jueves, 1 de septiembre de 2016

CAFÉ SOCIETY (2016), de Woody Allen

La vida no suele ser más que un caos sin mucho sentido lleno de ruido y de furia. Imaginemos, por ejemplo, a un tipo cualquiera. Alguien con ilusiones, en busca de un futuro y que, por aquellas casualidades, se tropieza con la chica de sus sueños. El destino, ya se sabe, está escrito por un humorista sádico y las cosas no salen como deberían. Una palabra de más, un silencio de menos, una confidencia dicha a oídos que no debían escuchar…y todo se trastoca, cambia, se mueve y se muere…No, no se muere. El único que decide si algo se muere es el corazón.
Así que la vida sigue, quizá no con tanto color, tal vez con alguna que otra rutina instalada en el vacío, con nuevos negocios para dar estabilidad a una existencia que, de alguna manera, se ha quedado coja. Y, sin embargo, todos los días hay un recuerdo, un gesto del tiempo, en el que se puede caer en la cuenta de la pérdida de la inocencia, en comprobar que las mismas personas que creían que todo era pura fachada, se han convertido en lo mismo que despreciaban. Y el destino, ese chiste cruel, hace que la vida dé una vuelta completa y que todo aparezca de nuevo con la seguridad de que nada podrá ser igual. Quizá porque hay un mundo de distancia. Quizá porque todo es un sin sentido que merece la pena celebrarse aunque no lleve a ninguna parte, aunque después no haya nada, aunque el camino de la pasión tenga que vivirse a través de las sensaciones y no de las presencias. Es el café de todos. Es la burla final.
Woody Allen gana muchos, muchos enteros cada vez que vuelve a ambientes que conoce y en los que ha buceado. Aquí nos sumerge en Hollywood y en ese mundo repleto de falsedades y de negocios nunca cerrados y también regresa a Nueva York para decir una vez más que ama a esa ciudad porque es invivible pero también insustituible. Para ello, se sirve de la extraordinaria fotografía de uno de los grandes mitos de la imagen en el cine como Vittorio Storaro y hace que también bailemos, que también amemos, que también nos sintamos en pleno Central Park paseando en una calesa deseando besar a quien tenemos al lado. El trabajo de Jesse Eisenberg es más que aceptable y todo transcurre un par de peldaños por encima de lo que Allen ha hecho últimamente. Más que nada porque la sonrisa es algo más socarrona, porque la imagen llega a ser mágica, porque los diálogos son agudos y templados, porque las conversaciones fluyen y van derribando copas con hielos dentro. Somos individuos tendentes a la frivolidad y Allen lo sabe muy bien. Basta con hacer que el amor se cruce en el camino de otro para que el rumor corra y, al final, se encuentre con la horma de su propio zapato. No es fácil elegir entre lo que debería ser y lo que podría ser. Es un dilema que el jazz trata de resolver en cada una de sus melodías. Especialmente si está compuesto por Richard Rodgers y Lorenz Hart…that´s why the lady is a tramp

Y es que la vida consiste en no planificar lo que va a ocurrir después sino en exprimir el momento tal y como viene. Todo se reduce al ademán oportuno en el instante adecuado y la felicidad se presenta sin avisar, a la luz de unas velas, con vocación de quedarse. No hay que creerla. Solo disfrutarla. Solo hay que poner en práctica aquel dicho de que hay que vivir todos los días como si fueran el último de nuestras vidas. Al final, habrá uno en que eso será verdad. 

13 comentarios:

dexterzgz dijo...

Buenos días, César, bienvenido.

Qué ganas tenía de volver a verte. Si encima regresas con Woody, no sé qué más se le puede pedir a esto. Si regresas con Woody, sólo podemos pedir que el nivel se mantenga y que esta temporada de cine sea espectacular. Ayer mismo comenzaba Venecia con una película "La la land" a la que tengo muchas ganas por el buen sabor de boca que nos dejó el tal Chazalle con "Whiplash" y porque es un homenaje al musical viejuno sin complejos. Y porque sale Ryan Gosling. Y porque el año pasado a estas alturas la película que más ansiaba era sin duda "Spotlight" y mira lo que pasó después. Sin duda será el siguiente gran baño de nostalgia que nos demos después de este Woody anual.

Y como en el caso de Woody queda muy propio hablar de alter-egos y como, aunque me da cierto rubor, no me gusta repetirme:

http://www.filmaffinity.com/es/user/rating/926763/519727.html

Brindemos por Woody y por los reencuentros con los amigos. Abrazos desde el guardaropa.

César Bardés dijo...

