido la mujer enferma. Cuando ya se entera que sigue viendo a la Cuesta estando con ella es cuando le entra el dengue. Acepto sin ningún problema que sea un paralelismo forzado que añade muy poco a la historia.
Cierto es lo de la tormenta. Eso no está tampoco bien explicado. Grao no sale con tormenta y, es más, creo que podría haber regresado tranquilamente pero Almodóvar tiene por costumbre en pasar de puntillas por lo que es necesariamente explicativo. Ahí sí que te doy la razón.
Hombre, lo de Grandinetti no me parece mal, entre otras cosas porque, sin que sirva de precedente, Almodóvar hace un retrato positivo de un hombre, cosa nada habitual en su cine. Hay gente que es muy sufridora. Es verdad que, quizá, debería haber puesto más el dedo en la llaga con la negativa a marcharse a Portugal, lo cual haría más creíble su esfuerzo por comprender todo lo que le pasa a Julieta.
Abrazos rojos.

dexterzgz dijo...

Yo creo que todo el debate que estáis montado, con ser interesante, es un poco estéril. Cierto es que hay cosas que no se explican bien del todo, las elipsis no están bien construidas, hay subtramas que tampoco se explican (a mí la historia del padre me sobra ciertamente), la relación entre Rossy y Ugarte siempre ha sido incómoda desde el primer momento y algo rara (eso de dejarla sola en casa con el perro siendo una desconocida y con lo que es ella, vamos), lo de Grandinetti lo veo más bien como un guiño a "Hable con ella" y como un ángel salvador. Y me da por pensar que entre Antía y Bea hubo más que amistad, algo que explicaría la frialdad del personaje de Jenner.

Pero pensad que por encima de todo ello, la filmografía de Pedro se basa en lo irracional del deseo y en las razones del corazón que la razón no entiende. Ello hace que todas las pequeñas fisuras de la trama se diluyan ante una historia que esta vez sí yo creo que está convincentemente cerrada.

Abrazos racionales

CARPET_WALLY dijo...

Ok, te aclaro porque yo si la tengo fresca. Tras el viaje a ver a la madre y al padre con la cria, el taxi se detiene en casa de Xoan y salen Rossy y él a recibir a Julieta y Antia, De palma aparece feliz "¿Que tal esas andaluzas?" (curioso ni un sólo acento en toda al película, ni gallego si quiera). Coge a la niña y se besa (ambas sonriendo) con Adriana. El espectador cree con razón que Julieta ha sido plenamente aceptada. Estoy de acuerdo en que Grao despide a Rossy por la presión de la Ugarte, pero no se nos cuenta que ha pasado para ese cambio (muchos años despues, la niña tiene ya 12 años o asi).

Otra cosa es que tampoco entremos en detalles de como vive Julieta o como se sostiene económicamente. En un momento dado corrige pruebas de imprenta, pero antes se ha alquilado un piso en Madrid (gracias a las niñas) sin que se sepa lo que ingresa, tenía un trabajo en una escuela en el pueblo (se fue a preprara las clases y Rossy le reprocha que empiece a trabajar), pero en Madrid salvo que fuera por la venta de la casa llega sin nada, viviendo gracias (se supone) a Pilar Castro y la Jenner (muy comprensiva porque es la amiguita de su hija, pero tanto como para meterla en casa mientras se iban a la Patagonia, a la primera que la ves....)

Lo dicho muchos flecos, mejor ver el conjunto que si que es hermoso.

Abrazos sentado en bronce

CARPET_WALLY dijo...

Ea, ahora leo a Dex y me siento un verosimil de esos que renegaba Hiitch.

Estoy de acuerdo en lo que dices y que el conjunto lo valida todo...pero repito, mejor no acercarnos al cuadro.

Abrazos con tortilla francesa

César Bardés dijo...

Pues estoy de acuerdo en lo que dices Dex, yo creo que lo que evidenciamos, más que otra cosa, es que no es una película redonda, como otras que sí lo fueron del manchego (sigo declarándome fan irredento de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" y de esa maravilla a la que siempre se olvida que es "Matador") pero que, sin duda y no creo equivocarme, nos ha gustado bastante a los tres.
Interesante lo que dices sobre la supuesta relación entre Bea y Antía...fíjate que a mí se me pasó por la cabeza pero más en plan de "quiero enrollarme contigo y tú no te dejas" y que, casi, casi, casi, la que lo deseaba era Bea pero no está explicado en ningún momento. Sí que vemos a los amigos de Bea que son bastante metrosexuales pero en Antía no hay ninguna pista para el espectador (yo creo que un error de cierto bulto).
Cierto es que, en esta ocasión, la trama sí que está convincentemente cerrada, cosa que no ocurría con las anteriores muestras almodovarianas. A pesar de los fallos que podamos encontrar.
Carpet, quizá tienes razón y lo de Rossy se queda más en la sala de montaje y se nos hurta alguna explicación más. Lo del beso (que no me acuerdo pero que es perfectamente posible que tengas razón) yo lo achacaría a que Grao está delante y, por supuesto, hay que fingirlo. Es posible que también tengas razón de que es algo bastante innecesario porque despista al espectador que cree que Julieta ha sido plenamente aceptada.
No deja de ser algo bastante extraño el ofrecimiento de Pilar Castro a Julieta, estoy de acuerdo. Y de ser yo ella, jamás lo aceptaría. Hombre, después de unos cuantos años dando clases y el marido no vive mal y tal...vamos a dejarlo en que tal vez puede tirar algunas semanas de lo ahorrado, cosa que hemos hecho muchos muchas veces. Luego ya se vende la casa y la vaina va por otros derroteros. Por cierto, una casa que no está nada, nada, nada mal.
Quedémonos en la fila 12 disfrutando, más que de otra cosa, de las sensaciones que ofrece una película que hay que tener en cuenta.
Abrazos en la curva.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno es que uno/a de los amigos de Bea es la mismísima Bimba Bosé más andrógina que nunca y con un cabreo importante por ver como la chica (la única del grupo) se entretiene con la otra...

Y si ese final puede que feliz o no, pero hurtado, es también muy convincente.

Yo en la fila 9 que me pegais la bronquitis si no

Abrazos con red de pescador