Muchas gracias por tus buenos deseos, Dex. Me gustó este Woody a pesar de Eisenberg, que, por una vez, también me gustó. En cualquier caso, yo también tengo ganas de ese "La La Land" que han puesto por las nubes y que sabe a musical clásico. Vamos a ver, siempre expectantes.
Brindemos por ello, de corazón. Sigo intentando escribir unos cuantos correos que tengo pendientes pero esto es la tortura lenta.
Abrazos desde el club.

CARPET_WALLY dijo...

¡¡¡BIENVENIDO!!!!...Como te has hecho esperar, amigo.

Y vendrá Dex a darte la razón y ha deshacerse en elogios, justificados, hacía esta película y lo que nos cuenta...Pero yo aun aceptando casi todo he de decir que no me gusta el conjunto, es más no me gusta mucho el tono (tan exageradamente nostálgico) ni el cómo nos cuenta las cosas.

Y para empezar con el cómo, disiento en considerar el trabajo de Jesse como aceptable, de hecho para mí es un lastre, porque si al inicio da bien el pego de joven simplón su conversión en un excelso relaciones públicas y un triunfador del mejor club del país queda lejos de resultar creíble en Eisenberg. Del mismo modo nos pasa con Kristen cuyo vaivén de convicciones tampoco resulta muy coherente. Pero al fin y al cabo todos somos incoherencia pura, sólo hace falta que la vida nos de lo que criticamos para que nos propongamos defenderlo con uñas y dientes.

Nos cuenta Woody que el primer amor es el verdadero y que resiste cualquier avatar en el tiempo, aunque ese avatar sea una Blake Lively infinitamente más bella que la Stewart, pero aunque es muy aceptable en la primera parte del planteamiento (me gusta como el enamoramiento es un fluir de conversaciones banales y no un engolamiento de grandes momentos románticos) se vuelve muy poco probable en la segunda parte. Y no hablo de los verosimilismos que tanto odiamos, sino que no me parece una evolución coherente con lso personajes presentados.

También me parece que hay escenas que no aportan o incluso distraen mucho. La de la prostituta, por ejemplo. Mezclar Holliwood, aspirantes a actriz y prostitución tiene sentido, pero la escena me parece muy burda y prescindible. La historia paralela del hermano mafioso…ufff, tampoco creo que sirva ni aporte sino todo lo contrario.

¿Es una película preciosa? sí. ¿Es Woody? también, ¿será de lo mejor del año?, posiblemente. ¿Me ha gustado? No mucho. Sinceramente me gustó mucho más en forma y fondo “Magia a la luz de la luna”, por mucho que todos coincidan en que es una obra menor comparada con esta.

Con todo, lo mejor esa frase Allen puro que formará parte de nuestros referentes : “Vive la vida como si cada día fuera el último, alguna vez acertarás”.

Abrazos desde el bar cutre

CARPET_WALLY dijo...

ha deshacerse...¿porque no reviso lo que escribo?

Mil disculpas

César Bardés dijo...

Pues disiento en casi todo lo que dices. Creo que Allen, muy deliberadamente, coge a Eisenberg y siembra toda la historia de esos sinsentidos porque, a pesar de todo, creo que es una historia eminentemente optimista. ¿Sabes cómo lo he titulado en el periódico? "Celebrar la vida sin sentido" porque yo creo que es eso continuamente y continuamente es creíble. Sí me creo que el paleto solicite los servicios de una prostituta pero que al final se sienta tan ridículo que la eche y se preocupe mucho de lo que digan los demás. La vida sin sentido es que un paleto llegue a Hollywood y se ponga a leer guiones para un representante que tiene todo el éxito del mundo. La vida sin sentido es que se enamore locamente de una tía que está muy bien pero que le da muy poco y que, cuando todo termina, sigue ahí dentro por algo que no se sabe muy bien cómo explicar. La vida sin sentido es que tenga a la mujer ideal, más simpática, más guapa, con más clase y sin embargo no le haga ascos a volver a verse con un amor que no tiene ningún lugar a donde ir salvo a la memoria de las sensaciones. La vida sin sentido es tener un hermano que sea un matón de la Mafia de tal calibre que se cargue a un vecino porque está molestando a la familia. Creo, ya digo, que la elección de Eisenberg es acertada y que la fotografía de Storaro es la mejor que ha habido en una película de Allen desde hace mucho, mucho tiempo.
Para mí, ya digo, un par de peldaños por encima. Y mejor que "Magia a la luz de la luna" por una sencilla razón. Los diálogos son notablemente mejores.
Abrazos desde el cemento.

CARPET_WALLY dijo...

Ya sabía yo que no iba a empatar ni en el último minuto: 2-1 aquí y 1.500-1 fuera de aquí.

Como he dicho muchas veces, las películas y su ilusión son cosa de momentos, evidentemente no fue el mío cuando fui a verla, reconozco todo lo que decís (en lo de Storaro sin duda, qué maravilla) y sin embargo el conjunto no me huizo sentir lo que a vosotros. Una pena.

Abrazos a las 2 de la madrugada escuchando jazz (esa si me pareció una gran escena y no la de la prostituta).

dexterzgz dijo...

A mí lo de la prostituta sí que me pareció una buena escena, fíjate. Creo que emparentar de primeras la prostitución con Hollywood es una declaración de principios en toda regla. Hollywood no es solo una gran casa de putas, sino que además todas las jovencitas que fueron allí para convertirse en estrellas acabaron en el arroyo. Y además ayuda a presentar al ingenuo personaje de Jesse, que aquí resulta más alter ego alleniano que en ninguna otra ocasión, con sus balbuceos, sus indecisiones, sus frases ingeniosas. En esta escena además me gusta Eissenberg, aunque creo que en otras no está a la altura e intenta acercarse a los registros de alter ego alleniano con menos éxito. Karen, pues sí, tiene unos ojazos y una presencia, pero yo creía que tras "Sils María" habíamos asistido al nacimiento de una actriz y no. Aquí no me convence. La pareja no es un desastre, porque de hecho aún con ella a mí la película me funciona, pero quizá con otro dúo protagonista hubiese ganado muchos enteros.

Hombre, Carpet, los dos protagonistas cambian mucho, muchísimo pero gracias a dos grandes elipsis. Que la vida te va llevando a derroteros insospechados y a sitios donde a lo mejor no quieres estar. Ese es el gran tema de la película. De ahí lo de la nostalgia.

Abrazos esperando la llamada de Ginger Rogers

CARPET_WALLY dijo...

No, las elipsis valen pero no para según que cosas. Y fijate que estoy por tolerar el cambio de rumbo de Kristen por lo que he mencionado de que criticamos lo que no disfrutamos, pero el de Jesse de paleto a Rick en su café en Casablanca (utilizando tu propio simil)...casi que no.

Y lo de la prostituta y Hollywood creo que no es nada sutil, como casi todo el resto de la peli. En "Eva al desnudo" con un par de frases ya han sido mucho más punzantes sobre el destino de tantas aspirantes a actriz que Woody en esa escena tan...¿obvia?

Abrazos con aniversario de papel

César Bardés dijo...

Yo es que creo que lo de la prostituta sirve para definir el personaje de Eisenberg (recordemos que es muy al principio de la película), no como una metáfora de Hollywood (aunque también pero eso, creo, es secundario). Con ese episodio lo que se nos está diciendo es que Eisenberg, en principio, no es un vividor, ni un tipo que va a Hollywood con el afán de tirarse a todo lo que se ponga por en medio, sino que tiene principios (esos principios que luego se saltará) y que no concibe el amor sin amor. Me parece a mí que el enfoque no es el de "Eva al desnudo", ni nada de eso, aunque, por supuesto, puedo estar perfectamente equivocado.
En cuanto al cambio de Jesse paleto a Rick...a ver, a ver...en ningún momento se está diciendo que el personaje de Jesse se haya vuelto un tipo elegante y con gusto de la noche a la mañana. Sigue siendo bastante paleto. De hecho, sus conversaciones están en el polo opuesto de las que podrían ser las de Rick Blaine. El hecho de llevar un smoking blanco y dirigir un club no le hace automáticamente ser Rick Blaine. De hecho, yo creo que Woody se esfuerza en fotografiarle bastante mal vestido, patizambo y con muy, muy poco "glamour", aunque esto también puede ser solo una apreciación mía. Pero resulta muy llamativo cómo la ropa está espléndidamente cuidada en todos los personajes y, sin embargo, en Eisenberg le sienta como un saco. Sigue siendo un paleto. El paleto aunque se vista de seda, sigue siendo un paleto.
Yo sí creo que hay una cierta sutilidad en la película, en la levedad de la vida y en su absurdo cotidiano y que, precisamente, el amor es lo único que puede elevarla a la categoría de divino, aunque sea disfrutado en una ausencia. También es una apreciación pero me cuadra perfectamente con la personalidad de Allen y con sus obsesiones.
Abrazos con banda sonora.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, a ver, si pero no.

Puedes estar perfectamente equivocado pero lo más probable es que no lo estés y tal vez, la idea de la escena con la prostituta no venga a cuento del difícil camino de las aspirantes a actriz sino de una muestra más de la "bondad" o ingenuidad o simpleza del protagonista (no tanto paleto, recordemos que viene de nueva York y no de un pueblo de Alabama). Woody nos lo muestra como un panoli que acepta los consejos de su idolatrado hermano pero que se azora cuando sabe que es la primera vez de la chica, aun así está dispuesto una o dos veces de seguir con el tema por no darle un disgusto a la muchacha...Perfecto, ya estamos situados, aunque a decir verdad ya teníamos clara esa personalidad de Jesse desde el mismo momento en que va a ver a su tio y le empiezan a soltar demoras, retrasos y largas cambiadas durante días. No hacía falta, a mi entender ("aunque puedo estar perfectamente equivocado", qué mamón), dicha escena y a mi modo de ver no aporta casi nada.

En cuanto a lo de Rick, el parecido sólo es por referencia, como bien decía Dex, que en estas cosas ( y en muchas otras) es un maestro, la llegada de la Stewart y Carrel al club y la chaqueta blanca de Jesse son un guiño a "Casablanca", a mi me parece claro también. Y no, no es un tipo elegante (tampoco lo era Humophrey), pero si con buen gusto, ahí está su mujer para demostrarlo. Al menos en asunto de mujeres nunca lo tuvo malo pues Kristen también era notable. Yo me refiero aque la elipsis no puede explicar el cambio entre el paleto y Rick, o entre el ingenuo y el director del club más selecto de EEUU para ser más exactos, un relaciones públicas perfecto que hace que todo fluya con una soltura impresionante..de chico de los recados casi a Gran Gatsby (es también un símil sobre la popularidad, no sobre la elegancia)...a mi no me cuadra. Y si podría imaginarme la primera parte en Hollywood interpretada por Woody (o su alter ego), no veo jamás a Allen en la segunda en Nueva York.

Pero todo esto son sólo apreciaciones personales... aunque probablemente tenga mucha razón, ¡¡Qué diablos!!

Abrazos en calesa

César Bardés dijo...

Bueno, no lo tenemos solo con las demoras del tío precisamente porque el otro es su tío, que no es lo mismo enemistarse con la familia que con uno cualquiera. Yo creo que sí es una escena buena, que sí aporta y que trata de poner bien claro que no solo es un panoli, sino una buena persona.
Vale el guiño a Casablanca pero no al personaje. La elipsis está muy cogida por los pelos, en eso tienes razón, pero a mí me parece perfectamente creíble desde el punto y hora en que me ha descrito al hermano, un matón que tiene ambición y que se puede situar a base de intimidar fácilmente a todo quisque, incluso a las autoridades. Si es capaz de eso...¿por qué no va a ser capaz de poner ahí a su hermano? El personaje de Eisenberg es un panoli, es una buena persona...pero en ningún momento se da a entender que sea un tonto salvo, quizá, en lo sentimental.
Yo sí puedo imaginarme perfectamente al Allen más joven dirigiendo ese club, sin ningún "glamour", un poco sobrepasado por la responsabilidad y diciendo esta y aquella frase a los invitados. Recordemos que tenemos ejemplos más que de sobra sobre auténticos paletos que han alcanzado cierta relevancia social y uno no se explica cómo han podido llegar hasta ahí y no me hagas citar nombres.
Lo siento, hoy tengo sobredosis de modestia.
Abrazos con "glamour"

CARPET_WALLY dijo...

Sólo por aclarar, es obvio lo del nepotismo, por ahí nada que decir. Ahora bien, el auténtico éxito del club (antes era un club mafioso más) viene porque sus amigos de Hollywood van y llevan a las modelos lo que hace que mucha gente quiera ir a ver chicas guapas... No es por el buen hacer del prota...otra cosa es que más adelante si aparece como un tipo que domina muy eficazmente todo el cotarro hasta quedarse como dueño absoluto pletórico de seguridad...Ahí ya no lo veo yo. Y de hecho, creo que Jesse no da bien ese perfil, que podría aceptarse plenamente en la primera parte.

Si recordamos por ejemplo "La red Social", el Zuckerberg de Jesse es un poco asocial y extraño pese a su éxito, huidizo y bastante traicionero porque no va nunca de cara. Ese papel si que cuela, no el de un triunfador de simpatía arrolladora. Precisamente como bien dices, al final dirige el club con bastante glamour y nada sobrepasado por la responsabilidad, por eso no veo ahí a Woody.

Abrazos judíos pero no del todo

César Bardés dijo...

Digamos que ese aspecto que mencionas, a mí no me molesta. Sigue siendo un paleto embutido en un smoking que le sienta como el burro y creo, además, que eso es deliberado.
Tampoco creo que el personaje sea de simpatía arrolladora. Si te fijas solo se sienta en una ocasión (cuando aparece Carell con la Stewart) y simplemente pone sonrisas en las mesas, dice el chascarrillo de turno y se va. Y yo sí que veo a Woody (especialmente en esa escena final de Nochevieja) porque sé que pone miradas muy melancólicas. De todas formas, todo esto es bastante peregrino. Se me ocurre una cosa que se me pasó por la cabeza en la proyección y era que Woody Allen podía haber hecho perfectamente el papel del padre judío y hubiera dado el pego casi mejor.
Abrazos con la pajarita deshecha.